Número especial
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Directora general: Carmen Lira Saade Director fundador: Carlos Payán Velver Director: Iván Restrepo Editora: Laura Angulo
ecologlca enero 2022
Riqueza, tradición, ocupación y saqueo
República Saharaui Números anteriores
Correos electrónicos: ivres381022@gmail.com • estelaguevara84@gmail.com
Presentación
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l códice De la Cruz-Badiano es el texto más antiguo sobre el uso medicinal que nuestros antepasados daban a la herbolaria. El manuscrito lo elaboró hace casi cinco siglos Martín de la Cruz, notable médico tlatelolca. Lo tradujo al latín el xochimilca Juan Badiano. Los dibujos que ilustran tan preciada joya, fue obra de los indígenas del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco. Regalado al emperador español Carlos V, terminó en la Biblioteca Vaticana. Cuando en 1990 visitó México Juan Pablo II (el encubridor de pederastas) lo devolvió a México. El códice es una muestra del amplio conocimiento que los antiguos mexicanos tenían de la riqueza vegetal existente. Y del uso medicinal que le daban. Fue un primer esbozo de la enorme y valiosa biodiversidad que distingue a nuestro país y que peligra cada día a manos de proyectos depredadores de recursos naturales. Y por la pobreza. Al otro lado del mundo, en el Sahara, donde creemos que solo hay arena y calor extremo, existen pueblos que, igual que el nuestro, hacen uso del reino vegetal para usos medicinales. Nos referimos a la República Árabe Saharaui Democrática. Este número de La Jornada Ecológica ofrece un resumen de esa riqueza, catalogada por el investigador Gabriele Volpato. Igualmente, los importantes recursos minerales que posee, ambicionados por las grandes intereses trasnacionales. Los lectores podrán enterarse también de la lucha de los habitantes de ese país por lograr el pleno reconocimiento internacional y el
cese del saqueo territorial que le han infligido Marruecos y Mauritania. También damos cuenta de la cultura que, pese al drama humano que padecen, florece entre los saharauis.
Foto en portada: flor de baobab (Adansonia digitata) enero 2022
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Ilustración de las hierbas conocidas como tlahçolteoçacatl, tlayapaloni, axocotl y chicomacatl, empleadas como remedio para cuerpos injuriados y maltrechos... Imagen: página del Libellus de medicinalibus indorum herbis, también conocido como Códice De la Cruz-Badiano/Wikipedia
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Gabriele Volpato ONLUS Africa 70 Monza, Italia Departamento de Ciencias Sociales, CERES Universidad de Wageningen, Holanda
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aharaui, literalmente “gente del desierto”, es el nombre con el cual se conocen las tribus camelleras nómadas que tradicionalmente habitaban el área costera y semidesértica del norte-oeste de África llamada Sahara Español o Sahara Occidental. El origen del pueblo saharaui se encuentra en la fusión entre grupos árabes que migraron desde Yemen entre el siglo XI y el XIII de nuestra era con el grupo de nómadas be-
rebere Sahjaha que vivía en el Sahara Occidental. Después de un lento proceso de integración, en el siglo XVI surgieron diferentes tribus de religión islámica sunita y de habla hassanyia, un dialecto árabe con un sustrato berebere. El conjunto de estas tribus es el pueblo saharaui. En su mayoría vivían nómadas de la cría de camellos, cabras y ovejas, abasteciéndose de comida con carne y leche de ca-
El Sahara Occidental es un territorio muy rico en recursos minerales con grandes yacimientos de hierro, oro y cromitas. Limita con Marruecos al norte (445 km), con Argelia al este (42 km), con Mauritania al sur y al este (mil 563 km); al oeste con España (Islas Canarias) y el océano Atlántico (mil 152 km) Su extensión es de 266 mil km2
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a historia de los habitantes del desierto del Sahara mella y cabra, dátiles, plantas, productos silvestres y pequeñas cantidades de cereales y legumbres. Se movían con sus campamentos y ganado según la presencia de pastos y pozos, y dirigiéndose hacia “cada hilo de lluvia”. Durante los años sesenta del siglo pasado, bajo la colonización española, una parte de la población saharaui se asentó a lo largo de la costa, dejando su estilo de vida nómada. Sin embargo en 1975,
como consecuencia de la ocupación del Sahara Occidental por los ejércitos marroquí y mauritano, alrededor de 70 mil saharauis escaparon de los bombardeos y se refugiaron en territorio argelino. Allí todavía esperan la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas que les reconocen el derecho a la autodeterminación y el regreso a su país. Hoy, alrededor de 160 mil saharauis viven en cuatro campamentos de refugiados, en un altiplano desértico llamado Hamada en el suroeste de Argelia, a 40 kilómetros de la ciudad de Tinduf. Una menor parte se encuentra en el Sahara Occidental bajo ocupación marroquí, en Mauritania (país que salió del conflicto en 1979), Argelia, Islas Canarias y España. Los refugiados viven en tiendas y construcciones de adobe, con problemas de abastecimiento de agua y comida. En una situación en que las necesidades básicas se ven cubiertas gracias a la ayuda internacional. La organización política que representa los refugiados –el Frente Polisario– obtuvo también el control de una parte del Sahara Occidental a través de una guerra de guerrillas que duró hasta el acuerdo de paz del 1991. Esta parte oriental del país, conocida como “territorios liberados” por los refugiados, representa el 20 por ciento del territorio del Sahara Occidental. Está separada del resto del país y del área costera. Se les conocen como “territorios ocupados”, por un muro de 2 mil 200 kilómetros de largo protegido por miles de militares marroquíes y minas antipersona.
Gabriele Volpato Ilustraciones de Pavlina Kourkova ONLUS Africa 70 Monza, Italia Departamento de Ciencias Sociales, CERES Universidad de Wageningen, Holanda
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lantas medicinales tradicionales en el territorio saharaui
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ste trabajo es una compilación de los conocimientos de medicina tradicional de los saharauis que entrevisté durante varios años en los campamentos de refugiados y en los territorios liberados. A todos ellos y a sus familias van mis más sentidos agradecimientos por su hospitalidad y amabilidad. Muchas personas me han ayudado durante las entrevistas y en su traducción. Especialmente Saleh Mohamed Lamin Saleh, Sidahmed Mohamed Lfdil, Abdalahe Ahmadi Emhamed, Ahmed Mohamad Ubeid, Alessandro Broglia, Sara di Lello y Mirco Bellagamba. Agradezco a Bárbara Magdaleno la revisión del español. Y a Sivtro VSF Italia el trabajo de gestión de la impresión de este material en un libro. Introducción Los sistemas medicinales tradicionales en el mundo dependen de los recursos naturales disponibles en el medio ambiente local y de los conocimientos necesarios para utilizar estos recursos. Según la Organización Mundial de la Salud, casi el 80 por ciento de la población del planeta trata sus problemas de salud con plantas medicinales y otros productos tradicionales de origen animal o mineral. Estos remedios contribuyen de manera esencial a la salud de los pueblos y son parte de sistemas culturales definidos por la forma de preparación y consumo de los remedios mismos, y la categorización de las enfermedades que éstos van a curar. Así, la medicina tradicional representa también un puente entre los pueblos y los territo-
rios donde los recursos se encuentran, contribuyendo así a la conservación de sus identidades culturales. Todos estos factores están presentes en la medicina tradicional del pueblo saharaui. Esa medicina surge del encuentro entre la farmacopea de las tribus bereberes, basada en el uso de plantas silvestres de Sahara Occidental, de Senegal, Malí y Mauritania, países con los cuales los grupos nómadas tenían intercambios comerciales, y la farmacopea árabe-islámica de los pueblos que llegaron desde Yemen cruzando el Sahara. Esta fusión se refleja en las especies utilizadas y en los nombres con las cuales son conocidas entre los saharauis: cerca del 75 por ciento de los nombres de plantas medicinales utilizados por los saharauis son de origen árabe; el restante 25 por ciento tienen un origen berebere. Posiblemente los nombres árabes desplazaron de la historia a los nombres bereberes en
Hombre con mesuak (rama de Maerua crassifolia Foto: Gabriele Volpato
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esas especies que tenían doble fitonimia (en árabe y berebere), mientras que los nombres bereberes siguieron utilizándose para las especies endémicas del Sahara Occidental. O para las especies cuya distribución geográfica era limitada y no conocidas por las poblaciones árabes de origen yemenita. Se pueden distinguir dos tipos de medicina tradicional: 1) La practicada por expertas y expertos, y 2) de carácter familiar a cargo de la mujer más anciana de cada familia y transmitida generalmente entre mujeres con el fin de tratar los problemas de salud más frecuentes. Las partes de las plantas más utilizadas entre los saharauis son las aéreas renovables y no reproductivas de las especies (hojas, ramas), las semillas, los frutos y las resinas o gomas. Estos remedios se encuentran en las familias de refugiados generalmente secos y triturados. Los conservan envueltos en telas o bolsas
de plástico. Los saharauis no parecen haber desarrollado complejos métodos de conservación de las plantas medicinales. Estos productos secos a menudo son triturados en morteros y principalmente hervidos en té o leche de camella. Como señalé anteriormente, los refugiados viven en un altiplano pedregoso: la Hamada. Es un área caracterizada por un clima con lluvia casi ausente y casi completamente despoblado de vida animal o vegetal. Con menos de 50 mm de lluvia por año, la Hamada es un desierto absoluto de tipo continental por Ozenda (1991), y considerado no apto a la vida humana. Consecuentemente, apenas unas pocas plantas medicinales crecen alrededor de los campamentos. Los refugiados han desarrollado diferentes estrategias y redes sociales para procurarse sus remedios tradicionales. Hay fundamentalmente dos vías a través de las cuales la flora del Sahara Occidental continúa siendo la base de la medicina tradicional saharaui en los campamentos: por medio de los soldados del Frente Polisario que se encuentran en los territorios liberados cuando regresan del frente. Y por los viajes de las familias saharauis desde los campamentos hasta los territorios liberados durante la temporada de lluvia. La mayoría de los remedios utilizados en los campamentos llegan desde los territorios liberados. Otra fuente importante, sobre todo para las plantas de la medicina árabe e islámica, es el mercado de Tindouf, ciudad argelina punto de referencia económica y comercial de los refugiados.
Otras fuentes de remedios son los mercados y comerciantes de Mauritania, de otras ciudades de Argelia, y de los territorios ocupados, a través de intercambios entre familiares que se quedaron separados por la guerra. Estas estrategias han permitido la continuación de las prácticas medicinales tradicionales, que de otra forma no hubiera sido posible por la falta de recursos vegetales en el área de los campamentos. Además son la unión entre la población desplazada y su territorio de origen. Donde la relación entre los remedios medicinales y la identidad cultural saharaui se mide por la posibilidad de procurar los primeros en los territorios liberados del Sahara Occidental.
tas medicinales son medicinales también”; “todas las hierbas que el camello come son medicinales”. Esas plantas y remedios forman parte de la cultura saharaui; tienen un nombre en hassanyia, una posología tradicional a menudo ritualizada, y actúan sobre sintomatologías y enfermedades específicas socialmente reconocidas. Sin embargo, las prácticas de medicina tradicional y los conocimientos relacionados, así como su transmisión intergeneracional, son afectados por el abandono del nomadismo, el estilo de vida tradicional y la sedentarización en los campamentos de refugiados. Y en menor medida por un sistema de salud oficial en los campamentos,
Los cuentos y memorias de los saharauis están llenos de apreciaciones de la riqueza florística y vegetal del Sahara Occidental. La importancia de las plantas medicinales en la vida de los saharauis, especialmente de las plantas que los nómadas encuentran en el territorio del Sahara Occidental, se refleja en dos frases: “todas las enfermedades se curan con plantas” y “todas las plantas del territorio del Sahara Occidental son medicinales”. La relación entre la vida nómada basada en el camello y la importancia de los recursos del Sahara Occidental en la medicina tradicional se refleja en los dichos populares: “la carne y la leche de camella que hayan pastado de plan-
basado en la medicina occidental, mientras que se han mantenido más difusamente entre los grupos de saharauis que siguen viviendo nómadas a pesar de la guerra. Presentamos enseguida los remedios vegetales más utilizados en las familias de los refugiados saharauis. Para cada planta se muestra el nombre científico, el nombre en hassanyia con ortografía latina y árabe, la forma con que los refugiados obtienen los productos, y la preparación y uso de los remedios para muy diversos padecimientos. Este trabajo es una contribución al estudio de la cultura saharaui, a la conservación de la medicina tradicional y los remedios vegetales de este pueblo.
1. Acacia ehrenbergiana Hayne (Leguminosae) Tamat Arbusto de menos de cuatro metros de altura, de flores amarillas y vainas largas y finas. Los refugiados obtienen los productos de tamat a través de su recolección en los territorios liberados. La resina o goma (el elk tamat) la recolectan durante el verano, secada y luego triturada en un mortero. El polvo resultante lo mezclan con agua para aplicarlo en gotas en los ojos para tratar infecciones y conjuntivitis.
Las hojas (lurag tamat) se utilizan en decocción en agua o en el té como digestivo. También, secadas y trituradas, las hierven en leche de cabra; después tomada durante tres días seguidos en ayunas por mujeres embarazadas en caso de amenaza de aborto. La corteza (dbag tamat) y las hojas de talha se toman en decocción para tratar los dolores de estómago y las gastroenteritis.
2. Acacia senegal (L.) Willd. (Leguminosae) Aureur Árbol de seis a ocho metros de altura, con corteza blanca y lisa, y flores blancas. Está distribuido en las áreas predesérticas de Mauritania y Mali. La resina o goma (el elk aureur) se tritura y hierve con azúcar, y luego se toma como laxante. Batido en agua, produce más espuma que talha y mucha más que tamat y es considerada una indicación de las propiedades laxantes.
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El elk de aureur es utilizado como chicle. Los frutos se machacan y luego toman en agua y azúcar para tratar problemas digestivos y como antianémicos. Son un producto ‘fuerte’, a utilizar con moderación. Sallaha también se usa en remedios mágicos y rituales; unos frutos secos se echan en el fuego para espantar a los malos espíritus
3. Acacia tortilis (Forssk.) Hayne (Leguminosae) Talha Árbol de dos a 10 metros de altura, de flores blanquecinas y con vainas de forma a espiral. Esta especie es la más común a lo largo del Sahara y casi la única arbórea que se encuentra en la Hamada, donde surgen los campamentos de refugiados. Además, el elk talha y lurag talha se encuentran entre los pocos remedios medicinales tradicionales que pueden a veces encontrarse en venta en las tiendas de productos alimentarios de los campamentos de refugiados. Si el camello es la especie animal característica de la base de la vida y de la cultura saharaui, la vegetal es la talha. Además de proveer productos medicinales, de ella los saharaui obtienen productos alimenticios y veterinarios. Con su madera fabrican utensilios y obtienen carbón; de su corteza se hacen sogas: además, la talha ofrece a los nómadas algo muy raro en el desierto: sombra. La talha está presente en la cultura tradicional saharaui en dichos, cuentos y canciones. En una canción tradicional, el estribillo dice “lurag talha, lurag tamat” en referencia a las hojas de éstas dos especies de acacia. Entre los productos medicinales obtenidos de talha se encuentra su resina o goma, el remedio más conocido y utilizado por los saharaui, además de usarse como chicle y de refrescante. El elk es la resina que sale en tiempo de verano del tronco de talha; es recolectada, secada y utilizada para tratar varias enfermedades: diarreas y colitis y otros problemas digestivos. Hirviendo el elk en agua y mezclándolo luego con aceite se usa para tratar el estreñimiento. El tipo de azúcar que se utiliza más a menudo con el elk es uno no refinado que tradicionalmente viene de las Islas Canarias. Machacado y aplicado, el elk se utiliza también para tratar el dolor de oído, las mordeduras de serpientes, los abscesos, y como cicatrizante de heridas. En caso de mordeduras de serpientes (notablemente de la Cerastes cerastes L., llamada “lefa” en hassanyia y abundan-
te en todo el Sahara), se machaca y bate el elk en agua y se aplica al lugar de la mordedura como primer remedio. Para cicatrizar las heridas, se machaca muy fino el elk, se le añade una o dos gotas de agua y se aplica dentro de la herida cubriendo con un pedazo de algodón y dejando toda la noche; por la mañana se lava la herida y se aplica otra vez el tratamiento durante tres días. En el caso en que un niño tenga algo dentro de un ojo, se le aplica una gota del líquido obtenido de la decocción y disolución del elk en agua. Una preparación hecha con el elk triturado y hervido en agua junto con hemera (hematitis roja) rayada, la toman tres veces las mujeres embarazadas en caso de hemorragia con amenaza de aborto. También para desinfectar las heridas y hacer salir los granos de la piel, se mezcla el elk con hemera, se añade un poco de agua y se aplica el emplaste en la herida o en forma de circunferencia alrededor del grano o absceso para que madure y explote. La resina que sale de la parte inferior del tronco de talha se tritura y añade al té. Y para tratar la retención urinaria se toman tres vasos de ese té. Las hojas (lurag talha) se machacan y el zumo obtenido se añade al té o se echa en agua con azúcar para los problemas digestivos, dolores, colitis, y comidas grasas. Las hojas, y a veces las flores, se lavan, secan a la sombra, trituran en mortero y ponen en cocción con azúcar o harina de trigo. Esta preparación es tomada por la noche antes de acostarse para tratar principalmente diarrea, y otros problemas digestivos, ulcera, gastritis, acidez del estómago y colitis. El fruto es triturado y comido crudo, a veces con azúcar, como fortificante y para la diabetes, problemas de corazón y anemia. La corteza (dbag talha) es triturada y puesta a macerar en agua hasta que esta se vuelve roja; el agua filtrada se toma luego para la ulcera estomacal. La corteza machacada, sola o en un emplaste hecho con agua, se aplica también como cicatrizantes de heridas.
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4. Adansonia digitata L. (Bombacaceae) Teidoum, taquiat teidoum Este árbol, comúnmente llamado baobab, es conocido por su longevidad que puede sobrepasar los mil años y las dimensiones de su tronco: hasta los 15 metros de diámetro. Tiene grandes flores blancas y los frutos una pulpa que se seca, endurece y parte en pedazos. Muy apreciada por hombres y animales con fines alimentarios y medicinales. Se encuentra en casi toda África. La masa que se encuentra dentro del fruto es secada y molida hasta obtener una harina blanca llamada tashmaht; ésta se mezcla con agua, azúcar y otros productos para obtener una bebida que se toma antes o después de la comida, como aperitivo o digestivo. También es utilizado para la inapetencia, colitis, náusea y el vómito. Tashmaht se da también a las personas que tienen inapetencia causada por un excesivo consumo de aceite o grasa. Mezclando tashmaht en un vaso de agua donde haya sido hervido el elk, se obtiene una bebida que dan a los niños que tienen diarrea durante la lactancia. Las hojas secadas y trituradas se prepararan en decocción o añadidas a la sopa de cebada como aperitivo, tratamiento digestivo y la diarrea.
5. Ammodaucus leucotrichus Coss. et Dur. (Apiaceae) Kamunat rag Esta pequeña planta herbácea anual se caracteriza por sus numerosos frutos ovales cubiertos por muchos pelos plateados y por su fuerte y agradable olor. Muy común en todo el Sahara. Los refugiados obtienen los frutos de kamunat rag principalmente a través de su recolección en los territorios liberados. Es una de las plantas aromáticas y medicinales más apreciadas. La utilizan para tratar todo tipo de infecciones. Especialmente en tiempo de vida nómada, un problema de salud común era la fiebre (hemma), que aparecía a veces de forma epidémica en todos los miembros del campamento. El remedio aplicado en estos casos era hervir cuatro o cinco frutos de kamunat
rag en leche de camella recién ordeñada y dar a tomar un vaso a cada persona dos o tres veces; todos los días hasta que la fiebre desapareciera. Secados, triturados y mezclados con agua o grasa de leche de cabra, o solos, los frutos secos se aplican para mordeduras de serpientes, granos infectados, las heridas infectadas o evitar que se infecten. Secados, triturados y mezclados con leche son inhalados para tratar la sinusitis. Hervidas en la leche, las semillas sirven para las infecciones respiratorias por “producir calor en el cuerpo”. Hervidas con té o leche, o añadidas a la comida como especias, sirven como aperitivos, digestivos, para la colitis y la diarrea. enero 2022
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6. Anastatica hierochuntica L. (Brassicaceae) Kamsha Esta pequeña planta de color verde grisáceo, de pequeñas flores blancas y frutos ovoides, tiene la característica fisiológica de perder las hojas y desecarse y endurecerse cuando la humedad baja, formando la que se conoce comúnmente como “rosa de Jericó”. Es una planta común en toda la región del Sahara.
Las partes aéreas verdes, machacadas y hervidas con el té, se utilizan para tratar asma, colitis y dolores abdominales. Secadas, hervidas en agua hasta que se forma un emplaste, se utilizan para quitar las manchas blancas de la piel (vitiligo). Una decocción de las partes aéreas verdes se la dan a la mujer que va a dar a luz para inducir las contracciones.
7. Anvillea radiata Cosson et Dr. (Asteraceae) Negd
Es un arbusto muy ramoso de olor agradable y cuya base leñosa puede quedarse años secada para reverdecer luego con la primera lluvia endémica saharia-
8. Artemisia herba-alba Asso (Asteraceae) Shih
Es un arbusto de color blanco plateado que resiste en su base leñosa para reverdecer con la lluvia. Se encuentra en el Sahara Occidental, sobre todo en las áreas montañosas de los territorios ocupados. Las partes aéreas son trituradas y hervidas en té o agua y tomadas como antipa-
rasitarias principalmente. También como aperitivos, infecciones respiratorias y aromatizante del té. Las partes aéreas se hierven en agua para resolver los problemas digestivos causados por un excesivo consumo de carne.
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na. Las partes aéreas son hervidas en el té para tratar diabetes, infecciones respiratorias y gastritis. Además, tiene propiedades digestivas.
9. Asphodelus tenuifolius Cav. (Asphodelaceae) Tazia Es una planta anual de 20 o 30 centímetros con flores en tallos largos y rectos; los frutos en cápsulas contienen unas semillas negras muy pequeñas. Es muy común en todo el Sahara. Las semillas se recogen cuando se caen de la planta y se muelen en una harina que
sirve de comida de emergencia cuando hay escasez de cereales. Las hojas y partes verdes de la planta son utilizadas en decocción como tonificante y febrífuga; para los problemas respiratorios. Añadidas al té, alivian los dolores reumáticos y articulares.
10. Atriplex halimus L. (Chenopodiaceae) Legtaf
Arbusto de uno a dos metros de altura, nativo de Europa y muy común en el Sahara septentrional, en las montañas del Sahara central y en la costa, donde resiste bien las sequías. Las hojas se lavan y hierven con el té o con leche y sirven para problemas de es-
11. Balanites aegyptiaca (L.) Del. (Balanitaceae) Teishat
Es un árbol que puede tener siete u ocho metros de altura, cuyos frutos son constituidos por una drupa carnosa de 1 o 2 centímetros. Frecuente en el Sahara central, es extremamente resistente a las sequías. Los frutos son utilizados frescos o secos como complemento de la comida o de emergencia, y por sus propiedades medicinales. El fruto es triturado e ingerido
para problemas de reumatismos y diabetes pues baja el azúcar en la sangre. También como laxativo. Chupados frescos o secos, para tratar las infecciones respiratorias y el dolor de garganta. De los frutos se obtiene un aceite con el cual se hacen buches para las infecciones de la boca, y en fricciones o cataplasma, para aliviar los dolores reumáticos.
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tómago, la diabetes, infecciones renales y como antiinflamatorio. Las hojas quemadas y hechas ceniza son ingeridas para tratar la acidez gástrica. Un emplaste hecho con las hojas hervidas se aplica en cataplasma para tratar los edemas.
12. Cassia italica (Mill.) Spreng. (Leguminosae) Felajit Esta planta de flores amarillas y vainas bruno-negras cuando están maduras se encuentra en los terrenos areno-arcilloso y un poco húmedos de todo el Sahara central y meridional. Abunda especialmente en los ríos secos de Tiris. Las propiedades purgativas de sus hojas son conocidas en muchas regiones del
mundo y utilizadas también por las industrias farmacéuticas. Los saharauis secan las hojas y las hierven en agua o leche con azúcar, o las cocinan con carne y se toman tres días seguidos como laxante y para limpiar el estomago. Es una planta a utilizar con moderación por sus principios activos.
13. Caylusea hexagyna (Forssk.) M.L. Green (Resedaceae) Dhenban
Herbácea con base leñosa y ramas que llevan flores amarillas que por su forma y disposición pueden parecer moscas posadas en los tallos, hecho que da el nombre hassanyia a la planta.
14. Chamomilla pubescens (Desf.) Alavi (Asteraceae) Lerbien Pequeña planta anual de flores amarillas que salen rápidamente después de la primera lluvia para luego secarse también pronto. Es una especie endémica norte-africana, común en todo el Sahara central y meridional. Lerbien emana un olor muy agradable y se utiliza como aromatizante en el té y en la leche. Es de las plantas medicinales más utilizadas por los saharauis. Sus partes aéreas, incluyendo las inflorescencias, frescas o secas, son hervidas en té o leche para los resfriados, bronquitis y prevenir las infecciones respiratorias en el invierno. Machacadas y aplicadas tópicamente, sirven para picaduras de escorpiones y el
dolor de dientes. Las partes aéreas frescas o secas, hervidas en agua se utilizan para aliviar el dolor de garganta. Hervidas en leche o en agua, se toman para los parásitos intestinales. En este último caso, las partes aéreas secas son cocinadas con aceite y azúcar e ingeridas. Provocan una diarrea que dura tres días y así expulsa los parásitos. Para incrementar su efecto, durante los días en que se toma el enfermo tiene que tomar leche y comer sopa de cebada (insha), y seguir tomando la preparación durante dos semanas en ayunas por la mañana. Es una planta considerada “fuerte”, utilizada en dosis moderadas. enero 2022
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Las partes aéreas de esta planta se machacan y el zumo que resulta es mezclado con aceite y es aplicado al pelo para fortalecerlo y tratar las infestaciones de piojos.
15. Citrullus colocynthis (L.) Schrad. (Cucurbitaceae) Hadgit lehmar Esta herbácea crece con sus ramas aplastadas al suelo, cubriendo a veces vastas superficies. Hadgit lehmar –melón del burro– es muy común en todo el Sahara. Los frutos esféricos y amargos son utilizados por sus propiedades medicinales y alimenticias. Las semillas de dentro del fruto, una vez hervidas por largo tiempo, secadas y peladas, dan una harina que entre los nómadas saharauis sirve de comida complementaria y de emergencia. Con el fruto se tratan las infecciones del aparato reproductor y urinario masculino.
Se cocina por largo tiempo bajo tierra y luego se come un poco de la masa de adentro con harina de trigo. También se utiliza para combatir los parásitos intestinales. Con el jugo del fruto cocinado se dan baños para las infecciones respiratorias y resfriados. El enfermo después de estos baños tiene que acostarse y taparse con una manta; al sudar mucho, saca entonces el frío del cuerpo. Esta planta y el fruto contienen un alcaloide que les da sus propiedades medicinales. Es tóxica en mayor dosis.
16. Cleome amblyocarpa Barr. et Murb. (Capparidaceae) Lemkheinza Herbácea anual muy utilizada por sus propiedades medicinales y caracterizada por el mal olor de sus hojas cuando son arrancadas y/o machacadas. Es una de las pocas especies vegetales presente alrededor de los campamentos de refugiados saharauis, donde es recolectada por sus propiedades mágicas y medicinales. Las hojas en decocción en té o leche sirven para los dolores de estómago y abdominales, los menstruales, las infecciones causadas por un aborto y la infertilidad femenina. La decocción en leche se toma en invierno antes de acostarse para todas las infecciones del aparato respiratorio. Así como rebruba (v. Cotula cinerea), su ingestión en decocción calienta el cuerpo. Las hojas frescas, machacadas, sirven para tratar el dolor de dientes. Y en fricciones o cataplasma alivia los dolores reumáticos. Machacadas y mezcladas en aceite, sirven también en fricciones al pecho de los
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niños para tratar resfriados; para el dolor de espalda de las mujeres embarazadas y las contracciones musculares causadas por el frío invernal. Los enfermos tienen que acostarse encima de unas piedras calentadas, mojadas con una decocción de lemkheinza y recubiertas con arena caliente. Encima de la tierra mojada se tiende una manta, y más mantas encima de la persona acostada, que se quedará ahí unas horas, cambiándose de ropa de vez en cuando por el sudor. El enfermo debe haber comido bien antes del tratamiento, y no tomar nada durante el mismo. Lemkheinza es una planta “fuerte” que en dosis excesivas puede causar alucinaciones y problemas nerviosos. A la vez, es mágica y en ella albergan los demonios, así que al recogerla hay que dejar algo (una galleta, un poco de azúcar) cerca de la planta, diciendo “yo te traigo esto y tú me das la cura”, para que el tratamiento sea eficaz.
17. Commiphora africana (A. Rich.) Engl. (Burseraceae) Umm nass Árbol saheliano de hasta cinco metros de altura que crece en suelos arenosos también en Mauritania y Senegal. La resina que produce (llamada umm nass, madre de la gente) es muy reconocida por los saharauis por sus propiedades mágicas y medicinales. Llega a los campamentos a través de comerciantes mauritanos o de las compras que los refugiados hacen en los mercados de Mauritania y en el mercado de Tindouf. Para expulsar los parásitos intestinales esta resina se mezcla y toma con la leche
o con el té en ayunas. Después, la persona debe comer carne seca durante una semana. Hervida en té o leche, es también utilizada para el dolor de cabeza. Triturada y mezclada con grasa de cabra es inhalada por gotas para curar toda clase de infecciones respiratorias. Triturada y aplicada tópicamente sirve para las infecciones de la piel, desinfectar heridas con pus y el dolor de dientes. Quemada directamente en el fuego, su humo es inhalado para combatir el mal de ojo.
18. Cotula cinerea Del. (Asteraceae) Rebruba, gartufa Es un arbusto muy ramoso de olor agradable y cuya base leñosa puede quedarse años secada para reverdecer luego con la primera lluvia endémica saharia-
19. Cymbopogon schoenanthus (L.) Spreng. (Poaceae) Liedkhi Herbácea de tallos numerosos y penachos densos que emana un olor agradable, sobre todo cuando seca. Común en todo el Sahara. Las partes aéreas son trituradas, hervidas y tomadas para los dolores de los hue-
sos. En té para bajar la fiebre, como diuréticas, para los problemas intestinales y las intoxicaciones alimentarias. Una decocción de las hojas sirve para la acidez del estómago. Machacadas y aplicadas tópicamente, para quemaduras.
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na. Las partes aéreas son hervidas en el té para tratar diabetes, infecciones respiratorias y gastritis. Además, tiene propiedades digestivas.
20. Echium horridum Batt. (Boraginaceae) Harsha Planta de flores con corola roja al principio para volverse azul luego y recubierta de muchas sedas espinosas que le dan un característico aspecto del cual se origina el nombre hassanyia “harsha” quiere decir “la rugosa”. Endémica sahariana, difundida en todo el Sahara septentrional.
La decocción de las partes aéreas e inflorescencias sirve para tratar diabetes. Machacadas y aplicadas tópicamente, para aliviar el dolor de dientes. Las flores son también chupadas por el cáliz por los niños que aprecian su gusto dulce.
21. Ephedra alata Dec. (Ephedraceae) Shdida Arbusto de tallos articulados en nudos y rectos, común en los suelos arenosos del Sahara septentrional y occidental. Los tallos verdes se dejan macerar en agua fría y ésta se toma luego con azúcar; o se añaden al té o a la leche caliente con miel para tratar asma, cata-
22. Eugenia caryophyllata Thunb. (Myrtaceae) Qronfel Este árbol, de 10-20 metros de alto, es originario de Indonesia y cultivado hoy en muchos países de Asia y África. Sus botones florales secos son muy aromáticos y usados como especia en casi todo el mundo. Los refugiados los utilizan sobre todo por sus propiedades cosméticas y medicinales. Los botones florales son triturados y puestos en agua. Luego la filtran y aplican al pelo para limpiarlo, fortalecerlo y darle perfume. Las mujeres a menudo hacen este tratamiento cosmético al pelo antes de casarse.
Para tratar las infestaciones de piojos, el qronfel triturado se aplica después de haberse lavado el pelo con agua y jabón. Triturado, mezclado con agua y aplicado en la cabeza con un paño, sirve también para el dolor de cabeza debido a un golpe de calor o de luz. Con los botones florales triturados y mezclados con aceite se dan fricciones para tratar contracciones musculares y reumatismos. Hervidos en agua, tomados o inhalados, sirven para inducir las contracciones uterinas en las mujeres que van a dar a luz.
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rro, fiebre, las infecciones respiratorias y la úlcera gástrica. Como refrescante en tiempo de verano, los palos de shdida se ponen en agua fría hasta que suelten su jugo, luego se añade azúcar y se toma como agua común. Los frutos se comen para bajar la fiebre.
23. Euphorbia calyptrata Coss. et Dur. (Euphorbiaceae) Rammadah Herbácea anual caracterizada por el látex toxico que sale de las hojas y de los tallos cuando se arrancan. Es una especie endémica sahariana, difundida en todo el Sahara septentrional, central y occidental. El látex en decocción se utiliza como digestivo y laxante. En aplicación tópica por medio de fricciones, para aliviar los dolores articulares y reumáticos; en fric-
ción o cataplasma, para las mordeduras de serpientes. La raíz, secada, triturada y puesta en decocción en agua, la utilizan para problemas digestivos, asma e infecciones respiratorias. Debido a su látex corrosivo y a la presencia de alcaloides, es una planta tóxica y puede causar irritaciones con el simple contacto con la piel, así que debe utilizarse con cuidado.
24. Euphorbia officinarum L. subsp. echinus (Euphorbiaceae) Daghmus Planta endémica sahariana, de un característico aspecto parecido al cactus, muy frecuente en la región oceánica del Sahara septentrional y occidental. Es de las más importantes en la farmacopea vegetal de los saharaui y una panacea para todas las enfermedades. Las ramas son secadas y tostadas y su parte interna triturada e ingerida sola o en el té para aliviar el dolor de estómago causado por demasiada ingestión de comida grasa. Se mezclan con miel para el dolor de dientes, garganta e infecciones respiratorias. Ingeridas de la misma forma, los saharaui la consideran eficaz para combatir el
25. Hammada scoparia (Pomel) Iljin. (Chenopodiaceae) Remth Arbusto muy ramoso y de tallos carnosos y articulados en nudos. Es una especie mediterránea muy común en todo el Sahara septentrional. Es una de las pocas plantas que se encuentra en todo el año. Es muy importante en las prácticas medicinales del pueblo saharaui. Las partes aéreas se hierven en el té para los reumatismos y problemas articulares. Trituradas y hervidas en agua, sirven para hacer buches de la decocción tibia para tratar la estomatitis, manteniéndola cinco minutos en la boca sin tragar. Ma-
chacadas y aplicadas tópicamente o en buches sirven para el dolor de dientes. Lavadas y machacadas, se aplican en las heridas causadas por mordeduras de serpientes y picaduras de alacranes, para las cuales se tiene como el mejor remedio. La misma aplicación se puede hacer con el zumo extraído de sus partes aéreas; o con el agua donde las ramas hayan sido hervidas. Las ramas verdes, en decocción, las usan las mujeres para lavarse el pelo y tratar la caspa.
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cáncer y los parásitos intestinales. Una cucharada de miel con daghmus se pone cada 10 o 15 días en la leche de los niños; esta práctica causa un fuerte movimiento intestinal que acaba en la expulsión de los parásitos. La parte interna de las ramas, tostadas y en aplicación tópica, se utilizan también para los granos, los abscesos y las infecciones de la piel. Es una planta “fuerte”, eficaz en pequeñas dosis y de sabor picante. Sobre todo las partes externas de las ramas y por ello no las utilizan. Además, su leche es corrosiva al contacto con la piel, y causa ceguera si llega al contacto con los ojos.
26. Lawsonia inermis L. (Lythraceae) Henna Es un pequeño arbusto probablemente originario del Asia y cultivado en muchas regiones de África por sus propiedades tintóreas. Las hojas secadas y trituradas de henna son comercializadas local e internacionalmente.
Las hojas secas y trituradas son muy utilizadas entre los saharauis por sus propiedades tintóreas del pelo y de la piel. Y por sus propiedades medicinales. Las hojas en infusión o maceradas en agua hasta que ésta enrojezca sirven de digestivas y antiparasitarias.
27. Lycium intricatum Boiss. (Solanaceae) Ghardeq Arbusto espinoso y muy ramoso, de hasta unos dos metros con pequeñas hojas carnosas y de color verde glauco. Los frutos son rojos y de forma ovalada. Es una especie característica del Sahara Occidental. Las hojas se hierven en agua, la cual se deja enfriar y reposar du-
28. Maerua crassifolia Forssk. (Capparidaceae) Atil Árbol común en todo el Sahara central y meridional. Es muy resistente a la sequía e importante para los nómadas saharianos por las propiedades nutritivas y medicinales de sus hojas y frutos; y por su madera, muy utilizada para producir utensilios y como leña o carbón. Los palitos son secados y mascados para limpiar y fortalecer a los dientes. Esta práctica aumenta la secreción de saliva favoreciendo la digestión. Para utilizar este cepillo de dientes tradicional, hay que eliminar la corteza fina en la extremidad de un palito y luego frotar los dientes con la misma extremidad; al cabo de unos minutos las fibras se deshacen y ponen más
tiernas, dando lugar a un cepillo para limpiar los dientes. Las hojas lavadas hasta siete veces, son secadas en la sombra, trituradas, mezcladas a veces con la corteza de la misma planta, y puestas en decocción en agua o en el té para problemas digestivos, úlcera, gastritis y dolores abdominales. Con las hojas trituradas y agua se hace un emplaste para picaduras, heridas infectadas e infecciones de la piel. Los palos, corteza y hojas son triturados y carbonizados para aplicar como cicatrizante en las heridas. El fruto del atil es triturado y comido con azúcar en caso de dolores de estómago y complemento alimentario.
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rante un día, para ser luego filtrada y aplicada en los ojos para las cataratas e inflamaciones. El fruto de ghardeq (asako o tebninna) y el de zauaya (Rhus albida Schousb, Anacardiaceae), llamado anafis, es dulce y utilizado como comida.
29. Mesembryanthemum theurkauffii Maire. (Aizoaceae) Afzou Planta anual de hojas muy carnosas y endémica del Sahara Occidental. Sus semillas son muy utilizadas entre los saharauis nómadas como comida complementaria o de emergencia después de haberlas molidas y hecho harina. Las semillas tienen fines medicinales. Una cucharadita de ellas, molidas o ente-
ras, se toman como antianémicas y para la diabetes por sus propiedades hipoglucémicas. También, son hervidas con grasa de camello. Un vaso de esta preparación se deja enfriar y lo toman las mujeres embarazadas en caso de hemorragia prenatal y amenaza de aborto.
30. Nigella sativa L. (Ranunculaceae) Habba souda
Es un arbusto muy ramoso de olor agradable y cuya base leñosa puede quedarse años secada para reverdecer luego con la primera lluvia endémica saharia-
31. Panicum turgidum Forssk (Poaceae) Mrokba Arbusto que puede superar el metro de altura. Es muy común en todo el Sahara central y occidental y característico de de la sabana sahariana. Resiste a las sequías y enverdece otra vez después de cada lluvia. Los saharaui utilizan con fines medicinales sus partes aéreas y su raíz. Ésta es machacada y mezclada con grasa de leche de camella y aplicada durante dos días para las heridas profundas y fracturas. La raíz, secada, machacada y hervida en grasa de camello, también sirve en casos de tuberculosis, infecciones pulmonares y asma; se toma una cucharada de la preparación cada mañana y otra cada noche an-
tes de acostarse hasta que la enfermedad se cure. Las partes aéreas secas son trituradas y aplicadas tópicamente en emplaste con agua para tratar las infecciones y manchas en los ojos y en el oído, y como cicatrizante de las heridas. Mrokba tiene también una importancia en la alimentación tradicional saharaui; sus semillas son peladas y molidas para preparar una harina que es un complemento a los recursos alimentarios de las familias de nómadas; y una comida de emergencia en casos de sequías largas y falta de otros granos y cereales.
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na. Las partes aéreas son hervidas en el té para tratar diabetes, infecciones respiratorias y gastritis. Además, tiene propiedades digestivas.
32. Peganum harmala L. (Zygophyllaceae) Harmal Planta herbácea de mal olor que brota con la lluvia. Es común en los suelos arenosos de los altiplanos saharianos y del Sahara septentrional. En sus grandes flores blancas se forman frutos esféricos que contienen numerosas semillas negras utilizadas por sus propiedades medicinales y estimulante en muchas partes del mundo. Tragadas, o puestas en la leche, siete semillas por la mañana y siete por la tarde durante dos días o más, sirven en caso de debilidad y como tonificantes. Machacadas y fritas, sirven para eliminar los quistes. Las semillas en fomento, para el dolor de cabeza y la presión alta.
Cuando se echan en carbón, emanan un olor cuya inhalación es utilizada también para prevenir o quitar el mal de ojo. Con el mismo propósito, son envueltas en un trapo amarrado al cuello de un niño. A esta planta se le atribuyen propiedades medicinales y mágicas, posiblemente por estimular el sistema nervioso central que provocan los alcaloides que contiene. En mayor dosis, harmal tiene propiedades alucinógenas, provocar problemas de la vista, incoordinación del aparato motor, crisis de agitación y delirio; en dosis más altas, parálisis. Por eso debe utilizarse con moderación.
33. Pergularia tomentosa L. (Asclepiadaceae) Umm lbena, ghalqa Este arbusto de más o menos un metro de altura y cuyas ramas más jóvenes crecen enredándose a las ramas más viejas, produce una leche corrosiva irritante al contacto con la piel. Es muy común en todo el Sahara. Las hojas de ghalqa son machacadas y mezcladas con agua para formar un emplaste que luego es aplicado en las heridas producidas por una mordedura de serpiente. La eficacia del látex para este fin es enfatizada en un cuento tradicional saha-
34. Rhus tripartita (Ucria) Grande (Anacardiaceae) Shdari Arbusto muy ramoso con espinas en las extremidades de las ramas, flores blancas y frutos rojos-negros en su madurez. Extendido por todo el Sahara. Muy utilizado por los saharaui. De su madera obtienen utensilios y leña para el fuego y carbón. Y la corteza para trabajar pieles. Además, los frutos son comestibles y tienen propiedades medicinales. Machacados en leche, sirven de digestivos y contra la acidez gástrica. Comidos crudos para bajar la fiebre. Para la diarrea,
unos thmagh son puestos en un vaso de agua y dejados hasta que el agua enrojezca y luego tomarla. El mismo tratamiento, añadiendo azúcar, se da a los niños que tienen diarrea durante la lactancia. La corteza es triturada y puesta en decocción en agua con azúcar o en el té para la indigestión, dolor del estomago, ulcera y colitis. Las hojas, y a veces los frutos, en decocción en té o leche sirven de aromatizante, la gastritis y la diarrea.
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raui en el cual un luran (Varanus griseus Daudin), utilizando su cola larga y fina de arma, pelea con una lefa (C. cerastes), y cada vez que es mordido por la serpiente se pone debajo de una mata de ghalqa, enreda su cola en las ramas y se cura, para volver luego a la pelea. Este cuento es reportado también con otras especies de plantas que producen látex. Entre estas, Euphorbiaceae; fernan (Euphorbia balsamífera Aiton); rammadah (v. Euphorbia calyptrata), y Asteraceae del género Launaea.
35. Salvia aegyptiaca L. (Lamiaceae) Azoukni, tezoukni Planta muy ramosa, con pequeñas flores que dan minúsculas semillas muy utilizadas en la medicina tradicional saharaui. Una o dos semillas puestas en el ojo durante unos minutos y dejadas moverse en él con el párpado cerrado, eliminan los cuerpos extraños del ojo mismo. Por ejemplo, un grano de arena. De aquí el
nombre hassanyia –afatash– que quiere decir “el buscador”. También sirven como preventivo de cataratas y tracomas. Las semillas y las inflorescencias secas se añaden a la grasa animal como aromatizantes. Trituradas y añadidas al té, para la alergia producida en algunas personas al tomar leche de camella o de vaca.
36. Trigonella foenum-graecum L. (Leguminosae) Halba Originaria del sur-oeste de Asia, frecuentemente cultivada y subespontánea en los oasis del Sahara central y occidental. Produce unas vainas que contienen cada una de 10 a 20 semillas de color amarillento o rojizo y caracterizadas por un fuerte y agradable olor. Los saharauis las usan por sus propiedades alimenticias y son fuente de proteínas, como especia en la comida y sus propiedades medicinales: para el dolor de estómago y las infestaciones de parásitos intestinales.
37. Withania somnifera (L.) Dunal in DC. (Solanaceae) Sekran
Arbusto ramoso de hojas grandes y coriáceas, tiene frutos rojos. Especie originaria de la India, la cultivan al norte de África y en los oasis saharianos. Las semillas son tostadas y comidas con dátiles por la mañana para tratar la aero-
fagia. A la vez, para sacar el frío del cuerpo en el invierno. Son consideradas semillas “fuertes”. Su consumo excesivo puede causar graves intoxicaciones. Para no sobrepasar la dosis útil, los saharaui utilizan siete semillas.
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Son digestivas tragadas crudas o tomadas con agua caliente. Y para la acidez de estómago y la gastritis. En decocción o como especia, incrementan la producción de leche en las mujeres que acaban de dar a luz. Estas semillas tienen una fuerte propiedad aperitiva, estimulando el hambre. Por esto, y por sus propiedades nutricionales, siete semillas diarias las comen las mujeres saharaui para engordar y para combatir la anemia.
38. Zygophyllum gaetulum Emberger et Maire (Zygophyllaceae) Aggaya, el barraya Planta de hojas carnosas y cilíndricas que forma pequeños arbustos muy ramificados. Muy común en el territorio septentrional del Sahara Occidental y alrededor de los campamentos de refugiados. Las partes aéreas son trituradas, calentadas y aplicadas con un trapo en fricciones o cataplasma para los reumatismos,
dolores de rodillas, varices e infecciones de la piel. Machacadas las partes aéreas se utilizan también en casos de mordeduras de serpientes y picaduras de alacranes. En infusión en agua, sirven para tratar casos de gastritis. Siete semillas son tragadas para las infecciones respiratorias.
Bibliografía
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Caro Baroja, J. 1955. Estudios saharianos. Madrid, Ediciones Júcar. Embarek, F.M. 2005. Iguindi y aurag vistos por la ciencia. Ministerio de Salud Pública de la RASD, Rabuni. Gast, M. 2000. Moissons du désert. Utilisation des ressources naturelles au Sahara Central. Ibis Press, Paris. Guinea, A. n.d. Catálogo razonado de las plantas del Sahara español. Anales del Jardín Botánico de Madrid, nd: 357-442. Lebrun, J. 1998. Catalogue des plantes vasculaires de la Mauritanie et du Sahara Occidental. Boissiera, 55: 1-322. Ozenda, P. 1991 (3rd ed.). Flore et Végétation du Sahara. CNRS Éditions, Paris.
Planta seca de kamsha (Anastatica hierochuntica)
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istoria de la República Árabe Saharaui Democrática
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l Sahara Occidental es un territorio africano ocupado por España en 1884 y convertido en provincia española en 1958. Tiene aproximadamente 250 mil kilómetros cuadrados y es la última colonia de África. En 1976 se proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). En mayo de 1973 se fundó el Frente Polisario como organización de lucha por la independencia del pueblo saharaui. En 1975 el reino de Marruecos llevó a cabo una agresión armada que incluyó bombardeos con napalm y fósforo blanco para expulsar a la población saharaui del Sahara Occidental, y el desplazamiento de colonos marroquíes para ocupar ilegalmente el territorio. Seis días antes de la muerte del dictador Francisco Franco, España organizó su retirada y cedió la administración de dos terceras partes del territorio a Marruecos y una tercera a Mauritania mediante los llamados Acuerdos Tripartitos de Madrid. Un mes antes, el 16 de octubre de 1975, la Corte Internacional de Justicia había reconocido vínculos históricos entre los habitantes del Sahara y de Marruecos, y el derecho a la autodeterminación de los saharauis, que España se comprometió a respetar organizando un referéndum. Marruecos interpretó la referencia al vínculo histórico como un derecho de anexión y el 27 de febrero de 1976 ocupó militarmente su zona de administración. En esa misma fecha el Frente Polisario declaró la República Árabe Saharaui Democrática y entró en guerra con Marruecos y Mauritania.
En 1978 el gobierno de Mauritania firmó la paz con el Frente Polisario y renunció a su zona saharaui, la cual fue ocupada de inmediato por el ejército marroquí. A partir de entonces Argelia facilitó la instalación permanente de la población refugiada saharaui en campos al sur de Tinduf. Entre 1980 y 1987 Marruecos levantó en seis fases un muro defensivo, conocido como el Muro de la Vergüenza, con cinco pasillos de entra-
Imagen: Mundo negro
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da y salida a lo largo de unos 2 mil 500 kilómetros, que vigila con más de 100 mil soldados (la mitad de su ejército) y que está flanqueado por 5 millones de minas antipersonales. El proceso de colonización en territorio saharaui continuó y se calcula que unas 200 mil personas con ciudadanía marroquí se han instalado en el Sahara Occidental. Oficialmente la guerra se suspendió cuando el Frente Polisario y Marruecos acep-
taron el Plan de ONU (Resolución 690) que incluye un alto el fuego, el intercambio de prisioneros, la repatriación de refugiados y la celebración del referéndum, todo bajo supervisión de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO). Sin embargo, los avances en la resolución del conflicto son nulos debido a la insistencia marroquí en condiciones que garanticen una anexión
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y al constante boicot de cualquier esfuerzo de la ONU. Mientras tanto, la población saharaui sobrevive en los campamentos cercanos a Tinduf, Argelia, o sometida a la ocupación marroquí en el Sahara Occidental. Su situación es dura e inhumana: la vida en los campamentos depende de la ayuda internacional y las condiciones geográficas y climáticas hacen que los aspectos más elementales de la cotidianidad representen un reto. La vida en los territorios ocupados está marcada por la persecución política, la represión de toda manifestación saharaui por pacífica que sea, la tortura y las desapariciones forzadas. Inmerso en la adversidad en los dos lados del Muro de la Vergüenza, este pueblo ha levantado un Estado y una organización social de resistencia pacífica. El pueblo saharaui sigue esperando el referéndum de autodeterminación auspiciado por la ONU y bloqueado sistemáticamente por el ocupante Marruecos y sus aliados. Varios grupos de saharauis (estudiantes, trabajadores y militares del Sahara español y refugiados saharauis en Mauritania) conforman el 10 de mayo de 1973 en Zuerat (Mauritania), el Frente Polisario, con el propósito de alcanzar la independencia del territorio, bajo dominio colonial español. El 12 de mayo de 1975 la misión visitadora de Naciones Unidas reconoce al movimiento como la única fuerza política dominante en el territorio. El ejército popular de liberación saharaui continúa su lucha pero ahora combate a los ejércitos de los dos países in-
vasores que se habían repartido el territorio: Marruecos en el norte y el régimen mauritano, en el sur. A partir de 1981 y hasta 1987, Marruecos cambia su estrategia militar al construir seis muros en el desierto, con una longitud de más de 2 mil kilómetros, sembrados con millones de minas. No logra impedir la movilidad de los combatientes saharauis pero divide el territorio en dos partes. El Frente Polisario controla la parte oriental del territorio al otro lado de los muros. La RASD es sido reconocida como Estado soberano por 85 países. México entre ellos.
Festival del cine saharaui, Fisahara
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FiSahara en árabe significa “en el Sáhara”, y nuestro festival de cine tiene lugar en el corazón de este inmenso desierto, en una región conocida como el Desierto de los Desiertos o la Hammada (Jardín del Diablo), donde las temperaturas en el verano pueden elevarse a más de 50 ºC. Este rincón olvidado del mundo en el suroeste de Argelia es el hogar temporal de unas 150 mil mujeres, hombres y niños refugiados del Sahara Occidental. Creado en 2003 por saharauis de los campamentos y
la sociedad civil española, FiSahara (Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental) es un festival anual de cine y cultura de derechos humanos que busca entretener y empoderar al pueblo saharaui y visibilizar internacionalmente el conflicto ignorado del Sahara Occidental. La programación de FiSahara combina proyecciones de películas con mesas redondas, talleres, conciertos, una feria cultural tradicional saharaui, entretenimiento infantil, carreras de camellos. Y para los visitantes internacionales, la oportunidad de vivir con las familias saharauis y visitar diversas instituciones en los campamentos. El actor español Javier Bardem visitó FiSahara en 2008 y posteriormente produjo Hijos de las nubes, la última colonia, una película documental sobre el Sahara Occidental que se proyectó en las Naciones Unidas y el Congreso de los Estados Unidos. Es utilizada como herramienta de sensibilización por el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos. Otrxs han iniciado proyectos de salud, educación y cultura en los campamentos después de su visita. En 2011, FiSahara abrió una escuela de cine en los campamentos, la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, que ofrece un currículo de dos años. Las proyecciones de las películas hechas por los estudiantes en FiSahara tienen un efecto particularmente poderoso en el público saharaui, retratando una variedad de historias y personajes únicos para la floreciente cinematografía saharaui.
Gali Azbeir Presidente de la Autoridad Saharaui de Minería y Petróleo Miembro del Centro de Estudios Saharaui-Francés de Estudios y Documentación
U
n país codiciado por sus insospechadas riquezas naturales
S
i bien la apariencia inicial del desierto lo presenta como un terreno baldío que no brinda lo básico para la vida, donde casi no existen las condiciones para vivir, esta vista se desvanece rápidamente cuando nos familiarizamos con el inmenso potencial natural de una de las regiones más ricas del mundo. Y que fue y sigue siendo una de las principales razones de los intentos de su invasión y ocupación. En este artículo trataremos de tocar brevemente algunos de los recursos naturales existentes allí. Recursos marinos Han sido el centro de atención de las flotas extranjeras, que se han dado cuenta de la vasta riqueza pesquera del Sahara Occidental. De hecho, la costa saharaui, que tiene mil 152 km de longitud y un área de 55 mil 400 km2, es uno de los calderos marinos más ricos del mundo por la presencia de la fría corriente canaria que proporciona un entorno biológico ideal para la reproducción y recolección de vida marina: peces, moluscos, crustáceos, mariscos, algas marinas, etc. Brinda la posibilidad de capturar dos millones de toneladas de peces al año. De acuerdo con los informes periódicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Marruecos ocupa el primer lugar a nivel de África y el mundo árabe en la exportación de pescado y productos marinos, y se sitúa en la avanzada a nivel internacional en este campo. Marruecos también ocupa el primer lugar en la exportación de pulpo, según los mis-
mos informes, por delante de China y Mauritania. Según un estudio marroquí del Ministerio de Agricultura y Pesca, ese país ocupa el primer lugar en el mundo en exportación de sardinas con ingresos por 800 millones de dólares anuales. Cubre el 40 por ciento de las necesidades del mercado mundial de conservas de pescado: alrededor de 700 millones de latas producidas anualmente en 350 fábricas.
Barcas de pesca artesanal en la playa en Cabo Bojador (Sahara Occidental) Foto: CCby 2.0
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En comparación, Egipto ocupa el tercer lugar en el mundo árabe en producción de pescado, con solo tres fábricas; y el 50 por ciento de las necesidades del mercado mundial de harina y aceites de pescado. Los datos del Ministerio de Pesca Marítima de Marruecos (marzo de 2021) indican que la tendencia de aumento en el volumen de las ventas de peces pelágicos se mantuvo positiva durante 2010 y 2019,
con un aumento medio anual del 2.8 por ciento en volumen y del 6.4 por ciento en valor. El sector pesquero de la costa del Sahara (occidental) genera 74 mil puestos de trabajo. Según la misma fuente, el sector de la pesca marina en las aguas del Sahara Occidental representa el 78 por ciento de todas las cantidades capturadas en el Sahara Occidental y Marruecos juntas. Mientras que fuentes saharianas creen que el porcentaje de pesca en
el Sahara Occidental es el 88 por ciento de las cantidades capturadas, comparado con la escasez de recursos pesqueros marroquíes agotados especialmente en el Mediterráneo y la región del Atlántico Norte de Marruecos. El valor de las exportaciones de fauna marina de la ocupación marroquí desde el Sahara Occidental a la Unión Europea ascendió a 121 millones de euros en 2015, 134 millones de euros en 2016 y 434.44 millones de euros en 2019, según el informe de la Comisión de la Unión Europea en su informe del año 2020. Las cantidades capturadas en las costas saharianas (según fuentes marroquíes, a pesar de su credibilidad) en el 2019 ascendieron a unas mil 067 toneladas de pescado, con un valor total de 496.5 millones de euros. Marruecos exportó alrededor de 124 mil toneladas del Sahara Occidental ocupado, a la Unión Europea en 2019. Además de sus exportaciones a países del Lejano Oriente (Japón, Corea y China), Rusia, África subsahariana y países de América Latina, especialmente Brasil. Las costas marinas del Sahara también aportan considerables ingresos económicos a través de las licencias de pesca concedidas desde hace años por Marruecos a buques pesqueros extranjeros, especialmente de la Unión Europea, Rusia, Japón, China y otros. Riqueza energética Petróleo y gas. El potencial de hidrocarburos del Sahara Occidental aún está sujeto a estudio y evaluación, pero lo cierto que incluye tres cuen-
cas sedimentarias que poseen las calificaciones geológicas y estructurales que los ubican en las filas de las cuencas petroleras: la cuenca de Tinduf (noreste) y dos costeras, a saber, la de Laaiun-Tarfaya (noroeste) y la de Mauritania-Senegal (suroeste). Los alentadores resultados de los trabajos de exploración de los últimos años en las zonas marinas de Mauritania y Senegal, por un lado, y en la región de Tinduf, por otro, confirman el potencial prometedor del Sahara Occidental en el ámbito de los hidrocarburos. Especialmente gas natural. Energias renovables. El Sahara Occidental tiene un potencial prometedor en el campo de las energías renovables, o lo que se conoce como energía verde. Está ubicado en una zona que recibe cantidades anuales de radiación solar estimadas en más de 3 mil horas. Los planes de ocupación marroquí incluyen el establecimiento de centrales solares en el Sahara Occidental desde
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2018, a saber: Nour El-Aaiún (85 MW) y Nour Boujdour (20 MW). Los proyectos para establecer estas centrales están siendo ejecutados por un consorcio de empresas encabezadas por la empresa saudí ACWA Power. Algunas áreas del Sahara Occidental también se consideran sitios ideales para la producción de energía eólica. Dakhla y el área de Taha están en la parte superior del ranking, y hay proyectos para la producción de energía eólica que han estado operando durante años. En Teskrad (300 MW) y Bojadour (300 MW) y se espera que se amplíen posteriormente para alcanzar una capacidad de producción de 850 MW y Fum El Oued (50 MW). Esta última proporciona la mayor parte de la energía eléctrica utilizada por la empresa alemana Siemens para extraer y procesar el fosfato de la mina Boucra. General Electric también planea establecer dos estaciones en la región ocupada de Dajla.
Riqueza agrícola. Hay 11 granjas cubiertas en las cercanías de la ciudad de Dajla pertenecientes al rey de Marruecos y algunos inversores franceses y españoles. El porcentaje de producción en las granjas cubiertas aumentó de 36 mil toneladas en 2008 a 80 mil en 2013 y luego a 92 mil en 2019. El área total cultivada alcanzó las mil 300 hectáreas en comparación con las 900 en 2018. En 2019, el volumen total de exportaciones agrícolas del Sahara Occidental a los países de la Unión Europea ascendió a 59.40 toneladas, con un valor de 69.89 millones de euros. Recursos minerales. Además de los fosfatos, de los cuales el Sahara Occidental almacena una cuarta parte de las reservas mundiales, existen múltiples recursos minerales, incluidos hierro, uranio, oro, cromo y minerales básicos, Además de la contribución de la exportación de arena y sal, el sector turístico y de servicios, en la generación de ingresos importantes.
E Pablo-Ignacio de Dalmases Periodista e historiador
N
o hay colonizaciones inocentes, aunque es de justicia reconocer que la presencia de España en el Sahara Occidental no tuvo su origen en una voluntad de expansionismo político. Recuérdese que la primera expedición en 1884 no fue iniciativa del gobierno español, sino de la Sociedad Española de Africanistas y Colonistas con el apoyo muy renuente de las autoridades de Madrid. Y que España no ocupó el interior del territorio hasta 1934 ante la amenaza de Francia de hacerlo por su cuenta. Esta insólita peculiaridad ha hecho decir a los saharauis –no sin razón– que España se asentó en el Sahara de acuerdo con sus habitantes y con el compromiso de
respetar en todos los extremos su religión, cultura y formas de vida. Y en líneas generales bien puede decirse que así ocurrió. Durante casi un siglo hubo, por tanto, una convivencia pacífica que produjo un enriquecimiento mutuo entre las dos comunidades y ha tenido una manifestación muy evidente en lo que se refiere a la cultura y muy particularmente a la lengua. Porque el sistema educativo español, aún respetando la enseñanza del árabe y del Corán para los alumnos saharauis, lo cierto es que implantó el español como idioma vehicular de tal modo que a finales de la etapa colonial la juventud saharaui dominaba perfectamente este idioma.
l Quijote también cabalga a lomos de camello por el desierto
Un beso Un beso, solamente un beso, separa la boca de África de los labios de Europa. Limam Boicha (1972)
Foto: Karlos Zurutuza/ IPS
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La vergonzosa retirada de España del Sahara Occidental, cediendo al chantaje de Marruecos y de su aliado menor Mauritania, y la proclamación de la independencia de la RASD con la consiguiente configuración de un nuevo
estado (forzosamente campamental a caballo entre los territorios que se fueron liberando y el exilio argelino), supuso un serio peligro para la conservación del antiguo idioma colonial como segunda lengua vehicular de los saharauis. Una cuestión de la que el gobierno español también se desentendió. Y se sigue desentendiendo completamente. En los territorios ocupados por Marruecos (Mauritania desapareció muy pronto) Rabat, tributario de su vasallaje político con Francia, impuso el idioma francés. El apoyo argelino que es, asimismo, en definitiva, también un país francófono, puso en peligro la perdurabilidad de la lengua española.
Bahia M. Awad, con la wilaya de El Aaiun (donde vive con su familia) al fondo, en los campamentos situados en la hamada argelina, en Tinduf. Foto: archivo de Bahia M. Awad.
Pero hubo unos hechos concatenados que actuaron como elementos favorables a su conservación. El primero, sin duda, la propia convicción adquirida por el gobierno de la nueva República Saharaui de que, rodeada de países francófonos, se percató de que la herencia hispánica se había convertido por sí misma en un valioso componente de su identidad nacional. Por otra, la ilimitada generosidad demostrada durante varias décadas por la República de Cuba –y en menor medida, por algunos otros paísesque, al igual que había hecho con otros estados del tercer mundo, acogió con los brazos abiertos a miles de estudiantes saharauis que cursaron en la mayor de las Antillas sus estudios secundarios, superiores o técnicos y, por tanto, consolidaron el uso habitual de la lengua española. Y diría que hubo además otro tercer factor: el descubrimiento por los países de Iberoamérica de que en África existía el único Estado árabe del mundo que hablaba español, lo que creó fuertes lazos de complicidad y afecto, de los que México es un caso bien evidente. El finlandés Pekka Tarkki observó sorprendido que la enseñanza de la lengua española tiene actualmente en la República Saharaui una presencia privilegiada: “el español en los campamentos es la herencia del antiguo poder colonial, pero curiosamente tiene mucha importancia y prestigio. No es la lengua materna de nadie y en ese sentido es un poco artificial hablar de la lengua española como lengua de los saharauis. Sin embargo, es el factor diferenciador
entre el Sahara Occidental y los países árabes del Magreb. La RASD tiene una clara política lingüística. El español es el puente entre los saharauis y los países hispanohablantes; por eso el español es una de las lenguas oficiales”1. Todo ello ha hecho posible que, a pesar del hiato de más de cuatro décadas en que la cultura española estuvo seriamente en peligro en el Sahara Occidental, ésta no solo haya sobrevivido, sino que se manifieste con una insospechada vitalidad. El hecho más sintomático ha sido la aparición del pujante movimiento literario conocido como la Generación de la Amistad. Es un colectivo de escritores saharauis que utilizan habitualmente el español como herramienta de expresión literaria. Su punto de partida fue la reunión que, por iniciativa de Bahia Mahmud Awah, tuvo lugar el 9 de julio de 2005 en Madrid y en la que se acordó la constitución con este nombre de un colectivo literario. Los acompañaron los autores Gonzalo Moure, Ricardo Gómez, Ana Rossetti, Antonio Polo y Juan Carlos Gimeno. Y se adhirieron Javier Reverte y Manuel Rivas. Acordaron además dirigirse a la Real Academia Española y al Instituto Cervantes para que reconociesen al saharaui como pueblo árabe de habla hispana. Dicho manifiesto constitutivo fue firmado por Mohamed S a l e m A b d e l f a t a h Ebnu, Mohamed Ali Ali Salem, Limam Boicha, Ali Salem Iselmu
1 Tarkki, Pekka,
El español en los campamentos de la RASD, Centro Iberoamericano de la Universidad de Helsinki, 1995, p. 7. 2 Bahia Mahmud Awah, Literatura del Sáhara occidental, Esbozo histórico. Autoedición, Madrid, 2009 3 Bahia Mahmud Awah y Moya, Conchi, El porvenir del español en el Sahara occidental, autoedición, Madrid, 2009. enero 2022
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Pirri, Bahia Mahmud Hamadi Awah, Zahra Hasnaui Ahmed, Lehdia Daha Mohamed, Chejdan Mahmud Liazid, Saleh Abdelahe y Mohamidi Fakal-la. A todos ellos hay que sumar otros autores saharauis que, sin pertenecer a este grupo, han seguido el mismo itinerario literario. Como Abderrahmad Budda Hamadi, Ahmed Mulay Ali, Fatma Galia o Mahayuba Mohamed Salem, por citar algunos nombres. Aunque cada uno de los autores ha generado su propia obra, no han dudado en muchas ocasiones en poner en común su acervo creativo con el fin de producir un abanico de obras colectivas que permiten calibrar en las mejores condiciones las peculiaridades propias de esta corriente literaria que, por cierto, ha escogido como vehículo preferente de su lenguaje el género poético, el más enraizado en la tradición literaria autóctona. Bahia Mahmud Awah subraya en Literatura del Sahara occidental2 que en los componentes de esta nueva corriente literaria nacional se perciben también influencias africanas y latinoamericanas y raíces que se hunden en la literatura autóctona. No es extraño por tanto que las obras publicadas a lo largo de la primera década de vida por el movimiento literario saharaui respondan casi enteramente al género poético. A la vista de la obra publicada por los componentes estrictos del grupo conocido como Generación de la Amistad, y por el resto de escrito-
res saharauis en lengua española, diríase que constituyen una “generación de poetas”, al utilizar la lírica como forma absolutamente preponderante de expresión literaria. El aliento poético que ha inspirado a muchos autores saharauis no ha impedido que éstos cultivaran otros géneros, como la narrativa. Se trata de una obra en prosa que con frecuencia no carece de acentos líricos y cuya temática está muy enraizada en las formas de vida tradicionales. Aunque con cierta presencia de la experiencia vivida por sus autores, bien en la lucha por la liberación nacional, bien durante su peripecia fuera de las fronteras de su país de origen, bien como consecuencia de los contactos habidos con los movimientos solidarios. Y no falta siquiera la narrativa infantil e incluso alguna obra, bien que muy esporádica, de teatro. A todo ello cabe añadir los autores saharauis de obras de no ficción como Larosi Haidar, Emboirik Ahmed, Embarka Hamudi o Mulay Lahsa Baya, generalmente vinculados a tareas docentes y de investigación en universidades españolas. Todo lo cual nos permite concluir con Bahia Mahmud Awah y Conchi Moya que, en efecto, “para los saharauis el español, su segunda lengua, no supone desarraigo, sino que es una parte más de su identidad como pueblo… Los saharauis hispanohablantes no han abandonado sus raíces, el español se nutre de su realidad cotidiana y de sus tradiciones milenarias”3. El Quijote también cabalga a lomos de camello por el desierto.