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Hacerse su propia opinión deja de ser un comportamiento de esclavo. Jean-Jacques Rousseau

POLITIKA

EDICIÓN DIGITAL Año 1 número 22

Editorial D

espués de 18 años de dictadura militar, 20 de oportunismo mercantil y uno de derecha pinochetista reciclada, a nadie le cabe duda que tener hoy un proyecto político republicano, centrado en el interés común y no en la cartera de acciones o de ideas de algunos significa elegir el camino político más arduo, el más difícil, el menos “rentable” a corto plazo... Declararse y actuar como conservador y tradicionalista sería tanto más fácil, tanto más agradable, abriría de inmediato tantas puertas y tan útiles, en términos de trabajo, de oportunidades sociales y de oportunidades de negocios. Declararse demócrata de buen talante y dedicarse a ganar dinero, también: ¡cómo se acercan con sonrisas y voces aflautadas los se habían dedicado hasta entonces a distribuir puntapiés a esos libertinos! Pero declararse republicano, preocuparse de políticas a largo plazo para tratar de hacer de este país una nación respetable a ojos no del extranjero sino a los nuestros propios, promover alianzas con todos los republicanos en Chile, eso no tiene perdón. Es el objetivo principal, pero no el único, de POLITIKA, ahora en versión digital. P

Haciendo los deberes… S

Luis Casado

Se trata de “liberar” recursos para equilibrar las cuentas fiscales, apretándole el cinturón a los más, favoreciendo a un puñado de privilegiados.

eguro que ya oíste, o leíste, esa fracesita huevona, destinada al monumento de bronce que les debemos a los patriotas que la usan como una lamentable muletilla. “Estamos haciendo los deberes” (en Chile “la pega”), o bien “Ya hicimos los deberes”. Infantilización de la cosa política, del presidente y de sus ministros, por parte de los “expertos” de la cosa económica. No se trata de ejercer los deberes que emanan de una eminente responsabilidad guiados por la inteligencia y la lucidez, ni de actuar conformemente a las leyes comunes o a los altos principios que deben inspirar a quienes son depositarios del interés general. No. Se trata de “hacer los deberes” que alguien, en algún sitio, define y determina como ineluctables. Y que te imponen como si fueses un chamo de la escuela primaria, obligado a “hacer las tareas” como parte de la disciplina que te hará maleable, apto a tu futura posición de engranaje en la compleja maquinaria de la división del trabajo. ¿Cuántas veces nuestros ministros de Hacienda se han vanagloriado de “haber hecho los deberes”? Dicho en cristiano, haber jibarizado el Estado, privatizado toda actividad susceptible de generar lucro para los intereses privados, reducido el gasto fiscal en modo tal de condenar a muerte los servicios públicos, reducido los impuestos emulando los paraísos fiscales, transfiriendo todo poder efectivo y toda capacidad de decisión al mercado. “Ya hicimos los deberes”, proclaman. Y si, víctimas de sus socios de las finanzas, arruinan todo un país para salvar a los bancos especuladores, “los deberes” se prolongan en la reducción salarial, en la disminución de las pensiones, el alargamiento de la vida laboral hasta los 70 años, la austeridad generalizada para los más modestos, la flexibilización del mercado laboral, un astuto aumento del IVA, nuevas privatizaciones. Se trata de “liberar” recursos para equilibrar las cuentas fiscales, apretándole el cinturón a los más, favoreciendo a un puñado de privilegiados. Es lo que acaba de ocurrirle a Zapatero, en fin, a España, o mejor dicho a los españoles. Hundidos Grecia, Irlanda y Portugal, los especuladores y el FMI van ahora por un hueso más sustancioso. A pesar de que las medidas

ya tomadas por el gobierno de Zapatero constituyen el doloroso renunciamiento a la más ínfima noción de justicia social, el FMI dirigido por el “compañero” Dominique Strauss-Kahn exige más y más sacrificios. A tal punto que el “buen talante” de Zapatero le cedió el paso a un esbozo de bronca: “José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado hoy en Pekín, tras conseguir el compromiso del primer ministro chino de comprar más deuda e invertir en las cajas españolas, que el tiempo de los recortes ha quedado atrás. España ha hecho los deberes”. Dicho de otro modo, “Ya fuimos obedientes, ¿por qué nos castigan de nuevo?” Anda tú a saber. Lo cierto es que “el Fondo Monetario Internacional, que respalda al Gobierno y está seguro de que cumplirá a corto plazo, pidió ayer recortes de gasto en las comunidades (autónomas) para cumplir esos objetivos. Por este motivo ha instado a España a tomar más medidas, sobre todo en lo que respecta a las comunidades, para lograr llevar el déficit por debajo del 3%, tal y como exige la UE”. Si Zapatero cree “haber hecho los deberes”, sus amiguetes de la UE y del FMI no le ayudan mucho. Exigir nuevas reducciones del gasto público envía una muy

mala señal, para hablar como los “expertos”. Y esa señal indica claramente que la fragilidad financiera de España puede justificar nuevos ataques de los especuladores internacionales. Si el FMI quería complicarle “los deberes” a Zapatero, hizo lo que debía. ¡Gracias “compañero” StraussKahn! Bien mirado, si tomas el ejemplo de Chile, el FMI tiene razón: “La otra reforma pendiente en el mercado laboral, la reforma de la negociación colectiva”, sigue esperando tiempos propicios. Cualquiera de estos días España proscribe la negociación colectiva haciendo desaparecer los sindicatos que ni Franco pudo meterse en el bolsillo. Y ahí sí que Zapatero, o su sucesor, podrá decir con orgullo: “Ya hicimos los deberes”. Por nuestra parte, nosotros en Chile haremos una colecta pública, una especie de Teletón ad-hoc, para levantar el monumento de bronce que se merecen Nicolás Eyzaguirre, Andrés Velasco, Felipe Larraín y quienes les precedieron en Hacienda. En el zócalo de granito sobre el cual pondremos un fálico dolmen, habrá una placa con la frase inmortal: “La gente, a los patriotas que muy dócilmente hicieron sus deberes, como ordenó en su día el FMI”. P

La Copia feliz

Palomo

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Ciudadanos, no vándalos N

Valentina Escobar Partido de Izquierda PAIZ

El discurso de que marchar altera el orden y la seguridad, eso no apaga ni las ideas ni los reclamos.

o es que marchemos porque sí o porque no tengamos nada mejor que hacer. Marchamos porque somos ciudadanos y es nuestro derecho ocupar las calles para manifestarnos, como un acto que forma parte de la democracia que estamos construyendo. Manifestarse no es algo propio de las dictaduras, hoy también tenemos cosas que decir. Somos responsables y constructores del país en que vivimos. Ocupar las calles para mostrar nuestro pensar o nuestro celebrar es parte de vivir en comunidad, una forma de expresarnos masivamente, sobre todo, en una sociedad donde los plebiscitos o las consultas ciudadanas están fuertemente restringidas por la constitución. Habitar la ciudad es más que arrendar una casa, tener trabajo, auto, quejarnos por los tacos, la locomoción, la vida y la delincuencia. Es tomar conciencia de que también somos constructores del espacio donde vivimos, que podemos hacerlo más grato respetándonos en nuestra diversidad y en nuestras opiniones. Las decisiones que se toman con respecto a las comunas, ciudades o el país no pueden verse limitadas sólo a votar cada cierto tiempo, porque se pierde el diálogo y el debate ciudadano,

y hay situaciones contingentes en las que tenemos el derecho y el deber de opinar. La calle, se transforma en el medio de expresión de la gente común y corriente frente a una constitución que no permite el debate ni impulsa espacios para la participación de los ciudadanos. No somos delincuentes u ociosos, somos ciudadanos responsables, que piensan y construyen. La represión es la muestra de la intolerancia de un Estado que no nos quiere ni pensantes ni activos, que nos prefiere silenciosos y pasivos. Quietos, en las casas, frente al televisor y con miedo a salir de ellas. Ocupados en el trabajo, usando la calle para ir y venir, no para decir. El Estado debe responder por lo que hace, no una vez cada cuatro años cuando quiere elegir a su nuevo candidato, sino que en el día a día cuando toma decisiones. Así como no debe actuar por los propios intereses de quienes están en el poder, sino que en respuesta a la confianza entregada por quienes lo votan, pensando y respondiendo en los intereses y necesidades del país al que representan. Eso deben resguardar los ciudadanos. Marchamos porque queremos expresarnos sobre cómo construir nuestro país, el que nos pertenece porque lo habita-

mos, no porque lo hayamos comprado. Porque si nadie discute el fin del binominal, el cambio de la constitución por medio de una Asamblea Constituyente en la que participemos todos, el fin de la ley antiterrorista o la construcción de termoeléctricas y represas y el necesario incentivo de las energías no contaminantes, entonces tendremos que ser nosotros los ciudadanos los que cumplamos esa función. Por eso nos molestamos cuando descubrimos “sapos” en las marchas, infiltrados no para cuidar sino que para desvirtuar; cuando nos reprimen con violencia sin mediar provocación, cuando nos tratan de vándalos, cuando banalizan una acción válida y democrática. No se construye reprimiendo o intimidando a los ciudadanos con el discurso de que marchar altera el orden y la seguridad, eso no apaga ni las ideas ni los reclamos, es sólo una forma de hacer la vista gorda a problemas y propuestas reales. La construcción se logra escuchando, dialogando y entendiendo que las ideas del otro son legítimas y factibles, que el país lo compartimos todos y nadie debe sobrar, eso significa no pasar por encima de los demás. Pero la calle es nuestra. P

Las bases de la izquierda unida jamás serán engañadas… de nuevo

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José Miguel Carrera

BRISA, Brigadas Salvador Allende

Debemos agruparnos en Asambleas a todos los niveles: territoriales y sectoriales, regionales y plurinacionales, para decidir en conjunto la solución de nuestras urgencias y hacernos cargo de nuestro país.

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l triunfo electoral de Sebastián Piñera gracias al descrédito de la Concertación, al actual sistema electoral y a los millones apropiados por la derecha en su modelo económico, abrió un nuevo período político en Chile. Para las fuerzas izquierdistas significa una oportunidad para retomar con decisión los caminos de la construcción de un Nuevo Chile. Y como siempre, dos son los caminos que tiene la izquierda: Impulsar un proyecto propio y de mayoría, o seguir con el cuento permanente del “mal menor”, que ha limitado su proyección independiente. Desde el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende una parte de la dirigencia de izquierda, la más tradicional, ha impulsando alianzas que nos han subordinado a promesas políticas que no se han cumplido. A pesar de haber contado con una amplia mayoría, la Concertación no tuvo el valor de cumplir sus objetivos programáticos iniciales. En cambio, sí logró su “transición”, es decir que a la gran mayoría de los chilenos no le quedara más remedio que aceptar la legitimidad anti democrática creada por la dictadura. Los dirigentes “izquierdistas” concertacionistas, se parapetaron detrás del modelo econó-

mico, el sistema judicial, la represión, el “funcionamiento” de las instituciones y la justicia en la medida de lo posible, para no cumplir lo que prometieron en su programa de gobierno de 1989. Recordemos: Revisar y revertir las privatizaciones, llamar a una Asamblea Constituyente para reemplazar la Constitución de 1980 y derogar la Ley de Amnistía, entre otros. Después de sus años en el gobierno no se logró la plena justicia en los casos de derechos humanos, los desaparecidos no aparecen y los culpables tampoco. La educación, la vivienda, la salud, siguen siendo apetitosos negocios para los sectores más privilegiados. El trabajo es precario. Seguimos con una Constitución ilegítima, impuesta por la fuerza. Y los recursos naturales de todos los chilenos son depredados y entregados en bandeja a la voracidad de los grandes imperios económicos. El pueblo debe organizarse decía Salvador Allende, y eso es lo que debemos hacer, sobre todo las bases izquierdistas, para que no nos vengan otra vez con cuentos. La izquierda es una importante fuerza histórica en Chile, con un patrimonio de lucha ejemplar, pero estamos desunidos y muy dispersos. En los años pasados

nos han usado solo como apoyo a proyectos ajenos. Y vendrán de nuevos esos dirigentes “izquierdistas” ahora mucho más combativos, a pedirnos que los sigamos. ¡Ahora es cuando!, nos dirán con el puño izquierdo levantado. De seguro, ya nos tienen comercializados. Y se unirán a la Concertación nuevamente. Hay muchos esfuerzos en marcha en los sectores populares: unir las bases de la izquierda, desplegar demandas populares, crear un instrumento político, todo eso tarde o temprano convergerá en un Proyecto Propio. Lo que significa para hablar claro: Construir un Nuevo Chile, con una Constitución verdaderamente democrática. Para que el pueblo nuevamente sea el soberano, los militantes de la izquierda debemos agruparnos en Asambleas a todos los niveles: territoriales y sectoriales, regionales y plurinacionales, para decidir en conjunto la solución de nuestras urgencias y hacernos cargo de nuestro país. Enfrentemos unidos los cantos de sirena llenos de promesas que preparan para engañarnos nuevamente. Todos contra la derecha… y contra la Concertación también. Construyamos un Chile Digno. P

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Van Rysselberghe: la punta del iceberg… D

Salvador Muñoz

Presidente de Partido de Izquierda PAIZ

e un día para otro hubo dolo allí donde antes no lo había. Un gobierno con lucidez retroactiva acepta que tal vez cometió un error manteniendo un alto cargo que se pasó la ley y la moral por el fundillo. A la Concertación le parece una victoria como la de los griegos en Salamina: se conforman con los triunfos que pueden. Lo que queda en evidencia es la podredumbre del sistema. Van Rysselberghe no es sino la punta del iceberg. El alejamiento de la ciudadanía de sus órganos de representación se debe a que las estructuras políticas no son sino las heces de un proceso de digestión social de dimensión histórica. Productos de otra época, de los partidos solo queda la escoria. Entender la realidad nacional a través de la delicuescencia de sus instituciones obliga a considerar la extensión de esa clave de lectura al Estado, las fuerzas armadas, la iglesia, la prensa, la educación, la justicia. Las FFAA probaron que ninguna institución puede consagrarse

a una misión que contradice los postulados sobre los cuales fue fundada sin pervertirse ella misma. Como verdugos de su propio pueblo, las FFAA no podían sino corromperse. El caso Karadima expone con crudeza la podredumbre que

El mensaje omnipresente “todo va bien, y mañana mejor”, choca con la incertidumbre y el miedo que es el pan cotidiano en la vida real de los chilenos amenaza a la Iglesia. El drama vivido por las víctimas se prolonga en las manipulaciones de la jerarquía eclesiástica para ocultar un fenómeno generalizado. La educación como oportunidad de negocio de la cual manga todo el espectro político es un revelador de la desmoralización de la sociedad. El sacrifi-

cio de generaciones de niños en el altar del lucro parece estar incrustado en la normalidad ambiente. Como si fuese un sacrificio propiciatorio para obtener el perdón de los dioses: un mal por un bien. La prensa, dominada por poderes financieros, más preocupados de la defensa de sus intereses que de la prevalencia del interés general, hace realidad las pesadillas imaginadas por George Orwell en su novela 1984. El mensaje omnipresente “todo va bien, y mañana mejor”, choca con la incertidumbre y el miedo que es el pan cotidiano en la vida real de los chilenos. La justicia que se arrodilló ante la fuerza bruta y el terror durante tanto tiempo, se deshonra condenando a los representantes del pueblo mapuche. De este gigantesco iceberg de podredumbre, Jacqueline Van Rysselberghe no es sino el banderín. Sin embargo, siempre quedan reservas morales, intelectuales y éticas en cada sociedad, en cada institución. De ellas depende… P

El mismo dedo, la misma epifanía H

Carlos Philippe

Claro ya no existían las torturas, pero el aniquilamiento a los pensamientos era moneda de cambio para un estándar de vida. La lucha no era por los gusanos en el agua potable de los pobladores de Huechuraba (debate en 1989), sino por quien pagaba la cuenta en Casa Piedra. ¿Debemos dar las gracias por el acceso al lujo? La corrupción moral había nacido.

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a vuelto. No es un déjà vu. Con un olfato único, visualizó la falta de líder en la Concertación. Con un dedo al frente y cargado con un documento futurista, perdón progresista. No quiso esperar más. Sin quien nadie lo llamara, se abandera como el interlocutor de las necesidades de los chilenos. Es más, sugiere y soluciona. Pero, los años no le han dado sabiduría sino amnesia. No le han dado respeto, solo resquemor a su retórica enfermiza. El ex presidente de Chile, Ricardo Lagos Escobar, hizo oficial su regreso al escenario de la política chilena. Con propuestas para un Chile del 2030. No ha perdido oportunidad para acaparar cámaras y micrófonos. No es necesario darle más fanfarria a lo que no es. En el estricto rigor, su propuesta no amerita mayor profundidad, que la de un delirio en crear una imagen de un Chile que no existe, y mucho menos, existirá. Democracia 2.0. ¿Eso qué es? Si todos los chilenos vivimos en una oligarquía o en el mejor de los casos en una plutocracia. Si aún no existe democracia. Una Constitución autoritaria avalada por todos los gobiernos de la Concertación. Pero claro, había que negociar con la derecha los escaños en el parlamento. Una verdadera clase de mercantilismo durante 2000-2006. Más encima los ciudadanos chilenos debemos agradecer. Para el regocijo de los que gustan del marketing político, volvió el emblema de una rama inventada para distraer a la opinión pública de los temas de fon-

do. Digno de escuelas de Estados Unidos y Europeas, el “Ex” alarde. Desvía las preguntas difíciles con anécdotas y una demagogia insoportable. El problema es que dicho señor no sabe que sus trucos ya están aprendidos. Tan solo dignos de un electivo en marketing político de cuarto o quinto de cualquier escuela de periodismo. Pero si no resulta, se ofende y gruñe.

En los plenos la consigna era crecer, el resultado era lo más importante, el discurso símil al neoliberalismo. Los errores debían ser perdonados exigiendo solidaridad. La autocritica era nula. La crítica era apuntada, no con un fusil, con un dedo. Fichados y relegados. El “sapeo” se institucionalizó. A su lado no estaban las ideas, sino los que veneraban al amo.

Cualquier curioso puede escribir su nombre en internet e informarse de algunos de los métodos que ocupó durante su trayectoria política. No hace falta alagarse en lo evidente, ni en su documento. Para eso ya son muchos. Pero, esto no es el segundo regreso de Lagos, sino el tercero. Su primer intento fue como abanderado de los derechos humanos durante la Dictadura Militar, pero durante su gobierno persiguió a los mapuches y les otorgó la categoría de terroristas.

La población de derecha ya estructura, la oportunidad de insertarse a Chile era a través del beneplácito a una única tendencia. Claro ya no existían las torturas, pero el aniquilamiento a los pensamientos era moneda de cambio para un estándar de vida. La lucha no era por los gusanos en el agua potable de los pobladores de Huechuraba (debate en 1989), sino por quien pagaba la cuenta en Casa Piedra. ¿Debemos dar las gracias por el acceso al lujo? La corrupción moral había nacido. Un sistema perverso avalado por la retórica. El sentido común cambió a base de sobornos. Los excluyentes: resentidos, acusados de pocos patriotas.

Una vez en la presidencia fueron muchas las esperanzas puestas en él. Se acabaría la transición, las alternativas surgirán y los esfuerzos por los años de represión serían recompensados. Pero, había que negociar. Negociar una silla en la Fundación Madrid, una amistad envidiable con el Rey de España, un lugar en la ONU (todos por la “imagen país”). Hay que premiar que por fin, se promulgara un royalty. Era necesario armonizar con la clase empresarial para ahuyentar los traumas del socialismo. Había que crecer, los procedimientos no importaban, la igualdad menos.

Pero mejor no hablemos de la corrupción política, ni los sobresueldos o de los puestos a familiares de alta gerencia en empresas privada. Como dice Don Ricardo “No debemos mirar hacia atrás, sino hacia el futuro”. Olvidémonos de la transparencia, la lealtad y el pluralismo, algunos valores fundamentales para una democracia. La megalomanía no se cura con soberbia. Las mentiras no deben olvidarse. El mismo dedo, la misma… por favor, nunca más. P

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Mapuches y pueblos indígenas L

Arauco Chihuailaf

El despliegue policial y judicial como respuesta a las demandas mapuche representa una arremetida de violencia sin parangón en Chile. Es la negación de la política como diálogo para persistir en una violencia ya histórica.

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a lucha de los pueblos indígenas por sus derechos es ya larga. Sus demandas han cobrado repercusión conforme a los períodos que han atravesado. Y ahora logran resonancia en una tribuna como el Parlamento europeo. Signo inequívoco del curso justo de la lucha de los pueblos por sus derechos esenciales. Esbozaremos aquí algunos de los problemas que han confrontado y confrontan en el seno de las sociedades latinoamericanas en el último tercio del siglo XX y en el primer tramo del actual. ”Nunca más un México sin nosotros” afirmaron los zapatistas en los años noventa. Podríamos hacer extensiva esta afirmación diciendo: nunca más una América latina sin los pueblos indígenas. ¿Se les puede ignorar como sujeto político, como protagonistas de su destino, cuando sus movilizaciones han marcado el escenario políticosocial latinoamericano? La respuesta aparece observando las situaciones conflictivas frente a importantes intereses económicos. Mencionaremos algunos casos.Digamos antes que los indígenas no han estado nunca ausentes. Lo atestiguan sus movilizaciones y sus organizaciones a lo largo del siglo XX y especialmente en el último tercio de ese siglo. Sus luchas no cesaron y sus reivindicaciones se concentraron en torno a la defensa y recuperación de tierras, el reconocimiento de la especificidad étnica y cultural, la igualdad de derechos frente al Estado, el término de la represión y la violencia, el respeto a las expresiones culturales. En los años 70 se planteaba igualmente una autonomía formulada como “autogestión”, “autogobierno”, “autodeterminación”, junto al pluralismo cultural, demandas que para algunos era y es una amenaza para la unidad nacional o para la homogeneidad de la nación. Por otra parte, los documentos de las organizaciones de entonces evidencian una clara conciencia de: 1. La vivencia de una realidad común y la necesidad de un esfuerzo colectivo en la perspectiva del porvenir. En este sentido actuó el Parlamento Indio de América del Sur en 1974; el Primer Congreso de movimientos indios de Sudamérica en 1980; los encuentros organizados por el Consejo Mundial de Pueblos Indígenas. Y hoy, por ejemplo, la Coordinación Andina de Organizaciones Indígenas que cuenta con la representación de organizaciones de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú. Es una coordinación necesaria para alcanzar los objetivos trazados. 2. La inserción en un sistema económico que los explota. En la Plataforma política del Consejo Regional Indíge-

na del Cauca se leía en 1978: “Participamos al lado de los demás explotados y oprimidos en la lucha por una nueva sociedad”. 3. Una especificidad de los pueblos indios manifestada en la historia, en el idioma, en la cultura. 4. La violencia histórica que han debido afrontar: la desestructuración de las sociedades precolombinas, la ocupación de sus territorios, la imposición de un sistema económico colonial. Las usurpaciones de tierra en el siglo XIX y XX, tierras por las cuales luchan hasta hoy. Recordemos que la tierra no es sólo un medio de producción y de sobrevivencia, comporta igualmente una dimensión específica: es la Pachamama, el Nuke mapu, es decir, la Madre Tierra. Será en los años noventa que los indígenas protagonizarán una de las mayores movilizaciones que conocerá el escenario político social latinoamericano: en 1990 se realizan marchas indígenas en Bolivia organizadas por la Confederación de Pueblos Indígenas, en ese mismo año se producen levantamientos en Ecuador, en 1994 ocurre el levantamiento zapatista en Chiapas y en el 2005 Evo Morales es elegido Presidente de Bolivia. Ese impactante protagonismo político dejó perplejo a muchos de quienes creían que la realidad indígena había sido ya suficientemente estudiada y conocida y a aquéllos que los veían ya asimilados o integrados en las sociedades nacionales. Esta presencia se produjo en un cuadro de trastornos políticos de trascendencia: el fin de la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín (1989), el desplome de la Unión Soviética (1990). Se impuso, por otro lado, un modelo neoliberal que erigió el mercado en referente absoluto. Este modelo impactó negativamente en las poblaciones indígenas. La defensa de las tierras ancestrales y la necesidad de reconocimiento de los territorios se agudizó ante el avance de una economía globalizada y regida por empresas transnacionales que explotan riquezas fundamentales: mineras, agrícolas, hídricas. Muchas de ellas se encuentran en territorio indígena. Esto explica los conflictos con las multinacionales que van marcar el termino del siglo XX y los comienzos del siglo actual. Veamos algunos casos: En la Amazonia se denuncia la destrucción del territorio indígena y campesino tanto en Bolivia como en Brasil, el desplazamiento de miles de personas a raíz del Complejo hidroeléctrico del río Madera, el más importante proyectado en plena Amazonia con dos represas en territorio brasileño y uno en aguas binacionales: BoliviaBrasil.

En Colombia, una organización de mujeres denuncia a las transnacionales que explotan el carbón a cielo abierto en territorio Wayuu (La Guajira). En Perú se denuncia a las Empresas Perenco y Repsol por vulnerar los derechos de los indígenas en Amazonía. En Ecuador la empresa ECSA está en conflicto con los Shuar (Amazonía) por un proyecto minero que afecta el medio ambiente y amenaza acabar con los recursos naturales. En Guatemala, multinacionales como Gas Natural-Fenosa está en conflicto con comunidades del sur del país. La empresa local subsidiaria efectúa cobros excesivos que las comunidades rechazan. Por sus denuncias reciben amenazas de muerte, llegándose al asesinato de un dirigente (2009). Más de 180 organizaciones guatemaltecas e internacionales se dirigieron al Presidente del Gobierno español y al de Guatemala pidiendo el término de los crímenes y la represión contra quienes defendían sus derechos. En la Patagonia argentina, la comunidad mapuche Santa Rosa Leleque está en conflicto con la Compañía de Tierras Sud Argentino S.A. del Grupo Benetton. Recientemente, el 17 de marzo, una decisión de Tribunal ordenó el desalojo, en un plazo de diez días, del predio que ocupa la comunidad desde el 2007. Esta reclama 500 hectáreas a un grupo que posee un millón de hectáreas. En Chile, la industria salmonera que alcanzó un importante desarrollo en los años 80, afecta a comunidades williches en Chiloé. Estas sufren los problemas territoriales, económicos y medioambientales. A su vez empresas fabricantes de alimentos para salmones han dañado la biodiversidad marina y el medio ambiente. En el sur chileno, Novena y Octava regiones, las Empresas forestales han generado situaciones conflictivas con los mapuche, así como Endesa que construyó la represa hidroeléctrica Ralco sumergiendo tierras ancestrales y desplazando población. En suma, se plantea un antagonismo fundamental con las empresas transnacionales y sus megaproyectos que no reconocen en las organizaciones indígenas a verdaderos interlocutores. Ayer, las multinacionales podían verse confrontadas a los Estados, como ocurrió con el gobierno de Salvador Allende en Chile. No eran los tiempos del Estado neoliberal. Hoy tales empresas se confrontan a los pueblos y en particular a los pueblos indígenas. ¿Se oponen los pueblos indios al desarrollo? ¿Impugnan la creación de puestos de trabajo? Evidentemente no. Se trata de un rechazo a un desa-

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rrollo desigual, desequilibrado, que ha agudizado la pobreza en la población indígena frente a la prosperidad de las transnacionales. Lo que no se debería perder de vista es que la denuncia de tales empresas surge de las vivencias de los pueblos indígenas en sus propios territorios. Lo que se rechaza es la ocupación abusiva de tierras, el desplazamiento de población, los daños al equilibrio medioambiental, las alzas excesivas de tarifas, como el agua por ejemplo, las amenazas y atropellos a las organizaciones y sus dirigentes. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) entregó líneas directrices para Empresas Multinacionales: “El objetivo de los gobiernos que han suscrito las Directrices consiste en fomentar las contribuciones positivas al progreso económico, medioambiental y social que pueden tener empresas multinacionales, y reducir al mínimo las dificultades que puedan surgir de sus diversas actividades”. Estas recomendaciones fueron renovadas en reunión de París del 25.1.11. Es decir, las multinacionales deberían ser más cautelosas y el Estado más prudente. Los pueblos, históricamente representados como inferiores, son actores plenos que buscan construir su futuro en un marco de libertad y de justicia que hoy se les niega. la justicia en chile Podemos preguntarnos acerca del papel de la justicia con respecto a los mapuche. Esta, lamentablemente, ha sido históricamente discriminatoria. Los poetas Gabriela Mistral y Pablo de Rocka, por ejemplo, ya lo habían constatado y señalado en la primera mitad del siglo XX. Incluso antes, con ocasión del Centenario (1910), Alejandro Venegas en una de sus cartas dirigidas al Presidente de la República Ramón Barros Luco se refiere a los mapuche señalando los abusos cometidos: expulsión de sus tierras, destrucción de sementeras, robo de ganado, con la complicidad de “un ministril acompañado de la fuerza pública”. ¿Historia de ayer? No, también historia de hoy. Ahora, cuando se acaba de celebrar el Bicentenario, el Tribunal de Cañete, provincia de Arauco, aplicó la Ley Antiterrorista a cuatro dirigentes mapuche (22 de marzo): Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical, José Huenuche,

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condenándolos a 25 y 20 años de cárcel respectivamente bajo acusación de “incendio terrorista”, “asociación ilícita terrorista”, “robo con intimidación”, “atentado contra la autoridad”. Esta implacable condena contrasta escandalosamente con la impunidad en que quedaron los asesinatos de tres jóvenes mapuche (2002, 2008, 2009) sin que siquiera se insinuara la encarcelación de los responsables. ¿Nadie está “por encima de la ley” como declaró un personero de gobierno en el 2009 mientras se condenaba a dirigentes mapuche? ¿Quién podría suscribir semejante juicio? ¿En cuántos países democráticos ocurre algo semejante por defender derechos? Esta realidad la constatan la opinión pública nacional e internacional, los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales. Infortunadamente, las injusticias de la justicia se inscriben en la historia que han conocido los mapuche. Se ha llegado al extremo de considerar que las reivindicaciones de tierras ancestrales y las consecuencias que ello conlleva cuando no se atienden las demandas, constituyen delito. Y se castiga el delito con represión y encarcelación. Aparece esto como un procedimiento normal. ¿Por qué se ha llegado a ello? Porque las movilizaciones mapuche son consideradas atentatorias a la propiedad privada y pública. ¿Pero cómo se ha constituido históricamente la propiedad privada en las regiones mapuche? Los responsables políticos no se formulan la pregunta y los datos sobre la materia están lejos de ser esclarecedores. Se criminaliza el movimiento mapuche y por consecuencia sus demandas. Se les aplica la Ley Antiterrorista dictada bajo un régimen dictatorial. Un artículo de esa ley se refiere a la utilización de bombas o artificios explosivos o incendiarios para “producir en la población o parte de ella el temor justificado de ser víctima”. La prensa detentada por grupos económicos se encargará de difundir noticias destinadas a alarmar a la población. En el primer semestre del 2002, por ejemplo, los canales de televisión van a cubrir el llamado “conflicto mapuche”. Se informa sobre “actos de violencia” cometidas por comunidades mapuche, sobre “protestas violentas”, sobre “actos vandálicos” sufridos por empresarios y agricultores. ¿Y qué sector de la población fue presa de temor? En todo caso no

fue Endesa, tampoco las forestales. El vicepresidente de la Corporación Chilena de la Madera declaró en el 2002 que “a pesar de la preocupación por el rompimiento del “estado de derecho” en la Octava y Novena Regiones se mantendrá para el decenio las inversiones de 3600 millones de dólares”. Se estimaba que las inversiones permitirían un dinamismo que se traduciría en un aumento de 30 % de las exportaciones a fines de la primera década de este siglo. Es decir, el supuesto “terrorismo” mapuche no perturbó ni las inversiones, ni el mercado, ni los beneficios de las empresas forestales. La acusación de “terrorista” constituye una falacia absoluta. Frente al éxito económico de las empresas forestales implantadas en la Octava y Novena Regiones, datos del CASEN en el 2003, indican que el 29 % de la población de esas regiones se encontraban en situación de pobreza. Por supuesto, esta forma de violencia no suscitó interés en los medios de comunicación que prontamente se preocuparon por el “terrorismo” mapuche. Que los mapuche protesten, se movilicen, reivindiquen sus derechos, ¿puede realmente asombrar? ¿No se debería admitir que las movilizaciones y reivindicaciones constituyen una respuesta a los flagrantes abusos y discriminaciones cometidos por años? Si se necesitaran ejemplos deberíamos recordar que tierras recuperadas bajo el gobierno de Salvador Allende fueron devueltas a quienes las detentaban precedentemente; que el decreto ley 701 de 1974 exoneró de tributos a las empresas para desarrollar la forestación con eucaliptos y pino; que un alto tribunal de justicia decidió entregar una millonaria indemnización a la Sociedad Galletué por araucarias que se levantan en tierra ancestrales mapuche (1990). Pese al alarmismo de los medios de comunicación ya conocidos, la lucha mapuche no espantó a sectores de la sociedad civil: artistas, intelectuales, historiadores, estudiantes, periodistas y diferentes personalidades que solidarizaron con la causa mapuche ante la represión que no cesaba. Los gobernantes hacían oídos sordos. Tampoco se atendió el llamado a privilegiar soluciones justas y pacíficas de organismos de derechos humanos, del Relator de la comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas, de parlamentarios europeos. Y a los dirigentes

mapuche encarcelados en el sur chileno no les quedó otro recurso que la huelga de hambre mantenida por más de dos meses el año recién pasado. El despliegue policial y judicial como respuesta a las demandas mapuche representa una arremetida de violencia sin parangón en Chile. Es la negación de la política como diálogo para persistir en una violencia ya histórica como lo subrayaron más de 60 historiadores que firmaron una declaración en el 2008 y el 2009 rechazando la represión en contra de un pueblo que lucha por recuperar tierras usurpadas. Esta constatación patentiza además el papel de la justicia. Concluiremos subrayando lo que aparece como todavía inconcluso con respecto a los pueblos indígenas y al pueblo mapuche en particular: 1. Una concepción de territorio como derecho inalienable, concepción que se contradice con la práctica de las transnacionales. 2. Una demanda de autonomía que permita ejercer realmente el derecho a ser protagonistas de su destino. 3. El respeto de instrumentos internacionales relativos a los pueblos indígenas como la Convención 169 de la OIT, la Declaración de los Derechos Indígenas de las Naciones Unidas. 4. El respeto efectivo al pluralismo cultural. Apuntemos igualmente lo que está aún pendiente: a) El reconocimiento del protagonismo político de los pueblos indígenas. b) La necesidad, al pensar los pueblos indios, de repensar los conceptos de derecho atendiendo a la especificidad de estos pueblos en el cuadro de la realidad y el contexto de Latinoamérica. c) La existencia de un Estado que salvaguarde el derecho de todos y no los imperativos de las grandes empresas como sucede actualmente. Esto lleva a un cuestionamiento de lo que M. Castell ha calificado como “Estado ex-nacional y agente racionalizador de la globalización”. Que desde una tribuna del Parlamento Europeo podamos referirnos a la lucha de los pueblos indios por sus derechos, denota el apego a la justicia y a la democracia de quienes han organizado este evento y como también de todos aquéllos que se han dado cita en tan relevante espacio. P

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La educación es un robo S

Roberto Pizarro Economista

La multiplicación de universidades privadas de pizarrón sólo ha servido para engañar con la mentira del mayor acceso de los jóvenes a la educación superior. Tal acceso es un espejismo: todas las comparaciones internacionales revelan la bajísima calidad de esas universidades.

egún una Encuesta Nacional 2010 realizada por el Instituto de la Juventud, de cada diez trabajadores, técnicos y profesionales, seis tienen un trabajo sin relación con lo que estudiaron. Otra investigación, esta vez del Mercurio (que en este caso no miente), el costo de las universidades es el más alto del mundo, 80% del cual es financiado por los propios estudiantes. Conclusión: la educación superior no sólo es mala sino además un robo; y también lo son la enseñanza básica y media, ya que las escuelas municipalizadas y particulares subvencionadas entregan una enseñanza inútil. Según un ranking de la OCDE (del cual Chile es miembro reciente) ese 80% de aranceles universitarios que paga el alumno en Chile, es más del doble de lo que se paga en los EEUU, el triple que en México, cinco veces más que España, ocho veces el de Francia y veinte veces más que Dinamarca. En Argentina, Brasil, Alemania y Suecia las universidades públicas son gratuitas. El alto costo de la educación superior es expoliador para los estudiantes y sus familias, y una estafa si pensamos que nuestras universidades se encuentran lejos de las cien mejores del mundo. El problema es el lucro. Los dueños y directivos de escuelas y universidades privadas se enriquecen con una educación convertida en negocio mientras publicitan las bondades del Opus Dei, los Legionarios de Cristo y cierran las puertas al pensamiento diverso. A su turno, las universidades tradicionales, acogotadas con una política fiscal res-

trictiva, torpe e indolente, se ven obligadas a financiarse con elevados aranceles y compiten con las privadas en su agresión al bolsillo de las familias modestas de nuestro país. El sistema educacional ha culminado en un desastre. Los hijos de familias de bajos ingresos reproducen la miseria de sus padres en escuelas municipalizadas inservibles y privadas subvencionadas, enriqueciendo a empresarios inescrupulosos. La multiplicación de universidades privadas de pizarrón sólo ha servido para engañar con la mentira del mayor acceso de los jóvenes a la educación superior. Tal acceso es un espejismo: todas las comparaciones internacionales revelan la bajísima calidad de esas universidades. Los jóvenes protestan con razón contra un sistema educacional inservible y corrompido. Lamentablemente, la masiva lucha estudiantil del 2006 fue domesticada por la farándula y anulada por una comisión de Bachelet que culminó en un evidente gatopardismo. La LOCE fue convertida en LGE, con las mismas escuelas bajo la tuición de municipios frágiles y con la persistencia del lucro en las escuelas subvencionadas. Los jóvenes fueron engañados. La mala educación continúa y su división clasista se acentúa. Las mejores escuelas siguen reservadas para los hijos de las familias ricas que obtienen los más altos puntajes en la PSU y acceden a las mejores universidades. Los dueños del Poder Económico y la elite política del país tienen asegurada, en sus descendientes, la administración del sistema económico y político que controlan. La segmentación social y terri-

torial que caracteriza a estas escuelas seguirá reproduciendo en los jóvenes del barrio alto el clasismo, el racismo y el individualismo propio de los poderosos. Los jóvenes pobres provenientes de escuelas inservibles, con sus bajos puntajes en la PSU, siguen ingresando a universidades de baja calidad, estudiando profesiones inútiles. Crece el ejército de profesionales desocupados. En el mejor de los casos llegarán serán empleados de los jóvenes de su misma generación, ejecutivos de las empresas de sus padres. El futuro de los niños de Chile está marcado por su origen de clase desde su nacimiento. El sistema educacional chileno, en vez de integrar a los niños de distintos orígenes sociales, promover la convivencia en comunidad, estimular la promoción social, favorecer un mismo lenguaje y valores comunes, se ha convertido en instrumento de exclusión y ampliación de las desigualdades, e ignora que la formación es un activo social y nacional que beneficia no sólo al educando sino al país. La exigencia de una educación decente y sin discriminaciones para todos los niños, ricos y pobres, es justa y necesaria. Está en juego el desarrollo económico del país, insostenible con el sistema actual. Está en juego la estabilidad del sistema político, con excluidos que acrecientan su desesperanza. Los estudiantes lo han entendido mejor que nadie y por ello exigen el término del lucro, el mejoramiento de la calidad y la eliminación de toda discriminación. Terminar con el robo en la educación es una tarea urgente.P

Las transnacionales mineras exigen... Y

Julián Alcayaga

Economista www.defensadelcobre.cl

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a lo habíamos dicho en diversas ocasiones: el Sr. Diego Hernández y otros ex ejecutivos de transnacionales mineras llegaron a Codelco a cumplir el objetivo que siempre persiguieron: su privatización. Pero como para ello se requiere una reforma constitucional y un quórum que es imposible alcanzar en la actualidad, se recurre entonces a una “gestión preparatoria” o “propiciatoria” de una opinión que vaya en ese sentido. Ello consiste en crear tales dificultades financieras y económicas en la Corporación, que se llegue a la “conclusión” que para salvarla ya no queda otro camino que su privatización en su totalidad, o por partes, como ya se está haciendo con la venta de Edelnor, del yacimiento Inca de Oro, y se preparan las condiciones para la venta de Ventanas, El Salvador y Potrerillos. Esta aseveración se está verificando más rápido de lo que yo mismo pen-

saba. En efecto, en la presentación de su primer año de gestión en Codelco, en una conferencia de prensa el 25 de marzo pasado, el Sr. Hernández calificó su gestión como un gran éxito en razón del aumento de las utilidades de la Corporación que crecieron en 2 mil 20 millones de dólares el 2010, un 16,6%, en relación a 2009. Pero una mirada atenta a las cifras permite decir que es una curiosa manera de presentar las cosas. En primer lugar, el Sr. Hernández olvidó comparar el precio promedio del cobre, que el año 2010 fue de de 3,42 dólares la libra, un incremento de 46,2% en relación a los 2,34 dólares la libra de 2009. Si proyectamos la producción de 2009 al precio de 2010, los ingresos por ventas de Codelco en 2010 debieron superar los 15 mil millones de dólares, es decir alrededor de 800 millones de dólares más que

los realmente obtenidos. La relación ingresos/producción de cobre del año 2010, es de lejos el peor ejercicio desde el 2004 a la fecha. En segundo lugar, en 2010 hubo un aumento de los costos de 1.231 millones de dólares, es decir 20,6% más que el año 2009. En consecuencia, entre disminución de las ventas y aumento de costos, el ejercicio 2010 fue peor que el 2009 en a lo menos 2 mil millones de dólares, y eso que el año 2009 era ya uno de los peores resultados de Codelco de los últimos 5 años. Comparemos lo malo que fueron los resultados de Codelco el 2010 con relación al año 2006. Ese año, el precio promedio del cobre fue de 3,05 dólares la libra, es decir 12,1 % menos que el 2010. Sin embargo el año 2006, las ventas de Codelco alcanzaron a 15.825 millones de dólares, es decir 1.657 mi-

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Si estas pérdidas, o técnicamente disminución de los ingresos por ventas, no se produjeron en los mercados especulativos de derivados, entonces se perdieron en la venta de cobre físico. Es decir Codelco debió haber vendido varios barcos cargados con cobre a precios muy inferiores al mercado. Nuevamente cabe la pregunta: ¿quiénes fueron los favorecidos con estas ventas a menor precio?

llones de dólares más que el 2010 con similar producción. Si los parámetros de 2006 los proyectamos a la producción y precio del 2010, los ingresos por venta hubieran sobrepasado 17 mil millones de dólares. Sin embargo los ingresos de Codelco el año 2010 alcanzaron solamente a US$14.068 millones, US$3 mil millones por debajo de lo que se debió obtener. No existe nada que pueda justificar esta considerable caída de los ingresos de Codelco el año 2010 con relación al 2006, porque fuera del cobre, en el año 2010 los precios del oro y la plata son casi el doble que el 2006, y solo el precio del molibdeno es inferior. Si a esta caída de los ingresos le sumamos 1.176 millones de dólares de aumento de costos en relación al 2006, los resultados de 2010, son peores que los del año 2006 en más de 4 mil millones de dólares. ¿Dónde está entonces el profesionalismo del Directorio y de las nuevas autoridades de Codelco? Comparando precio y producción, los ingresos por ventas de Codelco el año 2010 son de lejos los peores de los últimos cinco años. ¿Por qué bajaron tanto los ingresos por venta de Codelco con la gestión del Sr. Hernández? Sabemos que el Sr. Hernández es experto en perder dinero en los mercados de futuro, mercados especulativos donde no se transa cobre físico. En 1995 la Minera Mantos Blancos (hoy Anglo American Norte), dirigida por el Sr. Diego Hernández, perdió el 25% de sus ingresos operacionales en los mercados de futuro del cobre. “Curiosamente”, Hernández fue premiado por la casa matriz Anglo American. ¿Por qué? Porque fue una empresa relacionada la que percibió las ganancias que perdió Mantos Blancos, la que por otra parte no pagó impuesto a la renta en Chile porque perdió todas sus ganancias de ese año. Magia pura: perder para ganar más. La misma magia parece estar ocurriendo en Codelco, puesto que no se explica que con el precio del cobre ob-

servado en 2010, Codelco haya tenido una caída tan considerable en sus ingresos por venta con relación al año 2009, y sobre todo con relación a los años 2006 y 2007. Esta inexplicable caída de las ventas, que supera largamente los 3 mil millones de dólares, solo puede ser explicado por pérdidas en los mercados de futuro. Este tipo de pérdidas son contabilizadas como disminución de los ingresos por ventas, lo que permite disfrazarlas y ocultarlas. Sólo nos falta conocer quienes o qué empresas “ganaron” o que fueron favorecidas con estas pérdidas de Codelco en los mercados de futuro del cobre. Ahora bien, si estas pérdidas, o técnicamente disminución de los ingresos por ventas, no se produjeron en los mercados especulativos de derivados, entonces se perdieron en la venta de cobre físico. Es decir Codelco debió haber vendido varios barcos cargados con cobre a precios muy inferiores al mercado. Nuevamente cabe la pregunta: ¿quiénes fueron los favorecidos con estas ventas a menor precio? Sería impensable que los favorecidos fuesen filiales de empresas “amigas” como BHP Billiton, Anglo American o Xtrata, la otra socia mayoritaria de Collahuasi. Evidentemente que el primer interesado en investigar esta situación debiese ser el nuevo, muy profesional y calificado directorio de Codelco, en el que participa el Sr. Fernando Porcile, ex alto ejecutivo de varias transnacionales mineras y que conoce a la perfección el negocio minero. Pero no se oye padre, el directorio parece no haberse dado cuenta de esta colosal caída de los ingresos de la empresa que dirige. controladores ausentes El segundo interesado en sacar conclusiones sobre este tema debiera ser el ente fiscalizador de Codelco que es Cochilco, pero este organismo nunca ha fiscalizado en el pasado y ahora lo hará menos que nunca. Por su parte, la Contraloría puede fiscalizar a través de

Cochilco, e incluso lo puede hacer de oficio aunque no exista queja o solicitud de parte de alguna persona o institución. Estas enormes pérdidas significan una menor recaudación tributaria de a lo menos 1.500 millones de dólares, por lo que el SII debiera estar altamente interesado en investigarlas. Y como son muy superiores a los 170 millones de dólares que perdió Juan Pablo Dávila en 1994, con mayor razón la Cámara de Diputados debiera designar una Comisión Investigadora, independientemente de que además entren a tallar nuestros tribunales de justicia. Cuando el Sr. Diego Hernández fue designado Presidente Ejecutivo de Codelco, tanto las autoridades de gobierno como el directorio de la empresa se felicitaron de su elección por su indudable capacidad técnica y experiencia de alto ejecutivo de transnacionales mineras. Así como de que se designara como Vicepresidente de Administración y Finanzas al Sr. Thomas Keller, ex Presidente Ejecutivo de Minera Collahuasi. En consecuencia, esta colosal caída de los ingresos de Codelco no puede deberse a inexperiencia o incapacidad técnica de estos ejecutivos. Por el contrario, tienen demasiada experiencia en la minería del cobre. ¿Por qué entonces su primer año de gestión en Codelco es un fracaso, cuando en principio venían para aumentar la competitividad de la empresa? La respuesta no puede ser otra que la que siempre sostuve: llegaron para ir generando las condiciones de la privatización de Codelco, y los resultados de 2010 están ahí para demostrarlo. La metodología está clara: se presentan éxitos maquillando cifras. Al cabo de algún tiempo “se constata” que en realidad la situación es francamente mala y se necesitan medidas “extremas” que, por supuesto, no impliquen que el presupuesto del Estado, tan “preocupado” o “focalizado” en las necesidades urgentes de la gente, sea distraído en salvar una empresa. P

Lavín es un chico simplón S

Dr. Victor Barberis Yori

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e sabe que Lavín es un chico simplón, pero bien inspirado y compasivo… Seguramente cuando niño, sus Profes, conmovidos, le adjudicaban el premio al Mejor Compañero como una manera de consolarlo por su imposible acceso a los otros lauros, aquellos destinados a gratificar la real capacidad. Hoy, sin embargo, sus ideas banales son celebradas por la inmensa mayoría de los chilenos(as) bloqueados por una idiotez hasta ahora incurable. Se ve que Tata Dios ama a Joaquín, ya que entre Pinochet, la negociación pactada por la cumbre de la Concertación con los centuriones y la Farándu-

la, les cegaron la Razón, posibilitando así que cualquier fruslería les aparezca como trascendente. El Mercurio dio cuenta de la decisión de Lavín en orden a hacer obligatoria la enseñanza sistemática y tecnológicamente 2.0 del idioma inglés, a fin que la larga y angosta faja de tierra sea un País Bilingüe (sic) dentro de 20 años. Y ojo... pese a su alma católica el hombre no deja de poseer algunos granitos de la esencia de la filosofía Positivista: “Saber para Actuar”. No crean que su idea del Bilingüismo es una ocurrencia arbitraria o generada por algún genial asesor. Por cierto que no... Surge del

asombroso descubrimiento efectuado por una no menos confiabilísima encuesta cuyos resultados deben haber dejado atónito al Estado Mayor del Mineduc: mientras el 67 % de los estudiantes (sumando estratos medios, medio-altos y altos) de los colegios de pago alcanzó la certificación en inglés básico, solamente el 0.3 % de los flaites pudo lograrlo. Saludamos esta revolución “copernicana” en el campo de la Heurística Educativa al objetivar en forma irrebatible que los hijos de las clases más pudientes que estudian en colegios de pago se educan abismalmente mejor en idioma inglés ( y

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En tanto la prole de los pobres ignora hasta lo más elemental del lenguaje de la Pérfida Albión. Claro poh, si algunos apenas manejan aceptablemente el español y la mayoría ni siquiera eso... Más bien hablan fluidamente el Pokemonés.

en todo), en tanto la prole de los pobres ignora hasta lo más elemental del lenguaje de la Pérfida Albión. Claro poh, si algunos apenas manejan aceptablemente el español y la mayoría ni siquiera eso... Más bien hablan fluidamente el Pokemonés. Constatado este asombroso descubrimiento, no se puede desconocer que no es una idea descabellada la de Lavín. Sólo que no tiene nada de estratégico. Está situada en el marco de las puntuales y erráticas medidas del tipo de gasfitería política, nivel Chasquillas, que este Gobierno y el de la Bachelet (¿o debería decir el de Andrés Velasco?) presentan, o presentaron, pomposamente como “Altas Políticas en Educación”. Con todo, la medida me resulta atractiva... Piensen que en 20 años más en vez de escuchar en el Metro a un muchacho decirle a una muchacha (o al revés) la repetida y rutinaria frase «te quiero mucho, vamos a acostarnos al tiro», nuestros oídos percibirían: I love you very much, let us fuck quickly.

O bien, en vez de escuchar a Ricardo Lagos iluminarnos con sus frases para el bronce del tipo: «Las cosas hay que hacerlas bien, porque en caso contrario saldrán mal», oiríamos deslumbrados: Hello Mr. President Obama, I beg your pardon, but you are not putting into application the real Chilean Way... All the world sees as yours weapons cruelly murder the Libyan People. You must apply my Chilean Way, my model of TransSantiago: you should sell all the old buses from the United States bien repintados as brand new buses in Tripoli. With this simple device you should be able to paralyze all the inhabitants, including Gadafi troops. And don’t worry, Mr. Presidente, you shall easily take away the Libyan oil, without cost for your good natured Tío Tom image. Y de yapa la Sra. Rosemery Gill de Jarpa dormiría más tranquila al constatar que las rotas ya no pronuncian LadiDí, sino Leididai como es lo correcto y tolerable por la nobleza de estirpe. Claro que es el caso hacerse dos pre-

guntas sobre esta estrategia y trasmitírselas al Sr. Ministro en el sano afán de perfeccionar su brillante estrategia transprovinciana y de planetaria perspectiva. Primera. ¿Será necesario? Chile ya no sólo es un país bilingüe, sino plurilingüe, si recordamos que lo que más nos atrae al encontrarnos es soltar la lengua..., pelar y pelar y también “irnos de lengua” como lo constata hoy amargamente mi colega médico, la Intendenta de la Octava Región. Segunda. Si en verdad se busca una implementación de carácter estratégico para la mejor comunicación internacional de los compatriotas del año 2031, y tal como van las cosas en nuestra nave espacial donde el Viejo Topo de la Historia ha vuelto a roer con ahínco las bases del capitalismo salvaje, yo le recomiendo que la meta realmente estratégica debiese ser alcanzar un Chile Trilingüe, dejando de lado el inglés y dándole duro al árabe y al chino cantonés. P

Estado y mercado ¿Q

Armando Uribe Echeverría Profesor asociado, universidad de Cergy-Pontoise (Francia)

Los países abiertos de piernas, con tasas aduaneras mínimas (como Chile) son países que no favorecen el fortalecimiento de la industria interna; son países avasallados.

POLITIKA “Hacerse su propia opinión deja de ser un comportamiento de esclavo” (Jean-Jacques Rousseau)

uién sigue creyendo que el mercado es la milagrosa y reguladora entelequia de los intercambios en el mundo? Probablemente algunos falsos ingenuos pero verdaderos ideólogos de espíritu socarrón. Nadie más. Todo demuestra que desde siempre los estados han jugado un papel de primer plano en las relaciones económicas internacionales. Tomemos un ejemplo antiguo, para no ofender a nadie, que resumió a la perfección el periodista del New Yorker John Cassidy hace unos meses a propósito de un libro Stefan Halper, ex profesor de Ciencias Políticas en la universiodad de Cambridge y ex consejero de Nixon, Ford y Reagan, titulado El consenso de Pekín: cómo el modelo autoritario chino dominará el siglo XXI (Basic Books, 2010). A fines del siglo XVIII, los ingleses bebían tales cantidades de té proveniente de la China imperial, que el déficit de la balanza comercial entre los dos países crecía de forma inquietante a favor de los chinos. Éstos impusieron ser pagados en plata, ejerciendo fuerte presión sobre el Tesoro y la Libra esterlina. Preocupados en encontrar un producto que los chinos estuviesen dispuestos a importar en grandes cantidades, los ingleses terminaron eligiendo el opio, producido entonces en algunas regiones de la India

que controlaban. En 1773, el gobernador general de la provincia de Bengala puso fin al tráfico del hampa local y le atribuyó el monopolio del comercio de esa substancia a la East India Company, basada en Londres. En el curso de las decenias siguientes las importaciones chinas de opio pasaron de 75 toneladas anuales a 900. Los dirigentes del imperio oriental se ofuscaron con esta situación que transformaba a decenas de miles de chinos en toxicómanas apáticos. Trataron de prohibir las importaciones, sin éxito. Finalmente, el prefecto de policía de Cantón tomo medidas radicales contra el tráfico y obligó a los negociantes ingleses a entregar miles de cajas llenas de opio y acompañó su gesto con una carta dirigida a la reina Victoria en la cual declaraba que tenía la intención de prohibir para siempre esta droga nociva. En Londres, la indignación no tuvo límites, y en vez de negociar lord Palmerstone, ministro de RREE, optó por mandar una flotilla de guerra. Frente a los coraceros de Su Majestad y a sus inquietantes cañones, el ejército chino poco pudo. Los ingleses se tomaron Cantón y sus alrededores, matando de paso a varios miles de personas. Palmerstone publicó entonces que la intervención servía los intereses ingleses y los principios del libre mercado, que Londres se esforzaba de hacer respetar en todo el Imperio.

Ello no impidió al Times de Londres de apodar el conflicto “la guerra del opio”. En 1842, en gobierno chino tuvo que firmar el tratado de Nankín, prometiéndole a Gran Bretaña compensaciones por 20 millones de dólares (medio billón de dólares de hoy), tasas mínimas sobre los productos ingleses, la apertura de cinco puertos a los navíos británicos y la soberanía sobre Hong Kong. Diez y ocho años más tarde, China tuvo que aceptar además que los ingleses transportaran coolies chinos (lea esclavos) a EEUU. El avasallamiento económico del país — los comunistas chinos lo calificarían más tarde de “siglo de la humillación” — contribuyó probablemengte al desmornamiento de la dinastía Qing y abrió la vía a la guerra civil y a la revolución. Lo seguro, concluye Cassidy, es que contribuyó a hacer desaparecer el déficit comercial de los ingleses. Dos observaciones: a) Los países abiertos de piernas, con tasas aduaneras mínimas (como Chile) son países que no favorecen el fortalecimiento de la industria interna; son países avasallados. b) La exigencia del libre mercado (es decir apertura de las fronteras a la concurrencia extranjera) fue impuesta por EEUU y Gran Bretaña después de que ambos países se hubiesen asegurado que sus industrias eran capaces de aplastar a las de sus rivales. No hay misterio. P

Editor general: Luis Casado Colaboradores: Roberto Pizarro - Alejandro Kirk - Armando Uribe Echeverría - Salvador Muñoz - Héctor Vega - Armen Kouyoumdjian - Julián Alcayaga - Jorge Lavandero - Paul Walder - Arauco Chiuailaf - José Palomo - Alfonso Chelén - Eduardo Salum - Jorge Montealegre - Daniel Giménez - Pablo Ruiz-Tagle - Victor Barberis Yori...


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