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Tekhne Iatriké

José Gabriel Ávila-Rivera *

Enfermedades de migrantes

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Representa un motivo de análisis profundo el fenómeno migratorio, pues hay elementos que no se perciben con facilidad a simple vista. Una condición particularmente humana UNA PERSONA QUE DEJA BUSCANDO OPORTUNIDADES TODO MEJORES La probabilidad de tener una comunicación constante con los familiares a través de internet, acrecienta los vínculos familiares y enriquece la convivencia étnica, en formas indescriptibles; sin nos lleva a visualizar primero los aspectos negativos que los positivos en todas las condiciones de A LAS QUE TIENE EN EL MEDIO DONDE embargo, esto no es tan factible, hablando en términos de la clandestinidad del viajero sin documentos, nuestras vidas. Si acudimos a un buen restauran- que erróneamente es calificado como ilegal. te, lo recomendaremos exclusivamente cuando nos pregunten en dónde podríamos comer bien; sin NACIÓ, ESTARÁ SUJETO A UNA SERIE En la actualidad se ha hecho patente la incapacidad de los gobiernos para atacar oportunamente embargo, en el caso de recibir una mala atención o los problemas prioritarios de salud en las comuniexperimentar cualquier asunto desagradable, durante un tiempo lo descalificaremos frente a DE TENSIONES EMOCIONALES DE UN dades que los políticos gobiernan. Es obvio que los migrantes se encuentran en condiciones de máxicualquier persona, aunque no nos hagan preguntas al respecto. Esto explica por qué, durante las CARÁCTER INDESCRIPTIBLE ma vulnerabilidad. La pregunta obligada debe de dirigirse a lo que campañas políticas, se desacredita en una forma se debe de hacer, y en este sentido resulta particudescarnada al contrincante, de modo que se bus- larmente urgente conocer el fenómeno migratorio en que cambiar la preferencia electoral en el mayor número de votantes, aunque la forma más cercana a la real, a través de investigaciones poblacionales que se ante personas que tienen bien definido por quién votar, difícilmente se cambia- orienten más a la determinación del número de personas que viajan, antes que rá la inclinación personal. pensar en la repatriación. Considerando las enfermedades infecciosas respira-

Hablando en términos de la salud, en efecto resulta notorio que poblaciones torias y digestivas, hay métodos de laboratorio y gabinete que además de ser que se encuentran bajo una presión ambiental de un carácter grave tienen un prácticos, son baratos. Vincular a las escuelas y facultades de toda el área de la mayor riesgo de padecer enfermedades infecciosas como tuberculosis, infec- salud en este tipo de investigaciones de campo puede enriquecer la formación ción por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH-SIDA), hepatitis B y clínica y humana de los jóvenes universitarios, incentivando la investigación y hepatitis C, aunque podrían mencionarse otras inimaginables. Por el temor a el descubrimiento de enfermedades a través del desarrollo de capacidades clíniser rechazados por los grupos poblacionales de los países que atraviesan, cada cas básicas. En este sentido, la población de migrantes podría brindar infinidad vez es más común un proceso de migración nocturno, que se va convirtiendo de conocimientos a los muchachos en formación y al mismo tiempo, se podría en algo invisible a los ojos de la gente que vive en medios urbanos. Obviamente apoyar a las personas que abandonaron sus lugares de origen y que en una la generación de desechos humanos se debe de dar en condiciones ambienta- forma inconsciente, podrían transportar muchas enfermedades. les como fecalismo a ras de suelo, o bien, contacto con gente que vive en con- Los problemas son innumerables y las estrategias para resolverlos podrían dición de calle, lo que podría generar parasitosis que los médicos ya habíamos ser infinitas. Lo cierto es que enfrentamos dificultades que nos ponen a prueba dejado de percibir en la clínica cotidiana. como especie y que debemos de resolver con valentía, aplomo, audacia y opti-

Los gobiernos generalmente se preocupan por el control migratorio utilizan- mismo. De no hacerlo así, nos pondrá en riesgo de padecer patologías emerdo documentos que avalen los movimientos de gente, pero la necesidad de esta- gentes que pensábamos que ya se habían resuelto, poniendo en entredicho blecer medidas de cribado o tamizaje, solamente se hicieron evidentes ante la nuestra expectativa de vida con un buen nivel de calidad. pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2, solicitando una prueba confirmatoria de resultados recientes, además de la estricta cuarentena o encie- * jgar.med@gmail.com rro, durante el tiempo en el que dura un periodo de incubación de este virus.

El pronóstico de cualquier enfermedad infecciosa dependerá de un diagnóstico precoz y un tratamiento específico; pero ante un proceso de ingreso y salida de los países generado por la necesidad de mantenerse oculto, condiciona fenómenos que no se pueden calificar en cantidad ni mucho menos en formas cualitativas. Hablamos de una serie de acontecimientos desconocidos y ante los cuales no existen protocolos adecuados de atención. Evaluar Épsilon la probabilidad de que una persona dispuesta a efectuar un viaje con un rumbo desconocido, aunque exista una meta determinada, acepte ser someJaime Cid tido a una serie integral de estudios que descarten patologías, es algo improbable. Por otro lado, convencer a los políticos de la rentabilidad y eficacia a “El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; largo plazo de una medida como el diagnóstico de enfermedades que se el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las encuentran en los individuos que solamente establecerán un paso por un oportunidades a su alcance.” país determinado, me resulta imposible. Isabel Allende (1942 - ) Escritora

Una persona que deja todo buscando oportunidades mejores a las que tiene en el medio donde nació, estará sujeto a una serie de tensiones emocionales de un carácter indescriptible. Las condiciones que se irán generando durante “No señor, el problema no es la inmigración, es la educación, el traslado se equiparan al riesgo de perecer frente a un depredador, hablando ser distinto no es ser inferior.” en términos de trata de personas, esclavismo sexual en niños y adolescentes, Domingo Antonio Edjang Moreno (1977- ) Rapero riesgos de accidentes durante el traslado, individuos ahogados, intoxicados, explotados, humillados, para sumar la mala alimentación, el agotamiento extremo, la exposición a ambientes de todo tipo sin la debida protección, generan “La esclavitud no está abolida, está a la orden del día. un número desconocido de muertos que incluyen todas las edades y un núme- En esta ciudad se explota a trabajadores en talleres ro de enfermos que debe de acercarse al 100 por ciento por todos los peligros clandestinos, y si son emigrantes se les priva de la posibilidad que deben de enfrentar. No se trata de acentuar el rechazo a las migraciones y los individuos que de salir de ahí. En esta ciudad hay chicos en situación de calle, las componen. A final de cuentas, personalmente me he visto en la necesidad desde hace años. Hay muchos y esta ciudad fracasó y sigue de migrar en la medida en la que me lo ha exigido mi preparación y desempeño fracasando en librarnos de esa esclavitud...” profesional, lo que me permitió acumular experiencias indescriptibles. Jorge Mario Bergoglio (1936- ) Religioso

Alberto Cordero *

Reseña (incompleta) de libros

La región de Atlixco, Huaquechula y Tochimilco. La sociedad y su agricultura en el siglo XVI **

** Paredes Martínez, Carlos Salvador

(1991). La región de Atlixco, Huaquechula y

Tochimilco. La Sociedad y su agricultura en el siglo XVI. México: CIE-

SAS / Gobierno del Estado de Puebla / Fondo de Cultura Económica.

Durante el siglo XII surgen o se consolidan los señoríos de Tochimilco, Huaquechula y Huexotzinco. Advirtiéndose la existencia de un territorio de dominio ampliamente reconocido, que puede tener características muy variables, como estar disperso o formado por diversos grupos étnicos.

Otro aspecto general que impone una nueva configuración geopolítica en la época prehispánica —diferente de las migraciones— es la expansión mexica, en especial a partir del gobierno de Moctezuma I entre 1440 y 1469. Algunos autores atribuyen el hecho a que los mexicas padecieron hambruna a mediados del siglo XV, lo cual les obligó a buscar mayor aprovisionamiento de alimentos, mediante la imposición de tributo a sus dominados, y también ampliando sus mercados de intercambio. Este hecho coincide con las caídas, casi simultáneas (alrededor de 1446), de Tepeaca, Cuauhtinchan y Totomihuacan a manos de los mexicas. Mientras que los señoríos de Tlaxcala, Cholula y Huexotzinco se mantenían como una verdadera isla en el altiplano, surgiendo así una frontera de beligerancia, con un enemigo común: los mexicas. Por otro lado los pueblos conquistados, Tepeaca, Quecholac, Tecamachalco, Tecali, Cuauhtinchan, Tepexic, Itzocan, Huaquechula, Teopantlá y Huehuetlán, sirvieron como virtuales suministradores de alimentos y bienes para los mexicas.

Atlixco constituía sin lugar a dudas el punto de interés fundamental desde tiempos muy antiguos; la profundidad de la tierra, su clima, su agua corriente y su altitud sobre el nivel del mar, reunidos sobre todo en el valle propiciaban la agricultura; sin embargo, estos elementos no pueden considerarse por sí solos, pues para hacer que esas tierras produjeran, se requería la mano del hombre, cuya disponibilidad se hallaba sujeta al contexto de una sociedad, de sus cambios de población y de los cambios de las técnicas de cultivo. Atlixco, como sabemos, estaba poblado desde el siglo XII, formando parte del área mayor conocida como Puebla-Tlaxcala, por lo tanto participaba de su acervo cultural. Esto es, desde sus primeros pobladores el valle fue cultivado en forma intensiva, por lo que proporcionó a sus habitantes el alimento de subsistencia.

En el valle de Atlixco se han encontrado vestigios de entierros, adoratorios, pirámides, montículos, tumbas, ofrendas de barro, piezas de jade, joyas e inclusive una plaza ceremonial. La cerámica de Atlixco se clasifica como teochichimeca y a la de San Pedro Atlixco como perteneciente al posclásico cholulteca.

Tanto en el valle de Atlixco como en los lugares aledaños en donde existían manantiales, destacaban ya sea por su utilidad agrícola, o por sus creencias religiosas, aspecto este último que parece rebasar el interés local debido a la información que sobre la concurrencia a romerías y peregrinaciones desde lugares lejanos se tiene “…dejando de lado las diferencias étnicas, incluso las enemistades políticas”.

Antes de entrar a estudiar el desarrollo histórico de los originales pobladores de Atlixco, conviene exponer lo siguiente sobre cierta confusión que existe en torno a la antigua y la nueva población de Huaquechula (Quauhquechollan). Quauhquechollan o Cuauquechola se sitúa igualmente en el lugar en el que hoy ocupa la población de Huequechula. Sin embargo, historiadores y documentación del siglo XVI coinciden en afirmar que el original Huaquechula se situaba en la actual ciudad de Atlixco o muy cerca, y no es sino hasta 1443, cuando se verifica una batalla más entre Huaquechula y Huexotzinco-Calpan y los primeros son expulsados definitivamente, es entonces cuando se puede diferenciar entre Huehuehuaquechula (el viejo Huaquechula) y la actual población de Huaquechula.

La región que motiva este estudio —Atlixco, Huaquechula y Tochimilco— no se puede desligar del contexto mesoamericano general. Pero conocer el desarrollo histórico particular de cada uno de los señoríos es de importancia básica, ya que en ellos se pueden apreciar tanto los orígenes de la sociedad prehispánica como las causas que establecieron las diferencias locales y regionales, de las cuales los conquistadores españoles se beneficiaron.

No obstante que la población india de Huaquechula y de Tochimilco —como casi todas las de la Nueva España— disminuyó paulatinamente debido a guerras, traslados y enfermedades, en tanto que la de españoles, negros criollos y mestizos se incrementaba, la mano de obra india resultó imprescindible no sólo para la manufactura de productos con fines eclesiásticos o civiles, sino y principalmente económicos: construcción de caminos, puentes y trazas urbanas; para construir finalmente la ruta comercial determinante entre la metrópoli española y Mesoamérica.

No se puede decir que la trascendencia que tuvo la región fue el resultado de circunstancias fortuitas. Se debió a que el valle de Atlixco ofrecía condiciones excelentes para la labranza y, más tarde, para la ganadería. La historia de la agricultura prehispánica en esta zona transcurrió entre fundaciones de señoríos, alianzas, expulsiones y, sobre todo, abundantes cosechas; razones suficientes para que, al arribar los conquistadores adujeran que dicho valle y sus contornos eran de tierras dedicadas a la guerra constante, y las tomaron como factor clave del desarrollo futuro, pues los sitios de mayor penetración colonial fueron justamente las riberas de los ríos y arroyos y las extensiones planas como el valle de Atlixco y las pequeñas hondonadas de Huaquechula y Tochimilco.

A la agricultura y a la cría de ganado se unieron diversas formas de organización del trabajo —repartimiento, servicio personal obligatorio, alquiler voluntario— que, siempre con la explotación y el regateo de los brazos indígenas, dieron alimento y materiales a la capital del virreinato y aun a su misma metrópoli. De esta manera durante todo el siglo XVI se observó no sólo la concesión de numerosas mercedes de tierra, sino la preocupación de la propia Corona española y de los virreyes por vigilar la tenencia en la región. Ello particularmente en los valles que trata esta obra de Carlos Salvador Paredes Martínez, quien además de recorrer la historia de la agricultura en estos sitios como un proceso continuo, aporta diversas hipótesis y conclusiones que dan una versión distinta de aspectos en apariencia resueltos.

* acordero@fcfm.buap.mx

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