SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 366 /// 17 DE DICIEMBRE DE 2018 /// AÑO 8
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Rubí Tsanda Huerta. Foto: Juan Zacarías Gómez.
Rubí Tsanda Huerta (Santo Tomás, municipio de Chilchota, Michoacán, 1986). Es historiadora por la Universidad de Guadalajara y Maestra en Lingüística Indoamericana por el CIESAS. Escritora en su lengua materna, el p’urhépecha. En 2014, realizó la traducción de una antología de Octavio Paz en lengua p’urhépecha para el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). Además, ha publicado K’arhánkuntskuecha/ Delirios, Nauyaka Ediciones (Colección Yolkakiliztli, 2013), y Náandi pireku ma cheti sapiini / Cantos de una mamá purépecha a su hijo (a) (libro y CD), Nauyaka Ediciones (Colección Yolkakiliztli, 2017). Así como una antología publicada en la serie Originaria en 2018. [Una entrevista con ella, realizada por Armando Salgado, en páginas centrales].
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LA GUALDRA NO. 366 /// 17 DE DICIEMBRE DE 2018 /// AÑO 8
La Gualdra No. 366
Editorial Eran apenas las 11 de la noche del 11 de diciembre cuando las campanadas de catedral empezaron a repicar en la ciudad... la fiesta de la virgen era así anunciada esa noche fría zacatecana; los fuegos artificiales comenzaron también a esa hora y ya de madrugada, cuando las campanadas volvieron a sonar, recordé a López Velarde cuando decía: “Y una Catedral, y una campana mayor que cuando suena, simultánea con el primer clarín del primer gallo, en las avemarías, me da lástima que no la escuche el Papa”. Algo especial pasa cuando es día de la Virgen de Guadalupe porque la gente -creyente o no- comenta algo relacionado con ella, que si la misa, que si los cohetes, que si la peregrinación... pero todos saben por qué en las iglesias se ve el peregrinar de gente que entra y sale, con flores, con niños vestidos de Juan Diego a pagar una manda. Las tradiciones son fuertes y a mí me gusta cómo por lo menos ese día la gente sonríe confiada, más allá de las vicisitudes diarias y de una violencia a la que no terminamos por acostumbrarnos -y qué bueno-, todavía hay personas que ofrecen con el corazón lo poco que tienen en algunas casas del centro histórico, me refiero a la reliquia; esa comida muy sabrosa que algunas familias de creyentes ofrecen en días especiales como éste para pagar los beneficios recibidos durante el año. Este año me tocó probar la de la Calle del Grillo; al llegar, una niña muy amable nos recibió y nos invitó a entrar en la casa en la que un altar había sido dispuesto con muchas flores e incienso para adorar a la virgen. Ahí la gente rezaba y sonreía, la reliquia además tiene la virtud de congregar a los vecinos que se integran, hacen comunidad alrededor de la festejada, alrededor de la comida que se reparte por el puro gusto de dar, de ofrecer lo que se tiene en casa. El mole estuvo delicioso, sabía mucho a laurel; desde aquí agradezco a la familia que nos compartió de su comida ese día. Más tarde y a propósito de laureles, nos tocó ir a celebrar el cumpleaños de uno de los artistas más queridos en Zacatecas, me refiero al maestro Manuel Felguérez, que cumplió 90
años. Nos reunimos en la calle del Dr. Hierro, a espaldas del Teatro Fernando Calderón, en el lugar llamado Siempre fuimos, un espacio diseñado por otro artista -Alfonso López Monrealpara recibir a los amigos. El maestro Felguérez llegó acompañado de su esposa Meche, con esa sonrisa que nos ilumina a todos a su paso; ahí se encontraban sus amigos zacatecanos con los que ha convivido durante años y un grupo de artistas de diferentes disciplinas que lo recibieron con mucho cariño. Después de la cena, las fotos, la entrega de regalos -bufandas y el cuadro con su retrato que apareció en portada del número anterior de La Gualdra- y de los brindis en honor al cumpleañero llegó el pastel -decorado con una imagen de su Máquina estética-. Nos tocó ver a un Felguérez muy feliz y emocionado que dijo antes de soplar las velas: “Estoy muy agradecido. Todo ha sido sorpresa, todo ha sido nuevo. No tengo ninguna culpa más que el ‘horror’ de cumplir 90 años, que no se los recomiendo... pero, les recomiendo: es mejor llegar a 90 que no llegar”. Ése fue el primero de sus festejos en la ciudad, al día siguiente el Ayuntamiento de Zacatecas lo nombró Ciudadano Benemérito, más tarde se presentó su libro Manuel Felguérez. Obra pública; por la tarde dio una charla en la Cineteca Zacatecas y terminó el día en la develación de una de sus obras en la Nevería Acrópolis -en la celebración de su 75 aniversario-. El viernes, otra cena le fue ofrecida por Gobierno del Estado en su museo; ahí asistieron todavía más artistas y gente muy cercana al oriundo de Valparaíso. Sí, fueron días de mucha fiesta en honor a un artista extraordinario que además es un distinguido gestor cultural. Quedan también como prueba de esta algarabía por sus 90 años dos espectaculares instalados a la salida a Fresnillo en donde se manifiesta el respeto que se le profesa en Zacatecas; y su museo... un museo que les invitamos desde aquí a visitar. Que disfrute su lectura.
Contenido Desayuno en Tiffany’s, mon ku El Georges Pompidou de París dedica una retrospectiva al director de cine Isaki Lacuesta Por Sergi Ramos
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Las letras son semilla: Rubí Tsanda Huerta Por Armando Salgado
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La narrativa de Celia del Palacio: Ficción histórica para revalorar el papel de las mujeres Por Maliyel Beverido
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No has entendido nada Por Alberto Huerta Adelantado Por Pilar Alba
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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com
Directorio
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Desayuno en Tiffany’s, mon ku
6 Por Sergi Ramos
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l pasado lunes 26 de noviembre tuvo lugar la inauguración de la retrospectiva que el centro de arte contemporáneo Georges Pompidou le dedica al cineasta catalán Isaki Lacuesta hasta el 6 de enero del 2019. Este acontecimiento tiene su origen en la correspondencia filmada del cineasta de Girona con la directora japonesa Naomi Kawase, cuyas películas de ficción y documentales han sido también programadas en paralelo. En 2008, el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona promovió la realización de este intercambio filmado entre distintos cineastas, entre los cuales se encontraba el mexicano Fernando Eimbcke, y que ha circulado por numerosos centros culturales en el mundo. El Centro Pompidou ha retomado en varias ocasiones una de estas correspondencias, dedicando una retrospectiva a cada uno de los cineastas, junto con la producción de una instalación audiovisual y la realización de un corto enmarcado en una serie llamada Où en êtes vous… Una retrospectiva integral de sus largometrajes. El Pompidou ha programado la retrospectiva de todos los largometrajes del director catalán, junto con una buena parte de los más de treinta cortometrajes que ha ido realizado a lo largo de su carrera, casi siempre en colaboración con su partenaire Isa Campo. Esta selección de trabajos representa la cara más conocida de un cineasta inquieto, que también ha participado en la creación de numerosas instalaciones y espectáculos sobre las bellas artes, y en particular la arquitectura, la danza y la pintura. Una práctica artística polifacética que recoge la primera monografía sobre el director, Le cinema d’Isaki Lacuesta, publicada en francés, que salió a la venta durante la retrospectiva. La retrospectiva permite volver a ver algunas de sus películas esenciales, como el díptico sobre el pintor mallorquín Miquel Barceló rodado en Malí, compuesto por Los pasos dobles, una ficción inspirada por la forma del cuento oral, y que a través de la figura del escritor francés François Augiéras juega con las identidades múltiples dentro de una composición de relatos engarzados, y por El cuaderno de
/// Isaki Lacuesta. Foto de Amanda Villavieja
barro, un documental sobre una performance del pintor y de Josef Nadj basada en los gestos cotidianos de los habitantes del país Dogón. Entre dos aguas, su última película. Uno de los principales atractivos de la sesión inaugural fue la proyección de su última película, Entre dos aguas, ganadora de la Concha de Oro en el último festival de San Sebastián, un premio que el director recogió por segunda vez en su carrera. La película supone el regreso a su segundo largometraje, La leyenda del tiempo, rodado en 2006, que contaba dos historias cruzadas, relacionadas con la pérdida de un ser querido. Éstas estaban ubicadas en la isla de San Fernando, en Cádiz, lugar de nacimiento del cantaor flamenco Camarón de la Isla. La primera historia narraba el viaje a San Fernando de Makiko, una joven japonesa aficionada al flamenco, para aprender a cantar como Camarón y superar el dolor de la muerte de su padre, mientras que en la segunda un joven gitano, Isra, decidía dejar de cantar como forma de luto tras el fallecimiento de su progenitor. Esta película llevaba al ámbito de la ficción una serie de formas propias del documental, género en el que se inscribía
su ópera prima, Cravan vs Cravan, un trabajo que investigaba la figura del poeta y boxeador dadaísta Arthur Cravan. Esta aproximación singular a la ficción supuso en su momento una renovación de los códigos cinematográficos imperantes en el cine español. Hacia un hiperrealismo En Entre dos aguas, realizada doce años después, Isra ha crecido, y tiene que enfrentarse a las dificultades de la vida adulta y familiar. La primera secuencia, filmada con mucha tensión, cámara al hombro, pero de la que se desprende al mismo tiempo un cierto onirismo febril, nos muestra el parto de la mujer de Isra. Tras el nacimiento, y apenas el personaje acaba de tener a su hijo en brazos, un plano nos muestra cómo lo esposan para llevárselo a la cárcel. Esta primera secuencia escenifica el conflicto trágico que se cierne sobre el personaje cuando Isra reencuentra su libertad, entre la voluntad de convertirse en un padre de familia honesto y la tentación del dinero fácil, entre la búsqueda de sí mismo y el deseo de venganza del asesinato de su padre. También pesa el determinismo social por sus orígenes hu-
mildes, frente a la evolución de una sociedad que ya no parece ofrecer ninguna oportunidad para personas como él. A pesar de que la isla de San Fernando, con sus paisajes marítimos, permita ilusoriamente reanudar con la inocencia perdida de la infancia, en una bella secuencia en la que se baña con su hermano, el medio se ha vuelto definitivamente hostil. El propio director calificó Entre dos aguas como una película “hiperrealista”. No solo rodó con actores no profesionales, sino que su guion se inspiró de las experiencias de algunos de ellos para imaginar las vivencias de los personajes, con una trama que se iba reescribiendo cada noche después del rodaje, según lo que hubiera ocurrido en este. Probablemente estos elementos participen de la tensión y del sentimiento trágico que se desprende de ella, y que demuestran que Lacuesta ha alcanzado la plena madurez de su arte. La retrospectiva sobre Lacuesta, que se desplazará en 2019 hasta Girona y Barcelona, y que ha sido también reprogramada en paralelo en la Filmoteca Española de Madrid, certifica el reconocimiento de una voz única en el cine español.
Cine
El Georges Pompidou de París dedica una retrospectiva al director de cine Isaki Lacuesta
Poesía
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Las letras son semilla: Rubí Tsanda Huerta 6 Por Armando Salgado
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ubí Tsanda Huerta (Santo Tomás, municipio de Chilchota, Michoacán, 1986) es historiadora por la Universidad de Guadalajara y Maestra en Lingüística Indoamericana por el CIESAS. Escritora en su lengua materna, el p’urhépecha. En 2014, realizó la traducción de una antología de Octavio Paz en lengua p’urhépecha para el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI). Además, ha publicado K’arhánkuntskuecha/ Delirios, Nauyaka Ediciones (Colección Yolkakiliztli, 2013), y Náandi pireku ma cheti sapiini / Cantos de una mamá purépecha a su hijo (a) (libro y CD), Nauyaka Ediciones (Colección Yolkakiliztli, 2017). Así como una antología publicada en la serie Originaria en 2018. Ha participado en encuentros de poesía indígena en diversas partes del país: Mérida, Yucatán; Huehuetla, Puebla; Valle del Mezquital, Hidalgo; Tlapa de Comonfort, Guerrero; Cuernavaca, Morelos; Ciudad de México; así como en el festival de poesía Las Lenguas de América, Carlos Montemayor en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, de la UNAM, en su séptima edición. Actualmente contribuye a los esfuerzos para que su lengua materna se fortalezca, desempeñándose como académica en el Departamento de Idiomas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, donde enseña, documenta e investiga su lengua madre, además de difundirla con el objetivo de generar conciencia para revalorarla, haciendo uso de los distintos medios de comunicación: conduce en Radio Nicolaíta el programa Florecer la palabra que se transmite en lengua p’urhépecha en Morelia, Michoacán. Asimismo, produce y conduce el programa de radio Kurhámukperakua en Radio Uandári, en la ciudad de Uruapan. Armando Salgado: El pueblo purépecha ha sido un punto de referencia por sus distintas riquezas naturales y culturales sobre todo por su gran cosmovisión. Para ti ¿qué representa esto?, ¿cómo es la vida en esta región?, ¿de qué manera se vincula tu poesía con estas tierras? Rubí Tsanda Huerta: Mi pueblo, su gente, fiestas, gastronomía y todas las expresiones culturales incluyendo sus paisajes son fundamentales para la creación. Son tantas imágenes que captar por un artista visual, por un artesano y desde luego para el escritor. Mucho de lo que escribo refleja mucho de quién soy y ese sentido de pertenencia que tengo. Su historia es vital conocerla, así se puede apreciar, respetar y valorar a un Michoacán, a sus pueblos en la contemporaneidad, conocer el legado que nos deja su pasado se logrará ver con otra mirada tanta diversidad cultural y lingüística que resguarda. Mis letras son semillas en esta tierra tan fértil que algún día crecerá y dará fruto, por ahora ya echaron raíces.
/// Rubí Tsanda Huerta. Foto de Juan Zacarías Gómez
AS: ¿Cómo te iniciaste en la lectura de poesía?, ¿cuáles fueron tus primeros referentes? RTH: Trato de hacer memoria, recordar exactamente qué caminos me llevaron a acercarme a la literatura y creo que con precisión no lo sé. Tengo recuerdos vagos cuando estudiaba la secundaria en un internado indígena en el Municipio de Paracho, Michoacán. Ahí tuve un profesor que me prestó un día un libro, que nunca se me olvida, Pedro Páramo. Yo no entendía mucho en ese tiempo qué tipo de literatura era a la que me estaba acercando, pero me gustó mucho desde entonces. Cuando empecé a leer poesía, sin lugar a duda Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellanos, Elena Garro, Octavio Paz entre otros. La referencia más importante sin lugar a duda han sido mis abuelos y la gente mayor de mi comunidad, escuchar sus relatos, historias, cuentos y narraciones, hasta hoy en día es algo que disfruto mucho y no he dejado de hacer, en mi último libro precisamente hago una recopilación de cantos de cuna, cantos creados a partir de los consejos de mi abuela: cómo los cantos curan a los bebés y los protegen. AS: Has sido catedrática en diversos espacios y has traducido al purépecha a autores como Octavio Paz. ¿Qué representa para ti la traducción? RTH: Cada vez que hago una traducción de purépecha al español o viceversa me queda más claro que siempre será un gran reto. Respeto mucho ese oficio. Yo creo que toda traducción conlleva o implica mucho profesionalismo, tener claro y conocer a profundi-
dad las culturas y su idioma, sobre todo para traducir obras literarias, hay complicaciones y como lo dije anteriormente, es todo un desafío. Más que imprescindible la considero necesaria, pero lo primero que debemos reconocer es que no somos una sociedad lectora, nos cuesta trabajo leer, no hay todavía esa cultura y si nos cuesta trabajo leer en un idioma que todos entendemos, nos cuesta doblemente leer en lenguas indígenas. Para que haya escritores en lenguas indígenas, tiene que haber lectores en esos idiomas, entonces va junto con pegado. AS: Originaria es un proyecto michoacano coordinado por Celeste Jaime, el cual emprendió una gira de mujeres poetas por distintos rumbos. Compártenos tus improntas sobre esta experiencia. RTH: Una experiencia hermosa porque me permitió conocer el corazón de otras poetas, su sentir y el de su pueblo y una lengua diferente a la mía, pero que al final hay coincidencias en el sentir, vivir, pensar, nos hacen distintas nuestras lenguas, pero hay un lenguaje que conecta y ése es el del corazón. Escuchen, lean a Ruperta Bautista, poeta tzotzil. Otra de mis grandes pasiones es la radio. Tengo un programa en una radio cultural comunitaria en la ciudad de Uruapan, es el medio que utilizo también para difundir o fortalecer mi lengua. AS: Hasta el momento has publicado más de tres libros. Háblanos sobre ellos, ¿qué trazos hay entre uno y otro?, ¿cómo fue su cocimiento?, ¿hay ciertos elementos que consideres indispensables en la escritura de
poesía?, ¿en dónde podemos hallar poemas tuyos?, ¿qué le recomendarías a quien intenta escribir sus primeros textos? RTH: De mi primer libro al segundo hay una transición no sólo como poeta sino también como mujer. Delirios el primer libro, es una búsqueda porque justo es un libro que habla sobre los deseos y anhelos de una mujer purépecha, cómo ama, con quién sueña, qué busca. El segundo, ya habla de una etapa muy importante en mi vida y es la maternidad; el tercero, creo que refleja ya esa estabilidad que tengo ahora. Poemas míos, pueden entrar en la página de descarga Cultura UNAM y en algunos suplementos de algunas revistas y por supuesto en la librería EDUCAL. Para los que tengan ese deseo, gusto e inquietud por escribir, háganlo, es uno de los caminos que no sólo los llevarán a Roma, sino que, a conocer otros mundos, recomiendo que lean mucho, lean siempre. AS: ¿Qué música disfruta Rubí Tsanda?, ¿qué suele hacer cotidianamente? RTH: La música que más disfruto es música clásica, pero como tengo un compañero de vida que es violinista y director de una orquesta tradicional amo su música y disfruto mucho los sones y abajeños purépechas y las pirekuas (canto tradicional en mi lengua). Por ahora cotidianamente he encontrado un maravilloso oficio, ser mamá de Tsanda, una hija de un año y medio que estoy disfrutando muchísimo, me gusta cocinar y aprender a tocar algún instrumento y bordar. Hay una pirekua que me gusta mucho: “… porque en este mundo engañoso todo es un sueño, todo es una ilusión”. ¡Diosï meiámukua! ¡Gracias!
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Tiempo En la alborada el cielo abre sus piernas a punto de parir Nace el sol, irradia fuerza A medio día un joven inquieto se sonroja en busca de su amada Sale a beber el agua de los lagos, descobija la neblina con el que se cubren los bosques a saciarse de sed. Al llegar el crepúsculo, agotado reposa entre el viento, su amada se asoma la abraza, se despide y muere con la noche. [Inédito]
Achamasï tsïrírhi Nijkukatestiksï iurhíri axúniri ka auaniri jinkoni Kerapastiksï tarhetara ueratini Sesi ambarhati eska sïmba Sïrankuaksï uenasti uendurhani Sankani arhini uexurasti jájki k’aniri Éjpu ka jauiri jemba jantsïricha majku jondurikata sïrankuenkoni Enkaksï ts’irípkia kendikustiksï ka uenhanksï xanharani Tatá jurhíata ka naná echeri uajpa kuerhakata ka tsípikua Intspekata tatá janikua jimbó Iurhíri jimbo iuriatakata Ka isikasï uni jorhepini ka tsípikua kamani Imaksï arhíkuaristi: Achamasï tsírirhi
Hombres de maíz Fueron amasados con la sangre de los venados y conejos crecieron directamente desde las milpas esbeltos como la caña Primero les brotaron los tallos, poco a poco sus brazos de hoja fueron creciendo su cabeza y sus cabellos sus
pies unidos a las raíces Cuando maduraron se desprendieron del suelo y caminaron hijos del sol y de la tierra fecundadas por la lluvia y regadas con sangre para que tuvieran calor y vida. Fueron llamados: hombres de maíz. [Antología Originaria (2018)]
Tsípekua intspeti Xani ka xani ueratini Uarhi ma noteru uarhíati Ni uarhíti ni iurhítskiri, ni na irekaski o na jasï uandásïni Uarhínhati no jimbojatsïni uandikuaka Enka uarhínhaka sesi irekua jirhínhapani Uarhíti arhínhati eska jukaparaska Xani ka xani ueratini Uarhíti ma uarhísïndi tsípekua intspeni jamani Junkuasïndi uarhíkuaru ueratini Uarhíti sapíini ma jinkoni Xani ka xani ueratini Uarhíkua noteru uarhíkuesïndi Uarhíkua uarhítisti, uarhíti tsípekuesti Jucha no k’amakuriaka jimboka enka nema uarhíjka Máteru andajpinurasïndi, uarhínasïndi tsípekua intspeni jamani.
Dadora de vida De tanto en tanto No más mujeres muertas Sin excepción de edad condición de vida o raza Moriremos pero no porque alguien nos quite la vida Si morimos en busca de una mejor vida Entonces nos dirán que valemos Que la mujer vale
De tanto en tanto Una mujer muere cada vez que da vida Muere para dar vida a un nuevo ser De tanto en tanto la muerte ya no es muerte La muerte es mujer, la mujer es vida Somos continuación, no morimos Morimos para dar vida y volvemos de la muerte dando vida. Inédito
Poesía
Nitamakua Tsípechani auanda mítasïndi jantsïrichani Andajpinurhasïndi jurhiata uinhapiti Terúxukua tumbí jurhíata mereasïndi jirhínantati tembunani, Itsïmasïndi japondecharu ka p’ukurichani k’aropchakurantasïndi xúmarhata ka iusïmuntani. Tejkamati jurhíata kuatarasïndi, tembuna eratamasïndi p’arip’aritasïndi juatechani Inchateru tarhíataru mintsïkuarisïndi Tirhímarandu, xarantasïndi tembuna naná uarhí Kamapakuntasïndi ka jima chúrikuaru uarhísïndi.
Literatura
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La narrativa de Celia del Palacio: Ficción histórica para revalorar 1 el papel de las mujeres 6 Por Maliyel Beverido
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arece que a Celia del Palacio se le dan las letras: como académica es autora de diez libros sobre periodismo en México, ha coordinado trece libros de investigación sobre periodismo y cultura impresa y publicado un número importante de capítulos en obras colectivas sobre relaciones entre prensa, poder y violencia, historia cultural, cultura impresa y relaciones entre ficción, historia y biografía. También se le concedió el Premio Nacional de Periodismo en 2010 por los suplementos sobre Historia de la Prensa en México para la Revista Zócalo. Actualmente dirige el proyecto “Violencia y medios de comunicación en Veracruz” con financiamiento de CONACyT, y es Investigadora del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana. Sin embargo, lo que le ha dado popularidad entre un público no académico, son sus novelas, que narran de manera trepidante las vidas de mujeres que la historia ha desdeñado. Por ejemplo la novela Leona, publicada originalmente en 2010 por Suma de Letras, acaba de ser reimpresa por Planeta y se encuentra en numerosos puntos de venta. Maliyel Beverido: ¿Qué es lo que más te mueve, la investigación o la literatura de ficción? Celia del Palacio: Yo creo que ha sido por etapas. Toda mi infancia, adolescencia, y años universitarios pensé que iba a ser escritora, que no servía para otra cosa que ser escritora. Hasta después de terminar la maestría y que empecé a investigar, sobre todo asuntos de prensa, dejé un poquito de lado la literatura, aunque siempre seguí escribiendo poemas y demás. La maestría en sociología me cambió la vida, digamos, en el sentido de que me llevó por otros derroteros. Aunque creo que no están del todo reñidas, pues que cada vez que he escrito una novela he necesitado de la investigación, y en la investigación académica me he servido de la literatura. Lo que no sabría decir es como qué tanto es una cosa o qué tanto es otra. Digamos que he vivido de ser académica y hasta hace muy poco, con la publicación de mis novelas, la escritura volvió a ser fundamental para mi vida. Es un balance de ambas. MB: Bueno, tenemos Leona, Adictas a
/// Celia del Palacio
la insurgencia, No me alcanzará la vida, Mujeres de la tormenta, Hollywood era el cielo. Es muy evidente que tienes una preferencia por las heroínas ¿cómo las escoges? CdP: Pues un poco sin querer. Empecé por No me alcanzará la vida, que en realidad trata de un héroe [Miguel Cruz-Aedo], un poeta, militar, de Guadalajara. Pero la figura de la mujer que lo investiga en la novela, esa Sofía, fue como creciendo, aunque nunca dudé que a quien yo quería rescatar era a él, porque es una figura histórica, real… lo hice a través de los ojos de ella, que es como mi alter-ego ¿No? En los demás casos ya hubo una voluntad específica de rescatar a mujeres que no han sido lo suficientemente valoradas. Eso es el criterio fundamental. MB: Tus novelas tienen un sustrato histórico, pero son ficciones ¿cuál es el papel de la ficción en la historia? CdP: Llenar los huecos. Hay muchas partes que no se conocen, que la narrativa histórica no puede expli-
car porque se basa en documentos, y cuando no los hay lo que hace la ficción es tratar de completar lo que falta, que son las partes más íntimas de las heroínas. Por ejemplo no hay ninguna fuente que nos pruebe qué pensaba Leona, ella no lo escribió más que en algunos momentos. Tampoco sabemos exactamente a qué se dedicó durante el trayecto entre Guerrero y el Estado de México. La ficción rellena esos huecos, con algo plausible, o posible. Claro, hay que conocer al personaje. MB: Claro, tiene que ser verosímil. ¿Qué efecto tiene en el presente este replanteamiento de la historia? CdP: Yo esperaría que fuera una revaloración de las mujeres. Una recuperación de las figuras más o menos heroicas, porque hay muchas otras mujeres que no son heroínas clásicas. Incluso en heroínas como Leona, lo que estoy tratando de recuperar es su parte humana, con sus contradicciones de toda índole. No la estatua de bronce, sino
estos momentos pasionales, como cuando se pone a cachetear a Andrés [Quintana Roo], o cuando siente deseos por otros hombres, etcétera ¿no? Ojalá que esto sirviera para revalorar en el presente a las mujeres a lo largo de la historia. Que no pensáramos que no las hubo, porque en los libros de historia están ausentes. Se menciona a dos o tres por ahí, pero es como si toda nuestra historia estuviera hecha por hombres… MB: Estas mujeres de las que no se habla pero que participaron en la historia, estas heroínas no protagónicas ¿cuál era su papel? ¿Por qué la historia las ignora? CdP: Yo creo que hay muchas razones por las cuales no se menciona a las mujeres. Entonces no podían participar políticamente, nadie las escuchaba, no tenían una personalidad jurídica, no podían votar, no podían hacer muchísimas cosas. Pero siempre estaban en su casa y organizaban tertulias, disfrazadas de reuniones
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Literatura
literarias-musicales, donde se hablaba de política. Estaban muy enteradas y opinaban en el ámbito doméstico. Pero no lo hicieron de manera pública y no hay registro de lo que hicieron. Ellas no firmaron tratados de guerra, no ganaron batallas. Sólo hay documentación de las que transgredieron las normas, las que estuvieron en la cárcel. En particular ésas de la insurgencia que se llaman “seductoras de tropa”. Seductoras no necesariamente amorosas o sexuales, aunque muchas así lo hicieron, que iban con los soldados y les decían que se pasaran al otro bando. Eso, solamente tratar de convencer al otro, ya era una transgresión. MB: En general en tu narrativa de ficción hay un dinamismo muy visual. Uno lee figurándose lo que sucede. ¿Has pensado en llevar tus novelas a la pantalla? ¿Te lo ha propuesto? ¿Piensas en eso cuando escribes? CdP: Yo también, primero veo las escenas, así como cinematográficamente en mi cabeza, para escribirlas. Y, claro, me encantaría que algún día una novela se hiciera película. Varias personas me han dicho que les gustaría ver Las mujeres de la tormenta, y hace poco recibí a una persona interesada en hacer una película de Hollywood era el cielo. Yo no he buscado esos contactos porque no tengo tiempo. ¡Me voy a buscar un agente! MB: Por cierto, en internet se encuentra un tráiler2 y una playlist de Mujeres de la tormenta3 ¿cómo se dio esto? CdP: Esta novela fue de las primeras con realidad aumentada. En varias de las páginas había esos códigos QR que te llevan a imágenes relacionadas con la historia y a la música que tiene que ver. Y de hecho la música tiene un papel fundamental en todas mis novelas. Cuando estoy escribiendo también imagino la música que acompaña a los
personajes, las canciones que podrían estar oyendo. En Hollywood era el cielo se mencionan muy seguido varias melodías de la época. Habría que sacar también su playlist.
cana la quiere muchísimo, es un símbolo del mexicano que llega a triunfar ¿no? Y a nosotros ya no nos dice nada. Entonces ese olvido es lo que las une a las dos.
MB: Por un lado tenemos a Leona Vicario y por otro a Lupe Vélez, ¿qué uniría a estas dos figuras? CdP: Yo creo que tienen en común este olvido colectivo ¿no? Leona Vicario es claramente una heroína. Pero Lupe Vélez también, a pesar de que su vida fue totalmente diferente. Tal vez podría sonar menos épica, pero finalmente es una mujer que fue pionera en llegar a Hollywood. Hizo un esfuerzo importante que aquí nadie recuerda, es mucho más apreciada, por ejemplo, en los Estados Unidos. La comunidad chi-
MB: ¿Tu próxima heroína? CP: Estoy terminando una re-visitación de las Mujeres de la tormenta pero desde otro ángulo, que se va a publicar con motivo de la conmemoración de los 500 años de la llegada de los conquistadores a Veracruz. Se trata de mujeres que hicieron también cosas significativas, a lo mejor a un nivel mucho menos grandioso, pero cuya participación ha sido importante a nivel estatal y son apenas conocidas por los historiadores, pero el gran público no las conoce.
1 Ver: vimeo.com/69921927 2 Escuchar: soundcloud.com/celia-del-palacio/sets/mujeres-de-la-tormenta 3 No me alcanzará la vida: novela histórica sobre la guerra de reforma en México,1849-1859, Suma de Letras. Santillana, México, 2008. Leona: novela sobre la vida de Leona Vicario, heroína de la Independencia de México), Suma de Letras, Santillana, México, 2010. Adictas a la Insurgencia: relatos sobre las vidas de las mujeres que participaron en la Guerra de Independencia, Punto de Lectura, Santillana, México, 2010. Las mujeres de la tormenta: novela histórica sobre las mujeres afrodescendientes a lo largo de 500 años en Veracruz, Suma de Letras, Santillana, México, 2012. Hollywood era el cielo: biografía novelada de Lupe Vélez, Suma de Letras, Penguin Random House, México, 2014.
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No has entendido nada
Río de Palabras
6 Por Alberto Huerta
Somos un juego de espejos tú y yo. Tenemos una vida similar, pero invertida. Un raro reflejo, ¿verdad? Marcela Serrano e pedí que le dijeras y no me hiciste caso. Estoy en un lugar que no me gusta. Sí, estoy enojada. Ella me dijo cosas que me hirieron, me ofendió, fue muy grosera conmigo. Bueno… Yo también le dije cosas… que sabía la iban a lastimar. Sí, las dos nos agraviamos. ¿Que por qué te escogí a ti? No sé. Bien a bien, no lo sé. De
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verdad. No lo sé. Nunca me imaginé en esta situación. Además… quiero platicar con ella. Largo y tendido. Y que ella me platique sus cosas. Y… ni modo, si hay que llorar… lloramos. No tengo problema. Fue fácil dar contigo. Para nada. Pero de veras que no has entendido que sólo nos queda este chance. Yo te miro y te miro y de veras que no te entiendo. Si al menos no nos hubiéramos dicho tantas fregaderas. Sí. Yo le dije… Y ella también me dijo. No se quedó callada. Y la cosa se fregó. Los rencores nos separaron. No, no, nos veíamos, pero nomás nos estábamos aguantando para empezar de nueva cuenta con lo mismo. Yo me mordía la lengua y me imagino que ella también. Venía a verme y no veía el
momento para correr. Que si esto, que si esto otro. Ya vine y ya me voy. Y tienen que buscar en la casa un montón de cosas. Dijeron fuchi y se dieron la media vuelta. ¿Y mis cosas? Tú no quieres entender… qué vas a entender… andas todo destanteado… buscando cosas aquí y allá… ¿No te das cuenta que la tristeza te está comiendo por dentro? Ni tan siquiera te empujas unos buenos tragos de mezcal… o de ron… unas cubitas no te caerían nada mal. Anímate. A lo mejor y hasta nos ponemos a cantar. ¿No te has dado cuenta que la vida se nos amargó… y nos tiznamos… no te creas… si me da tristeza verte así… ¡Qué angustia! No has entendido nada. Te la pasas esculcando por todos lados. ¿Qué buscas? Esculcas y es-
culcas. No tienes descanso. Nomás te veo. Te pones triste. Y te echas a caminar. Caminas por todo el pasillo. Te agarras del barandal y clavas la mirada en el patio. En las palmas. En el limonero. Y ni cómo ayudarte. Luego te sientas y comienzas a hablar, hablas de corridito. Me hablas. Y veo que no has entendido nada. Hablas y dices que no tienes miedo. Y, sí, no te da miedo. Para nada. Suspiras. Suspiras mucho. Como para no ponerte a chillar. Y deberías llorar. Pero es que… no has entendido nada. Te dije una vez y otra que le dijeras. Y no me hiciste caso. ¿Tienes miedo? Dile, dile, cuéntale que no me gusta dónde estoy, que nos dijimos muchas cosas que nos hirieron… no… no has entendido nada… nada.
/// “Estoy muy agradecido. Todo ha sido sorpresa, todo ha sido nuevo. No tengo ninguna culpa más que el ‘horror’ de cumplir 90 años, que no se los recomiendo... pero, les recomiendo: es mejor llegar a 90 que no llegar”. Manuel Felguérez en la celebración de su cumpleaños el 12 de diciembre de 2018, en el Siempre fuimos. Zacatecas.
6 Por Pilar Alba
A
rturo ve a su madre tirada en un rincón, de tanto llorar se ha quedado dormida. Él está sentado en el otro extremo enredado en una cobija calientita. Todos sus parientes se acercan, lo besan, le dan abrazos, eso le gusta. Lo que no le gusta es que cuando se van, piensan que él no los escucha mientras dicen: pobrecito… y se quedan viéndolo con cara de tristeza. Prefiere hacerse el dormido para que ya no se acerquen ni le digan nada. Desde la guarida en la que se ha convertido esa cobija ve
Adelantado
todo alrededor: los sillones llenos de gente, las señoras que rezan y cantan, las tías que también se han quedado dormidas. Al lado izquierdo se encuentra la caja, ahí dicen que está su padre. Él no ha querido ir a comprobarlo, no puede creer que su papá, tan enorme como él lo ha visto siempre, pueda
caber en esa pequeña caja. De pronto ve cómo dos hombres mayores se acercan: Se nos adelantó, dice uno de ellos. Así es, responde escuetamente el otro. Miran al interior de la caja y se alejan. Arturo se queda callado. Luego todo transcurre muy rápido: las tías despiertan a su mamá. Pobrecita ¿por qué no
la dejan dormidita?, piensa Arturo mientras la mano de su abuelo lo toma del brazo y lo conduce a la caja. Ándale mijito ven para que te despidas de tu padre. Arturo se acerca con miedo, pero su temor se serena cuando ve el rostro de su padre y piensa: Parece que está dormido, no sufre. ¿A dónde se habrá adelantado?