¡Ciao Italia!
INTERCAMBIOS DE ARTÍCULOS Hace ya mucho tiempo que estábamos persiguiendo la forma de traer a nuestros lectores otras clases de pesca en otros lugares de Europa, siempre que ello sea posible y que los artículos puedan ayudar a mejorar nuestras técnicas; o, simplemente, cuando en esos artículos se hable de nuestra pesca en otras latitudes aunque sea con otras especies y con otras formas, a veces más trasladables y, a veces, simplemente, distintas. Al aparecer la nueva revista italiana PIANETA PESCA, nos llevamos una gran alegría por varias razones: la revista es de una magnífica calidad y eso siempre viene bien; su director, Ricardo Galigani, es un buen amigo con el que hemos departido en múltiples ocasiones en encuentros internacionales y tenemos muchas ideas comunes sobre este “tinglado” y, para terminar, su actitud hacia el hecho de intercambiarnos artículos ha sido siempre positiva. Ahora, con Pianeta Pesca ya en su segundo número, hemos hecho el primer intercambio de artículos. Y en este número, os colocamos ese primer intercambio. A todo esto, hemos decidido bautizar la sección, no fija, como Nuestro Rincón Italiano porque también hemos acordado con otros protagonistas de la escena italiana, la publicación de artículos que puedan resultar interesantes. Por todo ello, hoy os colocamos ese primer intercambio de una historia que, esperemos, no ha hecho más que comenzar para beneficio de todos.
144,9 KILOS EN 5 HORAS Texto: Ricardo Galigani Fotos: Simone Galigani y William Castaldo • Traducción: Maurizio Godano Bruno
Fácil en carpódromo, un poco menos si se trata de brema y carpines que no son tan pesados como los “bigotudos.” En este caso hace falta saber administrar una técnica de pesca basada en la finura y la rapidez, dos cualidades aparentemente en contraste entre si. TÉCNICA Obligados, a pesar nuestro, a buscar un pez en el Mincio, a rastrear algunos pececitos en otros campos de competición, de vez en cuando se siente la necesidad de exagerar. Después de ocho horas de competición sobre los lagos de Mantua extrañamente avaros de peces, mojados hasta la médula, pasar el día siguiente a los lagos Arcadia metiendo en el rejón 40 kilos de peces en tres horas, puede ser una óptima “sopa caliente” para reconciliarse con la pesca. ¡Y qué pesca! Bremas y carpines, con raras carpas cuya única tarea es la de arrancar anzuelos y sedales. Obvio que tuvimos que profundizar en el asunto y algunos días después, con Milo, Bruno Frigerio y su hijo Marco estuvimos presentes con las cámaras de foto y las cámaras de la tele de Caza y Pesca en las orillas de los bonitos Lagos Arcadia en Pontirolo Nuevo. La orilla elegida para pescar fue exactamente la opuesta a la entrada a la estructura, que tiene fondos decididamente más bajos con respecto de las otras. El lago principal padece notables variaciones de nivel debido al nivel que sube y baja en los distintos períodos del año y, al momento de nuestra salida, en la zona elegida había cerca de cuatro metros de agua, ideales para pescar con enchufable. Objetivo del día: la captura de 100 kilos de peces, sin carpas, en cinco horas de pesca. Orilla cómoda y panier pegado al agua: situación excepcional para una buena pesca. Pero vayamos a los particulares técnicos que siempre son los que nuestros lectores esperan.
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LA CAÑA Nuestros protagonistas han utilizado una caña de primer orden: el Team Milo Red Heart, la enchufable de alta gama. Eso podría parecer extraño a la luz del hecho de que se preveía una gran pesca con la posibilidad de echar mano a peces de gran talla, de que habría que hacerlo muy velozmente, bien fuera para disminuir los tiempos de captura, bien para no dejar moverse demasiado el pez sobre el punto de pesca, cosa que habría alejado del engodo al grupo. Sin embargo, la necesidad de deber actuar en velocidad con la perspectiva, al final realizada, de deber pescar en la superficie, empujó a los nuestros a adoptar la caña “jefa” de la marca Milo. Los riesgos, fueron en todo caso mínimos, dada la fiabilidad del utensilio. También la elección del hilo fue valorada a la vista del pez a pescar o, mejor, del pez con el cual hacer peso. Todos eran conscientes de que alguna enorme carpa se habría hecho protagonista de tirones a causa de la impotencia del hilo, ¿pero cuantas bremas y cuantos carpines se habrían lastimado a causa de un hilo de gran diámetro, a lo mejor también un poco tensado? Por esto, todos montaron un elástico de 1,2 bastante potente como para domar rápidamente a peces de más de un kilo, pero también bastante blando para amortizar las fugas, impidiendo la rotura de la delicada mucosa bucal de las bremas y de los grandes carpines.
EL JUMPY Este tipo de hilo, ya distribuido por Milo desde hace tiempo, tiene características únicas. La más importante de todas es el coeficiente elástico, que es de1:7, es decir un metro de elástico puede alargarse hasta siete metros. Esta reserva elástica, permite poder llevar a cabo capturas muy laboriosas llegando a la fatídica “carrera de fondo” en casos excepcionales, con peces en todo caso imprevisibles. Se encuentra en ocho diámetros del 0,798 al 2,118, en bobinas que contienen 13 metros en los colores negro y látex natural, blanco. La característica técnica principal de este producto, es decir su enorme capacidad de alargamiento, permite poder efectuar con casi total seguridad la recuperación de peces de gran tamaño, pero, al mismo tiempo de no arriesgar de dañar a los peces pequeños durante las operaciones de desenchufado. Con una elasticidad insuficiente, en efecto, durante el desenchufado de la caña y de todos los aparejos, las vibraciones no son amortizadas oportunamente, descargándose sobre el final y el anzuelo: se tendría casi segura la pérdida de una presa de modestas dimensiones, no bastante fuerte para hacer salir una cantidad adecuada de hilo del carrete.
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EL MONTAJE
Previendo un número muy elevado de capturas y una acción de pesca bastante “acelerada”, es decir con un gran número de lanzamientos al vacío debido a la cantidad de peces en la zona engodada, que a veces provocan muchos “falsos toques” a causa de los choques con el hilo, Milo ha montado un modelo de plomeo muy simple, bueno para llegar abajo cuanto antes, pero con una parte final muy ligera adecuada para el tipo de pez que persigue capturar: las bremas no son nunca demasiado fáciles, tampoco cuando bajo la caña tenemos cien kilos de peces. Para conseguir esto, una lágrima para tarar casi completamente el flotador con sólo dos plomitos distanciados unos 15 cm. el uno del otro. En total un emplomado no más largo de 30 cm., suficientemente corto como para hacer que el anzuelo con su cebo entre en acción lo más rápidamente posible. Los pesos específicos montados iban de un gramo a dos gramos. Cómo flotador, Milo ha montado el sensible Lille y como bajo ha elegido un 0,11 con un anzuelo del 16 Suehiro T 213 sin muerte.
Marco Frigerio nos muestra uno de tantos “carasios” capturados en la segunda parte de la jornada cuando ya estaban de auténtica locura.
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EL LILLE
Las bremas, pero, aún más que éstas, los carpines, cuando están sometidos a una fuerte presión en la captura, son de veras terribles. Los bocados son extremadamente delicados y hace falta un flotador de una sensibilidad muy elevada junto a una notable estabilidad. Por esto, Milo ha montado en el la línea uno de sus mejores flotadores: el Lille. Se trata de un modelo realizado con madera de balsa selecta, sin porosidad, y con cuerpo en forma de cono muy alargado. Eso permite poder valorar de modo inequívoco una eventual “limpia del cebo”, un hecho harto frecuente cuando se pescan en general peces difíciles. La parte alta del cuerpo, así sutil, también sale sólo del agua de modo evidente por el levantamiento del plomito más bajo del plomeado, permitiendo un enganche rápido y seguro. El Lille es tratado con un velo sutil de barniz, cosa que permite, a igualdad de volumen con otros modelos, un resultado mejor. Una antena en fibra de vidrio, sutil, a alta visibilidad y una larga deriva en carbono, que da también al flotador una gran estabilidad en condiciones de viento fuerte, completan uno de los modelos más sensibles de la gama Milo. Y disponible en los siguientes pesos específicos :4x10, 4x12, 4x14, 1,00, 1,50 y 2,00 g.
En los lagos Arcadia no es extraño que aparezcan bellas tencas de cuando en cuando, aunque son raras.
LA MEZCLA La elección recayó sobre una abundante mezcla a base de casters y fouillis. La elección de no usar gusanos, no ha sido tomada al azar. La cantidad de carpas aquí presentes es conocida y, comúnmente, se trata de carpas difíciles de coger y con hilos “normales” y elásticos medianos. El empleo de gusanos, sobre todo en el engodo o pegados, habría llevado bajo caña un gran número de carpas que habrían causado tres grandes daños: 1. Frecuentes tirones del bajo de línea. 2. Dificultad para entrar a las bremas y carpines, intimidados por la presencia de los enormes peces. 3. “Limpieza” sistemática del fondo por parte de las “aspiradoras” bigotudas con necesidad de continua alimentación. Era de esperar que algún “monstruo” hubiera llegado, pero una cosa es cambiar un bajo cada media hora, y otra es enganchar inútilmente una carpa tras otra. El empleo de fouillies se puede evitar, no es tan fácil hallarlo en las tiendas, pero si se tiene la posibilidad de tener un par de paquetes, cuando se tiene que hacer con bremas, no está de más. Con muchos peces que coger es inevitable una gran engodada inicial: más de 10 grandes pelotas acabaron en el agua, seguidas de algunos tiradores de gusanos, pero sin exagerar.
ELECCIÓN DEL ANZUELO Éstas son las clásicas situaciones en las que puede ser embarazosa la elección del anzuelo. Pescando bremas, así como los difíciles carpines, se podría ceder a la tentación de montar un anzuelo bastante sutil para potenciar la penetración en aparatos bucales delicados, pero hace falta también pensar en el hecho que para “hacer peso” se tiene que ser rápidos y por lo tanto preparados para tirar. Un relación complicada, que en estos casos se resuelve bien con anzuelos sin muerte que, aunque robustos, como en el caso del T 213, tiene una penetración notable y facilita muchísimo las operaciones de desanzuelado. Los pescadores italianos son un poco reacios al anzuelo sin muerte, contrariamente a casi toda Europa, por la errada convicción de que este modelo aumenta las probabilidades de soltarse. En realidad es justo el contrario, porque la mayor penetración garantiza un mayor número de capturas y, sobre todo pescando con la enchufable cuyo elástico siempre tiene bien tenso el sistema, provoca menos pérdidas, garantizando, al mismo tiempo, menor estrés para el pez.
¡OBJETIVO ALCANZADO Y SUPERADO! El principio no ha sido de los mejores: el engodo ha llevado enseguida bajo caña un gran número de carpas que rompieron sistemáticamente los sedales. Luego, cortando drásticamente los gusanos y apostando por el engodo, han llegado bonitas bremas y luego una infinidad de carpines. Milo ha preferido continuar la pesca en el fondo, mientras que Bruno y Marco decidieron hacer un poco de fatiga pescando los carpines que salían a la superficie: a cada tirador se veían decenas saltar sobre los gusanos ¿Resultado? 144 kilos y 900 gramos de peces en cinco horas y sin carpas. No soy muchos los sitios donde se pueden hacer tales resultados.
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