Cultural 21-09-2018

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suplemento semanal de la hora, idea original de Rosauro CarmĂ­n Q.

Guatemala, 21 de septiembre de 2018

Inmanencia

Un libro de poesĂ­a


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presentación

l arte es expresión de los sentimientos humanos y ocasión de apertura a horizontes nuevos. Es también crítica a lo establecido, experimento, memoria y muchas cosas más. Por ello, presentar una obra literaria, como lo hace en esta edición José Manuel Monterroso, a propósito del libro de poesía de Gustavo Bracamonte, ocupa un lugar privilegiado en nuestro número. Monterroso explora la propuesta poética de “Inmanencia” para extraer lo que juzga valioso: su crítica social, la conciencia de íntima del autor, lo idílico y su contenido estético. El examen crítico pasa por una interpretación generosa en la que descubre elementos de una arquitectura literaria sólida. Sobre los elementos críticos del texto, Monterroso afirma que “La denuncia nunca falta en las obras de Bracamonte. Nadie mejor que él sabe poner al desnudo los males que aquejan a los hombres y mujeres que se retuercen a causa de las injusticias y los abusos provocados principalmente por quienes ostentan, en un momento determinado, el poder”. Presentamos en esta edición, además, el artículo titulado “’Escuela Para Todos’ de Centroamérica y la inclusión educativa”, escrito por el profesor de filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, José Manuel Fajardo Salinas. El investigador, al indagar sobre la filosofía y contenidos de la propuesta de “Escuela Para Todos”, desafía a los planificadores y gestores de la educación para transitar el camino de la inclusión. Con lo anterior, ofrecemos las contribuciones de Maco Luna (cuento), Gustavo Sánchez Zepeda (poesía) y Miguel Flores (ensayo). Esperamos que el Suplemento lo encuentre con el ánimo de siempre y que encuentre beneplácito en la lectura de los textos. Esperamos sus comentarios. Hasta la próxima.

es una publicación de:

Inmanencia, el nuevo libro de Gustavo Bracamonte José Manuel Monterroso Académico docente

Una vez más, la literatura de Guatemala se viste de gala con la llegada de un nuevo libro de poesía, el cual se une a la incansable lucha por construir imaginarios sociales más justos, mediante la revisión, el cuestionamiento y la denuncia de los discursos hegemónicos que, en reiteradas ocasiones, atentan contra la dignidad humana, en este país cargado de belleza natural y con una historia llena de heroísmos.

N

Acerca del autor acido en la bella y cálida Chiquimula, allá por los años 50, Gustavo Adolfo Bracamonte Cerón es, hoy por hoy, el hombre que sigue haciendo lo que por más de cinco décadas le ha ocupado la mayor parte de su vida: “cultivar este difícil arte de dibujar con palabras los más altos anhelos de la humanidad”. Como integrante de la promoción 72, se graduó de maestro de Educación Primaria Urbana en el Instituto Nacional para Varones de Oriente (INVO). Ha ejercido la docencia en diversos lares de nuestro país: Chiquimula, Huehuetenango e Izabal. También es profesor de Enseñanza Media en Filosofía egresado de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos y periodista profesional, con un doctorado en Comunicación por dicha casa de estudios. Actualmente funge como docente de la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Carlos de Guatemala y como columnista en varios medios de comunicación escrita. Es, sin duda alguna, uno de los más vastos y prolijos escritores de nuestro país, con un haber de casi tres decenas de publicaciones literarias, la mayoría de ellas de poesía. De sus libros más recientes cabe destacar, entre otros, El recurso de la mirada, Mujer de piel blanca, Pájaro del atardecer, Tratado del deseo, País desnudo, Concupiscente, Cuarto oscuro, Poemas de invierno, Poemas de la plaza, Ventanas y Sodoma, Desasosiego y, su más reciente entrega, Inmanencia. Lo inmanente del libro En esta ocasión, Gustavo Bracamonte nos sorprende con un libro que conduce a quien lo lee hacia lo más profundo, a lo inmanente, del ser humano y de la vida misma. A mi criterio, esto es lo más valioso −y novedoso a la vez− de esta creación literaria, de la cual quiero exponer a continuación algunas razones o criterios para su lectura.

1. Revelación y rebeldía de la existencia humana Desde el primer poema, el poeta no teme develar su yo y el entorno en que se encuentra, a pesar de que este último se presenta como tenebroso y grotesco. Es el entorno en el que su yo también se revela y se rebela. Así lo expresa en uno de sus poemas: He atrapado a la oscuridad de los lugares más desgraciados de lo humano, la he sacudido neciamente, apretado con las turbulentas dudas al intentar arrancar el pensamiento la he extirpado… Y este desnudamiento de la realidad se convierte muy pronto en un reto. Un reto

que puede llevar a quien lo haga a recibir “una bofetada grotesca” que le causará una vertiginosa caída bajo los más profundos, oscuros e indeseables escombros. Así lo expresa el poeta en los versos siguientes: He hecho cuanto he podido sin arruinar a nadie y por ello, no temo morir en cualquier circunstancia o bajo los escombros de una bofetada grotesca. Y luego continúa diciendo… He arremetido contra la maldad boquiabierta en el cieno de oscuros lobos digitales e indagado las desgracias para no tener conjeturas de mi pasado.


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Es innegable, no obstante, que lo humano, cual gelatinosa y amalgamada masa, se mueve entre lo tenebroso y lo grotesco. Y en medio de todo, ser feliz es algo poco común. Tal parece que en la sociedad actual, cloaca invadida por las redes sociales que nos esclavizan, muchos se resisten a ser felices, no quieren sonreír. Es por ello que el poeta califica de insurrecta a la sonrisa y la considera como un elemento que puede cambiar lo aciago y monótono de la vida, que rutinariamente espera, cual ruptura, el lunes: La risa es enorme jolgorio contra la tristeza, tristeza de abusiva despedida sin recordar que mañana es lunes en el parque de la luna, una risa libera de esa angustia que provocan las limitaciones. Pero en medio de todo, brilla la esperanza de una “caminata triunfal” llevando los anhelos y el optimismo: Llevarse los anhelos a la espiral indefinida del optimismo casero que respira siempre por la mañana y llena de gracia la caminata triunfal que recorre el orbe insólito. Y más adelante, con los siguientes versos, el poeta descubre que es posible trascender las coordenadas deterministas del espacio y el tiempo. Le canta a la esperanza y en sutil diálogo con ella le dice: Esperanza con ancestrales pies sobre la hierba húmeda y las manos asidas a la guerra surges gloriosa de este pesimismo cancerígeno que ensombrece inútilmente

Tu desdicha consiste en haber lanzado el amor en un pedazo de carne joven, bella, cándida; tiraste a los perros la luna. 2. La poesía como denuncia y crítica […] pero derrocaremos esta otra apatía con un sollozo de esperanza emergiendo de la grandeza humana. La denuncia nunca falta en las obras de Bracamonte. Nadie mejor que él sabe poner al desnudo los males que aquejan a los hombres y mujeres que se retuercen a causa de las injusticias y los abusos provocados principalmente por quienes ostentan, en un momento determinado, el poder. El magistral manejo, al estilo de Augusto Monterroso, de una sutil ironía queda, por mucho, claramente ejemplificado en el poema “Poderosa locura”: Los locos son perfectos para gobernar, bostezan de cansancio sucio, sus congéneres le aplauden con cantos dulces, orina en los corredores del poder, el obrero limpia los escombros sombríos, manda ahorcar a los que se ríen de él y la gente asegura que no hay mejor tiempo que el de su gobierno. Perfecto loco, perfectas muertes, perfecta calamidad. Por otra parte, el poeta deja bien claro que solo extirpando la carroña que invade lo humano, el humano puede sentirse y verse “saludable” y verdaderamente libre. Claramente lo

expresa en los siguientes versos: Con golpe de puñales extirpar la decadencia de la risa pastosa del odio como león muerto gravitando en sus propias agruras y bestialidad. […] Es obligatoria la sublevación […] Uno respira la posibilidad de otro mundo, […] incluso con el filo del cuchillo en la palabra o invocando desde la salud de la inmanencia, la devolución de la civilización. Aun en medio de lo quejumbroso y triste de varios poemas, la obra presenta el deseo inmanente de su autor de producir un cambio profundo en la situación actual, a la cual Bauman, metafóricamente, llama “modernidad líquida”. Por esta razón, no titubea para hacer un llamado a cambiar lo efímero de la vista por lo profundo e invariable de la palabra; a cambiar esta civilización – tan superflua– por una vida cimentada en las raíces más profundas de una existencia con sentido; a cambiar “las aguas negras del espectáculo” por una humanidad luminosa, en la que confluya todo: los credos, la muerte, el porvenir, el poder e, incluso, las sombras de los animales rapaces que merodean entre los dientes de la historia que se presenta como implacable y terrible. 3. Lo idílico y sensual No podía faltar el toque de sensualidad, el

canto al amor. He aquí un fragmento del poema titulado “Mala fe”. Según los pronósticos de la mala fe de la gente que ha visto ocultándome en tus brazos con la abreviatura de deseos carnales tengo un pie en el infierno y les creo al sentir que la temperatura de mi cuerpo te quema el vientre mientras consumamos el acto más hermoso del pecado. 4. Calidad estética y literaria En un libro como Inmanencia, con tan sobresaliente poesía, no pueden faltar las bellas metáforas y símiles con los cuales el poeta sabe poner magistralmente el arrebol del pastel, cual delicada y deliciosa guinda: Sobre la azotea de inmerecidos dolores, pongo a secar mi ropa aniquilada por el tiempo, raídos recuerdos ventilando la memoria, vacío la vida de calcetines sucios de pasos en los lodazales del sufrimiento, de calzoncillos amarillentos por poluciones anticipadas a la simple queja de los sentidos.


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“Escuela Para Todos” de Centroamérica y la inclusión educativa José Manuel Fajardo Salinas Académico e investigador UNAH

“Un amable oyente nos escribe desde la aldea El Naranjo, en el municipio de Azacualpa, Santa Bárbara, Honduras, y nos envía la siguiente pregunta: ¿Me pueden explicar por qué al escribir el nombre México, lo hacemos con la letra “x”, pero al pronunciarlo, lo decimos con la letra “j”? Gracias y quedo esperando su respuesta…”

L

as palabras anteriores corresponden a lo que ha sido el ir y venir de preguntas y respuestas de un programa radial de grato renombre en la región centroamericana: “Oigamos la respuesta”, producido por el Instituto Centroamericano de Extensión de la Cultura, dentro del proyecto “Escuela Para Todos”, con sede en San José de Costa Rica. Este intercambio de dudas y aclaraciones, desarrolladas por una parte, desde la autenticidad de la curiosidad campesina y del sincero deseo por aprender; y por otra, del afán de explicar la realidad de un modo claro e inteligible para la mentalidad campesina, siguiendo el lema de que “Comprender lo comprensible es un derecho humano”, lleva ya más de medio siglo de vida en nuestra región e incluso ha extendido sus fronteras al ser escuchado por la población centroamericana residente en los Estados Unidos de Norteamérica. Narrar la forma en que este emprendimiento radial llegó a tener un lugar preferente en el corazón y alma de la población rural de América Central es algo que excede el límite de estas líneas. Sin embargo, y gracias a una valiosa iniciativa promovida desde el sur del continente, tanto esta historia como una serie de reflexiones educativas centradas en la educación inclusiva, podrán ser vistas y escuchadas a partir del presente mes de septiembre, cuando entramos al trienio que anticipa la conmemoración de los doscientos años de la independencia política de Centroamérica. Si bien, para los próceres de dicha gesta la educación era una clave indubitable para elevar el desarrollo de nuestros pueblos, parece que algo ha fallado en su aplicación, pues a pesar de la ampliación de los rangos de cobertura educativa -particularmente en los primeros niveles de escolaridad- no se nota que ello haya significado una mejora ostensible en la calidad de vida a nivel general. Más bien pareciera que en no pocos casos, la educación favorece o profundiza la inequidad y el desequilibrio de oportunidades para quienes tienen acceso a sus programas de atención pública. Teniendo como trasfondo tentativo este leve y sencillo diagnóstico, que puede extenderse al

resto de la región latinoamericana, el Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva (CELEI), concentra la mirada de la academia regional e instala una plataforma de debate que ayuda a considerar la educación como una estrategia de “inclusividad”, es decir, de integración y consolidación social, y no tanto

de exclusión y superación (entendiendo esta última palabra como una forma de colocarse por encima de los otros, o sea, la lógica de competir para elevarse por sobre el promedio). Para ello, el CELEI, desde Chile, propone un Ciclo de Conferencias internacionales, donde desfilarán una serie de académicos que, con


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sus investigaciones en variados temas educativos, aplicarán lo mejor de su pensamiento crítico para indagar nuevas categorías que ayuden a problematizar el modo en que se ha abordado la posibilidad educativa hasta el actual momento. ¿Qué relación guarda este evento con el proyecto “Escuela Para Todos” de Centroamérica con cuya alusión inicié estas ideas? Pues que se le ha concedido la honrosa distinción de inaugurar el Ciclo mencionado, ya que su novedad educativa será destacada en una de las dos conferencias que dan inicio a las veinte que compondrán la experiencia total. La oportunidad de inscribirse y participar es abierta y está disponible en el enlace: h t t p s : / / w w w. c e l e i . c l / t a r e a cr it ica-de-la-e ducacion-inclusivacontingencias-epistemicas-emergenciasmetodologicas-y-discusiones-para-elpresente/ ¿Desde dónde se puede hablar de “Escuela Para Todos” como un proyecto inclusivo? Seguramente ello parte del diagnóstico que motivó su arranque a inicios de los años 60. En el documento titulado: “Exposición de Motivos de la Ley de Creación del ICECU”, se habla de la historia regional como la narrativa de una población dividida, debido a la forma de su nacimiento cultural, es decir, los países latinoamericanos no disfrutamos de una cultura nacida en nuestro suelo: de un lado, la clase intelectual y media dispone de una cultura cuyo origen no está en esta tierra, procede más bien de Europa o de países desarrollados; y del otro lado, los habitantes del mundo rural son afectos a tradiciones de origen autóctono y más bien marginales a otras influencias. Debido a esta falta de unidad en la población, es lógico que no se logre desarrollo, ya que, al faltar unidad espiritual, falta la concepción de un destino; así, lo que se construye es para resolver transitoriamente los problemas, pero rara vez para proyectarse hacia un futuro. Visto de modo superficial, ello puede tildarse de irresponsabilidad, pero en el fondo, más bien es un problema de falta de identificación o de identidad. Hasta ahí el diagnóstico del año 1963, y aunque de esa época a la actualidad, la proporción poblacional ha cambiado en Centroamérica, favoreciendo el poblamiento urbano en contra del rural, se podría afirmar que en lo básico el juicio esbozado se mantiene vigente aún hoy, con una gran masa rural y suburbana disociada de los beneficios de la modernidad, y supeditada a los azares de los juegos de poder en democracias más bien formales que reales. De este modo, al mantenerse en lo básico las causas profundas del subdesarrollo latinoamericano, la opción propuesta por los iniciadores del proyecto “Escuela Para Todos” podría confirmarse para nuestra

actualidad; ¿cuál fue la alternativa planteada en aquellos años? “No informar, sino interesar”, como lo dice el mismo documento. Es decir, fomentar el interés por cultivarse cognitivamente, particularmente entre aquellos grupos de población distanciados de la educación formal, para re-crear una base cultural unificada que lograse la identificación común de la población, y así fortalecer un imaginario social que se proyectara espacio-temporalmente de modo armónico. Tal tarea, nada fácil por su magnitud y alcance, tuvo una respuesta sumamente positiva por parte de la población rural centroamericana. Lo testimonian así los archivos del ICECU, donde en una sala denominada: “el Corazón”, reposa la correspondencia postal base del programa radial, con más de medio millón de preguntas venidas de todos los rincones de América Central. A todas ellas se ha dado respuesta y se ha satisfecho de este modo el deseo de conocer, lo cual ha ayudado en cinco décadas de continua labor a cultivar algo que va más allá de la educación profesional o vocacional, tocando esa región de lo humano donde se juega el sentido de lo cotidiano, como lo es el aprender por el propio gusto de hacerlo, no por premio o castigo, sino por placer. Esa es la inclusión anhelada por el proyecto en sus inicios, y que se concibe como una posibilidad alentadora para animar y guiar políticas públicas incidentes para la contemporaneidad latinoamericana en ruta de justicia y equidad social. Es lo anterior un pequeño anticipo del rico banquete de conceptos e iluminaciones que tanto este proyecto, como otras presentaciones del Ciclo internacional aludido, pondrán a disposición de quienes se animen a seguirlo.


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El escritor abre de par en par la ventana. Tomada de la mano, la luz y el viento, entra la poesía. Sus ojos se introducen en la historia de cada sujeto que pasa frente a la casa. Bien se monta en la carreta del vendedor o en la cartera del comprador; bien en la falda de la colegiala o en la chalina de la madre soltera, y hasta en la cola de los perros con pedigrí o en la piel sarnosa de los chuchos descalzos.

A

Maco Luna Escritor

lgunos pájaros urbanos se acercan dando saltitos al charco de agua llovida. Absorto en el paisaje está el escritor cuando suena su celular: ¿Bueno? –Qué tal vos? Te tengo un trabajito: Solo tenés que escribir unos cuentos que tengan, más o menos, setecientas palabras. El tema tiene que ser sobre la relación de la naturaleza con la vida y tener un buen final. Ah, y que los personajes sean animales… El lenguaje debe ser sencillo y coloquial. No pagan tan mal. ¿Qué decís? Eso sí, tenés poco tiempo. El escritor baja la mirada y piensa por un momento que aceptar esa propuesta sería prostituir las letras, pero el agujero en su zapato le grita que el dinero mueve montañas y que por ahora lo único que tiene son sueños. Sin darle más vueltas al asunto acepta. Ahí comienza el quebradero de cabeza. ¿Qué historia escribo y por dónde empiezo? …cierto día se escuchó en toda la selva el rugido del león que decía, cargado de vanidad: “Yo soy el rey de la selva”. El mono lo escuchó y, balanceándose entre los árboles contestó: “No. El rey soy yo. Soy más inteligente y no solo fuerza bruta. Los demás animales también se creían reyes; el venado, por ser veloz; la zorra, por astuta, y así cada uno de ellos, decía tener una cualidad suficiente para reinar por sobre los demás… El poeta estruja la hoja de papel y la tira por la ventana. No es por ahí donde debo caminar. Se pone de pie, y mientras fuma da una vuelta por la casa y luego regresa a seguir raspando palabras. Ahora no se le ocurre ninguna historia. Por más vueltas que le da al asunto, no es el momento propicio. Tengo que encontrar el hilo para tejer la historia y no encuentro la punta por ninguna parte. ¿Una historia por dinero será hacer literatura? Saca su pañuelo en un ademán de cansancio y tropieza con su delgada billetera, y esta, haciendo gala de su erudición, le suelta el sermón: “Escribir por encargo es una forma, no la única, de hacerlo profesionalmente. Si pensás que escribir por encargo es, de un modo inevitable, algo indigno, recordá que el doctor Johnson cree que sólo un badulaque escribe por placer. Ya sabés que él escribía por necesidad, por dinero, y lo hacía admirablemente. Luego de su escueto aunque un tanto convincente discurso, la intercesora guardó silencio. Mejor abro el vano y dejo que el viento me traiga palabras, pensó el escritor. Al nada más abrir el cristal y percibir la luz de la vida

A la Ventana

ajena, la ventana lo invita: Siéntate, amigo, te voy a contar que hace algún tiempo venían unos pajaritos a beber agua llovida y a platicar conmigo. Me contaban cómo tuvieron que emigrar a la ciudad cuando las montañas se iban quedando sin árboles, los ríos ya no corrían alegres entre el ameno verdor del campo. El gigante de la contaminación se bebía toda el agua y los peces morían en el lodo. Por eso ellos se vinieron a la ciudad, pero aquí descubrieron cómo la maldad baila con la mentira. Dicen que aquí la vida no tiene importancia y cada quien vive en el fondo de su propia burbuja de miseria. Nosotros tenemos alas, pero no tenemos viento limpio para volar ni árboles

donde formar nuestros nidos para continuar la vida. Todos los días me platicaban de lo mismo. Que si la relación con la madre naturaleza no depende del dinero y que los humanos deben pensar que la vida vale más que el oro y que no destruyamos el ambiente. El tiempo juntó días y meses que hicieron un año. Los pajaritos no volvieron. Me enteré por el volcán que me saluda desde el horizonte que hoy el campo canta una nueva canción. Al escritor se le vio ese día más tiempo del acostumbrado con el codo apoyado en ventana. El vientecito fresco de la tarde le recordó que tenía que escribir un cuento para poder pagar la renta del apartamento.


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POESÍA GUSTAVO SÁNCHEZ ZEPEDA Escritor

mi memoria no es legado de vencedores ni canasto de pan ni razón vital o historia es la leche materna agria y fría que me toca beber

me bajo de la acera corro sin respirar recuerdos para nadar en tu sangre aunque me quiebre aunque me lleve donde empecé

se necesita angustia para encarnar sólo el dolor trasciende -diceny qué de la pasión la serenidad el gozo cuatro gotas bastan para inundar estirpe


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foto de sitio web.

Arte visual y habilidades cognitivas

Programa educativo MOMA.

Miguel Flores castellanos Doctor en Artes y Letras

La relación entre las artes y el desarrollo cognitivo ha sido objeto de estudio que ha cobrado fuerza en los últimos años por sus valiosos beneficios. Juan Manuel Beltrán López lo dejó claro en su artículo Mejora la comprensión lectora a través de las artes, publicado a través del Observatorio de Educación Educativa del Tecnológico de Monterrey.

M

ucho se comenta que los jóvenes de hoy no leen, es una queja común de los docentes universitarios. Sin embargo, antes de expresar lo anterior, habría que estudiar lo que se ha dado en llamar el fenómeno Harry Potter, donde los jóvenes devoraron en su momento libros completos de J. K. Rowling, un texto facilón, pero de largo aliento para alguien que no quiere leer. No cabe duda, en la actualidad los jóvenes universitarios leen, pero en sus teléfonos móviles o en otros dispositivos electrónicos, y a lo que habría que poner atención es a lo que leen. Basta ver lo que aparece como noticias en Yahoo, para darse una idea de la banalidad de ciertas publicaciones de Internet. El estudio Monografía de artes y cognición: capacitación

en artes, lectura e imágenes cerebrales, realizado por Brian Wandell y un importante equipo de investigadores adjuntos de la Universidad de Stanford, publicado en el 2008, en una de sus conclusiones dice: “…tenemos datos (…) sobre la relación entre las habilidades matemáticas y las artes. Hemos notado una correlación sorprendente entre el entrenamiento en artes visuales y la habilidad de cálculo matemático, medida por la prueba de cálculo Woodcock-Johnson III”. Beltrán resalta el hecho de “… integrar la lectura con la expresión artística ayuda a los alumnos a apropiarse de la historia, motivarse a continuar y al mismo tiempo mejoran la comprensión lectora”. De acuerdo a una investigación se observó que los “alumnos obtuvieron un mejor rendimiento escolar fueron quienes pusieron mayor esfuerzo en su obra de arte, a pesar de no ser la obra visualmente más atractiva”. Todas estas investigaciones profesionales vinculada con estudios en el campo de la neurociencia, que evidencian que las artes visuales, no solo son un pasatiempo, dan un nuevo papel al arte, siempre visto como un

objeto de élites en el país. Guatemala no cuenta con ningún estudio de este tipo, basta con ver los resultados de los índices de lectura comprensiva realizados por el Ministerio de Educación. Por otro lado, el país vive el abandono de un instrumento esencial para la educación en aspectos del arte visual, los museos son bodegas tristes, sin ningún programa educativo dirigido a los miles de estudiantes de primaria y secundaria, de la capital y de ciudades vecinas que llegan al museo como si fueran al parque. Otro aspecto es la formación en artes que tienen los profesores, que es casi nula. La última jornada de actualización para docentes de secundaria, que organizó la Universidad Rafael Landívar en las áreas de filosofía, literatura y estética congregó alrededor de 200 maestros que voluntariamente asistieron los sábados, procedentes de establecimientos públicos y privados, todos coincidían en la falta de interés de sus autoridades superiores sobre el tema. Desde hace diez años, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA) desarrolla un exitoso programa en las

escuelas neoyorquinas, en las que el arte entra en el aula como una herramienta para apoyar el aprendizaje. Desde el 2015 esta experiencia ha llegado a Costa Rica y sus principales museos, el Museo de Arte Costarricense (MAC), el Teatro Nacional, los Museos del Banco Central, la Universidad Nacional y el Museo de Formas, Espacios y Sonidos, crearon el llamado Programa de exploración visual Costa RicaMOMA. Si no existe el dinero, ni público ni privado, para tener mejores museos, con creatividad es posible sacar provecho de esos viejos galpones que en sus mejores tiempos fueron el orgullo de Jorge Ubico, y realizar proyectos educativos que vinculen el quehacer artístico visual y las materias como matemáticas y lectura comprensiva. El Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura y Deportes siguen en deuda con el arte de este país para los jóvenes de hoy y del futuro. Más información sobre el estudio en ht t p : / / w w w. d an a . o r g / P ubli c ati on s / R e p or t D e tai l s . aspx?id=44246


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