Martes 24 de noviembre de 2015 CAMPECHE · YUCATÁN · QUINTANA ROO · AÑO 1 · NÚMERO 100 · www.lajornadamaya.mx
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■ Los elementos de la SSP enfrentan demandas en FGE y CODHEY
Abusan policías de médico y mentor de escuela de arte
Víctor Daniel Aguilar Torres y Milton Zayas Pérez denunciaron haber sido víctimas de exceso de autoridad, amenazas de muerte y retención ilegal ■ El cateo a su casa se originó como parte de las pesquisas, tras robo a joyería del Centro Histórico de Mérida ■ Mientras tanto, la Comisión instruye a 4 mil agentes en PAUL ANTOINE MATOS Derechos Humanos ■
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Día de la Armada
NO
LLEGÓ IVÁN, LLEGÓ IVONNE
ace cuarenta y tres años, el 26 de noviembre de 1972, no llegó Iván, llegó Ivonne. Mi papá, Humberto Ortega Coronado, quería un varón con toda su alma: día y noche vivía con la ilusión de un hijo que se llamara Iván. 4
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Jorge Mendoza Mézquita elude preguntas sobre hospital de Ticul El titular de Salud del estado afirmó que “todo el mundo sabe”sobre la propiedad de los terrenos para el nosocomio ■
PAUL ANTOINE MATOS
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Avanzan las favoritas al comenzar la Copa Yucatán Inauguran en el Club Campestre la edición 29 del torneo con la presencia del gobernador y el alcalde de Mérida ■
ANTONIO BARGAS CICERO
Ayer se conmemoró el Día de la Armada de México en la explanada de la IX Zona Naval en el Puerto de Progreso, donde las autoridades condecoraron por perseverancia al personal. Al frente, de izquierda a derecha, Celia Rivas, presidente del Congreso; Felipe Solano, comandante de la IX Zona Naval; Rolando Zapata, gobernador de Yucatán; Mauricio Vila, alcalde de Mérida;
José Cortés, presidente municipal de Progreso; General Raymundo Luis . Atrás, Marcos Celis, presidente del Tribunal Superior de Justicia; comandante Luis Felipe Saidén, titular de la Secretaría de Seguridad Pública; Román Carmona, comandante de la Base Aérea Militar; y Roberto Rodríguez Rivero, comisario estatal de la Policía Federal ■ Foto Rodrigo Díaz Guzmán
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OSY, programa 6 ROSARIO NIETO 6M
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MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
◗ EDITORIAL
Cien y caminando Llegamos al número 100 de La Jornada Maya. Es resultado del arduo trabajo de un centenar de periodistas, colaboradores, reporteros, editores, diseñadores, repartidores, ingenieros en sistemas, expertos en redes sociales y entusiastas amigos de la sociedad yucateca que se han acercado a apoyar este prometedor proyecto. Pero sobre todo, el compromiso de los lectores del periódico impreso y de los visitantes de nuestro portal digital. Más allá de los números, en estas pocas pero intensas semanas hemos constatado la persistente obsesión de la sociedad yucateca por estar enterada del acontecer nacional y por leer noticias en el papel, fruto quizás de esta particular disponibilidad del tiempo en toda la península. El yucateco honra, así, el principio clásico de credibilidad del periódico impreso. Con este número 100 también celebramos a K’iintsil, la hermana maya que ha despertado tanto interés entre los lectores que apuestan por la pluralidad cultural y extensión del lenguaje por medio del periodismo. Esta labor de comunicación ha recibido el apoyo de periodistas colegas, funcionarios, intelectuales, políticos, escritores, músicos, campesinos, empresarios, unos con entusiastas apologías y otros con severas críticas que, en La Jornada Maya, hemos tratado de seguir y obedecer para diseñar, sobre la marcha, un medio que responda fielmente a las necesidades informativas de la sociedad yucateca. Esta compleja tarea nos ha permitido observar en carne propia (o en papel) la
vieja inercia que ata a los medios de comunicación con las instituciones gubernamentales. A la muy comprensible resistencia original a un medio nuevo, se fue agregando esa fría negligencia de ver de lejos el gran esfuerzo de una empresa, como es La Jornada junto con todas sus franquicias, esperando quizás que el peso del cruel mercado la haga desaparecer, aunque socialmente adquiera día tras día mayor arraigo y aceptación. No obstante, La Jornada Maya se ha mantenido atenta y respetuosa de las actividades que abundan en medios burocráticos y públicos ya que, como se sabe, el gobierno y sus instituciones constituyen una de las principales fuentes de información del periodismo confiable que se busca construir. Con excepción de las instancias municipales de Mérida, las autoridades de organismos públicos estatales no han comprendido que la relación con los medios de comunicación está cambiando hacia una correspondencia profesional, no clientelar, donde se permite la libre expresión de las ideas mediante el apoyo financiero a través de la publicidad. No se trata de gratificar las complacencias de los medios, sino de replantear los criterios de reparto de un presupuesto que proviene de la participación de la sociedad y tiene el fin de regresar a ella con beneficios en el debate de los temas que le importan. Como lo explica el editorial de La Jornada, el 19 de septiembre de 2014, en su 30 aniversario: “Hasta la fecha, el manejo discrecional y patrimonialista de los anuncios del sector público sigue siendo
una amenaza para la subsistencia de los medios independientes y, por consiguiente, para la libertad de expresión y el derecho a la información. El ámbito institucional no ha comprendido que la comunicación social es una obligación y que los recursos destinados a ella son dinero público que debe ser distribuido en forma equitativa y proporcional entre los medios, al margen de diferencias o de disgustos por sus respectivas líneas editoriales”. Recuerda el mismo editorial que, cuando nació, este periódico tenía dinero para funcionar solamente cinco días... “Se actuaba, simplemente, en función del deber, y el deber era dar a luz una publicación cotidiana necesaria para el desarrollo político, social y cultural del país y para dar voz y tribuna a sectores de la sociedad que carecían de ella. Sin embargo, este diario cumple hoy tres décadas y en ese lapso se ha convertido en parte fundamental del panorama informativo de México...” El principal capital de La Jornada Maya sigue siendo la creatividad, día tras día, y la credibilidad en un periodismo objetivo que da lugar al libre pensamiento de todos los sectores de la sociedad yucateca. Ahora, en pocos meses de existencia, se suman a este enorme capital los lectores, suscriptores, seguidores y amigos que vigilan con aprobación exigente el trayecto de este nuevo medio de comunicación. En agradecimiento, anunciamos la próxima extensión de nuestro medio a Campeche, Cancún y Chetumal. Así queremos agradecer el valioso acompañamiento de todos nuestros lectores en estas 100 ediciones de La Jornada Maya.
INBOX MANÁ O LA ROCOLA DEL MISMO BAR, OTRA VEZ EN EL COLISEO DE MÉRIDA No se puede explicar mejor... completamente de acuerdo. Un grupo sin filo, descafeinado y parece que tiene miedo de perder su estatus en el gremio de los medios de comunicación... sus discos cada vez mas insoportables... pero, en fin, que los disfruten sus fieles seguidores. Sergio Sánchez
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MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
SOCIEDAD
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Médico veterinario y maestro de arte habrían sido detenidos arbitrariamente
Elementos de Seguridad Pública, acusados de abuso de autoridad contra ciudadanos ■
“Son chilangos, y todos los fuereños sólo vienen a chingar”, expresan policías del estado
PAUL ANTOINE MATOS
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) fueron denunciados por abuso de autoridad y amenaza de muerte, por dos ciudadanos. Víctor Daniel Aguilar Torres, médico veterinario, y Milton Zayas Pérez, maestro de arte, originarios del Distrito Federal, señalaron ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Yucatán los hechos de que fueron víctimas la madrugada del lunes 16 de noviembre. La denuncia se levantó a las 18:47 horas del mismo día, con el número de expediente M1/2790/15, registrado en la agencia mixta uno y de la misma forma se levanto el acta correspondiente en la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán. Alrededor de la una y media de la mañana del día referido, Aguilar Torres y Zayas Pérez retornaban a su domicilio desde el Oxxo de la calle 56 del Centro Histórico de Mérida. Al llegar a la 59 con 54 y 56, notaron que la Policía Municipal se movilizaba en el interior de la joyería San Román, sin embargo no le die-
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ron importancia y continuaron su camino. Llegaron a su domicilio, ubicado frente a la base de la Policía Municipal, en la calle 57 con 52 y 54, a dormir. A las nueve horas, escucharon que llamaban a la puerta. Se trataba de un agente de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, a quien identificaron por el apellido Ruiz, quien les hizo saber que los ladrones de la joyería habrían escapado por los techos. El agente Ruiz solicitó la entrada al domicilio, la cual les fue permitida, ya que en ocasiones anteriores los policías revisaban los tejados. Detrás del agente, entraron 15 elementos de la SSP. Aguilar Torres notó que se realizaba un cateo entre sus pertenencias, y cuestionó la razón. “Es de rutina, así trabajamos nosotros para mantener la paz en Yucatán”, expresó un elemento de seguridad. Tras escuchar la excusa, los habitantes de la casa solicitaron la orden de cateo e identificaciones pero los policías no les hicieron caso. Fueron acusados por el robo a la joyería, debido a que “son chilangos, ya que todos los fue-
Elude hablar de hospital de Ticul y zika
reños sólo vienen a chingar”, según expresó un elemento de la fuerza pública, quien también los difamó por su apariencia física, ya que tienen tatuajes. La misma persona que realizó las afirmaciones discriminatorias dio la orden de que fueran sacados de la casa, sin siquiera tomar sus llaves o carteras. Milton Zayas decidió realizar una llamada telefónica con su celular, pero se enfrentó al cañón del arma del policía y el teléfono le fue arrebatado. “O te vas por las buenas o te vas por las malas”, amenazó el gendarme, al tiempo que cortaba cartucho. Ambos fueron sacados por la fuerza, a punta de pistola. Fueron subidos a una patrulla de la SSP, a la vista de albañiles y vecinos de la zona. Sin embargo, minutos después arribó un automóvil Civic negro, donde Ruiz se encontraba. Un par de cuadras duró el traslado. Zayas fue cambiado de vehículo, a un Jetta blanco, que por ocho horas recorrió las calles del centro de la ciudad, mientras era cuestionado sobre su familia, su empleo y si había sido parte del atraco, además de recibir amenazas.
En el Civic negro, Aguilar Torres era acompañado por Ruiz. “¿Estoy detenido o secuestrado?”, preguntó el acusado. “No”, respondió el policía estatal. Ambos fueron liberados en distintos lugares del centro de Mérida. Tras reencontrarse, descubrieron que los policías de la SSP les robaron 5 mil 800 pesos, un anillo, una esclava de oro y una mochila con material para medicina veterinaria. Antes de su liberación, una advertencia: “no vayan a denunciar, ya que no les escucharán y le darán carpetazo a su caso”.
Más intimidaciones En un correo electrónico, Zayas Pérez afirmó que él y su compañero sufren de acoso, ahora por parte de la Policía Municipal, ya que el miércoles a las 2:30 horas, dos elementos subieron al techo de la casa alegando el reporte de un robo. Al solicitar que se retiraran los oficiales, estos lo hicieron. Sin embargo, agregó, la Policía Municipal está al pendiente de sus movimientos y quiénes les visitan.
AMENAZA
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Instruyen a policías estatales en Derechos Humanos La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey) inició ayer la capacitación de 4 mil agentes de la Secretaría de Seguridad Pública para combatir la impunidad generada por malas prácticas en el ejercicio de las funciones y asumir el respeto a los derechos humanos como la vía para alcanzar la justicia. Entre los 16 temas a tratar figuran la desaparición forzada, retención ilegal e incomunicación; irregularidades en cateos; Derechos Humanos de las víctimas; abuso del poder; marco jurídico nacional e internacional sobre uso de la fuerza y armas de fuego por agentes policíacos. El presidente de la Codhey, José Enrique Goff Ailloud, indicó que “no podemos combatir la ilegalidad con más ilegalidad”, por lo que “hay que acabar con esos malos usos y costumbres para dar paso estricto a la legalidad y evitar que los delincuentes regresen a las calles”. DE LA REDACCIÓN
DE BOMBA
Secretario de Salud huye de preguntas incómodas PAUL ANTOINE MATOS
El secretario de Salud de Yucatán, Jorge Eduardo Mendoza Mézquita, imitó a la canción del chikungunya y huyó al ser cuestionado sobre la propiedad de los terrenos del hospital de Ticul y la situación de las enfermedades transmitidas por mosquitos en el estado. “Todo el mundo lo sabe”, respondió, al ser cuestionado sobre los terrenos donde se construiría el hospital de Ticul. Momentos antes, Mendoza Mézquita también evadió las preguntas respecto al chikungunya en Yucatán y la aparición del primer caso de zika a México, la cual se anunció la semana pasada. Al ser cuestionado por los reporteros, expresó que “ese tema lo está manejando el doctor Paredes”, lo cual fue respondido con una queja general de los periodistas. El secretario estuvo presente ayer en la inauguración de la Clínica de Osteopatía en Yucatán, realizada en el Hospital Escuela “Dr. Agustín O’Horan”.
Tras eludir a los cuestionamientos de los medios de comunicación, el secretario de Salud subió a su camioneta y, presuroso, escapó del hospital. El evento marcó el regreso de Mendoza Mezquita a la luz pública tras sus declaraciones, hace semana y media, cuando manifestó que el hospital de Ticul era responsabilidad de la empresa Grupo Marhnos. Por lo tanto, indicó en aquella ocasión, el gobierno estatal se deslindó de la construcción y revocó el contrato, que ahora está en un proceso legal. Sin embargo, La Jornada Maya publicó el lunes 16 de noviembre que la administración de Ivonne Ortega Pacheco adquirió los terrenos por un millón 700 mil pesos, establecido en la escritura pública 117 del 16 de marzo de 2011. Las tierras fueron compradas a Yalily Salomón Isaac. El documento está en el Registro Público de la Propiedad, bajo el folio electrónico 6020, con número de inscripción 1400072. Mendoza Mézquita evadió las preguntas respecto al tema.
Un video en Youtube, subido la tarde del lunes a una cuenta recién creada con el nombre “Againts the world” (sic), activó los protocolos de seguridad en el aeropuerto internacional de Cancún por una amenaza de bomba. El mensaje, que corrió como pólvora por las redes sociales, anunciaba un ataque con explosivos al puerto
aéreo y amenazaba a las aerolíneas para que cerraran los vuelos. Elementos estatales y federales destacamentados en la terminal aérea procedieron a la revisión. No se halló alguna irregularidad, aunque las autoridades aeroportuarias no se han pronunciado al respecto ■ Foto Carlos Águila Arreola
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◗ IVONNE O EL ARTE DE LA REINVENCIÓN
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e Dzemul a aspirante presidencial. Ivonne Ortega Pacheco es, desde hace ya casi una década, una de las protagonistas de la política yucateca. Su época de mayor influencia se registró durante su período como gobernadora constitucional — del 2007 al 2012—, aunque ha participado activamente en la vida pública desde que fue electa alcaldesa de Dzemul, en 2001. En el camino a Palacio de Gobierno, Ortega Pacheco fue también diputada federal y senadora. Al concluir su mandato en Yucatán, ocupó la Secretaria General del Partido Revolucionario Institucional. Se separó de ese cargo partidista este año, para regresar como diputada al Congreso de la Unión. Ivonne Ortega Pacheco se ha reinventado. Una y otra vez. Con un cambio físico radical, sorprendió a partidarios y rivales antes de iniciar la campaña por la gubernatura; en total, ella misma reveló, adelgazó cuarenta kilos. Además, por medio de asesores de imagen, comenzó a alternar el tradicional huipil con modernos, en ocaciones elegantes atuendos.
Sobrina de la leyenda Víctor Cervera Pacheco, esta política se convirtió en una de las personas más jóvenes en alcanzar la gubernatura. Con treinta y cinco años, no sólo convenció al electorado de elegir a una mujer sino de apostar a la juventud. Siendo gobernadora retomó sus estudios de licenciatura, mismos que concluye ya terminada su gestión. La administración estatal encabezada por Ivonne Ortega fue intensa, tanto para los yucatecos como para ella. Ya ex gobernadora, se embarazó; en mayo de 2013 nació Álvaro Humberto Ortega Pacheco. «¿Tienes una relación sentimental con el padre de tu hijo?», se le preguntó antes de dar a luz. «No», contestó. «¿Vas a ser mamá soltera?». «Así es, como millones de mujeres en el mundo». Ha alternado sus labores en la política con diversos emprendimientos; ella misma se define como porcicultora y recientemente abrió un restaurante de comida yucateca en una exclusiva zona del Distrito Federal. Su última muestra de versatilidad son las memorias que presentará este jueves 26, también en la ciudad de México. Su libro En el viejo sillón ha levantado
expectativas; incluso, una versión apócrifa de su primer capítulo circula desde el viernes 13 pasado. La autora de En el viejo sillón tiene la singularidad de polarizar opiniones, de no dejar a nadie indiferente. Como gobernadora, sostuvo fuertes, intensos pulsos, principalmente con los capitanes de empresa y con medios de comunicación. En contraste, una gran parte de la población la cobijó, impulsándola incluso a recobrar el bastión panista de Mérida. La erosión del poder se hizo patente principalmente en el último tercio de su administración, cuando se hicieron públicos supuestos malos manejos del erario y se exageró en la relación del gobierno con el mundo del espectáculo; Yucatán, para muchos, se convirtió en un set. Su salto a la Secretaria General del PRI se leyó como exilio o como premio. Su influencia política en Yucatán, empero, no ha disminuido; al contrario: en el juego de tronos del Revolucionario Institucional yucateco su clan es siempre uno de los de mayor influencia. Los sentimientos encontrados que deja a su paso, no han bajado de intensidad.
No llegó Iván... 1. De laja y henequén Fragmento del libro En el viejo sillón de Ivonne Ortega, Planeta 2015, publicado con autorización de Editorial Planeta Mexicana y que circulará a partir de la próxima semana ace cuarenta y tres años, el 26 de noviembre de 1972, no llegó Iván, llegó Ivonne. Mi papá, Humberto Ortega Coronado, quería un varón con toda su alma: día y noche vivía con la ilusión de un hijo que se llamara Iván. Ya tenía dos hijas, Guadalupe del Socorro, Kokis, y María Isabel, Marisa, y pensaba que la tercera sería la vencida. Yo iba a ser el x’tup, como se dice en lengua maya, el hijo más chico, el pequeño. Pero mi mamá, Ligia Isabel Chabelita Pacheco Graniel, dio a luz a una niña, y él se proyectó en mí. No es que me educara como si fuese un hombrEcito. Simplemente me educó para ser la fuerte de la casa, para dar la cara; es decir, me educó como se le enseñaría a cualquiera a ser la cabeza de una familia, aunque sin sacrificar jamás mi visión y mi sensibilidad de mujer. La verdad es que él siempre estuvo muy orgulloso de sus hijas.
Con el tiempo he ido tomando conciencia de que mi papá, y en gran medida mi abuelo materno, Álvaro Pacheco Solís, me estaban preparando para no flaquear, para enfrentar el miedo, para asumir que cuando uno empeña su palabra, también está empeñando su honor, y que un compromiso es, para empezar, con una misma. “Mi palabra vale más que mi firma”, afirmaban mi abuelo y mi padre. Todas estas condiciones explican parte de mi carácter: perseverante, decidida, tenaz y terca, muy terca, como me decía mi abuelo. Fui la titular de la familia en diferentes etapas, a pesar de mi corta edad: cuando enfermó precisamente mi abuelo, cuando mi hermana Lupita se embarazó, cuando mi hermana Marisa, de sólo quince años, se fue a vivir con el que sería su esposo, y cuando mi papá murió. Mi papá, apodado Lucio Ca-
bañas (muchos creían que se llamaba así, y a la casa llegaban invitaciones para “Lucio Ortega”), predicó con el ejemplo en cuanto a perseverancia y compromiso: para casarse con mamá debió esperar veinte años. Cuando empezaron a enamorarse, ella apenas estaba cumpliendo trece: era una niña, hija del dueño de la tienda de abarrotes del pueblo. En aquel entonces, las relaciones de noviazgo no se parecían en nada a las de ahora; había todo un ritual de amor muy serio y rígido, sobre todo en sociedades tan leccionadores. Ilustran una confluencia de esfuerzos y apoyos mutuos que significó mucho más que una simple casualidad histórica, por poner de relieve la necesidad de examinar más de cerca la producción periodística de los siglos que nos antecedieron, para rastrear sus entrecruzamientos regionales y ampliar nuestro conocimiento taconservadoras como los pue-
blos yucatecos. Los enamorados solamente se veían cuando se cruzaban en la calle o, en el caso de ellos, cuando mi papá pasaba por la tienda; acaso la “zopiloteaba”, como se dice en mi tierra, pero sin llegar a más. Si la ocasión lo permitía, los dejaban bailar aunque no podían tocarse las manos. Eso estaba prohibidísimo. Debía haber un pañuelo entre ellos para que no se tocaran ni se rozaran la piel. Así fue su noviazgo hasta que por fin mi abuelo le autorizó a mi mamá casarse. ¡Veinte años después! Eso es perseverancia. Mi mamá ya había cumplido treinta y tres. Se casó grande para las costumbres de aquella época. Al año siguiente nació Lupita, tres años después Marisa, y volvió a quedar embarazada cuando ya había cumplido cuarenta y dos años (qué curioso: mi hijo Álvaro Humberto nació cuando yo andaba en los cuarenta). Lo cierto es que vine al mundo por parto natural, pesando cinco kilos con doscientos gramos, luego de tres agotadores días de trabajo de parto. Eso significa que desde el inicio de mi vida salir del vientre de mi madre fue una lucha tensa. Nací en el municipio de Dzemul, Yucatán, un pueblo de laja (piedra característica del suelo peninsular) y de henequén,
entre lo que fue el corazón del asentamiento maya de X’cambó y a sólo dieciocho kilómetros de la orilla del mar y a cuarenta y cinco de Mérida, la capital. Región de privilegio geográfico, podríamos decir. A lo largo de la historia, el nombre de Dzemul tuvo muchos cambios y modificaciones. Hoy en día significa “cerro fuerte” en español, aunque también es verdad que durante muchos años se le conoció como Dzeuc, o “lugar donde descansan los ánimos”. Según algunos historiadores, en particular el profesor Marco Antonio Flores Azueta (MAFA), los señores itzáes que viajaban desde diferentes zonas, principalmente de Izamal, hasta el centro ceremonial y religioso de X’cambó, encontraban en Dzemul un adecuado punto de reposo durante sus prolongadas marchas de un sitio a otro. Se trata de un pueblo con profundas raíces mayas y de importante acervo social y político para Yucatán. A mediados del siglo XIX, por ejemplo, el pirata Jean Lafitte habría estado en Dzemul hacia el final de su trayectoria como corsario, luego de librar violentos choques contra el destacamento del capitán Miguel A PAGINA 5M
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Molas, figura crucial del entonces gobierno yucateco. Durante la Guerra de Castas, Dzemul se convirtió también en escenario de cruentas batallas. Una de las más memorables fue en la que perdió la vida don José Graniel Canto, hombre querido y apreciado por la gente; a ello se debió que por un tiempo el pueblo fuese llamado Dzemul de Graniel. El apellido Graniel, según los propios historiadores, proviene de un mismo tronco y, de acuerdo con los antecedentes, derivó del francés Gargnier. Pero la dificultad de su pronunciación entre la población maya acabó transformándolo en Graniel. Desde esa época remota, desde los tiempos de X’cambó, el pueblo adquirió fama de hospitalario. De hecho, se dice que en Dzemul no puede haber un desconocido por más de media hora y que por eso nuestro espíritu es fiestero, alegre y muy apegado a sus usos y costumbres y a sus tradiciones. A sus tres mil habitantes les fascinan las ceremonias. Algo hay de eso en cada uno de nosotros, los dzemuleños; por eso jamás nos vamos del todo. Creo firmemente en la permanencia, en el arraigo. Así lo sentí desde que era muy chica. Las fiestas patronales de la Virgen de la Expectación, celebradas en diciembre y que se extienden a la Navidad y al Año Nuevo, traían al pueblo, especialmente a niños y niñas, mucha felicidad y orgullo. A los siete años era muy sociable, amiguera, siempre andaba con juegos. Invitaba a mis vecinos a la casa para jugar a la tiendita, todo esto a imitación del negocio de mi abuelo Álvaro que era propietario de La Sin Rival, tienda que llegó a celebrar sus cien años de trabajo. Lo mejor del juego era que terminábamos comiendo choco- lates, conos de charritos, globitos, bizcochitos; botana yucateca, pues, patrocinada por mi abuelo, claro. Ya desde entonces —pienso ahora— se veía en mí la vocación de comerciante, de política y empresaria, que en realidad sería la primera ocupación importante que tuve en la vida cuando comencé a participar en la granja de cerdos que había iniciado mi papá. Pero mucho antes, en la infancia, era amiga de Beto, Geny, Doli y Flori, niños que pertenecían a una familia más pobre que la mía; pero la señora, doña Flora, hacía unos tacos de pepita de calabaza molida maravillosos, riquísimos, así que todos los días me las arreglaba para comer ahí. Mi mamá, siempre sensata y consciente, me decía que no los importunara porque le estaba quitando un bocado a la familia. Sin embargo, los niños no comprenden ni saben nada de pobrezas. Un día me quedé a jugar con ellos hasta cerca de las nueve de la noche, ya muy tarde. Mi mamá me estaba esperando en la puerta de la casa con una mochilita, porque ni a maleta llegábamos. Me dijo muy seria: “¡Vete con tu mamá Flora y tu papá Dzudzo!” (cuyo nombre de pila es Félix). En ese instante, lejos de sentir miedo, surgió en mí el tempe- ramento, la fuerza de carácter. Yo no sé si sea una cosa genética o esa combinación de Ortegas y Pachecos en mi sangre, pero, muy decidida, agarré mi mochilita. No me fui a casa de doña Flora. No. Me fui a vivir con mis abuelos, cuyo patio colindaba con el de mi casa. Les expliqué que mi mamá me había sacado, aunque en ningún momento rompí con la familia. Tan es así que los permisos me los siguieron dando mis papás. Sin proponérmelo, en esa histórica casa, situada en la calle 21 número 110-A por 20 y 22, había empezado una etapa
fundamental de mi vida, un periodo de formación, de aprendizaje: una lección eterna de valores. Por otra parte, llamar histórica a la casa de mi abuelo no es gratuito, pues ahí nacieron en distintas épocas don Rogerio Chalé, emblemático líder socialista de Yucatán, y don Víctor Cervera Pacheco, ex gobernador del estado e importante ideólogo social del priismo, hijo de una hermana de mi abuelo. Es decir, fue casa de un casi gobernador, de un “re-gobernador” y de la primera gobernadora electa de Yucatán. La misma casa, el mismo pueblo. Ahí radico hasta la fecha y allí, también, enterré el ombligo, el tuch, como decimos en maya, de mi hijo Álvaro Humberto. En ese sitio sembré una ceiba. Siguiendo la tradición de mi cultura, uno nunca se va del lugar en el cual está enterrado su tuch. Por eso pegué un cartelito que dice: “Aquí está enterrado mi tuch. Atte. Álvaro Humberto”. Álvaro Pacheco y Rogerio Chalé fueron amigos desde chamacos. Don Rogerio, según decían, era hijo natural de un hacendado motuleño, don Juan de la Rosa. En ese entonces, los niños jugaban béisbol con leñas que hacían las veces de bate y naranjas que convertían en pelotas. En uno de esos partidos, Rogerio pegó un batazo que acabó rompiendo un farol del alumbrado público. Su madre lo acusó con don Juan y éste decidió llevárselo a Motul, donde se quedó a vivir. Ahí se hizo amigo de Felipe Carrillo Puerto, el mayor luchador social yucateco y ex gobernador asesinado durante el movimiento delahuertista por la conspiración de hacendados reaccionarios, en 1924. El joven Rogerio Chalé se sintió inspirado por la obra y el legado de su amigo y maestro, a tal grado que pronto demostró su capacidad de liderazgo y su preocupación por el campesinado. Continuó su trayectoria encabezando el Partido Socialista del Sureste hasta 1936, cuando, al igual que Carrillo Puerto, murió asesinado por sus enemigos políticos, también reaccionarios. Y precisamente en homenaje a la amistad que siempre tuvo con Rogerio Chalé, mi abuelo Álvaro compró la casa de la calle 21 luego de muchos años de trabajo y sacrificio. A la fecha hay una placa en memoria del querido líder dzemuleño. Ésa es la casa de mi vida: mi pasado y mi presente entre cuatro paredes y un hermoso solar. Mi abuelo me la heredó. Todo esto conocí, todo esto fui aprendiendo, mientras convivía a diario con mi abuelo Álvaro. Él me contó la historia que no estaba en los libros. Me mostró el mundo y al ser humano tal cual es, con sus virtudes y defectos. Se sentaba en su viejo sillón que hoy tanto significa para mí, y regularmente me llamaba a su lado. Fue como mi escuela: un lugar para escuchar y aprender. Así que, en tanto el común de la gente tiene sillones para descansar, yo tuve uno para escuchar los orígenes de mi familia, de mi estado, de mi pueblo y de mi país. Pude ver el mundo entero desde ese viejo sillón. Quizá ése fue también mi primer contacto indirecto con la política: mi abuelo había sido líder social de los henequeneros y presidente municipal de Dzemul entre 1956 y 1958. (Mi abuelo paterno, Domingo Ortega, también tuvo algo de líder: fue jefe político de Dzemul antes de que esta demarcación se convirtiera en municipio.) Pero siempre recuerdo a mi abuelo Álvaro con sus dichos, sus relatos y sus consejos. A menudo me parece escucharlo otra vez: contaba, por ejemplo, que cuando niño su familia era tan pobre que mi bisabuela, Francisca Solís, preparaba un
huevo sancochado (huevo duro o cocido) y lo cortaba con un sosquil (hilo de henequén) en cuatro partes, con el fin de que él y sus tres hermanos, Victoriano, Francisca (madre de don Víctor Cervera Pacheco) y Serafina, co- mieran algo, un cuarto de huevo por cada hijo. Tiempos duros, tiempos de crisis, los años de la Revolución mexicana. Victoriano Pacheco, mi bisabuelo, trabajaba como encargado de la hacienda Komchén, de los Peón. Los hacendados, a su vez, eran amigos del presidente Francisco I. Madero y de José María Pino Suárez, y cuando éstos tuvieron que huir de la Ciudad de México, los ocultaron en la hacienda, según relataba mi abuelo. Mientras permanecían escondidos ahí, mi bisabuelo tenía la obligación de mandarles comida. Les cocinaban pavo, lomo de cerdo, pipián de venado; auténticos banquetes. Y para no levantar sospechas, enviaba a mi abuelo Álvaro, entonces un niño de diez años, con la canasta del almuerzo. En el trayecto por el monte se ponía a pensar en el hambre que tenía, así que “vacunaba” el guiso tanto para él como para sus hermanos. Le quitaba un poco de esto, un poco de lo otro. Claro: no sabía en ese momento quiénes eran esos dos señores bien guardados, protegidos. A modo de broma, nos presumía que nunca se dieron cuenta de que sus almuerzos llegaban hasta ellos bien “pellizcados”. En aquellos días, a los niños se los llevaban a pelear a la Re- volución cuando apenas cumplían ocho o nueve años de
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edad. En las noches, alguien avisaba: “¡Ahí viene la razia, ahí viene la razia!” (la leva, como se le conoce en otras partes de México). Y, decía mi abuelo, lo primero que escuchaban eran los cascos de los caballos avanzando por el pueblo. Todos trataban de proteger a sus hijos, porque los militares no pedían permiso para llevárselos. Ante el temor de que lo reclutaran, mi bisabuela escondía a mi abuelo. Una vez lo ocultó en la mesa de los santos. Los soldados no encontraron nada cuando entraron a revisar la casa. Decía él que debió aguantar la respiración mientras levantaban el mantel y movían los muebles de los cuartos. En otra ocasión, luego de un enfrentamiento entre campesinos y militares, descubrió un pavo que andaba por las calles del centro del pueblo. Movido por el hambre, el niño fue pecho tierra tras el ave. Tuvo que arrastrarse quién sabe cuántos metros para atrapar al animal. “Y a pesar de que había crisis y muchos muertos, ese día comimos pavo”, relataba. En otro momento, como a los dieciséis años de edad, volvieron los soldados con otra razia. Entonces mi bisabuela los entretuvo para hacer tiempo, en tanto su hijo se montaba en su caballo Palomo, como el caballo blanco de Napoleón, contaba el abuelo, para huir hacia el monte. Ya desde entonces el joven aquel se alistaba para combatir en la trinchera de la vida. Ése fue mi abuelo, un modesto “soldado” a su manera, que me enseñó, con pequeñas y humildes lecciones, a librar las grandes batallas del espíritu.
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MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
CULTURA
Derroche de producción y pirotecnia en el escenario
Un mensaje proyectado para hacer conciencia acerca de la madre naturaleza antecedió a la canción Cuando los ángeles lloran tema que la agrupación dedicó a Chico Mendes, un activista brasileño. Pero, sin duda, uno de los momentos estelares de la noche fue cuando Fer invitó a echarse un palomazo a Edgar Chan, un joven guitarrista que se ganó ese privilegio mediante una dinámica de una radiodifusora local. El músico tocó con ellos Me vale,; su emoción era evidente, corría por todo el escenario y al terminar su participación el vocalista pidió la ovación de los asistentes para hacerlo sentir parte de Maná. Conmovieron con El reloj cucu; fue el momento acústico en que las canciones de antaño aparecieron. Subieron a algunas mujeres al escenario para dedicarles algunos de sus éxitos. La banda originaria de Guadalajara hizo cantar a sus seguidores, que entregados corearon Corazón espinado, El muelle de San Blas, Mariposa traicionera y El rey, entre otras. Fueron dos horas y media de fuegos pirotécnicos, inflables en El pasado domingo el grupo originario de Guadalajara se presentó de nuevo al principal escenario de conciertos de forma de calavera, ocho pantaYucatán ■ Foto Francelly Osorio llas, además de una iluminación de alta tecnología que dejó a los asistentes con un grato sabor de TANIA MEDINA vez se encontró con varios asien- luces en movimiento. Sucedió y boca. “Valió la pena la desvelada tos vacíos; aún así la banda se en- Fernando Olvera, Juan Calleros, y lo que pagué”, dijo un joven de El pasado domingo 22 de no- tregó sin restricciones al público Alejandro González y Sergio Va- aproximadamente 20 años, mienviembre, el grupo Maná se que acudió a la cita. llín, ante los gritos de cientos de tras se dirigía al estacionamiento. presentó de nueva cuenta en el Antes de su aparición, una fans que iban de diversas edades, La agrupación de nueva Coliseo Yucatán, con su Cama legión de smartphones en lo alto desde adolescentes hasta perso- cuenta retoma su gira este 25 de incendiada tour. La agrupación esperaban que se corriera el telón nas de su edad, ya muy arriba de noviembre por Centroamérica, que en 2014 ofreció el concierto que traslucía las siluetas de la los cuarenta años, arrancaron el iniciando en la ciudad de Guainaugural de dicho recinto, esta banda y en donde se proyectaban concierto con el tema La Prisión. temala.
Regresa Maná al Coliseo de Mérida que inaguró en 2014
ra un día nublado y flojo, de los que no se tiene mayor expectativa. Aún así, el público fiel al trabajo de la Orquesta Sinfónica de Yucatán asistió, como cada domingo, al teatro José Peón Contreras, llenándolo en un ochenta por ciento de su capacidad. En el programa 6 de su temporada septiembre-diciembre 2015, la Orquesta Sinfónica de Yucatán ofreció dos piezas del período romántico: El concierto para violín en Re Mayor Op.77, de Johannes Brahms con Óscar Bohórquez como solista y la Sinfonía No. 3 Op. 97 Renana, de Robert Schumann. La primera obra fue estrenada en 1879 bajo la batuta del propio Brahms, con el virtuoso Joseph Joachim al violín, a quien el compositor dedicara la obra. Durante su ejecución, el sonido sólido y dulce de la orquesta fue devolviéndole la vida al día gris, gracias a la batuta confiable del director titular, Juan Carlos Lomónaco. Óscar Bohórquez, joven solista nacido en Alemania en el seno de una familia dedicada a la música, desplegó un sonido contundente y honesto. Todo en él se mostró natural, sin posturas forzadas ni grandilocuencia excesiva en su estilo.
OSY, programa 6 ROSARIO NIETO
Con sencillez fue ejecutando cada nota, con la seguridad que sólo da el absoluto dominio técnico del instrumento y un profundo entendimiento de la música que se interpreta. Becado por el Curtis Institute of Music de Filadelfia, debutó como solista con la Orquesta Filarmónica de Londres en septiembre de 2009. En su presentación con la OSY, Bohórquez entusiasmó tanto al auditorio, que al terminar el primer movimiento (Allegro non troppo), este le regaló un aplauso adelantado. A pesar de su corta edad, el solista demostró que tiene un compromiso total y entrega desde su violín Giovanni Battista Guadagnini “Grande Dame”, fabricado en 1770. Al término de la obra, la gente se levantó para gritar bravos a Bohórquez quien sonreía satisfecho, brindándole las tres tandas de aplausos de rigor que lo hicieron regresar al escenario para regalarnos la Allemande de la Partita No. 2, de J. S. Bach a modo de encore.
En la segunda parte del programa la OSY interpretó la Sinfonía No. 3, Op. 97 Renana de Robert Schumann, escrita entre el otoño e invierno de 1850. La Sinfonía, de las pocas compuestas por cinco movimientos, inicia con toda la orquesta en Lebhaft (animado) en Mi Bemol. Escrito sobre un compás de tres por cuatro, el compositor juega con la base rítmica, alternando entre ese pulso y uno de dos por cuatro, otorgándole al movimiento un carácter majestuoso pero ligero. El segundo movimiento Scherzo: Sehr Mässig (muy moderado) en Do Mayor, es una síntesis entre un minuet y trio y un tema con variaciones basado en un tema rústico campesino. El tercer movimiento Nicht schnell (no rápido) en La Bemol Mayor, crea un momento de calma y reposo en medio de la obra. El cuarto movimiento, Fierlich (solemne) en Mi Bemol Menor, inicia con un coral entre trombones y cornos que no se
desarrolla pero crea un contrapunto casi barroco. Este movimiento es conocido también como la escena de la catedral, ya que el compositor quedó fascinado en su primera visita a la catedral de Köln. Cierra la sinfonía de nuevo con el Lebhaft, retomando la fuerza inicial con toques de danzas populares, terminando de manera gloriosa con una intervención de los metales, especialmente de los cornos franceses en una clara influencia de Beethoven que continuaría en la tradición musical alemana con Brahms, Wagner y más tarde con Strauss y Mahler. El carácter optimista de esta obra hizo que se convirtiera en una de las más celebradas y exitosas en la carrera del compositor, además de consolidarla como una pilar fundamental del repertorio romántico alemán. Al finalizar la sinfonía el público se paró emocionado para regalar a la orquesta y a su director un generoso aplauso. La OSY (secciones y solistas) puede sentirse orgullosa de haber cumplido cabalmente otra jornada musical y de haberle otorgado al día triste una cualidad bella y esperanzadora. nieto.rosario@gmail.com
Gala de ópera en ProHispen por aniversario DE
LA REDACCIÓN
El Patronato Pro Historia Peninsular de Yucatán AC organizó, como cierre de actividades conmemorativas por su vigésimo aniversario, un concierto en el auditorio “José Díaz Bolio” del Centro Cultural ProHispen. Los festejos iniciaron desde octubre de 2014 e incluyeron varias actividades que se realizaron en distintos espacios de Mérida. El evento cultural con que cerró el festejo el jueves pasado fue una Gala de Ópera en la que participaron el tenor Víctor Daniel Luna Guarneros, las sopranos Andrea Priscila Gutiérrez González y Maricarmen Aldecua Moguel, el bajo Wilberth Manuel Gardea Sosa y el pianista Carlos Camacho Herrera, acompañados por el coro integrado por Genny Cruz, Marisa Derbez, Mariana Farfán Farfán, Annie Post, Alejandrina Ojeda, Damara y Salma Poot, Camilo Chuc, Armando Vargas Ernulth, Joshua Canto y Jesús Pedroza. Entre las piezas que interpretaron destacaron, de Wolfang Amadeus Mozart, las arias O Isis und Osiris, de La Flauta Mágica; Der holle rache, La Reina de la Noche; Ach, ocho fuhl es, de Pamina; y los duetos Vía resti servita, de Las Bodas de Fígaro, y La ci darem la mano, de Don Giovanni. De Rossini se cantó el aria La Calumnia, de El Barbero de Sevilla; de Gaetano Donizetti, Tombe de gl’avi miei, de Lucía de Lammermoor; de Giacomo Puccini, Si, mi chiamano Mimí, de La Bohéme, y el dueto O soave fanciulla. El programa cerró con dos piezas corales de Giuseppe Verdi; el brindis de La Traviata, Libiamo nei liete calici, y, de Nabucco, el coro de esclavos Va pensiero. Mañana miércoles iniciará la celebración del aniversario 21, con la entrega del premio de poesía José Díaz Bolio.
El pasado jueves, en Prohispen se interpretaron áreas de diversas óperas, en la imagen dos de los cantantes participantes, Maricarmen Aldecua Moguel (soprano) y Víctor Luna Guarneros (tenor) ■ Foto Prohispen
MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
DEPORTES
Oreja para Silveti y toros de verdad GASTÓN RAMÍREZ CUEVAS
El ganadero Juan Pedro Barroso mandó un encierro de toros de verdad al coso más grande del mundo. No habíamos visto en esta temporada algo parecido en cuanto a presencia. Todos, salvo el tercero, fueron aplaudidos de salida por su hermosa lámina, su trapío y su percha. Paradójicamente, ese tercero fue el mejor de todos los bichos lidiados el domingo en la México y el juez le dio acertadamente el arrastre lento. Alejandro Talavante estuvo, pero no del todo. Arturo Saldívar, estuvo valentísimo y torero en su primero. Quitó por gaoneras y más florituras con una decisión que no le habíamos visto hace mucho. Mató con verdad y la gente pidió la oreja con fuerza. El señor del biombo se puso sus moños y todo quedó en una ovación en el tercio, pues el coleta hidrocálido (víctima de la decepción) no quiso dar una merecida vuelta al ruedo. Hablemos ahora de Diego Silveti, el único que tocó pelo en esta sexta corrida de la temporada. El primero de su lote era un burraco de buena estampa pero falto de trapío. Digamos que era anovillado, querido lector. Pues bien, ese animal fue bravo, noble y repetidor. Silveti supo que tenía un toro a modo para armar la escandalera y primero quitó por encomiables caleserinas. Con el trapo rojo en la mano inició la faena con estatuarios en los medios. Diego iba entendiendo cada vez más al bravo torito. Hubo por ahí un cambio de manos por delante, seguido de un natural tan largo que valió el boleto. Cuando el hijo del Rey David se ajustó al derechazo, el de Jaral lo arropó de manera espeluznante. Silveti volvió a la cara del toro y puso toda la carne en el asador. Hizo bien, pues la gente comenzaba a ponerse del lado del toro. Al acosar al morito en tablas, antes de las joselillinas finales, el nieto del Tigrillo sufrió otro revolcón mayúsculo, pues el burraco quería más aire. La oreja fue esta vez concedida y Diego volvió a triunfar en la plaza grande gracias a su –como decía don Pepe Alameda – apasionada entrega.
Diego Silveti sufrió dos revolcones, pero cortó una oreja, el domingo en la Plaza México. ■ Foto Notimex
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Dos triunfos mexicanos y revés yucateco en Copa Yucatán
Sofia Kenin y Arconada se presentan con el pie derecho ANTONIO BARGAS CICERO
La estadunidense Sofia Kenin, primera sembrada y tres del mundo, dio ayer, en la primera jornada de la Copa Yucatán 29, el primer paso rumbo a la reivindicación después de su eliminación en los cuartos de final del Abierto Juvenil Mexicano de tenis, la semana pasada. Kenin y su compatriota Usue Arconada, segunda de la siembra, comenzaron con el pie derecho en el Club Campestre. Sofia venció a la suiza Tamara Arnold, 6-1 y 6-4, y Usue, a la mexicana Imperia Martínez, 6-0 y 6-2. En la maratónica jornada de lunes (64 partidos programados), hasta la tarde sólo dos mexicanas ganaron, y la yucateca Haina Franco fue superada por la estadunidense Alana Smith. Jéssica Hinojosa (10) derrotó a la estadunidense Morgan Coppoc, 7-5 y 6-4, y Alexia Coutiño a la también norteamericana Chloe Hamlin, 7-5 y 6-4. También avanzaron, Alejandra Sanford (EU, 11), Jessica Livianu (EU), Emiliana Arango (Colombia), la rusa Evgenlya Levashova (7), quien superó a la mexicana Romary Cárdenas, 6-0 y 6-2, así como Ines Ibbou (Algeria), Anastasia Potapova (Rusia) y la peruana Dominique Schaefer. En la rama varonil, el alemán Louis Wessels (11) dio cuenta del mexicano Gerardo Penchyna, 3-6, 6-4 y 6-0, quien entró con un wildcard; igualmente ganaron el canadiense Alexander Donski, quien clasificó y se impuso al francés Ugo Hembert (6), el polaco Kacper Zuk (15), el suizo Mirko Martínez,
ANTONIO BARGAS CICERO
Después de batallar en la primera vuelta con récord de 1817 y cinco puntos, los Charros de Jalisco, subcampeones de la Liga Mexicana del Pacífico, que tienen a tres jugadores de los Leones de Yucatán, comenzaron con 2-1 la segunda, empatados con Los Mochis, Navojoa y Culiacán. "Simplemente fue una mala racha, hay que hacer los ajustes y pelear como sabemos para que el equipo luzca al nivel que debe ser", señaló Manuel Flores (2-0, 3.93), pítcher yucateco de los Charros. Con el conjunto jalisciense, Jesús Valdez (.308, 2 HR, 14 CP, 28 JJ) y Edson García (.300, 9 CP, 8 C, 32 JJ) batean .300 o más, mientras que Iván Araujo suma dos producidas y tres anotadas en nueve juegos. Los Tomateros de Culiacán, campeones defensores, son la gran decepción hasta ahora al ubicarse en el penúltimo lugar general con 15-23. El equipo de Benjamín Gil batea .267 y su efectividad es 5.11, la peor del circuito. El líder de pitcheo es Mazatlán (3.59 en 38 partidos), donde destaca el novato
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Dave Roberts toma el mando de los Dodgers Dave Roberts remó contra la corriente como pelotero de Grandes Ligas y sobrevivió a un cáncer. No tenía experiencia como mánager cuando se postuló para dirigir a los Dodgers. Pero desafiando nuevamente la ley de las probabilidades, impresionó a los ejecutivos de Los Ángeles con su energía, entusiasmo y conocimientos, y fue nombrado timonel, el primero de grupos minoritarios en la historia de la franquicia. El equipo dijo que presentará oficialmente al ex couch de banca de San Diego el 1 de diciembre. De padre negro y madre japonesa, Roberts nació en la ciudad japonesa de Okinawa, donde su padre fue enviado por los marines. Es el tercer mánager de grupos minoritarios en las Mayores, siguiendo los pasos de Dusty Baker (Nacionales) y Fredi González (Bravos). "Es una oportunidad única en la vida", dijo.
Triunfal regreso de Romo; adiós de Flacco
Jéssica Hinojosa (foto) pasó a la segunda ronda en la Copa Yucatán, luego de imponerse en la jornada inaugural a Morgan Coppoc ■ Foto Jam Media
y el estadounidense Ulises Blanch (8). El yucateco José Antonio Lores ingresó como wildcard. “Vienen jugadores con muy buen ranking y un gran nivel de juego. Desde el torneo de clasificación vimos muy buenos partidos, lo cual es garantía de que los habrá también en la Copa”, indicó Marcos Fundunklian, coordinador del torneo. El húngaro Mate Valkusz, sembrado uno (11 del mundo), quien debutó anoche, igual viene
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de ser eliminado en cuartos en el Abierto Juvenil Mexicano. El argentino Manuel Peña (2; 18 del mundo) le ganó a Ezekiel Clark (EU), 6-4 y 6-3. En la ceremonia inaugural, a la que asistieron el gobernador Rolando Zapata y el alcalde Mauricio Vila, quien se encargó del saque inicial, Jorge Haro Giffenig, director del torneo, destacó que se trata del "evento deportivo más importante del sureste mexicano".
Pedroza hace una pausa para casarse
Los Charros, a repuntar; Mexicali, a seguir fuerte
Jaime Pedroza ■ Foto Jam Media
yucateco Roberto Espinosa (1-0, 3.00, 15 IP, 19 K, 8 BB). El sublíder es Mexicali (3.65), primer lugar en la primera vuelta (22-13, ocho unidades). Quienes comandan el bateo son los Águilas (.309). Los Mochis (7 puntos), Mazatlán (6), Ciudad Obregón (4.5), Navojoa (4), Culiacán (3.5) y Hermosillo (3) se colocaron detrás de Mexicali en la vuelta inicial.
El melenudo Jaime Pedroza (.301, 3 HR, 8 CP, 19 C, 26 JJ) dejó a los Tomateros para casarse; regresará en la primera quincena de diciembre. Adam Reifer, cerrador de Yucatán, ya no está con Mexicali y regresó a su casa "para prepararme para la próxima temporada", según señaló a La Jornada Maya. Los selváticos Julián Arballo (Los Mochis; 2-0, 4.91, 14 K, 13 BB, 14.2 IP), Miguel Aguilar (Ciudad Obregón; 1-1, 1.80, 15 IP), Demetrio Gutiérrez (Hermosillo; 0-1, 3.86, 14 IP), Luis A. García (Hermosillo; .212, 7 CP, HR, 22 JJ), Albino Contreras (.250, 5 CP, 18 JJ) y Kevin Flores (Obregón, .138, 15 JJ) ven acción en el Pacífico, al igual que el yucateco Luis Borges (Culiacán; .229, HR, 8 CP, 24 JJ), quien ya no es titular.
Tony Romo volvió tras fracturarse una clavícula, y su retorno bastó para conjurar la mala racha de los Vaqueros de Dallas, que derrotaron el domingo 24-14 a los Delfines de Miami. Dallas (3-7) dejó atrás una racha de siete derrotas, la más larga que ha tenido en una campaña desde 1989. Se apresta a recibir al invicto Carolina (10-0) el jueves, en el Día de Acción de Gracias. Baltimore (3-7), que ha dejado mucho que desear, perdió por el resto de la campaña al quarterback Joe Flacco, lesionado de una rodilla. AP
Los Pumas: Veracruz es un rival complicado Los Pumas, que el jueves visitan a Veracruz en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga MX, saben que no la tendrán fácil ante los Tiburones. "Volvieron a clasificar y en el puerto la afición llena su estadio; será un rival muy complicado", dijo el director deportivo Antonio Sancho. "Fue un muy buen torneo, pero eso ya pasó". Alejandro Castro agregó que "hay que estar listos para todo", hasta para las mañas de Carlos Reinoso. CASTELLS SPORTS
Sancho señaló que se lograron varios objetivos en este torneo, pero eso ya pasó ■ Foto Castells Sports
¡BOMBA! La Jornada, más que viva, llega a su número cien. La bomba, cual henequén, festeja y se autocultiva. MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015
Takpool Sasil Sánchez Chan
Kin beetik jump’éel takpool yóo’lal le áak’abo’ob ma’atech u jóok’olo’. Suuka’anile’, le ken tíip’ike’, ku julik in beel tis’al in k’uchul yiknal, ku chikúunsken tu jobnel. Leti’e’, k’áan tu’ux ku yúumbal in náayo’ob, ku jáaxtik u tso’otsel in pool, ku k’ayken yéetel u juum iik’, ku ts’áak in teep’ yéetel nukuch múuyalo’ob. Le ken ke’elake’, kin wáantik u búukint u nook’, xki’ichpan ba’abal. Éek’joch’e’en in wich wa mina’an. Uje’ u ya’almaj tene’ wáa yáax Uje’, túumben sáasilil.
Denuncia
n Oochel Israel Mijares Arroyo
Tengo una queja, una queja por esas noches que no ha salido. Acostumbra, cada vez que sale, alumbrar mi camino para que llegue a ella, y me recuesta en su vientre. Ella es la hamaca en donde mecen mis sueños, me acaricia el cabello, me canta con el sonido del viento, hace de las grandes nubes las sábanas con las que me cubre. Le ayudo a vestirse si le da frío, hermosura misteriosa. Mis ojos no ven si no está. Luna me ha dicho, que si es luna nueva, es nueva luz.