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Nacer, vivir, renacer

POR JESSICA CONDE

Quien ingresa a Dolores encuentra una ciudad calma, como si en ella no habitara nadie. Miro el reloj y son las 14 horas. Recuerdo que fuera de la capital de Uruguay otro ritmo gobierna. Ese ritmo que casi obliga a partir el día en dos y suspenderse en el tiempo por unas horas. Intento buscar, con una curiosidad que roza lo morboso, esas secuelas que dejó el tornado que azotó la ciudad ese 15 de abril. Pero la ciudad me va engullendo y me doy cuenta de la realidad: lo esencial es invisible a los ojos.

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“ Uno mira el informativo y piensa que esas cosas pasan en otros lugares. Nunca pensás que puede pasar acá”, dice Rosa, con el recuerdo a flor de piel, como viviendo una despedida interminable. Detrás su casa, en la que trabajan algunos obreros del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, deja paso al cielo azul que ofrece el día. Es que el tornado desintegró, literalmente, el techo de su hogar, del que quedan solo las paredes y un sombrero que adorna un pasillo, como si se tratara del último bastión de la vida que tuvieron y que no volverá. Recuerda aquel día como si su memoria buscara cada detalle. En el camino, nos muestra una marca recta en una de las paredes que quedan de su hogar. “Esa es la marca de un fierro que voló y casi mata a mi hijo. Le pasó muy cerca”, cuenta. Y relatando aquel 15 de abril. “Fue un ruido muy raro, me di cuenta de que no era un viento comùn y le dije a mi nuera ‘vamos a guarecernos bajo el techo de hormigón’. Mi hijo, mi esposo y un muchacho quedaron en otro ambiente. Mi hijo voló y mi esposo quedó en estado de shock. Cuando salimos, era todo destrucciòn”.

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Si bien en los últimos años las inundaciones han azotado el territorio uruguayo y han provocado miles de damnificados, hay que remontarse al año 1970 para encontrar un antecedente de la magnitud del tornado del pasado mes de abril. La localidad afectada en ese entonces fue Fray Marcos, en el departamento de Florida, que en la tarde del 21 de abril de ese año vivió un tornado de magnitud EF4 -la escala Fujita, utilizada en Estados Unidos para catalogar la fuerza estimada de los tornados según el daño que provocan- que dejó un saldo de 11 muertos, 129 casas destruidas y 484 personas sin techo. El saldo que dejó este fenómeno natural en 2016 fue la destrucción del 40% de la ciudad de Dolores. De las 1.463 casas que fueron afectadas por el tornado, 251 tuvieron daños graves o totales. Además se calculan unos 30 millones de dólares en pérdidas materiales. Pero lo más importante fueron las cinco muertes y los más de 7000 damnificados, que transformaron para siempre la vida en este rincón del país.

Manos a la obra

Las primeras horas tras el tornado fueron de incertidumbre y temor. Paulatinamente, el gobierno comenzó a instalar una suerte de centro de operaciones para atender todos los aspectos relacionados a la catástrofe y organizar el aluvión de donaciones que desde todo el país comenzaron a enviar hacia Dolores. El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente ha remodelado y entregado hasta el día de hoy alrededor de 60 viviendas; la Intendencia de Soriano entregó unas 50 viviendas reconstruidas y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas unas 40 edificaciones de las 103 que se le habían asignado para reconstruir, sin contar algunos convenios que pretenden atender a algunos comercios que resultaron afectados. Por otra parte, para la construcción de viviendas nuevas para aquellas familias que perdieron todo, desde el Programa Mevir se proyectó la construcción de unas 100 casas. Mientras, los damnificados, en su mayoría, han habitado en contenedores dispuestos para paliar la emergencia habitacional tras el tornado. En tanto, el dinero donado por particulares y recaudado a través de organismos públicos se utilizó para crear un fideicomiso entre la OPP y República Negocios Fiduciarios, utilizado por el Poder Ejecutivo -a través de OPP- para realizar varias compras urgentes de materiales y a través de ésta, formalizó un llamado a expresiones de interés para adquirir aquellos materiales necesarios para continuar con las obras de reconstrucción. En materia de donaciones se alcanzaron montos que alcanzan lo $ 18 millones de pesos. Pero a pesar de la batería de medidas tomadas por el gobierno, las críticas comenzaron a rondar el plan de reconstrucción de la ciudad por los tiempos estimados para finalizar las obras sumando además en los últimos tiempos algunas irregularidades que pusieron en el ojo de la tormenta las donaciones enviadas por Cruz Roja. Aún cerca de 80 familias residen en contenedores -familias con mujeres embarazadas, niños y gente de muy avanzada edad- y la inquietud por su futuro, tras tantos meses, se comienza a notar. Esta realidad no es ajena a quienes están abocados a las obras de reconstrucción. Un arquitecto que trabaja en Dolores señala que uno de los aspectos más difíciles a las que se enfrentaron fue el social. “En la Facultad de Arquitectura te enseñan un montón de cosas, pero nunca te preparan para enfrentar una emergencia social. Acá no solo hay que ayudar a la gente a recuperar su hogar, sino su vida. Son personas que han perdido sus recuerdos, su sacrificio, todo”, señala. Pero la tarea gratifica, y así lo señalan también los obreros. “La gente nos agradece mucho. Han llegado muchas cartas valorando lo que hacemos y para nosotros eso es fundamental”, dice uno de los trabajadores que trabaja en una obra de Altos de Dolores, uno de los barrios más afectados por el tornado.

40% DE LA CIUDAD DESTRUIDA

1463 CASA AFECTADAS

5 FALLECIDOS

MÁS DE 7000 DAMNIFICADOS

Reconstruir(se)

Dos niños juegan entre los escombros y una madre arrulla a su bebé entre lo poco que quedó de su vivienda. ¿Cómo se recupera la vida después de una tragedia para la que no estamos preparados? “El pueblo quedó tirado tirado. Ya no se vive con alegría, se perdió todo eso. Va a costar mucho recuperarse”, dice Dilma. El tornado se destruyó parte de su vivienda y su comercio, un pequeño establecimiento que sufrió pérdidas totales. “Tanto el local como la mercadería, lo perdimos todo. Lo que no se mojó, se rompió. Perdimos la fuente de trabajo y cuesta. Hay que empezar de cero”, señala. Además, su esposo Marcelo permaneció diez días en cuidados intermedios en el hospital de Mercedes, tras sufrir lesiones durante el tornado. Pero a pesar de las vicisitudes de la vida, el agradecimiento por todos aquellos que de una manera u otra les ayudan a levantarse, está presente en cada palabra. “La gente del hospital de Mercedes se portó de diez y los muchachos que trabajaron en nuestra casa son de la planta”, dice Marcelo. Su realidad es la de muchos otros habitantes de Dolores, que no solo vieron afectadas sus viviendas sino también su fuente laboral. La zona, caracterizada por depender en gran medida de la actividad agrícola, ha visto reducida su actividad en los últimos tiempos y el tornado empeoró la situación de la zona. No obstante, algunas medidas, como el traslado del pago de impuestos a la Dirección General Impositiva y los aportes al Banco de Previsión Social, la compra de materiales en los establecimientos de la ciudad, entre otros, intentan contribuir a la reactivación del comercio y la economía local. Pero lo más difícil es dejar atrás la tragedia y recuperar el ritmo normal, volver a encontrarse con la ciudad que los vio nacer, vivir, y darle paso al resurgir que necesitan los doloreños.

“...florecerás en cada primavera”

Lentamente, el sol llena cada lugar de la ciudad. La primavera se hace rogar pero trae consigo la calma de nuevos aires, alejando el recuerdo de los furiosos vientos que azotaron cada cimiento, visible e invisible, de la ciudad. La Fiesta de la Primavera invade cada espacio con su música, su color y la alegría en las calles se contagia. “El fracaso no es caer, es negarse a levantarse”. “En cada dificultad existe una oportunidad”. Esas frases son algunos de los mensajes que el Comité de Reconstrucción colocó en lugares afectados por el tornado y que durante la fiesta se repitieron como un mantra, demostrando que algunas cosas, como el espíritu, son inquebrantables.

“ACÁ NO SOLO HAY QUE AYUDAR A LA GENTE A RECUPERAR SU HOGAR, SINO SU VIDA. SON PERSONAS QUE HAN PERDIDO SUS RECUERDOS, SU SACRIFICIO, TODO”.

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