Persigo el eco de un mandato: realizar una instantánea multidimensional que represente e interprete la complejidad y la riqueza de seres que habitan las interferencias de un universo caótico, en la constante metamorfosis que materializa el presente continuo. Camino, y miro, entendiendo que lo que hago en realidad es recordar maneras y emociones humanas que de alguna manera ya han formado parte de mí desde siempre.
Probablemente, a lo único a lo que aspiro es a tratar de asir la Otredad a través de los sujetos que retrato para, como decía Hegel, intentar completarme a mí mismo y dar sentido a mi propio mundo. En cualquier caso, evito escatimar mi vulnerabilidad en el intercambio con aquellos que, a través de mi fotografía, aceptan generosamente convertirse en espejos existenciales. Sin más. Sin menos.