Cultural 29-03-2019

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La educaciĂłn en Guatemala

Guatemala, 29 de MARZo de 2019

suplemento semanal de la hora, idea original de Rosauro CarmĂ­n Q.


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presentación

icerón se refería a la historia como “Magistra vitae”, el saber que resignifica nuestra experiencia en favor de nuevas rutas de vida. Es pedagogía, en tanto que enseña, pero también filosofía que deconstruye el mundo al mejor estilo de Nietzsche, con el martillo, sabiendo que el modelo oficial ofrecido pertenece al gran relato de los poderosos. Por ello, la revisión histórica de la educación es un proyecto obligado para comprender en su justa dimensión la praxis educativa. Hay que volver a los hechos para entender las causas de nuestros fracasos, los intereses creados, su mercantilización, y más aún los silencios y omisiones de un sistema hecho a la medida de los dueños del capital. Con esa intención publicamos el trabajo del historiador Fernando Mollinedo, sabiendo que su visión crítica facilitará a los lectores pistas de comprensión de un fenómeno no exento de intereses. Evidentemente no es un tratado exhaustivo de crítica histórica, pero ofrece valoraciones y juicios de importancia para los interesados en el tema. Por lo demás, nuestra edición presenta la reflexión del teólogo brasileño Leonardo Boff, “¿Por qué la Iglesia oficial se niega a discutir sobre la sexualidad y la ley del celibato?”. El artículo no tiene otra intención que proponer las ideas en una temática recurrente de nuestro tiempo. Muchos de nuestros lectores, desde su confesión religiosa, se interesan por la realidad eclesial y nosotros desde La Hora creemos en su valor en el contexto del debate contemporáneo. Una vez más, expresamos el deseo de que la edición sea de su beneplácito y contribuya también al crecimiento personal e intelectual de usted como lector. Que los demás textos ofrecidos le ayuden, más allá de lo lúdico, a desarrollar actitudes que lo sitúen en el horizonte del proyecto de humanización al que muchos aspiramos. Que así sea. Hasta la próxima.

es una publicación de:

La educación en Guatemala primera parte

El proceso educativo en Guatemala, desde la declaración de Independencia (vida independiente) hasta la Revolución de 1871 (durante 50 años) estuvo marcada por: a) una inestabilidad de ideales pedagógicos por contradicción respecto a la organización de la política económica y cultural por el paso de la vida colonial a la vida independiente y, b) por las corrientes políticas del liberalismo y conservadurismo. Fernando Mollinedo C. Historiador y columnista Diario La Hora

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os liberales estuvieron constituidos por elementos profesionales, artesanos liberales y pocos terratenientes pretendieron la transformación del sistema político, económico, social y cultural, mientras que los conservadores integrados con un clero

reaccionario, terratenientes feudales y algunos comerciantes no querían introducir reformas sustanciales y pretendieron que todo quedara como estaba en la época colonial. El primer momento de cambio fue el ascenso ideológico de los líderes sociales Pedro Molina y José Cecilio del Valle; ambas concepciones pedagógicas eran diferentes, pero coincidieron en que el Estado debía responsabilizarse de la educación del pueblo. Preocupación vital del Estado, base para la estructuración de la patria. Los ideales pedagógicos de Pedro Molina fueron: el valor cívico y moral, partiendo del perfecto desarrollo físico. Para José Cecilio del Valle, el ideal consistió en la sabiduría. En el año 1823, en las bases constitucionales se asigna al Poder Legislativo la misión de dirigir la educación; y en la Constitución de la República Federal de Centroamérica del año 1824, se estableció como función del Congreso: dirigir la educación estableciendo los principios generales más conformes al sistema popular y al proyecto de las artes útiles y de las ciencias. Estos principios generales fueron desarrollándose en la Constitución de 1825

donde se estableció: 1) el plan general que regiría la enseñanza, 2) el cuerpo legislativo que definiera el número de escuelas y su ubicación, y 3) que ninguna persona puede hacer reglamentos particulares que se aparten de estas disposiciones escritas en la ley. Fue un tiempo de muchas aportaciones ideológicas y planificaciones con escasas realizaciones concretas por las limitaciones económicas, desorden y desorientación de los primeros años de vida independiente. El segundo momento de cambio fue el de los grandes planteamientos pedagógicos liderados por el Doctor Mariano Gálvez, quien como presidente de la Asamblea Legislativa emitió un decreto que autorizaba al Organismo Ejecutivo para organizar la enseñanza en Guatemala; y durante su gestión como Jefe de Estado promulgó las bases para la instrucción pública. En virtud del decreto que estableció o formuló las bases de la instrucción pública, se estableció un organismo encargado de dirigir la educación en el Estado guatemalteco: la Academia de Estudios, la cual comprendió tres secciones: a) ciencias físicas, matemáticas y médicas, b) ciencias


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eclesiásticas, morales y políticas, y 3) literatura y artes. La Dirección de esta Academia tuvo a su cargo: la primera instrucción o educación primaria; la segunda instrucción o secundaria, y la tercera instrucción o educación superior. En dicha época, 1) se dio la creación de muchas escuelas públicas en los departamentos, 2) se dio vida a la educación secundaria, 3) se organizó la educación superior con la fusión de la Universidad de San Carlos, el Protomedicato y el Colegio de Abogados, y 4) se establecieron los estatutos de la Academia de Estudios en 1834. El Primer Estatuto de Instrucción Primaria fue decretado en 1835, el cual contempló la organización de las escuelas primarias públicas y privadas; aspectos referentes a la instrucción indígena, el establecimiento de las escuelas dominicales para adultos (tendientes a establecer métodos Lancasterianos) y se asentaron los principios de obligatoriedad, gratuidad, fundamentación de la escuela laica. El 7 de julio de 1835 se dictó el Decreto que estableció la primera escuela normal de primeras letras. El tercer momento fue un vertiginoso descenso del proceso educativo: se detuvieron los impulsos creadores de centros de cultura, se redujeron los recursos económicos para la educación y se restituyó la vieja organización colonial, entregando la responsabilidad educativa al Clero. Todas estas medidas negativas están plasmadas en la reglamentación de 1852 y fueron inspiradas por uno de los más recalcitrantes reaccionarios de la época, Manuel F. Pavón brazo derecho del gobernante Rafael Carrera. Uno de los considerandos reza: “el fundamento

de toda y buena y sólida enseñanza, consiste en el aprendizaje de la doctrina de nuestra religión”, otro dice: “y que a la juventud se inculque desde sus primeros años sus máximas y las del respeto que deben tener a sus padres y a sus mayores y a los funcionarios y autoridades a cuya beneficencia deben los pueblos su bienestar”. Dicho reglamento contempló que: las escuelas debían estar bajo la inspección de una Comisión compuesta por un cura, un miembro de la municipalidad y un vecino de la parroquia elegido por el cura; además la Comisión tenía a su cargo la supervisión escolar y dotación económica del lugar. Se redujeron y limitaron los avances de los programas escolares regresando a la cartilla, catón cristiano, moral y urbanidad de Juan Escóiquiz, catecismo del padre Ripalda, escritura y religión de antaño; aprendizaje de pura memoria, sábados dedicados exclusivamente a la doctrina cristiana y por la tarde asistir a la iglesia a cantar la Salve. Este último período que abarcó 30 años se caracterizó desde el punto de vista pedagógico por el estancamiento de la educación, la limitación de la libertad de enseñanza y terminó con el derrocamiento de Vicente Cerna. EL PERÍODO INDEPENDENTISTA CENTROAMERICANO, SU GESTACIÓN Y TRASCENDENCIA De 1810 a 1826 las revoluciones independentistas en las colonias españolas de Centroamérica eran un eslabón de la cadena libertaria, “no fueron hechos fortuitos, ni solo cambios pacíficos de autoridades dentro de un clima de absoluta cordialidad”. Fue un movimiento de rebelión contra el orden constituido, una réplica al sistema feudal de explotación, una protesta por

las limitaciones económicas impuestas por la anticuada legislación. Hubo, en el reino de Guatemala, patriotas muertos, encarcelados, exiliados y/o desterrados; algunos sectores que sintieron la necesidad de mejorar sus condiciones económicas se alinearon en favor de la Independencia; hubo indígenas que no querían más esclavitud y la presencia de la burguesía naciente para ampliar sus posibilidades de desarrollo. Las autoridades españolas, el clero, los grandes terratenientes feudales y un sector de comerciantes calificaron como una peligrosa aventura el permitir que el pueblo se organizara y decidiera tomar acciones soberanas que producirían peligro para sus enormes intereses económicos. La oposición a la colonia fue por: el duro régimen colonial sin modificaciones durante casi 300 años de predominio, los aborígenes sometidos al régimen feudal de producción, la importación de esclavos para ampliar la explotación humana, el comercio con reglamentos desventajosos para los comerciantes de las colonias, la Casa de Contratación de Sevilla con sus intereses reales y de compañías españolas de comercio, la prohibición del comercio inter colonial, la figura jurídica de la encomienda, la obligación de comprar lo que no se necesitaba y el arrebato inmisericorde de las tierras. El clero participó en estos negocios, la iglesia se engrandeció tanto que, en la última época del régimen colonial, poseyó una tercera parte de la tierra laborable; los criollos no participaron en el gobierno de las colonias; en 300 años hubo 4 virreyes criollos, 14 gobernadores criollos y 602 españoles. El inicio de las acciones independentistas se dio con el

levantamiento de indios (Quekchíes en 1803, los Quichés en Chichicastenango 1813, en Santa María Chiquimula 1818, en Sacapulas 1820, en Totonicapán 1820) y negros, la sublevación y complot de criollos y mestizos. Estas condiciones se dieron pese a las medidas prohibitivas del régimen colonial que obstaculizó el desarrollo económico local, del crecimiento de fuentes productivas que iban entrando en contradicción con el viejo sistema feudal. Los agricultores y ganaderos pedían la eliminación de la restricción del desarrollo económico, y el gobierno respondió con oídos sordos. Ante ello, los independentistas tomaron como ejemplo el levantamiento de los Araucanos en chile, la sublevación de los indios en México, el levantamiento de las masas en Perú denominado insurrección campesina y como factor coadyuvante la lucha de las colonias inglesas y su triunfo en 1776, y como corolario la Revolución Francesa de 1879. Pero las ideas liberales entraron en América, burlando el Tribunal del Santo Oficio y del alto clero; ingresó literatura de pensadores del siglo XVI y XVII como Francis Bacon, Renato Descartes, Erasmo, Galileo Galilei, Hobbes y otros que fueron penetrando paulatinamente en América; así las obras de Juan Jacobo Rousseau, Condillac, Reinal, Voltaire y otros más. EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. La serie de acontecimientos ocurridos en España contribuyeron al éxito de la independencia en Guatemala: Napoleón invade España, Carlos V abdica y reina su hijo Fernando VII, se producen movimientos de masas, se organizan Juntas Provinciales; todos estos movimientos repercutieron en las colonias españolas culminando esa movilización popular en la integración de las CORTES DE CÁDIZ, las cuales imprimieron transformaciones fundamentales de inspiración liberal en la Constitución de Cádiz de 1812. BIBLIOGRAFÍA: CASTILLO DURÁN, EGBERTHA. Apuntes de Cátedra. Historia de la Educación II curso, Facultad de Humanidades, Universidad de San Carlos, Guatemala, 1968. LEYTON RODRÍGUEZ, RUBÉN. “Barrundia, su lección y mensaje” Ediciones Rubén Leyton, Guatemala, 1967. E-GRAFÍA: CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ, Resumen del blog de la clase de Historia de España. https://juanmihistoria.wordpress. com/2007/11/11/.


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¿Por qué la Iglesia oficial se niega a discutir sobre la sexualidad y la ley del celibato?

Es innegable el valor del Papa Francisco al enfrentar abiertamente la cuestión de la pedofilia dentro de la Iglesia. Ha impulsado la entrega de los pedófilos, curas, religiosos y cardenales a la justicia civil para ser juzgados y castigados. En el encuentro de Roma para la Protección de los Menores a finales de febrero de 2019, el Papa impuso 8 determinaciones entre las cuales estaban la “pedofilia cero” y “la protección de las víctimas de abuso”.

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Leonardo Boff.

Leonardo Boff Teólogo

l Papa señala la llaga principal: “El flagelo del clericalismo, que es el terreno fértil para todas estas abominaciones”. Clericalismo significa aquí la concentración de todo el poder sagrado en el clero, con exclusión de otros estamentos, que se juzga por encima de cualquier sospecha y crítica. Ocurre que algunos clérigos usan ese poder, que de por sí debería irradiar confianza y reverencia, para abusar sexualmente de menores. Sin embargo, a mi modo de ver, el Papa actual y los anteriores, por razones que más abajo intento esclarecer, no han llevado la cuestión de la sexualidad y la ley del celibato hasta el fondo. En cuanto a la sexualidad hay que reconocer que la Iglesia-gran-instituciónpiramidal ha alimentado históricamente una actitud de desconfianza y muy negativa ante ella. La Iglesia es rehén de una visión errónea, proveniente de la tradición platónica y agustiniana. San Agustín veía la actividad sexual como el camino por el cual entra el pecado original. Por él, de nacimiento, cada ser humano se hace portador de una mancha, de un pecado, sin culpa personal, en solidaridad con el pecado de los primeros padres. Cuanto menos sexo procreativo, menos massa damnata (masa condenada). La mujer, por ser engendradora, introduce en el mundo el mal originario. Por ello se le negaba la plena humanidad. Era llamada “mas” que en latín significa “hombre no completo”. Todo antifeminismo y machismo en la Iglesia romanocatólica encuentran aquí su presupuesto teórico. De aquí el alto valor atribuido al celibato, porque, no habiendo relación sexual-genital con una mujer, no

nacerán hijos e hijas. Así no se transmite el pecado original. En los análisis y condenas que se han hecho sobre la pedofilia todavía no se ha discutido el problema subyacente: la sexualidad. El ser humano no tiene sexo, sino que todo él es sexuado, en cuerpo y alma. Es tan esencial que por él pasa la continuidad de la vida. Pero se trata de una realidad misteriosa y extremadamente compleja. El pensador francés Paul Ricoeur, que reflexionó mucho filosóficamente sobre la teoría psicoanalítica de Freud, escribió: “La sexualidad, en el fondo, permanece tal vez impermeable a la reflexión e inaccesible al dominio humano; tal vez esa opacidad hace que ella no pueda ser reabsorbida en una ética ni en una técnica”. (Revista “Paz y Tierra”, nº 5 de 1979, p. 36). Ella vive entre la ley del día, donde prevalecen los comportamientos establecidos, y la ley de la noche, donde funcionan las pulsiones libres. Sólo una ética del respeto hacia el otro sexo y el autocontrol permanente de esa energía volcánica pueden transformarla en expresión de afecto y de amor, y no en una obsesión. Sabemos cuán insuficiente es la formación para la integración de la sexualidad que se da a los curas en los seminarios. Se hace lejos del contacto normal con las mujeres, lo que produce cierta atrofia en la construcción de la identidad. ¿Por qué Dios creó a la humanidad como hombre y mujer (Gn 1,27)? No fue en primer lugar para engendrar hijos sino para que no estuviesen solos, para que fueran compañeros (Gn 2,18). Las ciencias de la psique nos han dejado claro que el hombre sólo madura bajo la mirada de la mujer y la mujer bajo la mirada del hombre. Hombre y mujer son completos, pero recíprocos, y se enriquecen mutuamente en la diferencia. El sexo genético-celular muestra que la diferencia entre hombre y mujer en términos de cromosomas

se reduce solamente a un cromosoma. La mujer posee dos cromosomas XX y el hombre un cromosoma X y otro Y. De donde se deduce que el sexo-base es el femenino (XX), siendo el masculino (XY) una diferenciación de él. No hay pues un sexo absoluto, sino sólo uno dominante. En cada ser humano, hombre y mujer, existe “un segundo sexo”. En la integración del “animus” y del “anima”, o sea, de las dimensiones de lo femenino y de lo masculino presentes en cada persona, se gesta la madurez humana y sexual. En este proceso no está excluido el celibato. Puede ser una opción legítima, pero en la Iglesia católica es impuesto como condición previa para ser sacerdote o religioso. Por otro lado, el celibato no puede nacer de una carencia de amor, sino de una superabundancia de amor a Dios, que se transborda a los otros, en especial a los más carentes de afecto. ¿Por qué la Iglesia romano-católica no deroga la ley del celibato? Porque es contradictorio con su estructura. Ella es, socialmente, una institución total, autoritaria, patriarcal, machista y jerarquizada. Una Iglesia que se estructura en torno al poder sagrado cumple lo que C. G. Jung denunciaba: “donde predomina el poder ahí no hay amor ni ternura”. Es lo que ocurre con el machismo y la rigidez, en parte, en la Iglesia. Para corregir este desvío, el Papa Francisco no se cansa de predicar “la ternura y el encuentro afectuoso”. El celibato es funcional a la Iglesia clerical, sola y solitaria. De perdurar este tipo de Iglesia no esperemos la abolición de la ley del celibato, que es útil para ella, pero no para los fieles. ¿Y dónde queda el sueño de Jesús de una comunidad fraternal e igualitaria? Si se viviera, cambiaría todo en la Iglesia. Texto tomado del sitio digital: http://ser vicioskoinonia.org/boff/articulo. php?num=928


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El despertar de un Cortejo… cuarta parte

Muy grata fue la recepción de aquel telegrama enviado por María Elisa, la mañana del Miércoles Santo, por parte de los integrantes de la Subdirectiva en la antañona casa de “La Calle de los Pasos” de la ciudad colonial. Todos ellos se aprestaron para recibir al grupo de fervorosas penitentes. Juan Fernando Girón Solares Colaborador Diario La Hora

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os días después, y luego de superar ciertos atrasos en la presentación de las devotas, aproximadamente a las diez de la mañana con quince minutos del VIERNES SANTO 19 de abril de 1946, se accionaron los motores diésel de los autobuses prestados por la Empresa Texaco. Tal y como lo mencionamos, y con la coordinación de nuestra protagonista y el invaluable apoyo de sus cinco colaboradoras y sus cien voluntarias, la comitiva se enfiló por la Avenida Elena hacia el sur; dejó atrás el Cantón Barrios en busca de la Avenida Bolívar y posteriormente la ruta hacia el municipio de Mixco, en donde se detuvieron unos instantes para refrescarse, extrañando en aquella oportunidad que ninguna vendedora se acercase a los vehículos para ofrecerles tortillas con los famosos embutidos mixqueños, huevos duros, chocolate o confitería, pero había una razón de peso: ERA VIERNES SANTO, y la abstinencia y respeto por aquellos días eran sumamente observadas. Y así, la garita municipal con las estatuas de los Nazarenos, y la plazuela y el barrio de la concepción de la Antigua Guatemala, bajo un sol ardiente del mediodía, les dieron la más cordial bienvenida. Nuestras cargadoras iban algunas nerviosas, otras sorprendidas, otra buena porción de ellas admiradas, pues nunca habían participado en un cortejo procesional de Semana Santa, pero eso sí, todas ellas con el denominador común de una sana alegría por brindar su granito de arena a los caminos de Dios. La Posada Belén y su plazuela fueron el punto final del periplo de ida, donde se estacionaron los buses; y luego de la consabida instrucción para el regreso, en forma ordenada y de dos en dos, la cincuentena de luctuosas damas con su mantilla se dirigieron a las ruinas del Convento de la Escuela de Cristo, donde los señores Lenhoff, Lira Mollinedo y otros propios de la Directiva Central como el Profesor José Luis Gaytán Pivaral, las recibieron con el más expresivo GRACIAS, QUE DIOS SE LOS PAGUE Y LA SANTÍSIMA VIRGEN LAS BENDIGA. El corazón de María Elisa estaba a punto de salirse de su pecho, por la mezcla de gratos sentimientos, dentro de los cuales estaba, sin lugar a dudas, el poder cumplir con la promesa efectuada a la Madre de Soledad durante la Semana Mayor del año pasado. Y esos latidos se incrementaron cuando los miembros de la Directiva le informaron tanto a ella como a su grupo de colaboradoras, otro detalle que hasta ese momento se les había ocultado como una sorpresa: EL CORTEJO PROCESIONAL DE SOLEDAD, QUE

PARTICIPARÍA DEL SANTO ENTIERRO, SERÍA ACOMPAÑADO TAMBIÉN POR VEZ PRIMERA, POR SU PROPIA BANDA DE MÚSICA. El grupo de devotas cargadoras ingresó con respeto y disciplina, a las dos y media de la tarde. La imagen bendita del Sepultado de la Escuela de Cristo estaba adherida al madero, como consecuencia del acto solemne de la crucifixión. A las tres en punto de la tarde, todos en el interior del templo se pusieron de rodillas, se rezó el credo y a continuación se llevó a cabo el impresionante acto del descendimiento. Se colocaron convenientemente flanqueando las andas de la Santísima Virgen de Soledad, que en esta oportunidad lucía majestuosa: con su luctuoso manto rematado en finos bordados de hilos de oro, y su trono procesional había sido decorado con un hermoso jardín de orquídeas naturales colocadas en un catafalco de dos niveles. Salieron como era lógico las ANDAS DEL SEÑOR… María Elisa y Virginia, ordenaron por estatura las tandas de sus valientes cargadoras; sonó la matraca y el peso del mueble cayó sobre sus hombros, y así se gestaba la tarde del Viernes Santo…EL DESPERTAR DE UN CORTEJO, el Cortejo procesional de la Soledad en hombros de devotas cargadoras y no de sayones, dentro del Santo Entierro de la Escuela de Cristo. Los rayos luminosos del astro rey, bañaron a pleno las andas marianas, y en el instante preciso en que las mismas egresaron del templo, se dejaron escuchar las impactantes notas de LA GRANADERA, algo nunca antes visto en la Antigua Guatemala: UNA BANDA DE MÚSICA acompañando a la Virgen en Viernes Santo, y tan bella imagen saliendo con las notas de la granadera… Y así, la primera de nuestras tandas de histórico desempeño, lo entregó a la segunda al coronar la

Plazuela del templo, en busca de las ruinas de la Iglesia de San Francisco, donde solamente estaba en pie una capilla de la orden terciaria y el sepulcro del Venerable Hermano Pedro. Cuadra tras cuadra, se escuchaba el murmullo generalizado entre el público asistente al cortejo, y entre ellos la pregunta generalizada: ¿QUIÉNES ERAN LAS DAMAS QUE ACOMPAÑABAN A LA VIRGEN DE SOLEDAD? Eran prácticamente desconocidas, pues la pequeña sociedad antigüeña de entonces reconocería perfectamente a las féminas. Cuando se les daba la respuesta, que se trataba de un grupo de devotas proveniente de la capital, la gente entendió perfectamente aquel esfuerzo, y, sobre todo, que estaban en presencia de un hecho histórico y del paso que los organizadores de la Procesión de la Escuela de Cristo estaban dando aquel Viernes Grande de 1946. Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. Y el ejemplo de María Elisa, de Doña Candelaria, de Inés, de Rosa María y de Irene del Carmen vaya si arrastró, puesto que no tuvieron que esperar muchas cuadras, porque motivadas por su decidido ejemplo, muchas damas de la sociedad antigüeña se hicieron presentes en aquel momento con su luctuoso traje procesional con la mantilla que cubría sus cabezas. Al enfilarse el cortejo por la cuarta calle, frente al histórico HOTEL AURORA, empezaron a recibir la solicitud de poder llevar en hombros también ellas, a la Señora de su terruño, y a sumarse a las filas de aquel cortejo procesional, lo que desde luego se les permitió. Cuando cayó la noche y la procesión avanzó por la calle del arco, era ya notorio que muchas damas antigüeñas acompañaban también el paso de la Virgen de Soledad. Y así prosiguió el recorrido procesional, la noche del Viernes Santo 19 de abril de 1946…


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TARDE DE DOMINGO Enán Moreno Escritor y académico

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uego del almuerzo (pizza, cerveza, un postre: servicio a domicilio) se dispuso a dormir la siesta. A eso de las cuatro despertó y luego de mirar durante unos minutos la habitación, y especialmente el techo blanco de cernido rústico, dispuso encender el televisor. Con la mano buscó el control remoto, encontrándolo bajo la almohada. Presionó el botón: la pantalla se fue iluminando lentamente hasta aparecer la imagen de una película repetida. Cambió: noticias ya vistas la noche anterior... caricaturas... documental sobre Egipto y los Faraones... leones persiguiendo a una gacela... concursos estúpidos... cantantes casi desnudas... Jackson tocándose los genitales o ya en el paso regresivo... paisajes de la campiña española... autos en competencia... futbol: carreras, pelota, patadas de siempre... predicador irritante que ofrece el cielo y amenaza con el infierno... dos parejas encarándose ante el público y una conductora con tarjetas en la mano... un hombre y una mujer desnudos afanándose en la escena... golpes, sangre, tipo con ametralladora disparando indiscriminadamente... ¡CLICK! Nada interesante. Nada que valiera la pena. Bostezó. Volteándose sobre su lado izquierdo se dispuso a seguir durmiendo, pero... no. Se levantó despaciosamente, fue a la sala con la idea de oír música o leer un poco, pero el cielo tan azul y el sol de la tarde entrando por la ventana le hicieron pensar que allí encerrado tal vez estaba desperdiciando el tiempo, que sería preferible salir a cualquier parte. Al volante de su Fiat Siena trataba de decidirse entre ir al cine o al teatro, pero las malas películas y los espectáculos cómicos ofrecidos últimamente por grupos improvisados lo hicieron desistir. Vio un centro comercial y aceleró decidido. Entró en el parqueo sin ver ni un lugar vacío, mas en ese momento las luces de retroceso le indicaron que ya salía otro auto y él pudo estacionar el suyo sin problema. –No cabe duda, soy un tipo con suerte–, se dijo sonriendo. Vio una sala de cine y leyó los títulos de las películas de la tarde: ninguna valía las dos horas de encierro y los casi cuatro dólares al cambio del día. En ese momento sintió el aroma de café y no tuvo duda alguna. Desde su mesa se dedicó a observar: en el café algunas parejas jóvenes, hombres solos, matrimonios de la tercera edad, el afán de los empleados, las cuentas, los vueltos, las propinas. Afuera la gente iba y venía viendo vitrinas, saludando al encontrarse con algún conocido, niños corriendo, muchachos con el teléfono pegado a la oreja, el policía inmóvil a la puerta de algún comercio, un hombre trapeando, un joven repartiendo volantes... La tarde pasó entre dos tazas de café y un pastel de manzana. El aguijón del lunes lo llevó de vuelta a casa.


POESÍA CB

Palabrota Contigo me apetece un para siempre. Y sí, aunque palabrota, contigo quiero esa suerte de imposible. Te explicaré los términos de mi deseo para que dimensiones su infinito. El para siempre se inscribe en los límites de la fragilidad de la vida. Se extiende en el horizonte de lo posible. Así, “te quiero para siempre”, significa aquí y ahora. Amarte para siempre, que tiene un rango superior y se ajusta más a mis sentimientos, es mi deseo expreso de viajar contigo en el tiempo. Situarme en el espacio donde la constante eres tú sin que importen las contingencias. Para siempre es un concepto, aunque también un anhelo. Quiere decir mucho en el universo donde no caben absolutos y lo eterno es una locura. Significa quemar naves, aferrarse a lo inestable y tentar el destino. Sí, es una palabrota, pero contigo se me antoja un para siempre.

Esos días ¿Que cómo son mis mañanas? ¿Hurgas el tiempo? ¿Quieres conocer el albor de mis días? Pues bien, deja que te lo cuente. Digamos sin rubor que al abrir mis ojos y desperezarse de la morriña mañanera, siento todavía la sangre concentrada en mi cuerpo de una noche de sobresaltos por ti. Distendido cobro conciencia de la paradoja. En ausencia estabas conmigo, anidada en mi piel, recorriendo mis venas, invadiendo los espacios de tu propiedad con esa liberalidad siempre tuya. Pienso en lo mucho que te amo y solo así empieza mi día: feliz, creyéndote despierta, conjurando conmigo contra la puta distancia. Con la persistencia del deseo, la voluntad del amor y el entusiasmo de la imaginación. Inscribir mis días en ti, acaso sea lo mejor que me ha pasado. Digamos desde hace varios años.

Deseos Yo quería para ti lo que un enamorado quiere y a veces no sabe expresar. Caminar contigo entre las nubes, sirviéndonos del universo para flotar. Todo, según la altura de mis deseos. Hacernos a la mar y gustar su inmensidad, según la extensión de mis deseos. Perderme en tu cuerpo, recorrerlo, hacerlo fecundo, siempre, no lo olvides, conforme al infinito de mis deseos.

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Juan Rulfo © asiduo del México profundo. Foto del sitio web Tele 13 de Chile.

Rulfo, el fotógrafo Miguel Flores castellanos Doctor en Artes y Letras

Octavio Paz dijo en algún momento que un poema es una imagen, y esto se puede comprobar en la poesía que trasciende del texto escrito sobre papel. La relación de la fotografía y la literatura tiene con Juan Rulfo (1917 – 1986) esa simbiosis del texto con la imagen, ya que además de escritor, fue guionista y fotógrafo.

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ulfo nace en el momento en que finaliza la revolución mexicana. Su vida como escritor le hizo conocer de primera mano a toda la generación de pintores que forjaron el muralismo azteca. La obra de este escritor sale a luz en la ebullición de la forja de la identidad de su país. El manifiesto de 1923 de los muralistas resultó casi un mantra para los artistas de la época a los que llamaba a crear un arte público monumental, de educación y de combate. La mítica Comala es la metáfora de ese México profundo abandonado por los gobiernos conservadores dirigida por caciques criollos con poder económico y político. Sus viajes y su mirada a esos territorios dieron pie a numerosos cuentos que además de tener un

trasunto variado presenta esa imagen de los poblados que la revolución modificó. La obra de Rulfo, debido a su estructura y voz narrativa en primera persona, se suma el uso de referentes icónicos colectivos como las iglesias locales. Un ejemplo es su cuento Talpa. Estas imágenes literarias fueron posibles llevarlas al cine. Se cuenta que el Indio Fernández solicitaba guiones para filmar a los escritores más destacados, una película icónica será El despojo (1960) dirigida por Antonio Reynoso, basado en un cuento de Rulfo. Los viajes al interior de México y su familiaridad con el cine le hicieron fotógrafo, una disciplina que empezaba también a formar parte de la cultura mexicana y cuyo referente de esa época fue Manuel Álvarez Bravo (1902-2002). Las fotografías de Rulfo son una clara refracción de la realidad mexicana de la época y que la revolución mexicana modificó. La soledad, la precariedad de sus personajes, son similares a los de sus cuentos. No busca el paisaje decorativo o la buena fotografía, sino evidenciar una realidad que algunos no aceptaban, pero la gran mayoría de la población sí reconocía. El fotógrafo Rulfo no llegó a vivir la euforia de la imagen de hoy, pero sí le tocó vivir la creación del Consejo Mexicano de la Fotografía, institución creada en 1976 por Pedro Meyer, Lázaro Blanco Fuentes

Juan Rulfo © Tomado del sitio web Hablar de poesía.

Juan Rulfo © Tomado del sitio web Cada día un fotógrafo.

y Raquel Tibol, con el fin de promover la investigación sobre la fotografía mexicana, y que se transformó en lo que hoy es el Centro de la Imagen. Es en este espacio donde la obra de Rulfo como fotógrafo adquiere el relieve con el que hoy se admira su obra.


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