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Soy el guardián del centro comercial

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Mi restaurante

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Compartiendo lo que tengo

Semana 38

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Lily pensó que podía ayudar al niño que vio en la ventana regalándole uno de sus juguetes que tenía en su mochila, así él podría pasar un rato divertido jugando, le pidió permiso a su papá para bajar con cuidado el vidrio de su ventana y le hizo señas al niño para que regresara. Le entregó su juego de rompecabezas y le dijo que esperaba lo disfrutara y cuidara mucho. El niño le compartió una gran sonrisa de felicidad que dejó a Lily muy satisfecha con su acción.

Lo que Lily acaba de hacer fue un acto de generosidad al entregar algo que es suyo para dárselo a quien lo necesitaba más que ella.

Tú puedes ser generoso sin dar algo material ya que la generosidad también es dar algo de tu tiempo, amor, compañía, ayuda y amor a los demás.

Cuando eres generoso siempre obtienes agradecimiento y un sentimiento de satisfacción.

Papá les explica a Lily y Lalo que deben de ser cautos, hay personas que abusan de la generosidad ya que quieren recibir todo regalado o se acostumbran a que uno les de todo y ellos no quieren poner nada de su parte.

Tampoco se debe malgastar todo lo que se tiene por el hecho de ser generoso se debe compartir sin afectarse a uno mismo. Por ejemplo, no por el afán de ser muy generoso, vas a compartir todo lo que tienes y que después seas tú el que necesite ayuda para salir adelante.

Dibuja y colorea dos ejemplos donde tú hayas demostrado la generosidad.

Escucha con atención la historia que se te contará y responde: ¿Quién demuestra generosidad?

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