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LA INFANCIA COMPLETA EN FORMENTERA
A Complete Childhood In Formentera
Describir el paso de la infancia en Formentera es entrar en un territorio que solo los niños son capaces de pisar. Los adultos, como mucho, llegamos apenas a atisbar algunos destellos de lo que realmente significa, especialmente en la primera infancia. Más tarde, cuando llega la adolescencia, las ganas de independencia junto a las de conocer mundo hacen que los jóvenes sientan una especie de hartazgo hacia la isla. Es algo pasajero que el tiempo cura.
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Describing what it’s like to grow up on Formentera is to embark on a task that only children can undertake. At best, adults barely manage to scratch the surface of what it really means, especially the first few years of childhood. Later on, when adolescence arrives, a desire for independence together with the urge to see the world makes young people feel a kind of disillusionment towards the island; but such feelings are temporary and healed by time.
Cuando los niños empiezan a socializar encuentran una facilidad inusitada para poder compartir juegos y aventuras generalmente al aire libre, en contacto con la naturaleza, con el mar y con el campo como escenarios de sus juegos, lo que les abre un horizonte de posibilidades para su aprendizaje que no encontrarán en otro entorno.
LOS NIÑOS CONSIGUEN ENSEGUIDA LA SUFICIENTE AUTONOMÍA, A PIE O EN BICICLETA, Y, MÁS TARDE, EN MOTOCICLETA, PARA DESPLAZARSE DE FORMA SEGURA. ESO LES PERMITE IR DESCUBRIENDO LA ISLA A MEDIDA QUE CUMPLEN AÑOS
Las familias tienden a hacer grupos cuando tienen hijos de edades similares. Muchos de los jóvenes matrimonios ya se han criado en la isla y saben cuáles son las ventajas. De hecho, suelen ser amigos de la infancia y repiten las mismas actividades comunes que compartieron entonces. Los cumpleaños son una cita obligada y cada vez es más habitual ver a grupos de familias con niños acudir a la finca pública de Can Marroig, o incluso utilizar los parques infantiles para esas celebraciones. Luego está el día a día, con la playa como reclamo y donde los pequeños aprenderán a nadar de forma natural, casi sin esfuerzo.
Según crecen consiguen enseguida la suficiente autonomía, a pie o en bicicleta, y más tarde en motocicleta, para desplazarse de forma segura. Eso les permite ir descubriendo la isla a medida que cumplen años y establecer un lazo con el territorio que les acompañará para siempre.
Pero, además de crecer en un entorno natural y uno de los más vírgenes del Mediterráneo occidental, también conviven, de forma completamente espontánea y sin forzar, con las distintas comunidades que residen en la isla.
When children begin to socialise, they find it uncommonly easy to share their games and adventures with each other, usually out in the open air, in contact with nature, with the sea and countryside as the setting for their games, providing a wide range of opportunities for learning which they wouldn’t find in any other environment.
Families with children of similar ages tend to cluster together. Many young couples have themselves grown up on the island and realise the advantages. In fact, they’ve often been friends since childhood and still do the same activities together. Celebrating birthdays together is essential and it’s increasingly common to see groups of families with children visiting the public estate of Can Marroig, or even using playgrounds for such events. Then there’s the everyday activities, with the beach as the main attraction, where the youngsters learn to swim naturally, almost effortlessly.
FAMILIES WITH CHILDREN OF SIMILAR AGES TEND TO CLUSTER TOGETHER. MANY YOUNG COUPLES HAVE THEMSELVES GROWN UP ON THE ISLAND AND REALISE THE ADVANTAGES. IN FACT, THEY’VE OFTEN BEEN FRIENDS SINCE CHILDHOOD
As children grow up, they soon become independent enough to get around on their own, on foot or by bicycle, and later by motorbike. This allows them to discover the island as they grow older and establish a bond with the region that will stay with them forever.