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EL RÍO HERIDO ACUNA SU FAUNA
A Wounded River Cradles Its Fauna
Hoy apenas reconocemos su cauce, pero el río de Santa Eulària tiene al menos cinco siglos de historia. Las aves migratorias —incluida alguna en riesgo de extinción— conforman la principal fauna de este paraje de descanso.
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Today you can hardly make out its watercourse but the Santa Eulària river has at least five centuries of history. Migratory birds, including some threatened by extinction, make up the main fauna of this stopover site.
Aparece mencionado por primera vez en 1533, en uno de los ‘libros de sucesos’ de la parroquia de Santa María que hoy se erige como catedral de la isla de Ibiza. En esa entrada al registro, se habla de la “llegada de una fragata o bergantín de moros al río de Santa Eulària”, aunque no se descarta que haya documentos o referencias anteriores y que el río de Santa Eulària fuera un río desde mucho antes.
First mention of the river dates back to 1533, in one of the ‘chronicles’ of the parish of Santa María, the church which now serves as a cathedral for the island of Ibiza. The entry in the register speaks of the “arrival of a Moorish frigate or brigantine at the river of Santa Eulària”, although there may be even earlier records or references and the Santa Eulària might have been a river long before that time.
Desde mediados del siglo XX, debido a la explotación urbanística del suelo y del agua, al río de Santa Eulària ya no llegan fragatas, ni llega tampoco al mar apenas agua dulce de sus 17 kilómetros de cauce. Ya solo lleva agua en todo caso torrencial en momentos de lluvia abundante. Aún así, los caminos que marcan el río y sus torrentes hasta su desembocadura han sido a través de los años un ecosistema y refugio para especies como peces y anfibios, y, a día de hoy, para aves autóctonas y migratorias.
En el lado marítimo del Pont Vell de Santa Eulària, bajo el cual se ubica la Font d’en Lluna, el murmullo de aves y el olor a agua salobre invaden el ambiente de una de las zonas húmedas más ricas de la isla de Ibiza. A pesar de que el estudio sobre su biodiversidad es limitado — un desconocimiento que se suma, además, al clima de fábulas, leyendas y mitos que rodean este entorno— algunos estudiosos clave han documentado fielmente la fauna de este río a través del tiempo.
EL RÍO HA SIDO, A TRAVÉS DE LOS AÑOS, UN ECOSISTEMA Y REFUGIO
PARA ESPECIES COMO PECES Y
ANFIBIOS Y, A DÍA DE HOY, PARA AVES AUTÓCTONAS Y MIGRATORIAS
As a result of urban development, however, and the exploitation of both land and water, since the mid-20th century the Santa Eulària river no longer sees any frigates nor does hardly any fresh water reach the sea from its 17 kilometres of length. The river only contains water at times of heavy rainfall. Even so, over the years the paths that mark the river and its course down to the estuary have provided an ecosystem and refuge for fauna such as fish and amphibians and, still today, for both resident and migratory birds.
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En un tiempo pasado el río fue lo suficientemente caudaloso, aún siendo limitado, como para albergar especies de peces como el barbo común, que podía llegar a medir hasta 50 centímetros. El zoólogo y naturalista Eduard Boscà, pionero español del estudio de anfibios y reptiles, documentó tres especies de peces en 1881 que a día de hoy se pueden conocer en el Museo Nacional de las Ciencias Naturales. En ese momento fue posible encontrar en el río especies que habían sido introducidas: el barbo común (Luciobarbus bocagei), el calandino (Squalius alburnoides), el cacho (Squalius pyrenaicus) y la boga de boca arqueada (Iberochondrostoma lemmingii). Pero solo unas décadas más tarde, justo después del primer boom de crecimiento a mediados del siglo XX, ya no quedaba rastro de ellas: desaparecieron debido a la desecación del río en verano y la sobreexplotación agraria de su limitado caudal.
EN 1951, MARGALEF AÚN ENCONTRÓ
On the seaward side of Santa Eulària’s Pont Vell or “old bridge”, under which the Font d’en Lluna is located, the murmur of birds and the smell of brackish water invade the atmosphere of one of the richest wetlands on the island of Ibiza. Although its biodiversity has been little studied (a lack of knowledge which also combines with the fables, legends and myths that abound for this site), some key scholars have faithfully recorded the fauna of this river over the years.
AT ONE TIME THE RIVER’S WATER WAS SUFFICIENTLY DEEP, ALTHOUGH LIMITED, TO BE HOME TO FISH SPECIES SUCH AS THE COMMON BARBEL, WHICH COULD GROW UP TO 50 CENTIMETRES
UN
CURSO DE AGUA PERMANENTE DE AL MENOS 9 KILÓMETROS, QUE DISCURRÍA EN “UN PINTORESCO
CAUCE ENMARCADO POR
ABUNDANTES ADELFAS”
En 1951, fue el padre de la ecología, el catalán Ramón Margalef, quien realizó también un importante estudio de las aguas dulces de Ibiza. Materiales para la Hidrobiología de la Isla de Ibiza (Margalef, 1951) es un análisis moderno y exhaustivo que se adentra en la biodiversidad de la isla, y particularmente también en la fauna y flora del río. En él todavía se recoge la presencia de diferentes tipos de vegetación, crustáceos, ranas, peces y aves. En 1951, Margalef aún encontró un curso de agua permanente de al menos 9 kilómetros, que discurría en “un pintoresco cauce enmarcado por abundantes adelfas”. Una estampa desaparecida de la que nos queda un eco que preservar.
At one time the river’s water was sufficiently deep, although limited, to be home to fish species such as the common barbel, which could grow up to 50 centimetres. The zoologist and naturalist Eduard Boscà, a Spanish pioneer in the study of amphibians and reptiles, recorded three species of fish in 1881 which can still be seen today in the National Museum of Natural Sciences. At that time it was possible to find species in the river that had been introduced: the common barbel (Luciobarbus bocagei), the calandino chub (Squalius alburnoides), the Pyrenean chub (Squalius pyrenaicus) and the “arch-mouthed bogue” (Iberochondrostoma lemmingii). But only a few decades later, just after the first boom in growth in the mid-20th century, there was no trace of them left: they’d disappeared as the river started to dry up in the summer and any remaining water was over-exploited by agriculture.
In 1951 it was the father of ecology, the Catalan Ramón Margalef, who also carried out an important study of the bodies of fresh water on Ibiza. Materials for the Hydrobiology of the Island of Ibiza (Materiales para la Hidrobiología de la Isla de Ibiza, Margalef, 1951) is a modern, exhaustive analysis
El vuelo vivo sobre un ecosistema herido
Caminando hacia el puente moderno del río de Santa Eulària nos encontraremos, posiblemente correteando por las orillas, con especies comunes como el andarríos (Actitis hypoleucos), bajo la mirada de altaneras gaviotas. Varias especies de patos silvestres y domésticos, como el pato criollo (Cairina mostacha), también han hecho de este lugar su casa y son posiblemente la cara más visible y curiosa de este entorno. Confundidas entre ellos es posible avistar también a menudo a la gallineta o polla de agua (Gallinula chloropus), con su característico pico corto anaranjado, o incluso, si tenemos suerte, a la patilarga garza real (Ardea cinerea).
El rey de la estampa marina ibicenca, el cormorán, también se deja ver allá donde la desembocadura ya es mar, e incluso el flamenco, atípico de estas zonas húmedas, ha llegado a visitar este humedal en la pasada primavera.
that examines the island’s biodiversity and particularly the river’s flora and fauna, recording the presence of different types of vegetation, crustaceans, frogs, fish and birds. In 1951 Margalef still found a permanent watercourse of at least 9 kilometres, running in “a picturesque flow framed by abundant oleanders”. An image that has since vanished and whose echo we should at least preserve.
Flying over a wounded ecosystem
Walking towards the modern bridge over the Santa Eulària river you might see, scampering along the banks, common species such as the sandpiper (Actitis hypoleucos) under the gaze of high-flying gulls. Several species of wild and domestic duck such as the Muscovy (Cairina mostacha) have also made this place their home and are possibly the most visible and curious face of this environment. Mingling among them,
Pero avistar especies más distinguidas no es una labor fácil para cualquier ojo.
DESDE LA PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE ‘EBIRD’, SE HA REGISTRADO EL PASO DE MÁS DE 80 ESPECIES DE AVES POR LA ZONA HÚMEDA DEL RÍO DE SANTA EULÀRIA
Es gracias a estudiosos como Boscà o Margalef que conocemos en detalle microscópico el pasado de la fauna del río que hoy ya prácticamente ha desaparecido. Y es gracias a ornitólogos, naturalistas y conservacionistas casi anónimos y voluntarios, contribuyentes a redes de observación, que también conocemos su presente.
Un ejemplo de ello es el registro de ciencia ciudadana EBIRD, una plataforma abierta internacional en la que se documentan los avistamientos de aves en hábitats singulares. Desde su puesta en funcionamiento se ha registrado el paso por la zona húmeda del río de Santa Eulària de más de 80 especies de aves. Una avifauna rica y diversa para las dimensiones de este ecosistema.
Entre las especies avistadas se encuentra, por ejemplo, el martín pescador (alcedo atthis), un pequeño pájaro elegante, de hermoso plumaje azul turquesa, tímido y discreto, de reclamo agudo y chillón, que también visita zonas de agua salobre como esta. Es posible ver a este ‘blauet’ de pico alargado lanzarse en picado al agua en busca de su presa tras posarse en un árbol a observar las aguas.
Otra especie avistada en esta zona en diversas ocasiones y que merece particular mención, sin duda, es el escribano palustre. El Libro Rojo de las Aves de España 2021 sitúa a esta especie en Peligro Crítico, debido a la desaparición y it’s also often possible to spot moorhens (Gallinula chloropus) with their characteristic short orange beak or even, if we’re lucky, the long-legged grey heron (Ardea cinerea).
The king of Ibiza’s seascape, the cormorant, can also be seen where the mouth of the river meets the sea and even flamingos, atypical in these wetlands, paid a visit last spring.
But spotting more distinguished species is no easy task.
It’s thanks to renowned scholars such as Boscà and Margalef that we know, in microscopic detail, the past of the river’s fauna which has almost disappeared today. And it’s thanks to ornithologists, naturalists and the almost anonymous conservationists and volunteers, contributors to observation networks, that we also know the river’s present.
One example of this is the eBIRD citizen science register, an international open platform to record bird sightings in particular habitats. Since it was set up, more than 80 bird species have been recorded passing through the wetlands of the Santa Eulària river. A rich and diverse avifauna for the size of this ecosystem.
AMONG THE SPECIES SIGHTED IS, FOR EXAMPLE, THE KINGFISHER (ALCEDO ATTHIS), A SMALL, ELEGANT BIRD WITH BEAUTIFUL TURQUOISE
BLUE PLUMAGE, SHY AND DISCREET
WITH A HIGH-PITCHED, SHRILL CALL alteración de los humedales y también al uso de herbicidas y plaguicidas que afectan a su alimento. Este pajarillo de colores pardos y de canto a veces algo melancólico que se encuentra en el continente europeo es, en conclusión, una de las especies de aves más críticamente amenazadas en España, y con esa amenaza cobra sentido la protección de los hábitats que elige en nuestro territorio.
Among the species sighted is, for example, the kingfisher (Alcedo atthis), a small, elegant bird with beautiful turquoise blue plumage, shy and discreet with a high-pitched, shrill call, which also visits areas of brackish water such as this one. It’s possible to see this ‘blauet’, as it’s known locally, with its elongated bill, dive into the water in search of its prey after perching on a tree to closely observe the water.
En El R O De Santa Eul Ria Conviven Animales Migratorios
Y es que en el río de Santa Eulària también conviven animales migratorios y especies invasoras, siendo la caña común (Arundo donax) una de las enemigas máximas de la fauna y flora de este ecosistema. Adentrándonos desde la desembocadura hacia el río nos encontraremos con su frondosidad, cerrando la anchura del cauce; y aunque parezca asentada en su hábitat, esta es una planta invasora que ha desplazado ya enormemente a especies propias de esta zona, como la adelfa —que tan abundante era en la descripción de Margalef— o la lila de agua. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera estos cañaverales de difícil erradicación, como una de las cien especies invasoras más nocivas y peligrosas a escala mundial por su poder para desplazar la vegetación autóctona.
Además, estas cañas invasoras, que deben diferenciarse del cañizo autóctono utilizado en labores del campo ibicenco, consumen gran cantidad de agua, un recurso absolutamente escaso en este río herido.
Entre las ramas de enemigos como este, torrente arriba, nos encontraremos a menudo a pajarillos comunes como el gorrión, alegrando el canto y dejando un rastro de vida donde una vez hubo río 365 días al año. Su canto y el de decenas de aves es el sonoro recuerdo de que el agua encuentra su cauce, y el pájaro busca su murmullo.
Another species that has been sighted in this area on several occasions and which warrants particular mention is undoubtedly the reed bunting. The Spanish Red List 2021 classifies this species as Critically Endangered due to the disappearance and alteration of wetlands and also to the use of herbicides and pesticides that affect its sources of food. This little brown bird with its sometimes rather melancholic song found on the European continent is, in conclusion, one of the most seriously threatened bird species in Spain and it therefore makes absolute sense to protect the habitats it chooses in our part of the world.
Migratory animals and invasive species also live side by side in the Santa Eulària river, with the giant reed (Arundo donax) being one of the greatest enemies of this ecosystem’s flora and fauna. As you move upriver from the mouth, you’ll come across its lush foliage narrowing the watercourse. Although it seems to be completely at home in this habitat, it’s an invasive plant that has already extensively displaced species native to this area, such as the oleander (so abundant in Margalef’s description) and the water lily. The International Union for Conservation of Nature considers these reeds, which are difficult to eradicate, to be one of the 100 most harmful and dangerous invasive species on a global scale due to their capacity to displace native vegetation.
WATER ALWAYS RETURNS TO ITS ORIGINAL COURSE
Moreover, these invasive reeds, which must be distinguished from the native reeds used by Ibizan farmers, consume a large amount of water, an absolutely scarce resource in this wounded river.
Further upstream, nestling among the branches of such enemies, we often find common birds such as the sparrow, singing joyfully and leaving a trail of life where there used to be a river 365 days a year. Their song and that of dozens of birds is a sonorous reminder that, over time, water always returns to its original course, and birds seek it out.