Nº 07/2015 Poesía Prosa poética Relato Reflexiones Acrósticos Cocina Manualidades
España agosto 2015
Ebook Edición 7ª
Nº 07/2015
Varios autores
La Guarida del Lápiz y Papel, es un grupo literario, compuesto de varios autores y con diversos temas, donde no se compite si no qué, colaboran todos con un mismo fin. Disfrutando del variado y selecto contenido de sus elegidas obras, siendo la réplica del blog https://laguaridadellapizypapel.wordpress.com/
Copyright © La Guarida del lápiz y Papel 6ª edición ISBN:01-08-2015-07
España 2015
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INDICE
Los autores/as Agosto La noche Estaciones Mejor, ya… no (Febrero 24, 2015) 11:20 hrs. Sigue tu sendero En otra hora (Enero 13, 2006) 9:35 hrs. ¡Que no acabe la noche, que no acabe! Ni duermo, ni… vivo (Abril 19, 2006) 3:40 hrs. Regálame en tu sueño (Feb. 9, 2009) 10:15 hrs. Manuela Dualidad (Agosto 1, 2003) ¿Qué es arte? Era ahora soy A, ti… Inspiración (Mayo 25, 2005) 22:30 hrs. Invento Amor de dos (Enero 7, 2015) 11:40 hrs. Cuatro palabras Viernes 10/12/2010 Algo de color Llanos mexicanos (Abril, 2005) Detalles Acércate (Junio 27, 2006)
Me envuelves con ganas fértiles Olor salvaje Un mar de sentimientos A México (Noviembre 23, 2003) 11: 00 hrs. Un cielo (Abril 20, 2004) 5:00 hrs. Un aullido en la noche Una Rosa Roja, para Laura y Marina Aromas (Agosto 10, 2003) Dos caras Aún, ahora (Junio 3, 1990) El poder de la música No por fa, pequeñeces… no El toque de las emociones Dame un beso Al desaire (Marzo 20059 Hijos míos Cuando sonó aquel viejo acordeón Y, una cara oscura yo pude ver Tendré frio Eres… Martes 02/01/2011 Miércoles 02/02/2011 Dama de noche Luna me abandonaste
Mis ojos (Marzo 15, 2003) 10:00 hrs. Palabras al viento, quedaronse Creo en el amor (Febrero, 2008) Despechada (Diciembre, 2005) Entre palabras, se mueve el semblante En trámite Campanas En grito (Diciembre 12, 2004) 1:30 hrs. Jueves 17/11/2011 Intrascendente (Octubre 29, 2007) 10:40 hrs. Sueño primero (Julio 29, 2015) Raíces Fugaces los días, se entregan Mi ángel Muda de versos (Noviembre, 12, 2014) 9:40 hrs. Efectos secundarios Al lado mío (Abril 23, 2015) 23:40 hrs. Covadonga Quiero ser abeja (Mayo 3, 2015) 11:52 hrs. Deseo Domingo 20/11/2011 La razón de amar Aliviar el alma Dulces emociones
¡Esta noche de luna llena! El tiempo vuela que corre, se adelanta o se pierde, no se espanta Cobijada en sudario (Noviembre 10, 2003) 0:30 hrs. Parábolas Atrévete (Abril 3, 2004) 18:00 hrs. Una señal hacia el cielo Noviembre A lo rorro nena, duérmete A pesar de… (Abril 23, 2015) 20:50 hrs. Así te pienso (Octubre 30, 2014) 8:35 hrs. ¡Cómo olvidarte! Año viejo, 2014 (Diciembre 31, 2014) 21:30 hrs. Siempre otoño Te miro y te veo ¿Has escuchado? (Abril 28, 2010) 17:25 hrs. Al gran tribunal del mundo Aprendiz Ahora y presente Burladores (Septiembre 23, 2014) 11:40 hrs. Algunos días (Enero 15, 2011) 19:00 hrs. Versando Jácaras, algo refinadas Escabrosidad inicua
Recuerda Sobre los autores/as Ana Isabel Molina (Anaisbella) Araceli de Luna (bruixetaara) Araceli García Martín Carmiña Carmela (Gaviota) Fernanda Lupera Greg D. J Javier Terán Julie Sopetrán Manoli Martín Ruiz Mª Luisa Blanco ( Luna) María Olga P. López (Casalita) Mia Pemán Paqui Galán Pepi Maeses Suisis Love Yolanda Arias Forteza La Guarida del Lápiz y Papel, Grupo literario
Los autores/as
Ana Isabel Molina (Anaisbella) Araceli de Luna Araceli García Martín Carmiña Carmela (Gaviota) Fernanda Lupera Greg D. José Javier Terán Julie Sopetrán Manoli Martín Ruiz Mª Luisa Blanco (Luna) María Olga P. López (Casalita) Mia Pemán Paqui Galán Pepi Maeses Suisis Love Yolanda Arias Forteza
Imagen portada (Detalle del Monumento Torre de Luna. Monte Lobeira) Contraportada (Rio Pedras en Pobra do carmiñal) Ambas de Arturo Maneiro Galeria: Panoramio Selected for Google Maps and Google Earth
Agosto
Andando hacía el Camiño Santo, vamos llegando con ilusiones puestas ruedas de gran voltaje nos han transportado un Circuito a Galicia y Norte de Portugal, Gestos humanos de sus habitantes las gentes galegas... calidade a raudales, excelente mariscadoras en un mar Atlántico las que nos reciben y acogen, Obradoiro, la plaza del Peregrino donde nos alcanzamos a compartir, con el santo y su hogar mágico abrazos, sonrisas y melancolías el ahogo se te acerca y el sentir se palpa en la emociones,
Saudade de sentimientos qué renacen cuando llegamos, y vemos alegrías unos Soles que alumbran la imaginación, en la agradable compañía de las amistades nuevas, que más cercanas, imposibles… Tardes y días han compartido nuestros guías, con todos el sendero con Eva, Martina, Rocío y Juan, Uxía y Begoña juntos hemos caminado y nos han mostrado toda su tierra la galega y la portuguesa, Ocasión de lo más increíble andando rúas de Pontevedra, O'Grove, La Lanzada y Sanxenxo, Vigo... Combarro se detuvo en el tiempo, su casco antiguo bello y enigmático y los hórreos, cuantas más patas tengan y más grandes así será la familia que lo posea, rica e importante al puerto pesquero y sus calles llenas de arte tradicional… La Isla de la Toja, balneario que se enseña con sus jabones y agua purificadora hasta la Iglesia de la Virgen de las Conchas,
tocamos el aterciopelado de su agua curativa y el roce de la brisa marina, nos acarició… hasta Velança, en su Fortaleza, como castillo su población fronteriza con Portugal, probamos el famoso Bacalhau, típico menú portugués que hizo las delicias de sus comensales, la boca se te hacía agua con su delicadeza marcó, un antes y un después… en La Guardia, de la langosta, su capital el camino siguió su ruta hacía el Mirador del Monte de Santa Tecla, santa que es también patrona de Tarragona, pudimos disfrutar de vistas extraordinarias, al ver en toda su excelsa magnitud a lo largo y ancho de la desembocadura del Río Minho... una preciosidad,
al Océano Atlántico y un antiguo Castro poblado celta, reconstruido algo más tarde, nos llegaron hasta Baiona, municipio y Villa, la más fidedigna de Pontevedra turística y marinera situada al sur de las Rías Baixas, bien protegida del mar abierto por su preciosa y amplia bahía, embarcaciones de pesca y deportivas tuvimos la excelsa ocasión, de entrar en la Carabela “La Pinta”, donde un grumete se dejó algo olvidado justo a la misma entrada de la Carabela,
casco antiguo y declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico por la Xunta de Galicia, y más tarde acercarnos tan solo a la entrada subiendo un poco la loma de su trayecto hacía el Parador Nacional Condes de Gondomar, antigua fortaleza que lleva el nombre de Castillo de Monterreal qué en su ascensión, se ve rodeada por una muralla de largo alcance, tres kilómetros transitables, tiene y la Plaza de María Pita en A Coruña, dedicada a su gran heroína y defensora de A Coruña
en 1589 contra la Armada Inglesa sus Rúas, plazas y pasadizos estrechos a Cambados nos acercamos y… por el Valle del Salnés, el punto de partida los vinos en bodega fuimos a ver sus caldos de Albariños, degustamos en copa cristalina, de fina y estilizada peana cuando la transparencia con aromas y esencias traspasó nuestros sentidos, del joven líquido y la lluvia nos recibió, remojando alrededores nuevos y ungüentos en una iglesia, fuimos a recoger quiso lavarnos la cara, casi nada consiguió deshacer los planes empezados, o quizás sí las ilusiones comenzaron a correr, tras las suerte qué, al final se quedó estacionada, no quiso venirse pero… se llegará, habrá suficiente tiempo… un pazo nos encontramos al camino, Iglesias y otros monumentos gratos de admirar
A Santiago de Compostela, llegamos en éste penúltimo día, un viermes07agosto2M15, sus calles, de nuevo he vuelto a visitar, cuando por primera vez llegué hace siete años, la Catedral, estaban remodelando y acondicionando, no se podía ver nada con claridad.
Sin embargo, en esta ocasión, la hemos podido ver por dentro, le han lavado la cara y tan solo queda el exterior, peinarle los vientos a sus torres, para que no se vuelva a despeinar. Pero, es tanto, que al final, nadie la va a reconocer. Me parece a mí, que a sus lugareños, no les agrada tanta piedra arreglada, le van quitando la gracia que sus sabias hierbas les dan cada vez que se pegan más y más, adhiriéndose como si de lapas se tratase, así cuidan sus paredes, protegiéndolas de las intemperies de vientos y lluvias, que se acercan hasta sus pies delicados o de recio anclaje. Las escaleras de la Plaza del Obradoiro, están ahí, no se suben, se ven diferentes. Al menos, en esta ocasión no las subimos, las bordeamos, lo cual, me parece que no es lo mismo. Cuando estábamos recibiendo las enseñanzas de la Guía Begoña, un grupo de jóvenes, irrumpió corriendo, con gritos de júbilo… eran portugueses, que se reunían con otros más que hasta allí había sabido llegar, después de jornadas de camino, se juntaron y cantaron y bailaron todos juntos, a un mismo son, la canción y las alegrías de verse de nuevo.
A su alrededor, también estaba nuestro grupo y más gentes, pequeños, mayores, jóvenes, animalillos, los que se movían alados y los que a cuatro patas se podían ver, llevados por sus amos, dando un paseo por esa Plaza del Obradoiro, viendo desde lo bajo, lo que trae alocados a la humanidad,
la unión de gentes diferentes, que sin conocerse de antes, pasean, se limitan a escuchar a sus guías, y otros, mientras sacan fotos por doquier, para poder llenarte las retinas, de cosas extraordinariamente bellas, especiales y magníficas, algo que posiblemente volverás a vivir en ocasiones siguientes, porqué, Galicia te envuelve, su magia te transforma, si tienes alma de viajero, volverás de nuevo… si no, muy posible, mantengas esos recuerdos vistos, del antaño hasta tus días venidos, con la mirada en la lejanía… y con el adiós en lo que dejaste atrás, sin la añoranza de un… hasta luego, qué otro día te vendré a visitar y vivir días de emociones llanas y planas.
Cuando los días traspasando fronteras, que nos han llevado lejos o cerca, poca distancia al monte de Santa Tecla y subimos a la virgen de la Roca, su alta talla visitamos, con los Castros y sus alrededores. En Cambados, después de visitar una bodega de vino Albariño y degustar su caldo cristalino, con la lluvia al hombro, nos fuimos a ver la Praza de Fefiñan, que se llama así, porqué en ella se encuentra el Pazo y Palacio de Fefiñanes, de aire muy clásico, tiene un armonioso conjunto con su arcada, torre del homenaje y la vecina Iglesia de San Benito. Sin fotos, todo el rato a la lágrima descolgada, parecía tenía penas ese día, el cielo y la nubes, no se consolaban, pero, nos ha dado la gran oportunidad, de visitar “la Ría de Aurosa”, algo de lo más increíble e
impresionante, entre otras cosas que hemos llegado a ver… En O’Grove, la capital del marisco, allí fuimos llevados, unos se fueron en catamarán para degustar los mejillones en grandes bandejas, según venían de contentos, por los que habían tastado, mientras los qué no, vimos el pequeño puerto, y fuimos a la plaza de abastos, a ver su mercado, enormes piezas de verdura, fruta, legumbres, tubérculos y grandes hogazas de pan artesanal, que normalmente no sueles ver, todo originario de la zona, marisco qué aún, vivillos estaban, sus patas-ganzúas, luchaban con salirse del atado que les tenían, más las otras más pequeñas, a la vista, trataban de deshacerse y quizás, intentar marchar, pero… pobres, en esa guisa que les pudimos ver, ni de asomo lo podrían conseguir nunca, daba pena verles allí, vivitos y coleando, a la espera, de que alguien caritativo se los llevase a casa… ¡no para rescatarlos, válgame el cielo, si no, para degustarlos en las cazuelas bien cocidos y al plato de cada uno, servidos con salsas, muy posiblemente!
Y, dos pequeños astilleros se podían apreciar, con barcos medianos y pequeños, para trabajar sus desgastes y otros, ya en ruedas, para llevarles a la mar… un pueblo grande, a ser visitado, pero, el tiempo no era suficiente, si te alejabas, te podrían dejar sin remedio, y luego… cómo debías de regresar, a pie, de ninguna de las maneras, en coche, muy posible, pero, el autobús, te hubiera dejado sin remedio allí, apalancado, así pues, dando vueltas de campana alrededor, sin casi moverte. Altos y estilizados árboles he visto a las orillas de las
autovías, bosques que aún humeaban, por el incontrolado desbarajuste de pensares que no respetan el entorno en el cual residen o quizás, son gentes extrañas, a las qué les da grima tener hermosos bosques que vibran de una energía singular.
Frondosas montañas, llenas de esa vida verde y natural, que deberíamos de cuidar al máximo y no dejar que nadie nos quite un preciado tesoro, como es que ella misma nos proporcione el suficiente oxígeno para poder vivir a su lado. Un paraíso de incalculable valor, dónde viven y residen los cuentos de las hadas, los gnomos y las meigas, las que saben proteger a todas las gentes que allí residen y a las que nos acercamos con buenas intenciones. Valles inmensos, verdes como esmeraldas y húmedos como gotas de rocío, que en la primavera y el verano, lucen galas de colores magníficos, mientras que en el otoño e invierno, mudan su piel, esa que natural tienen y disfrutamos todos, a la vez, dan cobijo a un montón de habitantes, animales y naturaleza, la vida se vive, se huele y encima, las nubes, les dan lo más que saben, la lluvia, esa agua cristalina, qué aunque algunas veces no nos agrada, es un don que tenemos y hemos de tener siempre en cuenta. En las Rías, el aire se mueve, se renueva, y su pureza es tal,
que cuando estás allí, todo tu ser se rejuvenece y con otro aire en los pulmones regresas a casa, es como ir a un país lejano y volver con lo mejor que te has ido encontrando dentro de tu ser interior y exterior. Te deja anonadado, algo inmejorable, su tacto es suave, como un beso que recibes por vez primera, así es el aire galego. Las visitas y excursiones, han sido lo mejor de lo caminado, aunque, nos ha quedado todavía mucho por ver, y algún día he de volver y seguir caminando por sus calles, de capitales y pueblos, con sus verdes y altas parras, qué viéndoles desde la carretera, al pasar en rodante carruaje, parecían extraordinarios pasadizos abiertos a todo el mundo, e invitándonos a seguir viéndoles más despacio y con más tiempo. Puentes hermosos y sencillos hemos pasado, en este pequeño y tranquilo viaje, durante el transcurso de un lado al otro, de ida y de regreso, magníficos algunos, otros regulares, y los más asombrosos, también ha salido, estaban sobre las rías, los lagos que las ruedas de goma rodantes han ido pasando y recorriendo sus veredas singulares.
He tenido la gran suerte, de encontrarme personas encantadoras, con las que ya tengo fuertes lazos de amistad y cariño… Es la primera vez, que me pasa algo así, antes no se había dado, y es algo, de lo más sensacional…
Mi segunda visita, casi en las mismas fechas, ¡vaya coincidencia!, pero, bastante diferente a la anterior, más natural, con otra firmeza, lo visitado, con otro aroma, otro sentir, por qué, Galicia, es un comienzo de una vida mejor, lleva en su interior, la magia de su ambiente, el qué hemos podido vivir, amigos ya, de diferentes capitales y pueblos de España. Tengo amistades galegas, con las cuales no he quedado, sí con una, pero, no pudo ser al final, ese encuentro esperado. A la próxima, podríamos hacer una pequeña “quedada”… quién sabe, estaría fantástico poder reunirse en un lugar mágico y concreto… Algunas personas que allí nos encontramos, de haber podido, nos hubiéramos quedado, quizás una semana más… a mí, no me hubiera importado, de haber sido posible, me habría apuntado. Pues, te deja… con el alma encogida, por no estarte más tiempo.
Empezado en Galicia, yendo a Santiago de Compostela... en el autobús, a viernes 07 de agosto del 2015. Acróstico n.23/2015 © Mia Pemán
La noche
Si la noche da paso al sosiego, esa estrella fugaz te da permiso a soñar, a pedir un deseo. Si tu día fue largo y triste, me echaste de menos como yo a ti los dos desde la distancia miramos a la misma luna le contamos nuestro amor y a esa estrella le pediremos el mismo deseo. No ver jamás la oscuridad ,el pozo no desear el infierno, no dudar en intentarlo ya no tenemos miedo a fracasar. Olvidar y perdonar a quien nos hizo daño de esa manera nos han dejado tener sueños y realizarlos juntos. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Estaciones
Cuatro estaciones tiene el año, como cuatro estaciones tiene nuestra vida. La primavera todo es descubrir donde crecerá una nueva flor, ir creciendo paso a paso ir encaminando las experiencias, absorber todo lo que nos rodea, hacernos mayores con sabiduría. El verano disfrutar de esa flor que te regalaron, caminar entre campos verdes, tumbarnos bajo el árbol de la vida para saborear lo que la primavera nos dejo, empezar a seguir nuestro destino o quizás labrarlo a fuerza de caídas y levantamientos que nos agotan. El otoño cambian colores y caídas de hojas, nos deja un panorama desolador pero bello al recordar los pasos que dimos para ser personas con sentimientos, sonrisas y lagrimas estuvieron presentes y estarán aun mas todavía nos queda una estación por la que pasar aunque sea la mas triste. El invierno con sus fríos, días largos, sentados al fuego de tu interior recordando, tu niñez aprender a andar y caer, lagrimas y risas por ser niño, la pubertad donde descubres
amores y desamores, las espinas de las zancadillas para hacerte adulto, el ser adulto y hacerte cargo de tus decisiones, formar una familia y luchar por y para ellos, olvidándote de ti mismo por ellos, al final tu vejez donde nadie tan solo tu estas, todos hicieron lo propio que hiciste tu, seguir su camino que tu los enseñantes pero se olvidaron de una cosa que ahora ellos tenían que estar en tu ultima estación ,darte sonrisas y lisonjas no dejarte solo, tan solo con tus recuerdos y sin nada que hacer porque el invierno entro en tu vida y ya quizás no haya mas primaveras que sentarte al sol. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Mejor, ya… no (Febrero 24, 2015) 11:20 hrs.
Mejor, ya... no te leo, porque cuando lo hago un golpe de deseo se extiende por mis venas, y gemido se vuelve la voz en mi garganta. Mejor, ya no te pienso porque cuando lo hago la razón se pervierte y me encuentro deseando que me llegue la muerte; mas, la duda me asalta. ¿Y, si nunca te encuentro y al morir me doy cuenta
que he perdido, por muerta, la ilusión de tenerte? Esa sería la burla sublime de mi suerte del destino inclemente que cual hierro candente me ha dejado una marca de dolor y de muerte y todo por, no… verte. Mejor, ya no te leo: pues celosa me siento de noches y de días, de sutiles momentos de experiencias extremas que bruñeron tu vida y labraron tu mente. Mi alma ha entretejido urdimbre de quimeras. Que fui amor en tu vida, motivo de tus versos que caminas conmigo o a mi mesa te sientas, que escuchas mis latidos que en los tuyos se asientan, y todavía abrigas, extrañas. ¡Que… piensas! © Yolanda Arias Forteza.
Sigue tu sendero
Hoy te levantaste sin saber que decisión tomar, tantas posibilidades se abren ante ti, que ayer no veías, porque tus lagrimas no te dejan ver, tus recuerdos te nublaban tu presente, se negaban a abandonar tu cuerpo y tu mente que malignos eran, solo querían seguir atormentándote para que fueras como una marioneta entre sus manos, cada vez que afloraba una posibilidad de abrirte a un nuevo sendero, ellos se presentaban y te recordaban que nada iba a cambiar que tu eras como eras y no como querías ser. Ellos no querían irse a otro mente para enfermarla hasta la muerte, te querían a ti sabían que eras débil y que todo te lo habías creído,
pobres diablos no sabían que al final los recuerdos, recuerdos son y tu estabas luchando casi ya en la agonía por recuperar tu cuerpo, tu mente hasta con un hilo de vida que te quedaba por seguir un sendero aparte de ellos, borrarlos para siempre y empezar a tener nuevos recuerdos pero felices, al darte cuenta que no eras como querían sino como tu eres. Abriste la ventana y los dijiste adiós muy buenas, das los buenos días a ese sendero que hoy vas a empezar a caminar despacio no corras te dices, poco a poco seré feliz por mi sendero y no el de mi recuerdos. Hoy te levantaste para empezar tu nueva andadura y yo te dijo, suerte y que seas feliz. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
En otra hora (Enero 13, 2006) 9:35 hrs.
He de seguirte amando sin reproches, Como te amé al principio de mis días, No me ofreciste amor en esta vida Tu juramento, amarnos… algún día. Un día lejano, en otra… vida. ¿Por qué, entonces, me siento devastada? Al principio, saber sólo quería Que tú me recordabas todavía Y saberlo, pensaba… bastaría. Y lo supe, tú mismo lo dijiste Infierno como el mío, también viviste Y cuando eché de ver lo que sabía, Mi cuerpo quiso más lo que ofreciste
Y mi alma pidió más, al descubrirte. No más, prometerás habrás de verme Necia palabra que nunca cumpliste. No más insistiré a ti entregarme, Ni tu mano a tocar me atrevería Tanto respeto, así, lo que juramos. No será esta vida, para amarnos, Habremos de surcar cielo y arcano, Con un cilicio ceñiré mi alma Expiando el pecado de quererte De demandar de ti hasta la muerte Aliviar con tu cuerpo, su reclamo Otra vida, delante, ha de juntarnos Sin hallar un pretexto a separarnos Nunca sabremos que lo prometimos Dios, nos hará nacer para adorarnos. A más de esto también ha consolarme Que en tan honda tristeza no me miren Aquellos para quien soy un tesoro, Y cuanto lloro, su alma se estremece. He decidido amarte hasta que muera De cualquier modo, sin querer, lo hiciera Sin dolerme pensando en tu abandono, Ni desearte viviendo de otro modo. Como te quiero hoy, te amaré otrora, Este amor sin tenerte, me acomoda La diferencia, grande, la hace ahora La decisión, sensata, de encontrarte, Enamorando mi alma, en otra… hora. © Yolanda Arias Forteza
¡Que no acabe la noche, que no acabe!
¡Qué noche tan especial la de hoy!. De un lado, tu presencia junto a mí en esta terraza junto al mar, celebrando nuestro enésimo aniversario. De otro, la luna brillando en todo su esplendor y reflejándose sobre las aguas de este mar en absoluta calma que nos rodea, y donde a lo lejos algunos barcos de pesca realizan sus faenas de cada noche, mostrándose en la distancia como unos puntos de luz tan solo. Luego, cuando al mediodía lleguen a puerto y descarguen su pesca, acudiremos a la lonja, como en aquella ocasión, para observar desde la distancia las transacciones comerciales y el ambiente tan especial que se forma alrededor de esa actividad en el puerto.
Pero, entretanto, gocemos de esta noche al lado del mar y hagámosla única e inolvidable. ¡Que no acabe la noche, que no acabe!; que queremos exprimirla al máximo, que nuestros sentimientos fluyan libres recordando lo vivido. Y, por qué no, echemos un vistazo al pasado y hagámosle un guiño de satisfacción, rememorando algunos de los momentos de nuestros primeros encuentros, donde nuestros sentimientos apenas si comenzaban a mostrarse por miedo al fracaso. Y si empezaban a asomar lo hacían con una marcada timidez, como así correspondía a aquellos momentos del cortejo. La noche ha avanzado tan de prisa que apenas si quedan ya un par de parejas más en toda la amplia terraza. Aunque la luna sigue bruñendo la arena de la playa con la misma intensidad del principio. Y será también ella la que nos acompañe desde su elevada posición hasta nuestro apartamento; mientras caminamos contemplando a nuestros pies la playa de arena finísima que, aunque ahora solitaria, dentro de escasas horas volverá a llenarse de gentes deseosas de sol y agua. Y que, incluso, marque aquel día el inicio de otras muchas historias de amor como la nuestra… © J. Javier Terán
Ni duermo, ni… vivo (Abril 19, 2006) 3:40 hrs.
Soy, en sábanas blancas, remolino Por insomnio de amor, desesperado O dolor de cabeza, empedernido Turbación de poeta, alucinado. Yo no sé ya que soy, en esta noche Que el sueño se resiste a mi pupila Este calor de abril hace derroche De canícula ardiente, sol de noche. Llevo horas tratando de dormirme Y es un verso de amor, que me consume Si me niego a escribirlo, cruel me sume, En marañas de negra incertidumbre Es abeja zumbante, cual reproche Aguijón infamante en mi memoria
¡Sea pues! Que la pluma justifique Lo que mi mente, comprender no logra Del amor trazaré la certidumbre, Negarme, la convierte en…lumbre. Es noche alargada, como de mediodía Y así, tu recuerdo en mí alucina Destellos de un sol que, en luna, Dispensa esta noche, el calor del día, El denso silencio lo quiebra un maullido Y el reloj avanza, compás persuasivo Insiste en que duerma; más, yo no concilio El sueño, se niega y en dulce martirio Tu recuerdo llega, a jugar conmigo. Se duele la carne de no estar contigo. Por tanto pensarte, en noches como ésta, Ni duermo, ni… vivo. © Yolanda Arias Forteza
Regálame en tu sueño (Feb. 9, 2009) 10:15 hrs.
Entre olas de placer y de conciencia, Navegué en el umbral de la alborada Saboreando en mi mente tu presencia, Sorteé un mar de tormentas agitadas. Es tu voz que, tan lejos, me seduce, Es tu asombro y tu reír felices Es la sabia manera en que me dices Cómo eres y cómo te traduces. Que me amas, susurras en mi oído Y pensarme en ti, se hace rutina, Me quedo flotando entre las nubes Huelo rosas por todas las esquinas.
Como araña industriosa, en hilos largos La ausencia entre los dos ha entretejido Transparentes canales de confianza Que a este imposible amor, mantiene unido. Piensa en mí, regálame en tus sueños El deleite de estar entre tus brazos Mientras, en el umbral de otra alborada El desvelo me acune, entre olas de placer, Y sea mar que se aquieta, deslumbrada. © Yolanda Arias Forteza
Manuela
Ella cada día desde hacia un tiempo vivía con su hija, al ser anciana, pensaban que ya no sentía ni padecía, ella no pensaba así, los dejaba que hicieran así a ellos, sus hijos eran felices. Llevaba un tiempo que al sentarse al fresco, notaba que alguien la observaba extrañada se sentía, como a ella siendo ya girasol que se movía según la brisa y el sol que la calentaba fuera espiada por alguien, seria algún muchacho del lugar o alguna compañera de soledad como ella, que tan solo la quedaban sus recuerdos hermosos, de días vividos con toda su pasión de ser joven y dicha por ser amada y amar. Cada día se acicalaba para fuera quien fuere la encontrara guapa si aun pudiera estarlo, su hija la miraba sorprendida, la preguntaba¿ madre, espera usted a alguien? ella siempre decía, quizás nunca se sabe quien puede venir, la hija no decía nada. Una mañana vio como un caminante se iba acercando por el camino, se repeino , seria el quien la observaba, era un caballero como a ella la gustaban en
antaño, traje gris, camisa blanca, corbata a juego, zapatos brillantes, su cabeza la cubría con un sombrero de ala ancha y sobre todo su aroma la recordaba a alguien conocido, ya se acordaría a quien, el por su parte pensó ,no ha cambiado en nada es ella mi dulce amada, mi Manuela de mi ayer y sobre todo de mi hoy. Cuando paso delante de ella, se toco el ala del sombrero y la dijo buenos días, ella sorprendida, no supo contestar tan solo hola, el siguió su camino, a ella la dejo pensando todo el día y parte de la noche. Cada día ocurría lo mismo un saludo, poco a poco se decían alguna palabra mas, hasta que el un día la contó quien era, ella ya sabia quien era y que sentía por el aunque hubieran pasado tantísimos años y su amor no se había esfumado. El la dijo que la había buscado por cielo y tierra , que no se había vuelto a enamorar de otra porque ella era la única mujer de su vida y de su corazón. La hija los veía juntos, se alegraba de que su madre estuviera contenta y viva otra vez junto a ese caballero, de nombre Miguel, que tantas veces había oído hablar a su madre de el, que había sido su amor de juventud, se alegraba de que su madre estuviera enamorada a su edad, aunque pareciera una locura, los dos eran felices y así se lo demostraban cada día, desde ese día que el destino los volvió a unir, pensaban no pudimos siendo jóvenes ahora si podemos y disfrutaremos el resto de nuestra vida juntos y amándonos cada día.
© Manoli Martín Ruiz
Dualidad (Agosto 1, 2003)
Esa otra mujer que dentro está en mí, Y que aflora sólo al pensar en ti, A veces, me encanta, a veces, me aterra, Es fuente que canta, profunda cascada, Tanto negro pozo o amarga alborada Toda se derrama en noches gastadas En soñar contigo, sin pedirte nada, Vive en esperanza de saberse amada. En mi vida diaria, encuentro la calma Las cosas más simples a mi me reclaman, Bordo, leo, tejo, mis galletas hago, Y hasta en espirales, a veces yo bailo; Pero, si recuerdo cuánto me haces falta, La vida se torna difícil jornada, Y yo me transformo en febril morada De una rosa roja que fue deshojada.
Largos, crueles años de no esperar nada, Hasta una mañana que como una espada Entraste en mi vida para dislocarla Y abrir en mi alma, sangrante, una llaga, Llaga que no logro sola restañar, Y que sólo al verte se podría curar. Y en mujer que borda y que hace galletas Teje y baila, sola, escribiendo versos, Sin que mi alma llore, he de continuar. Pesar en el alma, llanto en la pupila, Pasión que, desierta, no logro calmar Que clama por tu alma... ¡Para descansar! © Yolanda Arias Forteza
¿Qué es arte?
Me pides que te diga... ¿Que es arte? ¡Arte eres tú! La belleza, la razón el sentido de ser el latido del corazón. Los áureos sueños de una tarde limitados por el tiempo. Dos motas, dos puntos en el ocaso hermosas briznas de polen. La orilla escucha y conoce el futuro de su rio.. Tarde tranquila agua clara.
Dos peces lentos que bailan sabiendo que la noche ha venido. sumergidos en la nada. pidiéndole a la corriente que de allí no los llevaran.. Surgen colores naranjas amarillos verdes azules morados y granas. Ya otros frutos de semilla nueva Tus ojos que al mundo calma por un instante le aclaman. Dos puntos en el espacio son dos motas, insignificantes Almas liberadas sin forma que en el agua y en el aire Se aman y se aman sin llegar a saciarse. © Araceli García Martín
Era ahora soy
Era flor marchita en un florero, era estrella caída y pisoteada era jardín sin flores ni jardinero. Me sentía tan vacía que el aire al respirar se me escapaba, mujer envejecida por tantos reveses de esta vida negra. Te conocí una tarde, me iluminaste me hiciste tu estrella en ese cielo tan inmenso que es tu corazón. Fuiste ese jardinero que supo hacer florecer a esta flor ya seca, me distes tu mano y jamás me soltaste a cambio no me pediste nada, poco
a poco cogí fuerza, confianza y reviví. Eres mi camino sin tropiezos eres mi levantar con sonrisas eres mi anochecer con pasión. Eres esa tormenta que me agita la calma después de la tempestad. Era como me cambiaste, soy mujer enamorada y así vivo desde que tu me acogiste en tu jardín. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
A, ti… Inspiración (Mayo 25, 2005) 22:30 hrs.
Llévame Oh, Inspiración, Lleva mi mano, A confines ignorados. Traduce lo que no dice mi voz Donde verbo, limitado, No detenga mi expresión. Donde palabra no exista Y sólo mente traduzca, Los portentos que hace Dios. Tú, Inspiración que no dejas Que mi vida se termine, Sin cantar una canción.
A ti Inspiración, mi canto Porque afloras en el verbo, Mi ilusión. Porque permites que llore Con pasión mi corazón Y a mi carne paladear Del desamor, el sabor. Que pintaste con tristeza El camino donde voy, Y enjugaste con dulzura Llagas de mi corazón A, ti...Inspiración, mi canto Pues, no rehúyes mi llanto Y te gozas con mi amor, A ti debo agradecerte, Por dejarme ser, quien… soy.
© Yolanda Arias Forteza
Invento
Hay un verso dormido en mi memoria en que mi cuerpo todo, te presiente, certeza de que tú también me piensas y por verme en tus sueños, es que duermes. Qué invento irracional de mí se adueña y en mis noches a amarte te apersona, cómo puedo esperar dejar de verte, si al pensarte, mi alma se desdobla incendiando mi cuerpo y no razona. Ven, acércate a mí, hazme presente En tu mejor amor aunque, me… inventes. © Yolanda Arias Forteza
Amor de dos (Enero 7, 2015) 11:40 hrs.
Vienes cada mañana y en tu abrazo se conforta mi cuerpo todo el día, ceñida mi cadera a tu cintura, soy de tu seno, trazo y mi alma yace entre la tuya, suspendida. Etéreo tú. En modo fantasmal yo, viva.
Dos amantes. Energías sin principio ni fin, en un presente afín que nadie entendería, que con conciencia plena, derramo en teclas de apariencia vacía, en versos y murmullos, en demandas y entregas, avances, retrocesos y osadía. Amor de dos, desfasado de gracia y lozanía, concebido en un tiempo que no correspondía. Un tiempo para amar sustraigo en felonía. Factura eterna que, asumo, he de pagar si no nos encontramos, algún día. © Yolanda Arias Forteza
Cuatro palabras
Palabras eternas que salen del corazón , de los sentimientos más ocultos , que se ahogan en la garganta de aquellos que no pueden pronunciarlas , con valor con coraje , con amor, con decisión. Querer, sentir, amar, desear. Tan fáciles de escribir tan difíciles de decir. Querer y sentir... Amar y desear... Sentir y amar... Desear y querer...
Piensa por un momento, cuántas veces dices , te amo, te quiero, te siento te deseo? Triste de aquél que vive sin querer, sin desear, sin amar, sin sentir........ Su paseo por la vida será , vacía, páginas en blanco , que no podrá llenar. Hay que dejar salir de los labios del corazón , un te amo, un te quiero, un me haces sentir, aún te deseo. P.M © Pepi Maeses
Viernes 10/12/2010
Me llegan las ideas, despuÊs la pereza, la falta de impulso‌para quÊ guardar las formas si la rima late a diario y no le hace falta delicadeza.
Para que gritar si el ruido de fondo es salvaje, para qué medir los pasos, para qué ir más lejos si más cerca es imposible, para que abandonar los versos en esa frontera al lado de los sueños. Ahí están los cielos, los misterios, las preguntas…para que ser una poetisa que pinta en sueños flores blancas, y para que arrastra el viento todos esos versos imaginados si sabe que seguirán dando vueltas eternamente, para que juega el sol con las nubes al escondite. Para que enredarse entre la niebla si puedo correr hasta el infinito. Ahí están los bordes, las distancias, los murmullos, un suspiro… y ahora que ya no me pregunto… ahora que ya no me interesan las respuestas, para que buscar las alas que no salieron a jugar entre las hojas, para que cerrar los ojos, si prefiero que la nieve se pose sobre mis pestañas. Ahí está de nuevo la nieve de algodón…ahí está de nuevo el clima del cisne… ahí está de nuevo la belleza…ahí de nuevo nace mi inspiración…ahí está mi bufanda de lana en el cuello…ahí está… Pero también están ahí mis sueños, que no se cansan de jugar buscando entre la nieve alguna sonrisa. © Ana Isabel Molina (Anaisbella)
Algo de color
Porque nunca llueve a gusto de todos, quisiera ver colores hoy y no todo gris, porque quisiera gritar a los cuatro vientos que vivo en un calvario de penas y dudas. Una lagrima rueda por tus mejillas, sin saber si es pena o alegr铆a una mueca en tus labios dibujando una leve sonrisa al recordarte, una mirada transparente hoy entre nublados, abre ese arco iris despu茅s de la tormenta sale el sol. Porque tu quieres lluvia y yo sol cada uno con su opini贸n y sin dejar opci贸n a conversar ni dialogar.
Tu coges la maleta y te vas yo sola ya te echo de menos, porque será así que nunca estamos dispuestos a dar otra oportunidad y que salga el sol después de la tormenta. Colores quisiera ver, risas oír, hasta quizás alguna discusión por los colores. Colores brillantes y cegadores quiero, para que así mi lagrima no ruede mi sonrisa sea abierta y sonora y salga el arco iris tan solo para mi. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Llanos mexicanos (Abril, 2005)
Pinar desmesurado, En oscuro recuadro, De montes azulados, Ceniza luz, de niebla. Donde azul neblinado Hace al verde, azulado… Paisaje de pinares Lejano y milenario En que se ciñe un viento De vida, rezumante. Olor de pino seco, De pino, el olor… fresco, Reteniendo el aliento. Brota desmesurado De vida… Hasta el estiércol, Transforma su materia Reviviendo lo muerto.
Mis llanos Mexicanos, Tan grandes y lejanos. Mi Marquesa, querida Tan cerca, tan distante, A la que entró mi vida En comidas campestres En rara acometida De dejar los placeres De mi vida tranquila. Llanos secos y verdes Extensión desmedida, De pinares tan verdes, Como verde es la vida Eran verdes, entonces Cuando poco medía, Siguen verdes ahora Que se acaba mi vida. Profundo el verde Envuelve mi recuerdo. De niebla ya cargado, Ceniciento lo vuelve. Cenizo es el recuerdo De mi madre adorada, De mis buenos hermanos, De llenarme de polvo Las sandalias sencillas, De bañarme en el río Tiritando de frío.
De las tortas de huevo Con frijoles refritos Llanos y ríos lejanos Nostalgia de esos días Que se quedan grabados, Tan plenos de alegrías Así han de acompañarme Las risas, las caricias, Mis retozos de niña… Hasta el fin de mis días. invadiéndome el rostro De mi Rafa querido, Que tan cansado miro, Tan distinto del niño Que en fotos atesoro. De mi madre, de Arturo Recuerdos… sin olvido En su belleza, eternos, Pinares de mi infancia Que resguardo, conmigo. Pinares…verde azul, ¡Tan ajenos, tan… míos! © Yolanda Arias Forteza
Detalles
Me preguntas, porque te amo como explicarte el motivo si ni yo lo se, son detalles tu mirar el primer dĂa tu roce con mi mano tus palabras titubeantes tus detalles desde que te conocĂ. Tus charlas interminables nervios indecibles con tu beso sensibilidad siempre conmigo tratamiento como si fuera la Ăşnica mujer en este universo que nos rodea tus besos delicados en mis cicatrices arroparme cuando la tormenta estalla.
Como explicar que es el amor o intentar decirte que te amo no se puede decir, tan solo demostrarlo es sentirme vacía cuando te vas triste sin sentir tu respiración mirar tus fotos y rodar una lagrima para después reír como una loca enamorada hasta del papel en el que te dibuje. si me preguntas, me amas, te diré no y mil veces no tan solo te diré que te necesito en este corazón que hiciste florecer, necesito tu mirar necesito tenerte cerca siempre no te alejes pues sin ti estoy perdida no necesito amar porque tu eres todo lo que necesito para saber lo que es amar y ser amada. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Acércate (Junio 27, 2006)
Es en las noches sin luna Cuando vagan nuestras almas, Buscando amor, en penumbra, Donde se aburre la calma. Si una noche, desvelado, Te acercaras a mi lecho Y parece que sonrío, Es porque sueño contigo, Acércate suavemente Y besa mi alma dormida Como el viento besa al río Cuando se acerca a su orilla. Bésame así, lentamente, Sin que yo siquiera intuya Si un cabello impertinente Me provoca una cosquilla O fue tu beso tranquilo El que inquietó mi mejilla.
Es el beso de tus labios El que aclara mis mañanas Y vuelve grises las tardes Cuando suenan las campanas Y pasé otro día sin verte Y de vivir, te lo juro, Se me van hasta las ganas. Ansia que rebasa el tiempo, Y agiganta su tormento Con el cantar de mi tona. Que a la par, con mi lamento También, de tristeza… llora © Yolanda Arias Forteza.
Me envuelves con ganas fértiles
Persuasiva mi lengua acaricia la tuya, provocando, torbellinos sobre piel que tiembla terreno fértil con ganas. Mientras húmedos pensamientos tus piernas envuelven, ansiosa solícitas mi furor en el tuyo. Tiemblas mientras me muevo, tus gemidos en mis labios se bordan a maravilla creando tapices de deseos.
Me fundiré a ti, voluptuoso comiendo de ti el fuego mientras la danza nuestra se volverá espectáculo de encanto.
© Greg D.
Olor salvaje
Te daré tempestad sacudiré tu alma sin fin Tómame así atormenta tu carne poco a poco
Quiero sentirte gritar que soy tuyo atraído por cadenas de pasión Átame el corazón mientras respiras el calor de la esencia qué desatasca olor salvaje de mi dulce violencia.
© Greg D.
Un mar de sentimientos
Me preguntabas algunas veces cómo sería una cena romántica entre los dos en un barco en pleno mar y con la luna como testigo. Este verano, en el lugar donde pasábamos nuestras vacaciones, la compañía que realiza los paseos en barco por la bahía y alrededores, ofrecía este servicio en su apuesta del fin de semana. Así que, en completo secreto, adquirí dos pasajes que incluían esta opción y te anuncié que el sábado de aquella semana no planificases nada, que te tenía preparada una sorpresa; y que no te iba a desvelar nada más hasta ese día, salvo decirte que era preciso que te pusieses elegante para salir.
Había anochecido ya ese sábado cuando, con la ilusión de unos recién enamorados, partimos del puerto en un barco decorado para la ocasión, rumbo a un punto indeterminado del mar, pero cercano a la costa. Me agradeciste la sorpresa y me confesaste que había merecido la pena el no conocer nada de aquello previamente, pues así la emoción había sido mayor. Si de manera general, en nuestros paseos de noche veíamos el mar y la extensión del mismo que nuestra vista nos permitía, desde la costa; aquella noche, mientras cenábamos sobre la cubierta del barco, vimos la costa profusamente iluminada desde en medio del mar, justo desde la posición opuesta. Y el contraste entre una y otra visión, resultaba la mar de variado y diferente a todas luces. Recuerdo que durante todo el tiempo de la cena y luego hasta bien entrada la madrugada, la pequeña orquesta que iba a bordo del barco nos deleitó con una extraordinaria selección musical, muchos de los temas bien conocidos por ambos. Y que, como el mar se encontraba en total calma, no dudamos en bailar muchas de aquellas músicas, bien pegados nuestros cuerpos y susurrándonos al oído bonitas palabras de amor…No faltando tampoco nuestra canción de especial recuerdo, que solicitamos a la orquesta que interpretara para nosotros. Tras una extensa y súper romántica velada, al desembarcar en el puerto y caminar luego a lo largo de todo el Paseo Marítimo; volviendo la vista hacia el mar, la perspectiva de éste volvió a cambiar; aunque nuestro pensamiento volaba en el recuerdo de aquella apasionada noche vivida entre los dos en pleno mar. Y que, como lo bonito siempre resulta corto en su desarrollo, nos prometimos volver a repetir con alguna mayor asiduidad. © J. Javier Terán
A México (Noviembre 23, 2003) 11: 00 hrs.
El suelo por el que ando Sostiene firme mi paso, En él he echado raíces Y han florecido felices Sueños, anhelos, quebrantos Ataduras, fuertes lazos, Costumbres que me fascinan, Hermanándome en abrazos De sangre criolla, doliente Siempre en puja y esperanza, Fiel a un pasado sufriente Y batallando el presente. Hoscos hombres, que superan Expectantes sus quimeras Maternidad inocente, Sometimiento abnegado
Juventud prometedora De futuros paladines De un porvenir superior Amamantado en suspiros En brega diaria de amor De juramentos y quejas Amasados en maíz, Entrelazando mentiras Y verdad en su vivir. Cultura del Mexicano Folklore antaño y mañana, En humano devenir. Orgullosa, frente altiva, ¡Soy una parte de ti!
© Yolanda Arias Forteza
Un cielo (Abril 20, 2004) 5:00 hrs.
Por la crueldad que en China infieren a los perros, Y el maltrato constante, en un mundo de horror Que todos conocemos y ninguno paramos. Pecado de omisión. Es que esta madrugada, despierto desvelada Y al pensar, pido al Padre un cielo para perros. Un cielo con campiñas enormes y floridas Un cielo en que corran por nubes extendidas, Con visitas de niños... ¡Hasta con mariposas! Un cielo para todos los perros de la tierra Donde coman a tiempo donde ni sed ni miedo. Un cielo quiero, Padre: Para el perro de calles solas y pavorosas. Para el atropellado, tirado en la basura, Para el que olvidamos en el patio trasero Cuidando casas solas y... el de las azoteas De soles calcinantes y torrenciales lluvias, Un cielo para todos esos ojos de estrella,
Que no saben siquiera su misión en la tierra. Si ángeles han sido que cuidan de nosotros, Con mayor devoción, te ruego que les tengas Un cielo que contenga el espacio que aquí El hombre les negó. Como nombrar a todos los perros recogidos Son tantos, que ya muchos casi ni los recuerdo. O quizá no los digo, por no enfrentar la pena De saber que se han ido. ¿Están vivos o muertos tendrán un buen destino? Certeza quiero, Padre, de que tengas un cielo Para todos. Para ellos... ¡Donde veles por ellos! Que retocen felices... ¡De haber nacido Perro! Y en las noches de luna, en canino concierto, El tiempo que ellos quieran a la luna le ladren, O le aúllen, Señor, sin que a alguien molesten, Sin que nadie, los calle. Desplaza por el cielo, huestes de ángeles buenos, Que como mariposas dejen caer las hojas Con tu filial mensaje, de humana compasión, Tocando corazones, pidiendo a los hombres Les brinden respeto, cobijo, alimento, Mientras llegan Contigo, confiados... ¡A su cielo! © Yolanda Arias Forteza
Un aullido en la noche
Era el último paradero conocido de Mabel, llamado en otro tiempo, Miguel. Un colchón sucio y desvencijado en los esqueletos de una nave que en su tiempo fue una fábrica de cerámica muy próxima a la ciudad. Se instalaba en ocasiones con otros dos hombres sin techo, ex presidiarios y borrachos. Era una nave de chapa de uralita agujereada que esperaba el derribo, y que a veces veía el cielo que se mostraba inmenso, le parecía como si estuviera en el cine de verano "Los vergeles" y a sus pies, en medio del fétido olor, aun se conservaban trozos de azulejos, unos más grandes que otros, eran algo así como la mínima equidad de un lejano hogar. Tiró de la manta gris oscura o marrón que se la entregaron en la mili y que, “entre otras cosas”, compartía con aquellos cuerpos. Apenas se podrían llamar "Okupas" ya que les faltaba la iniciativa necesaria para ello.
Ella había sido prendida por la policía en algunas ocasiones de su vida por ir contra el gobierno y sus normas. Pasando de ser un estudiante de farmacia con éxito y futuro, a una piltrafa de mujer con los labios de aumento y pechos de silicona, todo por la cirugía cosmética que le fue tan bien, para sentirse grande y valorada por un tiempo. Pero fue esa noche oscura, sin estrellas ni luna. Donde no brillaba nada, cuando decidió ponerse sus tacones de charol de punta fina y andar por la carretera solitaria. Ninguno de “aquellos” que tanto calor le daban dijeron de acompañarla, sobre todo que siempre ella había ido por su cuenta, no se preocupaba de nadie, igual que nadie se preocupaba de ella. Empezaba a llover y se quitó los tacones para seguir su marcha, las medias agujereadas absorbían el barro rojo que se metía entre las piernas, la lluvia no la dejaba ver. Hasta que una luz al fondo le hizo reaccionar, sin pensarlo, se puso en medio de la carretera y un chasquido, un aullido, un golpe fuerte se escuchó en la noche. Estaba allí en aquél lugar debido a una casualidad en el caso, no sabía exactamente por qué estaba investigando con tanto afán. Si hace tiempo que Miguel-Mabel dejó de ser mi amigo de la infancia . quizá por su decisiones repentinas y su forma de ver la vida. Tenía un gusto especial por las obras de arte. Aun la recuerdo en la sala del Museo arqueológico ajustando su tacón y sujetándose en la figura de bronce masculina, ella era así. la figura se tambaleó y casi la tira. No había ningún dato que indicara algo que no fuese la trágica muerte de un transexual que había llegado al extremo de la depresión. A ello apuntaba su pasado sin duda. La perdida de trabajo la poca estabilidad emocional y la obsesión con la vida después de la muerte.
Ya era de noche había estado mirando el sol de invierno desaparecer detrás de un banco de nubes. desde el coche esperando delante de aquél chalet a las afueras de la ciudad. Los familiares de Mabel me habían llamado pero no estaban y tardaban en llegar. Me quedé dormida por unos segundos o quizás mas. Desperté con un aullido, y me puse las gafas rápidamente, por un momento el cuerpo difuminado de un lobo avanzaba por la calle. Poco a poco pude ver la silueta de mujer con abrigo rojo y tacones de charol. Por un momento me pareció estar viendo a Mabel. Nunca supe que tenía una hermana gemela.
© Araceli García Martín.
Una Rosa Roja, para Laura y Marina
El día de hoy, a pesar de ser ya jueves, tiene tristeza en el semblante y en el corazón, a las dos jóvenes conquenses las han hallado ayer en la tarde, desaparecidas desde hacía casi una semana, que hoy se cumplía... sin vida, medio calcinadas... ¿Qué piensa la juventud de hoy en día para hacer una atrocidad semejante? Es incomprensible algo así, a estas alturas de la vida, qué es imposible de racionalizar. Una rosa con espinas, es la vida de dos jóvenes, que ya no están entre nosotros, porqué, sus vidas, han sido
arrebatadas, les han quitado su ser, a Laura y Marina. ¡La belleza que les dio la vida, días pasados les fue negada su estancia en este mundo! ¡¡Espinas, llevan las rosas en sus tallos verdes, es el sufrimiento, por el cuál, han de pasar sus padres, su familia, sus amistades y todos los que teníamos la esperanza de que fuesen halladas con vida!! El color rojo, es la sangre y los sentimientos, qué ellas dos, han dejado para siempre en todo su alrededor más inmediato. Las hojas verdes, son los días felices que pudieron pasar en este enrarecido mundo, lleno de penalidades, que al final, les ha llevado a un mundo, que aún no les pertenecía. Por un asesino traidor, qué no sabe diferenciar del mal al bien, pensando puede tomarse la vida de estas dos chavalas por su mano, sin haber hecho nada en concreto. La maldad, nos rodea, y no sabemos nunca dónde pueda estar, si a nuestro lado o cerca de nosotros. Todavía no hay nadie que imponga una pena a estos personajes, que entendimiento, no tienen, carecen de todo empeño para poder llegar a poseerlo. ¡Ni los animales hacen estas barbaridades y sin embargo, les llamamos animales! Deberíamos de cambiar el mundo, y hacerlo mucho mejor de lo que ahora está. ……………………… En Palencia, a jueves 13 de agosto de 2015.
© Mía Pemán
Aromas (Agosto 10, 2003)
El aroma del té de la hoja del naranjo, Que con la tibia leche, mi madre componía, Obligado remedio para aliviar entuertos Sobre todo el Alma, cuando a veces dolía. El aroma de espliego, que mi madre tenía, Recostada en su pecho, mi alma trascendía De ternura y de dicha al saberme querida. Nostalgia dividida entre un pasado cierto Aromas que entrelazan un intenso presente Y un ignoto futuro. Aromas que no olvido. De mis flores amadas, de todo ser querido, Un aroma de vida... ¡Perfumando mi Sino!
© Yolanda Arias Forteza
Dos caras
Porque me pregunto yo, tenemos dos caras siempre, sabemos ocultarlas hasta lo mas profundo de nuestra alma. Porque personas como yo por ejemplo y otras muchas, nos aferramos a dar la cara sonriente a nuestra familia para que nos crean felices y dichosos y ocultar la cara amarga para que no sufran por las pesadillas y miedos que me recorren todo el cuerpo, no quiero que sepan mi pesar por esta vida tormentosa que me ha tocado o serรก mi destino ser sufridora para que ellos sean felices. Porque me pregunto yo que gente con maldad, asesinos en serie, nos dan su cara gentil para ganarse la confianza de las personas, vamos paseando entre ellos sin saber que en su interior se aloja, un demonio que va buscando a esa infeliz para atraparla entre sus manos, embaucarla y al final, hacer con ella., sus mas sucias maquinaciones y al final matarla de la manera mas vil jamรกs imaginada. A esas personas los
dejan alojarse en su casa, en su vida y hasta en su corazón hasta que un día de repente dan la cara, su cara de demonio y pasa lo que pasa, matan, se lavan las manos y se van a tomar una copa o a su casa como si el no hubiera echo nada tan solo divertirse con una mujer o hombre y lo que a echo, es arrebatar la vida de una persona que confío en el. Porque pregunto yo, tenemos que vivir con miedo a salir a pasear solas o temer por nuestras hijas cuando se retrasan en su horario habitual, porque ir mirando hacia atrás por si nos sigue alguien o tener pesadillas con estas personas por llamarlas algo. Porque y hasta cuando vamos a tener miedo a denunciarlo, a poner barreras a estas malas bestias que hacen daño sin mirar a quien ni en donde, que no tienen cariño ni saben lo que es perder a una madre o padre, hija o hijo, algún familiar o tan solo no saben lo que es perder a un amigo porque son basura, que ni sienten ni padecen y así deberían ser tratados. Mi mas sentido pésame a todas las familias, que por estas malas bestias han perdido a un ser querido. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Aún, ahora (Junio 3, 1990)
Mi primer poema, hace veinticinco años. Retomé la poesía formalmente doce años después, en Febrero, 2003
Aún ahora, que las canas, comienzan a pintar, La emoción de la vida late en mí. Siento el pecho romperse en mil pedazos Y las lágrimas quemando mis pupilas Los sollozos espantando las sonrisas Que se asoman con recuerdos de mi hogar. Hay mil notas que caminan en mis venas, De canciones que sin lazos me encadenan Al recuerdo de mi infancia, de mi madre, Momentos saboreados con aliento de jazmines, Tenebrosas madrugadas, dolorosas despedidas
Casas grandes, solitarias, no abarcadas, Ni en la planta, ni en la mente, Miedos niños, que marcaron mi presente. Aún ahora, que las canas comenzaron a pintar Y las marcas de mi vida, en mi rostro, Se me empiezan a notar, Aún ahora, que tres hijos se entrelazan Como hiedra, en mi mente y en mi ser, Aún ahora, hay dulzura en mis labios... ¡Aunque a veces se confunda con la sal © Yolanda Arias Forteza
El poder de la música
Esta noche, con la luna reflejándose con alguna mayor intensidad que días pasados sobre la superficie del mar, paseando a su vera y sin saber muy bien qué rumbo tomar, he sentido que de pronto se me despertaba el lado romántico y sentimental, cuando de improviso a través de la radio he vuelto a escuchar nuestra canción de aquel entonces. Aquélla con la que nos conocimos un día de feliz recuerdo y que, sin pacto previo al respecto, hicimos nuestra para siempre. Instintivamente, he subido el volumen del aparato, he detenido mi camino mecánicamente y, acomodado sobre un banco del paseo, he dejado que la música me envolviese por completo e hiciese el resto.
Y, por momentos, con los cascos retumbando con fuerza en mis oídos, me he sentido transportado al ayer, mientras unas alegres notas musicales y unas voces familiares a más no poder, iban inundando de gratos recuerdos mi mente, traspasando incluso la propia oscuridad de la noche. Se me ha hecho demasiado corta la canción, como para tanta nostalgia y añoranza como se me iban agolpando en el pensamiento. Y he regresado a casa con el paso acelerado y con ganas de volver a escucharla unas cuantas veces más en el reproductor MP3 donde la tengo bien guardada. Un hilo casi infinito de recuerdos imborrables han vuelto a florecer en mi mente, que con estas líneas he querido trasladarte; por si tú quisieras volver a revivir nuestro amor de aquel entonces, que fue grande y hermoso donde los haya. © J. Javier Terán
No por fa, pequeñeces… no
Ninguna duda, es lo más esencial Onteniente, sin normalidad Paciencias insólitas, son apreciadas Oreando los sentidos, como dos creídas Recién que se salen, de lo cotidiano Fáciles similitudes, alrededor Atareadas las esperanzas, se determinan ,,comidillas, al descubierto,,
Pelusas diminutas, se mueven o sé distraen sin dar quehacer
Estalactitas, viejitas ancestrales Querer es poder... algunas veces Usuales, esas distancias, del... desde allá Eranse que se eran, todas las totalidades Ñoños son siempre y nunca... servibles, si trascendentales
Estados de sentimientos... poco estimados y abandonados
Centros del no apoyo... saltanse los detalles y, se pierden sin más
Ejemplos, los que parecen ser y al final, no lo son
Secretillos, los últimos... ni utillajes necesitan, se desmoronan ...tres puntitos al unísono, unidos...
Nada es comparable, todo es difícil, imposible... nada
Ondeando se nos acercan las "oes", entremedias las hemos encontrado sin pedir... un NO
No por fa, Pequeñeces... No ni pensarlo, ni en sueños tan siquiera Acróstico nº. 66/2014 © Mía Pemán
Imagen Jardín de los sueños2 (1) del autor CONRAL
El toque de las emociones
Rozo tus emociones con el tacto tu cuerpo busca en mi un contacto de fragancia que despiertan recuerdos de noches de amor cercadas de infinitos escalofríos Lentos dedos en el aire diseñan el cuerpo tuyo sinuoso y lo cortejan veo… los senderos trazados de los labios húmedos sobre senos tuyos… colinas que al pasaje se elevan con perlas túrgidas Siento las palabras de senos jadeantes el difundirse en el aire tus perfumes embriagadores
desciendo tus valles entre damascos de seda y bucles de deseo… Prosigo hacia labios mudos que esperan de abrirse dejando húmedas las yemas al pasaje como el rocío sobre melocotones Se esparce el olor de tu carne en la mía y estamos al punto del no retorno mas allá al cual se encuentra el paraíso Lo veo en tus ojos en tu sonrisa contigo encuentro el amor y todavía el miedo la seducción, la perdición… Perfumes y sentimientos puros se posan en mis manos se acomodan para darme tu esencia
© Greg D.
Dame un beso
Dame un beso me imploras en la vĂa enloquecida de luces desierta olorosa de tus escarchas
Hambrienta silenciosa suave repites dame un beso. Te aparto el vestido y te exploro ¡Mira: una abeja que se enhebra en una flor! Miro mas allá entre columnas de carne mi lengua te abrasa después la boca voluptuosa los labios roza en un tierno beso
© Greg D.
Al desaire (Marzo 20059
Ha dos años que vivo En versos, sumergida, Mente en letra, inmersa En prosa, desmedida… Dos años en que lloro Por lo que fue mi vida, Vagando entre recodos Que ni yo conocía. Sintiéndome importante, Insulsa, dominante, Contando displicente, Cosas que había negado Sucesos que ocuparon Media vida, mi mente. Y que van avanzando Hasta este, mi presente.
Película tan… propia, Imágenes que, rotas, Se unen insistentes Hay cantos de cigarras Encendidas de noche Volando entre la hierba En rondas, misteriosas. Hay comidas campestres, Mi madre, siempre al frente, Tranvías, trenes, camiones Abigarrados de gente. Hay prisa, premura, Hasta algún accidente Hermanos, escuela… Ensueño persistente Qué vivencias escapan D'este grafo impaciente Que veloz se desplaza, De mi lerdo, consciente. Tanta imagen no cabe, En infinito alarde Al paso, se descubre En una inquieta tarde. D'este marzo, nublado, En que escribo… al desaire. © Yolanda Arias Forteza
Hijos míos
La noche llena de estrellas y luceros brillaban alrededor de su madre la luna. El día con rayos de luz de mil colores bailaban alrededor de su padre el sol. De día y de noche ríen mis hijos conmigo porque soy su madre. Alegría infinita por ver cada día a esos pedacitos míos, flores que vi nacer y tener a sus retoños amores de mi vida y alma.
Que daría yo por verlos ser tan dichosos como fui yo. Haría pacto con Dios por ellos dejar esta vida ahora mismo si así fueran felices para siempre vendería mi alma al Diablo por verlos crecer, con sabiduría. el sol y la luna los acunaran como si de mi misma se tratara, hijos míos, hijos de ellos, ser sencillos y humildes como lo fui yo para ser felices doy toda mi alma por vosotros saber usarla. M.M.R ©Manoli Martín Ruiz
Cuando sonó aquel viejo acordeón
Hoy, en nuestro paseo de tarde junto al mar, el aire limpio y un tanto dulce del atardecer nos acercaba por momentos un sonido de música de acordeón que, en la distancia, apreciábamos cómo las notas musicales de un tema bien conocido iban desgranando al viento su alegre melodía. Y quisimos acercarnos hasta el lugar exacto de donde partía aquel sonido que inundaba de música la tarde y trataba de pintar sus horas con un colorido mucho más optimista y divertido; conocedora como eres, por otro lado, de mi debilidad por el sonido de este instrumento musical. Una vez en el lugar, advertimos que al acordeonista, un hombre de mediana edad, le acompañaba también una mujer que hacía sonar su violín de manera conjunta en
muchas de las canciones. Porque fueron bastantes los minutos que estuvimos junto a ellos, deleitándonos con sus animados y simpáticas músicas. Y así, observábamos cómo unas gentes pasaban sin más, otras detenían algunos minutos su paseo para escuchar alguna o algunas de las piezas musicales que seguro les resultaban más conocidas, algunas otras se paraban durante más tiempo, y algunas más, en fin, que permanecieron junto a nosotros durante un largo rato. Y de pronto, escuchamos cómo comenzaban a sonar a dúo las primeras notas de nuestra canción favorita, aquélla con la que nos conocimos y que nos permitió enamorarnos en el pasado. Aferramos nuestras manos con fuerza y notamos cómo se iba erizando nuestra piel por momentos a medida que las notas musicales iban inundando la tarde. Y, llevados por la emoción, nuestros cuerpos se vieron atrapados por la música e iniciaron un baile de manera imprevista. Con nuestros ojos cerrados sintiendo la música, no nos percatamos de que éramos observados por un amplio grupo de gente que seguían expectantes nuestros pasos de baile. Al cesar la música, y hacerse el silencio y quedar libres nuestros cuerpos, escuchamos unos cuantos aplausos que a buen seguro se repartían entre los músicos y nosotros por nuestro improvisado baile llevados por la emoción de la canción. Tras depositar en el platillo de los músicos nuestra aportación monetaria por tan gratos momentos, y despedirnos amablemente de ellos, seguimos nuestro paseo con la emoción todavía a flor de piel. © J. Javier Terán
Y, una cara oscura yo pude ver
Era deshollinada, y no lo sabía más el descuido, le dio pie para verse siempre por igual. Láminas rayadas tenía en su rostro, en líneas rectas y horizontales salían de un interior destapado, no se veían los principios y sí los finales. Qué rara era esa cara rayada y oscura, parecía ser un algo del otro mundo
no quería ser normal, tenía miedos incontrolados decía estar pasando por aguas desleales, y no quería limpiar su rostro bello. Una boca ancha y de madera, los surcos le llenaban en su alrededor, se enredaban lianas de esparto y serrín. Hablaba y hablaba, nunca se callaba fue un suplicio estar a su lado, siempre con la palabra en la boca no dejaba de hablar y hablar. Para colmo, su risa embobaba el ambiente, y no dejaba de ser otra cosa rara ya te hacía un vacío, tan enorme qué traspasaba las fronteras, del sin vivir. Todos los lados se movían a su antojo, no era posible ver algo tan simple y natural. Gentes que ni la conocían, la saludaban era un patético ambiente, seguir a su lado un imposible y caminar delante de ella, el imperdonable sentir cuando el más allá, se estira mostrando ambigüismo, incontrolado qué por no saber estar a su lado, era un sufrir continuo y desesperante. La fuerza del no entender, nada ni tan siquiera, un respiro la nada del andar derecho, sientes
el caminar demasiado delante, te pierde los pies, se encaraman solos sin contener los descuidos dados. Y, una cara oscura yo pude ver sería el revés del antes de ayer, ese qué se desdice de lo cotidiano y, no sabe alcanzarse en las horas, del día el qué tiembla en las noches, cuando el sueño desea tener una conversación demasiado correcta, con el hoy queriendo ser más elocuente de lo normal. Hoy mismo, puedo descifrar con cautela presencial, las cavilaciones de noches pasadas qué sin dormir a medias, extrañaba los momentos vividos días atrás, en agradable compañía más las llamadas de atención, no cejaban en su tono tosco y hostil cuando la incomprensión, saltaba chispas. En tres partes desiguales, suelo encontrar las demasías, que se descalzan y sin previa revisión, se marchan. Todo no es igual, ni mucho menos las diferencias son extremas, unas salen disparadas de sopetón y otras, sin embargo, se desmoronan con los descuidos. Nada es decente ni se asemeja a la realidad, siempre se desmoronan por pequeñeces demasiado agrandadas, esas que te avisan y no se callan
intentan darte las vueltas, y cuando te atropellan, escapas sin más ahí, vienen los disgustos indecisos los qué se descalzan después, lo dicho no importa cuando quién los pronuncia, sabe muy bien lo que está buscando. Partidas de doble filo se rebuscan y perecen, no quieren coordinar sus sinsentidos están abordados, es entonces, cuando todo termina y sin mediar las palabras, descuelgan los auriculares por no seguir la discusión inútil, de conseguir. ¡Sálvese quien pueda, No hay orden ni puntuación!
Y, los remedios, no existen se descalzaron del montón, los descosidos ya no saben lo que quieren en su realidad pero, sí desea ser más clara que un dedal si no atiendes, a sus pedidos inconsecuentes te taladra el entendimiento seas o no inteligente, te bloquea su ley, vale más que nada
y, has de seguir sus remiendos o de un sartenazo, te desbloqueará. Serás ese despojo incontrolado, más sabrás sentir tú verdad la qué bien conoces, una realidad marcada por hechos qué sienten y se conjugan, no ser una persona qué se desmorona y ha de pedir ayuda, algo que no es muy normal de saberte frágil, las sin ayudas no te acercan a nada ni a nadie en concreto, te vas desapareciendo como el aire sin ser un escenario, te conviertes en irrealidad absoluta, y no… no es justo ni necesario. La vida, es una realidad palpable, aunque, no seas o no sepas vivirla has de seguir tú propio caminar el qué a diario vas viviendo, si te detienes… será por algo concreto e importante, ahí está la sal de los días los qué te darán una posibilidad, si el tiempo desea hacerlo concretará tú existir, si no morirás en el intento, cuando el sentido opuesto descienda de las alturas, sabrás que la existencia se dejó su andar en el centro del vivir. Poema n26/2015 © Mía Pemán
Tendré frio
Hoy, tendré frío me echare una colcha, hoy no estas tu a mi lado, presiento que mi cama será muy grande, solitaria. Hoy presiento que será una noche de infinitos pensamientos, de faltas de abrazos, caricias y besos. Porque es una noche de soledad de vueltas en nuestra cama faltara tu calor, tu aroma, tú no estarás.
Hoy te alejaron de mi sin pedirme permiso tu no lo sabias pero yo lo intuía, una llamada, una conversación, un adiós. Hoy presiento que tendré frío y serán muchas noches viviendo sin vivir, porque hoy te arrancaron de mi. Tanta felicidad era imposible, nunca se es feliz totalmente porque viene la sombra y te la quita. M.M.R. © Manoli Martín Ruiz
Eres…
Aquella tarde presentí que alguien nuevo aparecería en mí vida. Fue casualidad, tú estabas yo también. Recuerdo lo que hizo que me fijará en ti; tus palabras, tu modo de expresar tus sentimientos, todo un mundo desconocido para mí. Me agarré a ti , como un náufrago a un trozo de madera, en medio del mar.
Tú , te dejabas llevar, me tendiste tu mano , yo la cogí, me entregaste parte de tu corazón......... Hoy puedo decir que navego con rumbo firme, el oleaje de la vida , no me balancea siempre emerjo de las turbulencias, sigo el horizonte, como buen marinero, eres mi brújula. Aunque estén lejos nuestros puertos, sabemos que navegamos en la misma dirección, sé que estás ahí , eres ese faro que me guía a ti , esa luz que sé que no se apagará . Todo es diferente desde que estás tú. No me olvides , yo no te olvidaré. P.M © Pepi Maeses
Martes 02/01/2011
Vive lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Vive lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "íes" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.
Vive lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Vive lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo. Vive lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Vive lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Vive lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad. © Ana Isabel Molina (Anaisbella)
Miércoles 02/02/2011
Esta noche te he soñado... como tantas noches durante tantos años, y me pasé tantas horas hablando con una sonrisa sin dueño, o con un dueño sin sonrisa, de un alma nunca olvidada... que todo lo que pueda decir carece de sentido.
Siempre te encuentro en mis sueños cuando la realidad del mundo me aplasta y me pregunto que clase de magia fantástica es esta... en la que puedo verte, tocarte y sentirte sin que el vacío que dejaste me cause ya dolor.. y aunque se que vienes a visitarme desde ese mundo que no es de los vivos vuelves a reconfortarme como tantas noches durante tantos años. Como ya te dije antes... todo lo que pueda decir de más carece de sentido. Para Antonio... a los grandes ojos verdes que ya no están.
© Ana Isabel Molina (Anaisbella)
Dama de noche
Sentado esta yo en mi gran salón, una copa de buen coñac entre mis manos; una suave melodía salía de la radio. Una suave brisa entraba por la ventana abierta cuando un aroma mas bien un perfume embriagador me cautivo, me asome al balcón por si era una bella dama sentada en la terraza de abajo, no vi a nadie eso si me llamo la atención una flor tan blanca que iluminaba la noche, se mecía al son de la brisa o quizás al son de la música, pero me enamore de ella al instante.
Me tuviste toda la noche entusiasmado con tus ligeros movimientos, tan bella y con tal aroma que ya no supe ni contar las horas que te mire. Amaneció y tu sabiéndote admirada con un ligero abrir y cerrar de ojos míos te cerraste y tu aroma me lo mandaste en un suspiro y un hasta esta noche. Estuve todo el día nervioso deseando que por fin anocheciera para volver a verte, al final llegaste con tu perfume; con tu luz cegadora y tu danza. Feliz me encontraba, allí estaba mi enamorada mas bella si cabía que la noche anterior. Te miraba y no me cansaba, oí una voz que me decía: pídeme un deseo te será concedido. Pensé estoy tan enamorado de ella que me parecía oírla hablarme; la pedí que se hiciera carnal para poder tenerla entre mis brazos, bailar con ella su suave melodía y estar con ella toda mi vida. Amaneció y como la noche anterior ella se cerro dejándome su aroma y su belleza, pobre iluso había soñado con ella. Otra noche mas te espere con entusiasmo e incapaz de hacer nada por pensar en ti y en que aparecieras al anochecer. Me asome a mi balcón, locura sentí cuando vi que esa noche no me dabas tu aroma, tu belleza. El timbre sonó , con rabia fui abrir y allí estabas con tu belleza y tu aroma; me dijiste : buenas noches mi enamorado estoy aquí para que me ames tanto como yo te amo a ti. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Luna me abandonaste
La noche envolvía toda la ciudad, la oscuridad era mi única compañía. Iba andando no sabia donde depararían mis pasos, iba absorta con mis pensamientos. Parecía que hasta la luna esa noche me hubiera abandonado, no me di cuenta hasta que de pronto una sombra, me saco de mi espiral de caída libre hacia un pozo negro. Una voz enérgica, una mano que me asió fuertemente, de repente se esfumaron mis sombras y apareció ante mi una luna tan hermosa que jamás había imaginado ver. Mis ojos se posaron en ti, en tu rostro angelical pensé caí en el pozo y estoy en el cielo, pero tu voz me dijo.. se encuentra usted bien, me pareció que necesitaba mi ayuda y no la soltare hasta que usted me diga algo con coherencia, tan asombrada estaba que acepte a decirte.. me invita usted a un café, tengo escalofríos, el no se podía imaginar que me había salvado de ese pozo donde iba derecha a tirarme y
gracias a el ,ahora me hubiera arrepentido de hacerlo , pensé en mi vida y no merecía la pena huir de ella, tenia muchas cosas que hacer antes de irme. A esos que me negaron a ser escuchada, a esos que me dejaron tirada y humillada, a esos que me maltrataron sin miramientos les doy las gracias por hacerme mas fuerte si aun cabe, a saber a poner la otra mejilla y a levantarme cuando me tiran., pero también a esos que me mimaron, me cuidaron, me dieron su aliento para seguir luchando, por enseñarme que la vida es una de cal y otra de arena, a veces te quemas pero otras las heridas son tan superficiales que a ellos mismos los haces mas daño sabiendo que soy feliz y contenta, porque seguiré viviendo aunque a ellos les duela. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Mis ojos (Marzo 15, 2003) 10:00 hrs.
No son mis ojos como azul de cielo, Ni del verde de mar tienen destellos, Son mis ojos de miel, de un color raro, Como un fino coñac de color claro. Ellos miran con paz en las auroras, Con pasión en las noches, desvelados, Abrazan a mis hijos sin tocarlos Y besan a mis nietos sin besarlos. Piedad han encontrado en ellos, Desoladas almas que mi puerta tocan, Algunas veces sin querer se enojan Y fulgores de espada los traspasan Cuando injusticia ven. Con sus destellos, Han mirado con odio algunas veces, Si se percatan que abusaron de ellos, Pero, más con amor han contemplado, Porque todo a su mirar parece bello Y se hicieron más hermosos todavía, Al contemplar que te has mirado en ellos. Tienen brillo de lluvia cuando lloran Y humo de nostalgia cuando añoran.
Sagaces son para cuidar su casa Se sorprenden cuando algo los provoca, Son chispitas de estrellas cuando ríen, Y lámparas de luz con la esperanza. Su fulgor más radiante en ellos brilla, Cuando de Amor están enamorados Y se miran en la niña de tus ojos, Dándose cuenta de que son amados. Cuando la soledad me oprime como ahora... ¡Qué opacos, que tristes son mis ojos!
©Yolanda Arias Forteza
Palabras al viento, quedaronse
Eran finas como plumas suaves, tan relucientes que daban abrigo y las palabras al viento, quedaronse mudas.
No sé qué ha podido pasar, salvo que los sonrojos adelantaron su fina estampa, sin poder seguir su cálido paseo. Tantas eran y gráciles, qué distaban de ser realidades mojaron sus ojos, acercándose con el rocío se dejaron ver se callaron, y solas se alejaron. Colmados los labios, enmudecidos quedándose sin frases bonitas, languidecieron sin previo aviso. ¿Qué habrá sido de su querer y no poder ser, su gran verdad? Las ocarinas cantaban en las noches, silbaban al viento canciones de amistad o amor, quién puede saberlo ahora cuando los cantarines nacares, han salido corriendo tras el consuelo del néctar y la miel, quizás un día se vuelvan a encontrar... Poema n28/2015. ©Mía Pemán
Creo en el amor (Febrero, 2008)
Yo si creo en el Amor, ese perfecto Que no se desvanece con el tiempo, Con el diario bregar Y acepta el sentimiento.. Me dicen que no existe, Más, insisto en hallarlo Lo he visto sonreír en mi mirada En pasión desbordado, en alboradas
En susurros de viento, trasnochado En el canto de un ave, alborozado. Cuando ruge la mar, atormentada O el relámpago al trueno lo reclama Así creo en el amor, rosas y espinas Porque mi alma está segura De que existe por que en ti lo encontré, y tú me has de querer Por eso se abandona, Por eso es, que... persiste. ©Yolanda Arias Forteza
Despechada (Diciembre, 2005)
Quiero volver a hacer versos, Como aquellos que primeros Me pensaban, por ti, amada, Felices versos de mi alma En la fe de tu promesa, Y embrujo de tu mirada. Brujo romance de entonces En el que sigo varada. Versos distintos de ahora, En que lloro‌ despechada.
ŠYolanda Arias Forteza
Entre palabras, se mueve el semblante
Sonaron las campanas, tocaban rápido no eran a lo loco, su tañer decía muchas cosas… tantas, qué los instantes lloraban y su agua cristalina, se confundía con las hojas que la lluvia había dejado.
Un niño le preguntaba a su mamá, ¿por qué toca tanto, mamá? seguía tocando levemente, y no paraba su mamá le dijo, ¡mi niño querido, es qué se quedó enganchada, mi cielo! tañía, como si le doliese el alma y volvió a repicar la lengüeta de esa campana, que se veía en lo alto tras las ventanas del sentir campanil, allá en las alturas del campanario en aquella espadaña enorme, su golpeteo quiso dar a entender qué su melancolía, tenía un por qué. En la plaza grande, una iglesia enorme había era la de San Pablo, que al mediodía su reloj brotaba su voz natural, para decirle a los lugareños que el mediodía estaba ya cerca. El niño entonces, pudo comprender qué le estaban hablando las campanillas, llamándole a entender lo que más adelante podrían decirle algunos días, los que por allí pudiese un día pasar y les sonrió, con carita de ángel infantil, por fin, su mamá lo cargó en los brazos marchando a su casa quizás, contentos y hablando lo qué allí, su niño había aprendido. Poema, n29/2M15. ©Mía Pemán
En trĂĄmite
Sumergida en el libro despertĂŠ de la nada supe que estabas cerca pero no te veĂa me dejaba tu aliento la luz de una presencia: sonido de aguacero, remolino de voces asidas al silencio...
Perdida entre esas cosas de algún mundo lejano donde llevan los sueños cuando escucho a Chopín presiento que es el tiempo mi amigo deseado el que escribe caprichos en mi página en blanco: tinta sepia el futuro...
Ausente, demacrada, la mirada perdida el tacto de las horas acariciando el alma, y tu luz, tu luz siempre más allá del sigilo desvelando misterios en mis ojos, cerrados guardando tus secretos...
Tengo miedo a decirte que busco en ti la lluvia la frescura del aire que mana de tu boca, la humedad de tu noche colmada de emociones que deja suavidades en estas superficies de nuestra piel desértica... Lo nuevo es la belleza de lo desconocido lo que se inventa el sueño para sentirse amado o ese gesto divino que nace en la sonrisa cual sugerencia en duda de un beso inoportuno todavía pendiente...
©Julie Sopetrán
Campanas
Campanas repiquetean en mis o铆dos toques celestiales me suenan. Campanas que redoblan en mi coraz贸n alegre canto a su son.
Tocar y no os canséis que contenta estoy enamorada me siento hasta del viento. Brisa seré en tu mar para que navegue tu velero hacia mi. Agua para tu sed, pan para tu hambre, música para que bailes junto a mi. Campanas siento dentro de mi, porque tu estas aquí, a mi vera. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
En grito (Diciembre 12, 2004) 1:30 hrs.
Si no te pienso logro Conservar el aplomo, Si no te lloro consigo Sonreír con estilo. Es tu recuerdo solo, Lo que queda de todo Amor en mi memoria, Que te recuerda necia. Tú ya, no me interesas, Pero a ratos, regresas, Para impedir que deje Que mi pecho te aleje Como un músculo quieto,
Por golpe adormecido, Insensible en el toque, Y sin embargo, herido. El triste pensamiento Del haberte querido A veces se despierta y lacera mi alma en grito...repetido. ŠYolanda Arias Forteza
Jueves 17/11/2011
Estoy llena de canto y risas, sacada para afuera, pues tuve tiempo de conocerme, amĂĄndome con mis defectos y mis virtudes incondicionalmente... y soy egoĂsta, sin derrochar caricias en los otros...
y me resguardo, para que nadie me lastime esta piel, ni tan siquiera yo misma. Cuidándome de mí sin reproches, sin necesidad de perfección, sin autocrítica. Desnuda conmigo misma, expuesta a mis propios sentires, ya expulsé el dolor, ya derramé la última lágrima, ya enterré a mis muertos, he sepultado sueños vanos, y he resurgido como MUJER y me he parido con amor. Llevo la maleta ligera de recuerdos y cargada de esperanza, el camino se abre ante mí y yo, tan sólo, me dejo llevar.
© Ana Isabel Molina (Anaisbela)
Intrascendente (Octubre 29, 2007) 10:40 hrs.
Hoy quiero amarte con locura intensa Con el amor seguro de una adolescente Como ama el sentimiento que no piensa Con un amor de alondra, intrascendente. Y voy a darte lo que más quisiera Retener en mi pecho al paso de los años Una risa feliz, despreocupada Que no sabe de olvido y desengaños. Más esa risa, es sueño irreverente, Ya mi sombra no alcanza los peldaños Cansada de llorar se ha doblegado Al embate furioso de los años. Yo no te puedo amar sin que mi alma Asustada se esconda a tus acosos Se abandone inconsciente a tu retozo Y sienta entre tus brazos paz y calma; Pero, vale soñarme entre tus brazos, En viva carcajada, En revuelo de alondra... intrascendente. ©Yolanda Arias Forteza
Sueño primero (Julio 29, 2015)
Si me nombro amante, soy sólo teoría; pues, de todo eso, nada he de aplicar. Todo está en mi mente, sublime, vigente en el calendario de un amor sin tiempo de un amor silente que quedó encriptado sin que envejeciera, sin que ostentara etiqueta alguna de caducidad. Amor inocente, sin piel, ni murmullo, roce o arrullo, sin complicidad. Amor que convierte años de repudio en canto otoñal. Brebaje escanciado en copa de hierro, amargo y ajeno, lo he vuelto burbujas de rosa champaña y lo degusto ahora en copa de cristal, garganta callada, gemido que, ahogado él escuchará y suave, en mi oído acariciará la voz rumorosa de un amante, vivo.
Aliento de labios unidos que se abrasarán, pasión en invierno, incrédula, plena el sueño primero que ya, sin buscarlo, ya sin esperarlo, por fin... llegará. © Yolanda Arias Forteza.
Raíces
Raíces o recuerdos enterrados donde nadie pueda decirme que paso ayer. Raíces de mi familia, de donde soy recuerdos buenos y malos enterrados y olvidados. Hay un antes y un después cogí una pala e intente taparlas y olvidarlas. Son sabias e intentan envolverme eso jamás ya las olvide, soy persona feliz.
Me miro al espejo y veo una mujer joven, alegre, nueva y enamorada. Raíces que en mi vida estarán, hoy hay un presente con sol sin nublados. Hay un futuro de luminosidad, vivir la vida, hoy me toco a mi ser feliz. M.M.R
© Manoli Martín Ruiz
Fugaces los días, se entregan
Sencillos los días, de luna llena, viendo la brisa acercarse cómo queriendo asomar, su cálida cara y viéndola pasarse, del infinito hasta el ocaso, tal vez. Tú mirar hizose sonrisa, sereno Astro.
Al abrigo de los árboles, el siseo del mar y el sol sentían envidia de los dos, cada mirada que se quiso dibujar entre las sonrisas del querer. Recordando aquél preciso momento, dónde la confianza dice mucho más no sé cuenta toda la realidad, tan solo una pequeña y gran verdad, la que seguirá su camino real. Cuando el alma escribe al pensamiento, tiene al amor delante suyo como si fuese el mejor regalo y, más preciado tesoro. Fugaces los días, se entregan desean ser más largos, y así procurarse mimar sus ojos cuando su halo, pida convertir las mejores caricias del sentir exacto. Poema n31/2M15 ©Mía Pemán
Mi ángel
Duérmete mi niño, tienes niñera, la luna te hizo una cuna de cristal, las estrellas tintinean para ti, tus manitas quieren cogerlas.
Duérmete mi ángel con tu sonrisa, sueña con tus pasos hacia tu espiral, peces de mil colores y formas, flores que bailaran a tu compas.
Duérmete mi amor te hará bien, ahora ya cansado de tanto trotar, te pesan tus lindos ojos de color mar, no llores mas, descansa mi bien. Duérmete mi vida, la luna te canta, con mi voz la acompaño, así no te sentirás extraño, me pareces el ángel mas bello. Ya te dormite y calmado estas, la luna te vigila, un regalo te dejo una estrella que te alumbre tu soñar, un lucero de guardián nadie se acercara. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Muda de versos (Noviembre, 12, 2014) 9:40 hrs.
QuĂŠ ha pasado con mi insomnio, ya en las noches no me llama, ahora escribo poemas profundamente dormida, arrebujada en abrazo, con las mantas de mi cama. Dicto versos en el sueĂąo, hasta tengo secretaria, eficiente, comedida, atenta a cuanto le digo a que no obvie una palabra. Si por algo me despierto, tomo la pluma y en la mente obnubilada, mis juramentos de amor de nostalgia disfrazada, se quedaron en el sueĂąo en trazos de secretaria y al intentar recordarlos, en verdad no tengo nada.
Ahora te hablo entre mis sueños, no más noches desvelada, y en la mañana despierto con tu susurro en la almohada, la mente muda de versos y de lágrimas… mojada. ©Yolanda Arias Forteza
Efectos secundarios
¿Qué me ibas a explicar? ¿Qué me ibas a decir?. Si ya nuestras energías están reducidas no podrás llegar a mí ni yo a ti… Todos los recuerdos, de golpe machacaron brutalmente mi cabeza. ¿Sabrá lo que es un beso? Enfriaste mi cuerpo y me administraste aquel medicamento... Que no recuerdo como se llamaba ni si sigue en el mercado. Aquello fue ralentizando mi corazón hasta que dejó de latir.. Supiste cronometrar el tiempo que mantuviera mi cuerpo parado. Allí en aquella urna de cristal me mantenías muerta en vida,
a la espera de tu milagro. ¿Fue uno o más de un minuto, un día, un mes o un año el tiempo que mantuviste mi corazón a la espera?. Mientras yo, seguía mandándote continuos mensajes... Un beso, sólo un beso ¿ Sabrá lo que es un beso?. Otra vez la duda, creerá que estoy dormida profundamente, pero este no es el sueño de la Bella Durmiente. Aquí no hay miedo, ni nostalgia , ni tristeza, ni hambre, ni sueño. Solo una gran espera. Siento frío en la espalda y en el cuello. El temblor de mis piernas se convirtió en dolor.¡ Oh Dios!.. ¿Sabrá lo que es amor?. No puedo aguantar más .Tengo que hacérselo llegar. ¿Lo conseguiré? Me miraste un momento y aquí ...Creí morir, pero al fin lo conseguí. Tuvo efecto enseguida fue el desfibrilador más efectivo. Sabías como hacerlo... En el momento preciso. Desde entonces he perdido la noción del tiempo. © Araceli García Martín
Al lado mío (Abril 23, 2015) 23:40 hrs.
No logro conciliar que aún sigues en íntima fusión al lado mío, en cíclica ilusión hago que vivo mientras voy deslizándome al vacío de un tiempo que ha dejado de ser mío. Un calendario atemporal con un presente de apariencia actual en mi anhelo constante de encontrarte en indicios de alguna cercanía, un suspiro quizás que nadie sino yo, escucharía.
Una seña a saber, que tu alma me recuerda, el trino de un gorrión a medianoche, un sol umbrío o la luna sonriendo en pleno día, una mar sin rumor, de olas vacía, un signo del dolor de mi universo, un algo que me diga que aunque has partido, por mí y para mí, quisieras seguir vivo. ¡Estar, por un momento, al lado mío!
© Yolanda Arias Forteza
Covadonga
Madre de los asturianos, en los altos estas, entre montañas dentro de una cueva acogida. Madre un poquita mía, madre soy de un asturiano, entre flores y escalones un día te pedí por mi hijo. Misteriosa, sonriente y cariñosa siempre, lagrimas rodaron por mi cara cuando fuy hablarte de mi niño e imagine que te movías. Madre de los lago, entre vacas y montañeros rodeada estas, cuidando de todos.
Señora de Covadonga cuanto te quise te admire por ese gesto de tu manto con mi hijo y otros tantos que mimaste. Hay mi virgen cuanto trabajo te di y te daré por tener a un asturianin, te rezo a diario para que no se te olvide que aunque lejos de ti, sigues teniendo un hijo aquí.
M.M.R
© Manoli Martín Ruiz
Quiero ser abeja (Mayo 3, 2015) 11:52 hrs.
Cada día despierto con nuevas ojeras distintas de aquellas que en tiempos pasados me hicieran más bella. El cuerpo doliente pidiendo me muera y el alma gritando por ti dondequiera. Después me consuelo, bajo la cabeza y organizo el día con rutinas viejas, esas que me hicieron ser como yo fuera y de tanto hacerlas parecieran necias. Ya debo cambiarlas, quiero ser abeja que al sol se despierta y abriendo sus alas se lanza volando a los campos y liba del néctar que tienen las flores, para que te acerques a mí por la noche y tengan mis labios distintos sabores.
Quiero que me beses como la otra noche, tan cierto tu beso, tu mano en mi mano, que incierto parece que te hayas marchado y sombra me envuelvas sintiendo que te amo. Quiero que me beses como cuando muerto yo ya te he besado. Me ames cuando muera, como estando viva, siempre yo te, he... amado. Š Yolanda Arias Forteza
Deseo
Dejo caer la mano bajo la cintura la lengua con la mĂa parecĂa una el gemido salido de la garganta un grito agudo de niĂąa dedos hundidos en la carne brutales como alas de mariposa apretaban tocaban la piel
En un instante en los ojos has encendido el deseo un escalofrĂo me ha recorrido al improviso soplo delicado detrĂĄs del cuello no has sabido apagar el fuego sobre el rostro perfume sobre los dedos de las manos olor de humores impregnados golosa de pasiĂłn el aire se ha impregnado
Š Greg D.
Domingo 20/11/2011
Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cav贸 por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Teji贸 delicadamente mis nervios y balance贸 con cuidado el n煤mero de mis hormonas.
Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo.
© Ana Isabel Molina (Anaisbela)
La razón de amar
Tendría que cerrar los ojos, A este sentimiento que me domina. No es locura…se llama Amor. En lo más profundo de ti , disfrutando , de besos y pasiones. Dime que has hecho conmigo que no respiro nada que no sea tu aire. Tu amor será mi sueño no despertaré, para siempre soñar contigo. Alma de noche…corazón de fuego. P.M. © Pepi Maeses
Aliviar el alma
Un jardĂn poblado de arbustos y enredaderas, ni un solo ruido oasis de sombras. Al atardecer en la playa desde las rocas el sonido de las olas adentrĂĄndose en el mar el cuerpo de una mujer, finas hebras de cabellos rojos‌
de traviesa sonrisa y latidos alocados dueña de sus sueños. La noche había caído cataratas de recuerdos cubre el fondo del destino… Vivir lejos del amor… mejor morir PM © Pepi Maeses
Dulces emociones
Con los ojos cerrados espero tus labios posarse sobre los mĂos Tus caricias dulces y delicadas un roce de alas de mariposa Los dedos entre los cabellos seda ligera que llena mis manos Cual conflicto genera la mente hay una gran gana de dejarse ir y el deseo de no querer acabar
Y más besos suaves copos de nieve en mi piel dulcísimas emociones nuevas sensaciones Es una dulce tortura que como vorágine me lleva lejos irrefrenable me arrastra Y cruzo cada confín sigo como encantado las líneas de tu cuerpo Y al unisón manos que se aprietan en una espera bella como un sueño me pierdo en tus ojos sonrientes quedando en tu guarida prisionero
© Greg D.
¡Esta noche de luna llena!
Esta noche de luna llena, que cada año se repite en todo su esplendor, mágicamente, durante el mes de agosto en nuestro destino vacacional junto al mar, esta noche, quisiera hacerla inolvidable... De entrada, la estampa no puede ser más romántica: Este restaurante junto al mar, que cada año elegimos para pasar nuestra velada, porque desde él se divisa toda la amplia bahía con sus luces y sus sombras, sus barcos de recreo anclados en el cercano puerto deportivo, sus barcos de pesca que enfilan la bocana del puerto para salir a faenar a alta
mar por unas horas, el faro a lo lejos, emitiendo sus consabidos y repetitivos destellos de luz orientadores en la distancia… Y la luna sobre nuestras cabezas allá en lo alto, espléndida como pocas noches y reflejando su asombrosa luz sobre el agua tranquila y mansa a pie de playa que llega sonora y luego se retira para volver a continuación en su acción una y otra vez... Pero sobre todo, tu particular y sin par figura frente a mí, iluminándolo todo a mi alrededor, que no me canso de contemplar y contemplar; y destacando sobre manera entre tanta belleza como nos rodea esta noche. Quisiera que esta noche no se acabase nunca, ¡amor!... Y que los dos pudiésemos estar siempre en medio de esta tranquilidad y felicidad que se respira en este ambiente de total paz en torno a nosotros. Y aunque los dos sabemos que nuestro tiempo de vacación es temporal y que regresaremos pronto a nuestros quehaceres habituales lejos de aquí, al menos nos llevaremos el recuerdo de esta noche tan especial, que alimentará muchas otras cuando los días y las noches avancen en torno al crudo invierno y la memoria nos haga un barrido a ráfagas de estos felices días del verano...
© J. Javier Terán
El tiempo vuela que corre, se adelanta o se pierde, no se espanta
Y, corre que se las pela, pero no siempre es así, unas veces se detiene unos instantes para hacerte reflexionar sobre su eterno destino... el hoy o el mañana, y nunca en el pasado... Entonces, el número 13, también es mágico... me trae recuerdos de un ayer, todavía quizás, en un hoy... Desde un tiempo muy lejano ya, tantos años qué aún hoy, me acuerdo el mes, pero, no el día, en el cual pude llegar a ese número 13, qué durante muchos… muchos años, pudo albergar mi estilizada figura por muchos años. Décadas diría yo. No muchas, solo tres de otras tantas, que le pude albergar, no completas, pero sí eternas. Travesuras, nunca hice… o quizás sí, ¡ya no las recuerdo!
Sí en el tiempo han ido quedándose, como pizcas que han ido cayéndose de un pedestal, por ser meras pequeñeces, las qué hice y no merecía la pena poner en una buchaca o baúl. ¿Cómo es posible, que el tiempo haya corrido tanto y tantos años se han ido añadiendo? ¡Qué barbaridad, y yo, sin darme ni cuenta de todo ello, por dios! Aunque, con los años que se han pasado, si no te das cuenta de ello, es qué en realidad, no has estado enteramente en este mundo, viviéndolo, sintiéndolo y sabiendo que la realidad, supera muchas veces a la irrealidad de los días. Todos y cada uno de mis personajes verdaderos, ha pasado por lo suyo, pero, sería banal, no recordar, qué también, nos ha tocado un punto a cada uno. La vida, es una seriedad de mucho cuidado, y no nos da el tiempo debido a cada ser que la podemos morar, por qué, en sí… es imposible saber, cuánto tenemos designado a cada uno de nosotros. ¡Solo, lo sabemos, el mismo día que nos vamos! Entonces, nos enteramos de cuánto hemos perdido y no sabido aprovechar… Los años han ido pasando, galopando, a lomos sin descripción, ni quizás nunca se podrá llegar hasta los antaños de un día concreto. Mis recuerdos en el tiempo, en esa era del destino incierto, no se pueden fijar en fechas ni meses ni años, no los pude ver, no tenía esencias finas para poderlo hacer, incluso, mi niñez se queda obsoleta, solo vivos recuerdos, no hay imágenes para poderlas ni tan siquiera dibujar. Hay algunas pizcas, que se quisieron cobijar entre mis retinas, pero, son tan escasas, qué no se saben mostrar con la nitidez de un cuadro, tan solo, pueden ser vistas, por el soñar de las cosas habladas o explicadas, que han ido llegando hasta mis infantiles y jóvenes auriculares naturales.
Y, el tiempo, se esfuma a la más mínima, se aísla, cuando menos, se te escapa, y no se congela de frío, por qué le das un abrazo, cada vez que le tiembla el semblante.
Le tiramos tantas veces de la nariz, qué ni sé, cómo no le duele el amanecer de sus extensos días junto a nosotros… Sabe muy bien, lo que el destino nos deparará un día de estos, pero, no le da la real gana, de advertirnos y darnos un “hola, buenos días, pasabas por aquí, hay que alegría, ni tan siguiera te conocía, y te voy siguiendo todo el rato”. Es un descarado de mucho cuidado, que ni se para a darnos las buenas noches, solo cuando se está yendo de puntillas, es cuando nos damos cuenta, que la vida, se nos va, en esos momentos principales de algunos días, que gansos, podríamos llamarlos. Podría yo recordar, cuando alguienes me han contado, cómo lo han pasado, en momentos cruciales de su corta vida, trascendentales sus pasatiempos o venidas a un mundo que quisieron dejar, y cuando el momento les llegó, que no era el suyo, quisieron dejarse de lado la vida, mientras el tiempo, el muy osado, les quiso jugar esa mala pasada, de darles la opción más primordial… Escoger de nuevo, y seguir en este mundo endiablado. Por las tantas veces, que les pudo avisar y le siguieron, por qué, no era el lugar idóneo ni el momento absoluto para su marcha.
Las vivencias del tiempo, son tan inmensas y distanciables, qué semejan instantes de un proceder erróneo, al querer irse sin decir un adiós, a quién nunca les quiso o quizás, a esas personas que un día significaron mucho en sus vidas, y luego, por nimiedades, les abandonaron a su suerte, sin más nada, ni pensar tan siquiera, que un día les echarían a faltar o quizás, en toda su cara les dirían todo lo que nunca llegaron a sentir ese tiempo muerto que se encontraron tras las puertas de un destino, que unas bombas a la Enpetrol, les llevaron fuera de la ciudad, para no regresar nunca, pero, volvieron y dijeron las mil y una, en incansables momentos duros de pelar y no se derritió ni el más frío tempano existente. Y, nadie osa decir la verdad, a una esperanza olvidada por el tiempo, le siguieron las incertidumbres del no saber de un existir, que ya no importaba lo más mínimo, ni humano ni racional. Un cielo inmenso, rojo en todo su enorme contorno, dio mucho que llegar a pensar y meditar, pero, las informaciones y las televisiones, nulas estaban, por la labor, no se fijaron, en qué, los lugareños necesitaban saber lo que en ese momento estaba aconteciendo. A la mañana siguiente, una enorme humareda el cielo tenía en su firmamento, tan negra y desfiguraba se apreciaba, que daba miedo seguir, los rodantes neumáticos, por una autovía, llena de encastres rudimentarios. Todo está desmoronado y no sabes nada a ciencia cierta. Las conjeturas son inciertas y más vale no inventarse lo que no se ha visto. Pero, las horas pasando iban, y los destinos modificados fueron siguiéndose, hasta las distancias magnas, con zarpazos de mal cuidado, se llegaron a vencer los malos modales de instancias que no supieron comprender la osadía que el día llevaba en su interior y propinaron bocinazos de mucho cuidado y las estampidas, eran parte del material desechable. Veinticinco años largos han pasado ya, que están muy cerca de llegarse a los treinta. Y, las explicaciones, aún las estás
esperando, como si fuesen rodajas de una mezcla rara de postre venido de un norte, empecinado en destruir lo que suyo no es. Sube escaleras de largo alcance, para luego, bajarlas corriendo, sin dejar un rastro, porqué de eso sabe muy bien, al despiste suele jugar, en muchas ocasiones, y le gana la partida a cualquier intruso que quiera ser más ágil que él mismo. Es una verdadera quimera vivir a su lado y no saber morir en el intento. El tiempo, ese incierto instrumental, que sabe su momento crucial y sigue dando quehacer a los que a su lado moran. El mundo, ese enjambre rutinario, lleno de lianas de larga longitud, se arriman a las distancias como pueden y no saben luego salir solas, que han de irse a ver desde donde han iniciado la ascensión, desde su único abismo incontrolado, que decimos “el mundo exterior”, el que nos alberga por todo el período que queramos quedarnos en su órbita terrestre.
Donde nunca está, debería de estar. Es un galimatías y no sabes, dónde poder encontrarlo a veces, aunque, eso parezca una mentira piadosa. Cuando nos deja sumidos en la incógnita, no tiene precio. Porqué, luego, es una amargura salir de las dudas. Por eso mismo, le damos tanto tiempo al tiempo, para que sepa aprovecharse con nuestro beneplácito, qué en sí, lo quisiéramos ver y no lo podemos conseguir, por qué, su efímera estela, tiene humo en su perfil, lo cual, se diría, que es visible, cuando las humaredas levantan sus líneas al llenarse de caminos que algún día se hicieron invisibles y ahora mismo, no sabemos o no queremos darle el alcance debido, pues, si lo hiciésemos en los instantes seguidos de este relato, no podríamos seguir contando los minutos, ni los segundos, ni los días, ni tampoco los años que nos puedan venir siguiendo en este caminar diario de lo imposible a descifrar una nueva, que puede estar por venir en nuestros mejores días de sosiego y paz, o de vacaciones eternas, esas que nos regalaron, sin saber qué la vida es un viaje diario al cada día ver pasar… Musitando despacio, se deja ver en ocasiones, cuando le pedimos que nos dé otra pequeña oportunidad. ¡¡Por favor… por favor, concédeme unos tiempos más, pero, que no sean tan ajustados, quiero que dure mucho más, hasta que mis días, te digan adiós por última vez, por favor… por favor, hazme este regalito, te lo pido de corazón, no creo que antes te lo haya solicitado, entonces, ¿qué te cuesta concederme algo que pueda parecer un imposible?, siendo una pura y llana realidad, ansiada, desde el momento que te vi partir, con el rumbo fijado en una ciudad concreta, pero con ganas de venir a saber y conocer…!!
Se nos antojan tantas gracias, para conseguir su mediación entre nuestros anhelados días, qué a veces, le debemos aburrir, aunque, si en verdad, lo hiciésemos, ya nos habría mandado a darnos un larguísimo paseo, con vuelta y media. Vuela el TIEMPO, que da gloria, aunque no tiene alas, ni es un avión, ni tampoco un pájaro, ni un árbol, que con su ramas en movimiento, trata de esparcir esos momentos que a destiempo solemos ver pasar, entre las hojas del acontecer diario, son solapas de nuestros hombros, los que se van deslizando entre tanto movimiento, pero, es muy libre, y se deja abrazar, entre nuestros achuchones, por qué, necesita le demos de vez en cuando un apretón de manos y brazos. No tiene aspas, solo está delineado por arena, que vemos moverse de un lado al otro, cuando le damos la vuelta a ese pequeño o gran reloj, que lleva las finísimas cuentas que van pasando por un fino y delicado tamiz, el qué se da cuenta de todo lo que va pasando a su alrededor y el que delimita su retorno a lomos del momento de cada ración de su tiempo exacto o meditado o sentido o pensado o a punto de ser un hilo que se acaba en darse cuenta de lo que irá a acontecer, así es el Tiempo, el nuestro, el de cada uno, el que nos mira, con detenimiento y sentido común. Por todo ello, yo creo más bien, qué es recatado, metódico, espabilado, sensato, resultón, algunas veces despeñado en sus funciones, pues a la media vuelta que se da, nos vamos haciendo el 13 y medio, por quedarnos un ratillo más junto a él. Al final de todo o al principio, como lo quieras mirar, podríamos decir, que tiene siete departamentos bien definidos, como son: Cosecha, Estación, Época, Turno, Lapso, Período y Espacio
Si los sabemos conjugar en diferentes momentos, resulta, qué todos caben en su mismo nombre, El Tiempo.
Cada uno de estos nombres, son las orillas, en las que existen distintas paradas con apeaderos y andenes, los que nos permiten coger los trenes de ida y vuelta, autobuses, coches, caminos, veredas, senderos. Subir y bajar escaleras, abrir y entornar puertas. Asomarnos a las vueltas de las esquinas para ver lo que podemos encontrar. Mirar por los espejos, si estamos bien o regular. Trabajar las tierras, y así obtener los productos adecuados a cada una de nuestras vivencias. Pasar los turnos que nos han podido tocar. No dar margen a los cambios de lugar, con los despistes, y hacer lo posible tener salpimentados los orígenes de método más estacionario que existe, como lo es El Tiempo. No mirar hacia atrás y ver en cada esquina un 13, al que llegar, si no es algo de verdadera bondad. Es un granuja descarado, de mucho cuidado, nos deja sin el mejor remedio que nos ayuda a subsistir en nuestro bagaje por el mundo diario, cuando nos quita lo más preciado que muchos poseemos, la inteligencia de saber razonar, y es un despropósito que nos hace padecer más de la cuenta, sin pensar tan siquiera, que es algo por lo que muchos hemos luchado en nuestras veredas del saber incomprensible, que a muchos, ni les va ni les viene. © Mía Pemán
Cobijada en sudario (Noviembre 10, 2003) 0:30 hrs.
La distancia y el tiempo se han unido Haciendo que la lágrima se pierda Como trémula gota de rocío, Que resbalara lenta por un río. Como un suspiro que volando fuera A posarse muy cerca de su oído, Suspiro que también se ha diluido Al sucumbir en roce con la piedra. Ni una sola palabra de consuelo, Nada que reflejara que me extraña. Mi esperanza se muere en el desvelo De un amor que desangra hasta la entraña. ¡Cuándo se morirá completa el ansia! Porque esta muerte lenta me hace daño, Porque pasan los meses y lo extraño Cobijada en sudario... ¡Con su ausencia! © Yolanda Arias Forteza
ParĂĄbolas
Yo de ti me nutria alegremente y en mis dĂas escondĂa el canto de los grillos y el campo y la luz para revelarlo a ti en la tarde de verano
Bajo el cerezo después del acople de nosotros recogía aquella danza terrenal y te perdías entre mis brazos como desnuda presa y reflexionaba sobre tu belleza y mi placer Luego has querido llevar esta espina de acero dentro de nuestra carne como una guerra vivida por años Ahora tengo en los huesos el habla soez del tiempo escandido en la lengua del amante Pero el juego de lo obsceno ya no me molesta. © Greg D.
Atrévete (Abril 3, 2004) 18:00 hrs.
...Y, casi sin aliento, En reto trastornado, Dijo con ronco acento Ahogado en emoción. Habló. Como el poeta habló: “Atrévete a sumirte En mi océano de amor...” Y atrevida, me hundí Y no había tal océano.
El suyo... imaginario Entonces, le di el mío, Un océano profundo, Como el cielo, infinito Hasta el infierno hondo, Hasta Dios... exaltado Un océano de Amor, Por nadie imaginado; Pero, él no se atrevió El tiempo ya pasó, La vida se marchita Yo sigo enamorada, De cierto, él... ¡Ya olvidó! ©Yolanda Arias Forteza
Una señal hacia el cielo
Una señal hacia el cielo Deliro, pero una fuerza me atrae también cuando la mirada me sustraes con sabiduría
El deseo es esencia que arde en el brasero viento que levanta los vestidos, mano mi mano que talla la dura piedra. Te he forjado a mi medida alegra ahora el espacio de tus vuelos tus labios he mojado del bálsamo que ilumina los ángeles, ahora envuélveme en tu río de ámbar. Es seda el mar de hierba manchado por nuestros cuerpos abiertos acábame el alma desnuda a la pared, el último golpe para fijar en la memoria tu recuerdo © Greg D.
Noviembre
Aquella mañana de otoño te adueñaste de mis sueños creaste un mundo de fantasía e ilusión. Tu amor ha curado las heridas Que otro dejó en mi corazón. Eres luz para mis ojos fe para mis esperanzas la manta que cubre mi cuerpo… me quemas con tu calor.
Susurras en mis oídos palabras de amor ¡Te quiero! Veo a través de tus ojos, la alegría de nuestro amor. Me dejo arrastrar… Por el baile de nuestra felicidad. Locura que me lleva a enamorarme de ti… P.M © Pepi Maeses
A lo rorro nena, duérmete
En una madrugada larga, mis sueños estaban despiertos los ojos despegados, no dormían Duérmete, mi cielo, duérmete ya, que “a lo rorro, nena”, cierra esos ojitos mi amor, las estrellas te llevaran a tu camita con el bálsamo de mi canción, y un beso en la frente sellará esas pestañas traviesas, que no se quieren ir a dormir
Yolanda, te canta… A lo rorro, nena, en un ratillo se irá ella también a descansar cuando termine su labor de lectura y escritura, ya las ventanillas de la noche luna cerraran sus cascabeles al ritmo suave de la nana “a lo rorro, nena”, descansa mi sol y mi luna mañana otro día será, cuando en la tarde te vaya a buscar Una luz en lo alto habrá de brillar, es el Sol de la mañana que te viene a destapar con un racimo verde de varios aromas, y en la solapa unos pétalos de orquídea la mejor invitación que te traerá, mi tesoro levántate… qué el día nuevo, dice venir a verte tus ojitos abiertos, las estrellas se fueron a descansar hasta la noche de más tarde, llegarán de nuevo Mí Sol, mí cielo, mi tesoro… que viene mamá Yolanda, con el “a lo rorro, nena” para darte los buenos días y las buenas tardes, un nuevo día se descorchó y la tarde ya está vestida de colores, mi amor, sal al balcón, quiero darte la buena nueva, tengo un día nuevo que mostrarte la mar de bonito y salado es, ven conmigo… sol de mi corazón Palencia, miércoles26agosto2015. Poema n36/2M15 © Mía Pemán
A pesar de… (Abril 23, 2015) 20:50 hrs.
Y sucedió, tu amor me sucedió a pesar de todo lo que hacía parecer que sería de otro modo, que nunca llegarías que como me decían el amor que soñaba, ni siquiera existía. Atávica creencia con que crecí tatuada por eventos y pérdidas y a pesar de mis miedos y no obstante tu altura, hice a un lado los credos que tenía en mi interior, me entregué a tu querencia y la ausencia no tuvo relevancia mayor. Olvidé la costumbre de vivir sin amor y tu ternura toda se quedó alrededor, endulzando mi alma, haciéndome mejor.
Ya no estĂĄs en el mundo, tu alma se vierte ahora, en planos siderales en los que no entro yo, y a pesar de que vives donde no vivo yo, cada noche en mis brazos, eres sombra, que acuno en, nocturno... temblor.
Š Yolanda Arias Forteza
Así te pienso (Octubre 30, 2014) 8:35 hrs.
En el relámpago de mis recuerdos, Adscrito vas de trueno hasta silencio, Llanto en tormenta, miel de los ojos, Sal de mi alma, versos, pasiones. Rayo de sol de selva en espesura Y en alborada de rocío temprano Gorrión en trino, que se apresura. En la penumbra, haz de la luna En soledades y en amargura, Suspiro lento, roce en cendales. Así te pienso, oro en trigales Metal bruñido entre barandales Así, te pienso guía de mi vida, Tú, en el control, yo, trastornada. Tú en el timón, yo… navegada. © Yolanda Arias Forteza.
¡Cómo olvidarte!
¡Cómo olvidarte! hoy todavía..., si siempre has formado parte de mí. ¡Cómo olvidar nuestros primeros encuentros a solas y nuestros primeros besos al despedirnos en tu portal!. Y luego ya en aquel parque de nuestra ciudad al atardecer y cuando la luz mermaba en intensidad; porque al principio nos preocupaba el que con la luz del día alguien nos pudiese ver. ¡Éramos todavía unos críos tan solo…! Pero fuiste mi primer amor; y yo el tuyo.
Quedábamos cada sábado y cada domingo la pandilla de chicos y chicas y salíamos por ahí a divertirnos. Y lo pasábamos fenomenal en grupo, entreteniéndonos por aquí y por allá, festejando la tarde de mil maneras diferentes, y siempre en pandilla. Y de pronto un día: una mirada, un gesto, una palabra, una frase o un no sé qué, hizo que surgiese esa química tan especial entre nosotros y sintiésemos que debíamos vernos a solas, manifestarnos nuestro incipiente amor y hablar de nuestras cosas. Y comenzamos a quedar a solas en momentos que el grupo no se reunía, iniciando así nuestros primeros escarceos amorosos. Pero cuando el grupo quedaba, regresábamos a él, porque formábamos parte de él y también nos gustaba divertirnos con todos nuestros amigos; aunque la preferencia ya estaba hecha y aun compartiendo charla y diversión con todos, procurábamos estar siempre uno al lado del otro… Hasta que ya un día, al hilo de formarse alguna que otra pareja más en su seno, la pandilla como tal se desmembró, si bien continuaron las reuniones de todos en bastantes ocasiones a lo largo del año, con cualquier disculpa que alguien inventaba de pronto. Nuestra relación personal era fuerte y siguió viva durante algunos años, viéndonos y manifestándonos nuestro amor el uno para con el otro y estando a gusto y divirtiéndonos en cada uno de nuestros encuentros. Pero al finalizar nuestros estudios y tener que iniciar la actividad laboral, mi destino me obligó a alejarme de ti muchos kilómetros en la distancia, incluso mediando el mar de por medio… Y aunque nuestra comunicación vía redes sociales fue tan abundante y asidua que casi solo faltaba podernos tocar para
advertir que seguíamos enamorados el uno del otro, las circunstancias laborales, la distancia insondable que nos separaba, las condiciones y las nuevas realidades del día a día de todo ello, hicieron que poco a poco la llama de nuestro amor se fuese apagando, sin poder saberse claramente de qué parte comenzó primero. Si bien, supongo que eso importe poco…El caso es que, en la práctica, perdimos la relación que habíamos mantenido día a día en el tiempo. Hasta que, uno de estos días, al haber vuelto a contactar casualmente, vía redes sociales de nuevo, y contarnos apresuradamente las incidencias de nuestras respectivas vidas en estos años, hemos conocido que, por circunstancias varias, ambos hemos fracasado en nuestras respectivas relaciones de pareja. Y, como el azar ha querido que las vacaciones de verano de este año vayan a realizarse en buena parte en nuestra ciudad de nacimiento y que acogiera también nuestras correrías en pandilla de nuestros años jóvenes y luego nuestra particular relación amorosa, hemos concertado de mutuo acuerdo una cita para saludarnos y reencontrarnos con nuestros recuerdos de aquel entonces; con visita obligada a nuestro parque, testigo de nuestro primer amor… Con el presentimiento de que nuestro reencuentro nos reportará un agradable y feliz día, y que nuestra cita pueda, quizá, remover aquel viejo amor y trasladarlo al presente con nuevas perspectivas de futuro, acudo hoy puntual a la cita con la chica que, en el pasado, fuera mi primer amor de juventud… ¡Ardo en deseos de abrazarla y besarla de nuevo…! © J. Javier Terán
Año viejo, 2014 (Diciembre 31, 2014) 21:30 hrs.
Se me fueron las horas del año que termina en gemidos del alma, llanto imperecedero. Diciembre se me esfuma y se acerca rugiendo otro terrible enero, seguido por febrero, recurrencia raptora de todos cuanto quiero. Vagando van sus almas por ignoto sendero. En esos meses marchan, sin materia, ¿Hacia el cielo? Mi garganta sin canto la razón sin anhelo con los brazos vacíos, la esperanza sin credo. Qué distinto Año Viejo, con mácula de pena al de logros y risa festejada entre amigos en brindis rebosantes de champaña en la cena. Setenta y tres escaños ascendidos, felices y sólo otro recuerdo afligida como éste, uno de marca intensa, inmensamente triste, balance, fin de cuentas que resulta congruente la tristeza más honda es la desesperanza y va cargada, de… muerte.
Ah, pero empiezo otro año y cual flor, me renuevo, brisa nueva, aguaceros, lunas blancas, luceros y de poesía regando a todos cuantos quiero, entre ellos tú, que miras estos versos primeros que vierto temerosa de eneros y febreros. Pasarán presurosos, yo escondida en recuerdos en crepúsculos lilas pintaré mis anhelos a contarlos en versos al deslizarme en ellos ¿Serás tú, quien me inspire, tu amistad, tu denuedo. Dejarás en mí huellas de amor o desconsuelo? Más a mí no me importa lo que tu aporte sea, ávida estoy de vida de experiencias ajenas, de ellas surge la endecha, ya cantando alegrías o muriendo de pena. Sé parte de mi vida en este Año Nuevo. Sé inmortal en los versos en que encuentro consuelo. © Yolanda Arias Forteza.
Siempre otoño
Bienvenido otoño, con tus hojas revoloteando de aquí para halla, tus colores marrón o mas bien ocre, me recuerda a cuando era niña y jugaba con mis hermanos en la parte de atrás de mi casa, en el patio, cualquier cosa nos servía para entretenernos, una piedra que la llamábamos chito , pintábamos unas rayas en el suelo y saltábamos para cogerlo o a la comba con sus cantos paradas y saltos; como nos reíamos hasta que mi madre nos llamaba para cenar cada cual guardaba su chito en un rincón para el día siguiente. Otoño has llegado sin saber como a sido, yo aquí sentada en este banco de piedra, va refrescando; vuelvo a recordar años después para darme cuenta que en un otoño me enamore por primera vez, llovía yo corriendo hacia mi portal, me choque contigo fue la primera vez que te veía pero yo sabia que no
seria la ultima, desde ese día todos los siguientes me esperabas, hablábamos, poco a poco nos fuimos enamorando, bendito otoño me enseño a querer. Ahora es otoño, vuelvo a estar enamorada, cayeron muchos veranos pero siempre en mi corazón es otoño, con sus colores ocre, arboles medio desnudos para después darnos su esplendor, como mi corazón desde aquel otoño. M.M.R. © Manoli Martín Ruiz
Te miro y te veo
Veo té y miro té, y no quiero alejarme sería un desastre, al final sin condiciones te perdería, sin remedio la vida… es un descarado tesoro. Mi sentido, es práctico ¿se disuelven los ánimos?, quizás... sabré muy bien decidir al igual, que marcharme, sin más... un también, con un quizás.
Hace más de tres años, las ideas jugaron en el espacio ya no tienen nada que hacer, su misión terminó en un tiempo los caminos empezaron a buscar, una escapada sin lugar fijo puede, que ya esté por decidirse un destino singular o natural, será bien difícil conseguir ese objetivo, más las ocasiones se aceleran la pena es, no tener ocho puertas disponibles y en marcha, una entrada por dónde dejarse mirar la existencia, cuando... ya se me venza el espacio interior, las chispas... nunca saltarán salvo, que la desgana aparezca. Miro té y Veo té, mientras... Te Veo y Te Miro, con la sencillez del mundo exterior ese qué intenta saber leer, lo que nunca te contaron y sí, las cosas que te puedan llegar. Es la incógnita del seguir adelante, utilizando cuadernos en blanco para poder delinear esa visión, sacándole las puntillas aún, sin qué cuenta se den vienen y van, los días se agachan sin levantarse, y no da lo mismo los años y las horas, caminan en el letargo que las mirillas y pinceles, sacan a relucir sus cuadros
como si fuesen descansillos de una primavera, esa misma… qué es la esquina del verano un igual que el otoño, es la templanza del invierno. Somos un espejismo que da vueltas y vueltas, no sabemos parar de girar del rumbo fijó una trayectoria, puede que se pasase de la rosca entonces, no hay nada que hacer tan solo, marchar despacio sin darle prisas a la vida, cuando muérese poco a poco sabiendo ya lo que es, esa batuta la que sabe definir su baúl entre las orquestas de la existencia. Poema n34/2015 © Mía Pemán
¿Has escuchado? (Abril 28, 2010) 17:25 hrs.
“¿Has escuchado, Céfiro, el cantar de las piedras en el río?” Es mi alma, sentada en una orilla del gran río en que corre nuestra vida cuántas piedras cantando en la corriente, al oído tan sordo de la gente. Es el agua que pasa sin mojarlos, impermeables a todo sentimiento, es la vida que pasa sin tocarlos, en su miedo de amar, indiferentes.
Es el grito del alma que se estrella y en ondas de piedad, en un canto de amor, lo divulgan las piedras. En la orilla porfiada me detengo y recojo en mi alma lo que escucho. Oigo el canto silente del olvido, inexorable canto de la muerte; mas, escucho también entre las piedras, tu susurro de amor y tu promesa piedra soy, sumergida dentro el río, canto y canto y necia, me pregunto, si has escuchado tú, el cantar de las piedras en el río. © Yolanda Arias Forteza.
Al gran tribunal del mundo
ยกEh, criaturas, temblad! En la noche que se encontraron sus cuerpos... Se encontraron sus cuerpos atados sin poderlos separar.
Al gran tribunal del mundo a ese, que arriba está inscrito imploro en este momento por esa mujer que desnuda y tras la puerta se encuentra. Así, en un grito. Hace tiempo que del Edén salió, aún a sabiendas que lo perdía todo, se ató a él, a su Adán . de tal modo que con el paso los siglos... Al juzgarlos no pudieron desatarlos. © Araceli García Martín.
Imagen Adán y Eva. de Sara Cabrera.
Aprendiz
Erase un muchacha de corta estatura, rellenita y no muy agraciada en belleza, tampoco era que asustara a nadie al revés, al estar con ella, su compañía era muy grata. Tenia sueños y metas como todo ser caminante, era pertinaz y luchadora. Muy joven se puso a trabajar limpiando casas o en cualquier oficio que la diera un dinerillo para entregar en su casa, cansada llegaba del día largo y duro, ayudaba a su madre en las tareas domesticas, si la sobraba tiempo hablaba con alguna amiga de novietes o si saldrían el sábado a dar una vuelta. Por las noches después de cenar antes de dormirse, tenia un cuaderno escondido donde escribía lo acontecido en el día y al final escribía posdata; cuatro o cinco versos dedicados a su experiencia de su corta vida o a ese ser que la había parido, ella era feliz durmiéndose con sus versos o pensamientos escritos. Todos sus conocidos la decían que era tonterías suyas esos escritos, ella se defendía diciendo: serán malos, tendré faltas de ortografía pero es mi afición y no la voy a dejar. Paso el tiempo y esa muchacha ya convertida en mujer, seguía escribiendo sus versos y
poemas, había personas que no la apoyaban a otras si les gustaba lo que ella escribía, poco a poco con grupos y reuniones, se hizo de coraje y se dijo porque no, no daría dinero no seria famosa pero su satisfacción personal se había cumplido, su sueño desde pequeña que alguien la leyera y le gustara sus letras llenas de amor y desamor se habría echo realidad, su propósito seguir escribiendo y dejarlo todo agrupado para que el día que ella faltara sus hijos o nietos lo pudieran leer, ella no se consideraba escritora ni mucho menos tan solo aprendiz de hacer soñar a los demás con sus escritos. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Ahora y presente
Antes de seguir, debo meditar pues, aquí mismo, existen cinco caminos Horarios, que se depositan parecen sencillos, aun siéndolos se pueden esparcir y me temo, rasgados ya están Ondeando las alas para volar, madres perla tuve una vez collar de negras cuentas, fineza te podías ver en su redondez, era como un espejo cristalino no hacía falta darle brillo
de por sí lo tenía en su ser, más no tenía protección y con malas artes, un ladrón embustero se las llevó Renglones no se han de variar, porqué quién lo hace mal dicen, se revuelven las tornas Acaso, las palabras se marcharon salieron corriendo, no supieron ser generosos zanjando, esas zancadas les morderán, y sin marcar tendrán los dientes más rotos
Yendo y caminando por sendas diferentes, comenzamos salimos en pos de nuevos destinos, los qué al camino se van llegando son los momentos, los que no se limitan esos qué se saben ver con delicadeza
Paradas de atención máxima, alcánzanse al milímetro sin necesidad de ser esenciales, Raquetas al suelo puestas, con una condición salirse al final, con la suya Estabilidad, efímera si no hay sentimientos de apoyo, el mundo a tus pies se derrumba, sin remedio Salidas, no hay al momento rigidez en las tablas medianas, no se pellizcan las lomas
Entradas, componen el todo cómo puedes seguir un camino, sí tienes los pies cortados… ahí, es donde los días te marcan Nadie se hace eco, por no querer ver eso sí, las manos en los ojos soluciona toda visión ciega, Tarde o temprano las cosas salen a la luz, más si la ceguera es absoluta no vale la pena, dar una explicación Enjambres de insensatos, se desmoronan sus conclusiones cuando, más allá quieren ir ahora ya, las cosas el sentido han perdido andando pasos presentes, del ahora mientras, el ayer se desintegra sintiendo sus zarpas, ¡no quiero avanzar me ahogan los recosidos, con dedales en sus pespuntes! caminando, el destino se hace visible al seguir lo no senderado, para no olvidar qué el mundo sigue de puntillas, las caminatas sin compañía y, quién sabe… sin buscar puede hallar, amistades de excelente calibre, las qué sí pueden estar ahí, presentes Acróstico n32/2M15
© Mía Pemán
Burladores (Septiembre 23, 2014) 11:40 hrs.
Cada noche en insomnio Cada noche en conjuro En mis sueĂąos te espero Te he esperado en el alba En interludios, duermo MĂĄs es semidormida que temprano te siento que el alma se me inquieta y se incendia mi cuerpo enredada en mi psique tu caricia secreta.
Pacto de dos, sin voces, sin que nadie lo sepa, nuestras almas amándose, decididas, discretas. Los anhelos fundidos en un crisol de muerte. Una viva pugnando por morir, insuflada de vida, por otra que está muerta. Del amor una historia que se vive en momentos. Burladores de tiempo de distancia, sin meta. Del destino, otro… cuento. © Yolanda Arias Forteza.
Algunos días (Enero 15, 2011) 19:00 hrs.
En franca rebeldía de sentimientos, vuelve tu amor a retomar mi vida; mas, muy a mi pesar me he dado cuenta ha habido días en que no te dedico un pensamiento. Es mi alma que sigue estando herida, y no quiero curar; pues, si lo hiciera, pudiera suceder que te olvidara. Sigue así, a un lado de mi vida, sigue lejos, para que no se duerma mi porfía. Tu recuerdo restaña y escoce mis heridas, cura es y enfermedad, algunos… días. ©Yolanda Arias Forteza
Versando Jácaras, algo refinadas
Vendajes en blanco, se quieren ir de vacaciones no pueden más con su alma, hace falta que les digan dónde para sacar las bandejas, qué se dejaron encima de la mesa y no saben salir sin ellas, son su equipaje singular
Estando mirando por debajo de la ventana, he descubierto qué salen animalillos se van despacito, como quién no quiere la cosa sin saber qué les están buscando se escaparon sin permiso concedido…
Recuentas, tienen las maravillas alforjas llenas de olvidos, como pelotas de pin… pon salen del desastre baúl,
Sandalias, quiso tener un saltamontes pero, se olvidó mirarse bien eran tan súper enormes, que se le caían
Abrigos hilvanados, sin terminar aún… a un transeúnte, se los regalaron y, pensando estaban arrugados, los planchó
Notas en las barandillas de los caminos, he ido encontrando son los cuentos del descuido, aquél que se le descascarilló una vez la persiana de su contrabajo, era tan alto que terminó por agacharse, sin remedio alguno,
Días siguientes se quiso subir a un ascensor más se le olvidó cómo hacerlo, y tuvieron que ayudarle por qué si no, perdía el rumbo de su camisa
Ojillos grandes he visto venir a toda prisa, se habían quedado en la solapa cuando salieron desde la montaña, y se giraron demasiado deprisa por lo cual, saltaron de improviso ………………………………………………
Jadeante va la ninfa, por el jardín del bosque, se encontró con una amiga meiga hacía años que no se divisaban, cuando al fin pudieron salir y danzar sin la patitiesa ni el árbol de la Jácara, se abrazaron y se besaron los mofletes enrojecidos de tanta carcajada, sentíanse más amigas que nunca
era un feliz miércoles, de júbilo así toda la tarde y toda la noche, cogieron unas buenas albarcas protegiendo sus anheladas babuchas, que sin cansarles, se apabullaron de alegría
Acarameladas las nueces de macadamia, suaves sus carnes blancas envueltas en delicado caramelo de una amarga naranja, melosa quiere ser más lista que ninguna, y se hace a sí misma un baño de gloria bendita, entre azúcar, agua, mantequilla canela en rama, para realzar su sabor y cuando al fuego está, vueltas se sabe dar así embadurnada de miel y caricias, pasará el próximo invierno sin penas ni estufas, cobijada
Capirotes tiene mi monje verde y marrón, se va acicalando para recibir a su amigo el otoño, le tiene preparado una habitación con jacuzzi y retama, su gorrito verde jaspeado no quiere quitarse, le protege del viento del Norte y su manto marrón, del frío agrío que vino deprisa y sin rumbo, en una taza grisácea se ha puesto el muy sabiondo, café con relleno de orujo para calentar el gaznate, pues, si no da su paseíllo podrá quedarse rezagado, en el desván del abeto simplón
Acicálanse, todos los pajarillos del parque
don otoño está ya entrando, le quedan dos noches y cuatro días sabe que le va a ser bien fácil, tiene todo ya pensado entre la leña y las brasas calientes, van viendo cómo se han de ir despidiendo para hacer su largo y estrecho viaje, por qué, si no, mucho frío van a pasar y no vale la pena, jugarse el tipo por algo así
Recuerdos de los instantes, piensan ser el eco destilando suavidad, volando se van las orillas del destino tienen prisas que supieron coger cuando la noche, se viste de auroras
Alrededores queréis caminar solos, sin esa clara necesidad seres de otra galaxia sois,
Sonajeros que guardan latitudes en su regazo, silbando vais en vuestro caminar diario cuentas de colores lleváis, sabéis que las ocarinas dicen… ¡rostros de alegrías, ahí van sembrar desean, el júbilo y los cantares de la vida sencillos tesoros para caminantes que sus corazones anhelan, verdades! ………………………………………………
Agua oxigenada, va buscando don algodón necesita una gasa y un esparadrapo, se hizo daño una chiguita pequeñarra que tiene que darle una vuelta, los raspones de su caída por la colina dejáronla medio atropellada, las lágrimas le caen como goterones
¡pobre chavalina!
Lagos inmensos he pasado hace unas semanas, anchos como el mar azules como el cielo, barcos grandes no llevaban aunque sí, barcas pequeñas lo transitaban, de un lado para el otro llevando viajeros y transeúntes motorizados, aletas a los lados parecían tener se les veía enormes, no eran gigantes
Gotas de rocío tiene mi Dalia granate, se le juntaron aquél día, que tanto llovió a cántaro perdido, ni los paraguas te servían tampoco las mantas-poncho, acaso un sombrero azul y tela resbaladiza hizo las veces de protector singular,
Ocaso, quiso ser más que nadie y se perdió tumbos fue dando se le torcieron los anillos, ya no pudo caminar ahora padece de soledad ………………………………………………
Retrovisor, loco de contento se atravesó en una vuelta, con tan mala pata… qué deshizo su traje elegante
Entretenidos, como las entrenadas notas, vuelven de nuevo a ser ondeadas me sirven como un descansillo, anoto todo lo que se me ocurre y más…
Felicidad, se juega el puesto marchó no hace mucho, cuando regresó vio que su estampa
venía despacio, dando brincos no de alegría, si no, de tristeza la habían pillado, haciendo el bobo sin más… en las puntillas se halla su ego, la quieren despedir a lo tonto
Ingenio, mira de cerca, le quieren hacer un retrato pero no se fía mucho, los pinceles no han salido aún la tela, se quiere marchar no le ven, porqué, es invisible a medias y tan solo se deja ver su alma llanera, su sombra poco ingenio tiene, es novato
Nubes, en el atardecer salen para dar la bienvenida, a los goterones de lluvia que ya van rezumbando, se despide el veranito llegando el otoño primaveral,
Acordeón salió para irse al baile y se encontró con todas sus teclas, se fueron en la tarde querían felicitarle el cumpleaños, así sin quererlo le dieron su gran sorpresa sin enterarse de que no las llevaba,
Desde el amanecer vienes cargado de saltos eres un delfín, tienes cara de ángel y sabes hacer cabriolas en el agua, chasquidos das en las olas atrayendo la atención, tus caricias son de extrema delicadeza
Adivinando, las cosas del sentir… me vine a contarte varias cosas,
en la espera de la ilusión qué te agraden al completo, por eso mismo estoy por aquí con mis yemas, y sus tinteros
Sinforinas, llamábanse las esquinitas del laberinto buenas se las veía, ni rotas ni destiladas ni rasgadas ni acordonadas vamos, que todo lo tenían mozas eran y mucho más que las demás, saltaban a la comba y media con la cuerda de goma elástica, aquélla que un día se perdió encontrándola por arte de magia saltó tanto y tanto, que se deslizó tan ricamente, fue a dar al otro lado perdió su estela brillante, llevaba una lorza en cada extremo así mejor para buscarla Acróstico n33/2M15 © Mía Pemán
Escabrosidad inicua
Entre los sinuosos muslos arde el ímpetu precoz flabelo de calma para el pájaro áulico devana la querencia a la furtiva gana y no me da bosquejo… …Emerjo de infiernos desconocidos a reclamar
la intrínseca esencia allá donde solo el dios puede dar consenso religioso poner al desnudo el verbo de la paz… …La carne tiembla en la estación muerta en la edad que nos ha sido el primer beso… …Edad mística que solo el puro espíritu fálica la iniciación púdica …Ganas de escabrosidad mística abre el barlovento en una mente lúdica para quien no tiene recato… …Y es el débil que paga al no tener más fuerza de combatir contra su atormentada suerte.
© Greg D.
Recuerda
Como no recordar cuando te conocí nuestra primera cita y los nervios ese roce de tus dedos con los míos un escalofrío me recorrió entera. Ese primer beso casi robado aunque los dos lo deseábamos un instante tan solo fue profundo e infinitamente delicioso. Paseo por ese parque semioscuro con parejas y nos miramos porque no pensamos somos adultos, libres, nos abandonamos al instinto del amor.
Como no recordar ese primera vez que hicimos que nuestros cuerpos se entrelazaran y disfrutaran del fruto prohibido y carnal. Nunca se me podrá olvidar tus nervios, los míos como adolescentes susurros casi ahogados, nos abandonamos éramos amantes conociéndonos. No hay recuerdos mas bonitos nervios que cada día revivimos porque desde esa primera cita recuerda que cada noche estas citado. M.M.R © Manoli Martín Ruiz
Sobre los autores/as
Ana Isabel Molina (Anaisbella) Araceli de Luna Araceli García Martín Carmiña Carmela (Gaviota) Fernanda Lupera Greg D. José Javier Terán Julie Sopetrán Manoli Martín Ruiz Mª Luisa Blanco (Luna) María Olga P. López (Casalita) Mia Pemán Paqui Galán Pepi Maeses Suisis Love Yolanda Arias Forteza
Imagen portada (Detalle del Monumento Torre de Luna. Monte Lobeira) Contraportada (Rio Pedras en Pobra do carmiñal) Ambas de Arturo Maneiro Galeria: Panoramio Selected for Google Maps and Google Earth
Ana Isabel Molina (Anaisbella)
Ana Isabel Molina (Anaisbella) España Hay dos modos de llegar hasta mí: los besos y la imaginación, pero existe una jerarquía... los besos por sí solos no bastan. Para qué tanta sed bebiendo barro. Hay numerosas sendas para ti. Pero se hace la noche, no te apures. todas te traen a mí... La belleza descarga todas sus armas en medio del alma. Lo desconocido es un obispo nervioso que no puede dormir. He escuchado tantas cosas sobre el infierno, pero ninguna me la tomé en serio, la palabra poética no necesita ser purificada.
Araceli de Luna (bruixetaara)
Araceli de Luna (bruixetaara) Lliçà d'Amunt (Barcelona – España)
Soy una mujer activa y parto de la idea de que con esfuerzo y tenacidad se puede conseguir cualquier meta que uno se proponga. Empecé a escribir de niña y esas letras quedaban guardadas siempre en un cajón, sin saber si algún día podrían llegar más lejos. Hoy ya algo más mayor sigo apasionada por las letras y me deleito escribiendo poesías y novelas. Ahora ya nos las quiero encerradas en ese cajón, ahora me gustaría que pudieras abrirme las puertas de tu casa y me dejaras entrar. Colócate en tu rincón favorito y empieza a leerme perdiéndote en cada renglón y viviendo mi historia, conoce a los personajes, enamórate de ellos y vívelo apasionadamente. La vida es apenas un suspiro y me recuerda a diario lo breve que es el tiempo, por eso hay que vivirla segundo a segundo, saboreando cada instante de ella.
Araceli García Martín
Araceli García Martín Granada – España
Ver salir el sol desde mi balcón abierto ya sea verano o invierno sentir el primer trinar de pájaros me llena de energía. "SOY" y cada mañana lo compruebo... SI, estoy viva y tengo un nuevo día por delante. HOY POR HOY Aquí sigo con mi cuaderno de notas. de una manera u otra siempre estuvo conmigo, tomando apuntes de todo eso que no he querido perder; Cosas pequeñas, mías sin importancia. Como el ponerme las zapatillas para vagabundear por el sentimiento humano, y el poder descubrir el encanto de las almas.
Carmiña Carmela (Gaviota)
Carmiña Carmela (Gaviota) España Gaviota la Loba Era confiada, casi tonta, una gaviota que pisoteaban y que al final se convirtió en loba. Ha sido el instinto de supervivencia. ¿Vive y deja vivir!
Fernanda Lupera
Fernanda Lupera
Ecuador
Estudi茅 producci贸n y direcci贸n en artes audiovisuales, me gusta el cine, la fotograf铆a, escribir y leer. Twitter: @FernandaLupera
Greg D.
Greg D. Pontevedra (Galicia – España) Vivo en Pontevedra, una ciudad fantástica, la capital de las Rías Bajas. A cuestas una continua lucha tratando de vivir la vida en cada instante que me es regalada. He descubierto la alegría y la pasión de parar las sensaciones de mi alma y mi visión... con las palabras dictadas por mi corazón. Escribo sin criterio y sin razonamientos, quizás soy espontáneo o quizás sea desprejuiciado . no creo escribir cosas nuevas, quién cree de "inventar" es un iluso. Si con lo que escribo logro regalar una emoción estoy contento, si no ir más allá. Trato de descubrirme pero no me encuentro, trato de vivir pero sé que vivir no es fácil. No importa quien soy, lo importante es que soy.
J Javier Terán
J. Javier Terán Palencia (Castilla y León-España) Me gusta observar cada día el mundo a mi alrededor; donde encuentro muchos de los motivos que me inspiran el argumento de muchos de mis textos y artículos que escribo. Luego, si las "musas" se dignan visitarme para echarme una mano, tanto mejor. Aparte de mis colaboraciones en este Blog de La Guarida, cada semana colaboro con el periódico local de Palencia "Diario Palentino" donde, desde hace 13 años, escribo un artículo de opinión.
Julie Sopetrán
Julie Sopetrán España
Escribo porque no puedo dejar de hacerlo
Every cloud has a silver lining
Manoli Martín Ruiz
Manoli Martín Ruiz España Soy de Madrid aunque no soy de pura raza, también llevo sangre malagueña por parte de mi padre, me considero madrileña, soy piscis y como tal nada siempre entre dos aguas la sencillez y la verdad ante todo. Humilde hacia mi persona, pero no por ser humilde menos que nadie, me dejo aconsejar y me guío por mi instinto. Aficiones de las mas común escribir mis pensamientos en movimiento como yo llamo a mis pequeñas poesías, dar largos paseos mirando a mi alrededor para saber que es lo que me rodea, cocinar para mi familia y poner todo mi mimo me encanta, coser hacer manualidades como vestidos minis para pequeños secretos, la música me relaja mucho pero me gusta todo tipo, me encanta bailar y sobre todo estar con mi familia,
Mª Luisa Blanco ( Luna)
Mª Luisa Blanco (Luna) España Bienvenidos a este mi rinconcito de sentimientos...donde el silencio habla y el corazón traduce cada latido en palabras de amor , en emociones y sentimientos...
María Olga P. López (Casalita)
María Olga P. López (Casalita) Galicia - España Soy una mujer con mas de medio siglo a las espaldas, con muchas ganas de vivir, miles de inquietudes y una gran curiosidad por casi todo. Utópica, atípica e ilusa, pero así nacemos y así hemos de morir, No es que mejoremos mucho en el camino, al menos no tengo esa sensación... La gran mayoría de la veces, tengo la sensación de estar en una continua involución... Añadiré torpe... y tremendamente despistada, quizá sean eximentes...
Mia Pemán
Mia Pemán España Soy de dos lugares, y a los dos pertenezco, quizás más a uno que al otro, pero, los compagino al unísono, si no, me faltaría algo. Entre Tarragona y Palencia, me muevo, en Palencia estoy ahora, ahí nací, pero, de Tarragona me siento, pues, ahí pací y aún sigo de vez en cuando. Empecé a escribir poesía en 1987, lo mismo que a pintar óleos mixtos, en la escritura de letras versadas sigo aún y a los pinceles del óleo y del acrílico, volví hace dos años. En la acuarela me acabo de iniciar ahora, en este pasado mes de abril, y la verdad, me ha gustado la experiencia. adosado. Escribo y leo los días tal y como aparecen a mi lado, algunas veces de diferente forma, intentando observarles tal cual son y algunas veces, como se pueden imaginar las frases y palabras, que a veces suelen saltar al interior de mi tintero, ese qué sabe descifrar todo el contenido que le va llegando desde el exterior.
Me encanta la pintura, sus cuadros al óleo, a la acuarela, los abstractos, los dibujos, es el Arte de la Cultura, el Cine y el Teatro. Casi todo me interesa y a la vez, nada en sí, dependiendo como esté en ese momento, un poco de todo y nada a la vez, todo lo normal sin llegar a lo incorrecto. En mis páginas podrás encontrar, poemas, acrósticos, prosas poéticas, relatos, historias vividas o contadas, retazos y pensamientos, los que se irán plasmando en pinceladas, dibujando las orillas de los días, con sus abstractos arrebolados y acuarelando los momentos que se acerquen a mis manos. He ido acercando cuadros de Juan Galdo, pintor ferrolano, que es un gran profesional de la pintura, y algunos lienzos mixtos míos , me resulta simpática la forma de poder acercar todo lo que se va alojando en mis manos y pensamiento. La gran mayoría de las imágenes, serán recogidas de la red, unas llevarán su enlace en el interior y otras, tendrá su propia libertad. Subiré las mías propias, de móvil o cámara, esas qué iré encontrando en mi caminar por los días de la vida diaria u ocasional. Tan solo espero, que por el medio que llegues a este rincón arremansado literario, pueda ser de tu agrado. ©Mía Pemán
Paqui Galán
Paqui Galán España
Hola soy Paqui y desde pequeña me ha gustado soñar entre hilos y telas. La costura creativa me relaja, hace crecer mi imaginación y me lleva a un mundo de fantasía e ilusión. Queréis soñar conmigo??? Pues si es así, os invito a compartir una de mis grandes pasiones ... El Patchwork.
Pepi Maeses
Pepi Maeses España
Allá en la distancia, sin kilómetros, está, la otra parte que me falta, para terminar de armar mi corazón... Tú... Yo... Nosotros...
Suisis Love
Suisis Love España Soy persona Romántica y me encanta la poesía. Sensible, y me gusta decorar mis poemas ya que todo lo que es bello me encanta........ Gracias por acogerme en esta página.... Suisis Love
Yolanda Arias Forteza
Yolanda Arias Forteza México Yo soy, Yolanda Arias Forteza. Describir deliberadamente, cómo soy, es tarea que escapa a mi intelecto, en esta realidad me siento… sueño y la vivo normalmente en ensueño, en sucesión de días que se desplazan sin orden cronológico en las que pasan las horas contumaces; momentos son, en que mi afán se vierte en cosas simples que conforman el Todo en mi existencia. Quién Soy, cómo Soy, al paso, con mis versos se devela. De momento, Soy estela de una estrella que surca un firmamento donde pongo mis pies sobre la tierra. Edad. Atemporal. No tengo la que siento. Educación. Banal. Estudio y poco aprendo. Mi oficio. Artesanal. Creo y trasciendo. Mi interés primordial. En las letras, en el abecedario en que me extiendo. A bien, no sé Qué Soy, más si sé Quién Soy y en mi Universo propio, me… sostengo.
La Guarida del Lápiz y Papel, Grupo literario Sociedad sin ánimos de lucro compuesta por varios autores, cuales en conjunto exponen sus obras sin perder su tutoría. Todos los derechos reservados prohibida la reproducción total o parcial del contenido y toda clase de comercialización Edición 7ª Nº 07/2015
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