La Gualdra 475

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SUPLEMENTO CULTURAL

NO. 475 /// 19 DE ABRIL DE 2021 /// AÑO 10

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN

Miao-Yi Tu. Archivo de la artista.

En la Segunda Guerra Mundial, fuerzas de Estados Unidos intervinieron para mantener la independencia de Taiwán, pero China sostiene el acecho para recuperar un territorio que hoy aparece como un fantasma de gran categoría en el mapa del mundo. Esta constante amenaza de “invasión” es el tema recurrente de nuestra entrevistada, la narradora y poeta taiwanesa Miao-Yi Tu, ganadora de amplios reconocimientos por su obra. Miao no escapa a los sucesos de una tierra que defiende en cada lugar que visita. [Una entrevista con la escritora taiwanesa Miao-Yi Tu, por Octavio Gallardo, en páginas centrales]


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LA GUALDRA NO. 475 /// 19 DE ABRIL DE 2021 /// AÑO 10

La Gualdra No. 475

Editorial

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engo miedo torero es una película dirigida por Rodrigo Sepúlveda, un director de cine chileno que hace 20 años dirigiera también la película Un ladrón y su mujer; desde entonces se veía ya que Sepúlveda era un gran lector no solo de literatura, sino de las emociones humanas. En aquella primera película que vi de él también el amor era el tema principal; y cuando digo esto me refiero no a ese tipo de amor que empalaga, cursilón y tan recurrente en el cine comercial, sino a ese otro que trastoca los sentidos, que hurga en las entrañas, las revuelve y las reacomoda; aquel amor agotador, que de una suave melancolía termina por exponer la condición humana de manera frontal, llana. Un ladrón y su mujer está basada en un cuento homónimo de Manuel Rojas, un escritor chileno-argentino quien falleciera en la década de los años 70. Tengo miedo torero, está basada en una novela del escritor chileno Pedro Lamebel (1952-2015), quien “fue seguramente el único escritor chileno que se maquillaba y usaba zapatos de taco alto, al menos en público. Maquillaje y tacones fueron parte de la propuesta contestataria de este escritor, que de ser un niño pobre criado a orillas de un basural y un artista travestido que usaba la provocación como herramienta de denuncia política, pasó a ser uno de los autores chilenos más comentados y exitosos de las últimas décadas”; así es descrito en en la página “Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile”. La historia de esta película es precisamente sobre un travesti chileno y la relación que entabla con un arquitecto activista mexicano en la década de los 80 en Santiago de Chile. La primera escena es una fiesta en un bar gay; desde ahí uno puede percatarse que el diseño de arte será de lo más acertado: el lugar es sórdido, ruidoso, la alegría del público que bebe, fuma, platica y ríe a carcajadas es interrumpida por la llegada de los “milicos”... algunos de los asistentes logran escapar, otros son agredidos y unos más acribillados por los militares. La loca del frente -interpretada por Alfredo Castro- sale del lugar co-

rriendo, asustada, los tacones no le permiten avanzar; aparece Carlos -interpretado por el actor mexicano Leonardo Ortizgris- y la salva ocultándola en un callejón. A partir de ahí se hacen amigos. Luego, las circunstancias los convierten en cómplices. La trama se desarrolla en Santiago de Chile, en 1986, justo en la marabunta de acontecimientos represivos en contra de la población chilena por parte de Augusto Pinochet quien sufre un atentado ese año. Carlos, el arquitecto mexicano, es parte de un movimiento clandestino que surge como consecuencia de la dictadura; primero lleva unas cajas con libros a casa de La mujer del frente, después lleva a integrantes de la organización a la que pertenece para que lleven a cabo ahí sus reuniones; todo pasa muy pronto, ella apenas si se da cuenta de que está metida en una situación que pone en peligro su vida, pero lo acepta, participa, se involucra... por amor. La relación entre Carlos y La loca del frente es tórrida y de una profunda ternura; ella está enamorada; él está comprometido con una causa que va más allá de lo que sus propios sentimientos le puedan dictar. Se deja querer y ella se dedica a quererlo, entre las turbulencias de un país en llamas; la construcción de los personajes es más que loable porque las historias se van contando equilibradamente. Las actuaciones son por demás portentosas. Las frases de este filme son memorables de principio a fin, pero comparto con ustedes algunas de ellas que se dicen al final: “Si algún día hacen una revolución que incluya a las locas, avísame, ahí voy a estar yo en primera fila”, “Yo no tengo amigos, cariño: tengo amores. La vida me va a quedar debiendo el amor que inventó para nosotros”. ¡Qué película! Tengo miedo torero ganó el Premio CINÉ, y el Premio del Público hace apenas unas semanas en el Festival Cinélatino de Toulouse, Francia. Se puede ver en Prime Video y yo se las recomiendo mucho. Que disfrute su lectura.

Directorio

Contenido 39 años celebrando el Día Internacional de los Monumentos y Sitios Por Víctor Hugo Ramírez Lozano

La poesía es una herramienta para elevarse sobre las tristezas y los terrores: Miao-Yi Tu Por Octavio Gallardo

Una novela criminal, de Jorge Volpi Por Miguel Ángel de Ávila González Bienvenidos Por Alfa Tao La muerte Por Adán Echeverría

La estructura industrial en Zacatecas: empresas, empresarios y trabajadores Por Judith Alejandra Rivas Hernández y René Amaro Peñaflores

Reconfiguración Por Mariana Flores Castillo

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Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial

La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com


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39 años celebrando el Día Internacional de los Monumentos y Sitios

Por Víctor Hugo Ramírez Lozano* t

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ste 18 de abril se cumplieron 39 años de la conmemoración del Día Internacional de los Monumentos y Sitios, festejo que el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS por sus siglas en inglés) promovió con el afán de protegerlos y revalorizarlos. Dada su importancia, la UNESCO hizo suyo este día en su 22ª Conferencia General. En este marco, cada año se propone un tópico en torno al cual se debate, se analiza y exponen problemáticas de actualidad por medio de sus diferentes comités científicos en todo el mundo y se llevan a cabo acciones que buscan incidir en políticas públicas que permitan la protección del patrimonio universal. Hace 28 años, en 1992, el centro histórico de Zacatecas estaba siendo objeto de una gran evaluación internacional encabezada por el propio ICOMOS: sus expertos y comités conocían, investigaban, comparaban y corroboraban la importancia, la conservación de sus monumentos y su historia. Todo ello lo llevaron a cabo bajo estrictas directrices que implican seis criterios (valores) culturales y cuatro naturales que deben ser aplicados a todos los sitios inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO; entre ellos, el número II (exhibir un importante intercambio de valores humanos, durante un lapso de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, sobre desarrollos en arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño del paisaje) y el IV (ser un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra etapas importantes de la historia de la humanidad),1 dieron a Zacatecas (1993) ese gran reconocimiento internacional a sus valores eminentemente culturales. Vivimos tiempos difíciles –tanto como los de cualquier generación pasada y seguramente por venir, pero con el sello distintivo que nos concede cronos-, tiempos que inducen a la reflexión en torno a nuestra realidad, en la que

/// Monumento a Fray Antonio Margil de Jesús, Guadalupe Zac. Foto de Erika Rentería Ruiz.

muchos conceptos, ideas, jerarquías y valores que han cimentado y dado forma a nuestra sociedad actual están en el banquillo de los acusados, siendo cuestionados, revalorizados, desechados o reafirmados; y por supuesto los criterios que ha manejado el ICOMOS para determinar nuevas candidaturas a la Lista del Patrimonio Mundial, así como los conceptos de “cultura”, “monumento” o “patrimonio” no

han escapado a este torbellino de nuevos paradigmas. Hace un siglo la idea de “monumento” conducía de manera cuasi inmediata a la visión materialista y romántica de la historia: ilustrada en bronce y encumbrada pedestales de mármol; paulatinamente se fueron integrando a este concepto los testimonios culturales arquitectónicos como las grandes catedrales, pala-

cios y construcciones que reflejaban algún episodio trascendental; tras las guerras mundiales, justamente se sumaron al ideario complejos, centros históricos y sitios arqueológicos con valores y características culturales auténticas y excepcionales. Hoy el campo semántico de “monumento” continúa ampliándose, generando nuevas narrativas y al mismo tiempo complejizándose; hay que integrar a la agenda los debates (que no estuvieron presentes cuando se dictaminó Zacatecas) en torno a la accesibilidad, lo tangible y lo intangible, la igualdad e inclusión, el reconocimiento a grupos minoritarios, el respeto a los derechos humanos y por supuesto, la protección al medio ambiente (afortunadamente hoy un árbol ha alcanzado la misma importancia que el bosque); de tal manera que determinar la trascendencia o importancia de un bien, sitio o paisaje biocultural se ha vuelto una tarea sumamente difícil. Gracias a la proyección cultural de nuestra ciudad, al trabajo de varias administraciones gubernamentales y de instituciones concernientes al tema del patrimonio, a finales del 2020 se reactivó la coordinación del ICOMOS en Zacatecas; el Dr. Saúl Alcántara Onofre, Presidente Nacional del ICOMOS MEXICANO, tomó protesta a los nuevos miembros: arquitectos, restauradores, investigadores y especialistas que deberán integrarse a los diferentes comités científicos según sus especialidades, tendrán que debatir y dialogar estos nuevos temas de cuño altamente social que definen nuestra actualidad e integrarlos a los objetivos y plan de trabajo. El reto es grande: no son las mismas ideas, amenazas, debilidades y hasta enfermedades que hace 28 años, pero tampoco son las mismas herramientas que en pro de la conservación podemos emplear; la tecnología, la cooperación internacional, las comunicaciones y la formación de profesionales en conservación han aumentado en nuestro país, y afortunadamente también el trabajo en equipos interdisciplinarios es mejor entendido y desarrollado. En tiempos de COVID-19, en momentos en que los cristales rotos cantan y los grafitis se confunden con el bronce en favor del reconocimiento de problemáticas sociales profundamente arraigadas, ayudemos a los monumentos con su tarea: la de estar ahí, “viendo pasar el tiempo” como testigos de la historia; nuestra misión “ahí está”: conservarlos, respetarlos, ¡crear nuevos!, y motivar el arraigo de las nuevas generaciones, las nuevas ciudadanías. *Miembro de ICOMOS MEXICANO.

/// Puerta de Alcalá en Madrid. Foto de Erika Rentería.

/// Salón de Columnas Zona de Monumentos Arqueológicos La Quemada, actualmente en la lista indicativa de Patrimonio Mundial. Fotografía de Juan Carlos Basabe INAH Zac.

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http://whc.unesco.org/en/criteria/

Patrimonio Cultural

“Acompaño a mi sombra por la avenida mis pasos se pierden entre tanta gente busco una puerta, una salida donde convivan pasado y presente de pronto me paro, alguien me observa levanto la vista y me encuentro con ella y ahí está, ahí está, ahí está viendo pasar el tiempo, la puerta de Alcalá”.


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Literatura

La poesía es una herramienta para elevarse sobre las tristezas y los terrores: Miao-Yi Tu*

/// Miao-Yi Tu.

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Por Octavio Gallardo

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n 1949, mientras los comunistas liderados por Mao Zedong se hacían con el poder en la China continental, las fuerzas leales al antiguo régimen se refugiaron en la isla de Taiwán, también conocida como Formosa, un hecho que determinó una división que mantiene hasta hoy en vilo, el reconocimiento de Taiwán como un estado independiente. En la Segunda Guerra Mundial, fuerzas de Estados Unidos intervinieron para mantener la independencia de Taiwán, pero China sostiene el acecho para recuperar un territorio que hoy aparece como un fantasma de gran categoría en el mapa del mundo. Esta constante amenaza de “invasión” es el tema recurrente de nuestra entrevistada, la narradora y poeta taiwanesa Miao-Yi Tu, ganadora de amplios reconocimientos por su obra. Miao no escapa a los sucesos de una tierra que defiende en cada lugar que visita. Sin embargo, deja en su poesía una marca de lo cotidiano y de los momentos,

donde logra profundizar de manera extraordinaria, solo como la gran tradición poética de oriente permite. Un registro, un pequeño desplazamiento, una interrogante y la fuerza de una cultura poética que se funde con el día a día, con esa levedad que tiene los instantes y con la historia de un país al borde de ser nuevamente colonizado. Un trazado que funde la vida personal con la historia viva de su pueblo. Octavio Gallardo: En conversaciones anteriores que hemos tenido muy parcialmente, y leyendo sobre ti, me he encontrado con un fuerte interés por comunicar la situación actual y pasada de tu país, que además no es reconocido como tal por la mayoría, debido a diversas situaciones geopolíticas, ¿cuál es tu mayor preocupación con respecto a Taiwán? Miao-Yi Tu: Económicamente estamos muy bien, pero lo que me preocupa es la relación con China porque siempre nos está amenazando y ahora pocos países nos apoyan salvo Japón, Estados Unidos, ellos por su interés propio,

pero necesitamos que el mundo sepa cómo es China y cómo es Taiwán y nuestro problema que es muy grande. Taiwán es una isla con muchos tesoros y no queremos que China nos anexe. Por eso siempre digo, en los festivales internacionales, que mi nacionalidad es taiwanesa y no china. OG: ¿Es parecida la situación de Taiwán con respecto a Honk Kong? M-YT: Taiwán es un país independiente, y todo lo que lo constituye, aunque China insiste en que es una provincia suya y en ese aspecto no es similar. Con respecto a Honk Kong, China dijo que iba a mantener su sistema, pero es cada vez peor; China mantiene la promesa, pero cada vez vemos que su vida democrática se deteriora. Después de la guerra civil china, el Partido Nacionalista Chino, también conocido como KMT, se escapó de China y vino a Taiwán. Pero su gobierno era injusto y corrupto, y así crecía el rencor de la población. El KMT respondió a tal resentimiento masacrando a la gente y a toda una generación de

intelectuales. Esta experiencia nos ha enseñado que Taiwán tiene que ser internacionalmente reconocido como un país independiente y no como algo que pertenece a otro. La política es la vida, y siendo escritora creo que tenemos el deber de comunicar al mundo esta realidad e interactuar con los extranjeros. Para mí un lápiz es un arma, una bomba. Taiwán todavía no es reconocido internacionalmente como un país y ese es un problema que hay que enfrentar, hay que resolver. OG: Con respecto a tu labor como escritora en este contexto, ¿cuál es tu mejor herramienta de escritura, la narrativa o a la poesía? M-YT: La novela es muy complicada y larga, la poesía es concisa, puede ser muy corta y puede ser muy sencilla. Mi experiencia en el año 2014 en un festival de poesía en Latinoamérica me hizo notar que la poesía es algo donde hay que hacer que la gente lo capte de inmediato, por ejemplo, si escribo un poema sobre la tragedia del 28 de febrero de Taiwán,


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En la tienda de la esquina pasan tranquilos los días [traducción de Khedija Gadhoum]

No conoce Taiwán, pero sabe que China es muy popular. Y de nuevo vuelve a narrar la historia de su vida, que ha pasado serena y tranquilamente. Yo también deseo un lugar donde pueda, tranquilamente, pasar mis días sin prisa y diciendo, bien alto, que soy taiwanesa, una auténtica taiwanesa. La sonrisa cálida del anciano acaba borrando mi angustia y poco a poco se va mitigando nuestra cándida charla. Si yo hubiera venido setenta años antes, habría sido japonesa. Si él hubiera venido doscientos años antes, habría sido español.

la gente puede captarlo sin ningún problema. OG: ¿Cómo es tu proceso de escritura? M-YT: Al comienzo de mi carrera literaria escribí cuentos, prosas y solo hasta la mediana edad empecé a escribir poesía, y cada día llevo en mi bolsillo un cuadernillo y anoto cualquier pensamiento que tengo y estos son trozos de poesía o trozos de un cuento o novela. La poesía mía son instantes de un pensamiento o instantes de la vida. Ahora mismo estoy escribiendo una novela sobre la historia de mis antepasados, los Sorayas. OG: ¿Desde qué tipo de momentos surge un poema para ti? M-YT: En la vida cotidiana hay cosas muy bellas y esas cosas son parecidas a un poema, y a lo mejor porque estudio y leo demasiada poesía entonces todo lo que pienso es poesía, y entonces lo anoto en el cuaderno. En mi vida yo he pasado por violencia doméstica y en el nivel personal y en el nivel nacional Taiwán también ha pasado por tragedias, dictaduras, y para mí la poesía es una herramienta para elevarse sobre esas tristezas, esos terrores. En un pueblo latinoamericano (Los Vilos, Chile) me encontré con un anciano y estábamos ahí hablando, en ese momento pensaba que si yo hubiera estado en mi tierra 200 años antes habría sido japonesa y si él hubiera estado allí antes habría sido español. Este es un ejemplo de que en la vida cotidiana está la materia para mi escritura. Para mí el viaje también es una inspiración, puesto que he estudiado en California y también he estado en Colombia y viendo la historia de Colombia, como en muchos países hispanoamericanos que eran colonia de España, lo mismo pasa con Taiwán que ha sido colonia por mucho tiempo, eso me hace conectar una tierra con la otra y eso es parte de mi inspiración. Como escritora la tristeza personal o del país es algo que me impacta y lo cambio y lo transformo, lo describo y entonces al final es literatura que nos ayuda a elevarnos sobre nuestra tristeza y nos ayuda a ser mejores. OG: ¿Cómo conectas la literatura oriental con la literatura occidental? M-YT: La literatura tradicional de oriente es más diferente, porque contiene menos imaginación que la literatura occidental, por ejemplo, García Márquez, la imaginación es algo no muy usual en la literatura oriental en mi parecer. La literatura occidental posee bastantes diferencias entre, por ejemplo, la literatura inglesa y la hispanoamericana, porque en Latinoamérica se pone mucho énfasis en la familia como en Asia, pero en la literatura anglosajona se pone énfasis en el individuo. Además, en Latinoamérica hay bastante tema sobre las dictaduras, como Vargas Llosa,

En este mundo absurdo se mezclan tanto las historias tristes como las alegres. Alzo la cabeza para contemplar el cielo más allá de la tienda de la esquina sin querer ignorar la melancolía azul. Un camino [traducción de Mariela Cordero] La reminiscencia es un océano que no tiene fondo. Remembrando un segundo, una flor se intoxica levemente; remembrando un minuto, una flor se silencia; remembrando un momento, una flor se marchita; remembrando un día, una flor arde; remembrando una noche, una flor se torna en ceniza.

y eso es algo que nos conecta con los taiwaneses, porque hemos atravesado por una dictadura. Pero en la literatura inglesa, ellos son los colonizadores y no los colonizados, entonces su escritura es diferente a la de nosotros. Entonces marco las diferencias, no tanto en que si es o no oriental, sino en que si es colonizadora o no. Pongo más énfasis en eso que si es oriental u occidental. Por ejemplo, la literatura británica, que es un país que colonizó a India, entonces es muy diferente e interesante. Pero hoy día colonizan de otra forma, económicamente por ejemplo o culturalmente, como las películas de Hollywood. OG: ¿Cuál es tu papel como escritora con respecto a todo esto? M-YT: Taiwán no es un país muy seguro por la amenaza de la invasión de China, esto pasa casi cada día, que los países grandes amenazan a los países pequeños, y el deber de un escritor o escritora es luchar contra esas injusticias. Aunque me puedan matar o aniquilar, mi literatura es eterna y mi espíritu puede llegar hasta el infinito. OG: ¿Qué es un poema para ti? M-YT: Para mí la poesía es un descubrimiento, la vida y la vida cotidiana. Para mí las cosas pequeñas de la vida cotidiana son una elevación del simple hecho de vivir.

Cuando dos amantes se distancian uno del otro, una milla está marcada por la belleza; cien millas significan soledad; mil millas están pavimentadas con los trozos de un corazón roto; diez mil millas se acumulan, inesperadamente, en un poema. El camino que dejaste atrás rima mi poema con cada uno de tus pasos.

*Miao-Yi Tu (1961) es una poeta, escritora, editora, traductora y artista taiwanesa. Actualmente es miembro del comité de Literatura Taiwanesa Battlefront. Es asociada del Grupo de Comunicación Internacional de Literatura de Taiwán. Obtuvo diversos premios literarios, entre ellos: Premio Literario Tayouan, el Premio Literario de Taipei, el Premio Literario Lin Rung-san, el Premio Literario Nan-ying, el Premio de Poesía Femenina Ye-hong. Su ensayo El terreno sigue siendo el jardín obtuvo el primer premio del Premio de literatura Fu-cheng (2007). Obtuvo el Primer premio del Premio de historia corta Wu Cho Liu (2011). Obtuvo el Premio Literario Kathaka (2018). Ha publicado en taiwanés el poemario Yearning (2016). The Epiphany of Feet libro de poesía bilingüe mandarín / inglés (2018) y The Black Ghost, libro de cuentos (2019). Coeditó junto con poetas kurdos la compilación de poemas mundiales en inglés y español “Paz para Afrin, paz para Kurdistán” (2019, publicada en Alemania). Sus poemas han sido incluidos en varias compilaciones internacionales y han sido escogidos por el Museo del Sonido Italiano. También ha sido traducida al inglés, español, bengalí, macedonio, árabe, polaco, turco y albanés.

Literatura

En la esquina de un pequeño pueblo, entre ciudades, hay una encantadora tienda que invita a conocer la auténtica vida chilena. Cerca yace un árbol macizo cargado de kiwis, y sus frutos se doran al sol del desierto. Paseo encantada por tal paisaje mientras un anciano, con sombrero de fieltro, me pregunta si soy japonesa.


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Río de palabras

Libros

Una novela criminal, de Jorge Volpi Por Miguel Ángel de Ávila González t

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l presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 7 de abril en la correspondiente mañanera, exhibió el montaje televisivo de la detención de la ciudadana francesa Florence Cassez y su ex pareja Israel Vallarta a manera de respuesta a un montaje que se pretendía urdir por una supuesta vacuna de aire aplicada a un adulto mayor que pudiera haberse tratado de una simulación, para inducir en la población desconfianza en el proceso de vacunación. Lo anterior motiva que recupere palpitante actualidad: Una novela criminal, de Jorge Volpi, que fue presentada en Zacatecas el viernes 1 de junio de 2018. La presentación estuvo a cargo del propio autor y los comentaristas fueron María Isela Sánchez y Salvador Lira. Todo lo que narra la novela verdaderamente ocurrió. Los personajes que intervienen son reales, personas concretas. La historia es verídica. El 8 de diciembre de 2005, al sur de la Ciudad de México, la policía federal detuvo a Florence Cassez y a Israel Vallarta. A este último empiezan a aplicarle el protocolo de Estambul de inmediato para que se autoincrimine de secuestro e integración en la banda criminal. Al día siguiente, a las 6:47 de la mañana, los canales Televisa y TV Azteca emiten en directo la entrada de los agentes federales en el rancho Las chinitas, la detención de Israel y Florence y la liberación de tres rehenes -previamente ahí sembrados por la propia policía-. Los jueces condenaron con una pena ejemplar a quienes millones de mexicanos habían visto por televisión mientras eran interrogados por los reporteros de la televisión. En esta misma toma, los televidentes advierten cómo los agentes le están torciendo el cuello a Israel, ocasionándole dolor. A Florence la condenaron a 60 años de prisión; apeló esta sentencia y se la incrementaron a 96 años. Israel Vallarta, inexplicablemente, todavía no recibe sentencia después de 16 años. En su momento, un gran sector de la población mexicana, se convenció de que Florence Cassez e Israel Vallarta debían ser procesados y permanecer en prisión. Otros, por el contrario tenían la certeza de que merecían la libertad. El mérito de la novela es hacer temblar esas creencias; para un lado o para otro, sin justificar nada y sin enjuiciar a nadie, Jorge Volpi reúne tantos elementos como le es posible. Comienza con certezas y termina con dudas, características propias de una excelente investigación y de una narrativa que ha hecho del autor uno de los mejores referentes de la literatura mexicana. Este proceso ocasionó un grave incidente entre México y Francia. El presidente francés Nicolás Sarkozy, convencido de su inocencia (conocía el trabajo de la periodista belga Emanuele Steels titulado Teatro del engaño. CassezVallarta. Historia de un montaje) visitó México con la intención de llevarse a Florence Cassez, lo que exacerbó el nacionalismo mexicano. El presidente Felipe Calderón muy cuestionado por

su desastroso gobierno, vio la oportunidad de obtener ventaja de la situación y se negó a cualquier medida de gracia. Cassez solo pedía entonces que se repusiera el procedimiento. Para no dejar ningún cabo suelto el presidente Felipe Calderón amenazó al Presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar Lelo de León por si se le ocurría intentar algún recurso. Los

demás ministros cuando en su oportunidad tomaban conocimiento del caso, eran vigilados, atosigados y amenazados por los esbirros de Genaro García Luna. Narración despiadada a la hora de mostrar los entresijos del poder, las raíces más hondas de la corrupción y sus alcances así como los embotados mecanismos de la justicia. El autor coloca

Bienvenidos t

Por Alfa Tao*

Queridos mártires del concreto del hacinamiento de los nudos viales y los flujos vertiginosos de los vagones anaranjados que te aspiran y te expulsan a placer de los tacos de canasta y su fauna acompañante de las marchantas la fayuca y el regateo del clasismo exacerbado de los segundos pisos y del hoy no circula

de la saturación y el espejismo del tenerlo todo y disfrutar de nada del parque hundido y la catedral también de las herencias y los recuerdos; cuando vengan a la tierra del matorral costero de los acantilados y la falla de San Andrés bájenle tres rayitas a la inercia y disfruten el mar. * Ciudad de México, 1976.

al lector a la realidad frente a frente, sin intermediarios. En esta lucha el narrador es tan solo el ojo que pasea sobre los hechos y los ordena. Su mirada es la pregunta, aquí no hay respuestas, solo la perplejidad de lo real. *** Jorge Volpi, Una novela criminal, Premio Alfaguara de novela 2018.

La muerte Por Adán Echeverría t

Ríete de la muerte de toda muerte de cada muerte ríete con fuerza con los pulmones y las vísceras que la risa retumbe por las paredes que sacuda la memoria hasta hacer polvo las tristezas.


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La estructura industrial en Zacatecas: 1 empresas, empresarios y trabajadores Por Judith Alejandra Rivas Hernández y René Amaro Peñaflores t

Libros

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a explicación de los procesos industriales en México es imprescindible para reflexionar sobre la problemática industrial y la reactivación económica que tanto se necesita hoy. La industria moderna es la actividad productiva transformadora de bienes que requiere de una incipiente división técnica del trabajo y de una determinada acumulación de capital. Es concebida como una estructura que “implica la utilización de fuentes de energía diferentes […] y una división del trabajo requerida para la realización de las distintas operaciones que dan como resultado un nuevo producto.” (Korol, 2000: 8) La producción industrial exige la utilización creciente de innovaciones tecnológicas, adopción de maquinaria, organización técnico-administrativa, capacitación laboral y generación de beneficios-ganancias. (Hobsbawm, 1982: 75) Además, para potenciar el crecimiento productivo se requiere del fomento estatal y de una integración económica que impone el capitalismo en su fase industrial. Lo anterior dependerá de otras condiciones históricas: transportes-eficientes, articulación mercantil y fuerza laboral libre. Al igual que de una concentración en la producción en masa de bienes en constante aumento y bajo costo, para crear y mantener el ritmo de expansión económica. (Miño, 2016: 397) La cuestión industrial en México no significó un proceso de industrialización moderna, un “vuelco ascendente, imprevisto y franco” de indicadores económicos, cuyo salto cualitativo impactará sin precedentes las manufacturas. En Nueva España y la Región Andina hubo “fábricas primitivas”, cuya organización manufacturera textil operó mediante obrajes desde el siglo XVI y con trabajo forzado. Luego, en la primera mitad del siglo XIX, apareció un crecimiento del sector industrial, que no significó una transformación general de la economía agraria. El crecimiento del sector manufacturero, incluso mediante la utilización de tecnología, puede o no llevar a un despegue industrial con crecimiento sostenido a largo plazo. (Gómez-Galvarriato, 1999: 9-10) Una parte de la historia de la industria latinoamericana concibe el sistema- productivo-capitalista integrado por países centrales y periféricos, definidos por una división internacional del trabajo que funciona por la dinámica de un “sustrato social interno”, una clase terrateniente depredadora de los recursos naturales y que finca sus intereses hacia el mercado mundial cuando este es garante de altas rentas y, se retira del comercio externo, cuando retorna las condiciones normales del mercado nacional-local. (Kalmanovitz, 2004) En México, como sabemos, el proceso de industrialización temprana comenzó en 1830 con el Banco de Avío, instancia estatal que apoyaba con capital a empresarios e industrias para establecer las bases posibles del despegue industrial. (Potash, 1959; Keremitsis, 1973) Durante el Porfiriato, con sus quiebres, hubo importantes procesos de industrialización. En este contexto problemático se inscribe el libro reseñado, en el cual se analizan diversas problemáticas del sector manufacturero e industrial de México (Zacatecas) y Colombia, aunque por ahora solo referiremos el caso zacatecano: Adolfo Trejo desarrolla la importancia del tabaco como estanco en Zacatecas; explica cómo los crecientes montos fiscales obtenidos con su mercantilización permitieron ingresos crecientes entre 1824 y 1835, incluso por encima de las contribuciones mineras. María Guadalupe Noriega explica el caso de “La Zacatecana”, como fábrica textil-moderna y cuyo éxito productivo radicó en la combinación del “espíritu empresarial” (familia García), fuerza hidráulica, lana y mano de obra abundante, y articulación mercantil regional e interregional. Hilda Graciela Martínez aborda el surgimiento de un entramado de establecimientos fabriles locales a finales del siglo XIX. Analizan la composición del capital invertido en la industria, los montos productivos, el valor del costo anual de la producción

y la formación de sociedades comerciales. Señala que el monto de la inversión de capital, respecto al capital constante (bienes de capital) y al capital variable (fuerza de trabajo), definió a la pequeña industria local poco competitiva. María del Refugio Magallanes da cuenta de las sociabilidades-magisteriales (Asociación de Preceptores de Primeras Letras, Liga Pedagógica y la Asociación de Educadores Zacatecanos) y de la mudanza identitaria en torno a la nueva cultura laboral: la profesionalización de la enseñanza, la incorporación de preceptores como sujetos educativos innatos y las propuestas curriculares-textos escolares emitidas por las instancias asociacionistas. La educación moderna-científica potenció cambios metodológicos en la enseñanza y configuró mutaciones en el ámbito de la cultura del profesorado porfirista. Israel Díaz analiza el papel de los niños trabajadores; la escuela porfiriana zacatecana les proporcionaba conocimientos técnicos y preceptos-morales-civiles. La Revolución no cambió las malas condiciones infantiles; la noción cotidiana del niño trabajador terminó imponiéndose sobre la noción moderna de escolarización de la infancia. Por su parte, Armando Márquez Herrera explica cómo en los albores de la Revolución los obreros, no obstante, sus bajos salarios, desarrollaban procesos de eficiencia-rendimiento

productivos. La rebeldía laboral en 1910 tuvo como saldo la detención masiva de trabajadores: en Moyahua, Juchipila y en el semidesierto; empero la “flamita de la revuelta” creció con más fuerza, sobre todo en donde las organizaciones laborales estaban más consolidadas. Entonces, la principal fuente de empleo para los obreros se sustentó en las diversas filas revolucionarias. Con todo, la lucha armada fue la “tablita de salvación para muchos y la tablita de la mortaja para otros.” Finalmente, Judith Alejandra Rivas analiza la formación para el trabajo industrial en la transición del Hospicio Niños de Guadalupe (1878) a la Escuela Industrial “Trinidad García de la Cadena” (1926). Los exitosos procesos técnicos y la integración socio laboral de los niños-jóvenes-huérfanos, no impidieron la decadencia paulatina de la Escuela Industrial; los cambios pedagógicos de la época, la mística de la Escuela Rural y el saqueo gubernativo de recursos escolares, minaron los procesos formativos-industriales durante el gobierno de Félix Bañuelos (1936-1940).

1 Reseña del libro: Industrias, empresarios y trabajadores. Educación para el trabajo industrial y sociabilidades laborales: México y Colombia, siglos XVIII al XX, de René Amaro Peñaflores/Judith Alejandra Rivas Hernández (coordinadores), México, UAZ, 2019.


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Reconfiguración Por Mariana Flores Castillo*

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1. Te observo todas las noches desde el viejo árbol. Aún sueñas conmigo. Desde aquí te cuido. Tenemos así como sentimientos fantasma. Recuerdos de cómo sentíamos cuando éramos carne, hueso y sangre. Ahora soy metal, chips, engranajes y pistones. Todo el pasado y el futuro en mis entrañas oxidadas. Es como si diario mirara una película de cómo era antes. Siento lástima por ustedes. De tuercas, resortes y latas intentan recrear el mundo que alguna vez fue. Son nostalgia. Están buscando y no saben qué quieren encontrar. Desde aquí te observo para no olvidarte. Navego en tus sueños. Aunque ya no hablemos el mismo idioma, aunque ya no siento esperanza. Tú me buscas. Nos buscas.

2. Desperté con esa extraña sensación. Otra vez. El delirio. La soñé. Caminábamos a través de un bosque. Ternura. Había cielo. La luz se colaba entre los árboles. Esperanza. Luego todo se oscurecía, nubes de metal tapaban el cielo. El terror. Un olor a aceite quemado me provocó una tos incontrolable. Despierto. Desesperanza. Miro a la ventana, lo único que parece vivo es ese gran árbol ¿me mira? El misterio. La cuota de hoy son diez kilómetros. Mi estación yace en un gran cubo de concreto y metal. Pedalear. Energía. Vivir. Nuestro sector fue de los primeros que se quedaron sin electricidad, sin cobertura. Precariedad. Pedalear para no morir. Producir energía para iluminar. Junto a mí llega una señora, más de 60 años, apenas puede hacer presión sobre el pedal. Me ofrezco a cubrir su cuota. “Solo si no vienen”, me dice señalando al cielo. Las nubes de metal. A Melisa se la llevaron hace 467 días. Recuerdo. Floto ¿quiénes se la llevaron? Ellos. Me perturba su ausencia. Me inquieta despertar con la sensación de que aquí sigue. La siento. No la veo.

3. No sé como explicarte esto. Nos engañaron. Me escapé. Rondo entre la maleza. Llevaba la playera con el conejo de pascua, aquella con la que bromeábamos. Me aferré a ella cuando sentí que era mi último aliento. Cuando me fragmentaron, en nombre de La reconfiguración. Desperté con orejas largas y un aliento a metal. Frankenstein. Estoy y no soy. Siento. Volátil. Te miro. Encontré a un par como yo. Nos fugamos por los ductos. Los centros de la tierra retiemblan. Te lo prometo. Ya somos muchos queriendo terminar con las nubes de metal. Pedalea, igual que lo hicimos ese verano en la playa. Húmeda. Huélela. Emociones. Calma. “Mi voz está en un caracol de mar”, ¿te acuerdas? No me diste un anillo ni flores. Un caracol, me dijiste que tenía tu voz y tu

promesa. Lo colgué a mi cuello y salvó mi espíritu cuando me fragmentaron.

con tu piel canela. Ese día te quise más. Hoy te quiero más.

4.

6.

Una pastilla de proteína para despertar. Olas. Extraño el café que preparabas ¿Siento arena en los pies? Tengo olor a coco en la nariz. Alucinación. Hoy son veinte kilómetros. La señora de junto ya no vino. Me gané 2 GB de internet. Los vendo. Compro pan casi de verdad. Recuerdo que teníamos un gato y un perro. Paseos. Nos los comimos todos luego de la Gran Crisis. Mucho se habla de los experimentos de La reconfiguración. Tanques, trenes, helicópteros y drones pasan todas las noches transportando chatarra, engranajes, pistones y resortes. Algo traman. Se escucha un tren a lo lejos. Vapor. Se escuchan rumores. Lo están reconstruyendo todo. Nos reprograman. Esto es un simulacro permanente.

Termino mi kilometraje. Treinta. Qué ganas de una pizza, de un pozole, de unos esquites. Hoy, solo hay una pastilla gris en mi bolsillo. Gris como el cielo. Ya no recuerdo el color azul. Amnesia. Cansancio. Melisa, te gustaba comer patas de pollo y nunca supe por qué. Hoy me comería un kilo. Algo cae en mi rostro. No puede ser ¿Una flor de jacaranda? ¡Imposible! Un reflejo metálico se mueve a través del seco árbol. Salta. Y salta. Lo sigo. Corro. Es como seguir al conejo blanco. Una oreja más larga que la otra. Un rechinido casi insoportable a cada salto. Un autómata embriagado de felicidad. Corro tras él. Noto que deja rastros de aceite durante su recorrido. Sabe que le sigo.

5.

Descendemos. Ductos. El olor a aceite y dísel se hace más fuerte. Las paredes se iluminan. Silencio blanco. El espacio se expande. Ahí están. Mujeres, hombres, niñas, niños, ancianas. Perros, gallinas y gatos, son tal como los recordaba. En un rincón una anciana, rodeada de infantes, dibuja en la

Hoy te lo quiero mostrar. Necesitas ver las profundidades. La gran huida. Hoy recordé la última vez que salimos a caminar a mirar las jacarandas floridas. En pleno invierno. Ya era un mal presagio de lo que venía. Eran hermosas. Jacarandas. Combinaban

7.

pared el ciclo del agua, mientras les muestra una semilla de frijol recién germinada. Arriba, en un tapanco de cemento, jóvenes y niños llenan de color una pared. Dibujan una puesta de sol en alguna playa. En otro mural se lee “A quienes fueron llevados a La reconfiguración, les recordamos siempre”. Miles de rostros, nombre y fechas. Luto. Un grito me sobresalta. Aplausos. Volteo la mirada hacia arriba. Alguien hizo fuego. Ocote. Recuerdo el olor de nuestras fogatas en el bosque. La que se apagó en cuanto las nubes de metal llegaron. El día que te llevaron. Me sobo los brazos. Escalofríos. Lágrimas ruedan sobre mi rostro. De un salto llegas, te posas en mi regazo. Tus ojillos rojos. Focos. Fijos. Una pata de metal, plateada. La otra oxidada. Las escondes debajo de ti. Rechinas. Tus movimientos se hacen más lentos. Tus recorridos nocturnos te agotaron. Tus circuitos se apagan. Quedas sin movimiento. Te alzo y abrazo. Tienes un montón de flores de jacaranda bajo la barriga. Sonrío. Una niña me lleva de la mano al mural para escribir tu nombre. Melisa. *@LaMayaFlores. Escritora, profesora e investigadora.


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