La Gualdra 640

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SUPLEMENTO CULTURAL

Lizardo, Zacatecas, octubre 2024.

Gonzalo Lizardo (Fresnillo, Zacatecas, 1965) presentó el pasado viernes 11 de octubre su más reciente libro, El rito del poder (Ediciones MR), en Palacio de Gobierno en Zacatecas; con la participación del grupo Los sabrosos versos de Ramón , y Karen Salazar y Alejandro Ortega Neri en los comentarios.

[Más de la presentación en páginas centrales]

DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Gonzalo

La Gualdra No.

Desde el 11 de octubre y hasta el día 18 se estará llevando a cabo en Zacatecas el proyecto Octubre tanguero, una producción de La Casa del Tango Szymsia Bajour en colaboración con la facultad de Música de la UNAM, la Universidad Autónoma de Zacatecas a través de las Unidades Académicas de Letras y Cultura y Artes, además del Instituto Zacatecano de Cultura Ramón López Velarde -a través del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez-, con la colaboración de la Universidad Industrial de Santander (Colombia). Nos hicieron llegar esta información que compartimos con gusto: “La Casa del Tango Szymsia Bajour tiene sede en Zacatecas, este proyecto contribuye a la formación de públicos a través de eventos artísticos, pedagógicos y de investigación, así como a fortalecer a la comunidad tanguera en México. Esta iniciativa rinde homenaje a la obra y la trayectoria del célebre violinista polaco-argentino Szymsia Bajour, referente histórico del tango y destacado concertista y pedagogo, quien tuviera una distinguida participación en la vida cultural de México como concertino de las Orquestas Filarmónica de las Américas, Sinfónica de Xalapa y Filarmónica de la Ciudad de México, durante sus años de exilio en nuestro país a fines de la década de los 70 en el siglo XX.

Esta casa productora es impulsada por los violinistas Perla Flores y Alejandro Schaikis con el objetivo de promover los valores artísticos y culturales del tango en la República Mexicana. Ambos artistas son los únicos designados como Académicos Correspondientes en México por la Academia Nacional del Tango de Argentina”. En Zacatecas, la programación será la siguiente esta semana:

Lunes 14, 17 a 20 hrs. Conferencia: "Lineamientos musicales del tango". Participan: Perla Flores y Alejandro Schaikis. Auditorio de la Unidad Académica de Artes de la UAZ en la Av. Preparatoria s/n, Col. Hidráulica.

Martes 15, 17 a 20 hrs. Conferencia: "Las letras de tango en la cultura argentina". Ponente: Dr. Bruno Longoni. Auditorio "Orgullo Universitario". Carretera a la Bufa s/n, Zacatecas, Zac (junto a Ingeniería).

Miércoles 16, 19 hrs. Concierto: Casa del Tango Sexteto. Violín y dirección: Perla Flores. Violín: Alejandro Schaikis. Bandoneones: Bruno Longoni y Shinjoo Cho. Piano: Ulises Avendaño. Contrabajo: Mario Cortés. Auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez.

En la Ciudad de México, el programa continúa: Jueves 17, 18 a 20 hrs. Conferencia-Concierto: "Las letras de tango". Ponente: Dr. Bruno Longoni. Coordina: Prof. Víctor Martínez. Cierre musical a cargo de Casa del Tango Sexteto. Violín y dirección: Perla Flores. Violín: Alejandro Schaikis. Bandoneones: Bruno Longoni y Shinjoo Cho. Piano: Ulises Avendaño. Contrabajo: Mario Cortés. Facultad de Música de la UNAM. Xicoténcatl126, Col. Del Carmen, Coyoacán, CDMX. Viernes 18, 20:30 hrs. Concierto: Casa del Tango Sexteto. Violín y dirección: Perla Flores. Violín: Alejandro Schaikis. Bandoneones: Bruno Longoni y Shinjoo Cho. Piano: Ulises Avendaño. Contrabajo: Mario Cortés. Foro de la Fundación Sebastián en Av. Patriotismo 304, Col. San Pedro de los Pinos, Benito Juárez. CDMX. Perla Flores es violinista egresada de la Universidad Autónoma de Zacatecas (México) y de Berklee College of Music (Boston, EE. UU.) como Ingeniera en Audio y Producción Musical, mención Summa Cum Laude. Miembro del cuerpo de Académicos Correspondientes en México por la Academia Nacional del Tango de Argentina. Radicó en Buenos Aires por una década, donde se especializó como violinista de tango y profesora de cuerdas en ese género, destacándose como intérprete en numerosos conjuntos. Radica nuevamente en Zacatecas; actualmente coproduce la Casa del Tango "Szymsia Bajour" junto al violinista Alejandro Schaikis.

Alejandro Schaikis nació en Buenos Aires, Argentina en 1963; actualmente reside en Zacatecas. Es violinista de formación clásica con una larga trayectoria profesional en ese género, ingresa en el tango de la mano de Andrés Linetzky, quien a fines de 2000 lo invita a integrar la formación inicial como cuarteto del que posteriormente fue el sexteto "Vale tango". Actualmente es docente de la cátedra de violín en la Unidad Académica de Artes de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Además, es miembro del cuerpo de Académicos Correspondientes en el extranjero por la Academia Nacional del Tango de Argentina y coproduce la Casa del Tango "Szymsia Bajour" junto a la violinista Perla Flores.

Si usted es amante del tango, no se pierda la programación de Octubre tanguero.

Que disfrute su lectura.

Jánea Estrada Lazarín lagualdra@hotmail.com

Lira Saade Dir. General Raymundo Cárdenas Vargas Dir. La Jornada de Zacatecas direccion.zac@infodem.com.mx

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Jánea Estrada Lazarín Dir. La Gualdra lagualdra@hotmail.com

Sandra Andrade Diseño Editorial

Juan Carlos Villegas Ilustraciones jvampiro71@hotmail.com

La Gualdra
Visiones eclécticas de nuestra herencia Por Anne Leyniers
The Substance, de Coralie Fargeat Por Adolfo Núñez J.
Navegando, como esa triste tristeza… de los tristes Por Álvaro Luis López-Limón El poder y los “intelectuales” Por Elena Zhizhko
Gonzalo Lizardo presenta en Zacatecas su libro El rito el poder Por Jánea Estrada Lazarín

Navegando, como esa triste tristeza… de los tristes

6 Por Álvaro Luis López-Limón

¡Oh mar!, “... sin huella de palabras ni de naves, esencia sola, espuma, movimiento, distancia, a ningún mar, a ninguna medida te comparas”, cantaba Neruda. El espacio marino, significa movimiento, fluidez, destreza que, sin referentes fijos son territorio plagado de misterios, sombras y signos inciertos, colores efímeros, mareas, vientos, noches y estrellas que son –sin quererlo–, la medida de nuestra vacilación.

“Pescadores en el mar” es una de las primeras obras de Joseph Mallord William Turner. La pintura representa a un grupo de pescadores en botes pequeños, luchando contra olas poderosas y ráfagas de viento, en medio de un mar nocturno y tempestuoso, de intenso movimiento y caos. Una luna llena ilumina la escena, atiborrada de nubes negras, grises y ocres, blanqueadas por la luz que destella en las olas que ofrecen un extraño brillo, delineando así el contorno de las embarcaciones y los rostros apenas identificables de los pescadores que quizás, frente a la tormenta olvidan las palabras y los modales; pues frente a la inclemencia –arrojados a la intemperie–hay algo que nos rompe la piel, como ciega furia que corre por las venas, fluye como

sangre que llora, como una posibilidad que no se olvida. Pero, esta noche persisten anhelos rezagados, no obstante la angustia que soportan, o tal vez, gracias a ella; por fin, se enciende la luz de una linterna, llamarada ciega o tal vez más atroz que la derrota, pálida esperanza o llanto que ilumi-

na menos que la fe; y sin embargo, aunque en una simple barca, aguardas impaciente que tu lámpara de luz no se equivoque, que nunca se apague, que el viento no mate la flama, que nadie resople mientras percibes como expira el ocaso y se puebla de oscuridad el horizonte, confundido, bañado por

El poder y los “intelectuales”

6 Por Elena Zhizhko

El 2 de agosto de este año, en el “Sol de Zacatecas” (p.14), el investigador de una de las universidades autónomas mexicanas (Jesús Becerra Villegas, BUAP), publicó su artículo llamado “El enemigo ucraniano”, expresando “su opinión” acerca de la guerra que inició la Federación Rusa contra Ucrania en febrero de 2022 y la que dura ya dos años y medio; en la que un país imperialista (la cárcel de los pueblos, según los clásicos rusos), militarizado, con armamento nuclear, poderoso, anhelante, veinte veces más grande, atacó sin ningún motivo a su vecino alegando que “viene a liberar su pueblo de los nazis”; la guerra en la que bajo las bombas rusas se murieron ya más de mil niños y miles de adultos, se destruyeron miles de hospitales, escuelas, casas civiles, se convirtieron en polvo ciudades completas. Resulta que desde el primer día que se inició la mentada “liberación del pueblo ucraniano de los nazis”, este pueblo tomó las armas, los cocteles “molotov” y se opuso a los “liberadores”…

La situación salió de control del “gran imperio” ruso: hace muy poco (las dos guerras chechenas, la guerra con Georgia, la anexión forzosa de Abjasia y Osetia, la guerra en Siria, etc.) los pueblos “liberados” no afrontaban de esta manera al “hermano mayor”;

la campaña militar se prolongó demasiado, los recursos (incluso, almacenados desde los tiempos de la URSS) se acabaron… ¿Qué hacer? La solución fue acudir a los así llamados “buenas gentes” o “simplones útiles” regados por todo el mundo, atraídos, bien “alimentados” (becas para las “estancias de investigación”, viajes con todo pagado a los “congresos”, impartición de cursos bien remunerados, fiestas lujosas, “reconocimientos” a trayectoria académica, simples sobornos, etc.), listos para “servir” al jefe… Así, por todo el mundo (incluyendo a México), en periódicos y revistas de gran impacto crecieron como hongos después de la lluvia, las “opiniones de los intelectuales” con un contenido muy similar (con poca originalidad) reproduciendo la narrativa oficial rusa: “la gran Rusia atacada por todos lados por los horribles imperialistas occidentales”, no sólo defendiéndose a sí misma, sino que “de camino libera al sufrido pueblo ucraniano” … Al parecer, es el caso del mencionado catedrático de la BUAP (ya que es imposible pensar que lo hizo por desconocimiento).

Mientras que este “gran intelectual” habla en su artículo del “nacionalismo” ucraniano y “militarismo” israelí, olvida por completo mencionar al así llamado “internacionalismo” ruso: su “colaboración” y “apoyo” a

un mar lleno de cicatrices y olvidos, sientes cómo se diluye tu alma sobre el cuerpo del mundo, cómo se hunde en el perpetuo vaivén del mar, como si ya nada importara, como si todo agonizara.

William Turner plasma, por medio de pinceladas audaces y expresivas, paisajes dramáticos, envueltos en escenarios marinos y de impetuosas tormentas, en los que además de los efectos de luz y color, se representan estados de ánimo, se reconocen emociones, se atiende a la imaginación y al inconsciente del espectador. Turner, nos transporta – a través de sus pinturas–, a otro mundo, nos lleva a interrogarnos, ¿quién al mirar este lienzo no se ha sentido así alguna vez, como si estuviera navegando y a la deriva, como uno de los pescadores a bordo de una barca sombría e inestable como el mundo; asfixiados por tempestades, en una noche enferma y solitaria, con el ánimo estropeado, bajo un cielo feroz y en duelo eterno, cobijados apenas con la triste tristeza cómplice de unos tristes, de unos pocos, mientras que otros vigilan –de cerca o de lejos–, ajenos al tormento que desatas navegando en tu tristeza.

No es pecado ser pobre, pero sí lo es ser barato. (Dicho popular)

Irán, Corea del Norte, Venezuela, Nicaragua y otras dictaduras en perfeccionamiento de su armamento nuclear y convencional, en desarrollo de sus servicios secretos y militares consignados a suprimir las opiniones alternativas a sus ideologías, oposición del pueblo y las fuerzas progresivas en sus países… El peligro por la diseminación de tales “opiniones” e “ideas” radica además en que

los que las disgregan, ponen su “granito de arena” acercando el colapso del sistema democrático y la era de coexistencia pacífica de distintos órdenes mundiales que se estableció después de la Segunda Guerra Mundial, adosando el caos, reviviendo el fascismo, la permisividad de los regímenes tiránicos paramilitares y aproximando un enfrentamiento global fatal…

Opinión

* Unidad Académica de Estudios de las Humanidades de la UAZ.
Pescadores en el mar, 1796. Obra de Joseph Mallord William Turner.
Bansky, David y Goliat, Ucrania

Gonzalo Lizardo presenta en Zacatecas su libro

El rito del poder

Libros

Gonzalo Lizardo presentó en Zacatecas su más reciente libro, El rito del poder, en Palacio de Gobierno. El pasado viernes 11 de octubre abrió la presentación el grupo Los sabrosos versos de Ramón y esa entrada vaticinaba que sería una buena reunión en la que los lectores disfrutaríamos mucho la charla en la que participaron Karen Salazar y Alejandro Ortega Neri, quienes tuvieron a su cargo los comentarios y propiciaron la conversación con el autor.

Después de los comentarios de Karen y de Alejandro, Gonzalo tomó la palabra para iniciar agradeciendo a los presentadores y al grupo Los sabrosos versos de Ramón, transcribo aquí su primera intervención: “Los sabrosos versos de Ramón es un grupo que se ha preocupado por darle un sustento literario al rock, entonces por eso se nos hicieron el grupo ideal para que participaran con unos covers de canciones que aparecen en esta novela. Hoy tenía el capricho de que empezáramos con esta canción que se llama ‘La mujer de negro’, porque fue la canción que de alguna manera me permitió amarrar una trama que estaba completamente en el aire. Mi editor me había desafiado un poco a escribir una novela que mezclara el esoterismo y la política en México y me dio un par de ideas, pero a mí se me prendió el foco cuando recordé unas palabras que dijo el entonces subprocurador general de la república de México, en el 94, cuando renunció al puesto y dijo ‘Los demonios andan sueltos y han triunfado’; esta frase que salió en la primera plana de todos los periódicos de ese día me dio la idea y dije, ah, qué tal si sí es verdad, qué tal si realmente los demonios no se refieren metafóricamente a los demonios del poder, es decir, a la gente poderosa que se maneja detrás de la política… qué tal si en realidad andaban allí Tezcatlipoca, andaban los primigenios lovecraftianos haciendo sus estragos detrás de la mente de los mexicanos; y entonces dije, ése va a ser el motivo de la novela y empecé a documentarme y empecé a leer un libro, los cuadernos de Mario Aburto en la cárcel, donde hablaba acerca de su misión como guerrero, como Caballero Águila, él quiere un caballero águila que quería acabar con el tirano y oyendo esta canción precisamente, se me ocurrió que podría haber una mujer de negro, una mujer de los ojos negros, una mujer de los guantes negros, que le incitara a Mario Aburto, al personaje literario, el cometer este crimen. Y ahí empezó de alguna manera la idea de armar esta historia, en la cual yo también quería plantear como lo he mencionado ya, una especie de panorama literario de un año decisivo en la histo-

ria mexicana, porque yo sostengo que en 1994 se acabó la hegemonía del PRI; o sea, empezó a resquebrajarse el sistema que durante 70 años había gobernado toda la nación, empezó a fragmentarse en bandos que se estaban peleando abiertamente. Y empiezo a ver cosas tan insignificantes, por ejemplo, que también en ese año se descubre el Templo Mayor y se saca de la tierra al dios Mictlantecuhtli, el señor de la muerte; el señor de la muerte ese año salió a relucir también… me encontré con la sorpresa, por ejemplo, de que en un templo espiritualista trinitario mariano se adoraba a una figura que era la Hermana Blanca y que era casi casi como la Niña Blanca de Tepito y que de alguna manera fue el germen de lo que ahora llamamos la Santa Muerte. Entonces, estas coincidencias, que de alguna manera fueron muchas en este año, muchas coincidencias históricas sospechosas, me hicieron armar esta trama en la cual hay un enfrentamiento entre las facciones del partido en el poder,

pero cada una de las facciones están amparadas por una especie de mitología diferente. Luego ya tenía el escenario de la novela, sólo faltaba ponerle personajes y fue cuando se me ocurrió hacer un personaje dual, si es una intriga política mezclada con una intriga mágica era lógico que hubiera alguien que se metiera en un mundo y alguien que se metiera en el otro y qué mejor que un matrimonio con sus problemas cotidianos, porque van a cumplir 30 años, tienen que pagar su departamento, ya tienen que pagar al teléfono, tienen que andar detrás del trabajo y siempre es efímero e impredecible; estos personajes tan cotidianos, tan raza y tan barrio pudieran de alguna manera meterse a los sótanos del poder y desentrañar esta trama. De ahí empecé ya a llenarla también de algunos este personajes históricos de la época, pero tiene algunos personajes más anteriores, por ejemplo, un encuentro también que fue muy afortunado para mí como escritor fue descubrir que, el Abogánster

en la novela, era el mismo que protegía al presunto asesino del secretario general y también había protegido a los secuestradores de una escritora que se llama Nellie Campobello. Nellie Campobello tiene una historia increíble dentro del poder mexicano; ella presenció la Revolución, su libro Cartucho es un libro esencial para entenderla, y después de esto, después de alcanzar un gran poder dentro de la política, es olvidada, secuestrada por sus criados y olvidada hasta que murió de hambre mucho tiempo después; este personaje y la coincidencia con el villano de la novela, me hizo meterla también como personaje secundario. También está otro personaje muy famoso que es Jacobo Grinberg, mucha gente lo sigue, de alguna manera cree en sus teorías que me parecen, como todo esto, muy fantásticas, pero me parecía que su teoría de la conciencia se prestaba ideal para explicar ‘la telepatía científicamente’ y eso justificaba que se usara, que él pusiera sus servicios para ayudar al poder; entonces así empezaron a surgir algunos personajes secundarios que de alguna manera también me hicieron a mí repensar la historia de otra manera distinta; de hecho, como tengo aquí en mis lectores, me gustaría ver cómo les pareció, ya hablaron de los héroes y ahora me gustaría saber qué les parecieron los anti héroes, los villanos de las novelas”.

Karen Salazar habló a continuación de lo bien logrados que están los personajes, “sí te llenas de rabia con los antagonistas… está esta otra cuestión de que dices, bueno, son son personas que estás finalizando tú, pero también son personas que sí existieron … de alguna manera tú dices, ay, espero yo nunca encontrarme un enemigo de éstos, ¿no?, y pensar en que allá afuera, en la política, en los medios de producción, en las iglesias, pudiera haber gente con esas características pues sí aterra… yo sí te puedo decir que odié a un par muchísimo”.

Alejandro Ortega, al respecto, dijo: “Hay un personaje que mencionaste, el Abogánster, para mí es el personaje más odioso; no sé si ustedes recuerdan a Enrique Fuentes de León… hay un reportaje que hizo Proceso, léanlo y después lean la novela para que terminen de odiarlo, porque no solamente estuvo en esta cuestión de defender al asesino del secretario general del PRI, sino también estuvo en esto que nos menciona Gonzalo Lizardo de Nellie Campobello, pero si ustedes leen el reportaje o en alguna biografía de Fuentes de León, es odioso, el tipo sobornó al Poder Judicial en ese entonces con un millón y medio de pesos para que dejara salir libre a un violador de una

El rito del poder, de Gonzalo Lizardo.

niña en Chiapas; su nombre apareció en muchos casos, entonces cuando lo descubro ahí, de Abogánster, me volvió a dar mucho coraje. A mí me gustaba mucho una actriz de Televisa que se llamaba Jacqueline Bracamontes y cuando supe que era su suegro y que estaba llorando por la muerte de este señor ya me dejó de gustar… este personaje es un villano de hueso colorado y no es ficción, eso es lo peor, que realmente existió. Dice en el reportaje de la revista Proceso que atendía con pistola en el escritorio y con mucho dinero para sobornar; entonces nos lo vamos a encontrar en la novela y así como se los describo, así precisamente aparece en esta novela, y aquí yo le quiero regresar la pregunta a Gonzalo porque los personajes reales que nos vamos a encontrar en la novela no tienen estos nombres… o sea, aparecen ‘el Señor Presidente’, ‘el Secretario de Gobierno’, ‘el Abogánster’, ‘la Felina’ para referirse a la Tigresa”. Para contextualizar, la sinopsis de la novela El rito del poder dice:

“México, 1994. El Candidato Oficial a la presidencia es asesinado durante un mitin en Tijuana. La hegemonía de su partido se tambalea y el país vive momentos de tensión. Mientras la prensa sostiene la hipótesis del asesino solitario y las teorías de conspiración alteran los ánimos sociales, otro desconocido mata al Secretario General del partido en el poder. Lo que nadie sabe es que ambos magnicidas fueron visitados, en sus sueños, por una mujer llamada Scheva, quien les en-

ces para no perderme y para que no se me confundieran la hice así y así la presenté a la editorial; la editorial me dijo, bueno, ya la mayoría de los de los personajes están muertos, ya fallecieron, es muy improbable que alguien te pudiera demandar, pero no deja de ser posible… y entonces dijeron qué tal si pensamos en una alternativa para cambiar los nombres; esta idea que en un principio uno lo puede ver como censura, en realidad no lo es, porque te están protegiendo también de alguna manera. En este acuerdo con la editorial, yo dije pues hay que hacerlo de una manera más o menos elegante, para qué importan los nombres propios si lo que importa son los cargos y las funciones que desempeñaban en la historia; o sea, solamente había un señor presidente en esa época, solamente hay un secretario general del partido, solamente había un… bueno, había, hay varios, muchísimos abogados corruptos, pero ninguno como el Abogánster; o como el Magno Padre, un obispo que funda una una congregación y que es acusado de delitos sexuales, pues le puse el Magno Padre no tanto para protegerme de él sino también para alejarme, para de alguna manera verlo como una especie de personaje de fábula.

comendó la misión apocalíptica de acabar con los tiranos.

Moctezuma -un periodista de lo insólito- se involucra en las investigaciones de su novia Cristina -una reportera de nota política-, y juntos se adentran fatalmente en los sótanos de un culto que se ha conformado con un solo objetivo: concentrar el poder y transmitirlo mediante pactos de sangre.

Mezcla de novela negra, terror sobrenatural y thriller político, El rito del poder reinventa algunas figuras de la historia mexicana y de la cultura popular para desarrollar un argumento tan original como perturbador: los vínculos de la élite política con la brujería, el espiritismo, la santería y el satanismo”.1

De ahí que Ortega Neri dijera a Gonzalo que a él en su lugar le hubiera dado miedo utilizar el nombre real de los personajes y le preguntó que si hubo alguna orientación o sugerencia de los editores “para decir: no, no utilices los nombres de esos compas porque son malos”, a lo que Gonzalo respondió:

“Obviamente desde que me preocupé por este año y por estos hechos supuse que es gente que no quiere salir en las novelas, ¿verdad?, que es gente que preferiría de alguna manera que se olvidara o recordada solamente por sus lados buenos disfrazados, etcétera; empecé a hacerlo la novela con puros nombres inventados, sin embargo, me hice bolas, así que decidí en el primer manuscrito hacerlo con todos los nombres completos; enton-

mundo del espectáculo, en el mundo de la política y en el mundo de la brujería, yo dije cómo desaprovechar al personaje ficticio, pero tampoco quería hacer una caricatura, entonces mejor le cambiamos el nombre, lo que me permite además simplificar los hechos. Ya cuando hice todos los cambios me di cuenta que había personajes que de alguna manera eran lo mismo, entonces simplemente me permitió simplificar un poco la trama, que es complicada, todas las novelas de intriga política son forzosamente enredadas; yo espero que eso también les sirva como un acicate para la lectura”.

Sí me gustaría que la gente, cuando empiece a leer la novela, no esté queriendo encontrar en cada cosa un referente real, o sea, es una obra de imaginación, una obra donde lo que importan son los hechos; todo lo que está ahí, lo periodístico, lo saqué de los periódicos, de las revistas, de las de los semanarios, etcétera; y yo inventé muy poco, aunque lo que sí hice fue relacionar cosas. Por ejemplo, este personaje de la Felina en la novela, que es un personaje que andaba en el

La presentación continuó y los participantes abordaron el tema de las ilustraciones, también realizadas por Gonzalo Lizardo, que complementan muy bien el trabajo literario; hay que decir también que Gonzalo, entre las múltiples actividades que realiza, es un estupendo ilustrador y artista plástico y nos tiene reservada una sorpresa más este año. Nació en Fresnillo, Zacatecas en 1965 y entre sus libros destacan también Jaque perpetuo (2005); Invocación de Eloísa (2011); El demonio de la interpretación. Hermetismo, literatura y mito (2017), con el que obtuvo el 14 Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI; Cristiano desagravio y retractaciones de don Guillén Lombardo (2018); y Memorias de un basilisco (2020), con la que obtuvo el Premio Nacional de Novela Histórica Ignacio Solares, en 2021, que otorga cada año la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua. Actualmente es catedrático de la Universidad Autónoma de Zacatecas y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México. Enhorabuena, Gonzalo.

Libros

Gonzalo Lizardo, en el brindis posterior a la presentación.
Karen Salazar y Alejandro Ortega Neri, comentaristas del libro El rito del poder.

Fotografía

Visiones eclécticas de nuestra herencia*

6 Por Anne Leyniers

La exposición fotográfica Visiones eclécticas de nuestra herencia es organizada conjuntamente entre la Fototeca de Zacatecas Pedro Valtierra y la Unidad Académica de Estudios de las Humanidades UAZ 2024. Está compuesta de fotografías antiguas y otras más recientes sobre Zacatecas y los zacatecanos. Son vistas, miradas, capturas, composiciones, reunidas a partir de nueve colecciones de fotografías conservadas en la fototeca y realizadas por diferentes fotógrafos, zacatecanos de origen o de corazón, profesionales y aficionados. Seis colecciones están compuestas de piezas antiguas, provenientes de donaciones y concursos, y tres son más recientes. Los obturadores en acción capturaron nuestras herencias múltiples entrecruzadas. Asistimos al entretejido cultural e histórico que se ha dado y que sigue en constante transformación para conformar mexicanidad y zacatecaneidad.

Vemos las raíces indígenas con clichés amorosos de comunidades huicholes. Algunas visiones capturaron la perpetuación y traslación intercontinental de tradiciones ancestrales heredadas del Viejo Mundo mediterráneo. Otras coberturas fotográficas dan testimonio de las interpretaciones y adecuaciones locales de las tendencias occidentales, universales, integradas, interpretadas y reflejadas en los edificios y el urbanismo, la vestimenta y la moda, las festividades y los rituales. Se exhibe la huella del desarrollo, el progreso y la modernidad paralelamente a las persistencias culturales y los mestizajes.

La masa documental puesta a disposición consiste en una “historia visual del estado de Zacatecas”, cubriendo temáticas diversas, que han sido calificadas pertinentemente de “crónica visual” por el historiador Jaime Robledo cuando estuvo a cargo de ordenar, resguardar y promover esos fondos. Reafirmando y valorando esta vocación, el reconocido fotógrafo Pedro Valtierra, director de la Fototeca de Zacatecas, dice a propósito del oficio de fotógrafo “Retratarlos, sacarlos como eran o querían ser”, aludiendo a la formación de un “acervo para que historiadores, estudiosos, sociólogos, periodistas y público en general … son una forma de sumarnos al esfuerzo de quienes, a través de su lente y el cuidado de un acervo, nos dejan el legado visual de la historia.”

Los comentarios poéticos de John Cristian, al contacto con los pueblos indígenas de la región del Gran Nayar, aportan mensajes sobre la permanencia de rasgos, costumbres, modo de vida, estilos constructivos, y sobre todo la relación mágico-religiosa con la naturaleza, con la Sierra Madre Occidental, su fauna, flora, sistema rocoso, red hidráulica y población. A la manera de un fotógrafo antropólogo, registra, demostrando la necesidad de llevar estudios de las lenguas, tradiciones y cosmogonías en vía de desaparición, porque, todos somos parte de la misma y única humanidad y compartimos ADN y costumbres cargados de recuerdos ancestrales.

Concluyendo, y para invitarlos, comparto esta reflexión de Pedro Valtierra: “Quienes construyeron monumentos para rendir culto a sus dioses o deidades, u otros más recientes que erigieron monumentos a la historia para dejar huella de ésta–, nosotros nos tomamos fotos para ofrecer al futuro un recuerdo y formar un patrimonio visual. Los invito a siempre valorar la imagen y el acto fotográfico.”

Acueducto el cubo desde la calle Rayón, 1956, Zacatecas
Guadalupe, el templo sin la torre norte, ca 1880
Guadalupe, vista estereoscópica de la plaza, ca. 1880
Foto coloreada de Santo Domingo, ca. 1870
Guadalupe, Vista panorámica, ca 1890
John Christian, madre huichola e hijos, ca. 1974
Manuel Pastrana, clase de pintura al aire libre, fin de siglo XIX
Templo de Guadalupito, Zacatecas, 1956
Terrenos agrícolas de la Finca Ortega, Fresnillo, ca 1880 Zacatecas. Vista del ex convento San Francisco, principios s. XX
Pedro Valtierra, Frontera Norte, Baja California, 1986

The Substance, de Coralie Fargeat

Desde su premier mundial en el festival de cine de Cannes, hasta su posterior estreno en salas comerciales durante el mes de septiembre, The Substance (2024) ha sido categorizada en reiteradas ocasiones como una obra maestra del body horror, una película violenta, transgresora y radical, no apta para aquéllos que tengan un estómago sensible. Estos elogios, lejos de ser injustificados, se pueden percibir, en un rango amplio, como una simple cámara de eco, resultado de la sobresimplificación que existe en las redes sociales al momento de analizar o recomendar alguna producción u obra artística.

Es una realidad que la película critica profundamente los estándares de belleza imposibles de cumplir, impuestos hacia las mujeres por el sistema patriarcal. Asimismo, es un retrato hiperbólico sobre la hipersexualización de los cuerpos femeninos, producto de estos mismos estándares inalcanzables. También es un hecho que el argumento del filme propone una senda reflexión en torno a los cuerpos viejos y cómo es que, con el paso de los años, éstos se van relegando y perdiendo un rol funcional en la sociedad. En general, el último trabajo de la cineasta francesa Coralie Fargeat (Re-

do una curiosidad por los protagonistas duplicados y sus vidas dobles, cuyo equilibrio es tan complementario como contradictorio.

Esta misma dicotomía sucede en Elisabeth (Demi Moore) y Sue (Margaret Qualley), en el supuesto balance que deben respetar al usar la sustancia, y que eventualmente terminan por romper. Es ahí donde la singular visión de Fargeat cobra alcances inusitados, en el temor de ser reemplazado por alguien no sólo igual, sino mejor a nosotros. Ligada a estas cuestiones, se encuentra la idea de la proyección de una imagen segura y confiada por fuera, pero llena de temores e inseguridades en el ámbito privado.

En una época donde la imagen (o lo que ésta logra transmitir) se ha vuelto la

mayor prioridad, dichas inquietudes resuenan de manera directa en el espectador. The Substance muestra estos miedos y obsesiones, a la vez que los desnuda y evidencia como lo que en realidad son: un sinsentido enorme.

Tal vez el acierto más grande de la cinta es la forma en que se abordan sus distintas temáticas, no con intelectualismos vacíos sino con una agudeza irónica y un sentido del humor sin tapujos ni filtros. La imagen en su forma más primaria y excesiva, llevada hasta las últimas consecuencias. Porque Fargeat sabe lo que el espectador desea ver y lo confronta con ese mismo deseo. Y, aunque lo que se muestra en pantalla se vuelve desagradable, resulta imposible apartar la mirada.

venge, 2017) es sumamente provocativo, hecho con el objetivo de generar en la audiencia una reacción visceral, ya sea de asco, incomodidad o hasta de autocrítica.

Dentro de sus múltiples y variadas lecturas, también valdría la pena reflexionar en cómo es que la película dialoga con otras cintas de cineastas consagrados, no sólo en el ámbito de las referencias visuales, también en las temáticas que aborda. La cinta de Fagreat bebe de muchos referentes, que van desde el trabajo de David Cronenberg (todo el cine de horror corporal reciente le debe algo al realizador canadiense), pasando por composiciones que remiten al estilo visual de Stanley Kubrick. También hay elementos del cine de Alfred Hitchcock y, por consiguiente, de Brian de Palma. Probablemente el cineasta con el que el filme encuentra la conexión más interesante es David Lynch; no sólo porque una de sus escenas remita por completo a The Elephant Man (1980) sino porque, con The Substance, Fargeat se centra en uno de los tropos más característicos en la filmografía del legendario director: el concepto del doble, o doppelgänger. Desde Blue Velvet (1986) hasta Mulholland Drive (2001), pasando por Twin Peaks: The Return (2017), Lynch siempre ha mostra-

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