La Gualdra 439

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SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 439 /// 6 DE JULIO DE 2020 /// AÑO 10

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Julio Núñez. Collage manual o análogo. 2018.

¿Con qué trabaja sus obras visuales?: “Con desechos de lavadora, esas pelusas que restan del lavado, recorte realizados con bisturí de ilustraciones antiguas y fotografías de gárgolas que tomé en los años 90, además de elementos como una mica de reloj, un disco compacto reciclado y las ya mencionadas aglomeraciones de pelusas de lavadora sobre un soporte de goma EVA sobre un bastidor de 40 x 60 cm”. Así describe el chileno Julio Núñez su apuesta visual.

[Procuro estimular la capacidad de asombro tan desaparecida hoy en día: Julio Núñez Rivera, en pág. centrales]


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LA GUALDRA NO. 439 /// 6 DE JULIO DE 2020 /// AÑO 10

La Gualdra No. 439

Editorial

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a pandemia no es un show, no es un espectáculo “que se presenta con el fin de entretener a un público determinado”. Inició en China el año pasado, los contagios se fueron expandiendo alrededor del planeta, hasta que nos tocó: México superó ya el pasado fin de semana las muertes registradas en España y Francia. Menciono el dato porque fueron dos de los casos de países europeos que nos impactaron más durante los meses de marzo a mayo por las noticias que recibíamos a través de las redes. Seguro usted, estimado lector, pudo estar al tanto de eso, de la manera en cómo la pandemia crecía allá, de las medidas de confinamiento que impusieron, de las restricciones que implementaron para evitar la libre circulación de sus habitantes, de las salidas a los balcones para aplaudir a los médicos, o para cantar... y mientras, en México, la incredulidad y una especie de tono de sorna empezó también a circular en estos lares junto con el penoso registro de personal médico agredido y discriminado; las explicaciones más inverosímiles surgieron también: que si era una manera de distraernos para no darnos cuenta de cómo “los poderosos” hacían para reconfigurar el orden mundial -y esto lo repetían incluso sin entender su significado-, que el virus no le daba a los pobres ni a los jóvenes, que era una simple gripe, que con jugo de limón y bicarbonato se evitaba... o que si tomábamos -como Olga- “gotas mágicas con nanomoléculas de cítricos” podíamos poner una barrera poderosa en contra del Covid-19. ¿Recuerda todo lo que ha escuchado y lo que ha visto sobre esto? Y mientras en España y Francia -sí, con menos habitantes que México- se disciplinaban y no podían salir de sus casas salvo que tuvieran una autorización por escrito, en nuestro país muchos empezamos a seguir con puntualidad las conferencias de López-Gatell y a atender las recomendaciones que comenzaron a darnos las autoridades de Gobierno del Estado, pero también hubo cantantes innombrables que estrenaban al mismo tiempo su video de “A mí me vale el coronavirus”. Durante abril y mayo la movilidad disminuyó considerablemente en nuestra ciudad, pero a finales de este último mes se lanzó el mensaje -con una estrategia errónea de comunicación- de que finalizaba a nivel nacional la “Jornada Nacional de

Sana Distancia”. No pudimos o no quisimos entender: la gente salió a las calles como si “el orden mundial hubiera ya cambiado” o las “nanomoléculas de cítricos” y el bicarbonato hubieran creado un escudo alrededor nuestro contra un virus en el que no se ha terminado por creer. ¿O cómo nos explicamos el hecho de que muchas personas que no tienen necesidad de hacerlo salgan a la calle? No me refiero a quienes por razones laborales deben de salir, me refiero a la gente que invadió las aceras sin usar cubrebocas o usándolo con la nariz de fuera en el mejor de los casos, porque también hay quienes se lo ponen de adorno gaznatil; me refiero a las personas que otra vez salen a sentarse en los parques, en la Alameda, en los jardines para “tomar aire” bajo el argumento de que “no podemos estar en una burbuja permanentemente”, que “tenemos que hacer nuestra vida”, y que “no pasa nada, de todas maneras la gente de algo se ha de morir”. De marzo a la fecha tenemos registrados en Zacatecas más de mil casos positivos, alrededor de 600 casos activos y más de 120 personas fallecidas debido al Covid-19. No es imaginación nuestra, estas personas que han resultado afectadas son tan reales como usted y como yo, tienen nombre, una historia de vida... Reflexiono esto ahora cuando empiezo a recordar a amigos que han resultado positivos y que se encuentran en aislamiento domiciliario o en el hospital, o cuando recuerdo que esta pandemia se ha llevado a otras personas queridas como el maestro Manuel Felguérez y quien nombró a este virus como “diabólico” apenas en mayo pasado. No acatar las medidas en la medida de nuestras posibilidades, salir a la calle sin tomar precauciones, no acatar las disposiciones de sana distancia, incluso bromear con esto como si de un chiste se tratara, es casi tan maléfico como el mismo virus. Todos somos susceptibles, los muertos a causa del Covid-19 existen -también hay jóvenes que han fallecido sin tener comorbilidades-. Por favor, si les es posible, un poco de respeto y empatía con el otro, quedarse en casa, tomarse esto con seriedad y no difundir noticias falsas, le vendrían muy bien a este hermoso lugar en que vivimos. Que disfrute su lectura.

Directorio

Contenido

Concha Urquiza entre dos fuegos: la inteligencia y el fervor religios [Segunda parte] Por Rafael Calderón

Procuro estimular la capacidad de asombro tan desaparecida hoy en día: Julio Núñez Rivera Por Octavio Gallardo

El dato filosófico: la harina y los dioses Por David Valerio Miranda Presentar un libro Por Adán Echeverría

Desayuno en Tiffany’s, mon ku Las Batiexperiencias del Baticine Por Carlos Belmonte Grey Velarde Por Francisco Javier González Quiñones

Da 5 bloods: la reivindicación bélica de Spike Lee Por Adolfo Nuñez J. Me morí Por Pilar Alba

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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


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Concha Urquiza entre dos fuegos: la inteligencia y el fervor religios t Por Rafael

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Calderón

ecíamos en la primera parte de este artículo que para recordar a Concha Urquiza, al morir trágicamente, ahogada en el Pacífico, cerca de Ensenada, Baja California, el 20 de junio de 1945, la lectura de su obra en verso y prosa es el mejor homenaje, aun cuando la mayor parte de su poesía quedaba inédita y dispersa en copias que ella misma mandaba a algunos de sus amigos más íntimos y nunca se preocupó de reunir y ordenar.1 El grupo de la tradición lírica donde confluye su nombre es el de los poetas religiosos. Estos se llevan el reconocimiento en el ámbito nacional. Es una generación, por decir lo menos, excepcional, única, brillante. Estos poetas han dado el salto y a su manera confirman esa originalidad de la poesía, revelan su encuentro con autores clásicos castellanos; entre uno y otro autor no se repiten, aun cuando su tema principal es la poesía religiosa; al contrario, contribuyen a renovarla, reinventan, confirman el alto rigor de su poesía. Estas referencias a su poesía son las que nos acercan a Concha Urquiza y resaltar que ella es única: su precocidad literaria inicia con los clásicos griegos y latinos, pasando por los clásicos en lengua española y autores del siglo de Oro: San Juan de la Cruz, fray Luis de León, Santa Teresa; traduce la Égloga V de Virgilio; lee con pasión la Ilíada y la Odisea; de Cervantes se apasiona con El Quijote y esta obra es la que le gusta obsequiar entre sus amigos y conocidos, y en este ambiente emerge su voz sin corriente literaria, ni escuela o grupo generacional. Es un torrente desde la poesía: escribe sonetos, romances y canciones, tercetos, liras y otras combinaciones estróficas, y explora temas como el amor, los paisajes michoacanos y el retorno a la ciudad, pues “Concha maneja con extraordinaria maestría y en las que supo volcar –con arte exquisito– su tesoro poético: todo el amor doloroso y todas las angustias llameante de su alma lacerada por la quemadura incurable de Belleza” sentencia Méndez

/// Concha Urquiza.

Plancarte. Escribe sobre la noche y el erotismo con una seducción que se convierte en una prolongada búsqueda hasta llegar a explorar con pasión descarnada temas religiosos. Es imposible citar todos los versos y reconocer su personalidad pero hay que traer aquí por lo menos un fragmento del amor doloroso: Yo soy como la sierva que en las corrientes brama. Sed y polvo su lengua paraliza, y en salvaje carrera, con las astas en llama, sobre la piedra el casco golpea y se desliza. ¿En verdad que Concha Urquiza escribía a los once años? El poema “Noche azul” tiene esa suerte de ser el ejemplo más temprano que se conserva de su escritura: Vierte el ensueño su ánfora sagrada en la mágica copa de la noche. Palidece un lucero en el

oriente y nace en el jardín una gardenia. Y vive entre los cantos de la fuente la interminable angustia… Este fue publicado en el Universal Ilustrado precisamente el 20 de junio de 1922. Si creemos en las coincidencias, su muerte sucedió un 20 de junio, pero de 1945. En ese periodo de 23 años escribe toda su obra. Como anotaba, una parte de sus poemas y prosas se reunieron en un tomo inmediatamente después de que se ahoga y desde entonces se han publicado muestras de estos y la han incluido en antologías, de igual manera, estudiosos siguen buscado que su obra esté presente, labor que continúa, no cesa ni cesará, afortunadamente. Y como parte de esa línea central hoy día se cuenta con la edición Nostalgia de lo Presente. Poemas 1921-1945, compilada por quien esto escribe. Es una edición

que reúne todos sus poemas conocidos e inéditos. Primero, fue una edición especial, para rendirle homenaje en el año del centenario de su nacimiento; después ya como versión definitiva, salió en agosto de 2013. La unidad de este volumen reúne las siguientes características: contiene 14 apartados. Hay que señalar que los numerales III-XIII corresponden a la compilación que realizó el erudito michoacano Gabriel Méndez Plancarte con el título Obras: poemas y prosas, que dio a conocer bajo el signo de Ábside en 1946; el número II es la reunión de poemas que organiza José Vicente: Apéndice: “Poemas dispersos”; el número I es un apartado totalmente inédito, integrado por poemas juveniles: aquellos que fecha la autora entre 1921-1923, es decir, los que escribe entre los 11 y antes de los 15 años; finalmente, el XIV es un apartado especial: se compone por poemas de diferentes fechas pero que han sido publicados o son un hallazgo y donde se incluye por primera vez El reintegro, que se compone

de tres estrofas de 4, 5 y 36 versos cada una y sumar un total 45 versos. Pero ¿cómo presentarla en la tradición de la poesía mexicana del siglo XXI? Por su condición, por su lírica encantadora, es naturalmente nuestra abuela soltera de la poesía mexicana. Sus poemas, además, siguen la senda y hay que preguntar a la manera de Homero, con un verso de la Odisea: “¿Quién te ha herido en la divina noche?”. Es una “orquídea en el desierto”, como acuñará José Vicente Anaya. Generacionalmente es parte de los autores que nacieron en el periodo de la Revolución Mexicana, apenas terminada esta, son los que coinciden, al empezar ella a escribir y publicar sus poemas. La búsqueda lírica de Concha sin duda coincide con el grupo de los Contemporáneos y el Estridentismo, que inicia la renovación más drástica y escandalosa de la historia de la poesía y de la literatura mexicana en los primeros días del inicio de la década de los veinte, como se afirma de estos y del tiempo vivo en la poesía mexicana. Y un poema descubierto tardíamente, llamado “El reintegro”, fechado en 1933, cuando Concha solamente tiene 23 años, es el que está llamado a ser parte de ese conjunto de poemas que se escriben para ser parte de los más notables de la tradición de la poesía mexicana. Por primera vez se puede leer en Nostalgia de lo Presente: donde agraciadamente se incluye toda la poesía; y “El reintegro” es el que completa la travesía, porque responde en parte a las interrogantes de esa originalidad profunda y apreciada por el verso de formas clásicas. Ya que escribe colindando con el tema religioso, con la fuerza de un erotismo endemoniado y trasmite una profunda personalidad que bebe de san Juan de la Cruz y fray Luis de León; aspira al encuentro de la profundidad mística, pero sabiéndose que es dueña de un erotismo que confunde o eleva a enamoramiento o desengaño.

Ver primera parte: https://ljz. mx/2020/06/08/concha-urquiza-entredos-fuegos-la-inteligencia-y-el-fervorreligioso-primera-parte/ 1

Literatura

[Segunda parte]


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Procuro estimular la capacidad de asombro tan desaparecida hoy en día:

Artes visuales

Julio Núñez Rivera* t Por Octavio Gallardo

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Con qué trabaja sus obras visuales?: “Con desechos de lavadora, esas pelusas que restan del lavado, recorte realizados con bisturí de ilustraciones antiguas y fotografías de gárgolas que tomé en los años 90, además de elementos como una mica de reloj, un disco compacto reciclado y las ya mencionadas aglomeraciones de pelusas de lavadora sobre un soporte de goma EVA sobre un bastidor de 40 x 60 cm”. Así describe Julio Núñez su apuesta visual. Julio ganó uno de los premios más relevantes en poesía de Chile, seleccionado entre cientos de libros, fue galardonado por un jurado selecto. En Chile, el país más al sur del continente, hay muy pocos premios y becas, los pocos se reparten entre escritores que escriben, por lo general, por autosatisfacción o por diversos motivos, pero no para hacerse acreedor de un galardón específico. Julio Núñez fue entonces, un celebrado primer lugar en uno de los pocos, pero más connotados certámenes. Esto ocurrió el año 2009, por esa fecha el autor se encontraba realizando su año número catorce como fotógrafo forense, “El ojo del juez frente a la muerte”. Sacaba fotografías que daban cuenta del proceso por el que habían fallecido las víctimas. Un caso extraño para el ganador de un premio tan excelso, pero natural para la vida de Julio. El poeta nació en una provincia muy alejada de la capital, y le tocó emigrar a muchas ciudades pequeñas del país debido al trabajo de su padre, hasta que el juego de emigrar terminó cuando ingresó como estudiante de arte en la Universidad de Chile. Julio, actualmente, es egresado de arte visual en esa universidad y por tanto, es artista visual además de forense y poeta. Su oficio de poeta no ha terminado, pero en parte ha migrado hacia el collage, técnica con la que ha realizado obras que han llamado la atención tanto como su poesía.

Octavio Gallardo: ¿Qué te llevó a buscar este tipo de arte visual? Julio Núñez: En la vida las cosas se dan de acuerdo con las circunstancias en las que uno se desenvuelve, todo lo que vives o lo que está a nuestro alrededor consciente o inconscientemente nos va moldeando o condicionando el pensar, el sentir y el hacer, no es que uno lo busque. Tuve una formación en artes visuales cuando estudié pedagogía y fotografía, aunque ya desde la infancia me sentí atraído por dibujar, crear y

/// Julio Núñez

construir, motivado por libros que vi en casas de familiares y por restos de materiales de construcción o desechos con los que disfrutaba fabricando juguetes. La poesía, la fotografía y el collage han sido herramientas que fueron apareciendo en el camino y que se han quedado por largo tiempo, tal vez porque resuelven de mejor modo necesidades personales de expresión.

/// Julio Núñez. Collage manual o análogo. 2018.

OG: ¿Tu experiencia como fotógrafo forense ha influido en tu obra? JN: Sin duda que ha sido así, estar enfrentado durante gran parte de la vida a diversas realidades y hechos que quedan grabados en el subconsciente, la mayoría situaciones que nadie querría recordar, porque están asociadas a sus peores vivencias o a las de algún ser conocido, pero que por las características y la finalidad de mi labor debía realizar exactamente lo contrario, perpetuarlas, registrar esas escenas en secuencias de fotografías muy descriptivas y detalladas para documentar visualmente como medios probatorios para el esclarecimiento de delitos y la defensa de las víctimas. Estudiar arte y realizar fotografía forense me llevaron a trabajar principalmente con la técnica, la sensibilidad y el ser humano como tema, su cuerpo o lo que queda de él, su entorno, su existencia, sus miedos, sus tormentos, sus sueños… todo ello ha influido en mi modo de percibir el día a día y por consiguiente en la creación como vía de escape o tal vez como inconsciente terapia.


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OG:¿Sientes que tus collages se relacionan en algo con México? JN: De México solo sé a través de documentales, reportajes, películas o libros, entiendo que existe una relación muy potente con la muerte. Algunas culturas de Mesoamérica realizaban ofrendas con sacrificios humanos para calmar a los dioses, lo que me da entender que tenían una existencia muy tormentosa como para llegar a resolverlo de esa manera tan extrema. Además, es muy conocida la conmemoración de los difuntos, festividad pagana y también religiosa, que se extiende durante varios días dedicados según el tipo de fallecidos, con preparación de comida del gusto que tenían sus familiares muertos, con velas para iluminarle el camino a las almas y decoración con muchas calaveras o imaginería alusiva, principalmente realizada con papel picado o recortado… En todo lo anterior veo algunos puntos de coincidencia con mi trabajo, la muerte como una compañera que está latente desde que nacemos y que se manifiesta al fallecer, la existencia humana con sus miedos y culpas, la necesidad de que a pesar de utilizar un tema tan oscuro y potente esté presentado de un modo festivo y ornamentado bellamente. Mis collages tienen bastante de eso, mucho papel recortado, calaveras, elementos distribuidos de modo muy decorativo y armónico aun cuando el tema es tan agudo o denso.

/// Julio Núñez. Collage manual o análogo. 2018.

* Julio Núñez Rivera, nacido en Yumbel (sur de Chile-1967). Actualmente radica en Santiago. Poeta, fotógrafo y profesor de Artes Visuales. Durante 26 años se desempeñó como fotógrafo forense. Ha publicado los libros de poesía Espantacuerdos, debut y despedida (1993), Pieza inconclusa para fin de siglo (1996). Luego de 14 años se publica su libro de poesía que fue ganador del Premio “Revista de Libros” del diario El Mercurio, titulado El breve latido que burla al silencio (2010). Asimismo, publicó el libro de poesía y fotografía patrimonial minutera chilena CámaraObscura-Destellos en suspensión (2011); y el libro-objeto Cápsulas para lanzar al espacio (2017). En los años 2018 y 2019 colaboró en la ilustración de la reedición los libros La bandera de Chile de la laureada poeta Elvira Hernández; y Uranio, de Marina Arrate, ambos editados por La Joyita Editorial.

Artes visuales

OG: ¿Qué te interesa plasmar en tus collages? JN: Procuro estimular su capacidad de asombro tan desaparecida hoy en día, alcanzar algo de belleza, la búsqueda de armonía y equilibrio en la composición con diversas imágenes que he ido recolectando, mayormente formas fragmentadas, descontextualizadas, residuales, misteriosas, algunas terribles, otras hermosas, en general intensas y de gran calidad gráfica. Crear con ellas mundos sorprendentes, donde por consiguiente el espectador logre sintonizar y percibir un lenguaje poético-visual, despertar su interés para descubrir un sinfín de detalles y realizar múltiples lecturas que lo conecten con sus emociones.


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Promoción de la lectura

Literatura

El dato filosófico: la harina y los dioses Por David Valerio Miranda t

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a harina y sus derivados como el pan son tan necesarios y cotidianos que en ocasiones pasan desapercibidos en nuestras vidas. Quizá, con una “infructífera” pero curiosa reflexión podríamos preguntarnos ¿cuándo y cómo comenzó la relación entre humanos y los cereales? ¿Además del alimenticio que otros usos se le han dado a estos? La respuesta a la primera pregunta se puede responder desde las especulaciones históricas y antropológicas que ubican el posible inicio de la relación, en el origen de la agricultura. La segunda cuestión, también puede ser abordada desde la historia cultural de la humanidad, una noción sobre esto es posible encontrarla en la literatura antigua. De este modo, se saben las diferentes formas en que el humano se ha relacionado con los cereales, por ejemplo la harina, se utilizaba en los rituales religiosos con frecuencia. Testimonios de ello, se encuentra en tres grandes obras literarias de la antigüedad, pertenecientes a las culturas: babilónica, hebrea y griega. El Poema de Gilgamesh, es una épica de

origen acadio, pueblo que tuvo presencia en Mesopotamia (Babilonia). En el antiguo poema acadio, se narran las proezas del héroe Gilgamesh, en donde podemos identificar los rituales que este realizaba en sus aventuras. Prácticas místicas que, describen el uso de la harina. La civilización hebrea, también se especula como una de las más viejas en la historia de la humanidad, la obra que referencia a esta cultura suele ser la Biblia. Concretamente en el antiguo testamento, dentro

de la práctica de la “oblación”, también se menciona el uso de “medidas de harina”, para la realización de ciertas liturgias. De igual manera, tanto en La Ilíada que narra la guerra de Troya, como en La Odisea que cuenta el desventurado viaje que emprendió Ulises de Troya a Ítaca. Siendo ambas las obras de Homero, son libros clásicos dentro de la cultura helena, y también se pueden encontrar pasajes en los que se menciona a la harina dentro de las actividades religiosas como libaciones a

Presentar un libro t

Por Adán Echeverría

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na presentación de un libro es una invitación a la lectura. No es una presentación en sociedad, no es una fiesta de quince años en la que debemos ir con nuestra mejor ropa, tener padrinos de ambigú, contratar a un maestro de ceremonias, poner flores en todas las sillas, contratar un cuarteto de cuerdas para que toque mientras el autor camina iluminado por un reflector hasta llegar a su lugar en la mesa de lectura; no se necesita de una alfombra roja como se estila en la entrega de los premios Oscar, o los MTV. Los asistentes no van como invitados a un bautizo, no van a darle el abrazo al novio o a la novia, no llevan regalos ni ramos de flores. No se trata de un evento social, ni de una gala de ballet. Una presentación de libro es una invitación a la lectura. Es compartir el deseo por leer con los asistentes, aun cuando los asis-

tentes sean los tíos, tías, primos, hijos, sobrinos, papás de los escritores, ni siquiera sus amantes, que por lo general casi nunca son grandes lectores. ¿De qué te sirve la venta de tu libro entre los No Lectores que

son familia, empleados, amigos, novios, amantes, que solo te están comprando un ejemplar para “apoyar el hobbie” del escritor? Con esa mentalidad entonces no parece una presentación de libro sino una

Zeus o banquetes de celebración. Los antiquísimos textos de estas tres culturas, coinciden en describir rituales religiosos en los que se emplea la harina. Valiosos relatos, que pueden ayudar a darnos una idea de los diversos usos no alimenticios que la humanidad le ha dado a cereales como la harina en diferentes momentos de la historia. Aunque pueda parecer anacrónico y fuera de contexto, con todo su sincretismo, no dejo de pensar en nuestro pan de muerto, que de cierta manera, también sería un ejemplo de uso místico religioso de la harina en nuestra cultura mexicana y que aún sigue siendo vigente. Y qué decir de ceremonias religiosas actuales donde el uso de obleas y pan sigue estando presente. Así, estimado lector, con estas líneas pretendo estimular su curiosidad, con un ejercicio de reflexión histórica cultural sobre algo tan cotidiano como un alimento pero, en sus diferentes usos dentro de temporalidad transcurrida, como es el caso de la relación entre los alimentos y lo mágico religioso, como la relación entre la harina y los dioses. Twitter @ValerioMirand

sesión para vender artículos de Avon, Mary Kay o de Tupperware: ¡Le compré su libro porque, pobre, invirtió tanto en él! ¡Hay que apoyarlo! ¡Deberías ver qué feliz se pone cuando le compran sus libritos! —¿Y los lees? —Claro que no. No soy aficionada a la lectura. Solo lo apoyo porque lo quiero mucho. En una presentación lo más importante, como todo en la literatura, es la obra, no los autores ni el autor. La obra. Se habla de la obra, de la función de la obra en la tradición literaria del barrio, la ciudad, el estado, la región, el país, el continente, el mundo. ¿Qué ofrece esta obra literaria que se presenta? ¿Cómo ha manejado el autor el lenguaje? ¿Cómo ha manejado las emociones? ¿Qué nos dice la construcción de sus personajes o sus hablantes líricos? ¿Qué emoción te ha dejado? ¿Qué quisieras que los asistentes comprendan de su lectura para que se animen a tener el libro a comprar el libro, sobre todo a leer el libro? Una presentación del libro es contagiar ese gusto por la lectura, por las emociones, la fascinación por el lenguaje y por el arte literario. Una presentación de libro no es un espectáculo.


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Desayuno en Tiffany’s, mon ku

Las Batiexperiencias del Baticine Por Carlos Belmonte Grey t

Cine

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tadounidenses que poco hablan castellano. Pero las preguntas se pueden hacer en castellano, ya que Besné y Miller son excelentes traductoras. El Baticine o el Cine Permanencia Voluntaria es propiedad de la directora, editora, escritora y productora Viviana García Besné quien trabaja en sociedad con la también directora, escritora y productora Elisa Miller. El cine se encuentra en Tepoztlán y es un pequeño cine independiente a la antigüita con dulcería y bar, y además archivo cinematográfico. De su primera característica tiene la peculiaridad de ser un centro de difusión de cineastas y encuentros. Cada semana hay al menos un encuentro con algún cineasta que presenta su documental, su cortome-

Velarde Por Francisco Javier González Quiñones t

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isionario, valsando violetas valses vislumbraste vaporosas veredas. Vehemente, veneraste veinteañeras vírgenes verdiazules. Voyerista, vibraste viendo voluptuosas vedettes. Viajero, vagaste vastos viñedos vespertinos. Voluntarioso, vacacionaste verdes vergeles; viéndolos violentados volviste vulnerado. Virginal, vesperales voces vocalizaste. Varón, viviendo virtuosas vocaciones viviste velados vicios. Virtuoso, ve-

nerables versículos versificaste. Vanguardista, vertiste vital vocabulario variopinto. Vivaz, viste vivificantes vistas vernáculas; verde viejo victorioso, vagoncitos viajeros volando volátiles vías, valiosos veneros velados, vistosas verbenas veraniegas, vesánicas voces vendavales, variada vendimia vitícola, verónicas vestidas vanidosamente. Venturoso, viviste vibrante vida; vaciada vertiginosamente. Villaurrutia, versado vate, ventiló vigorizantes versos velardeanos. Vagabundeemos vuestra vetusta villa; vital vena velardeana. Velarde vive, vivámoslo.

traje o su ficción. Ha incluso venido el director Tim Burton porque siendo fan del cine de luchadores se enteró que en ese sitio se resguarda el archivo de algunas de las películas de El Santo el enmascarado de Plata. También puede haber encuentro con escritores, hace poco más de un año vino el investigador David Wood para presentar El espectador pensante. El cine de Jorge Sanjinés y el Grupo Ukamau (UNAM, 2018). De su segunda función, la de archivo y centro de investigación, tiene el resguardo de la Productora Cinematográfica Calderón,

de la Filmadora Éxito y Producciones Calderón. Los Calderón (Guillermo, José Luis y Pedro) fueron productores de cine mexicano desde la época de oro hasta la década de los 1990. Ellos crearon, por ponerlo de una forma simple, el cine de cabaret, el de luchadores y el de ficheras en México. Entonces, el archivo resguarda algunos de los documentos de la productora. Las inscripciones a las Batiexperiencias se pueden hacer en la siguiente dirección: www.patreon.com/BATICINE

Río de palabras

nte la crisis de Covid-19, el cine Baticine y su por supuesto inseparable Archivo Permanencia Voluntaria de Viviana García Besné y la también directora de cine, Elisa Miller, han ideado una estrategia para salvarlo y mantenerlo activo, Las batiexperiencias. Se trata de sesiones de cine y encuentros con actores, productores y cineastas a través de las plataformas online. La gente tiene entonces la posibilidad de poner preguntas y dudas a los creadores. Actividades que de otra forma eran anteriormente exclusivas de los festivales de cine y siempre con entradas complicadas de conseguir. Besné y Miller idearon esta estrategia para invitar a la gente a que se vuelva socia, por 100 pesos mensuales, y tener acceso a todo el material de las Batiexperiencias. Esto les permite ingresar fondos para pagar la renta de las bodegas del archivo y del cine y, por supuesto, el mantenimiento de un espacio que requiere de cuidados especiales, sobre todo en esta temporada de calores. Dos eventos son los más recientes y con invitados de lujo: El viernes 3 de julio la Batiexperiencia interactiva fue con Alejandro González Iñárritu. Mostró uno de sus cortos que pasa dentro de una sala de cine y que dio pie a hablar sobre los contenidos que consumimos y cómo los consumimos. El 27 de junio estuvieron el director Alonso Ruiz Palacios y el actor Tenoch Huerta en la para hablar sobre racismo y estereotipos. Hay un detalle, las Batiexperiencias son en spanglish porque sucede el fenómeno de que la mayoría de los afiliados son es-


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Río de palabras

Cine

Da 5 bloods: la reivindicación bélica de Spike Lee t Por

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Adolfo Nuñez J.

pike Lee es un director que no sabe de sutilezas y que en cada oportunidad como realizador ha preferido ser provocador en lugar de discreto. En ocasiones su estilo puede parecer desmesurado, pero en su trabajo más memorable siempre logra alcanzar una potencia incendiaria, contundente y llena de relevancia. Puede que Da 5 bloods (2020), no sea del agrado de todos, pero en la audacia discursiva y visceral representada en cada escena se vuelve claro que el objetivo del director es hacer una película que resulte dolorosa de ver y que perdure en la mente de sus espectadores por mucho tiempo. En el filme seguimos la historia de cuatro veteranos de guerra afroamericanos: Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Eddie (Norm Lewis) y Melvin (Isiah Whitlock Jr.), quienes después de años sin verse se reencuentran para llevar a cabo una misión de gran importancia. Autonombrados como sangres (bloods), estos cuatro amigos viajan al Vietnam actual para cumplir con una promesa que hicieron décadas atrás, consistente en recuperar un valioso cargamento de lingotes de oro. Al mismo tiempo, este grupo de veteranos debe encontrar los restos de Stormin’ Norman (Chadwick Boseman) el quinto integrante de los sangres y líder del batallón de infantería del que todos formaron parte y que peleó contra el Viet-Cong entre 1967 y 1971. A través del uso de múltiples flashbacks, así como de formatos de pantalla distintos, la cinta oscila entre pasado y presente para narrar la odisea de este grupo de personajes, que vuelven una vez más al país que los marcó para siempre, y que en realidad jamás lograron dejar atrás. Como toda buena historia de aventuras, a lo largo del trayecto surgirán diferencias y obstáculos entre estos amigos, así como peligros que tendrán que enfrentar para poder lograr su objetivo. En medio de esta dinámica, Lee dedica especial atención al personaje de Paul, interpretado de manera excepcional por Delroy Lindo, y que encarna la peor versión posible de un soldado afroamericano trastornado por la guerra. Paul no solo tiene una relación distante con su hijo David (Jonathan Majors), también tiene una visión distorsionada del eslogan Make America great again utilizada por la administración presidencial del país vecino, y de la cual es un ferviente seguidor. Lee utiliza la dicotomía de este personaje para señalar los estragos psicológicos sufridos por los veteranos afroamericanos después de haber participado en una guerra que no eligieron, luchando por derechos que jamás tuvieron. En medio de la acción, el filme utiliza imágenes de archivo entre las décadas de 1960 y 1970, que incluyen declaraciones de Muhammad Ali, Malcolm X, Angela Davis, Martin Luther King Jr., alternándolas con videos de la llegada a la Luna, la lucha de las Panteras Negras, las manifestaciones callejeras, la renuncia de Nixon, y naturalmente, de la guerra de Vietnam. Al mismo tiempo Lee hace una crítica al cine bélico hollywoodense, en específico a películas como Rambo (1972) y Apocalypse

/// Da 5 Bloods, película de Spike Lee.

now (1979), y a cómo el heroísmo de estas producciones jamás ha representado la verdadera experiencia afroamericana dentro de dicha guerra. Da 5 bloods es un filme combativo, político y un intenso relato sobre la hermandad, la culpa y la redención. En su intento de reivindicar a una genera-

Me morí t Por

Pilar Alba

M

e morí por ti, no una ni dos ni tres veces, perdí la cuenta de tanta moridera. Cada vez que me matabas mi corazón se resquebrajaba como olla de barro que se resiente, que ya no puede guardar el agua, que no servirá para hervir en ella los frijoles.

Efectivamente así me quedaba yo también, inservible. Sin servir para guardar otros amores, para coser en mis ilusiones uno nuevo, jurando siempre no volver a caer, no permitir que si una vez me habías roto, volvieras a hacerlo. Esperaba un tiempo, juntaba mis hilos rotos, los anudaba y comenzaba a andar otra vez por la vida, hasta que volvías de nuevo, como quien vuelve por los lentes olvidados en la banca de un

ción olvidada, Spike Lee entrega una cinta de grandes dimensiones que hace ecos con la actualidad, como hemos visto en las manifestaciones impulsadas por el movimiento Black lives matter, se vuelve claro que el pasado siempre nos alcanza y que hay guerras que jamás terminan.

parque, como quien recuerda la moneda de diez pesos que tenía oculta en el bote de las galletas. Volvías y yo contigo a pensar que esto podría tener una vez más remedio. Entonces el revuelo me impedía acceder a los recuerdos anteriores, a los días de sufrimiento; todo era fiesta, felicidad, vértigo. Volvía a mis días de infancia, en la feria, dando vueltas y vueltas en las sillas voladoras. Hasta que como todo, el boleto caducaba, había que volver a poner otra vez los pies en la tierra, caminar con pasos temblorosos, hasta que el derrumbe viniera. Entonces moría otra vez, ya dije que no recuerdo por cuántas veces hasta hoy, que me entero que quien ha muerto has sido tú… No moriste por mí. No morirás mil veces.


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