Ella era Lo, simplemente Lo por la maĂąana. De pie con su metro 48 de estatura y un solo calcetĂn. Era Lola en pantalones. Era Dori en el colegio. Era Dolores cuando firmaba.
En mis brazos fue siempre Lolita.
ImagĂname:
no puedo
existir si no me imaginas
"Si le mostramos a un hombre normal la foto de un grupo de colegialas y le pedimos que señale a la niña más hermosa no siempre elegirá a la pequeña nínfula que hay entre ellas. Hay que ser un artista, un loco abrumado por la verguenza, la melanconía y la desesperación para distinguir entre todas al diablil-
Y allí está, no reconocida por los demás e inconsciente ella misma de su fantástico poder."
lo mortífero.
Vivimos en una sociedad donde la mujer es la v铆ctima y al mismo tiempo la provocadora, la que seduce al hombre y cuando el papel se invierte y Lolita se rebela deviene la encarnaci贸n del mal: es ella, siempre, la que se repliega y lastima al adulto e inexplicablemente el hombre sigue siendo inocente.
“Esa mezcla de una soñadora ternura infantil y cierta temerosa vulgaridad. Ya sé que es una locura escribir este diario, pero el hacerlo me proporciona una extraña emoción, y solo una amante o esposa, podría descifrar mi microscópica escritura.”
“Mi niña, se sabía observada, que gozaba con la lujuria de esa mirada y hacía alarde de risas y jugueteos.”
“La miré y la miré, y supe con tanta certeza como que me he de morir, que la quería más que a nada imaginado o visto en la tierra, más que a nada anhelado en este mundo.”
ÂżCuĂĄnto pides por tus
pensamientos?
“El fenómeno de las Lolitas es relativamente reciente. De alguna manera es un tabú moderno, ya que anteriormente las mujeres se desposaban muy jóvenes con hombres que muchas veces les doblaban la edad y no existía censura al respecto y, sin embargo, no deja de ser un tema polémico, donde los límites en nuestra sociedad moderna aún no están muy claros”