La Gualdra 393

Page 1

SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 393 /// 15 DE JULIO DE 2019 /// AÑO 9

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Antonio Luquín. Las columnas del coloso. Óleo / tela. 31 x 31. 2003.

Los herederos de la tierra, exposición de Antonio Luquín (Guadalajara, 1959) se inauguró el 11 de julio en el Museo Francisco Goitia. Esta colección de 46 óleos de diferentes formatos es una muestra del proceso creativo del artista plástico autonombrado “falso profeta” -porque lo que narra en sus cuadros ya está aquí, ya sucedió- a lo largo de más de dos décadas. Distopías, soledades, barcos flotantes, aviones, ruinas, animales deambulando en un tiempo suspendido son parte de los elementos gravitacionales alrededor de un mundo imaginado y cada vez más cercano a nuestra realidad. La exposición permanecerá en exhibición hasta el mes de octubre.

[Foto-galería de Los herederos de la tierra, de Antonio Luquín, en pág. centrales]


2

LA GUALDRA NO. 393 /// 15 DE JULIO DE 2019 /// AÑO 9

La Gualdra No. 393

Editorial

L

a temporada vacacional en Zacatecas viene cargada de muchas actividades artísticas y culturales y qué bueno, porque quienes vivimos aquí y no saldremos de la ciudad, tendremos varias opciones para disfrutar de estos días veraniegos; si usted es de los que permanecerán aquí estos días, o bien, es un visitante que nos lee, tal vez encuentre útiles las recomendaciones que le hago a continuación: En el Museo Francisco Goitia, se acaba de inaugurar una exposición llamada Los herederos de la tierra, del artista plástico originario de Guadalajara, Antonio Luquín (1959), a quien tuve la oportunidad de entrevistar la semana pasada. La conversación que tuve con él fue sumamente interesante y escucharlo bien podría contextualizar el escenario de su producción plástica. Antonio Luquín pinta desde que era muy joven, pero se dedica a ello de manera profesional a partir de la década de los años 90, cuando después de incursionar en distintas actividades -entre ellas la de funcionario de Bellas Artes- decide que debe dedicarse de tiempo completo a la pintura. Luquín es un pintor figurativo de imaginación desbordada y de una sensibilidad tal que combina la pintura con la música, pues además es compositor e integrante de una banda de rock; es un constructor de historias llenas de escenarios distópicos, su obra, es “animación suspendida”, dice este artista además que es un “falso profeta”, porque todo lo que vemos en su obra “ya es, no es la anticipación, son vocablos distintos de algo que ya tenemos, que nos rodea y de algo que también estamos padeciendo. En el caso de pintor es algo que también inspira, son imágenes muy poderosas, transformadas por la mano, la imaginación del pintor [...] es algo que ya tenemos: la degradación del espacio físico y de una degradación del alma colectiva”.1 Con esta muestra de obras al óleo en diferentes formatos y distintas épocas, podemos además hacer un recorrido por los distintos temas que ha manejado este artista radicado en la CDMX desde hace muchos años y que convergen en un tema inquietante: la degradación

de la humano. Visite el Museo Francisco Goitia (recuerde que cierra los lunes), de 10:00 a 17:00 Hrs. Esta semana se inaugurará en Fresnillo el Festival de Cine en Fresnillo. Del 16 al 21 de julio están programados un gran número de películas, cortometrajes, cine al aire libre, cine conciertos y música para todo tipo de público; y en esta ocasión las actividades están consideradas en distintos escenarios como el Teatro Echeverría, Rinconada de la Purificación, Hospital General de Fresnillo, Los Portales, Polideportivo de la Col. Emiliano Zapata, la Calle Morelos y la comunidad de Plateros. No pierda la oportunidad de asistir a este festival; 2 Fresnillo está muy cerca de la ciudad capital y puede aprovechar para comer allá mismo (le recomiendo los camarones al mojo de ajo en el Pacífico y el pollo almendrado de Yee Restaurante), recuerde que la mayoría de los eventos es gratuita. Y a propósito de comida, seguro ya se dio cuenta que la temporada de tunas inició ya y que en la placita que está muy cerca de la Fuente de los Conquistadores empezaron ya a venderse. Ahí encontrará tunas de todos colores: rojas, amarillas, verdes, púrpura y las de color naranja; todas tienen un nombre diferente, los señores que las venden le dirán que las verdes son blancas, por ejemplo. El caso es que durante estas fechas puede aprovechar para caminar por la ciudad, deleitarse con la maravillosa arquitectura de nuestros edificios, o con el acervo de nuestros museos. Si va al Museo Felguérez, o al Rafael Coronel, las tunas le quedan muy cerca, pruebe de todas, además de deliciosas, tienen muchas propiedades alimenticias y medicinales; su alto contenido en minerales y vitaminas C y B están comprobados, pero dicen también que ayudan a bajar los altos niveles de colesterol y triglicéridos. La próxima semana le hablaremos también del Festival Zacatecas del Folclor Internacional, que se llevará a cabo del 28 de julio al 4 de agosto. Mientras tanto... Que disfrute su lectura.

Directorio

Contenido

Viaje al Mar de la Tranquilidad Por Francisco Javier González Quiñones

3

Los herederos de la tierra, de Antonio Luquín en el Museo Francisco Goitia

4 5

“Desarmar las soledades”: el 73 Festival de Teatro de Aviñón Por Juan Francisco Grima Alarcón

6 7

Rocketman: la fábula musical de Elton John Por Adolfo Nuñez J. Festival de Cine en Fresnillo Por Redacción / La Gualdra

8

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


3

15 DE JULIO DE 2019

Viaje al Mar de la Tranquilidad ¿Quién logrará, con máquina potente, sondar el océano del éter, y llevarnos de la mano allí donde llegaron solamente los osados ensueños del poeta? El Gran Viaje. Amado Nervo,1917

Río de palabras

Por Francisco Javier González Quiñones t

E

l crepúsculo vespertino ha desaparecido en la inmensidad oceánica que en el horizonte nocturno se confunde con el firmamento salpicado de estrellas. Centelleantes briznas celestiales que chisporrotean en el inmensurable espacio cósmico. Una de esas briznas, como si fuera una estrella fugaz, se desprende de la bóveda celeste y me remite a la cápsula del Apolo XI, que como una bola de fuego desciende desde el espacio buscando el regazo del Océano Pacífico. La flamígera experiencia ha resecado mi garganta y de nuevo el bendito mezcal humedece mis recuerdos, esta vez del viaje a la Luna. Las imágenes del Apolo XI se rebobinan en mi memoria para dejar correr las evocaciones de esos días estivales de julio de 1969. Es un miércoles soleado y el ambiente festivo que reina en Cabo Kennedy paulatinamente se va tiñendo de ansiedad, conforme avanza la cuenta regresiva para el despegue del extraordinario cohete Saturno V. Cuando el conteo culmina, liberado de los tentáculos hidráulicos que lo sujetan a la plataforma de lanzamiento, el majestuoso cohete coronado por la cápsula Columbia inicia su ensordecedor despegue. Impulsado por una descomunal potencia y dejando tras sí una estela de fuego, ante la mirada de Arthur C. Clarke, Charles Lindbergh, Eugenio Méndez Docurro, Miguel Alemán Velasco y otros miles de atónitos espectadores que han acudido a Cabo Kennedy, la colosal nave se desvanece lentamente en el cielo. Diez minutos más tarde, a miles de kilómetros de la plataforma de lanzamiento, el Saturno V ha soltado en el mar sus dos primeras etapas y entonces la nave espacial, compuesta por el módulo de mando Columbia y el módulo lunar Águila, circunda la Tierra para posicionarse, a 187 km. de altitud, en la etérea pista desde la cual debe impulsarse hacia la órbita translunar. Después de tres horas de iniciado el despegue, la nave espacial alcanza los 40,320 km/h que requiere para vencer la atracción gravitatoria de la tierra y entonces, enfilada rumbo a la Luna, apaga sus motores para continuar viajando bajo el impulso de la inercia determinada por la Primera Ley de Newton. Al segundo día de su travesía, inmersa en el vacío sideral y a merced de las Leyes de la Gravitación Universal, la nave espacial ha reducido su velocidad a 3280 km/h, pero al acercarse al campo de la influencia gravitacional de la Luna esta velocidad empieza a incrementarse gradualmente. Cuando han trascurrido 75 horas del viaje, el motor de módulo de servicio se enciende y ajusta la velocidad de la nave espacial hasta los 5,850 km/h que requiere para entrar en la órbita lunar. Al completar 13 vueltas al satélite natural de la Tierra, y luego de sumar 100 horas de vuelo, la nave espacial ejecuta la maniobra previa al descenso lunar. El Águila, con Neil Armstrong y Edwin Aldrin a bordo, se desengancha del Columbia y enciende su motor para salir de la órbita lunar e iniciar su descenso sobre el Mar de la Tranquilidad. A punto de agotarse el combustible del módulo de descenso y tras una serie de inéditas peripecias resueltas por las habilidades de los astronautas Armstrong y Aldrin, el artefacto espacial se posa sobre la superficie lunar. Enseguida, en la sala de control de Houston se escucha la voz del propio Armstrong, quien con evidente y contagioso entusiasmo exclama: “El Águila ha alunizado”. Pero esa noticia es sólo el preámbulo del momento histórico que su-

/// Misión del Apolo XI a la Luna. A 50 años. NEIL ARMSTRONG.

cede seis horas y media más tarde, cuando Neil Armstrong, al estampar sobre la superficie lunar la primera huella de su bota de astronauta, expresa su memorable frase: “Éste es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”. La reciente noticia se esparce por todo el mundo y en México, desde Cabo Kennedy, Jacobo Zabludovsky con cierta emotividad informa: “Siendo en México las 8:56 de la noche del 20 de julio de 1969, el primer ser humano ha puesto su pie sobre la superficie lunar. Es sencillamente extraordinario señoras y señores, nos sentimos sumamente emocionados. Está pisando la superficie lunar. Éste ha sido el instante, la fracción de segundo, el relámpago que divide dos épocas como en medio de un abismo”. Mientras una ligera llovizna humedece la brisa del Océano Pacífico unas pequeñas gotas de lluvia, que caen sobre mi cabeza, siguen revelando las imágenes que persisten en mi memoria. Neil Armstrong festeja, con jubilosos saltos, su caminata lunar. Esa imagen es el recuerdo de una singular experiencia vislumbrada por los inspiradores y visionarios sueños de poetas, escritores, filósofos y científicos. Tal vez, durante su caminata en la desolada superficie selenita, Armstrong percibió la mágica presencia de todos ellos. Después de poco más de dos horas de paseo lunar y una vez culminadas las tareas asignadas, conforme el programa de la NASA, los astronautas regresan al módulo lunar. En la superficie selenita han dejado varios objetos de manufactura humana, entre ellos una serie de instrumentos científicos, una bandera estadounidense de 100 por 52 cm., un pequeño disco de silicio con los mensajes y saludos de varias naciones del mundo, así como varias medallas e insignias alusivas a astronautas pioneros; rusos y norteamericanos. A cambio de todos estos objetos, los osados astronautas embarcan en el Águila un tesoro de 22 kg. de rocas lunares. La experiencia ha sido jubilosa y agotadora, así que los exploradores del Mar de la Tranquilidad, atentos a las instrucciones de Houston, inician un merecido descanso, Aldrin se acurruca en el suelo y Armstrong en una especie de hamaca que prepara entre la escotilla y el motor de la nave. Después de una reparadora siesta de casi 5 horas,

Armstrong y Aldrin están despabilados y listos para reunirse con Collins, quien los espera en el Columbia. Han transcurrido 13 horas desde su arribo a la Luna y entonces el Águila enciende su único motor de ascenso. Tres horas después alcanza al Columbia y luego, mientras atraviesan la cara oculta de la Luna, las dos naves espaciales se acoplan nuevamente. Cuando Armstrong, Aldrin y Collins, junto con su preciado tesoro de rocas lunares, están a bordo del Columbia, se desprenden del Águila y lo impulsan hacia una órbita lunar lejana. Es hora de regresar a casa. El viaje de regreso de sesenta horas inicia con la maniobra de inyección transtierra, para ello Collins enciende uno de los motores del Columbia y después de dos minutos y medio la nave alcanza los 8568 km/h que requiere para situarse en una trayectoria de caída inercial hacia la Tierra. Al tercer día de su viaje de retorno, atrapada por el campo gravitatorio terrestre, el Columbia viaja a la vertiginosa velocidad de 40,000 km/h. Sin duda ésa es una extraordinaria velocidad, pero mis pensamientos marchan a la velocidad del instante y por eso me llevan al éxtasis. Conocedora de mi temperamento, mi amada Susy interrumpe mi abstracción señalándome otra estrella fugaz que centellea entre la profundidad del espacio. La evocación de las imágenes de la Misión Apolo XI queda en suspenso, pero en un santiamén estas imágenes se rebobinan nuevamente en mi memoria y entonces, ante mi deslumbrante imaginación, aparecen tres enormes paracaídas que frenan el amerizaje de la capsula Columbia. Felizmente, el viaje de retorno desde el Mar de la Tranquilidad, distante de la tierra 384,400 kilómetros, ha concluido. Mientras Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins se mecen en el regazo del Océano Pacífico veo pasar, en el horizonte, el contorno de un extraño y gran navío. Tal vez es la fantasmagórica silueta del Galeón de Manila, ondeando sus velas para enfilarse rumbo a las Filipinas. O quizá, es la brisa nayarita que, con caprichosos, efímeros y mudables trazos, esboza la potente máquina imaginada por Amado Nervo, para sondear el océano del éter y alcanzar los osados ensueños del poeta.


4

LA GUALDRA NO. 393

Artes Plásticas

Los herederos de la tierra, de Antonio Luquín en el Museo Francisco Goitia

L

os herederos de la tierra, exposición de Antonio Luquín (Guadalajara, 1959) se inauguró el 11 de julio en el Museo Francisco Goitia. Esta colección de 46 óleos de diferentes formatos es una muestra del proceso creativo de este artista plástico a lo largo de más de dos décadas. Distopías, soledades, barcos flotantes, aviones, ruinas, animales deambulando en un tiempo suspendido son parte de los elementos gravitacionales alrededor de un mundo imaginado y cada vez más cercano a nuestra realidad. La exposición permanecerá en exhibición hasta el mes de octubre.

/// Antonio Luquín. Administrando la abundancia. Óleo sobre tela. 100x80 cm. 2014.

/// Antonio Luquín. Despotismo ilustrado. Óleo sobre tela. 90x110 cm. 1998.

/// Antonio Luquín. Dog 2. Óleo sobre tela. 31x31 cm. 2003.


5

15 DE JULIO DE 2019

/// Antonio Luquín. El ataque. Óleo sobre tela. 135x100 cm. 2001.

/// Antonio Luquín. Fantastick. Óleo sobre tela. 150x195 cm. 2017.

/// Antonio Luquín. La Sirena. Óleo sobre tela. 60x80 cm. 2018.

/// Antonio Luquín. Los herederos de la tierra 2. Óleo sobre tela. 20x30 cm. 2018.

/// Antonio Luquín. Faraones frívolos. Óleo sobre tela. 200x100 cm. 2003.

/// Antonio Luquín. Mondo cane. Óleo sobre tela. 70x100 cm. 2017.

/// Antonio Luquín. Sala de espera 2. Óleo sobre tela. 100x140 cm. 2001.

Artes Plásticas

/// Antonio Luquín. El sueño del alebrije. Óleo sobre tela. 110x180 cm. 2019.


6

LA GUALDRA NO. 393

“Desarmar las soledades”: el 73 Festival de Teatro de Aviñón Por Juan Francisco Grima Alarcón

Festival de Aviñón 2019

t

E

l 73º Festival de Aviñón fue inaugurado el 4 de julio, bajo el signo de la soledad, más exactamente, como lo especifica su título, para Desarmar las soledades. En todo caso, es la profesión de fe de su director, Olivier Py, quien asumió, por quinto año consecutivo, la programación. Según éste, nuestra desesperación por el aislamiento y nuestra sed de “colectivo” pueden paliarse con la celebración, la comunión que implica la representación teatral. Esto permite el sentimiento salvador de pertenecer a la historia, de hacer la historia, lejos de las miserias consoladoras y solitarias de un consumismo que se ha apoderado del individualismo como única forma de ser. A partir de ahí, durante los últimos 5 años, la programación de obras y puestas en escena comprometidas y la esperanza de este 73º Festival de Aviñón de contribuir a un mundo más justo; para ello, es necesario “desarmar las soledades”. I. Arquitectura la obra para comenzar Arquitectura, la obra que inició este festival, en el marco monumental del Patio de Honor del Palacio de los Papas, responde perfectamente a las esperanzas del director del Festival. La responsabilidad de la inauguración recayó sobre Pascal Rambert, autor y director que está presente en Aviñón desde hace 30 años y que, con el tiempo, se ha convertido en una de sus figuras sobresalientes (y ha resistido a todos los cambios de dirección). Consiguió verdaderos triunfos como con el díptico Principio del A (2005) y Clausura del Amor (2011), este último espectáculo, un éxito mundial que todavía está de gira en muchos países. En una reactualización de La caída de los dioses, de Visconti, Pascal Rambert presenta en Arquitectura una brillante familia de artistas e intelectuales vieneses entre 1911 y los años 30. Todos brillantes, todos creativos, en múltiples dominios y todos impotentes ante los horrores de las dos guerras mundiales y frente a su propia destrucción violencia. Y Rambert pregunta: “Si los más brillantes no pudieron prevenir la sangre, ¿cómo haremos nosotros, en un tiempo como el nuestro, poco armado colectivamente, si la sangre vuelve a aparecer?”. Una obra por y para los actores. Arquitectura nació del deseo de escribir para un grupo de amigos actores y Rambert le compuso a cada uno un papel personalizado (todos sus personajes llevan su nombre). Entre ellos destacan el extraordinario Jacques Weber, un arquitecto; el padre descomunal, Zeus despiadado que sofoca a sus hijos; y Marie-Sophie Ferdane, su compañera, una poetisa, con una potencia que el Patio de Honor parece no poder contener. Y todos los demás están a su imagen. Denys Podalides, de la Comedie Française, Stanislas Nordey, Emmanuelle Béart.... Ellos son los que llevan el espectáculo (y a veces lo salvan). Por cierto, el propósito se pierde un poco en el marco uniformemente blanco que el director ha elegido y los actores tienen cada vez más dificultades para hacer que el texto exista en el espacio; un texto que sale a borbotones, en ondas, sin moderación ni, aparentemente, orden. El espectador termina cansándose de esa acumulación intermi-

/// Arquitectura, de Pascal Rambert, en el Festival de Aviñón

nable (a veces esas repeticiones) que ilustra muy bien la impotencia del lenguaje pero que hace que el texto se vuelva inaudible. Olivier Py escribió: “el teatro es indispensable (porque) es el camino más corto de la estética a la ética (y) el camino más corto de la ética a la estética”. Puede que Pascal Rambert se haya extraviado en camino. A pesar de todo, Arquitectura no deja de ser una obra potente, necesaria. Aunque lo niega Rambert, se trata de una obra histórica en el sentido en que todo en ella contribuye a marcar el paso del tiempo (vestuario, objetos,

muebles, música, destinos individuales...) y tiene sentido, obviamente, sólo porque la fragilidad y el desamparo de aquella época resuenan en la nuestra. Como una advertencia. II. Oskara Los espectáculos de origen español o latinoamericano son raros en la programación de este 73º Festival de Aviñón. El espectáculo Granma; los trombones de La Habana; y Oskara, un espectáculo de danza, son sus únicos


7

15 DE JULIO DE 2019

/// Escena de la puesta en escena de la Cía. Ontroerend Goed.

que cuando nos vamos, en el momento de nuestra muerte. Mientras tanto, lo que nos viste es la cultura y nuestra historia; y aquí nos embarcamos en un viaje a través de toda la historia de la humanidad; por eso Oskara es una verdadera reflexión sobre los elementos culturales y cómo éstos afectan nuestra vida más cotidiana, desde el nacimiento hasta la muerte y más allá. El País Vasco puede representar un pequeño territorio, pero puede referirse a toda la experiencia humana. Esto es lo que Jon Maya y Marcos Morau han sacado a la luz al combinar tradición y modernidad, dos elementos prescindibles para construir un futuro. Esta manera de ofrecerse a la mirada de los demás, sin ostentación, sin miedo y sin radicalismo, es sin duda otra forma de «desarmar las soledades», la profesión de fe del director Olivier Py para este 73º Festival de Aviñón. III. £¥€$. Una pieza interactiva y el mundo financiero a tus pies ¿Quién no ha soñado nunca, aunque sea un instante, con poseer una inmensidad de dinero y poder disponer de él a voluntad? La compañía belga flamenca Ontroerend Goed te lo permitirá durante poco más de una hora delirante, el tiempo del espectáculo £¥€$ dirigido por Alexander Devriendt; el título es evocador: £¥€$ se puede entender como Lies (mentiras) o Eyes (ojos) o descifrarse como la yuxtaposición del símbolo de la libra, el yen, el euro y el dólar; en cualquier caso, se tratará de dinero. De pronto, te encuentras inmerso en la sala de un casino, en la penumbra, en una mesa con crupier y dados. A tu alrededor, una docena de mesas que se supone representan cada una a un país, al cual se le da el nombre de un espectador: ¿Un país? El crupier que se ocupa de tu mesa nunca más hablará de país, sólo evocará un mercado. Contigo, media docena de espectadores que encarnan, como tú, un banco. Las apuestas representan las inversiones, cuyos resultados dependen de los dados y de nada más, el crédito es fácil. Las traiciones siempre son posibles, pero te animan a jugar en equipo, a permanecer siempre solvente frente a las otras mesas / mer-

cados; y gradualmente te desconectan de la realidad de las inversiones, de la economía, de la vida, hacia la desmaterialización de la finanza (mira tú) hasta la explosión final, esperada, por supuesto, de la burbuja (2008, ¿te suena?). A su servidor le gustaría poder decir que se empeñó en humanizar ese mundo despiadado, que se negó a apostar por las pérdidas del otro, que se apresuró a salvar los mercados afectados (y sus miles de desempleados). ¡Ay, no! Se metió en el juego hasta el punto de pedirle, sin éxito, al crupier una desgravación fiscal que le devolviera sus ganancias, (pero, en la realidad, ¡funciona!). Había que jugar el juego hasta el final, ¿no? También se esperaba. Según el director, el objetivo de esta experiencia teatral interactiva es hacer que el espectador sienta «el núcleo emocional de la codicia, la adrenalina y el proceso personal que impulsa a los banqueros a operar en el sistema». Y aquí es donde entra la duda; £¥€$ es evidentemente una alegre condena de las finanzas locas, del olvido de la realidad económica; es seguramente una carga despiadada contra todo el sistema financiero globalizado. Y también es, hasta cierto punto, una lección aplicada y lúdica de economía (¿quién sabe qué significa exactamente un short?). Esta inmersión crea necesariamente cierta empatía, especialmente cuando el crupier insiste en la necesidad de confianza como un elemento esencial de los mercados: “Si la confianza es real, el dinero es real”. Si hay desconfianza, todo el sistema se va al traste, ¿entonces, se trata de mantener la confianza y todo saldrá bien? ¿En 2008, todo fue una cuestión de confianza y todo hubiera podido continuar como antes? Y después, todo volvió a empezar. Alexander Devriendt confiesa, con cierta ironía: “Para ser honesto, yo era más anticapitalista antes de comenzar el proyecto que después”. No me digas... [El 73º Festival de Aviñón, la siguiente semana más información] *Corresponsal gualdreño, enviado especial.

/// Oskara, danza en el Festival de Aviñón. Foto Christophe Raynaud de Lage.

/// La obra Arquitectura, de Pascal Rambert, abrió el 73 Festival de Aviñón.

/// La Compañía belga flamenca Ontroerend Goed. Foto Christophe Raynaud de Lage.

/// Ontroerend Goed en el Festival de Aviñón. Foto Christophe Raynaud de Lage.

/// Oskara. de la compañía vasca Kukai Dantza con Marcos Morau de La Veronal en el Festival de Aviñón. Foto de Christophe Raynaud de Lage.

Festival de Aviñón 2019

representantes. Por lo tanto, nos complace mucho afirmar que una de las experiencias más interesantes del Festival de Aviñón 2019 ha sido la de Oskara. Este espectáculo es fruto de la colaboración de la compañía vasca Kukai Dantza con Marcos Morau de La Veronal (Valencia/Barcelona). Kukai Dantza es una compañía que nace y reside en Errenteria (Guipúzcoa), creada a iniciativa del bailarín y coreógrafo Jon Maya Sein, en el año 2001. Kukai realiza una creación contemporánea a partir de la danza tradicional vasca; el año 2008 comenzó una nueva senda creativa invitando coreógrafos internacionales a la compañía. Para crear su último espectáculo, Kukai Dantza invitó al coreógrafo Marcos Morau. Nacido en Valencia en 1982, Marcos Morau (Premio Nacional de Danza de España 2013) se formó en Barcelona, ​​donde creó el colectivo multidisciplinario La Veronal. Desde entonces, ha viajado por el mundo realizando colaboraciones desde Japón a Italia, desde Alemania a España. Cada estancia dio lugar a un espectáculo basado en la cultura del país y la mirada que el coreógrafo le aplicaba. Sus pasos se detuvieron por un tiempo en el País Vasco. Para crear Oskara, ambas compañías partieron de las tradiciones, los mitos y los símbolos vascos y, en particular, el lenguaje de la danza vasca para combinarlos con el lenguaje coreográfico contemporáneo. Esto da un conjunto sorprendente, enigmático, donde se mezclan los gestos precisos y rigurosos (millones de veces repetidos) de la danza tradicional y los gestos más radicales de la danza contemporánea. De esta ósmosis entre los gestos, los elementos del folclore, el canto vasco sublime (que linda con lo místico) nace una nueva mirada sobre la identidad vasca; pero el espectáculo no se detiene allí. Oskara comienza en una sala de hospital con la visión de un hombre desnudo y termina con la misma visión de despojo total. Cuando nacemos, llegamos desnudos, al igual


8

LA GUALDRA NO. 393 /// 15 DE JULIO DE 2019

Cine

Rocketman: la fábula musical de Elton John t Por

E

Adolfo Nuñez J.

n el terreno de los filmes biográficos o biopics un aspecto esencial es que los realizadores presenten al protagonista como figura histórica, que sus logros e ideales sean representados de manera fidedigna, a la par de que se logre ahondar en ellos como seres humanos, que como público nos introduzcan en la vida de una persona de carne y hueso, repleta de imperfecciones e inseguridades. En el caso de Rocketman (2019), cinta basada en la vida de Elton John, conocemos la obra y el trascender musical del legendario artista junto a sus dolores físicos y emocionales, que son plasmados a través del lente del británico Dexter Fletcher (Eddie the Eagle). En los primeros minutos del filme vemos a Elton John (Taron Egerton) lleno de determinación caminando por un pasillo, con un disfraz de demonio color naranja chillante cubierto de lentejuelas, con enormes alas y cuernos. Abre una puerta y entra a una sala donde se está llevando a cabo una sesión de terapia en grupo. Toma asiento y decide hablar sobre sus adicciones al alcohol, al sexo y a distintas drogas para después contar la historia de su vida. Así pues, a manera de flashbacks, somos testigos de la infancia del músico, cuyos padres ausentes bautizaron bajo el nombre de Reginald Dwight. También conocemos su talento innato en el piano que le valdría una beca en la prestigiosa Royal Academy of Music, sus acercamientos al rock and roll, su integración en un conjunto musical y su primera composi-

/// Fotograma de Rocketman, un filme sobre Elton John, del Dir. Dexter Fletcher.

ción que resultó en el himno “Your Song”, canción que marcaría el inicio de su imparable carrera, la cual estuvo repleta de los típicos excesos de la industria y de las estrellas de rock. De ninguna manera Fletcher renuncia a convenciones clásicas del armado de este tipo de filmes, pero intenta dotar a su relato de una personalidad propia, pues si bien la cinta es de carácter biográfico, su estructura es la de un musical. Como tal, el filme está repleto de números musicales con coreografías espectaculares que desafían su propio imaginario, y que están construidas a partir de las mismas canciones de Elton y que construyen una narrativa que ahonda en los recovecos

de sus emociones y su memoria. En ese sentido la película encuentra reminiscencias con óperas rock como Quadrophenia (1964), Help! (1965), Purple Rain (1984) y Across The Universe (2007), donde las secuencias musicales son montadas de acuerdo al contenido lírico en las canciones de cada artista. Otro acierto del filme es su enorme honestidad, que es lograda en mayor medida gracias a la extraordinaria actuación de Egerton, quien interpreta en voz propia todos los éxitos del cantante, y cuyo trabajo histriónico logra representar su gran carisma y talento, así como sus dudas e inseguridades al momento de aceptar su homosexualidad. Conforme el

filme avanza y Elton cuenta su historia, vemos cómo cada vez se va despojando de las diferentes partes que conforman su estrafalario disfraz, como una metáfora de una persona que se desnuda emocionalmente y que termina por aceptar que todas sus experiencias, buenas y malas definen quién es en realidad. En ese sentido Rocketman resulta ser un filme con matices universales sobre la tragedia, el perdón a uno mismo y la aceptación, al mostrar con crudeza y realismo a un artista excepcional y a un ser humano como lo fue Elton John, al momento de tocar fondo, para al final demostrar con toda la potencia de su música y sus interpretaciones que todavía se mantiene de pie.

Festival de Cine en Fresnillo t Por

Redacción / La Gualdra

E

l Festival de Cine en Fresnillo (antes Munacifre) nace a inicios de 2009, como una propuesta independiente y alternativa de difusión y promoción del cine. Se llevará a cabo del 16 al 21 de julio y todas las funciones son gratuitas -excepto La casa del lobo-. Este festival llega a su edición número 11 gracias al esfuerzo de un equipo conformado por fresnillenses amantes del cine coordinados por Gaby Marcial; su trabajo de gestión ha logrado conjuntar esfuerzos institucionales y de iniciativa privada con el fin de

brindar al público una muestra de cine de calidad. La ceremonia de inauguración tendrá lugar este martes 16 a las 19:00 Hrs., en el Teatro Echeverría

con un “Cine concierto”, en el que se presentarán fragmentos de películas mexicanas musicalizadas en vivo por la Banda Sinfónica Municipal de Fresnillo bajo la

dirección del maestro Francisco Vanegas. Durante 5 días, está programada una serie de actividades -películas, cortometrajes, cine al aire libre, cine conciertos y música- para todo tipo de público; y en esta ocasión además están consideradas en distintos escenarios como el Teatro Echeverría, Rinconada de la Purificación, Hospital General de Fresnillo, Los Portales, Polideportivo de la Col. Emiliano Zapata, la Calle Morelos y la comunidad de Plateros. No pierda la oportunidad de asistir a este festival. Para más información, puede consultar la programación completa en: https:// www.fcfresnillo.mx


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.