SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 390 /// 24 DE JUNIO DE 2019 /// AÑO 9
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Ai Wiewei en el MUAC, CDMX. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores.
“Creo que los gobiernos, muchos de los gobiernos y las estructuras de poder, y las grandes corporaciones actuales están tratando de borrar nuestra memoria a propósito, es por eso que hay tantos secretos, algunas condiciones indescriptibles. Al hacer eso obtienen ventaja sobre las personas comunes e individuos, obtienen ventaja en la concurrida competencia. Nuestra memoria está siempre en riesgo. Pero la memoria debe de ser construida por el individuo, por la familia cuyo hijo nunca vuelve, por quien te puede decir cómo era cuando el hijo estaba con él en el campo...”. Ai Weiwei
[Una entrevista con él, realizada por Javier Aranda Luna, en páginas centrales]
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LA GUALDRA NO. 390 /// 24 DE JUNIO DE 2019 /// AÑO 9
La Gualdra No. 390
Editorial El viernes 21 de junio se estrenó en la Cineteca Zacatecas la más reciente película del director zacatecano Iván Ávila Dueñas; previo al estreno, Iván dio una conferencia en la que habló a los asistentes del proceso de realización de El peluquero romántico; algo por demás interesante porque escucharlo nos hizo poner atención a detalles de la cinta que probablemente hubieran pasado desapercibidos si no es porque su director nos hizo partícipes de ellos. Asuntos tales como el tipo de cámaras que utilizó en los distintos momentos de la filmación, cómo se hizo el diseño de producción, quiénes intervinieron en cada una de las fases de grabación, producción y edición, fueron algunos de los temas que abordó en la charla. Ávila Dueñas además habló de lo complicado que es lo relacionado a la distribución de la película, de ahí que ese día, en Zacatecas -su tierra- inició con un sistema de promoción que tiene que ver más con el confiar en las recomendaciones de boca en boca, en la proyección de su película en espacios como la Cineteca, independientemente de las salas comerciales en las que se exhiba. Y así, ese día, con una sala repleta dio comienzo la función y con ella el inicio de las proyecciones comerciales de este filme. El peluquero romántico, de acuerdo con su sinopsis, “Es la historia de un peluquero de barrio que comienza a reconstruir su vida emocional a partir de la muerte de su madre. Su vida gira alrededor de su casa y la peluquería, y nunca le suceden grandes cosas, hasta que un día, por un azar del destino, aparece en Río de Janeiro”; yo no sé si el personaje realmente empiece a “reconstruir su vida emocional”, porque por momentos me da la impresión de que su vida emocional no había terminado por forjarse; pese a que había estado casado anteriormente, un velo de ingenuidad pareciera cubrir casi todos los momentos por los que transita en la historia. Digamos, en todo caso, que el protagonista, Víctor el peluquero, vive en un mundo que ha construido a partir de recuerdos y cuya educación sentimental está basada en la letra de boleros antiguos, tan antiguos como la sala de su casa o las carpetitas de crochet -tiesas como su propia vidaque cubren los muebles, o los suéteres noventeros de acrilán que usa... Ah, ¡el vestuario! El vestuario y el diseño de
arte de esta obra cinematográfica son sencillamente memorables. La vida de este peluquero transcurre de su casa al trabajo, en el que pasa horas viendo pasar a la gente a través de las ventanas, imaginando escenas de una película, la suya, que no termina por filmarse. La melancolía cubre todas las acciones de este personaje bien construido y magníficamente bien interpretado por Antonio Salinas; la melancolía va permeando cada uno de sus encuentros y reencuentros. Es inevitable recordar momentos de otras películas de Iván Ávila, como Adán y Eva (todavía) o La mañana no comienza aquí, no porque se repitan, sino porque el lenguaje cinematográfico de Iván está tan afianzado que uno como espectador va hilando momentos de cada una de sus obras, cual si se tratase de fotografías para armar un álbum -antiguo, por supuesto, y no por eso menos actual-. Coincido además con Carlos Belmonte cuando al hablar de esta película afirmó que: “el peso de la narración recae en los encuadres de cámara y el sonido diegético, pero no en los diálogos de los personajes. El espectador se construye la historia gracias al movimiento de las imágenes y no a las confesiones explícitas de los personajes”. El peluquero... formó parte de la Sección de Largometraje Mexicano de la Selección Oficial del 14° Festival Internacional de Cine de Morelia (en 2016), de ella hablamos también en los especiales del La Gualdra en Cannes de 2015; digamos que le hemos seguido la pista prácticamente desde sus inicios, por eso nos emociona que finalmente esté ya en la fase de proyecciones comerciales. La película me gustó y por supuesto que se las recomiendo. La Cineteca Zacatecas la tiene programada el martes 25 de junio a las 18 Hrs.; el miércoles 26 a las 14:00 y 18:15 Hrs.; y jueves 27 a las 14:00 y a las 16:15 Hrs. No se la pierda.
Contenido Exploraciones en La Quemada revelan nuevos datos sobre la historia de su arquitectura Por Felipe Castañeda Romero
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Ai Weiwei: La poesía es la piedra angular de la humanidad Por Javier Aranda Luna
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José Emilio Pacheco, poeta audaz y cosmopolita Por Rafael Calderón
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Miro un espacio y le veo libros: Antonio Guerra Por Maliyel Beverido
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku Entrevista con Alejo Moguillansky y Luciana Acuña sobre la película Por el dinero Por Sergi Ramos
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Lugares comunes Por Pilar Alba
Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com 1 Belmonte, Carlos: “‘El peluquero romántico’ de Iván Ávila Dueñas”, en La Gualdra, No. 305, 21 de agosto de 2017, en: https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_305 y http://ljz.mx/2017/08/21/el-peluquero-romantico-de-ivan-avila-duenas/
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Exploraciones en La Quemada revelan nuevos datos sobre la historia de su arquitectura 6 Por Felipe Castañeda
Romero*
Fig. 1. La Quemada. Vista al norte que presenta en primer plano el complejo arquitectónico del Salón de las Columnas, la Plaza Principal y el pórtico. (Foto: Gerardo Rivera, 2018).
que estaban las culturas prehispánicas del centro-norte de nuestro país entre los años 600 y 900 de nuestra era. En el sector norte del pórtico del Salón de las Columnas en La Quemada, se realizó una excavación arqueológica para liberar el muro sepultado por sí mismo y por los agentes naturales y culturales en los que se vio envuelto tras su abandono. Los escombros del muro quedaron disgregados sobre el piso de barro, aprisionando el terrado en llamas que magnetizó el piso, pues tanto el pórtico como el Salón de las Co-
lumnas conservaron después de un milenio las evidencias indirectas del fuego que dio fin a las actividades en estos recipientes multitudinarios. En un área de aproximadamente 100 m² se distribuyeron los escombros del muro, ayudando a la preservación de algunas vasijas cerámicas, artefactos de piedra, instrumentos de hueso y fragmentos carbonizados de la estructura de madera que soportó el terrado. Pero sobre todo llamó la atención que el flanco norte de la plataforma hubiera sido elevado en algún momento de la ocupación del
* Arqueólogo de la Zona Arqueológica La Quemada / Centro INAH Zacatecas.
Fig. 2. Vista aérea de la sección norte del pórtico antes (A) y durante el proceso de excavación (B). Nótese en la parte izquierda que aparece el perfil de la plataforma (*). Fotos: Gerardo Rivera, 2017.
Fig. 3. Sección norte de la plataforma (A) y detalle de la escalinata adosada (B) en cuyos peldaños se registro una capa de barro cocido sobre la huella (*). Fotos: Felipe Castañeda, 2017.
Ollin: Memoria en Movimiento
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a más reciente excavación realizada en la Zona de Monumentos Arqueológicos La Quemada, dio como resultado el descubrimiento de una etapa constructiva previa a la que podemos observar al visitar hoy en día el sitio, en principio por la destrucción de los edificios que paulatinamente se integran al paisaje natural, pero también porque fueron sepultados deliberadamente por sus antiguos ocupantes. Recordemos que la tradición arquitectónica mesoamericana es -guardando las proporciones-, como una matruchka rusa, pues la arquitectura conserva en su interior estructuras más tempranas, o bien, puede tratarse de elementos que quedaron sepultados tras remodelaciones o ampliaciones que recibió el edificio a lo largo de su vida útil y sagrada. La exploración se hizo en el pórtico, que junto con la sala hipóstila y la plaza, con los cuales forma una unidad arquitectónica, son las estructuras más amplias de la región arqueológica del Valle de Malpaso (Fig. 1), e inclusive superan en monumentalidad la arquitectura de sitios como Alta Vista (Chalchihuites), Cerro del Teúl (Teúl de González Ortega), Las Ventanas (Juchipila) o el Cerro del Huiste (Huejuquilla el Alto Jalisco), que fueron centros de poder contemporáneos a La Quemada, además de que presentan similitudes materiales, lo que nos habla de lo integrado
sitio. Pues al visitar las ruinas no se percibe la presencia de la plataforma en su sección norte, ya que los depósitos naturales y rellenos culturales la sepultaron, formándose una pendiente que se integra con las laderas alargadas del cerro (Fig. 2). Por otra parte, el muro que fue liberado, parece ser que lo edificaron una vez que se niveló el terreno, con lo que quedó sepultada la escalinata y difuminada la cara norte de la plataforma, quedando un estrecho vano para regular el flujo de tránsito. El ingreso por la parte norte del pórtico debió ser de uso exclusivo y reservado para ciertos estratos sociales de la sociedad, mientras que los flujos cuantiosos de gente ingresaron por los accesos de la Plaza Principal, de los cuales tenemos indicios no arqueológicos, sino de la cartografía del siglo XIX. El sondeo también permitió el registro de dos escalones que van adosados al paño de la plataforma, y se encontraron a poco más de dos metros bajo la superficie de transito actual (Fig. 3). Pero debido a que los objetivos estaban dirigidos a la liberación del muro, no se exploró más este elemento y fueron, después de un registro detallado, sepultados para futuras investigaciones. Con lo que queda abierta una línea de investigación que deberá revelar más sobre el aprovechamiento de los espacios y la historia constructiva de este importante centro de poder regional.
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Arte
Ai Weiwei: La poesía es la piedra angular de la humanidad* 6 Por Javier Aranda Luna
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avier Aranda Luna: A veces parece que es un provocador a la manera de Duchamp o de Andy Warhol. ¿Así es? Ai Weiwei: No soy una especie de provocador, soy un provocador y.… creo que estamos en un mundo muy problemático ahora. JAL: ¿Por eso es un activista? AW: Creo que yo nací como un activista, la vida misma y cualquiera que esté al tanto de lo que es la vida debería ser un activista. JAL: Su propuesta estética ¿no pierde por su activismo? AW: Sí… si gano algo siempre pierdo algo y eso es muy normal, cuando cualquiera crea algo… puedes perder mucho...
/// Ai Weiwei durante el proceso de instalación de su exposición en el MUAC. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores
/// Ai Weiwei. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores
ca de los artistas, tenemos que dejar nuestra patria espiritual para buscar un nuevo lugar e impulsarnos a encontrar el sentido de la vida. Un verdadero artista es exactamente como un refugiado. Pronunciarse, comunicarse y hacer entender a la gente que los refugiados o personas desafortunadas son parte de nosotros... creo que eso es todo lo que podemos hacer.
JAL: Recuperar la memoria ¿para qué sirve? AW: La memoria es la manera en que nos reconocemos a nosotros mismos, para entender de dónde venimos a qué tipo de valores respondemos y qué podemos compartir con otras personas. Sin memoria los humanos se vuelven locos, dementes, se vuelven autodestructivos porque simplemente no tendríamos racionalidad. Nuestra racionalidad está construida en nuestra memoria. JAL: ¿No cree que las grandes corporaciones deciden cuál debe ser nuestra memoria, nuestra idea de libertad? AW: Creo que los gobiernos, muchos de los gobiernos y las estructuras de poder, y las grandes corporaciones actuales están tratando de borrar nuestra memoria a propósito, es por eso que hay tantos secretos, algunas condiciones indescriptibles. Al hacer eso obtienen ventaja sobre las personas comunes e individuos, obtienen ventaja en la concurrida competencia. Nuestra memoria está siempre en riesgo. Pero la memoria debe de ser construida por el individuo, por la familia cuyo hijo nunca vuelve, por quien te puede decir cómo era cuando el hijo estaba con él en el campo, y la mamá puede decirte que su hijo prometió convertirse en un maestro. Es el deseo de la gente humilde que vive en una pobreza inconcebible, convertirse en un profesor, convertirse en alguien respetable, no sólo un campesino.
/// Proceso de instalación de la exposición de Ai Weiwei en el MUAC. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores
Entonces, si no tenemos esa memoria nunca entenderemos al ser humano… y si no respetamos esa memoria entonces el desarrollo no significa nada porque no beneficia a la humanidad. JAL: ¿La memoria no se la dejamos a empresas como Google o como Facebook? ¿Qué podemos recordar, ellos lo deciden? AW: Creo que las grandes corporaciones están buscando ganancias, que es lo más importante para ellas y porque así es como las grandes corporaciones existen. Pero también pueden ser peligrosas porque tienen tan íntima rela-
/// Ai Weiwei y Javier Aranda en el MUAC. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores
ción con los individuos que ponen a las personas en una posición muy vulnerable; es por eso que tenemos que regular las políticas gubernamentales para proteger la memoria, proteger la privacidad… nuestros propios secretos, nuestros sentimientos. JAL: Hay tantos crímenes como en la migración, los refugiados o los estudiantes de Ayotzinapa. ¿Qué hace el artista para recuperar su memoria? AW: Aquellas personas desafortunadas en casa, que tienen que salir de su país tratando de ser aceptadas... es también la condición típi-
JAL: ¿Hemos perdido el sentido de humanidad? AW: La humanidad es quizá todo lo que tenemos. Sabes, la riqueza, la pobreza o lo que sea, todo está relacionado a nuestra humanidad y en el fondo de nuestro corazón somos humanos, somos diferentes y sabemos lo que nos importa, como pensar en el futuro, como tener compasión sobre otras personas. Ésas son cualidades muy valiosas de la sociedad humana, entonces no podemos permitirnos dejar que la humanidad se destruya; ésa es la última línea, defender a la humanidad. JAL: Su papá fue un poeta y fue un poeta que estuvo fuera de lugar en China. ¿Usted se siente fuera de lugar también? AW: Yo diría que el poeta... Sí, mi padre fue un poeta y sufrió a largo de su vida por ser un poeta. Yo no soy un poeta, soy un artista, pero también he sido expulsado de mi nación, soy un exiliado, entonces podemos ver que el espíritu de la poesía y el arte estarán siempre vivos mientras seamos seres humanos, una sociedad humana. La forma puede cambiar, como la poesía escrita quizá en Twitter o Facebook por al-
/// Ai Weiwei en el MUAC. Foto de Jorge Arturo Aguilar Flores
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AW: Normalmente se diría que el arte es libre, pero el arte no es libre si no se enfrenta a obstáculos. El arte es únicamente libre cuando puede liberar a un individuo o ser humano de todas esas dificultades. Sin dificultades el arte no está ahí y la libertad nunca está ahí.
guien que nunca supo que él o ella era un poeta, pero la calidad espiritual es poesía. JAL: ¿Cree que la poesía es la única prueba concreta de la existencia del hombre? AW: Creo que la poesía es la piedra angular de la humanidad, incluso puedes ser analfabeta, nunca haber recibido educación y aún así tener el corazón de un poeta. JAL: En un mundo tan globalizado ¿hemos perdido esa capacidad de asombro? AW: En nuestro desarrollo científico y también en la globalización, nuestra alma, nuestro corazón se convierten en un refugiado, no hay suficiente tiempo para que pensemos en quiénes somos y en aquello que realmente importa para la vida humana. Todo está tomado por los con-
JAL: Cada vez hay más fronteras; económicas, financieras, geográficas. ¿Qué es una frontera y qué es un muro para usted? AW: Creo que como artista o como ser humano siempre hago preguntas muy esenciales relacionadas a los derechos humanos, dignidad humana. En el sentido más amplio se trata de nuestra humanidad; libertad de expresión y desarrollo individual son siempre lo más importante para cualquier sociedad.
JAL: ¿Cree que los artistas y los intelectuales han perdido contacto con la gente ordinaria? AW: Creo que en general, no sé si en México, pero en general, los llamados intelectuales o personas de razonamiento liberal, están bastante desconectados de la realidad, en parte porque sus instituciones pueden cubrir todas sus necesidades, ya sabes, perteneces a la universidad, perteneces a las instituciones, pagan tu salario, garantizan tu bienestar, entonces ¿por qué tendrías que hablar por aquellas personas que no pueden ni siquiera costear su almuerzo? Es un problema global, y ese problema crea muchos otros problemas. Primero, no tenemos un entendimiento claro de nuestra sociedad incluso si está podrida o corrompida, pero nadie puede señalarlo porque simplemente no hay intelectuales que quieran hacerlo, la sociedad no fomenta eso. Segundo, haría aún más extremas las condiciones de supervivencia de la sociedad, los pobres incrementan y empobrecen más, los ricos se vuelven más desarraigados e insensibles, entonces eso haría de la sociedad, una sociedad inestable.
JAL: El arte es libre ¿qué tan libre es con estas fronteras?
JAL: ¿Cree que la educación y la cultura son indispensables para lograr algún cambio?
flictos diarios, por competencia innecesaria y los extraños estándares morales, y el lavado de cerebro por los medios masivos. Todo eso hace el razonamiento de las personas aún más difícil.
JAL: ¿Está leyendo actualmente a algún poeta? AW: ¿Poesía? Leo poesía diariamente en Twitter, ahí la gente escribe en pocas palabras sus sentimientos privados, algunos pueden ser bastante políticos y otros muy personales, y son tan hermosos como cualquier poema. JAL: Muchísimas gracias. AW: Gracias a ti, fue una entrevista muy agradable. *CDMX, abril 2019, previo a la apertura de su exposición Restablecer memorias.
Restablecer memorias A pesar de la distancia geográfica, Ai Weiwei explora los traumas de las experiencias de China y México en un relato que apela a la obligación de construir la memoria social. Este proyecto une la inquietud que representa la destrucción del patrimonio cultural y nuestra relación con los ancestros; el trauma que significa el atentado contra el futuro, el cual supone la violencia contra los jóvenes. Ai Weiwei (Beijing, 1957) exhibe en el MUAC su mayor readymade históricopolítico: el Salón ancestral de la familia Wang (2015), un templo de madera de la dinastía Ming que registra la destrucción del patrimonio cultural chino bajo la violencia de la revolución, la pérdida de la sociedad rural tradicional y la comercialización de antigüedades. Esta ruina de cuatrocientos años de edad ejemplifica las complejas negociaciones entre lo nuevo y lo viejo; es también la obra que marcó el periodo de vigilancia constante que el artista sufrió en Beijing tras su detención en 2011, antes de exilarse en Europa. En 2016, Ai Weiwei visitó México y motivó el inicio de un nuevo proyecto acerca del trauma de la pérdida del futuro. A través de un filme documental y una serie de retratos fabricados con piezas Lego, el artista explora las consecuencias personales y sociales de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014. El proyecto apuesta por la construcción de la memoria como lazo invisible que nos liga con los ancestros y traza un deber hacia las generaciones que nos suceden. Curador: Cuauhtémoc Medina (en colaboración con Virginia Roy) Museo de Arte Contemporáneo (MUAC) / 13.04.2019 — 06.10.2019 https://muac.unam.mx/exposicion/ ai-weiwei
Arte
JAL: ¿Qué les diría a los jóvenes mexicanos en este país tan contrastante y con tantos problemas? AW: He estudiado las condiciones de los mexicanos ya que estoy realizando una película sobre la vida en México. La película saldrá dentro de unos meses, es una gran producción, entonces he visitado a muchas familias, hablado con los padres, en esos lugares al final del mundo donde ya no hay camino sobre el que puedas ir más allá. Esas personas ni siquiera hablan español, hablan una lengua indígena. Tenía que visitarlos y ver que son gente común que lo único que quiere es un futuro para sus hijos. No piden demasiado, tienen dignidad, están muy orgullosos de sí mismos, pero quieren un mejor futuro. Lo que amenaza su vida es la situación política, tenemos un sistema que no los protege, en muchas situaciones protege a los criminales y hace su vida un gran sufrimiento. Entonces necesitamos una sociedad que pueda reestructurar nuestro menospreciado sistema político democrático, para realmente confiar en las personas y esas personas tienen que generar políticas en favor de las personas.
AW: Creo que para nuestra sociedad no hay muchas otras opciones. Los niños nacen y cada generación adquirirá sus ideas, necesitan ser informados sobre el tipo de mundo en el que vivimos. La educación es absolutamente necesaria. Pero la interrogante sobre la educación es, ¿de qué tipo de educación estamos hablando? La educación también, en muchos casos, en occidente, ha sido institucionalizada, sirve a propósitos de las ideologías dominantes. Así no funciona tan bien en realidad.
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LA GUALDRA NO. 390
Literatura
José Emilio Pacheco, poeta audaz y cosmopolita 6 Por Rafael Calderón
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s José Emilio Pacheco un poeta extraordinario, audaz, cosmopolita. Nació el 30 de junio de 1939, y si no fuera por las circunstancias de la muerte, estaríamos festejándole 80 años. Por la ocasión, dispondremos espacio para reconocer su voz y sus aportaciones; hay que recordar tristemente que murió el año que se cumplió el primer centenario del natalicio de Octavio Paz, José Revueltas, Efraín Huerta y Julio Cortázar; no fue posible saber cuál sería su opinión de Nicanor Parra quien igualmente cumplió 100 años y quien era único sobreviviente de esa generación el año 2014. El acontecimiento que nos ocupa ahora es la ocasión que Pacheco nació el último día de junio y en parte sirve para recordar una vez más su presencia siempre viva entre nosotros. Esto implica un acercamiento a su obra y arroja que es parte de una riqueza de imágenes, resonancias con el lenguaje, su consagrada búsqueda: la reescritura. Una práctica personal que le permite recordar que es ejemplo de su ars poetica por su voz activa, casi anónima, como propusiera alguna vez, para celebrar la existencia de la poesía. Hoy día, es casi imposible leer al jovencísimo autor de poemas fechados en 1958, ni es fácil encontrar la primera edición del célebre título Tarde o temprano. Es casi imposible encontrar ejemplos de su obra, ya que han salido de circulación, de alguna manera si comparamos, son trabajos muy diferentes. En efecto, existen versiones más reciente de los títulos incluidos en Tarde o temprano que reescribe como prueba de que esta práctica nunca se detuvo. Si se toma como punto de partida, nada más sugerente, como decir que reúne la reconciliación de sus poemas, la evolución lleva a la unidad definitiva, registra madurez; pero ese título emblemático de su poesía registra tres fechas claves: la primera, corresponde al año 1980; la tercera del 2000; la cuarta, definitiva, tiene la coincidencia extraordinaria que es ampliada y corregida, y esta edición celebra sus 70 años de vida. Para ese año de 2009, los homenajes no se hicieron esperar, ni los premios; dentro y fuera de México, le llegaron afortunadamente en cascada, uno tras otro. Para 1980, Tarde o temprano incluye seis libros: Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), Irás y no volverás (1973), Islas a la deriva (1976), Desde entonces (1980) y, cierra, Aproximaciones 1958-1978, en donde re-
/// Juan Carlos Villegas. José Emilio Pacheco. 2014
gistra veinte años de su actividad de traductor. Pacheco, entonces tiene 41 años; la edición se terminó de imprimir el 15 de septiembre, al cuidado del autor y Pedro Torres Aguilar. Para la tercera edición, aparece (cabe recordar que la segunda salió sin cambios alguno en 1986), como responsable Ana Clavel; reiterada, para la cuarta y última edición publicada en vida de su autor. “En la poesía, las presencias de la realidad están contenidas en el lenguaje”; la palabra poética está “habitada por la fuerza de la vida”; y es la poesía, un “ejercicio de resonancias múltiples”, “compromiso de la inteligencia sensible ante las posibilidades de la aventura humana” y “la escritura poética es un lugar de encuentro”. Se puede seguir leyendo en la nota sin firma de autor: hace más de veinte años esa obra (Tarde o temprano) empezó a crecer y a irradiar en todas direcciones. Los poemas de Los elementos de la noche, fechado entre 1958-1962 son parte de ese ejemplo. El autor anónimo de la presentación escribe: “este libro pone de manifiesto el talento clarísimo de Pacheco, en su actividad más cabal y generosa”. Los poemas recogidos, hasta entonces –colección de libros de diferente factura que están escritos con pareja intensidad–, constituyen uno de los testimonios más apasionantes de la literatura mexicana. Lleva un epígrafe de T. S. Eliot y la traducción en prosa es de Julián Hernández. De inmediato recuerda la posibilidad de su existencia quien por vez primera figura en No me preguntes cómo pasa el tiempo, y en 1980, es el autor de la traducción literal en prosa de East Coker III, Four Quarters, para
reconocer una vez más esa unidad de su aspiración poética. El texto de Eliot es tomado, según la indicación, de la revista Letras de México. Es una traducción en prosa que se lee así: “Así pues, aquí estoy, en medio del camino, y he pasado veinte años –veinte años en parte perdidos, los años de entreguerra– tratando de aprender a usar las palabras, y cada tentativa es un comienzo enteramente nuevo y es un tipo distinto de fracaso. Porque uno sólo aprende a manejarlas para decir lo que ya no tiene que decir o en forma en que ya no quiere decirlo. Por eso cada intento es un nuevo comienzo, una incursión en lo inarticulado, con un mísero equipo cada vez más roído en el desorden general de la imprecisión del sentimiento, escuadras de la emoción sin disciplina. Y lo que fuerza y sumisión deben conquistar ya ha sido descubierto varias veces por quienes uno jamás podrá emular –pero no hay competencia. Sólo existe la lucha por recobrar lo perdido y encontrado y vuelto a perderse; y ahora en condiciones impropicias. Pero tal vez no hay ganancia ni pérdida. Para nosotros sólo existe el esfuerzo. Lo demás no es asunto nuestro”. La primera salida esta obra estaba es vista con incertidumbre y parecía estar lejos de ser una obra perfecta, aun cuando inmediatamente se considerada fundamental para conocer con mejor y más precisión toda su poesía. No fue inmediato ese reconocimiento: la unidad a la que aspira ingresar termina consolidándose poco después. Entre estudiosos y críticos, lectores del poeta, tuvo un impacto positivo y fue elevada enseguida al nivel de las grandes obras
de la poesía en lengua española. Por la unidad de los temas que encierra es parte de esa realidad lírica: el desastre del mundo, su pesimismo, la destrucción de la naturaleza. Éstos permanecen como parte de la escritura y de su movilidad con el lenguaje. La fugacidad del tiempo es otro momento del lenguaje que vive en movimiento; la búsqueda de las cosas sencillas toma forma y le otorga vida a los seres de la naturaleza. Se duele del desastre que padece el mundo provocada por la destrucción de la mano del hombre. Se duele de la desaparición de los árboles y el día a día acorta distancias en el transitorio que refleja esa elegía como parte del poema perfecto. Como el que es dedicado a la Ciudad de México, el segundo título, entre dogmas y certezas; inscripciones que van reflejando la variedad de ritmos: voces altivas, aéreas, dinámicas; Pacheco termina por hablar la ciudad como hoguera, desahogo del fuego, de su propia existencia. ¿Cómo resumen qué significa Tarde o temprano de 1980? Esta poesía reunida no deja de ser una respuesta a la obra individual que previamente existen, como Los elementos de la noche, que Mario Vargas Llosa revisa y sentencia que hay unidad para ser obra maestra, y sabemos algo más: los poemas se sostienen por su delicada unidad de metáforas. En otro momento, pienso el apartado: “Los animales saben”, de No me preguntes cómo pasa el tiempo, que más tarde genera una antología memorable y de las más hermosas que de la poesía de Pacheco que se ha realizado. En ese orden es única y aquella antología no es otra que la que lleva por título Álbum de zoología. Los poemas incluidos son una lección que registra el rostro de los animales de la naturaleza. Entrega una nueva versión, meditada, reitera el novedoso encuentro de sus metáforas. Pacheco ante esta primera reunión precisa: Los elementos de la noche, tal y como se imprime en 1980, representa una nueva versión del que escribió entre los 18 y los 23 años. El reposo del fuego ha sido revisado a fondo. Sin embargo, es el mismo poema. En los otros cuatro (No me preguntes cómo pasa el tiempo, Irás y no volverás, Islas a la deriva, Desde entonces), solamente hay cambios menores. Pero sentencia de Tarde o temprano: “ignoro si éste llega tarde… Sé que no quedará de él ni una línea. Mientras tanto, tenía que enfrentarme a lo que escribí antes de los cuarenta años”. Así pues, los títulos individuales pero reunidos en un tomo son como la espada de claridad: toman forma a partir de la reescritura.
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Miro un espacio y le veo libros: Antonio Guerra 6 Por Maliyel Beverido
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fines del año pasado Antonio Guerra curó la exposición Máxima expresión, que reunía 44 libros de artista en el Vestíbulo del Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado de la Biblioteca de México (la Ciudadela, en la CDMX), en el marco de la Cuarta Expoferia Nacional Artes y Oficios del Libro, que organiza la Asociación del Libro y sus oficios, promueve la cultura del libro artesanal y convoca a artesanos, diseñadores, académicos, encuadernadores y bibliófilos. Los libros de Antonio son de esmerada factura, con sentido del humor y patente mexicanidad, sin caer en el folklorismo comercial. En su trabajo curatorial ha aplicado la misma pasión y paciencia que en su obra personal. Nos encontramos en su taller en la colonia Escandón en la Ciudad de México para platicar de su trayectoria y sus proyectos. Maliyel Beverido: ¿Cómo llegaste al libro de artista? Antonio Guerra: Me dedico al arte pero no tengo formación de artista, terminé arquitectura y trabajé en ello por lo menos cuatro años. Pero siempre tuve interés y pasé por pintura, por arte objeto y luego encontré la gráfica y los libros. Al libro de artista llegué sin pensarlo. Fueron varias cosas que se juntaron. Cuando trabajaba en un despacho de arquitectos estaba más en proyectos que en construcción, dibujaba y construía maquetas. Siempre tuve que lidiar con el papel, con trazar, con cortar. Hace hace como quince años fue que empecé a aprender grabado en un taller, luego encuadernación, por la inquietud de saber de los libros, su estructura, cómo funcionaban. Eso fue juntándose, la cuestión de la maqueta, la construcción, el grabado que ya no quería que estuviera aparte, sino que fuera un poco más volumétrico... MB: ¿Qué te atrae del libro de artista, que no te permitía el grabado? AG: Me gusta porque tiene esta cuestión del volumen, es más escultórico; veo los libros como pequeños objetos arquitectónicos, aparte de lo que te dan a través de la lectura. MB ¿Hacia dónde te han llevado estos libros? AG: Mis inquietudes han ido creciendo. El libro, de ser un objeto y de tenerlo en la mano y hojearlo, me ha regresado a la arquitectura, a los espacios arquitectónicos a través de las instalaciones. Ahorita yo miro un espacio y le veo libros. Me ha llevado a crecer los libros, a hacerlos más grandes para intervenir espacios. MB: Como la instalación de libro volantes en Máxima expresión…
entonces invité a amigos a participar. Luego dije, hay que seleccionar la obra y montarla, y pues algo hay que escribir, y entonces me vi inmerso en ese trabajo. Realmente no lo pensé, es la primera vez que lo hago. MB: ¡No te diste cuenta en lo que te estabas metiendo! AG: No me di cuenta hasta que ya estaba, pero sí recibí consejos de otros amigos. No había pensado en organizar exposiciones. Ahora sí, a partir de Máxima expresión, pues a la Biblioteca le encantó la exposición, se suponía que iba a estar un mes y se quedó 3, y quieren que se repita este año. No necesariamente sería en el marco de la Feria, pero sí en la Biblioteca. AG: Sí, hice otra también en el Consulado de México en San Francisco, de otro tipo, unos libros que arman una estructura gigante. MB: ¿De qué se nutren tus proyectos? AG: He llegado por diferentes caminos a cada libro. Por ejemplo, la instalación del Consulado Mexicano: encontré unos libros en una librería de viejo, cientos de ejemplares de un título que nadie compraba, ¡costaban diez pesos!, estaban ahí apilados y no pasaba nada con ellos. Entonces me dije ¿cómo puedo hacer que estos libros tengan una función? Se me ocurrió armar con ellos una estructura. Algunas veces parto de una historia, porque también me da por escribir, y otras me digo de esa escritura voy a hacer un libro. A veces es la imagen la que me lleva. Voy a exposiciones de pintura, de escultura, todo lo visual me nutre, me va alimentando para llegar al libro. MB: Además de Máxima expresión ¿tienes otros proyectos curatoriales? AG: Fue un poco coincidencia que fuera el curador de esa exposición. Yo soy parte de la organización de la Feria, y cada año se hace una exposición que tiene que ver más con la encuadernación, con las artes y oficios del libro y eso, y yo me dije ¿por qué no hacernos una de libro de artista?,
MB: Aparte de elaborar tus libros de artista produces materiales... AG: Tengo mi otra parte de diseño. Hago papeles decorados. Estoy también en un círculo de encuadernadores, ahí fue que me formé para hacer libros y este oficio también se está retomando, se está enseñando mucho, hay varias ferias de encuadernación, con materiales herramientas y encuadernaciones terminadas. MB: ¿En qué proyecto andas ahorita? AG: Acabo de terminar el libro Cabaret. Fue el primero que hice en tipo móvil y en colaboración con Eber Rodríguez, bibliotecario en Stanford que tiene su taller en Redwood City, California. Allá se imprimieron los textos y acá se hicieron los grabados y la encuadernación. Tengo este otro libro, que tiene pop-ups, del que hice una edición bien cortita, de sólo cuatro, hace unos años, pero ha tenido éxito y ahora voy a hacer otro tiraje, una segunda edición. Algunas veces hago participaciones con otros artistas, pero generalmente en el taller se produce el libro totalmente: selección de papel, de telas, impresión en grabado y serigrafía, encuadernación, caja, etc. Salvo el tipo móvil. Tengo muchos tipos y una prensa chiquita que no he echado a andar porque me restringe un poco el tamaño. Y estoy trabajando
MB: ¿Crees que es una disciplina que se ha puesto de moda o de qué manera es que se da mayor oportunidad ahora al libro de artista? Tengo mi propia teoría: quizá es que el libro tradicional (impreso) al pasar al libro virtual, se liberó de la responsabilidad como contenedor de texto, dándose un espacio para desarrollarse como objeto escultórico, con un discurso visual independiente o paralelo al discurso de la lengua. AG: No sé si es una moda, pero se ha retomado. Tuvo un auge y ahorita creo que tiene uno nuevo y sí, hay un interés por hacer libros y exposiciones, creo que está creciendo. Llámese libro de artista, libro objeto o libro intervenido, no sólo es independiente al texto, sino incluso sin texto. Los que yo hago, a veces ni siquiera llevan texto. Dejo que sean solamente los gráficos los que hablen, los que digan, los que cuenten. MB: Luego de Máxima expresión ¿has encontrado otros espacios? AG: Se abrieron algunos, ¡pero es un trabajo! Es un trabajo gestionar los espacios, conseguir algún recurso, porque eso resta tiempo a mi producción. Me encantaría que hubiera una exposición por lo menos al año, pero hay que invertir mucho para que se den las condiciones. A partir de la exposición vemos la necesidad de que los libros de artista tengan más exposiciones, más lugares dónde exhibirlos. Porque si bien hay un resurgimiento, no hay muchos espacios dónde. La gente no está tan familiarizada como con la pintura, el grabado y otras cosas, lo ven más del lado de la publicación que de la obra de arte. Por eso fue importante presentarlos en una biblioteca pública, para que la gente se diera cuenta que hay otro tipo de libros. También las exposiciones se han extendido mucho fuera de los recintos oficiales a cafecitos, a locales de ciertas colonias [en México la Roma y la Condesa]. El acceso es más fácil, porque una galería oficial o de nombre está reservada a ciertos artistas, a gente que se relaciona bien. Estos pequeños lugares independientes dan acceso a más artistas emergentes, pero no tienen las condiciones para los libros. Es más fácil colgar gráfica o fotografía en las paredes que tener bases o estantes o vitrinas para colocar libros de artista, y si tienes mucho público -eso es lo que se quiere- no puedes dejarlo que manipule el libro porque se va a dañar. En la Ciudad de los Museos habría que buscar un espacio para el libro de artista.
Artes Visuales
en dos o tres ideas. Siempre tengo varias en mente y trabajo en ellas a veces escribiendo, en el diseño, a veces en el grabado. Estoy pensando en un manual de llaves de lucha libre, un tema que últimamente también está resurgiendo. Otro es sobre un poema de Nezahualcóyotl.
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LA GUALDRA NO. 390 // 24 DE JUNIO DE 2019
Cine
Desayuno en Tiffany’s, mon ku
Entrevista con Alejo Moguillansky y Luciana Acuña sobre la película Por el dinero 6 Por Sergi Ramos
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Río de Palabras
urante el pasado Festival de Cine de Cannes tuvimos la suerte de poder entrevistar a Alejo Moguillansky y Luciana Acuña, dos miembros del colectivo argentino El Pampero Cine. Presentaban su último trabajo, Por el dinero. Sergi Ramos: ¿Qué es El Pampero? Alejo Moguillansky: El Pampero Cine es una organización situada en Buenos Aires que creamos hace ya 15 años junto a otros tres cineastas, Mariano Llinás, Agustín Mendilaharzu y Laura Citarella y básicamente hacemos películas. Hay ciertos matices, que son que nunca El Pampero hizo cine de forma industrial, siempre se orientó a investigar la producción, exhibición e incluso ahora distribución de películas por fuera de los esquemas industriales y tratando siempre de reinventarse un poco a sí mismos. También un poco fóbicos y críticos de un sistema industrial donde un cineasta tarda cinco años para filmar una película. El Pampero siempre tuvo una necesidad de tener una relación directa con estar más cerca de lo que inventó Lumière. Agarrar una cámara y filmar. Viste que en el cine contemporáneo cada vez es más difícil esa idea. Cada vez hay más mediación para hacer una película, que si pitchs, forums labs... y el nivel de burocracia alrededor de una película es mucho. ¿Cómo filmaba Chaplin? Todos los días de su vida. Ensayaban, filmaban, editaban y sacaban la película. El Pampero no es mucho más que eso, volver a hacer cine como lo hacía Chaplin.
mente se va rodeando de ficción, se va construyendo dramaturgia. Muchas veces la historia de la película es la historia de sí misma, de cómo se fue construyendo. Hay poco material inventado, sobre todo en temas argumentales. Luciana Acuña: Tampoco la construcción de los personajes es sicológica o tradicional. Los personajes tienen mucho que ver con las personas que los interpretan, son más funcionales, más roles que caracteres. AM: Y por otro lado hay una especie de voluntad de dar un tono musical a las películas, y ahí tiene mucho que ver el trabajo con Luciana, ella es coreógrafa y bailarina y yo soy director de cine y montajista.
E
SR: También está muy presente esta relación con otras artes en tus demás películas. AM: A mí me interesa filmar a los ar-
tistas, sin que sea algo premeditado. Me interesa el proceso de creación en sí mismo, y filmarlo. Aunque esto es infilmable por otro lado, porque ¿cómo filmas un proceso de creación? LA: Algo que siempre decís que es lindo es que te gusta filmar a los artistas en estado de creación, con esa fragilidad que tiene un artista en el momento que crea, el abismo tan grande con el que uno se enfrenta, filmar a alguien en un estado de desnudez.
SR: ¿Cuál es el punto de partida de la película? AM: La película parte de una obra de teatro que pusimos en escena unos años antes, que también se llamaba Por el dinero. Se trata casi más de un documental sobre esa experiencia que de una película de ficción, sobre los problemas económicos reales con los que nos encontramos hoy para poder realizar nuestras creaciones. En el
SR: ¿Cuál es vuestro proceso creativo? AM: No hay una regla. En general el punto de partida rara vez es un guion, sino una situación real que provoca material documental y que rápida-
6 Por Pilar Alba
contexto más general de la crisis en la que está sumida Argentina, la obra la tuvimos que montar con un presupuesto de 10.000 pesos (6.000 pesos mexicanos). Esta situación económica se acabó convirtiendo en el propio argumento de la obra.
/// Alejo Moguillansky y Luciana Acuña
Lugares comunes
lla recurre siempre a lugares comunes: sube al autobús, desciende en la última parada, recibe un mensaje sentada en la banca de un parque. Regresa a su casa, sube rápidamente las escale-
llorar desconsoladamente sobre la cama... puros lugares comunes, se aferra a ellos con frecuencia; arma
ca narrar en tercera persona; nada más común para esconderse en las palabras. Así se forja, así se presen-
que más le resultan. Porque son los que todos conocen, con los que todos (incluso usted que lee esto) se
ras. Entra en su cuarto y se echa a
con ellos sus historias. Incluso bus-
ta: sólo lugares comunes que son los
identifican.