Buscando una playa

CAMILA PÉREZ + CARLO CAT TANEO + GABRIEL ROJAS + LAURA AMAYA + LUIS PALACIOS + MARÍA VICTORIA GUERRA

BUSCANDO UNA PLAYA Y UN MAR EN BOYACÁ lamanada

# 7 / Colección Fotógrafos de bolsillo

BUSCANDO UNA PLAYA Y UN MAR EN BOYACÁ

Después de conocer el fascinante pueblo de Monguí y de sentir los fuertes vientos del Páramo de Ocetá, los integrantes de La Manada sentimos la necesidad de corroborar con nuestros propios lentes lo que frecuentemente escuchamos acerca de otros lugares del departamento de Boyacá. Algunos boyacenses dicen que todo viajero debe conocer un mar que hay en Boyacá y encontrar la playa que lo bordea parcialmente. Mientras buscábamos estos lugares en horas de la noche, nos dejamos guiar por el aroma a cebolla en el aire y el frío que traía el viento. En la primera mañana en el municipio de Tota y el área rural del municipio de Aquitania, se nos reveló la naturaleza de ese mar del que habíamos escuchado. Cuarenta y cuatro kilómetros cuadrados de superficie de agua se pierden entre las montañas sobre el horizonte. Esta era la laguna de Tota. Al caminar alrededor del lago encontramos grandes sembrados de cebolla larga cultivada por familias enteras. Los vivos tonos de verde que capturaban nuestras cámaras eran tan acogedores como la amabilidad de los trabajadores de la tierra que nos saludaban a los costados de la carretera. Algunos nos contaban lo duro que es el negocio de la cebolla; otros solamente nos sonreían y seguían su camino; ya fuera a pie, en moto, en bicicleta, a caballo, o en burro. A medida que avanzábamos en el camino descubrimos otras actividades de subsistencia de los habitantes: pesca de trucha arcoíris y crianza de ovejas. No podíamos regresar sin antes cubrir nuestros pies con la blanca arena que rodea una parte de la Laguna de Tota. Después de ver algunos aficionados practicando deportes acuáticos en el lago, fuimos afortunados al presenciar un atardecer lleno tonos rojos y azules en el cielo. Al llegar a Bogotá las imágenes nos explicaban conexiones inadvertidas: lana de oveja en la ruana de los habitantes para soportar el frío natural a más de 3000 metros sobre el nivel del mar, retratos de trabajadores que dan fe del nombre que antepasados indígenas dieron al municipio: Tota o “tierra para la labranza”, y por último, los restos de un mar que había al interior de los Andes de las eras mesozoica y paleozoica1 : una Playa Blanca al lado del “Mar de Boyacá”.

Luis Alfonso Palacios González. Especialista en Fotografía. Universidad Nacional de Colombia. 1 Información extraída de http://www.colombia.travel/es/turista-internacional/destino/boyaca

ÂŠ Laura Amaya

ÂŠ Luis Palacios

ÂŠ Laura Amaya

ÂŠ Carlo Cattaneo

ÂŠ Laura Amaya

ÂŠ Gabriel Rojas

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Pr贸ximo n煤mero La Tatacoa lamanada, 2013

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Buscando una playa

Published on Jul 17, 2013

Lamanada fotografia

Después de conocer el fascinante pueblo de Monguí y de sentir los fuertes vientos del Páramo de Ocetá, los integrantes de La Manada sentimos la necesidad de corroborar con nuestros propios lentes lo que frecuentemente escuchamos acerca de otros lugares del departamento de Boyacá. Algunos boyacenses dicen que todo viajero debe conocer un mar que hay en Boyacá y encontrar la playa que lo bordea parcialmente. Mientras buscábamos estos lugares en horas de la noche, nos dejamos guiar por el aroma a cebolla en el aire y el frío que traía el viento. En la primera mañana en el municipio de Tota y el área rural del municipio de Aquitania, se nos reveló la naturaleza de ese mar del que habíamos escuchado. Cuarenta y cuatro kilómetros cuadrados de superficie de agua se pierden entre las montañas sobre el horizonte. Esta era la laguna de Tota.