No. 7 / 23 DE MAYO 2019
ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
El director y actor Quentin Tarantino FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
Brad Pitt, Dicaprio y Tarantino recrean Hollywood de 1969. Actores míticos vivos y la locura en la alfombra roja.
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ESPECIAL DE LA GUALDRA EN CANNES NO. 7 / 23 DE MAYO DE 2019
Crónica del Día 8 en el Festival de Cannes La Gualdra en Cannes
t CARLOS BELMONTE GREY
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n esta vida frenética de carreras para un lado y otro que es la vida de festival, hay momentos muy puntuales que el tiempo parece suspenderse, cesa toda actividad y todas las miradas convergen hacia un solo punto. Se impone entonces un silencio que sólo rompen los televisores situados en todos los rincones del Palacio de los congresos y que retransmiten los principales eventos del fes-
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ERGI RAMOS
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ste domingo el festival de Cannes entregó la Palma de oro de honor al actor Alain Delon por el conjunto de su carrera, a pesar de las protestas de asociaciones feministas. Esta jornada de homenaje había empezado con una masterclass en la que evocó durante casi una hora y media sus recuerdos de cine, y terminó con una proyección de Monsieur Klein, la obra maestra que Joseph Losey rodó en 1976, y que sería probablemente el último gran filme en el que participó. Su época dorada como actor Nadie puede negar que Alain Delon haya marcado la historia del cine imponiendo un estilo de interpretación que probablemente llegara a magnificar en El samurai de JeanPierre Melville en 1967. Una asesino impenetrable, de mirada acerba con una gestualidad minimalista, que se acabaría convirtiendo algunos años más tarde en una pastiche de sí mismo.
tival. Hoy no solo se detuvo el tiempo sino que la propia Tierra dejó de girar, cuando el equipo de Once upon a time… in Hollywood empezó a subir la alfombra roja. Y es que había para todos los gustos. Los cinéfilos se vieron magnéticamente atraídos por el andar desgarbado de Quentin Tarantino, verdadero hijo pródigo del festival, mientras que Leonardo DiCaprio, pero sobre todo Brad Pitt, desataban una locura sin fin entre las groupies que abarrotaban los rincones aledaños de la alfombra. Luego, a la hora de la verdad, la película se quedó algo corta.
Y por una vez Carlos y yo estuvimos de acuerdo. Por suerte, el ayuntamiento de Nice había previsto para hoy el tradicional almuerzo con la prensa, en el muy típico barrio del Suquet con una especialidad de la côte d’Azur: Aïoli con pescado y verduras acompañado por los deliciosos vinos de la región. Con el regreso del buen tiempo en la ciudad, una manera de reponer fuerzas y seguir festivaleando, viendo una de las películas que más nos han gustado en la sección de Una cierta mirada, O que arde del francogallego Oliver Laxe.
Fue acusado por la asociación Women and Hollywood de ser “racista, homófobo y misógino” Cannes acaba otorgando la Palma de Honor a Alain Delon a pesar de la polémica Pero en 1967, Delon ya había trabajado en algunas de las obras más importantes del cine italiano. Baste con nombrar El Eclipse de Michelangelo Antonioni en 1962, El Guepardo de Luchino Visconti en 1963, y la que personalmente me parece ser su mejor interpretación, Rocco y sus hermanos del mismo Visconti en 1960, en una época en que los actores franceses solían habitar los filmes italianos y que representó la madurez esplendorosa del neorrealismo. Habría que añadir igualmente su papel en la francesa Plein soleil de René Clément en 1960 que acabaría de configurar el tipo de papeles que interpretaría después. Un premio con polémica El anuncio de que Delon iba a recibir la
Palma de Honor despertó una virulenta indignación, creando une polémica que empezó incluso antes del festival. Fue acusado por la asociación americana Women and Hollywood de ser “racista, homófobo y misógino”, basándose en una serie de declaraciones que realizó en el pasado. Una petición recogió más de 25 mil firmas pidiendo que el festival no le otorgara el premio. El asunto hubiera podido alcanzar una dimensión más importante, ya que la fotografía que el festival había preparado para esta edición era un homenaje a Delon. La muerte de Agnès Varda hizo que se cambiara por una fotografía de la realizadora. Al actor se le reprochaban unas declaraciones en las que alardeaba de haber
Carmen Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx
/// El Palacio de Festivales. ■ FOTO: CARLOS BELMONTE GREY
abofeteado a mujeres, así como una serie de declaraciones en contra de los homosexuales. El actor había también expresado muchas veces su camaradería con Jean-Marie Le Pen, el histórico dirigente de la extrema derecha en Francia. Los representantes del festival, entre los cuales sus dos principales responsables, Thierry Frémaux y Pierre Lescure, por medios distintos, se dieron prisa en matizar estas afirmaciones, recordando que Delon había escogido trabajar con directores asociados a la izquierda, como el inglés Joseph Losey, y que esas declaraciones no eran sino bravuconerías que hace algunos años se toleraban. Estas acusaciones, repitieron, formaban parte de una “policía política” que intentaba imponer lo políticamente correcto: “es complicado juzgar con las gafas de hoy las cosas que ocurrieron y se dijeron hace algunos años”. El propio actor publicó una carta en la que daba una versión más moderada de sus dichos y hechos, lo que no ha silenciado sin embargo unas críticas hacia unas violencias que se pueden justificar, ni ayer ni hoy.
Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com Roberto Castruita y Enrique Martínez Diseño Editorial
La Gualdra es una coproducción de Ediciones Culturales y La Jornada Zacatecas. Publicación semanal, distribuída e impresa por Información para la Democracia S.A. de C.V. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio sin permiso de los editores.
Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com
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Soledad y penitencia. O que arde, de Oliver Laxe Describe la vida rural en la provincia de Lugo, en Galicia, a través de los ojos de Amador, un vaquero que sale de la cárcel después de ser condenado por pirómano y quemar uno de los bosques
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hombre en la temporalidad del mundo rural y de la naturaleza, y a una cierta harmonía con el medio natural, e incluso con la sociedad de los hombres. A pesar de haber quemado un bosque vecino, los habitantes del pueblo le dedican una broma al volver “¿llevas fuego?”, que a la vez le advierte que no han olvidado pero que consienten que vuelva a vivir entre ellos.
El medio y el hombre Tras este prólogo, la película empieza su parte más narrativa, describiendo la vida rural en la provincia de Lugo, en Galicia, a través de los ojos de Amador, un vaquero que sale de la cárcel después de ser condenado por pirómano y quemar uno de los bosques de la provincia. Laxe elabora
Trágica repetición La última parte de la película es la filmación de un nuevo incendio forestal, también provocado. La secuencia, otra vez sobrecogedora, demuestra un dominio del ritmo y del montaje que acentúa el verismo en la descripción de la solidaridad humana contra el fuego así como las emociones que esa tragedia genera en los habitantes. Este tercer largometraje, presentado en la sección Un certain regard, es sin duda el más conseguido del director franco-gallego, verdadera obra de madurez que logra elaborar una restitución perfectamente controlada del mundo que pretende retratar, quizás con la excepción de una decisión narrativa en su final que desentone con todo lo que precede.
in ninguna duda el inicio de O que arde (Lo que arde) contenga la secuencia más fascinante de las vistas en todo el festival. En un bosque, de noche, dos excavadoras gigantescas van avanzando con estruendo, derrumbando árboles que se desploman los unos tras los otros. A través de los ojos de los conductores, y con la única iluminación provista por las máquinas, los vemos caer uno tras otro, con un ritmo implacable. De pronto, de entre las sombras, surge un eucalipto centenario, gigantesco. Las máquinas se detienen, como paralizadas frente a la grandeza que de él se desprende.
t CARLOS BELMONTE GREY
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a habido películas que juntan a actores estelares, por pensar un par en dimensiones muy distintas: Paul Newman y Robert Redford (Butch Cassidy and the Sundance Kid, George Roy Hill 1969) o Pedro Infante y Jorge Negrete (Dos tipos de cuidado, Ismael Rodríguez, 1953). Y ahora Brad Pitt y Leonardo DiCaprio en la nueva película de Quentin Tarantino, Once upon a time…. In Hollywood. La locura entre hombres y mujeres que esperaron durante horas en las vallas frente a la alfombra roja del Palacio de Festivales. Pero todo es permitido con tal de verlos pasar unos pocos segundos que son suficientes para sacar miles de sonrisas. Once upon a time…. In Hollywood participa en la Competición por la Palma de Oro de Cannes, y ésta podría ser la segunda para Tarantino, justo 25 años después de que con Pulp Fiction recibiera su primera y su Oscar por mejor guion. A Pitt y DiCaprio los acompañan otros primerísimos actores, Margot Robbie, Dakota Fanning, Al Pacino y Luke Perry. Todos ellos se van a remontar a los años de la locura hippie y del furor por Newman y Redford, 1969 en Hollywood. Tarantino ha escrito y dirigido una pieza formada de multitud de historias que han creado la leyenda de Hollywood, la fábrica de los sueños: la presencia de Roman Polanski, Bruce Lee, los westerns en Hollywood y en Italia (Sergio Corbucci y los espaguetis westerns), los mexicanos migrantes y mojados en la industria, la caída y
/// Fotograma del filme O que arde (Lo que arde). ■ FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
aquí una narración de tiempo pausado, que funciona a base de pinceladas de la vida cotidiana, del trabajo del campo así como de la relación familiar de Amador con su madre, Benedicta. Del mismo modo, su trabajo con actores no profesionales, sino con los propios habitantes del lugar, consolida armónicamente esta aproximación casi documental.
Laxe va construyendo poco a poco un retrato de Amador, sugiriendo pistas narrativas que deja abiertas las más de las veces, como por ejemplo la relación entre él y la veterinaria del pueblo. Laxe confía en la imagen y la contención expresiva, a lo que contribuye la propia taciturnidad del personaje. Este ritmo además remite a la inclusión del
Once upon a time…. In Hollywood, de Tarantino, va por la Palma de Oro Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, en el nuevo filme del director estadounidense: “Es una Carta de amor a la industria del cine”
/// Brad Pitt y Leonardo DiCaprio, en Once upon a time…. In Hollywood. ■ FOTO: CORTESÍA DEL FESTIVAL DE CANNES
creación de carreras estereotipadas por los roles interpretados. En fin, un ficción vestida de anécdotas reales. Cliff Booth (Pitt) es el doble de las escenas peligrosas de Rick Dalton (DiCaprio) y a la vez su mejor amigo, guardespaldas y mayordomo. Juntos van a hacer películas, drogarse y emborracharse. Es una relación a la que solo le faltaría el lio de amores como el sufrido por Newman y Redford hace 50 años. En paralelo a esa historia ficcional, Tarantino retoma la trágica historia de Polanski y Sharone Tate, su asesinato y la secta
de Charles Manson. Un asesinato que sigue fascinando en la historia del cine y en particular a Tarantino que la ha seguido durante toda su vida. Dos personajes reales bañan a Once upon a time…. In Hollywood : Por un lado la herencia del cine de Sergio Corbucci que “es un mala realizador, pero 40 años más tarde le rindo homenaje” declaró Tarantino en rueda de prensa; y “Polanski, es uno de los más grandes realizadores actuales, y es el de los más osados. Soy un fan de Polanski, de su trabajo y de Rosemary’s Baby.” Tarantino tenía en 1969 apenas seis años, Los
Ángeles que él conoció ya no es nada de lo que fue. Pero no la ve con nostalgia, al contrario ve la ciudad con la energía de una época revuelta tanto por el cine como por la psicodelia del movimiento hippie. Menos locura pero siempre intenso Un Tarantino más coherente y con menos locura y menos diálogos absurdos. Los personajes dialogan sobre sus carreras, rompen a llorar, se estremecen, no tienen sexo con cualquiera, se emborrachan. El ritmo vertiginoso de Pul Fiction o de Django (2012) o kill Bill (2003) ha bajado. Ya no es solo una cadena de acción sino que ahora hay momentos para diálogos coherentes y no solo fantasías. Mantiene el recurso de sus largos travelings laterales en las calles y en el campo para acompañar el movimiento de los personajes en vehículos o caballos y siempre, por supuesto, con una maravillosa banda sonora. Mantiene las panorámicas circulares y en travelings vertical. Movimientos de cámara que nos llevan a darle la vuelta a la acción en la escena y desde diferentes puntos de vista sin cortes de cuadro. Todos estos elementos son los que le dan dinámica a la historia y no tanto los cortes rápidos de cuadro a cuadro como utiliza comúnmente el género de la ciencia ficción. Pero la sangre y la violencia siguen. Ese es, a final de cuentas, el sello Tarantino y a él se debe para respetar su amor por el violento western italiano de los 1960 y 1970.
La Gualdra en Cannes
t CARLOS BELMONTE GREY