Rev libertariamérica núm 3 agua

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Marzo año 2014, Edición N°2, Colectivo Libertariamerica, Distribución gratuita, Santiago de Chile.

- SECCION SAPEO - SERIE: CHOLITA - COMICS - ARTICULOS SOBRE EL AGUA

EL AGUA

- LA GUARIDA - POESIA CRISTOFER CAICHEO - POESIA LIQUIDA DE LOS ´90


INDICE

Comite Editorial: - Claudio CV.

1- Editorial: A propósito de esa maldita costumbre de convertirlo todo en mercancía

- Lagarta Juana - Germán G.

2- La danza del agua 3- Willka Yakumama - (Madre Agua Sagrada) 4- Serie: Cholita 5- Notas para el análisis del conflicto del Agua

Colectivo Libertariamerica

6- La silenciosa lucha de una comunidad Pilagá del Chaco llamada “El Descanso”

libertariamerica@gmail.com

7- Comics: La bandera recuperada 8- Matriar... Que? 9- Sección SAPEO: Privatización del agua en América Latina

Edicion: Martin Ernesto

LA GUARIDA: Ilustraciones:

10- El peso de la metáfora, la construcción de un poema épico 11- Poesia de Cristofer Caicheo 12- LOS HIJOS DE PINOCHET O LA POESIA LÍQUIDA DE LOS 90

Carolina Bustamante


Editorial

A propósito de esa maldita costumbre de convertirlo todo en mercancía un producto, que a la vez es vital, que se puede disputar a través del mercado.

Hablar del problema del agua en Chile tiene cierto grado de tonalidad dependiendo del espacio en donde uno se sitúe. Es decir las condiciones materiales y culturales van condicionando la percepción sobre el agua, su valor, como el discurso con el cual se analiza su utilización. En el paño urbano el agua es distribuido bajo un burocrático y complejo sistema de reparto en donde su mercantilización ya esta internalizada por los diferentes habitantes de la ciudad. Si bien entendemos la necesidad de una infraestructura que permita la circulación del agua potable como las aguas servidas dentro de las comunidades urbanas, entendemos la privatización y la mercantilización de recurso en la urbe son propios de este modelo. Para aclarar algunos conceptos compartimos la conceptualización del proceso de mercantilización del doctor argentino José Castro: “Hablamos de mercantilización, lo cual no debe confundirse con la aplicación de principios económicos, como la asignación de precios

“El agua ha sido privatizada y su ocupación es rematada al mejor postor del mercado” a la gestión del agua, algo que muchas veces no se distingue en estas discusiones. Mercantilización, en este contexto, hace referencia a la circulación del agua como bien privado cuyo valor de cambio incluye una ganancia que es apropiada por un agente privado quien detenta el derecho de propiedad”.

Así podemos ir introduciéndonos que la concepción del agua se concretizan desde dos líneas. En la primera, se entiende el agua como un recurso vital, el cual permite el generar riqueza a través del cobro por su distribución en ciudad, como elemento para la hidratación de proyectos agropecuarios en el cual esta tendría una acción directa. La segunda forma de mercantilización tiene que ver con el agua y su uso como elemento secundario, esta clasificación entraría la acumulación generada a través de la extracción de recursos naturales como en la minería y a través de la generación de megaproyectos energéticos como hidroeléctricas. “Según una investigación del propio Christian Valenzuela, publicada este año en la Revista de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), en regiones como Coquimbo, Valparaíso y la Metropolitana, el precio mercado del agua es entre 17 y 22 veces mayor que el valor de la multa por no uso. Antes que renunciar a sus derechos de agua, los titulares prefieren pagar la multa, mantener sus derechos y venderlos sin apuro al mejor postor conforme aumentan los precios año a año. En Antofagasta y Atacama, el precio mercado del agua puede llegar a ser 100 veces superior a la multa por no utilizar el recurso. Así, el mecanismo que supuestamente castiga a quienes acaparan agua de manera ociosa para especular y venderla ni siquiera rasguña a quienes lucran con el recurso.”

La acumulación exacerbada del Neoliberalismo ha generado un fenómeno similar en los sectores rurales, el agua ha sido privatizada y su ocupación es rematada al mejor postor del mercado. Se ha establecido un respaldo legal para su privatización, es decir constitucionalmente el agua es vista como Si bien hasta el momento no he-

mos planteado nada nuevo, las lógicas de privatización y el uso del agua para su mercantilización no lleva más de 30 años como política nacional. Es un botón más de todas las políticas privatizadoras que nos impusieron en la dictadura. La regulación del elemento hídrico en Chile está determinada por el código de Aguas de 1981, generado durante la dictadura militar. “El código de 1981 demolió la institucionalidad vigente introduciendo un modelo único de gestión de aguas a nivel mundial, caracterizado por la nula regulación y una débil fiscalización institucional. El agua se separó de la propiedad de la tierra, lo que fomentó la creación de un mercado paralelo estimulado por la entrega de agua gratuita, a perpetuidad y sin restricción de volumen a particulares”. Anterior al código de 1982 el de 1951, el estado tenía recurso y control efectico sobre las aguas y sus posibles usos. Este cambio radical en la participación de ente regulador como el estado, no se debe a un mero capricho de economista que pretenden potenciar su uso. La regulación del uso del agua a través del mercado no es más que la mercantilización de ésta, es decir, ahora no es vista desde una perspectiva moral y comunitaria el agua, ha pasado a ser legalmente un producto transable, el cual puede ser privatizado y utilizado para la producción de riquezas de la minoría. Por mucho que aún saquen a la mesa la “teoría del chorreo” como argumento, la ola privatizadora de nuestro recursos naturales durante los 80 no tenía como objetivo la colectivización de la riqueza. Si bien ya hemos argumentado que el conflicto del agua tiene como esencia el desarrollo de neoliberalismo en Chile por su privatización es vista como herramienta para la acumulación. El conflicto del agua,

el cual se da con mayor intensidad en las provincias, en sí mismo es un conflicto de clases, puesto que de producto de la lógica del capitalismo y su depredadora fase productiva neoliberal, teniendo como actores directos y en tensión a las grandes corporaciones mineras, proyectos hidroeléctricos, terratenientes empresarios agrícolas y ganaderos por un lado mientras que en el otro nos encontramos la inmensa mayoría de trabajadores y campesinos que no logramos tener un acceso directo y digno a este vital recurso. Bajo ese análisis es que sostenemos que una salida al conflicto del agua tiene que ser sostenida bajo la misma percepción con que miramos y vivimos los conflictos de clases. Tanto como ecologismo y las propuestas del capitalismo verde no logran proponer cambios profundos a esta realidad, porque precisamente el problema no radica en una desaceleración productiva ni el desarrollo de la sustentabilidad empresarial. El problema tiene una relación directa con las formas de producción como con el poder. Solo el desarrollo del poder popular, del control territorial de nuestros recursos naturales. Pero esto debe estar acompañado del desarrollo de una conciencia nueva, que nos permita visualizar el agua como un elemento vital para el ecosistema en donde el hombre, la mujer y las comunidades son partes, es necesario comprender que el agua es un riqueza, pero social, es un elemento colectivo no es de pertenencia privada de nadie y serán las comunidades quienes deberán superar las condiciones materiales que generan estas injusticias. No se puede pretender un desarrollo sustentable al problema del agua sin la superación de las condiciones materiales que lo generan, es decir, es necesario terminar con esta sociedad de clases y su destructivo modo de producción.


La danza del agua

percibían la vida. Agua y espiritualidad, agua y vida, fueron la misma cosa y daban cuenta del misterio; ese misterio que como humanidad no sabemos descifrar.

Javiera Luco Busto Antropóloga Social Directora de Conversa

Será entonces que un quiebre importante entre el agua y la humanidad se produce históricamente cuando asumimos una “verdad superior”, una explicación al misterio. .. en esa verdad no somos de agua sino de tierra. Según la biblia “En el principio Dios creó el Cielo y la tierra. Y la tierra no tenía forma. Estaba vacía, cubierta de

Partamos por lo esencial: biológicamente los seres humanos somos, en mayor parte, agua. Nuestro interior esta compuesto por este elemento más que por cualquier otra cosa. Desde este cuerpo liquido, habitamos un planeta de agua, mal llamado tierra . Podemos afirmar que el agua es constitutiva de nuestra realidad física y biológica. También geográfica y culturalmente, la humanidad se ha organizado y desarrollado en torno al agua. En sus inicios, los grupos cazadores recolectores vivieron para conseguirla y para asegurar su provisión. Sin agua no había vida, reproducción, desarrollo. Sin agua no había humanidad. Una vez inventada la agricultura y asentados en tribus sedentarias; los hábitat fueron aquellos donde la provisión de agua estuviera asegurada. La humanidad comienza

“En los orígenes de la humanidad el agua estaba lejos de ser concebida como un recurso” allí a trabajar para almacenarla, canalizarla, dosificarla; administrar la fuente de la vida para producir más vida. En pos de tener agua a disponibilidad, los seres humanos transformamos de forma determinante el paisaje. Sin embargo en los orígenes de la humanidad el agua estaba lejos de ser concebida como un “recurso”. El agua tenía una dimensión eco-

nómica, no cave duda, es cosa de observar las terrazas andinas prehispánicas y sus complejos sistemas de regadío. Y también tenía una fuerte dimensión sagrada; “en el agua está el newen del rio” , nos dijo hace poco un comunero mapuche. El newen es el espíritu, esa fuerza oculta a la visión ocular y solo posible de ser percibida con el espejo del alma (nuestro propio newen). Como humanidad supimos por millones de años que el agua y nosotros éramos la misma cosa. Así como el agua caía del cielo para regar nuestro frutos, luego se evaporaba para formar la nube, la misma nube que la arrojaba nuevamente para abastecer los ríos y los lagos. El fluir del agua constituía un sistema cerrado perfecto, que gracias a esa perfección nunca acababa. De la misma forma los antiguos

Comienza una separación paulatina. Es una separación cognitiva, dado que en la dimensión biológica, física y cultural el agua sigue siendo constitutiva de la humanidad. La verdad superior es cambiada por la verdad de la razón. En ese paso terminamos de separar el agua del resto del cosmos. Conocemos sus “límites”, los elementos que la componen, la temperatura de sus estados. Cuando concebimos el agua como un elemento separado de nosotros en tanto “sistema vivo”, comienza la posibilidad de poseerla. Entonces el agua deviene en poder, el más básico de los poderes, el poder de

que es la que corrientemente predomina en otros países. Esta situación ha llegado a extremos que en zonas como Petorca, donde el agua esta por acabarse; se otorgan cuantiosos derechos de agua a personas con poder, a cambio de dinero. ¿Por qué el agua en lugares fértiles como la zona central de chile, esta por acabarse? Porque perdimos su dimensión integral. Porque nos olvidamos que somos agua, o sea nuestra humanidad está contenida en ella. Por-

“ Cuando concebimos el agua como un elemento separado de nosotros en tanto “sistema vivo”, comienza la posibilidad de poseerla. Entonces el agua deviene en poder, el más básico de los poderes, el poder de la vida” obscuridad y de agua. Entonces el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas” … con posterioridad y como un ente separado :“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.” Y formó Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, Y alentó en su nariz el aliento de vida; y el hombre se convirtió en un alma viviente”.

la vida.

Entonces, rompimos el ciclo, afirmamos que hubo un comienzo, hubo una intención, una dirección; el ciclo se convierte en línea y el misterio en salvación. El hombre se crea después, separado del agua. El agua había sido puesta en la tierra, ahí para nosotros.

En nuestro país este paradigma tiene su representación máxima en el Código de Aguas de 1981. En palabras de Carl J. Bauer desde 1981, se ha privilegiado un enfoque eminentemente economicista en la gestión del agua, en desmedro de una visión “más integral”,

Hoy, en pleno desierto de atacama, el más seco del mundo, las mineras consumen decenas de miles de litros por segundo y los turistas pueden tomar una ducha sin restricción en los hoteles de lujo. El grifo es el símbolo de la separación cognitiva y espiritual entre la humanidad y el agua.

que la redujimos a mercancía y la tranzamos sin poner en valor su dimensión espiritual. Porque creímos descifrar el misterio, para así ahogarnos en nuestro ego. Estamos hablando de una cuestión vital. Donde no existe opción sino un cambio de código, de sistema de vida, de creencias, de hábitos; de poder. Cambiar la ley con rapidez, este código de aguas se funda en una visión únicamente economicista del agua, negando su dimensión social, cultural y espiritual y haciendo lucrar a unos pocos con el agua de todos. Quizás también nos falta danzar.


Willka Yakumama - (Madre Agua Sagrada) Ingrid Córdova B

más allá del tiempo:

Hacia la primera mitad del siglo XIX, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos comenzaron una sistemática política de usurpación de los últimos territorios ancestrales, donde habitaban un sin número de tribus amerindias que habían resistido el embate de la colonización iniciada siglos antes. De acuerdo a lo que nos muestra el historiador Carlo Caranci, “a partir de 1831 se reconoce a las comunidades indias el estatuto de naciones domésticas dependientes en estado de tutela sin soberanía, puesto que se hallaban en territorio estadounidense, con las que el Estado federal puede firmar tratados. Pero los mismos serán meros medios de presión para forzarlos a abandonar sus tierras y marcharse al oeste. Centenares de miles de indios son privados de sus tierras y bienes y trasladados al llamado Territorio Indio…” no sin haber sido saqueados y vejados previamente por los colonos, ante la pasividad de las autoridades, a lo largo de la Pista de Lágrimas, en la que muchos murieron antes de llegar

“El anciano seguro del inminente exterminio de su tribu y sintiéndose imposibilitado de algún tipo de resistencia efectiva, lanza una encendida proclama a través de la cual intenta explicar al usurpador, el sentido que la tierra y sus recursos tienen”

hábilmente de estrategia ofreciendo comprar, a un precio irrisorio y muy conveniente para ellos por cierto, las tierras a las tribus que resisten, otorgándoles además un tratado de paz y un territorio designado como reserva indígena donde pudieran vivir.

Es el presidente Franklin Pierce, antes candidato de poca monta del Partido Demócrata estadounidense, quien, en 1855, hace llegar esta indigna propuesta a las manos de Noah Sealth, respetado jefe tribal del pueblo originario Duwamish. El anciano seguro del inminente exterminio de su tribu y sintiéndose imposibilitado de algún tipo de resistencia efectiva, lanza una encendida proclama a través de la cual intenta explicar al usurpador, el sentido que la tierra y sus a su destino. recursos tienen para ellos; palabras que más tarde se transcribirán en el Algunas tribus se alzarán y lograrán texto llamado “Carta del jefe Seattle resistir férreamente este embate, ante al gran jefe de Washington” lo cual los mandatarios de turno del futuro imperio decidirán cambiar Escuchemos por un momento su voz

“¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?... Esta tierra es sagrada para nosotros. El agua cristalina, que corre por los arroyos y los ríos no es sólo agua, es también la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos nuestra tierra han de recordar que es sagrada, y enseñarlo así a vuestros hijos. De hecho, los ríos son nuestros hermanos. Nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran alimento. Cada imagen que reflejan las claras aguas de los lagos son el recuerdo de los hechos que ocurrieron y la memoria de mis gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre… Nuestros muertos siguen viviendo en los dulces ríos de la tierra y regresan de nuevo con el suave paso de la primavera, y su alma va con el viento que sopla rizando la superficie del lago…”

“la sociedad capitalista y neoliberal en la que vivimos, los recursos naturales, en especial el agua en los días que corren, se constituyen como un bien de consumo” EL TEMA DEL AGUA PARA LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE LATINOAMERICA Así como los pueblos indígenas de América del Norte desarrollaron sus culturas en torno a la unión vital con la tierra y sus recursos primordiales, lo mismo acaeció en los territorios latinoamericanos, también avasallados por antiguas y actuales formas de colonización y dominación; primero,

territorial y posteriormente, económicas. El tema del agua fue abordado por las culturas originarias desde dos perspectivas igualmente fundamentales: Como parte de su cosmovisión y Como patrimonio colectivo. En primer lugar diremos que una cosmovisión se puede definir como la manera que tiene cada Ser Humano de interpretar el mundo en el que habita y desde esa mirada, personal y colectiva a la vez, pasar a formar relaciones con los otros y los elementos que constituyen ese mundo, con determinados significados. Es así como para la sociedad capitalista y neoliberal en la que vivimos, los recursos naturales, en especial el agua en los días que corren, se constituyen como un bien de consumo, vale decir, un producto que es ofrecido en el mercado a un determinado precio fijado por los dueños de los medios de producción y donde los consumidores no pueden reclamar participación o pertenencia de él y deben comprarlo a quienes lo producen, aceptando sin dilación la regulación de precios que impone el propio mercado.


ción entre todos los miembros de la comunidad. Entre estos criterios comunitarios podemos destacar: • Las decisiones de su acceso, uso, manejo y distribución se establecen a través de reuniones y asambleas comunales. El acceso es libre, pero en los meses de escasez hay racionalización para que el agua alcance para todos. • Hay acuerdos comunales para compartir el agua con otras comunidades con el objeto de enfrentar conjuntamente la escasez.

Para los pueblos originarios, el agua constituía un símbolo portador de valores como la vida, el sustento y la unidad de una determinada comunidad. En tanto el agua es un ser vivo que anima y nutre la tierra y de ella germinan las cosechas, permite la supervivencia del pueblos y su desarrollo armónico y justo. En las culturas andinas, por ejemplo, el agua era de todos y de nadie, y su distribución equitativa era regulada por la propia comunidad que ponía en manos de los ancianos de mayor autoridad (varayoc) y de los jefes de familias (camayoc) la responsabilidad del reparto de este elemento vital según las necesidades individuales y comunales.

piritual en la medida que formaba parte del mundo natural donde habitaban, vivían y morían las personas de un mismo lugar geográfico, con una historia y una memoria común. Por tanto, resulta lógico afirmar que para las culturas ancestrales de nuestra América Latina, el agua formó parte de la consolidación de su propia identidad.

A partir de esta cosmovisión, las prácticas de uso, manejo y distribución del agua se basan en criterios ecológicos básicos y esenciales que procuren su cuidado y preservación para garantizar su abastecimiento presente y futuro; objetivo para el que se desarrollaron múltiples tecnologías y estrategias que permitían También era vista como su máximo aprovechaportadora de un valor es- miento.

Entre las tecnologías más eficaces, ideadas por los pueblos originarios de América Latina encontramos, por ejemplo: las terrazas de cultivo o andenes y los camellones o waru waru, formas de cultivo en altura y en pendiente, que permitían el mejor aprovechamiento de las aguas lluvias, la acumulación de humedad y el menor desgaste de los suelos cultivables. También se utilizó la captación de la niebla como recurso en aquellos puntos geográficos de alta humedad atmosférica, para luego ser conducida por mangueras a los terrenos de cosecha. Se acompañaban estos medios tecnológicos, por estrategias de índole social que suponían la participación, acuerdo y socializa-

• Se aplican prácticas culturales para la conservación de las fuentes de abastecimiento y rehabilitación de obras de captación, conducción y almacenamiento. Todo es en base al trabajo colectivo. Claramente es posible advertir que si aprendiéramos de nuestras culturas originarias a abordar el tema del agua desde una perspectiva comunitaria y socialmente justa; la inminencia de su escasez podría ser enfrentada con mayores expectativas de logro. Sin embargo, el criterio mercantilista, propio del capitalismo más acérrimo, que asola toda nuestra América Latina ha dado muestra de la más absoluta falta de voluntad política para enfrentar el problema desde el pueblo y para el pueblo, por eso debemos defender NUESTRA AGUA CON TODA LA FUERZA DE LA MEMORIA Y LA HISTORIA.

La agricultura se ha orientado hacia un desarrollo de productos sobre-naturales, firmando un pacto con el diablo. Intentando sobrepasar las características naturales de ellos, en función del ritmo de producción capitalista, se ha utilizado la biotecnología, modificaciones genéticas, agrotóxicos y otras formas de manipulación, nocivas con la tierra, el aire, el agua, otros cultivos, seres humanos y animales. La microagricultura se constituye como un agente de autonomía alimentaria y económica, y por lo tanto, de resistencia. nikolo mortalveneno.tumblr.com facebook.com/nikolografica


Notas para el análisis del conflicto del Agua Luis Bustamante, Colectivo La Savia

Ya muchos habremos notado que existe una situación de escases hídrica. Variadas organizaciones comunitarias u organizaciones enfocadas en la investigación como las ONG´s vienen advirtiendo hace años de la crisis hídrica y una posible “guerra por el agua”. Algunos se habrán enterado sobre el despliegue de, por ejemplo, “Greenpeace” respecto al vacío legal en la legislación chilena, que no contempla a los glaciares dentro de su marco institucional. Por otra parte, hace algunos años hubo un gran levantamiento social contra la central hidroeléctrica “Hidroaysén”. Otro caso que grafica esta crisis, es el de Petorca, donde la situación es extrema, es decir, los habitantes de esa comuna no tienen agua para beber. Es más, no disponen del recurso ni siquiera para realizar sus necesidades más básicas. Sobre esta situación concreta, el presente artículo viene a desarrollar el argumento de por qué la franja de intención revolucionaria debe tomar posiciones dentro de este conflicto,

“Debemos tomar posiciones en este tipo de conflictos, pues debemos instalarnos en los ritmos y las luchas del campo popular.” pues sostenemos que en él existe lucha de clases y también se expresan las contradicciones profundas del sistema económico, cosa que, estimamos, no podemos ver pasar ante nuestros ojos. La importancia de las luchas medioambientales para el sector de intención revolucionaria, radica en que, para la formulación de

una estrategia de acumulación de fuerza con horizonte de transformación anticapitalista, debemos tomar posiciones en este tipo de conflictos, pues debemos instalarnos en los ritmos y las luchas del campo popular. Esto significa que, hoy en día parecieran ser conflictos aislados, sin embargo, al tener una visión de conjunto de estas problemáticas, podemos visualizar que en el mediano o largo plazo se desatará un conflicto mayor. Por consiguiente,en general notamos que en este tipo de dinámicas se expresa una contradicción en torno a una de las características centrales del capitalismo, que es la acumulación de capital por un lado, y por otro la auto-expansión. Entonces la relevancia de asumir el compromiso de la lucha ambientalista tiene razón de ser, mientras el capitalismo depreda las condiciones para la vida y la producción. Es en este sentido, que quienes pretendan transformar radicalmente este sistema social, se deben encontrar al interior de las luchas, aportando, construyendo y acumulando para un proceso mayor de transformación anticapitalista. Lo que presentaremos consistirá, básicamente en presentar 3 ejes centrales de análisis, a saber: a) hipótesis, b) conflicto, c) problema. Con esto, desde nuestra perspectiva, el problema siempre es manifestación y resultado de las dinámicas de auto-expansión del capitalismo. Lo que es generado por el conflicto, que consiste en una contradicción sobre lo antes dicho, pues la auto-expansión agota las condiciones de desarrollo económico, es decir, la naturaleza, lo que es permitido por un soporte jurídico, que junto a una institucionalidad construida para que esto ocurra, permiten el proceso anulación y destrucción del equilibrio ecológico en virtud de la acu-

mulación capitalista. Bajo este contexto y sobre esta caracterización, barajamos la hipótesis de que las distintas problemáticas socio-ambientales se encuentran vinculadas al proceso de expansión estratégica de los grandes capitales nacionales y transnacionales y que, por consiguiente, cualquier intento de caracterización de los mismos debe atender a aquellos resortes que expliquen no solo las consecuencias sino también las causas que son origen del conflicto. Para desarrollar esta idea, volveremos a lo que señalamos en un comienzo: la crisis hídrica. La dictadura cívico-militar, que hacia 1980 comienza un proceso refundacional de chile, con nuevos pilares que ahora serán neoliberales, da inicio a un proceso profundo de privatización y mercantilización de diversas esferas de la vida, una de ellas es el agua. Aquí radica el conflicto, pues se construye un marco

jurídico e institucional que en pocas palabras, permite que el agua sea un producto al servicio de la expansión capitalista. En este caso en particular, el asunto consiste en la creación de un nuevo código de aguas, que fundamentalmente hace las siguientes modificaciones:

ción de una dinámica económica, por lo que el enemigo no puede ser otro que el capitalismo. Entonces el problema del Proyecto Hidroeléctrico Alto Maipo, por ejemplo, no es sino expresión de un Estado que regula en beneficio de las grandes transnacionales, en perjuicio del pueblo sencillo.

a) transforma al agua en un bien nacional y de uso público, pero co- En síntesis, pensamos que todos merciable. estos problemas son nudos y tensiones que en algún momento se b) divide al agua de la tierra, pues van a desatar como conflicto de la transforma en un bien en sí masas, por lo que para el campo de mismo, por lo que desde este intención revolucionaria es fundamomento existen propietarios de mental estar presentes y con fuertierra que no tienen agua y vice- za. Debemos tener una visión de versa. Todo esto es amparado por conjunto y comprender que, tanto una constitución que lo permite y como en lo laboral, estudiantil y legitima. En suma, nos encontra- medioambiente (entro otros frenmos en un escenario en el que es tes de lucha), se expresan contralegal la usurpación y acumulación dicciones de un sistema económide agua, privilegiando a los ricos y co que atenta contra la vida y la perjudicando a los pobres. naturaleza. Así, aterrizamos en el problema, con una panorámica que nos permite verlo en perspectiva, comprendiendo que es una manifesta-


La silenciosa lucha de una comunidad Pilagá del Chaco llamada “El Descanso” Claudio C.V.

zas guerreras en luchas que asemejaban más ritos que batallas cruentas. En aquella particular y fría mañana, César, sentía que ni el mejor de sus bravos guerreros del pasado, sería útil para mantener indemne aquella acostumbrada imagen madrugadora que por generaciones ha pertenecido a la comunidad de El Descanso. El enemigo hoy, se viste de ternos y leyes escritas, de cargos políticos y poder económico.

Zulma, esposa de César, retira los leños del fuego y se sienta junto a él. Son años de una desigual lucha, y ello se percibe en las profundas grietas que condecoran el tostado rostro de ambos viejos. Igualmente siguen allí, juntos, una mañana más.

“El bosque, sobre los árboles, somos… Somos, vivimos sobre eso. Tuvimos suelo, pero llegó el sonido ese, que nosotros escuchamos, de las maquinas” (Baloy Zalasar, sobre las obras viales y turísticas que provocaron el represamiento de las aguas y la poste-

César Zalasar degusta reflexivo su cálido mate, las úlrior inundación de su comunidad, año 2009) timas jornadas han sido intensas tanto para él como para el destino de la comunidad que él representa. Ambos, dependen importantemente de las acciones pérdidas con la gran inundación causada por el rea seguir en estos días. presamiento del sistema hídrico de “El bañando”, la carretera que sirve de embalse artificial trajo benefiLos rayos del amanecer que atraviesan decididamen- cios solo a empresarios turísticos y a las ambiciones te el follaje de los árboles y el blanquecino humo de de algunos políticos. No obstante, trajo destrucción las fogatas matutinas en la aldea, no disipan los malos y pesar para cada cada integrante de esta pequeña coaugurios que rondan su cabeza desde hace unos años munidad de un pequeño pueblo originario en un inatrás, sabe que la confiada sensación de que todo si- significante punto de la frontera argentino-paraguayo. gue igual no es tal. Atrás quedaron los tiempos de una comunidad lejana de las injerencias del blanco, Mientras tanto, las fogatas, en igual número de caantaño son los tiempos en que los abuelos se reunían sas que tiene la aldea, se van extinguiendo lentamente en similares albas para recoger el fruto del monte, tras calentar la oscurecida pava con agua. “El mate o navegar en sus troncos ahuecados por las quietas está caliente” –se escucha decir-, y nuevamente se iniaguas del “El bañado La Estrella”, distantes son los cia otra jornada más, igual que ayer y que otros antemomentos en que las tribus acostumbraban a diri- ayeres más. mir sus límites territoriales con muestras de destre-

La sensación del tiempo en estos parajes es lenta, todo es producto de un lento y armonioso proceso, donde al tiempo –pareciera- le cuesta correr. Por ello, cambios tan drásticos en su geografía y territorio, como en sus hábitos de vida, han generado confusión y pesar entre sus integrantes.

Desde que el gobierno de la provincia argentina de Formosa, construyó la ruta turística y de integración provincial por la cuenca de El Bañado la Estrella, uno de los humedales más importantes del continente americano, es que el territorio de la comunidad del pueblo originario Pilagá de “El Descanso”, se ha Por las noches, el canto melancólico de las mujeres visto seriamente afectado. pilagás fluye desde el poblado para perderse en el entorno. La vía, erigida como un muro contendor en medio

Mientras el viejo dirigente sigue absorto en sus pesares, el alba va dando paso al día, y éste al brillo de las canicas de vidrio que ágilmente chocan entre sí los desperezados niños. Parecieran ajenos a todo problema, sin embargo cada uno ha sufrido sentidas

César Zalazar, dirigente de la comunidad Pilagá de El Descanso, Formosa.

pal lucha que la comunidad Pilagá lleva adelante contra las autoridades locales y nacionales de Argentina. Una lucha desigual pero decidida.

de la explanada inundable del humedal, lejos de entregar cierta utilidad para las comunidades campesinas e indígenas del interior, se irguió como una pared que represó el normal fluir de las aguas, inundando viviendas y comunidades nativas, escuelitas rurales y la vida de animales. El territorio de la comunidad sucumbió al Noxop, el espíritu perturbado del agua. Hoy, este problema se ha transformado en la princi-

“Porque ciertamente las cosas que uno vive, por supuesto que se siente, que se siente que se yo, el morir o algo así. Bueno acá hay muchas cosas que nosotros un día estamos preguntando a las mujeres, a veces también estamos preguntando a los medios ancianos, entonces preguntamos a los nuevos también, porque sabemos que a las mujeres cuando no había esa agua tienen mucha facilidad de conseguir y andar su campo, traer las cosas, de dar tranquilidad a su familia” (Cesar Zalasar, Com. Pers., 20/06/2009) (Extractos de un apunte etnográfico)



AVANCE PRÓXIMO NÚMERO

Matriar… Qué?

“Nikolo” www. mortalveneno.tumblr.com

Es de uso común en el lenguaje el concepto de matriarcado, una especie de tiempo antes del tiempo en dónde las mujeres gozaban de privilegios sociales, sexuales, económicos y políticos, en desmedro de los hombres, quienes estaban al servicio de éstas, aceptado que el linaje se reprodujera por línea materna y que los derechos de su herencia fueran por esta misma línea. Según Bachofen (jurista y antropólogo suizo) en los albores de la evolución del homo sapiens, existió una gran tiranía sexual de los hombres por sobre las mujeres, lo que propulsó una rebelión femenina que termina estableciendo el matriarcado, en donde se revierte esta situación mediante el abuso de poder de forma invertida: Las mujeres por sobre los hombres. Esta visión, hoy a la luz de los estudios e investigaciones con perspectiva de género, y el amplio y cada vez mayor desarrollo de la teoría feminista, se sabe que no es otra cosa más que la extrapolación de la visión patriarcal y el desconocimiento del mundo matrifocal. Es decir, no puede haber existido una sociedad matriarcal, puesto que en las primeras comunidades humanas el valor primordial era el de bienestar, esto estaba en manos de quienes daban vida pariéndola, es decir, mujeres. No había distinción entre lo domestico y lo público, por lo tanto, no había un espacio con mayor poder que otro, y como lo principal era dar vida y bienestar y no quitarla, el valor del patrimonio no tenía ninguna relevancia, así como el primogénito no tenía más valor que el último de los hijos o hijas. De esta manera, si la herencia del linaje era femenina o masculina, poco o nada importaba. Las primeras sociedades eran bandas recolectoras, nómadas, encabezada por mujeres quienes eran

Por Soliloquium

las que proveían a la comunidad de bienestar (protección, amor, leche, cuidados maternos) tanto a hombres como a mujeres, y estos eran criados en libertad e igualdad. Estos primeros grupos son los que Marta Moias ha denominado “ginecogrupo”: “(...) El ginecogrupo (y no la pareja heterosexual) es la primera forma de organización humana, original y universal. Esto significa que no es un tipo de organización cualquiera, sino la primera forma grupal que permite la consolidación de la especie en el tiempo, y que se estructura a partir de exigencias específicamente humanas, es decir, cultural y no instintivo. Dicho de otra manera, no es un resto de una forma de organización entre varias posibles, sino la original, a partir de la cual se derivarán todas las variables conocidas.” (Moias, El No de las

Niñas, Traficante de sueños, 2003, Barcelona). El ginecogrupo es también sinónimo de organización matrifocal, que a diferencia del concepto de matriarcado, es un grupo en donde la organización no se basa en el poder o en la mantención y apropiación de los hijos pertenecientes a un linaje en particular, sino más bien a la entrega de bienestar a la comunidad completa. La llegada del patriarcado es aún un misterio, se ha podido rastrear en mitos y leyendas su origen ancestral, como el rito del Hain para los Selknam, y se evidencia aún en nuestras interpretaciones del pasado, tanto en la búsqueda de un patriarcado natural como de un matriarcado patrimonial ¿Cómo llegó esto tan lejos y cuáles son las evidencias? Eso es tema del próximo número.


O E P

Del capitalismo y la privatización del agua en Latinoamérica

lona y otras pocas más. Todas éstas, respaldadas por organismos económicos internacionales como el FMI, que ha obligado a varios países a introducir políticas de privatización del agua.

A S

Su negocio consiste en hacerse con los derechos de aguas en zonas abun- Las leyes se han ido cambiando con dantes y vendérselo a las ciudades estos fines, especialmente para favosedientas, a través de concesiones recer la privatización de territorios y

Del total de la población que habita Latinoamérica, un alto porcentaje no tiene acceso al agua. Su acceso y manejo está siendo entregado a privados, y compañías europeas y norteamericanas que vienen a cerrar un largo proceso de privatización de los recursos y elementos necesarios para la vida de las personas.

Las protestas derivaron en la conocida “Guerra del Agua” que enfrentó al ejercito, el Estado y la policía boliviana contra decenas de miles de ciudadanos, protegiendo con ello, los intereses corporativos de Bechtel por

defienden también los parques nacionales y los páramos, como el Páramo del Almorzadero, y se enfrentan a proyectos hidroeléctricos como El Quimbo. En julio de 2007, varios líderes que protestaban ante la privatización del agua fueron arrestados por la policía salvadoreña. Las catorce personas fueron procesadas por terrorismo.

“Todas estas lógicas neoliberales han generado la desviación de aguas para favorecer procesos de consumo industrial y agro industrial, y para abastecer zonas urbanas, despojando del recurso a comunidades campesinas ”

Si bien las pugnas sociales por el derecho al acceso y uso del agua vienen multiplicándose en el último tiempo, la historia que devino en la instalación y legitimización de las lógicas privatizadoras de los recursos naturales datan ya desde hace varios siglos, acentuándose en las últimas décadas. En el último tiempo, aparecen las políticas de organismos como el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), adoptadas por diversos gobiernos nacionales y locales, que favorecen la apropiación privada por un puñado de trasnacionales. La estrategia es convencer y presionar a los gobiernos para facilitar la entrada de capitales privados. En Cochabamba, la empresa local fue vendida en 1999 a la trasnacional norteamericana Bechtel controlando la distribución y comercialización del agua. Para el 2000 las tarifas habían subido en un 300%, impidiendo el consumo para los hogares populares y el riego de sembrados.

dulce para las comunidades locales y ciudades. Glaciares, lagunas, ríos, valles, mares se ven afectados bajo la intervención, contaminación y destrucción por parte de la industria petrolera, las papeleras, la minería y las eléctricas entre otras.

sobre el bien común del pueblo altiplánico. En 2001, Bechtel firmó un acuerdo por 30 años para controlar las reservas de agua de la ciudad de Guayaquil, Ecuador. En Argentina, el presidente de ese entonces, Carlos Menem, entrega a un consorcio privado -controlado por la francesa Suez Lyonnaise- el manejo del agua en la zona más poblada del país: Buenos Aires y catorce distritos vecinos; cerca de 9,3 millones

de habitantes. Lo mismo acontecerá en Chile, Colombia, México, y tantos otros países más de Latinoamérica. Son diferentes las multinacionales que se han ido haciendo del control del agua por medio de privatizaciones. Algunas de ellas son la francesa Suez y Vivendi (Veolia); la alemana RWE-Thames (las tres juntas suministran agua a 300 millones de clientes en 130 países); la norteamericana Bechtel; la española Aguas de Barce-

y contratos de diferentes servicios. Son ellas quienes fijan las tarifas a la población. En América Latina se les acusa de ineficiencia en el servicio, además de ejercer cortes de suministros a quienes no pagan. Además de los procesos de privatización ene l manejo y uso de aguas, los Estados en Latinoamérica, están concediendo permisos de explotación de yacimientos mineros en zonas con importantes fuentes de agua

ecoregiones que poseen nacimientos o grandes extensiones de agua. Siendo Chile, uno de los países más afectados. Desde las facilidades para la privatización dejadas por la constitución de Pinochet y la derecha local, más la política continuista de los gobiernos de la Concertación, la empresa española Endesa ahora es propietaria de gran parte de los sistemas fluviales para la generación de energía, además se calcula que casi el 80 por ciento de los ríos sufre injerencia privada o está totalmente privatizado. Todas estas lógicas neoliberales han generado la desviación de aguas para favorecer procesos de consumo industrial y agro industrial, y para abastecer zonas urbanas, despojando del recurso a comunidades campesinas e indígenas. Esos desvíos alteran los ecosistemas y los ciclos naturales del agua. En Colombia la presa UrraI afectó el ecosistema del río Sinú, impidiendo a las comunidades campesinas e indígenas (Emberá Catíos) la pesca del bocachico, elemento fundamental de su dieta, a la vez que provoca la desecación de laderas. Las comunidades

Las historias de los pueblos latinoamericanos en su relación con el agua, se han visto marcadas por la destrucción por parte del capitalismo en su largo tránsito de imposición ideológica, del sentido de comunidad, que sin duda fue un elemento trascendental para el buen manejo y uso de los recursos naturales de la geografía local, como el agua misma. La lucha ahora, es integrar y defender la red tejida por las comunidades que aún sobreviven, para contrarrestar la guerra del capitalismo contra la comunidad en nombre del individualismo y el exitismo. Contra la idea de que tanto los recursos como los productos en el mundo pueden ser propiedad privada, pues si bien el sentido de posesión tiene una extensa data, será con el capitalismo que la propiedad privada será utilizada para adquirir los derechos individuales por sobre todo tipo de recursos. Ya no será la parcela o una edificación, o la posesión de una ornamentación, sino las aguas, los bosques, grandes extensiones de tierra y espacios sociales las que serán objeto de privatización por parte de unos pocos.


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tán dedicado a Matilde Urrutia. Pero la connotación poética que tiene el mar, no solo la han ocupado los poetas, sino también los políticos mas perversos de nuestra patria. Si hoy en nuestro país, el mes de mayo se le llama el mes del mar, no se debe a la relación de los que habitamos este

PEQUEÑA EDITORIAL

“La constitución de 1833 no daba respuestas a las demandas sociales de los obreros, lo que hacia que la única respuesta que tenia el estado frente a las demandas sociales era la represión. ”

Somos el colectivo que organiza las lecturas poéticas “Llégale aquí a mi guarida”, que, en un esfuerzo de colaboración mutua con los editores de Libertariamerica, hemos decidido realizar este espacio a modo de “suplemento”, donde mantendremos la temática de la revista pero la enfrentaremos desde la poesía y el arte. Como “Llégale aquí a mi guarida” venimos realizando una lectura poética por mes desde hace un año; con la intención de revivir la bohemia chilena y abrir un espacio nuevo para los poetas y artistas. Nuestro último objetivo es generar contactos y redes entre artistas. Entendemos que el arte tiene una función social y crítica respecto de la sociedad, y que a lo largo de la historia el arte ha sido un motor, que expresa la cultura de los pueblos. Desde este punto de vista desarrollaremos este espacio, desde una visión crítica y social. Desde nuestro análisis entendemos que la dictadura chilena y luego el neoliberalismo imperante en nuestro país, han mermado los espacios para el arte y han impuesto una visión de este donde solo se valora lo estético, por sobre el concepto o discurso, es de esta manera que el arte queda vacío y solo como una mercancía carente de sentido. Los invitamos a disfrutar de este espacio y a compartir sus obras con nosotros en los proximos numeros de Libertariamerica.

patriotería que hasta hoy tenemos, no nace por si sola y tampoco nace en el mismo momento en que Arturo Prat Chacon es vencido en el combate naval de Iquique. El contexto en que Arturo Prat se transforma en el héroe de un gran poema épico es muy distinto al del calor de la batalla, es cierto que tanto la familia de Prat

a las demandas sociales era la represión. A parte de este problema chile comenzaba a vislumbrar una presunta guerra con Perú, frente a lo cual los grupos de trabajadores organizados no estaban dispuestos a dar, debido a que por muchos años en las minas del salitre trabajaron peruanos, bolivianos, chilenos y ecuatorianos juntos, lo que hacia entender que la clase trabajadora no tiene fronteras, mismo pensamiento que tuvieron los revolucionarios rusos para la primera guerra mundial. Frente a esta apatía patriótica que tenían los trabajadores en chile, que eran victimas de la represión del mismo estado que les pedía que lo defendieran. El estado chileno busco resaltar la imagen de este héroe para poder no solo reforzar sus filas ante una presunta guerra con Perú, sino que también para acusar de antipatriotas y de espías peruanos a los lideres del movimiento obrero, tal y como lo hicieron con Julio Rebosio y el poeta José Domingo Gómez Rojas. Para uno de estos lideres castigados en prisión por desertar del ejercito, por negarse a ir a la guerra, el poeta Carlos Pezoa Veliz escribió:

y la aristocracia chilena resintieron su PENA DE AZOTES muerte el 21 de mayo de 1879.

El peso de la metáfora, la construcción de un poema épico El mar, gran masa de agua salada, océanos que cubren cerca del ochenta porciento de nuestro planeta, superficies que han sido gravitantes en la historia de la humanidad. Inspirador de grandes poetas, que escribie-

ron sus mejores versos, basados en su fuerza y poder hipnotizador que tiene este animal que pareciera ser indomable para el hombre. Así fue como Neruda, “el capitán de tierra firme”, escribió su libro Los versos del capi-

Para finales del siglo XIX e inicios del siglo XX en Chile se vivía la crisis de lo que se denomino a lo largo del siglo XIX como “la cuestión social”, esta crisis se expresaba mediante las protestas y movilizaciones de obreros organizados en dos sectores políticos predominantes, estos eran los anarquistas y los comunistas. Fue para estas fechas en que la frase dicha por Arturo Prat “Muchachos: la territorio con el mar, como un home- contienda es desigual, pero ánimo y naje a los pescadores artesanales de valor. Hasta el presente, ningún bunuestro país y su cultura que inunda que chileno ha arriado jamás su banla mayor parte de las costas de este. dera”, cobro vigencia y se comenzó a divulgar y enseñar buscando resaltar Nuestro mes del mar se basa en la la imagen de Arturo Prat. batalla que daría en la guerra del pacifico Arturo Prat, batalla que por La constitución de 1833 no daba rescierto contribuyo a que Chile, Perú puestas a las demandas sociales de y Bolivia, mantengan una mala re- los obreros, lo que hacia que la única lación hasta nuestros días. Pero esta respuesta que tenia el estado frente

Formando el batallón, rígido humilla Al pobre desertor aprehendido Que sobre el patio del cuartel tendido Siente el roce brutal de la varilla Sobre sus carnes ulceradas brilla Rojiza mancha. Escúchase aullidos Cada brazo en el aire da un chasquido Que las entrañas del soldado trilla. El sol que sale en el nevado quicio Irónico sonríe ante el suplicio Y mientras que vertiendo vibraciones La banda el patio de sollozos llena, Una estatua cubierta de galones Mira impasible la salvaje escena. Por Vicente Gabriel


Poesia de Cristofer Caicheo Cristofer es un poeta nacido en Ancud en la isla grande de Chiloé, quien nos ha acompañado en varias ocasiones en las lecturas poéticas “Llégale aquí a mi guarida”. La poesía de Cristofer tiene incorporado en su yo poético, las costumbres y la cosmovisión, que son propias del chilote. El poeta nos compartió su poema Aguaceros en Chiloé y decidimos incorporar el poema Canción del buzo chilote , para rendir homenaje en este número a su padre que falleció buceando en el mar de Chiloé recientemente...

Canción del buzo chilote

Aguaceros en Chiloé

La historia es de un isleño Que navega su cuerpo Adoloridos los hombros Para darle comida al “perro”

Unos zapatos a medio romper a la orilla de andanías golpeadas miran el duelo macabro del golfo de las penas sin piedad

No hay más mundo que su isla No hay viento más malo Que el pasado en sus costillas O en las orillas bebidas Que llevan los perros pal norte Sus ojos tienen lluvia Cuando recuerda sus cosquillas Sus manos carcomidas de erizos que los lastiman entregan la comida al perro que en sus orillas mirando el puerto espera la barquilla Se entrega por completo sumergiendo su cuerpo a la salida espera un cigarro fumado con el viento Pronto volveré a casa dejando las aguas abrazarme a una estufa para terminar las acalambradas calentarme los huesos abrir el pan caliente en el pecho y quitarle a la mar mi cuerpo. Morirás siendo mar sin conocer el mundo por el que camina tu perro vagabundo sin rumbo que espera la llamada de su viejo entrando a puerto para calmar su alma.

LOS HIJOS DE PINOCHET O LA POESIA LÍQUIDA DE LOS 90 Raúl Zurita lanza “Cantares. Nuevas voces de la poesía chilena” ambos textos tienen la ventaja de ir acompañados de una propuesta teórica y cultural, a diferencia de otras recopilaciones, como la de Francisco Vejar, que por esa razón son descartadas. Zurita es más amplio, incluye 16 nombres más de los ya conocidos, sin embargo, concuerdan en el mundo y el imaginario en que han sido formados, son hijos de la imagen, de lo virtual, desconfían de los proyectos sociales, viven en la auto-referencia, en una especie de narcicismo social, donde la palabra, es parte de un juego, de una apuesta. “Yo vivía encerrado en un presentimiento,yo sabía que mi abuelo iba a morir ese mes de diciembre.

la sombra de un isleño atado de brazos resbalando algas viejas yacen sobre el mar esqueletos agónicos lanchas quebradas a medio pintar paisaje para el turista pan del día a día en la húmeda jordana los huesos oxidados por un sonido sutil marino se desprenden las almas preguntando a la luna cuando será la marea para un nuevo zarpe una llovizna suave limpia la cara al alma que trasciende perdida entre dos aguas lobos se mueven despacito por la cuna del cuerpo caído como fruta madura. Envía tu poema para la próxima edición de Libertariamerica, el tema será: Feminismo revolucionario

Los hijos de Pinochet Volver a principios de los noventa, cuando la dictadura del general Augusto Pinochet, entregaba el poder y se iniciaba lo que conocimos como transición a la democracia, es un ejercicio de memoria histórica, volver a revisar la producción cultural de esos tiempos, es revivir las contradicciones de un periodo. Cuando han pasado veinticuatro años, me parece importante (re) pasar, cómo asimilaron las nuevas generaciones de poetas ese proceso, desde esa perspectiva la contextualización y el análisis de textos parecieran ser un método aparentemente confiable. Uno de los primeros fenómenos culturales, de inicios de la década del noventa, viene impulsado desde el espacio de las editoriales, y se conoció como Nueva Narrativa, esa propuesta de Marketing literario, coincidió con el comienzo de la democracia y de los gobiernos de La Concertación. La narrativa entregó visiones tanto del pasado, como de los cambios abruptos de la sociedad. Alberto Fuguet, destaca con Sobredosis (1990) y Mala Onda (1991). Arturo Fontaine, en otro registro con Oír su voz (1993) logra una de las novelas más inquietantes sobre la dictadura. Es curioso como la poesía, parece quedarse afónica, en este periodo histórico donde las contradicciones entre justicia y medida de lo posible; amnesia y memoria, acuerdo o conflictos sociales, juegan sus cartas. Los poetas de ese momento tienen como características, el haberse formado en el aparato educacional de la dictadura, además de publicar en la década de los noventa, así los clasifica Francisca Lange Valdés[3]. En la misma línea, algunos años después,

“Es necesario comprender, los grados de complejidad de un país que de la mano de la transición política” No tiene olor a nada la muerte,la muerte no tiene olor a nada ni se anuncia con rosas.” Para entender de mejor manera, esta diversidad de opciones estéticas administradas a través del lenguaje, es necesario comprender, los grados de complejidad de un país que de la mano de la transición política, se ve expuesto a todos los rigores de la sociedad de mercado, en su faceta neoliberal y globalizada, es decir, donde el concepto de ciudadanía se disemina y los espacios de convivencia y racionalidad social, van a ser marcados por el consumo.


En ese contexto, la opción de Javier Bello, al bautizar a un grupo de poetas como los “náufragos”, para luego instalarlos en el mercado de la oferta cultural, a partir de su propia tesis, tiene que entenderse como el comportamiento natural, de alguien que incluso por sobre sus méritos académicos, se siente parte de una generación de emprendedores, una especie de Management cultural, cuyo producto más preciado se llamó “poetas de los noventa”. Otro elemento a considerar es el factor globalizador de la cultura, mientras en los años sesenta, setenta, los discursos nacionales y desarrollistas, se podían ver en pantalla, por medio del cine, reportajes. Desde mediados de los ochenta el fenómeno globalizador trajo consigo, la deslegitimación del discurso de identidad, las fuerzas globalizadoras, han instalado en los mercados internos, tecnologías, modas, lecturas, estilos y estéticas, los poeta de los noventa al tener acceso a la web, al blog, al correo electrónico, desarrollan su propia individualidad en oposición a las costumbres y concepciones estéticas de los 80. El irresistible proceso globalizador, la presión de las editoriales por moldear e interrelacionarse con los lectores, la instalación de discursos provenientes desde ámbitos disímiles, pero hermanados en la experiencia virtual, por medio del intercambio incansable y voraz de información, hace de esta generación de poetas, los portavoces oficiales de la vuelta al espacio íntimo, porque en su vida cotidiana no tienen carta de ciudadanía, porque el concepto ciudadano -en el mejor de los casos- es una abstracción que se mitiga en el acto simbólico de votar, cuestión a la que estos individuos diversos de mediados de los noventa, le niegan toda importancia. “De un audífono al otro por azar, entre estaciones, te recobras a la orilla de un recuerdo. Estribillos de las olas que envuelven a diario todo el éter, y la gente memoriza. en la impaciencia del Metro”. En la medida que la poesía de los 90, da cuenta del espacio íntimo, usa como modelo de proyección cultural “la casa de vidrio” que se transforma en ícono del momento, para luego ceder su lugar, a los Reality. El aparato discursivo poético deja de ser neutro, porque cualquier diferencia que pudiera existir entre lo público y privado como en los inicios de la modernidad, se liquida de golpe y en ese momento la literatura se reduce a una especie de sanación, donde el closet y el diván, se transforman en una experiencia liberadora. “si te gusta te gusta si no te gusta no te gusta no más me dijeron que tenían razón y tenían razón: ella es débil y blanca tú eres pobremente oscuro y eso es todo cuanto hay no en el fondo sino encima de la cama cuando besas y te besa”. En ese sentido entonces si aplicáramos la tesis de Arendt, sobre la supresión de lo que conocemos como espacio público y privado para hablar de lo social, los textos citados y otros del mismo tono, no tendrían otra importancia u otro fin que mostrarnos el cansancio vital, de un pequeño grupo de jóvenes, pertenecientes a un sector social con inquietudes intelectuales. “Yo me lluevo, yo me trueno, yo relámpago, me tremo,

cado, ocuparon con una facilidad que impresiona, el espacio generado desdelas aulas universitarias. Si la década de los 80, perteneció a Los prisioneros, la de los noventa, es la de La ley. Si los escritores de los ochenta, generaron espacios de resistencia, los de los noventa, en su aparente fragilidad y renuncia a toda rebeldía, construyeron las redes necesarias y los canales precisos, para conseguir sus objetivos.

“Resulta paradójico entonces que a una propuesta escritural tan limitada, como la propia nariz, tenga en las palabras de Raúl Zurita, una proyección de arte mayor”.

La generación del 90, es entonces en poesía, lo que las editoriales elaboraron como construcción de mercado y que conocimos como “Nueva narrativa”. La diferencia se da en que los primeros, son producto del mercado, mientras que los segundos, son parte del tubo de ensayo de la academia.

yo me cielo, yo me ocaso, me palomo, me carajo”. Una de las constantes al escudriñar poemas y versos, es el agotamiento de la experiencia poética de un (yo) dolorido, desmesurado y emocional, que pretende expandirse, en un ejercicio enfermizo, donde el poeta se mira al espejo y pretende que todos los demás, sus lectores seamos el espejo mismo, allí la posibilidad de escapar o integrarse en los otros, parece no existir. Resulta paradójico entonces que a una propuesta escritural tan limitada, como la propia nariz, tenga en las palabras de Raúl Zurita, una proyección de arte mayor.

La poesía líquida “Como una manera triste de predecir miro el paso de las nubes sobre el puerto. Sé que mi suerte no está en ninguno de esos nimbos que regresan al mar movidos apenas por el viento de la literatura. “Profetizar me asquea” podría decir y, sin embargo, allá va mi vida, sobrepasada por pájaros que llevan todo el tiempo del mundo entre sus alas”. Otro de los elementos característicos de

este conjunto de poetas, es el sentido de transitoriedad, de paso, no solo por la dimensión del viaje, sino porque su poder simbólico es restringido, incapaz de adquirir solidez, en ese aspecto, se trata de una propuesta escritural líquida, escurridiza, simbólicamente débil. La imagen más adecuada para este conjunto de voces, es la del muro tapizado de carteles de diferente índole, donde ojos, bocas, manos, colores se entrecruzan, como sabiendo que su destino no es otro que desaparecer, es lo que marca o limita a este conjunto de léxicos dispares, donde el valor étnico, las uñas pintadas, las lágrimas envueltas en una ventana, la mano que toca la pierna bajo la mesa, se disputan un muro cuya esencia es disolverse en el ruido, en las luces de la ciudad. La poesía de los noventa, se manifiesta como una experiencia estética, donde la dimensión del acontecimiento, se vuelve adictivo, porque la fuerza del vacío supera el intento de suspensión de la realidad, y en el viaje, en el roce con lo perdurable, no existe otra posibilidad que repetir la operación, sabiendo que está condenada a desaparecer, porque tampoco se está dispuesto a un esfuerzo superior de construcción simbólica. “No sería mejor que olvidáramos A la vaca semiológica que pasta a la deriva Sudor rocío que nos entumeció los huesos sesos”. Resulta llamativo constatar, cómo un grupo de jóvenes seleccionados y concertados, para irrumpir en la escena poética en tiempos de la transición política, lejos de la inocencia e introducidos de modo rápido y eficiente en las reglas del juego del mer-

El error de las compilaciones, elaboradas desde mediados de la década en discusión, radica entre otros, en su apresuramiento, en su falta de distancia histórica, para ser más precisos, recién hoy se podría empezar un trabajo serio de recopilación, cuyo objetivo debiera ser, abarcar la producción poética de pos-dictadura y la extensa transición que termina, con los cuatro años del gobierno de Sebastián Piñera. Los trabajos analizados son pálidos intentos, demasiado anticipados, donde un pequeño grupo de avezados jóvenes, pretenden irrumpir en la historia de la literatura, ingresando por la ventana o gestionando desde sus redes de apoyo, una pequeña plaquita con su nombre, en los archivos de alguna biblioteca pública. Sin duda los llamados náufragos, como los incluidos por Zurita, llevan una pequeña ventaja comparativa en relación a otros poetas del mismo tiempo, sin embargo, de ese número de “escogidos” ni siquiera me atrevo a pronunciarme -por dos o tres- que tengan la fortuna de permanecer, los demás, por más artículos especializados donde sus nombres aparezcan, invitaciones y premios que reciban, no hay caso, la historia y el olvido, son crueles, especialmente con los poetas. Por Omar Cid


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