Cultural 11-01-2019

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suplemento semanal de la hora, idea original de Rosauro CarmĂ­n Q.

Guatemala, 11 de enero de 2019

La otra historia de Guatemala


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presentación

onocer la historia de Guatemala es vital, no solo para no reincidir en los errores, sino para redireccionar el tránsito y, libres de frustraciones y pérdidas de tiempo, avanzar por mejores senderos. Hasta ahora, según la propuesta de Fernando Mollinedo, sólo hemos conocido “la historia oficial”, esa que a menudo aparecen en los libros y textos escolares, narradas por los vencedores. Es necesario, afirma el historiador, conocer “la otra historia”, la narrada por quienes en su momento no pudieron contar lo que “realmente” sucedió en el país. Con ese propósito, Mollinedo presenta la primera entrega de esa historia alterna para consideración de nuestros lectores. Una aproximación, diríamos, crítica que ilumine esa historia olvidada, oculta o simplemente ignorada en beneficio de los más fuertes. Solo desde ese conocimiento es posible emprender de nueva cuenta el camino y tomar decisiones de beneficio colectivo. El historiador lo dice así: “Tenemos una Historia de los vencedores, pero no una Historia de los vencidos; es decir que, conocemos un punto de vista histórico influido específicamente por la religión católica; sin embargo, la academia guatemalteca principió a investigar nuestro devenir histórico y ha dado a luz verdades que durante mucho tiempo fueron consideradas tabúes”. Aunque el esfuerzo de nuestro colaborador no es nuevo, reescribir la historia mediante el análisis de los hechos a la luz de otras perspectivas y hermenéuticas es de suyo importante y de gran valor para la génesis de la conciencia nacional. Su asimilación puede generar una dinámica de transformación social para el país. Como es habitual, presentamos a usted otros artículos. En esta edición, las colaboraciones de Santos Alfredo García Domingo, Adolfo Mazariegos, Gustavo Bracamonte y Miguel Flores. Creemos que sus aportes avivan la discusión y son portadoras de ideas diferentes. Le deseamos un feliz fin de semana. Hasta la próxima.

es una publicación de:

Historia de Guatemala (simplificada) Primera Parte Fernando Mollinedo C. Historiador y Columnista Diario La Hora

Quienes escribieron sobre Guatemala, su Historia y desarrollo político social, estuvieron influenciados por su religión, formación profesional, estamento social y económico o experiencia de vida, lo cual se manifiesta cuando dieron credibilidad o justificación a diferentes actos y hechos de la vida que ocurrieron en determinado tiempo.

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enemos una Historia de los vencedores, pero no una Historia de los vencidos; es decir que, conocemos un punto de vista histórico influido específicamente

por la religión católica; sin embargo, la academia guatemalteca principió a investigar nuestro devenir histórico y ha dado a luz verdades que durante mucho tiempo fueron consideradas tabúes. Escribir una Historia desde el punto de vista de los grupos dominantes que se asentaron en los centros urbanos, ya fue hecho; pero los actos que pudieran reflejar las diferentes conductas de los protagonistas y las respectivas consecuencias que afectaron a la mayoría de la población; no se ha escrito aún. Los procesos del descubrimiento, conquista y colonización de las tierras americanas no fueron una empresa financiada por la Corona española, con sus ejércitos y recursos regulares; fueron los empresarios particulares con autorización de la Corona y por medio de contratos denominados en ese entonces Capitulaciones. La conquista armada se realizó con

ciento sesenta caballeros -porque vinieron en caballos- 130 ballesteros y escopeteros, 4 cañones, 300 indígenas mexicanos, tlaxcaltecos y cholulas quienes a su paso fueron bautizando los pueblos conquistados con nombres de origen mexicano. Los invasores europeos a su llegada al país despojaron a la población de sus tierras y encontraron casi noventa especies de cultivos, de los cuales más o menos unas setenta eran originarias y otras provenientes de Sur América; varios sistemas de labranza y su integración social organizada en señoríos o reinos. El 27 de julio de 1524 en la región denominada Iximché, la tinamit de los Kakchiqueles, los españoles fundaron de manera provisional una Villa bajo la advocación del apóstol Santiago, la cual fue el primer asentamiento de la capital de Guatemala; el 22 de noviembre de 1527 la trasladaron al Valle de Bulbuxyà o Almolonga -donde estuvo San Miguel


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Escobar- al pie del Volcán Hunahpù (hoy de Agua) en el actual Departamento de Sacatepéquez, fue su primer asiento permanente con traza formal con categoría de ciudad, a la cual se le llamó en idioma náhuatl Guatemala. También fue nombrado el primer Obispo de Guatemala el sacerdote Francisco Marroquín. La invasión fue un proceso prolongado y destructivo; según Eric Wolf (Pueblos y culturas de Mesoamérica, Ediciones Era, 1979) los invasores mataron a casi dos tercios de la población indígena existente entre 1524 y 1610. La conquista de la región de Tezulutlàn (la Vera Paz) estuvo terminada por el año 1545 y se desarrolló en dos etapas: 1) preparativos y 2) contactos; en la primera participó el fraile dominico Bartolomé de las Casas. El área de Petén fue dominada en el año 1697 y fue otorgada a los religiosos mercedarios para su evangelización. La fundación de los poblados se consolidó por medio de la figura jurídica de Reducción a pueblos, la cual consistió en reunir a la población dispersa en las montañas y formar los centros urbanos, lo cual se hizo a partir de 1540; posteriormente, con las figuras del Repartimiento de tierras (la primera reforma agraria) y la Encomienda, por la cual se le atribuyó a una persona la autoridad sobre un grupo de indios con la característica de ser perpetua, se consolidó jurídicamente el poder de los invasores. Las primeras órdenes religiosas que vinieron a evangelizar en el período de La Conquista e inicios de la Época Colonial fueron: 1) Franciscanos, 2) Dominicos, 3) Mercedarios, 4) Jesuitas -1582-, 5) Agustinos -1610- y 6) la Congregación de San Felipe de Neri -1664. Los primeros monasterios femeninos fueron: 1) el de las monjas Jerónimas de la Concepción -1578-, 2) el de Santa Catalina -1606-; 3) el de Santa Teresa -1667-, 4) el de Santa Clara -1700- y 5) el de Capuchinas -1725. La nueva organización del orden colonial, la relación de explotación entre invasores e indígenas fue institucionalizada, tuvo su fundamento en el sometimiento violento y adoctrinamiento religioso a la población para aceptar la vida como un designio de Dios que debía aceptarse sin cuestionamiento o protesta alguna. La Iglesia fue el primer gran prestamista en Guatemala y un gran terrateniente importante, desempeñó una función social porque en ese entonces no existió la figura de los bancos. Hacia el año 1700 poseyó cinco de los ocho grandes trapiches, fue el brazo derecho de la clase dirigente y aportó ideológicamente su trabajo para realizar la pacificación de los indígenas. El enriquecimiento económico de los religiosos se manifestó en las haciendas productoras de azúcar propiedad de los Dominicos, Jesuitas, Mercedarios y Agustinos en San Juan Amatitlán; Petapa y Palencia en el departamento de Guatemala; San Martín Jilotepeque en Chimaltenango y San Jerónimo en Baja Verapaz. La ganadería, maíz y trigo se desarrolló en Cerro Redondo y Llano Grande en Cubulco, Baja Verapaz; y en San Juan Bautista Chiché en el Quiché. Tal circunstancia obligó a los religiosos a importar esclavos negros, aunque la presencia histórica de población descendiente de africanos fue considerada como una curiosidad irrelevante para su cotidianidad, pues Guatemala dejó de percibir al Caribe como parte de su territorio y, por consiguiente, de su identidad.

Los viajes terrestres a larga distancia para transportar carga se hicieron en recuas de mulas y a caballo; las carretas de bueyes se usaron en las haciendas y periferia de centros urbanos. Es de hacer notar que la población indígena no utilizó a los burros y mulas como medios de transporte pues para ello utilizaron su espalda en la cual sostuvieron la carga con un mecapal. Durante los años 1600 se definieron los trajes típicos para cada pueblo o comunidad, lo que permitió el control riguroso a la población, distinguir a simple vista el origen de sus usuarios, es decir, que se establecieron como uniformes para las poblaciones; siendo especial mención que hubo resistencia a adoptar formas de cultura española como el vestir. En el territorio nacional se vivió el fenómeno de las dos repúblicas, la española y la indígena; los españoles concentrados en la capital y poblaciones cercanas, pues la ley no permitió que vivieran blancos en los pueblos de indios, salvo si fueron religiosos; de esa cuenta, se fundaron las Villas como centros de habitación de ladinos mestizos en las actuales Villa Nueva, Villa Canales, Salcajá, Sija, Esquipulas, Mixco y otros lugares. El fenómeno del mestizaje entre españoles, criollos, mestizos, negros e indígenas cambió por completo el concepto de las dos repúblicas definidas; de acuerdo con el Concilio Mexicano III se consideró mestizo a los hijos de españoles con indígenas, eso definió nuevas clases y hubo otras denominaciones para quienes no era ni español ni indio. Lo anterior dio como resultado que socialmente se considerara el nivel alto constituido por familias blancas ricas ubicadas en los centros urbanos integradas por comerciantes, mercaderes y grandes propietarios agrícolas quienes controlaban los Ayuntamientos (municipalidades) y a éstos se les sumaron los burócratas. La capa media diversificada por disímiles profesiones y oficios, de hecho, se identificó como clase social, pues tuvo una identificación de grupo gremial, social y económico como tal, controladas y supeditadas a la autoridad del Ayuntamiento, sin embargo, hubo en esta clase algunos intelectuales con una educación mediana y alta. Es ilustrativo el ejemplo que, el mismo día de fundada la Villa de Santiago, su ayuntamiento dictara aranceles para los herreros y herradores. La clase popular o baja fue la gran mayoría, que no tuvo oportunidades de acceso al poder económico y político, explotados, sin organización e ignorantes sin conciencia de su situación. Cada pueblo debió proporcionar por una semana, la cuarta parte de su fuerza laboral masculina de forma gratuita a las autoridades y órdenes religiosas. El obligado proceso de aculturación, el

Bibliografía JONAS, SUSANNE y DAVID TOBIS. “GUATEMALA: UNA HISTORIA INMEDIATA”. Editorial Siglo XXI, México, 1976. LUJÁN MUÑOZ, JORGE. “BREVE HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE GUATEMALA”. Fondo de Cultura Económica, México, 1998. FUNDACIÓN PARA LA CULTURA Y EL DESARROLLO. “DICCIONARIO HISTÓRICO BIOGRÁFICO DE GUATEMALA”. ARENAS BIANCHI, CLARA y CHARLES R. HALE, GUSTAVO PALMA MURGA. ¿RACISMO EN GUATEMALA? Avancso, Guatemala, 2004. SAMAYOA GUEVARA, HÉCTOR HUMBERTO. “LOS GREMIOS DE ARTESANOS EN LA CIUDAD DE GUATEMALA (1524 – 1821)” Editorial Universitaria, Guatemala, 1962.

exterminio demográfico y la destrucción del tejido social prehispánico fueron factores que produjeron un sincretismo religioso, social y económico, cuyos rasgos aún se observan algunas costumbres de la conducta social actual (las Cofradías). Los ladinos fueron básicamente el producto del mestizaje racial; el término también identificó a los indígenas que abandonaron sus comunidades y adoptaron costumbres occidentales El grupo que dominó el espectro económico entre los españoles fue el de los comerciantes, pues ejercieron control sobre las importaciones y exportaciones; circunstancia que produjo enfrentamientos con los peninsulares recién llegados, a quienes consideraron advenedizos mientras que los españoles ejercían su derecho de ser descendientes de conquistadores y como élite ilustrada se organizaron en la Sociedad de Amigos del País. Entraron en vigor leyes de registro de la tierra y de herencia de la propiedad; la legislación estatal extendió títulos de propiedad privada, legitimó la apropiación de bienes municipales, comunales y particulares de los indígenas para incorporarlos a grandes latifundios propiedad de la clase alta.


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La cloaca del dolor Santos Alfredo García Domingo Educador y Escritor

Lázaro Cárdenas decía: “quien regala los recursos naturales de un país se le debe calificar como un traidor a la patria” (Rubio, 2017:43). Estas palabras sabias como las de Benito Juárez al afirmar: “el respeto al derecho ajeno es la paz” deben calar como la lluvia en el suelo.

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nicio esta reflexión con dos pensadores mexicanos que de una u otra manera participan en la revolución del pensamiento y la justicia social porque, nosotros los guatemaltecos, debemos buscarlo por todos los ámbitos si queremos salir de la cloaca donde estamos sumergidos. Perdón, nos han sumergido y muchos, se han acomodado y aunque apesten, prefieren la hediondez y la podredumbre porque su interés es el dinero mal habido. Durante mucho tiempo llevo dibujado en mi mente al pueblo de Guatemala aplastado por los zapatos de quienes tienen secuestrado el Estado y hacen de los títeres políticos su santa voluntad. Por ello, confirmo con la conclusión de (Rubio, 2017:42) al afirmar que “no existe poder ejecutivo, legislativo ni judicial, mucho menos poder del Estado. Lo que existe es poder económico que compra

presidentes por medio del financiamiento de campañas, paga por leyes de beneficio sectorial y compra magistrados y jueces para que fallen en favor de sus intereses y poder mediático que genera opinión para desviar nuestra atención de los verdaderos problemas nacionales, en favor del modelo neoliberal, manipulando a grandes segmentos de la población al ocultarles la realidad nacional”. Hay un dicho popular que dice: “no podemos tapar el sol con un dedo” y un artículo bíblico que pronuncia: “un ciego no puede guiar a otro ciego”. Podemos mencionar muchos ejemplos, pero la decisión última está en cada persona. La realidad guatemalteca es terrible, mientras la mayoría está sumergida en la extrema pobreza, unas pocas familias se apoderan del capital saqueando al miserable y lo más triste es que los aspirantes al poder, aunque hayan salido de las bases, también oprimen al pobre y besan los zapatos del opresor. Llevo veinticuatro años de dedicarme a la educación, al monitoreo y evaluación y he palpado la pobreza, el sufrimiento y todo tipo de injusticias y a veces he compartido mis lágrimas con los niños y maestros que son mutilados en sus derechos. Es increíble que tenemos un Currículo Nacional Base que exige calidad educativa, pero sin recursos en las aulas.

Hago la primera comparación que lacera a los indefensos, a los que no tienen voz ni voto, a los que solo aprenden sus derechos de memoria, aunque nunca sean escuchados. Ellos son los más débiles, los pisoteados y sus rostros son angelicales. Me refiero a los niños. A esos que hasta el 2018 se les asigna tres quetzales para su alimentación, mientras que, a los presos, los asesinos, los violadores, los ladrones y narcotraficantes se les asigna un presupuesto en desayuno, almuerzo, cena y hospedaje seguro y todavía son escuchados por las leyes cuando exigen sus derechos. Lo más triste es que si son presos políticos tienen mejores privilegios y comodidades. ¿Cómo, entonces, exigir calidad educativa cuando las escuelas son violentadas y arrasadas en su dignidad? Recuerdo que en el año 2012 visité la EORM de San Francisco Setzol de Cobán, Alta Verapaz. Llegué caminando y sin guía porque no me asignaron recursos ni viáticos, eso sí con grandes exigencias. Después de caminar, aproximadamente tres horas y perdido en la montaña, contemplé aquel ranchón sin puertas ni ventanas, era la escuela con un solo docente atendiendo los niños de preprimaria y primaria, aproximadamente sesenta niños. Todos los niños atendían con humildad y respeto a los malabares que hacía el maestro

que desempeñaba con responsabilidad su profesión y vocación. Una de las preguntas que le hice al profesor era: “los niños practican el lavado de manos”. La verdad es una pregunta insignificante, pero había que hacerlo. El maestro me mostró un gran tinaco. Mire -dirigiéndose a mí- ese tinaco lo llenamos en el invierno. Cuando se acaba el agua dejamos de practicar el lavado de manos porque los miembros de la comunidad tienen que ir a buscar agua en las quebradas y cuesta conseguirla. Fue un día difícil y doloroso, no solo por el acceso, sino por las condiciones en que se encuentra la comunidad y no digamos la escuela. Sin embargo, lo más doloroso fue observar a los niños con sus vasos gigantes y con la esperanza de recibir la refacción porque ese día el maestro les dijo que no había llegado el tercer desembolso, cosa que los niños no entendieron, solo los vasos vacíos y los estómagos hambrientos se encaminaron con los pies descalzos a sus humildes viviendas. Fue lamentable que, no solo la escuela de San Francisco Setzol sino todas las escuelas del país dejaron de recibir la refacción. Lo más cruel es que obligaron a los docentes a firmar el tercer desembolso que nunca llegó por los malos administradores y ladrones del gobierno de Otto Pérez Molina, fiel corrupto y vendepatria.


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Desayuno ligero Adolfo Mazariegos Escritor y Columnista Diario La Hora

Llegué temprano al restaurante, como de costumbre. Pedí un desayuno ligero y café con leche, luego extendí sobre la mesa el periódico que había comprado minutos antes y me dispuse a leer las noticias del día —como cada día—, mientras me llevaban el desayuno. En la mesa contigua, hacia mi izquierda, de cara a la puerta de salida que da al parqueo (a un costado del área donde están los servicios sanitarios), una mujer mayor me sonrió amablemente y me deseó buen provecho, al tiempo que levantaba con levedad una taza blanca, humeante, de la que colgaba el hilo de una bolsita de té.

B

uenos días, hijo —saludó inesperadamente, en voz alta, casi gritando y sonriendo, y retomando rápidamente el atracón de wafles y frutas que se estaba dando. La mesera que había tomado mi pedido un instante antes, ahora limpiaba una mesa cercana y, al ver la escena, sonrió graciosamente con cierto regocijo inexplicable que no supe cómo interpretar. Sin decir nada, le devolví la sonrisa a la señora. Pasando apresuradamente algunas páginas del periódico sin prestar siquiera atención a su contenido, deteniéndome, como hago siempre, en las columnas de opinión. Por el rabillo del ojo, de pronto, vi que aquella señora apuraba lo que aún le quedaba en el plato y en la taza blanca de la que seguía colgando el hilo de la bolsita de té. Seguidamente se puso en pie, moviendo la silla hacia atrás ruidosamente y empujando el plato un poco hacia el frente, llamando la atención de más de alguno de los otros comensales que había en las mesas circundantes. —Voy al baño, hijo, enseguida regreso —dijo, acercándose a mi mesa y volviendo a sonreír, colocando una mano frágil de finos y largos dedos —como de pianista— sobre mi hombro incauto y desprevenido. Sentí un escalofrío. Una corriente eléctrica premonitoria sumamente singular. Me pareció extraño, y no entendí por qué me hacía saber de su inminente tour al baño: ¿qué interés podía tener aquello para mí? Honestamente, no le di importancia.

Le sonreí, nuevamente, incómodo, y la vi desaparecer rumbo al servicio de damas, dando unos pasos que a ratos parecían saltitos de conejo perseguido por algún depredador persistente. Traté de ignorarla, mientras la mesera colocaba sobre mi mesa el plato con el desayuno y el café con leche que había pedido. Doblé el periódico por la mitad. Di un sorbo al café con leche que estaba muy caliente. Luego empecé a comer, retomando la lectura por episodios, alternándola entre un bocado de comida, un sorbo de café y nuevamente el periódico. La comida estaba buena. Y pronto me olvidé de aquella dama, a quien no volví a ver durante el tiempo que permanecí en el restaurante aquella mañana. Supe de ella, nuevamente, cuando pedí la cuenta y la mesera me preguntó: —¿Incluyo en la misma factura el consumo de su madre? Al marcharse, ella indicó que usted pagaría. Sinceramente, no supe si indignarme o reír. Opté por pedir un poco más de café, antes de doblar nue vamente el periódico para pagar, y marcharme.


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Epistolario

Carta de Luis María Ansón a Mario Vargas Llosa Querido Mario:

E

res el intelectual en español más influyente del mundo. Eso lo escribí antes del Nobel de Literatura. Y aunque los premios son solo los sonajeros del escritor, está claro que los académicos suecos han robustecido la influencia que, con permiso de Patricia, ejerces en los cinco continentes a favor de la libertad y la honradez política. Estuviste siempre contra la dictadura. Zurraste sin piedad a Pinochet, desenmascarando sus manejos subterráneos. Denunciaste a la vez, como Octavio Paz, el fondo real de la tiranía de Fidel Castro. Y te has enfrentado con dictadores del más vario pelaje político. Tuviste, además, el valor de basurear a esos intelectuales progresistas de salón, que condenaban a Pinochet, pero ensalzaban a Castro. Te han abofeteado en no pocos sitios por tu independencia frente a lo que durante muchos años establecía, como políticamente incorrecto, el sectarismo soviético internacional. Despreciaste olímpicamente a las ovejas merinas que, al decir de Ortega y Gasset, se dedican a balar siempre tras el carnero adalid. Supiste mantenerte impávido ante la palabra estevada y el ademán letrinal y alzaste tu voz por encima de vertederos totalitarios, comunistas o fascistas.

Y, claro, has escrito el mejor artículo político -Retorno a la dictadura, no- que he leído en los últimos años. Eliminados los candidatos más razonables, tus compatriotas se debaten entre dos males que les solicitan: la incertidumbre de Ollanta Humala o el riesgo dictatorial de Keiko Fujimori. La honradez intelectual te ha llevado a apoyar al candidato izquierdista con el que se puede salvar la libertad si los peruanos consiguen alinearle junto al chileno Lagos, el brasileño Lula o el uruguayo Mujica. Se trata de una apuesta arriesgada, pero es la única que puede resguardar en el Perú la libertad recuperada. Tu apuesta por Humala tiene mucho riesgo. Pero el riesgo con la hija de Fujimori sería mayor. Keiko significa “legitimar el régimen que envileció la política y sembró la violencia en nuestro país”. La democracia peruana solo tiene diez años. Está demasiado tierna y no puede caer en la desmemoria. El retorno del fujimorismo la haría trizas. Me has convencido, querido Mario, tienes razón. Tú sabes el cariño profundo que siento por el Perú y la admiración que me suscitan sus intelectuales y el pueblo de tu nación azul y vegetal, la de la palabra pedernal y España en el corazón. Así es que te escribo estas líneas públicas para darte la enhorabuena por la lucidez de tu artículo; también por el valor que una vez más has demostrado. “La manera más segura de calmar a un tigre -escribió Adenauer- es dejar que te devore”. Tú has sabido enfrentarte a lo largo de toda tu vida a los tigres voraces de la dictadura.


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POESÍA Gustavo Bracamonte Poeta

B

A ENCENDER EL FUEGO

usco entre los escombros de la primavera una hoja verde que disipe la tristeza y la indiferencia estragada, arrastro mi boca con palabras pendientes del

destino, resistamos para que no caiga la democracia, porque al final de las piedras amargas del Pacto de los Corruptos, un clavel expandirá su naturaleza de sueños y esperanzas. Volcaron el carro que traía para nosotros los días más espléndidos, algunos colocaron sus intereses en el camino, otros siguieron durmiendo abrazados a sus delitos, estos uniformados asaltando por las noches las pequeñas alegrías con las que hicimos un mapa de sonrisas impredecibles. Volvieron los lobos a comernos los sueños, a arrancarnos los ojos para que no viéramos la realidad con que ensuciaron el país. Pero, tendremos que levantarnos al amanecer a encender el fuego que apagaron los zapatos nuevos de los hombres reunidos en los poderes del Estado, que nadie diga al atardecer que faltó el aliento

o que dejaron los fósforos humedecidos con la desesperanza o que les dolía el ingenio para reunir los brazos. Ayer, el sórdido presidente, falseó la puerta de la decencia, lo empujaron los hombres del dinero y los fusiles de sangre, en silencio quedó la gente, dejaron de mirar de pronto, dejaron de escuchar por fallo en la memoria, ni siquiera murmuraron cuando cayó destrozado el futuro, ni volvieron su rostro al tráfago gubernamental, ni lloraron en su propio funeral cuando mutilaron su destino legal con un zarpazo letal. Halemos desde esta trinchera de la organización las tempestades de la conciencia, reunamos las palabras que detestan el totalitarismo, hurguemos el bien común, levantemos la voz hasta borrar la noche desgraciada de la patria, sacudamos con la gente estos cuarteles de mierda, liquidemos con alegría el mal que nos oprime. Es la hora de regresar a la plaza para derrotar al ignominioso poder presidencial.


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Tratar temas de arte en las actuales circunstancias resulta banal Miguel Flores castellanos Doctor en Artes y Letras

Guatemala pasa por uno de sus peores momentos. Lo que se conoce como el mundo del arte será uno de los primeros afectados por la inestabilidad política. Aunque se trate de mantener el ánimo, la economía tiene un efecto directo sobre los creadores y las frágiles instituciones que sostienen una visión ilusoria de pujanza del medio.

E

l balance de lo que fue el 2018 deja sinsabores. Un Ministerio de Cultura que en tantos años no ha podido asumir el liderazgo en materia de arte, ante la falta de un presupuesto y por decantarse mayormente por actividades que resultan una mezcla de recreación con arte mediocre. Al revisar sus memorias de labores y su sitio web puede verse la visión con una antropológica alejada de la estética. Unidades como el Centro de Restauración de Bienes Muebles, o la Editorial Cultura, o los responsables del patrimonio arqueológico, bajo manos de profesionales en sus respectivos campos mantienen una excelente labor, que deberían ser tratados como las joyas de la corona. Es increíble que desde su primer Ministro esa institución no ha logrado el liderazgo que en su momento tuvo una humilde Dirección General de Cultura y Bellas Artes, adscrita al Ministerio de Educación. El Aporte para la Descentralización Cultural (ADESCA), a pesar de que cada vez le limitan los fondos asignados, es una unidad eficiente que con el poco dinero ha logrado la ejecución de muchos proyectos que han dado vida cultural a la Guatemala profunda. Si se tuviera una visión para la cultura por parte de sus dirigentes deberían procurar el crecimiento de este pequeño fondo con el que se ha hecho mucho con poco. En el sector privado del arte, la punta de lanza son las galerías de arte con una actividad periódica, ahora con menos recepciones y con más estrategias de venta que obnubilan.

Saturno devorando a su hijo (1819), Francisco de Goya.

Subastas benéficas que han tratado de apoyar el canon del arte contemporáneo, que ahora retroceden a un arte más facilón que pueda vender a un público desinformado, lo que beneficia un arte repetitivo de tendencias y mustio, poco elocuente con su tiempo. Muchas instituciones siguen apostando por la obra de arte como forma de financiamiento por lo que se verían más subastas de las que ya existen. De los centros culturales binacionales, el IGA vive un letargo del que aspira salir, pero que las fuerzas entre ser colegio que produzca fondos o apostarle al arte y la cultura, lo tienen inmóvil en los temas de arte. Cuánto podrían aportar al arte local. Fue la llegada de directores generales guatemaltecos los que se olvidaron del balance entre educación (inglés y formación secundaria) y cultura. Transmitir por satélite las óperas de MET, es un pobre aporte al país, se queda en unos pocos. La Alianza Francesa y el Centro Cultural de España son los únicos oasis en que los creadores podrían acudir, tienen espacios de exhibición e infraestructura para realizar la

El Dios Marte (1640), Diego Velázquez

labor cultural, acorde a sus posibilidades. Otro actor del campo cultural son las fundaciones, que se han convertido en activistas culturales más que en instituciones que promuevan con sus fondos la actividad creativa o formativa de los ciudadanos. Se han convertido, la mayoría, en competencia de las galerías de arte y vitrinas de exhibición de supuesto glamour del arte. Es triste ver una bienal cada vez más restringida de participación, donde el ganador, simbólica y económicamente es el curador extranjero. Del Festival en Arte en Antigua que llegó a tener más de 200 actividades en 15 días, está muerto. Dos imágenes de Diego de Velázquez van a tono con los actuales momentos, La “Saturno devorando a su hijo”, es una metáfora de lo que los políticos y malos guatemaltecos hacen al país. Por su parte, el “Descanso de Marte”, parece una alegoría a los trabajadores de la cultura. Escribir de arte es banal ante la debacle del país, pero hay gente necia, como quien escribe.


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