SUPLEMENTO CULTURAL
No. 218 - 19 DE OCTUBRE DE 2015 - AÑO 5
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Magdalena Okhuysen, de la serie Las nómadas.
Las nómadas es una serie fotográfica que nos presenta su autora Magdalena Okhuysen: “Las nómadas van y vienen, desvanecen el tiempo de los ciclos en instantes que se hacen años, funden la luz en ráfagas. Luz que muta y estalla y oscurece; cuando vuelve a encenderse, todo es nuevo para siempre y nunca más”.
[Más de Las nómadas en páginas centrales]
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La Gualdra No. 218
LA GUALDRA NO. 218 / 19 DE OCTUBRE DE 2015 / AÑO 5
Corría el año 2010 y un proyecto escultórico estaba siendo gestado por Alejandro Nava a propósito de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana. En ese momento, Alejando gozaba de buena salud y ni siquiera imaginaba que en pocos meses le sería diagnosticada la enfermedad que finalmente lo vencería en febrero del 2014. En aquel momento estaba muy entusiasmado con la escultura que sería instalada cerca del cerro de las Bolsas, justo donde termina el Parque Arroyo de la Plata. La nombró “Ventana al tiempo”; recuerdo que decía que las piezas de esta naturaleza, instaladas en espacios públicos, eran una ventana al tiempo en que fueron creadas y que en ese sentido el tiempo finalmente estaría registrado en cada una de las piezas que los artistas crearan. En esa ocasión, cuando hablaba de la escultura, salió al tema el libro de Kandinsky, De lo espiritual en el arte, que había sido publicado a inicios del siglo pasado y en el que decía que “Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces es madre de nuestros sentimientos”. He vuelto a releer esa parte del libro una y otra vez y cada vez que lo leo entiendo un poquito más de la relevancia de lo que el artista dijo hace más de 100 años. Al poco tiempo de haber instalado la escultura, Alejando fue diagnosticado con cáncer y las expectativas de que viviera apenas unos meses más eran pocas. La ciencia se equivocó en ese momento, porque Alejandro dio una dura batalla contra la enfermedad y logró vivir más de lo esperado. En ese tiempo, en el que con toda la voluntad por vencer a su enemigo mortal, trabajaba día y noche en nuevos proyectos, pintaba incansablemente, leía poesía, escuchaba música y escribía, concretó el que sería su último proyecto, Ironías de la soledad, que presentó en Zacatecas en 2012 en el Museo Zacatecano –exposición que este junio pasado fue inaugurada en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara-. Ironías de la soledad es una colección de pinturas al óleo y de esculturas en metal, en la que quedó plasmado su espíritu lúdico. Alejandro fue un ser controvertido, profundamente mordaz y crítico, y además de haber sido un artista prolífico,
fue fundador del Taller de Pintura y Grabado Julio Ruelas y en este espacio se formaron varias generaciones de pintores que actualmente están produciendo en sus propios talleres. Es decir, su legado no puede reducirse sólo a las obras que produjo, sino a lo que impulsó a partir de su taller. El jueves pasado, una lona publicitaria fue colgada en la escultura “Ventana al tiempo”; semanas antes habían construido a pocos metros de distancia de la escultura, un puente peatonal sin tomar en cuenta que éste interferiría con la visibilidad de la obra de arte. Esto generó una gran molestia entre quienes lo conocimos y entre quienes tienen claro que las obras de arte deben ser respetadas; una gran cantidad de comentarios en los medios de comunicación y redes sociales propiciaron que el director del Instituto Zacatecano de Cultura se pronunciara aclarando que no había sido responsabilidad de él, ni de su personal, esta “acción deleznable”. Alguien quitó la lona y el responsable de haberla puesto ahí no ha dado la cara ni ha ofrecido una disculpa pública; yo creo que no lo hará. ¿Qué hubiera sucedido si en lugar de esa escultura hubieran colgado esa lona en la de Benito Juárez o en la de Miguel Auza? Creo que la indignación hubiera sido mayor porque es más generalizada la idea de que debemos respetar a nuestros “héroes patrios”, aunque la mayoría no conozca más que el nombre de ellos, cuando bien nos va. Cuidar ese tipo de detalles es responsabilidad de alguien en Gobierno del Estado y no cuidarlos también. Finalmente, en cuestión de “imagen”, dado que es algo muy importante para esta administración, este hecho ya quedó registrado en la historia; como queda registrado también que actualmente colecciones como las de Alejando Nava, Juan Nava y Francisco de Santiago, no tienen un espacio todavía para ser exhibidas. Toda acción gubernamental o artística es “hija de su tiempo”, es el reflejo de lo que está sucediendo en el aquí y ahora. Que nos quede lo acontecido la semana pasada para la reflexión. Que disfrute su lectura. Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Mujeres en las Ciencias. Europa, Estados Unidos de Norteamérica y México Por Irma Saucedo Rodríguez
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El Festival de la Ciudad: un proyecto con pertinencia social María del Carmen Reyes García
Barrios de Zacatecas. La vida en una ciudad minera Historia local para los locales Por Carlos Flores
Las nómadas De Magdalena Okhuysen
De la lectura del libro a la lectura de la realidad en el mismo viaje y de regreso: los talleres de lectura en la biblioteca pública como herramienta de formación del bibliotecario (Segunda de tres partes) Por Eduardo Campech Miranda El Picaporte Ni “jóven” ni “felíz” Por Simitrio Quezada Desayuno en Tiffany’s, mon ku La Dolorosa de Grémillon, 1934 Por Carlos Belmonte Grey
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Castillo de sal si puedes Por Ester Cárdenas
Teatro de Títeres Gachita Amador
Back to the Future [1 de 4] Por Edgar Khonde Neblina azul Por Alberto Huerta Rastrillos Por Pilar Alba
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Mujeres en las Ciencias. Europa, Estados Unidos de Norteamérica y México Por Irma Saucedo Rodríguez*
Margarita Chorné. Primera mujer titulada en México en 1886.
gresó a su país natal, su intención al internarse en Europa era seguir estudiando en Francia, objetivo que no pudo lograr en un principio. A su regreso a Norteamérica decidió fundar junto con la médica alemana, Marie Zackrewska (1829-1902), y su hermana Emile Blackwell (tercera mujer en titularse en medicina en EE.UU) un hospital que recibió el nombre “Mujeres y Niños de Nueva York”. Con esta iniciativa las primeras profesionales estadounidenses demostraron la solidaridad entre colegas y la aceptación sin restricciones de amplios sectores de la sociedad. Esta importante iniciativa organizacional, de creación femenina, nació con la finalidad de que las futuras médicas ejercieran la profesión y al mismo tiempo adquirieran la práctica necesaria que las llevaría a la verdadera profesionalización de su carrera sin encontrarse con las dificultades afrontadas después de obtener sus títulos; barreras impuestas por cuestiones de género que siguen persistiendo al momento de buscar ejercer cualquier profesión, recrudeciéndose aún más en las carreras científicas. De esta manera, las pioneras en la profesión médica tuvieron que aliarse y trabajar en conjunto. En relación a las Ciencias en el país. Cuando el historiador de la ciencia en México, Elías Trabulse, hace una comparación entre México y el continente europeo en relación al ritmo que se llevaba sobre el conocimiento científico, deduce que la ciencia4 para el siglo decimonónico, era incipiente.5 Aunque así fue, existieron personas consagradas al ámbito científico que se interesaron por la formación educativa de las mujeres, no sólo en lo concerniente a su “deber ser femenino”. Como es conocido, “a finales del siglo XIX, el régimen porfirista tuvo una firme convicción con respecto a que México podía enrolarse en la modernización y el progreso si
Marie Curie, ganadora del Premio Nobel en dos ocasiones.
atendía a la instrucción del pueblo”.6 De esta forma logró consolidarse no sólo la instrucción elemental, también se dio pase a la inscripción en Escuelas Normales e institutos de obstetricia. A partir de entonces se dio principal atención a las profesiones científicas sin significar por ello, accesibilidad directa para las mujeres. No obstante, para 1910, eran siete las graduadas en medicina, profesión considerada exclusivas para varones. Tal es el caso de Margarita Chorné y Salazar, quien es calificada como la primera mujer titulada en México (1886) de una profesión “liberal”, como odontóloga. Un año después se gradúa de la Escuela Nacional de Medicina, Matilde Petra Montoya Lafragua (1887), primera fémina universitaria en cursar estudios de manera numeraria. Para 1900, se titula en la misma profesión Columba Rivera Osorio; Guadalupe Sánchez Guerra (1903); Soledad Régules Iglesias (1907); Antonia Ursúa López (1908) y Dolores Rubio Ávila, egresada como metalurgista en 1910. Por lo tanto, a casi siglo y medio de historia de las mujeres en las aulas universitarias nos permitimos lanzar una mirada hacia el pasado tratando de descubrir las razones, la importancia y las consecuencias de la larga ausencia femenina en las profesiones, primordialmente, en las llamadas profesiones científicas.
UAZ, 2010, p. 58. 2
Sobre estas prácticas y su apoyo por parte de
los colegas varones, véase, Madame du Châtelet, Discurso sobre la felicidad y Correspondencia, Madrid, Cátedra, 5ª.ed., 2005. pp. 11-61. Vale la pena resaltar que la lenta admisión a los espacios mencionados ha llevado siglos. 3
www./cap8_sin_fotos_elizabeth_
blackwell_y_las_escuelas_de_medicina_en_ los_estados_unidos, 08 de septiembre de 2014. Caso similar al de su conciudadana, James Barry (1795-1865), que se dice, tuvo que adquirir la personalidad de hombre para ser aceptada en la universidad. 4
Entendida según Ruy Pérez Tamaño como la
“actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza y cuyo producto es el conocimiento, generado por medio de un método científico organizado en forma principalmente deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso general”. Para una discusión más amplia sobre la definición de ciencia Vid, Pérez, Ruy, Ciencia, ética y sociedad, México, El Colegio Nacional, 1991, pp. 21-36. 5
Trabulse, Elías: Historia de la ciencia en Mé-
xico (versión abreviada), México, Fondo de Cultura Económica, 2ª. reimpr., 2005, p. 211. Aunque la ciencia mexicana buscaba bases firmes en el desarrollo de las matemáticas desde mediados del siglos XVI. Dichas bases se perdieron durante el transcurso de las
* Estudiante del Doctorado en Historia, UAZ.
centurias tratándose de recuperar en los años treinta del siglo XX en las nuevas instituciones. Véase, Menchaca, Arturo: Las ciencias
Estrada, Nelly e Izquierdo, Isabel: “Muje-
exactas en México, Florescano, Enrique (dir.),
res y hombres precursores del pensamiento
México, Fondo de Cultura Económica, 2000,
feminista en el siglo XVIII. Las sombras de
pp. 15 y 27.
la Ilustración”, en Gutiérrez, Norma, Recén-
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dez, Emilia, Arauz, Diana y Cervera, Cirila
mino. La educación femenina en la ciudad de
(coords.), Voces en ascenso. Investigaciones
Zacatecas durante el porfiriato, México, UNAM,
sobre mujeres y perspectiva de Género, México,
2012, p. 33.
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Gutiérrez, Norma, Mujeres que abrieron ca-
Historia de las Mujeres
Los antecedentes de la incursión femenina en las profesiones lo tenemos en uno de los productos de la Ilustración: la cultura de los salones literarios también denominados salones de ciencia, casas de pudientes y poderosos que en su mayoría eran conformados por mujeres nobles. “Espacios que nacieron como fruto de la admiración por la valía intelectual de la mujer y por el deseo de promocionarla en este campo”.1 Allí se observó la expansión del rol de las mujeres en las ciencias y se recibió a grandes filósofos de la época, tratando temas sobre política, sociedad y ciencia contemporánea. Como es de suponer, mujeres en su papel de anfitrionas u organizadoras de estos espacios lograron infiltrarse en discusiones y publicaciones científicas, aportando sus conocimientos sin ser socialmente mal vistas.2 De esta manera, poco a poco fueron desplegando y contribuyendo al ámbito cultural, intelectual y científico. Al analizar la inserción de algunas mujeres europeas en las profesiones científicas del siglo decimonónico y la primera década del XX, nos damos cuenta de la importancia que tuvieron sus legados pese a las vicisitudes académicas de la época. Como ejemplo tenemos a Marie Curie (1867-1934), la científica más reconocida dentro de la historia de la ciencia, cuyo hallazgo se consideró como un verdadero cambio científico que revolucionó al mundo; descubrió que la radioactividad era una propiedad intrínseca del átomo, descubrimiento que le valió el primer Premio Nobel (1903). Marie Curie, iniciadora de la física nuclear, fungió paralelamente como docente de la Sorbona y como directora de investigación en el laboratorio del Instituto del Radio. Por sus descubrimientos científicos en dicho laboratorio fue que recibió su segundo Premio Nobel (1911). No es de sorprendernos los frecuentes problemas que también tuvieron que pasar las mujeres estadounidenses en su formación profesional. Elizabeth Blackwell (1821-1910), es la primera mujer doctorada en medicina en Estados Unidos de América y la primera en ejercer la profesión médica en ese país. Aunque Blackwell nació en Inglaterra emigró junto con sus padres a Norteamérica cuando tenía 10 años de edad. Una vez que se establecieron en New York, su padre creó un negocio propio (refinería de azúcar) que les daba lo suficiente para vivir. Tras la muerte de su progenitor, Elizabeth decidió estudiar medicina. No fue nada fácil debido al rechazo que recibió de varias universidades por el sólo hecho de ser mujer. “Los doctores Warrington y Joseph Pancoast la aconsejaron estudiar en París, punto clave para la enseñanza de la medicina de la época, pero disfrazada de hombre, lo cual rechazó Elizabeth radicalmente”.3 Después de un tiempo de búsqueda logró ser admitida en Genera (New York), universidad de la que se tituló en enero de 1849. El ejercicio de la profesión le fue aún más difícil que el mismo ingreso a la universidad. Nadie quería contratar a una mujer aunque la avalara un título profesional; no existía la cultura y la confianza de que una fémina se dedicara a la práctica clínica. No satisfecha, re-
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El Festival de la Ciudad: un proyecto con pertinencia social
Festival de la Ciudad
María del Carmen Reyes García1 Con motivo de que se le otorgara a Zacatecas el título de Ciudad en 1585, la Asociación de Historiadores Elías Amador A.C. inició el proyecto del “Festival de la Ciudad” para lograr su objetivo primordial: vincular a la sociedad con el conocimiento de su pasado. El primer programa, en 2005, consistió en una serie de actividades que buscaban un equilibrio entre las convencionales conferencias, mesas redondas y exposiciones en foros exprofeso para ello y una actividad que decidimos denominar “Rincones de la ciudad”, que perseguía el mismo objetivo, pero esta vez, saldríamos a buscar a la sociedad, a sus barrios, calles, plazuelas, templos, para contarles la historia de su barrio y para que ellos compartieran con nosotros y con sus vecinos
su historia, en una especie de verbena que celebraba nuestro común interés: rescatar, promover, y proteger la identidad, más allá del reconocido centro histórico de la ciudad y más allá de los discursos unilaterales de los estudiosos de la historia. Al final, año con año, fueron los rincones de la ciudad la actividad que más se fortaleció, pues era la primera vez que los historiadores salían del aula a buscar y escuchar a los habitantes de la ciudad, de tal manera que elegimos intencionalmente cada año un escenario de la ciudad fuera de los convencionales lugares académicos. Por un lado resultó enriquecedor y por otro constituyó todo un reto, pues si bien resulta cercano e innovador ponerse en una calle, plaza o mercado a com-
partir sobre la historia de la ciudad, lo cierto es que en cada evento sorteamos dificultades como el mal clima, el ruido, o el ausentismo por la misma innovación de transformar los espacios en foros para la historia. Las actividades académicas en formato tradicional quedaron reducidas dentro de este programa, planteándonos el reto de que como asociación pensáramos en nuevos proyectos de difusión, aprovechando festividades del calendario o problemáticas sociales para realizar los foros académicos, pues el festival había cobrado pertinencia social y quedaba claro que su esencia sería la de salir a las calles a dialogar con sus habitantes. El Festival de la Ciudad no es un evento de un día, no se desarrolla sólo en espacios
cerrados, no se trata de discursos unidireccionales; se trata de un programa de actividades cuyo eje central es la ciudad y su historia; por lo que cada edición lleva detrás un trabajo de organización, gestión de espacios y recursos, investigación histórica, charlas con los habitantes de los barrios, para finalmente culminar en ese momento en el que habitantes e historiadores reflexionan sobre el devenir histórico de la ciudad. Ha sido un ejercicio de enriquecimiento mutuo, pues si bien nosotros como Asociación buscamos compartir nuestras investigaciones con los habitantes de cada rincón de la ciudad, al final experimentamos la gratificación de encontrar que la ciudad y su historia viven a través de su patrimonio intangible, sus tradiciones, sus leyendas, historias y lo más importante: sus habitantes. Este 2015, en la octava edición del Festival de la Ciudad, se conmemoraron los 430 años de que se le otorgara el título de ciudad a Zacatecas, por lo que la AHEA tomó el centro histórico, con una temática renovada, abordando actores históricos como protagonistas en lugar de barrios antiguos, ahora son músicos, libreros y comerciantes, extendiéndonos con ello más allá del patrimonio cultural monumental, llegando nuevamente al patrimonio cultural que ha dado vida a esta ciudad durante su existencia: el habitante, que es finalmente el patrimonio más importante, quien habita, crea y modifica a la ciudad. Somos conscientes que una ciudad que no se administra atendiendo la voluntad de sus habitantes, que antepone el edificio a su sociedad pierde su razón de ser, ya que como centro urbano su prioridad es la de ser habitada, ésa es la esencia de su origen y transformación. Si se prioriza al edificio sobre el habitante, la ciudad corre el riesgo de terminar despoblada y derruida. La ciudad como espacio físico está ligada a la ciudad como espacio social. Pues no tendría razón de ser su existencia si sólo sirve para ser exhibida; es el habitante y las actividades de éste, lo que finalmente otorgará identidad y espíritu a una ciudad. El secreto en realidad es simple: lograr el equilibrio entre espacio físico y sociedad. No me resta más que agradecer a la gente, los amigos y las instancias que han confiado en nosotros, por las complicidades para realizar este sueño, nos vemos en el 9º Festival de la Ciudad… “para que siempre haya memoria”. 1
Licenciada y Maestra en Historia por la Uni-
versidad Autónoma de Zacatecas; Maestra en Turismo Cultural por la Universitat de Girona, España. Socio Fundador y Activo de la Asociación de Historiadores Elías Amador A. C.
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Barrios de Zacatecas. La vida en una ciudad minera
Libros
Historia local para los locales Por Carlos Flores Barrios de Zacatecas. La vida en una ciudad minera es una publicación que se puede abordar desde dos enfoques. El primero es el del lector común, donde encuentro grato estas perspectivas de la ciudad de Zacatecas, es decir, desde los barrios de la ciudad: barrios antiguos y con funciones específicas, que permiten ver mi terruño con otros ojos, a entender desde otra mirada el desarrollo de esta urbe, que si bien no ha cambiado mucho en los últimos 300 años debido a su trazado con espacios que siempre han estado inamovibles e inmutables, sí han albergado otras costumbres y otras formas de vida. Así pues y como ejemplo, quiero abordar los textos. El de María Lorena Salas Acevedo, Barrio de Tonalá y Chepinque, me hizo entender mi barrio, porque es donde actualmente resido, con otra piel, con otro sentido en su trazado y sus edificios. Lo que para mí fue Quebradilla, esa enorme pendiente que en un tiempo representaba la fontera de la ciudad de mis abuelos con la moderna que se expandía mientras yo crecía, por el artículo de la doctora se me presenta ahora como un lugar de mineros, donde los labradores del subsuelo construían sus viviendas y consagraban su trabajo, como un espacio con transformaciones importantes, pues en sus páginas soy testigo de la construcción de la alameda, del interior de la capilla de chepinque y de la disposición de los barrios mineros. El de la maestra Hesby Martínez Díaz me muestra un Barrio de San Juan de Dios, distinto a éste que tengo en la memoria, con un templo escondido que muy pocas veces he visitado al lado de un hospital al cual varias veces he concurrido y cerca de un colegio del cual estuve a punto de ser profesor. Tras la lectura del artículo veo otro lugar con más vida, con historia, pues hace más de doscientos años era el límite de la ciudad, el punto de salida de los viajeros a la Ciudad de México. Asimismo, el lugar vio nacer un templo de la orden de Santo Domingo así como un pequeño hospital, mismo que, en tiempos de la revolución se convertiría en el primer hospital civil de la ciudad, en el cual se atendían enfermos y heridos y hasta personas que padecían de su facultades mentales. Fue también escenario de crueles eventos, pues ahí fue fusilado el hijo de Víctor Rosales, y varios prisioneros de mi general Pancho Villa fueron ajusticiados y los cuerpos quemados, por lo que un terrible olor estuvo en el aire por varios días. Del mismo
modo, en esas calles se vio nacer la ciencia en Zacatecas, la ciencia al servicio de la sociedad y como ideal de modernidad porfirista, pues ahí se desarrolló la vacuna antirrábica por el doctor Eduardo Liceaga, quien trajo la vacuna desde Francia de manos del propio Luis Pasteur. A espaldas de una ciudad: rumbo a Guadalajarita, de la maestra María del Carmen Reyes García nos habla de una parte de la ciudad muy importante, aquélla que se construyó a lo largo del Arroyo de la Plata, lo que permitió que la ciudad tuviera una forma, aunque irregular, unida a través de sus dos rillas así como por sectores, o mejor dicho, cuarteles, como se les decía antes a los puntos geográficos de la urbe. Nos habla también de la necesidad de embovedar el arroyo, pues al tiempo que se edificaban inmuebles a su alrededor se contaminaba éste, convirtiéndose en un espacio de malos olores, inmundicias y, por ende, foco de infecciones. Alrededor del arroyo vemos cómo se desempeñan los diferentes oficios y cómo surgen distintas calles: Pancitas, La real
aduana, el callejón de San Pedro Nolasco, el callejón del Mesón, del Gusano, el callejón de las Campanas, la calle del Deseo y la plazuela y callejón de Guadalajarita. Sin duda, esa bóveda sobre el Arroyo de la Plata fue un elemento del paisaje urbano que permitió que los artesanos y obreros de la ciudad que vivían en el extremo posterior del mismo, se integraran con la mancha urbana, es decir, con ese Zacatecas construido en la colonia por mineros y comerciantes. Finalmente, el texto El barrio de Los Bolos y la Filarmónica, del maestro Edgar Jahit Ávila Castro, nos dará un recorrido por la formación de la ciudad desde el otro extremo del arroyo, un barrio de tradición minera que creció en terrenos irregulares pero que se distinguía precisamente por tener canchas der rebote en donde se jugaba a Los Bolos. Pero sin duda, lo más atractivo es esa construcción que se denomina La Filarmónica, antes llamada Villa de Rosas, construida por el capitán Jorge Temiño de Bañuelos para su bella esposa Perla Santini debido al
sacrificio que significó haberse trasladado de la madrileña patria a esta agreste y rústica ciudad minera. Con el tiempo, la construcción pasó de ser una casona de estirpe burguesa a una fábrica de aguardiente, y de una casa comercial a un depósito de agua para la población. Ya en el siglo XX de ser una casona abandonada y llena de leyenda y sombras sobrenaturales se transformó en una institución educativa y burocrática. El libro es el primero de muchos. Es un intento por rescatar la historia local para ofrecerla a los locales, a la misma gente que habita ahora esos barrios. Se espera lograr hacer una interesante mezcla entre la historia académica, es decir, la de los archivos y otras fuentes válidas, con la historia oral y la memoria colectiva. Por lo que en su presentación, los miembros de la AHEA (Asociación de Historiadores Elías Amador) invitaron al público a que sugiriera barrios para una futura publicación, y no sólo eso, sino que si se tenía alguna anécdota o algún documento que pudiera enriquecer este proyecto, sería bueno que se trabajara en conjunto.
Artes Visuales
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Las nómadas De Magdalena Okhuysen*
Las nómadas van y vienen, desvanecen el tiempo de los ciclos en instantes que se hacen años, funden la luz en ráfagas. Luz que muta y estalla y oscurece; cuando vuelve a encenderse, todo es nuevo para siempre y nunca más.
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Artes Visuales *Magdalena Okhuysen se ha dedicado especialmente a la edici贸n, a la cr铆tica literaria y teatral y a la fotograf铆a. Actualmente, dirige Texere Editores y MeDea Print, un estudio digital que se enfoca en soluciones de impresi贸n para artistas.
Promoción de la Lectura
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Mis muñecos huelen a hospital, medicinas, inyecciones, enfermedades y enfermeras y esto me lleva a recordar a las personas que me las regalaron. Mi mamá huele a tela e hilo y mi abuelo a soledad, entonces recuerdo las noches de miedo que mi mamá me consolaba, y mi abuelo nos veía jugar con las mangueras del parque Sierra de Álica y nos llevaba a ver el teleférico desde el mirador del periférico. Mis muchecos (sic) son tierno, caliente, bello y mientras veo llover me provoca ronchas, pienso en las tardes cuando nos mojabamos (sic) con mi abuelo y regresabamos (sic) a la casa para que mi mamá me regañara. El sabor del limón me lleva a las fiestas donde mi mama (sic) tomaba tequila Jarro viejo con limón.
Al momento de compartir los escritos, esta niña fue la que se llevó la ovación y también la primera sorprendida con su producto. Quiero resaltar, de igual manera, la presencia de un chico de nombre Francisco y al cual le agradaba le dijeran Paco. Pues bien, Paco nos había acompañado desde un año antes, cuando él tenía 12. Siempre había acudido con sudaderas de capucha que le cubría la cabeza. En esa época alguien en la biblioteca consideró pertinente que quien ingresara a la misma se descubriera la cabeza cual si entrara a un templo religioso. Siempre me pareció absurda la medida, pero había que acatarla. A Paco se le permitía que no cumpliera con esa norma, había algo en él que manifestaba su rechazo absoluto a ella. Hacia la segunda semana, por sí solo, Paco se quitó la capucha y descubrimos algo: sólo tenía una oreja, pero nadie hizo el más mínimo comentario ni expresión alguna. Paco se desenvolvió bastante bien, se interesó por la poesía de Neruda e incluso bosquejó un graffiti a partir de un soneto del vate chileno, en su cuaderno con la firme
De la lectura del libro a la lectura de la realidad en el mismo viaje y de regreso: los talleres de lectura en la biblioteca pública como herramienta de formación del bibliotecario (Segunda de tres partes) Por Eduardo Campech Miranda intención de realizarlo en una pared de su colonia. Ése fue el primer taller donde pedíamos a los asistentes que nos evaluaran junto con el espacio, la temática y la coordinación. Comparto la opinión de Paco: […] igual que el año pasado al curso que vine estuvo un poco mas divertido por casi no asemos (sic) nada y puro juego y en este taller es igual pero por mayor rason (sic) pues aprendi (sic) cosas que no sabia (sic) bien o no las memorisaba (sic) y me yevo (sic) un recuerdo de unos amigos muy especiales por varias rasones (sic) que me trataron como una persona.
Cuando leímos las últimas seis palabras de Paco nos conmovimos. ¿Entonces cómo lo habían tratado en otros espacios? ¿Hablamos de la escuela, la calle, incluso la casa? Ese año aprendimos lo importante que es hacer consciente al ser humano de su propio discurso, de su capacidad de crear con las palabras. Por eso Cristina estaba emocionada. Escribir ya no era sólo copiar, era inventar, recrear, componer el mundo. También aprendimos que la biblioteca pública siendo una institución humanística, antes que formar lectores, debe formar seres humanos. Paco nos dio la muestra. [Continuará la próxima entrega]
El Picaporte
Ni “jóven” ni “felíz” Por Simitrio Quezada Uno de los grandes defectos gramaticales de estas generaciones es el de omitir la acentuación ortográfica en aras de la intuición. Es decir: se ante-
pone el “Cómo me suena esta palabra” a las genuinas reglas ortográficas. Así tenemos, por ejemplo, que muchos ponen tilde ortográfica al
Retrato de un hombre joven. Óleo sobre tela de Bonifazio Veronese, pintor italiano quien falleciera un día como hoy, 19 de octubre, pero de 1553.
adjetivo “feliz”. Por puro sentimentalismo, porque creen que la tilde pone énfasis en ese estado anímico o de plano porque creen que la tilde hace que la palabra escrita quede mejor adornada. Suena absurdo, pero créanme que sucede. También los hay quienes asientan una tilde ortográfica sobre el adjetivo “jóven”, quizá por relacionar esta palabra con “árbol”, “cárcel” u otra semejante. Olvidan los imprudentes de los que ahora comento que las palabras
en el español terminadas en “n” o “s” deben pronunciarse naturalmente con acento o pronunciación grave. Y que, en el lado convexo, si la palabra termina con “z” debe pronunciarse con acento agudo. Así que, aunque la felicidad del tipo raye en el orgasmo, “feliz” siempre se escribirá sin tilde. Les encargo, por favor. *Lo invito a que envíe comentarios y demás inquietudes a: siquezada@hotmail.com
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La Dolorosa de Grémillon, 1934 Por Carlos Belmonte Grey La comedia ranchera es tenida por los cinéfilos mexicanos –y extranjeros- como una marca de registrada, casi como una denominación de origen. El folclore en las películas inaugurales del género como Allá en el rancho Grande (Fernando de Fuentes, 1936) o Cielito Lindo (Roberto O´Quigley, 1936) detonó el mercado nacional cinematográfico y se exportaron a Sudamérica. La trama cantada por personajes vestidos de “charros mexicanos y chinas poblanas” se descubrió y difundió rápidamente y ha dejado la impresión que es producto único en la cinematografía mundial, sin embargo, esto no es totalmente cierto. En esta misma época, en la España de la República y que se preparaba para afrontar la Guerra Civil, se estaba teniendo el auge del propio folclore nacional, que se conoció como La españolada. De esta corriente, recientemente, tuve la oportunidad de ver una producción inaugural, La Dolorosa, dirigida por Jean Grémillon y estelarizada por Agustín Godoy y Rosita Díaz Gimeno.
Se trata de la puesta en escena, delante de las cámaras de cine, de la zarzuela del mismo nombre. Una trama de amor dirigido por la moral omnipresente del catolicismo, de la tentación de las mujeres que al ser “seres incompletos” (Dios las hizo distintas) no miden los peligros de sus palabras delante de los hombres y de la apología a los instintos donjuanescos del hombre. La Dolorosa deberá, por tanto, soportar el engaño de un hombre citadino que la dejará embarazada. La noticia causará la muerte de la madre sufriente por la deshonra de su hija. La hija lo buscará para pedirle piedad por su hija pero será abandonada. Será el enamorado incondicional recluido en un convento para sufrir la congoja del primer rechazo que volverá para salvar a la abandonada mujer y reconocer el infante. Claro, todo ello, sólo con la autorización de los representantes de Dios en la tierra. La historia, al estar bajo el formato zarzuelero se cuenta con pequeñas escenas de diálogos monofónicos que pegan un brinco
sentimental sólo cuando la música aparece y consigue hacer avanzar el desarrollo de la trama. Aunque claro, a diferencia de una zarzuela de teatro, ahora Grémillon, amante
Castillo de sal si puedes Por Ester Cárdenas 1995 fue un gran año para el cine: Sostiene Pereira, de Roberto Faenza; El callejón de los milagros, de Jorge Fons; La ceremonia, de Chabrol; Chungking express, de Wong Kar-Way; Fargo, de los hermanos Coen; Historias de Lisboa, de Wenders; Estrella solitaria y El secreto de la isla de las focas (ambas), de John Sayles; La mirada de Ulises, de Angelopoulos; Nelly y el Sr. Arnaud, de Claude Sautet; Rompiendo olas, de Lars von Trier; Secretos y
mentiras, de Mike Leigh; Seven, de David Fincher; Tesis, de Alejandro Amenábar; Underground, de Emir Kusturica; Sentido y sensibilidad, de Ang Lee; Poderosa Afrodita, de Woody Allen; Memorias de Antonia, de Marleen Gorris y muchas más. He vuelto a ver Memorias de Antonia y la disfruté tanto o más que la primera vez, luego de veinte años la cinta sigue intacta. Es una película sobre cuatro mujeres: Antonia, su hija Danielle, su
nieta Therése y su bisnieta Sarah. Es una historia del campo, que gira en torno a las estaciones que suceden de la tierra que se trabaja, de los tiempos que van cambiando. Pero sobre todo, es un filme que se ocupa de la vida, del amor y de la condición femenina. A través de Antonia, que regresa a su pueblo con su joven hija, para enterrar a su madre, tras una ausencia de veinte años, conocemos a los habitantes del lugar: su amigo in-
de las tomas cenitales y los encuadres detrás de celosías, dota de un sentido cosmopolita y moderno la recuperación del folclore. Lo introduce en una corriente que quería formar la percepción de la España histórica, tradicional, en medio de la vorágine socialista y republicana que amenazaba a la nación. Las grandes tomas panorámicas sobre la planicie, suponemos de las tierras de Castilla, con poblados amurallados y construidos en torno a la Iglesia, los campos cosechados, las labores de los labradores sobre mulas, carretas y utensilios campiranos, con sus boinas y pantalones con medias remontadas hasta las rodillas, los chalecos y los moños o peinetas de las mujeres visten lo mismo que los trajes charros y las trenzas de las chinas. Este esquema se va a consolidar tras la llegada del general Franco al poder del Estado Español enfatizando en, eso sí, la importancia de la raza hispánica. Sin embargo, no es muy distinta de la que se asentaría en México como ícono de la mexicanidad.
telectual Dedos Torcidos, el cura jovial, Olga la rusa, el granjero Bas, seres que, lejos de disipar la historia, enriquecen el cuadro costumbrista que sirve de telón de fondo del desarrollo de su vida y la de su familia, y que se implicarán de un modo o de otro en sus destinos. La protagonista es una mujer fuerte, valerosa, independiente y llena de optimismo. Estéticamente, la fotografía y la música de la película reflejan los estados de ánimo; captan la luz de cada estación, oscurecen los momentos amargos y dan vida a los más felices. Son el complemento perfecto de una historia bien contada, profunda y ligera al mismo tiempo, que felicita la vida y no le teme a la muerte.
Cine
Desayuno en Tiffany’s, mon ku
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LA GUALDRA NO. 218 PROGRAMA OCTUBRE 2015, CINETECA ZACATECAS. Miércoles 21 18:00 Hrs. Una mirada a la inclusión desde el cine METAL Y HUESO Dir. Jacques Audiard Francia / 2012/ 120 min. Miércoles 21 20:00 Hrs. INAUGURACIÓN DE EXPOSICIÓN VÉRTEBRAS DEL DESIERTO, de Rafael Ordóñez Exposición individual de pintura. Acrílico sobre lienzo. Vestíbulo de la Cineteca Zacatecas Brindis Jueves 22 18:00 Hrs. Una mirada a la inclusión desde el cine MI PIE IZQUIERDO Dir. Jim Sheridan Irlanda / 1989/ 103 min. Jueves 22
AGENDA CULTURAL OCTUBRE 2015 JUEVES 29 19:00 horas Tradicional Concierto Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas Dir. Salvador García y Ortega Plazuela Goitia VIERNES 30 18:00 horas Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Plazuela Goitia Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas SÁBADOS 31 19:00 horas Sábados en la Cultura Música, Danza, Teatro Escalinatas del Antiguo Templo de San Agustín y Plazuela Miguel Auza DOMINGO 25 De 12:00 a 14:00 horas Salas de lectura “Eugenio María de Hostos” 15 años de mediación de lectura formando lectores en Zacatecas Coord. Efraín Gutiérrez de la Isla
México/ 2010/ 90 min.
20:00 Hrs. Película invitada EL GRAN PEQUEÑO Dir. Alejandro Monteverde México/ 2015/ 100 min.
Sábado 24 20:00 Hrs. Película invitada LADRONES DE FAMA Dir. Sofía Coppola EUA/ 2013/ 87 min.
Viernes 23 18:00 Hrs. Película invitada EL GRAN PEQUEÑO Dir. Alejandro Monteverde
Domingo 25 12:00 Hrs. Matiné SE LEVANTA EL VIENTO Japón/ 2013/ 126 min. Dir. Hayao Miyazaki.
Viernes 23 20:00 Hrs. Película invitada LADRONES DE FAMA Dir. Sofía Coppola EUA/ 2013/ 87 min. Sábado 24 18:00 Hrs. Película invitada EL GRAN PEQUEÑO Dir. Alejandro Monteverde México/ 2015/ 100 min.
Cupo limitado Sala de la Escalera Centro Cultural Ciudadela del Arte, Planta Alta DOMINGO 25 13:00 horas Tradicional Concierto Orquesta Típica de Zacatecas Casa Municipal de Cultura de Zacatecas Entrada libre Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MIÉRCOLES 21 y 28 18:00 horas Todos al Centro Histórico Miércoles de Danzón Plazuela Miguel Auza Coordina: Casa Municipal de Cultura de Zacatecas MARTES 27 20:00 horas Teatro, monólogo Solo Laboratorio Teatral CoInspiración – Dolores Hidalgo, Gto. Patio Central del Museo Zacatecano Entrada libre SÁBADO 31 19:00 horas Concierto Orquesta de Cámara
Domingo 25 18:00 Hrs. Película invitada BLADE RUNNER Dir. Ridley Scott EUA/ 1982/ 112 min. Miércoles 28 18:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños LOBO Dir. Edín Alaín.
del Estado de Zacatecas Dir. Arturo García Cuéllar Solista: Alfredo Aguilar, piano Auditorio del Museo de Arte Abstracto “Manuel Felguérez” Admisión $50.00 TALLERES, CURSOS Y SEMINARIOS Diplomado 2015 Literatura Clásica Española Serie: Las Raíces de Nuestra Cultura II Seminario: Barroco Del 21 de septiembre al 14 diciembre Centro Cultural Ciudadela del Arte Mayores informes: Subdirección de Enseñanza eInvestigación del I.Z.C. Tel: 922 21 84 Ext. 117 Taller de radio, televisión y realización de guión, dirigido a niños Dir. Sergio salinas De lunes a viernes, de 17:00 a 20:00 horas Cupo limitado Sala de Los Herrajes Centro Cultural Ciudadela de Arte, Planta Alta
Miércoles 28 20:00 hrs IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños FREAKS (La parada de los monstruos) Dir. Tod BRowning EUA/ 1932/ 64 min. Jueves 29 18:00 Hrs. Sala Mauricio Magdaleno, Cineteca Zacatecas. Entrada libre. CAPAS DE CEBOLLA Dir. Óscar Ramírez y Óscar Montero. México/ 2015/ 30 min. Jueves 29 20:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños EL GABINETE DEL DR. CALIGARI Dir. Robert Wiene Alemania/ 1920/ 63 min. Viernes 30
MUSEOS Y GALERÍAS MUSEO FRANCISCO GOITIA Huella Transitoria De Bernardo Calderón Permanencia: 29 de noviembre MUSEO PEDRO CORONEL Pintura De naturaleza y esencia De María Ángeles Chávez Permanencia: 31 de octubre CENTRO CULTURAL CIUDADELA DEL ARTE Exposición Permanente Sala despacho imperativa “Antonio Aguilar Barraza” Exhibición de fotografías, trofeos, documentales, vestuario y premios recibidos a lo largo de su carrera artística. De martes a domingo, de 10:00 a 17:00 horas Planta Alta / Entrada libre MUSEO DE BRACHO Fotografía Morismas de Bracho Permanencia: 31 de diciembre
18:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños MACARIO México/ 1960/ 91 min. Dir. Roberto Gavaldón Viernes 30 20:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños
EL EXORCISTA Dir. William Friedkin EUA/ 1973/ 121 min. Sábado 31 18:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños EL RESPLANDOR Dir. Stanley Kubrick EUA/ 1980/ 146 min. Sábado 31 20:00 Hrs.
IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños DRÁCULA Dir. Tod Browning EUA/ 1931/ 72 min. Domingo 1º de noviembre 12:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños LA LEYENDA DE LAS MOMIAS DE
GUANAJUATO Dir. Alberto Rodríguez México/ 2014/ 84 min. Domingo 1º de noviembre 18:00 Hrs. IV Festival de Día de Muertos Fray Joaquín Bolaños PSICOSIS Dir. Alfred Hitchcock EUA/ 1960/ 109 min.
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Teatro de TĂteres
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LA GUALDRA NO. 218 / 19 de octubre DE 2015
Río de Palabras
I guess you guys aren’t ready for that yet. But your kids are gonna love it! Marty McFly Si esta columna se publica como supongo el 19 de octubre, un par de días después Marty McFly habrá llegado a Hill Valley con el Doc Emmett Brown para impedir que su hijo sea encarcelado y arruinado. Ése es el motivo detonante de la trama de Back to the Future II. La fecha señalada por todos los fans de BTF es el 21 de octubre de 2015. En cuanto Marty cronoaterrice nos daremos cuenta que tal vez no vivimos en futuro, porque no contamos con: los tenis ajustables, la chaqueta autosecable, la tabla flotante, la Pepsi Perfect, la pizza hidratable. No, la verdad es que no somos el mejor futuro que la gente del pasado querría, que habría soñado. Tampoco tenemos una democracia (ni la mejor democracia del mundo puede compararse con la verdadera), no hemos acabado con la pobreza ni el hambre, ni siquiera contamos con cobertura médica para todos los habitantes del planeta. Seguimos inmersos en guerras, como si todavía libráramos una Cruzada. Hemos erradicado algunas enfermedades, como la viruela, por ejemplo, a cambio de fabricar otras, como el ébola. En los últimos 10 o 20 años hemos puesto en peligro de extinción a más especies que en los cien años anteriores. Así somos de rápidos
Doc Emmett Brown , BTF.
Back to the Future Por Edgar Khonde para exterminar nuestros recursos. No necesitamos que ningún George Romero escriba el guion del apocalipsis zombie, somos peor que cualquier tipo
Neblina azul Por Alberto Huerta Para Andrés González Tova y Malinali López Niebla púrpura en todo mi cerebro últimamente, las cosas no parecen las mismas actúo de forma graciosa, pero no sé por qué discúlpame, mientras beso el cielo no sé si bajo o subo si soy feliz o desdichado. Jimi Hendrix El tren venía a toda máquina atravesando la espesa niebla gris azulosa. Está a punto de entrar a los andenes de la estación del ferrocarril. Venía dando campanazos y largos pitidos. Fue aminorando la velocidad conforme fue entrando en los andenes. Espesas nubes de vapor envolvían a la máquina. De los vagones comenzaron a bajar viajeros que vestían gabardinas y gruesos abrigos. Oscuros sombreros de fieltro.
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Cargaban maletas y bolsos. Las mujeres con sus peinados esponjosos. La mirada endurecida. Pero no se miraban entre sí. Entre ellos. Actuaban como si estuvieran solos. Sentado desde la banca yo los miraba. ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen? ¿A dónde se dirigen? ¿Qué amores vienen arrastrando? ¡Váaaaamonos! Grita el conductor moviendo en círculos su lámpara. El tren entre campanazos, pitidos y espesas nubes de vapor comienza a ponerse en movimiento. Las ruedas empiezan a rodar. Partió. Fue engullido por la espesa nieva gris azulosa. La estación pronto se quedó vacía. Como suspendida en la nada. A mí me venció el sueño y empecé a soñar. La estación del ferrocarril se fue poblando de extrañas criaturas. Viajeros presurosos. Padres que despedían a sus hijos. Esposos amorosos. Amantes ansio-
de plaga. Y lo sabemos. A lo mejor el único que puede salvarnos, después de visitar y percatarse del desastre de Tierra, es Marty. Ojalá
que observe y regrese a 1985 para decirnos que la hemos cagado, que somos tan imbéciles que vivimos en esa distopía llamada el peor de los mundos.
Rastrillos Por Pilar Alba ¿Quién no, al ver a su padre frente al espejo meneando con una brocha los residuos del jabón en una taza rota, batiendo la crema con la cual después se enjabonaría la cara para luego pasar lentamente el rastrillo y retirarse la barba, no soñó con ser ya grande y poder estar frente al espejo repitiendo ese ritual? ¿Quién no, se quedaba viendo cómo después de rasurarse y quitarse los residuos del jabón con agua, secarse con la toalla, su padre se ponía una olorosa loción que iba dejando un aroma por toda la escalera? ¿Quién no robó a escondidas un poco de fragancia y se la untó en la cara luego de pasarse torpemente el rastrillo, y sentir el dolor del alcohol que se
sos. Perros vagabundos. Agentes viajeros cargando enormes maletas. Melancólicas señoritas. Soldados con licencia. Buscavidas recelosos. Señoras cansadas amamantando a sus hijos. El cielo oscuro se pobló de hadas que, como cocuyos, luminosas, voladoras.
metía entre las cortadas? Pues yo sí. Ésos son recuerdos muy vivos de mi infancia. Varias veces soporté el regaño de mi madre al encontrarme frente al espejo a punto de pasarme el rastrillo por la cara, y la sonrisa de mi padre untándome la nariz con un poco de crema de jabón. Y sí, soñaba con ser ya grande para que nadie me regañara. Y crecí yo, pero no mi barba, en aquellos primeros años de la vida no me ocupaba de las grandes diferencias. Crecí y no me salió la barba como a mis hermanos… al contrario se me ensancharon las caderas, me crecieron los pechos y me di cuenta que a las mujeres también nos hacen falta rastrillos, pero para otras partes del cuerpo.
Se escuchó una música extraña, con acordeones, violines, trompetas y guitarras. Abro los ojos. El andén de la estación del ferrocarril seguía vacía. En silencio. La niebla había adquirido tonalidades moradas, anaranjadas… Bostecé.