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from La Jornada Ecológica
by La Jornada
Con principios físicos postulados a finales del siglo XIX, los radares se desarrollaron de manera secreta –pero simultánea– en varios países de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. El término radar se acuñó a partir de las iniciales de Radio Detection and Ranging, que en inglés designaban a un aparato que empleaba ondas de radio para detectar objetos en el aire o en el mar, y estimar su localización.
Esta tecnología fue particularmente valiosa durante la guerra porque permitió detectar barcos y aviones enemigos tanto de día como de noche, aun en presencia de la niebla más intensa.
Con el tiempo, se propuso una nueva clasificación para las diferentes ondas que forman parte de la llamada radiación electromagnética (de la cual forma parte la luz que emiten el sol y las estrellas) y a las ondas de radio que se utilizaban en estos radares se les redefinió como microondas.