No. 3 / 18 DE MAYO 2019
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
Ken Loach, director de la película Sorry we missed you.
Es difícil pensar en otro director de cine con una línea temática y estilo narrativo no sólo definido sino más comprometido con la clase media baja, el proletariado y las causas sociales. Estamos hablando del británico Ken Loach (83 años) quien ha vuelto al Festival de Cannes en Competencia por la Palma de Oro con Sorry we missed you
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ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES NO. 3 / 18 DE MAYO DE 2019
Viento y lluvia no impiden el desfile en las alfombras rojas
La Gualdra en Cannes
Crónica del Día 4 en Festival de Cannes 2019 t CARLOS BELMONTE GREY
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ía 4 en el Festival de Cine de Cannes. Otra vez el tiempo es poco primaveral y la temperatura baja un grado con respecto a ayer; estuvimos a 14 grados con nublado, viento y lluvia. Algo que no anima mucho, por los vestidos de farándula y el desfile en las alfombras rojas del palacio, los hoteles y los restaurantes en la playa sobre el boulevard de la Croisette.
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SERGI RAMOS
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ertrand Bonello (Niza, 1968) ha dirigido ocho largometrajes. Ha pasado por distintas secciones del Festival de Cannes desde su segundo largometraje, Le pornographe (2001); alcanza un notable éxito crítico con l’Apollonide (2011), descripción íntima de un burdel; y público, con el biopic del modista Saint-Laurent (2014). Sergi Ramos: ¿Cuál ha sido la influencia del cine de género en Zombi Child? Bertrand Bonello: En realidad llevo 15 años interesado por Haití y el tema del zombi. Mi formación cinematográfica proviene del cine de género, y siento un verdadero amor por él, pero lo que me interesó aquí fue esta historia en concreto. Además, supone un retorno al origen del zombi, a la tradición del vudú. En realidad, se trata de una historia verdadera, sobre la que se ha escrito entre otras cosas un libro de antropología. También el director Wes Craven se basó en ella para realizar La serpiente y el arcoíris, pero a él le interesó
/// Interior del Palacio del Festival desde el Teatro Lumiere. ■ FOTO: CARLOS BELMONTE GREY
“Mi formación cinematográfica proviene del cine de género, y siento un verdadero amor por él”
El director Bertrand Bonello habla sobre Zombi Child
más centrarse en el “polvo de zombis”. Es la historia de un hombre que se despierta de su estado de zombi y se oculta durante trece años, sin ver a su familia. Esto le otorga una dimensión política. Pasar por el personaje del zombi permite hablar de la esclavitud y de la relación entre Francia y Haití. SR: Cuéntanos el proceso de elaboración de la película. BB: Es una película que he hecho muy rápido. Empecé hace un año apenas, por la planificación, y luego escribí el guion en muy poco tiempo. Después rodamos en apenas cuatro semanas. Para el casting, en Francia utilizamos actores no profesionales, en un casting callejero con centenares de chicas. En Haití, sin embargo, recurrimos a gente que tenía ya de alguna
manera u otra una relación con el espectáculo. Gente con experiencia del teatro, danza, pero que allí no pueden vivir de eso. SR: ¿Cómo trabajas la música? BB: Yo me encargué de la composición de la banda sonora, con dos temas distintos, uno para cada país. Para Haití, una música electrónica; para Francia, un tema inspirado en las películas de género, con suspiros evanescentes. También tiene mucha importancia la música que escuchan las chicas, me inspiré en el playlist de mi propia hija que tiene 15 años. SR: En la película hay una ida y vuelta entre Francia y Haití. ¿Habías previsto esto desde el principio? BB: La filmación está muy pegada al guion, y
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
Pero esta vez el madrugador fue Sergi Ramos, a las 8 de la mañana ya iba rumbo al cine de la Quincena de los Realizadores para ver la nueva película del realizador francés Bertrand Bonello, Zombi child. Ramos, amante de las películas de terror y fantásticas no dudó en quedarse hasta conseguir una breve entrevista con el director. Por mi parte me puse a escuchar las ruedas de prensa sobre el cine y la francofonía que ya les comentaremos en la siguiente entrega. Hoy el turno en la Competición por la Palma de Oro fue para el director británico Ken Loach, quien presentó su película Sorry we missed you. Luego conferencia de prensa con el equipo de la película y a prepararnos para el resto de la tarde, las presentaciones de Pedro Almodóvar con Dolor y Gloria y de Patricio Guzmán con su Cordillera de los sueños. Ambas en Selección Oficial, sólo que la primera en Competición y la seguna en Proyecciones Especiales... Pero éste es el menú para el lunes. Por lo pronto, que disfruten el del día.
la relación entre los dos países estaba presente, pero de manera teórica. Esa alternancia se crea en el montaje, cuando en paralelo veo la tristeza de una adolescente y un hombre que camina, y surgen las relaciones. En realidad, mi mayor orgullo en la película es haber acabado rodando en Haití. Se trata de uno de los países más peligrosos del mundo, y mucha gente me recomendaba que rodara en otro sitio, como República Dominicana. Es cierto que fue difícil, pero me siento muy orgulloso de haber acabado rodando allí. SR: Háblanos de la escena con Patrick Boucheron. BB: Esa escena es la única con improvisación de la película, todo lo otro estaba en el guion. Sólo le propuse el tema: el liberalismo en el siglo XIX. Y me ofreció un magnífico regalo, que conectaba con muchas cosas que estaban en la película, sin saberlo él. Dar una lectura sobre la experiencia, explicar cómo se cuenta una historia, que las cosas desaparecen y resurgen, lo discontinuo...
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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18 DE MAYO DE 2019
La cinta fue presentada en el marco de la Quinzaine des réalisateurs
Despertar vudú. Zombi Child, de Bertrand Bonello SERGI RAMOS
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n Zombi Child, la última película de Bertrand Bonello, presentada en el marco de la Quinzaine des réalisateurs, el director francés elabora una barroca -por la profusión y la complejidad de distintas capas que se entrelazan- aproximación a la noción de libertad y de emancipación. Espacios, tiempos, personajes y géneros se van cruzando hasta acabar estallando en una última y frenética secuencia. 1962. Haití. Con un montaje de cirujano, la película se abre con una elíptica descripción de la transformación en zombi de Clairvius Narcisse, un joven padre de familia haitiano. Una ceremonia vudú, un hombre que se desmorona embrujado, el rito funerario y la exhumación del cadáver, devuelto a la vida. Hasta aquí, Bonello cumple con el imaginario al que remite el título de su película, volviendo a los orígenes del muerto viviente haitiano, reminiscencia de I walked with a zombie de Jacques Tourneur. Luego, imágenes de los zombis deambulando por una plantación de caña de azúcar, o, mejor dicho, cortando la caña. El zombi, figura de alto contenido político en la historia del cine, como
CARLOS BELMONTE GREY t
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s difícil pensar en otro director de cine con una línea temática y estilo narrativo no sólo definido sino más comprometido con la clase media baja, el proletariado y las causas sociales. Quizás los hermanos Dardenne (también en la selección del festival de este año) se le asimilan. Estamos hablando del británico Ken Loach (83 años) quien ha vuelto al Festival de Cannes en Competencia por la Palma de Oro con Sorry we missed you. Esta vez se acercó al problema de las empresas sin empleados, donde cada empleado es dueño de su propia franquicia. Además, al problema del consumo inmediato por internet y las empresas repartidoras “al día de la compra”, con sus horarios ajustados de entrega y con un scanner del paquete que permite rastrearlo en cualquier parte del mundo. Un problema encajado en una familia compuesta por los padre (albañil convertido en dueño de su propia franquicia que consiste en la compra de un van en cuotas y repartir paquetes 14 horas diarias seis días a la semana), una madre (asistente social y enfermera de ancianos a domicilio, pagada por solo el tiempo de la curación sin tomar en cuenta los desplazamientos y las eventualidades propias de las enfermedades de cada asistido), un adolescente (grafitero, expulsado de la secundaria y fichado por la policía), y una niña de 11 años (testigo de los problemas familiares en silencio y por tanto, nerviosa). Loach vuelve a filmar como él prefiere,
/// Fotograma de la película Zombi Child . ■ FOTO: CORTESÍA FESTIVAL DE CANNES
última encarnación de la mano de obra barata, remedo del esclavo. Se abre otra lectura. Hoy. Francia. En una escuela para señoritas, unas jóvenes asisten a una clase de historia sobre la revolución francesa y su legado. Para el profesor, interpretado por el historiador francés Patrick Boucheron, la historia no supone una continuidad del progreso ni de la libertad. Esta emerge y se manifiesta, en momentos muy con-
cretos de la historia, y luego desaparece. Dos de las chicas empiezan a trabar amistad, a pesar de ser muy distintas. Fanny es francesa, de buena familia, como casi todas las chicas de este instituto, fundado por Napoleón en 1804 para recibir a las descendientes de ciudadanos decorados con la Legión de honor, y está viviendo su primera historia de amor. Melissa es haitiana, huérfana, superviviente del seísmo de 2010, su identidad
La película refleja cómo la tecnología tiene su rol en la cadena de la explotación
Ken Loach por la Palma de Oro con Sorry we missed you
/// Fotograma de Sorry we missed you. ■ FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
a modo de documental cronológico. Los actores repetían cada episodio sin saber el siguiente y por tanto el desenlace. Decidió reconstruir la bodega de los paquetes tal cual existen en Newcastle, la ciudad en donde sucede la historia. Los choferes son reales choferes, y se cuidó de que nada pareciera ensayado o simulado, sino siempre tal cual se
pasa en la realidad de su cotidianidad. Contratos “Cero horas” Loach sigue creando una cinematografía que no se preocupa por mostrar la crudeza de las clases obreras y los problemas interiores, considera que al final son humanos y todos tienen defectos. Su enemigo está en el salvaje sistema capitalista: trabajo, tiempo,
vacila entre la cultura adolescente francesa que la rodea y sus raíces caribeñas. 1962. Haití. Clairvius Narcisse despierta de su muerte en vida y consigue escapar, recobrando su libertad y su conciencia, y se refugia en la selva, al margen de los humanos. Hoy. Francia. Las chicas se enfrentarán a las profundas dificultades adolescentes que las embargan. El vudú, “energía positiva que reúne la vida y la muerte”, pero que entraña una amenaza latente, será la fuerza que las ayude a enfrentarse a las dolorosas iniciaciones juveniles y afrontar su emancipación. Bonello describe con gracia y delicadeza la complejidad de la adolescencia, la fragilidad de las emociones y de las relaciones, a través de una puesta en escena que inicia con la sobriedad estilística de su anterior película, Nocturama, pero que se va volviendo más compleja, con los saltos entre espacios, tiempos y personajes, oscilando entre el realismo y el onirismo, hasta dar un giro final hacia lo fantástico en una vorágine que figura la intensidad del florecer adolescente. Difuminado tras este retrato intimista, surge también una interrogación política sobre la relación entre dos mundos, el de la antigua metrópoli y el de la colonia, y sobre el estado crítico actual sus relaciones, todavía marcada por los estigmas del pasado.
salario, deudas y asistencia del Estado. Cómo funciona esta fórmula: se necesita trabajo para tener un salario que dé de comer, de vestir, de tener un techo y de gozar. Pero los salarios medios no alcanzan, entonces se recurre a créditos -hasta para estudiar-, para pagarlos se necesita trabajar más y entonces invertir más tiempo. Este tiempo se toma del que debería ser para la familia, los amigos o para uno mismo, pero queda reducido a una cena por semana y a cruzarse en los pasillos de la casa. El equilibrio que una clase media busca, familia y trabajo, la más precaria entonces sufre el desplazamiento. A todo esto se refiere Sorry we missed you, co-escrita por Paul Laverty y Loach. A los contratos “Cero horas”. La nueva forma de explotación, de pequeños trabajos, de trabajadores independientes sin contratos, mano de obra precaria. En Sorry we missed you la tecnología tiene su rol en la cadena de la explotación. El escáner que permite al consumidor saber dónde está su paquete y a qué hora lo va a recibir tranquilamente en su casa, mientras que hay un trabajador corriendo por las calles. Y como están en su propia empresa si una entrega sale mal terminan ellos pagando el error. Y finalmente la tesis que avanza la película: no se está viendo el fracaso de la economía de mercado. Al contrario, este nuevo sistema de mercadeo por internet es natural para la evolución del mercado que es en sí una muestra más de la competencia salvaje por obtener más beneficios económicos. Pero el mercado no se preocupa por la calidad de vida, lo que le interesa es ganar dinero, y ambas cosas no son compatibles.
La Gualdra en Cannes
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