CONCLUSIONES
CUARTO CONGRESO NACIONAL DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
“POR UNA UNIVERSIDAD PARA LA DEMOCRACIA”
ASOCIACION COLOMBIANA DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS ACEU
Cartagena De Indias, Mayo 23 –25 de 2008 Universidad De Cartagena
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DECLARACION POLITICA DEL IV CONGRESO NACIONAL DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS “POR UNA UNIVERSIDAD PARA LA DEMOCRACIA”
Hace 10 años, cerca de tres mil estudiantes se reunieron en la ciudad de Cartagena de Indias para realizar su primer Congreso Nacional. Como resultado, nació la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, como una propuesta para la unidad, coordinación y organización de las luchas contra la privatización de la educación superior, la defensa de la autonomía y por un proyecto de universidad crítica, creadora y transformadora. Hoy, con nuevos protagonistas y un robustecido movimiento estudiantil, se han congregado de nuevo, más de mil estudiantes en las tierras de la Heroica, conocida así por sus gestas libertarias, cuyo bicentenerario estamos próximos a cumplir y al que rendimos un sentido homenaje, recordando en nuestras lides su historia ejemplar. Atravesamos por un momento político crucial para la vida del país, caracterizado por una larga crisis en las alturas, donde se discuten y ventilan los problemas fundamentales sin que el grueso de los pobladores, y en particular las juventudes, participen de su desarrollo y desenlace. Estamos hablando de la mayor crisis de legitimidad del régimen político colombiano, manchado por la sangre de innumerables crímenes, horrores y vejámenes contra los que se atreven a pensar y actuar en función de otros mundos posibles, más humanos y justos. La raíz del problema se encuentra en la descomposición social y política del país, donde tomó demasiada ventaja el narcotráfico y el paramilitarismo, cuyo soporte ha sido el Estado a través de sus organismos de inteligencia y las fuerzas militares. La salida que propone Uribe y sus consortes a esta grave crisis estructural, consiste en una reforma política? para cambiar algo que no cambie nada? es un sofisma con el cual pretende relegitimitar la imagen de su ya desgastado aparato de control y represión estatal. El pueblo, y especialmente el movimiento estudiantil, tienen en sus manos la posibilidad del cambio; de impedir que el proyecto autoritario y guerrerista se prolongue de manera indefinida a costa del sufrimiento y el dolor de miles de familias que en campos y ciudades anhelan la paz, la democracia y la justicia social. La salida de la crisis debe ser del tamaño de la crisis. Por esto, el IV Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios, asume con responsabilidad la tarea de impulsar con vigor e iniciativa la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente, que de la mano con los diversos sectores democráticos de la vida nacional, exija la renuncia del señor Álvaro Uribe Vélez como acto patriótico que permita la apertura democrática del país, al tiempo que promoveremos el Mandato Estudiantil por la paz y el Acuerdo Humanitario, apelando a las reservas éticas, para que la solución de la crisis sea una verdadera síntesis de las actuales contradicciones, para dar así el paso decisivo que Colombia necesita, para ponerse a tono con las nuevas realidades sociales y políticas, que están desbrozando el
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camino hacia la soberanía, la democracia y la autodeterminación de los pueblos tras décadas enteras de ignominia, hambre y pobreza, que han sembrado el neoliberalismo y el imperialismo en las tierras de Bolívar. La educación superior no es ajena a esta situación. La contrarreforma que adelanta el gobierno para liquidar varias universidades del país como la Universidad del Atlántico y la Universidad de Caldas, no se limita exclusivamente al desmonte de la financiación estatal. También contiene un modelo pedagógico que busca apuntalar en la conciencia de la juventud, las líneas ideológicas del proyecto mesiánico, autoritario y militarista que contiene la propuesta de la segunda reelección del señor Álvaro Uribe. La reforma académica y administrativa que se adelanta en la Universidad Nacional de Colombia, es una muestra fehaciente de los planes del gobierno para imponer una visión unilateral de universidad, que elimina el concepto de campus para afianzar el pensamiento hegemónico del uribismo, con el fin de eliminar de los claustros universitarios el libre debate de las ideas, su función crítica y de compromiso social. La aberrante propuesta de estatuto estudiantil representa la incorporación del concepto de seguridad democrática a la vida universitaria y con ello la supresión de la democracia como elemento central en la construcción del conocimiento, la formación de hombres y mujeres libres y el desarrollo de proyectos de cultura y sociedad que dignifiquen la humanidad y sus futuras generaciones. En esta vía marchan el resto de las universidades públicas del país. La asfixia financiera producto del recorte de las transferencias y la no concurrencia del gobierno nacional en el pasivo pensional, tienen al borde de la quiebra a más de una institución cuyas administraciones ceden a las presiones del Ministerio de Educación, el departamento de planeación nacional y hacienda pública. La crisis universitaria es estructural y abarca todos los órdenes. Reclama medidas que implican cambios en el modelo de desarrollo y la política del país. A 90 años de la Reforma Universitaria de Córdoba en Argentina y 40 del inolvidable mayo francés del 68, cuyos ecos fueron brutalmente reprimidos en la masacre de Tlatelolco en México, reafirmamos nuestro compromiso con la unidad, la organización y la movilización de los estudiantes colombianos y del continente. El Movimiento estudiantil latinoamericano jugó un papel decisivo en las derrotas de las terribles dictaduras del cono sur durante las décadas del 70 y el 80. En Colombia, el 8 y 9 de Junio de 1954 tendría su episodio más sangriento con el asesinato de 11 estudiantes, cuando protestaban contra la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla. Este acontecimiento estuvo precedido por la masacre de los trabajadores de las bananeras a manos del ejército, del cual cumplimos 80 años. Este hecho marcó la radicalización del movimiento estudiantil colombiano con el posterior asesinato del estudiante Gonzalo Bravo Pérez.
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Estamos convencidos que no seremos inferiores a los desafíos del presente, porque el porvenir está lleno de esperanza para los hijos de nuestra América. La persecución oficial apoyada por las amenazas constantes de las bandas paramilitares, no han impedido la respuesta del movimiento estudiantil ante el actual curso de los acontecimientos, como con la colosal batalla por la vida y la dignidad, que adelantan los y las estudiantes de la Universidad de Córdoba, contra una década de administraciones corruptas y criminales coligadas con las estructuras paramilitares regionales. La solidaridad será la constante con todas aquellas personas víctimas del señalamiento, la criminalización y la judicialización, cuyo fin es la legitimación del exterminio de la oposición y el terrorismo de Estado, como formas permanentes del ejercicio del poder político. Expresamos nuestra solidaridad con la Universidad del Valle, Cauca y Atlántico víctimas de esta perversa estrategia de intimidación que combina judicializaciones con propaganda terrorista a nombre de las Águilas Negras, el asesinato y el desplazamiento, profundizando aún más la actual crisis humanitaria en las universidades públicas y privadas del país. Agradecemos la solidaridad internacional para con los jóvenes estudiantes colombianos y que se ha expresado en la asistencia a este evento con delegaciones provenientes de países lejanos como Canadá, España e Italia los cuales vienen adelantado intensas tareas en sus respectivos espacios de trabajo en apoyo a la causa de los jóvenes Colombianos. Queremos extender un combativo saludo a todo el estudiantado del hemisferio a través de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes, OCLAE, que con su presencia han reafirmado su apoyo hacia el proceso de organización y lucha estudiantil en nuestro país, como también a las delegaciones de Perú y Cuba, que nos han permitido aproximar nuestra experiencia a otros desarrollos de la lucha estudiantil de cara a los procesos de integración bolivariana y coordinación de las luchas antiimperialistas. Salimos de este IV congreso con muchas tareas para adelantar la resistencia en cada universidad del país. Con nuestra participación en esta convocatoria, reivindicamos el acto de soñar y nuestro derecho a seguir luchando por una universidad para la crítica, para el acto creativo y transformador de la palabra, en las calles y plazas públicas asumimos nuestra responsabilidad con la indeclinable labor de continuar forjando las bases organizativas del proceso de construcción gremial local y nacional, que le garanticen al estudiantado luchar, en las condiciones actuales, por una universidad para la vida, por una universidad para la paz, por una universidad para la democracia.
Cartagena de Indias, Colombia Mayo 25 de 2008.
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Capítulo 1. UNIVERSIDAD Y GENERACIÓN DE CULTURA
La política cultural universitaria debe ser asumida como la construcción de una propuesta alternativa de sociedad, partiendo de la idea de la universidad como escenario donde se construyen seres humanos capaces de criticar su entorno y superar las deficiencias de su actual condición de vida. En el centro de esta consideración, se encuentra la necesidad de formar hombres y mujeres autónomas, convencidos de la necesidad de cambio en Colombia, capaces de defender un proyecto de universidad distinto, que aporte a la construcción de una sociedad cada vez más justa y democrática; es decir, el compromiso de la política cultural de la ACEU no debe ser solo mostrar y potenciar las distintas manifestaciones artísticas y culturales de las universidades, sino poner el debate cultural al servicio de la construcción de una nueva idea de sociedad, con los aportes que puedan surgir desde los universitarios del país, una cultura democrática para una nueva sociedad democrática en Colombia. Para ello, es necesario tener en cuenta el papel que juegan los estudiantes universitarios en cada región, es decir, su aporte científico y técnico al desarrollo, su capacidad e influencia política y su valor como elemento de avanzada cultural, haciendo necesario evaluar que elementos nuevos se deben introducir en cada uno de estos campos, como parte de un proyecto alternativo cultural que permita contrarrestar la idea de sociedad que hoy que se quiere imponer desde el pensamiento único, idea que es reproducida por las administraciones y los medios de comunicación. Es indispensable, entonces, la generación de espacios locales y nacionales para la construcción de esta política gremial. Para sacar adelante esta iniciativa, se hace urgente superar la visión recortada de cultura que comúnmente se tiene. Es necesario diferenciar entonces, entre manifestaciones culturales y artísticas, y lo que realmente nos aproxime a un concepto de cultura, que incluye todo tipo de expresiones humanas, encaminadas al desarrollo de su ser sensible, que no solo deben estar orientadas al goce individual, sino que también, debe permitir la transformación y superación la situación actual de cosas de la sociedad colombiana. La cultura, no es aquella de la que se vanaglorian ciertos intelectuales, por haber leído un poco más, haber asistido a obras de teatro y escuchar música clásica. La cultura, incluye las diferencias que permiten a los colectivos construir su identidad a partir de la música, el teatro, la pintura, etc. Así, la cultura no es solo producción intelectual que reposa en una biblioteca, o una obra artística que se encuentra inmóvil para la admiración de pocos en un museo. El arte, la música y la cultura, deben trasformar nuestra sociedad representándola y proponiendo desde su perspectiva, diferentes escenarios para la salida a esta crisis social que vive nuestro
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país hace más de 500 años. Sería una discusión, no solo interesante, sino inacabable el tratar de llegar a un solo concepto de cultura, sin embargo, la propuesta es que para garantizar que este debate arroje posibilidades de acción y movilización del estudiantado, se ponga en función del aporte a la transformación de la condición humana y social del país, es decir, no detenernos en la discusión conceptual acerca de la cultura, sino desbordar las fronteras de la teoría para que este debate tenga repercusiones en la construcción de nuestra realidad. Constitución de una política cultural universitaria Es necesario concentrar esfuerzos en la cohesión y socialización de cada una de las experiencias culturales de las diferentes regiones, pues el carácter de cada una de ellas permite aportar a los incipientes desarrollos que en este campo se tienen. Incluso, plantear propuestas entorno a la identidad nacional cultural del país, que se ha limitada a unos cuantos símbolos regionales, como el poncho, el sombrero vueltiao, la cumbia, etc. Generación de una cultura política Al interior de las universidades crece cada vez más la apatía frente a las problemáticas que afectan a la Educación superior y la indiferencia respecto a las políticas que pauperizan y replican la expoliación de las mayorías por el régimen de acumulación impuesto por las minorías, por lo tanto, en un primer momento del desarrollo de la propuesta cultural, es necesario realizar actividades dirigidas a la recuperación del pensamiento crítico de los estudiantes y de la comunidad universitaria en general. Es eso precisamente lo que está en riesgo con la implementación de la universidad que requiere el proyecto de Estado Comunitario al que, sin ambigüedad alguna, nos oponemos. Iniciativas
Reactivar la Secretaria de Cultura de la ACEU, con un funcionamiento constante y dinámico, cuya tarea principal sea garantizar la realización de la bienal. Retomar el desarrollo de la Bienal Universitaria Nacional de Arte, Cultura, Ciencia y Tecnología, como el proceso y evento, que pondrá a la ACEU y al estudiantado colombiano, de cara a la construcción de una alternativa cultural para la nación. Generar un espacio que nos permita, de cara a la conmemoración del Bicentenario de la Independencia, y con diversos sectores sociales, realizar un balance crítico de estos doscientos años de independencia.
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Capítulo 2. BIENESTAR UNIVERSITARIO: CONDICIONES ACTUALES DE VIDA UNIVERSITARIA
La Universidad no debe caracterizarse como un espacio exclusivo del saber, sino como un escenario para la promoción de valores humanos, científicos, artísticos y culturales de una sociedad, que garantice la generación de canales para ventilar los conflictos que permitan mejores condiciones de vida para el pueblo. Por esta razón, el Bienestar Universitario no puede ser concebido como un conjunto de actividades adicionales al que hacer académico científico de la Universidad, ni desde una visión asistencial y restringida que dé respuesta a exigencias puntuales de beneficio inmediato, sino que debe involucrarse en la concepción global de vida Universitaria. Una aproximación a la definición de Bienestar Universitario reconoce que sus procesos son transversales e interdependientes a las demás áreas de la Universidad, y como tal, debe insertarse en la función orgánica e interdisciplinaria que se da en la labor académica y formativa que la institución realiza, a través de todas las formas de dinamización del conocimiento (docencia-aprendizaje, investigación y proyección), a partir de los principios de: Universalidad, Reciprocidad, Integralidad, Solidaridad, y Diversidad buscando generar y promover el sentido de pertenencia de los miembros de la comunidad universitaria con la institución, exigiendo para tal fin, que el ser, el pensar y el hacer de los funcionarios de bienestar y la comunidad universitaria, estén en armonía con estos principios. Como parte del proceso de cambio promovido por la Constitución del 91, se reforma el Servicio Público de Educación Superior, mediante la Ley 30 de 1992, estableciendo que el Bienestar Universitario debe estar presente en las Instituciones de Educación Superior y en su artículo 117 define al bienestar como el conjunto de actividades que se orientan al desarrollo físico, psicoafectivo, social y espiritual de los estudiantes, de los profesores y personal administrativo. Así pues, los principios que deben orientar las políticas de Bienestar Universitario son:
Calidad de Vida: contribuir a la satisfacción de necesidades trascendiendo al desarrollo de las capacidades del ser humano. Formación Integral: Contribuir integralmente al desarrollo de las dimensiones del ser humano. Construcción de comunidad: La promoción del Bienestar de la comunidad universitaria ligada a la misión institucional y contribuyendo al desarrollo integral de esta comunidad y a su proyección en la sociedad.
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Sin embargo, estos principios en muchos casos no se cumplen completamente por el insuficiente apoyo que las instituciones brindan a los programas y proyectos dirigidos a la comunidad universitaria, en los últimos años Bienestar Universitario, ha sufrido un proceso de recorte y deterioro debido a la implantación de las Políticas privatizadoras de la Educación Pública Estatal, generando incrementos en matriculas y formularios de admisión, poca inversión en biblioteca, laboratorios, planta física y en general en las infraestructuras de las Universidades, lo que coincide con el cierre de espacios comunes como residencias, cafeterías, espacios deportivos y culturales. Lo anterior demuestra que siguen existiendo dificultades en la asignación presupuestal de por lo menos el 2%, que según la Ley 30, le corresponde del presupuesto total de funcionamiento de la Universidad, al Bienestar universitario. Relegando esta dependencia a un plano secundario, en el que se desvirtúa el papel primordial que él tiene como instancia primordial para el desarrollo de un proyecto transformador de universitario. Algunas consideraciones de Bienestar Universitario se enmarcan en ir más allá del asistencialismo paternalista que soluciona necesidades básicas a los miembros de su comunidad, la prestación de servicios sociales, la filosofía de vender todos los servicios ofrecidos por la Universidad, sino que debe contar con los espacios, instrumentos y condiciones necesarias para apoyar los diversos ámbitos de la vida humana; cultura, alimentación, salud, deporte, intercambio científico y convivencia. En consecuencia, una verdadera concepción de Bienestar Universitario no se debe reducir al problema de residencias estudiantiles y los restaurantes universitarios, o a la atención en salud de forma gratuita, sino que debe articularse a un proyecto de Universidad formadora de individuos críticos, que estén en permanente búsqueda de la transformación de la sociedad que les rodea, con hombres y mujeres asumidos en la construcción de una política que garantice el cumplimiento de los derechos constitucionales de una vida digna, con acceso y permanencia del estudiantado en la educación superior. Es necesario reconocer que las actuales condiciones de vida de las y los universitarios, son complejas dado el contexto político, social, cultural, económico en el que nos encontramos, donde las preocupaciones no son estrictamente por la formación académica, sino por las múltiples problemáticas personales y familiares que rodean al estudiante universitario, estas condiciones de vida motivan la llamada “deserción académica”, situación actual que preocupa y aqueja a las universidades colombianas. En este sentido observamos poco compromiso de las Instituciones de Educación Superior, ya que son constantes las críticas de los estudiantes por situaciones como: 1. Reglamentos institucionales inflexibles 2. Faltan programas de conserjería estudiantil permanente y bien consolidados
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3. Poco o nulo interés del docente por la situación que atraviesa el estudiante 4. Docentes y los procesos pedagógicos no se ajuntas a los requerimientos del nuevo tipo de estudiante 5. Los esfuerzos de las instituciones carecen de centralidad, son aislados y no articulan la globalidad del fenómeno 6. La participación de los estudiantes es muy disímil, ya sea por la modalidad de formación y el horario de los programas académicos, si son diurnos o nocturnos, ya por las condiciones del personal docente o administrativo, sobre todo en las instituciones que ofrecen carreras técnicas y tecnológicas con horario nocturno. 7. El pago correspondiente a los servicios profesionales del Talento humano de Bienestar está por debajo del promedio en otras instituciones públicas. Frente a los programas y proyectos no son independientes unos de otros y no pueden ser reducidos a actividades o programas aislados. Todos ellos deben estar ligados transversalmente por los tres grandes objetivos del Bienestar Universitario antes mencionados. Se reconoce que cada uno de sus procesos, acciones y servicios tienden al mejoramiento continuo del desarrollo humano y la calidad de vida de la comunidad universitaria. Las áreas de acción de Bienestar deben ser entre otras la salud, deporte y recreación, desarrollo humano (psicológico y afectivo), desarrollo de las expresiones culturales y artísticas, promoción socioeconómica y egresados. Finalmente, el bienestar universitario es fundamental para cualquier universidad dado que su función es velar por el mejoramiento continuo de la calidad de vida y el desarrollo integral de los tres estamentos de la Universidad (estudiantes, profesores y trabajadores). Es necesario avanzar a una integración de la política de bienestar universitario a nivel nacional. Por lo que La ACEU debe concentrar sus esfuerzos en hacer de éste un frente principal de batalla, que garantice triunfos en la lucha a través de reivindicaciones concretas, como forma no solo de ayudar a superar las difíciles situaciones de los estudiantes, sino también, de ganarlos cada vez más para la lucha por la defensa de la educación pública. Iniciativas
Elaborar una propuesta colectiva para la reforma a los lineamientos nacionales de Bienestar Universitario. Construir un banco de propuestas concretas al nivel nacional que se puedan pelear en lo local y perfeccionar las propuestas existentes elaboradas como es el caso de la propuesta de las tarifas diferenciales de transporte, sistema de salud, actividades culturales, deportivas, residencias estudiantiles.
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Incentivar la elaboración de la modalidad de cupos especiales para desplazados en la Universidad del país, tomando como modelo el desarrollado en la Universidad Distrital. Como consigna nacional la ACEU debe empezar la agitación y movilización para garantizar el 2% y pasar al 5% de la asignación presupuestal de Bienestar Universitario. Creación de comités de veeduría dentro de las universidades que garanticen que el presupuesto asignado al bienestar universitario se cumpla. Realizar encuentros por regiones para la discusión de la política de bienestar universitario, acorde a las necesidades de cada una de las instituciones de la región. Impulsar la creación de un área de asuntos estudiantiles dentro de las universidades que propenda por la integridad y la defensa de los derechos fundamentales de los estudiantes y garantice su pleno desarrollo académico y político.
Capítulo 3. POLITICA DE INVESTIGACION, CIENCIA Y TECNOLOGIA PARA LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA “El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias Físicas, el siglo XIX el de la biología y nuestro siglo XX es el siglo del miedo” Albert Camus ¿Qué se investiga?, ¿Por qué se investiga?, y ¿para que se investiga? Son las preguntas claves que se deben desarrollar en la comunidad universitaria, permitiendo adoptar un método esencial como unidad básica para llevar procesos de investigación con argumentación. Es necesario tener claro conceptos como ciencia y tecnología, ya que en ellas existen diferencias muy marcadas y esto permite orientar los procesos investigativos hacia diferentes temáticas. La universidad tiene como centro de sus objetivos ser uno de los principales motores de generación de conocimiento y al tener claras sus metas en procesos investigativos puede desarrollar nuevas alternativas en materia de ciencia y tecnología. Cada investigación que desarrolle la comunidad universitaria debe tener un objeto social, donde se combinen para el desarrollo de la misma, recursos entre los que se encuentran: la tierra, el capital y el trabajo como parte fundamental de la modernización del país. Para esto, la universidad debe fijar unas metas en formación de sujetos, estudiantes capaces de crear, incentivarlos de modo que sean consientes en para quien se genera ese
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conocimiento y cuál es el fin del mismo. Así el estudiante analiza que clase de conocimiento quiere producir, si éste se ubica en un contexto mercantil o dentro de una universidad formadora, que emplea esos saberes, donde el potencial crítico se ejecuta, que se articulan en la puesta en marcha de un modelo alternativo de sociedad. ¿Cuál es el enfoque central de las actuales políticas en ciencia y tecnología?, ¿Cuál es la generación de conocimiento como fuente de ingreso de subsistencia y de negocio? ¿La generación de conocimiento como medio de formación de individuos? ¿Cuál es nuestro papel como universitarios en la definición de dichas políticas? Estos son los interrogantes de mayor preocupación, teniendo como prioridad la necesidad de ubicar criterios y áreas, tiempos y métodos, de manera que se dé el debate y la discusión a partir del análisis sobre nuestros procesos de formación y como mejorarlos. El estudiantado universitario debe darse a la tarea de identificar, dentro de la educación, los ejes problemáticos que surgen en las distintas temáticas teórico prácticas a nivel de ciencia y tecnología, para generar estrategias de desarrollo y ejecución de las mismas, en pro de una universidad con conciencia social y una mirada democrática, donde se elimine la idea del estudiante incapaz de ser propositivo. La educación colombiana, debe apuntar a la construcción de sujetos, comprometidos con los valores humanos y la búsqueda permanente para la superación de las deficiencias de la sociedad. Siendo la investigación un eje trasversal de la ciencia y tecnología y su forma más explícita y directa de contacto con el estudiantado, es necesario avanzar en fortalecer los semilleros de investigación en las universidades, no dejándolos solo en manos de la iniciativa institucional y ubicar temas de investigación de primordial interés para nuestro país, antes que temas de “modo” internacionalmente hablando. Iniciativas Crear una mesa de trabajo que proyecte una comisión nacional cuyo fin sea el desarrollo de políticas en investigación, ciencia y tecnología, integrada por un representante de cada universidad. Garantizar que en el desarrollo de la Bienal Nacional se retomen los debates planteados en el IV Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios. La ACEU por tanto debe garantizar que la organización estudiantil se preocupe más por estos temas, que son del quehacer diario del estudiante, viabilizando la construcción de esta mesa nacional y destacando miembros en sus direcciones a todos los niveles que desarrollen esta tarea.
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Capítulo 4. UNIVERSIDAD, DERECHOS HUMANOS Y LA LUCHA POR LA PAZ DEMOCRÁTICA EN COLOMBIA
El punto de partida para este tema es la ratificación de la solución política negociada al conflicto político, social y armado del país como principal consigna, en tanto este conflicto es la mayor causa de violación de los derechos humanos en las universidades gracias a que el Estado colombiano y en especial el gobierno actual, ha puesto a la universidad como espacio de la confrontación militar, justificando el tratamiento de orden público que hoy prevalece sobre la problemática universitaria y convirtiendo a los miembros de su comunidad en blanco prioritario, no solo de la persecución oficial materializada en los constantes señalamientos, estigmatización e incriminación judicial, sino también de la persecución paraoficial, configurando la peor crisis humanitaria que ha enfrentado la universidad colombiana. No se trata entonces solo de buscar mecanismos para la protección y defensa del estudiantado, sino de tener muy claro el origen político de la actual crisis humanitaria, señalando sin ambigüedades el principal causante: el Estado Colombiano y en particular el actual gobierno, de tal forma, que esta lucha se liga con los demás sectores que en el país buscan una salida distinta a la guerra como única y real posibilidad de superar las causas de fondo de la violación de derechos humanos y la idea de construir un Estado en el que la universidad pueda cumplir con sus objetivos alejada de cualquier situación que ponga en riesgo la integridad de sus miembros. En este sentido la ACEU ratifica su compromiso político con esta lucha entendiendo que no solo se deben acompañar y fortalecer las propuestas unitarias que se vienen adelantando, sino que debe ser una prioridad la denuncia a través de canales nacionales como internacionales en la idea de establecer presión hacia el gobierno colombiano con el objetivo de buscarle salidas a la crisis generando así en particular la mayor solidaridad tanto interna como externa hacia los estudiantes universitarios del país. Iniciativas
En las actuales condiciones es de vital importancia blindar la universidad contra los constantes ataques del establecimiento, por tanto se hace necesaria la convocatoria del próximo Foro de los Universitarios frente al Conflicto, pero con la urgente necesidad de que estos foros ya no se circunscriban solo a lo que dicen los universitarios entre ellos, sino que se conviertan en tribuna del movimiento social a favor de las universidades colombianas.
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Teniendo en cuenta la grave situación respecto a la posibilidad de alcanzar una salida política al conflicto colombiano, es necesario fortalecer la iniciativa del mandato estudiantil por la paz y el acuerdo humanitario. Es necesario recomponer y fortalecer la Secretaría de Derechos Humanos de la ACEU, fortaleciéndola con estudiantes de todo el país, entendiendo la necesidad de la misma en el actual estado de los derechos humanos de la comunidad universitaria. Mantener la realización de los informes anuales como la herramienta más certera de poner en evidencia al gobierno nacional no solo nacionalmente, sino de manera muy especial en el campo internacional. Es imperativo poner en marcha con mayor fuerza el observatorio en Derechos Humanos encabezado por los compañeros de la Asociación de Estudiantes Progresistas, AEP, de Cataluña, el cual no solo garantizaría la solidaridad desde España, sino que puede convertirse en centro principal de apoyo en el trabajo internacional, así mismo es necesario articular la labor de denuncia con los compañeros de Dinamarca desde la plataforma del Colombian Students Watch.
Capítulo 5. CAMBIOS EN EL MODELO ECONÓMICO, FINANCIACIÓN, REFORMAS ACADÉMICAS Y ADMINISTRATIVAS EN LA UNIVERSIDAD Y MODELO ALTERNATIVO DE UNIVERSIDAD PARA LA DEMOCRACIA
Es necesario entender las actuales reformas como cambios en la misma línea de marchitamiento de la universidad colombiana, es decir, son actualizaciones y reactualizaciones de la política pero cada vez con la contundencia de la mayor experiencia ganada no solo en la aplicación de estas políticas, sino en la neutralización de la resistencia universitaria a las mismas, es en esencia un ejercicio permanente de reorganización y ajuste que alcanza mayor cualificación en nuestra contra. Dichos procesos son promovidos al evidenciarse que en las prácticas institucionales no solo se aplica esta política, sino que se imprime un cambio total hasta en el lenguaje universitario de acuerdo con los requerimientos del modelo nefasto de universidad que se quiere implementar. Las reformas entonces actúan en los siguientes aspectos relacionados con la vida institucional: Administración de las instituciones Gestión Organización Procesos y procedimientos en la planeación Redefinición de funciones: www.aceu.co
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Administrativas Académicas Pedagógicas Curriculares Investigativas
Tal vez para muchos estudiantes universitarios pueda parecer sencillo dar una discusión sobre la universidad que queremos, pero el ajuste de la escuela a las lógicas neoliberales ha generado serias transformaciones al sistema educativo colombiano, frente a esta realidad, es necesario realizar análisis de fondo a dichos cambios. A mediados del siglo XX el campo educativo afrontó una transformación radical, relacionada con la puesta en marcha de la nueva estrategia de desarrollo; esto ha tenido relación con el replanteamiento de los fines sociales de la escuela, con su estructura y funcionamiento. Según Martínez, esta ruptura se expresó en dos dimensiones:“Mientras las transformaciones operadas en el plano de las políticas y los discursos educativos presentan un balance precario en relación con sus propósitos más generales, en el plano más específico y menos visible de la enseñanza, los cambios, por el contrario, han sido substanciales”1. En este marco de ruptura, se puede evidenciar que el concepto de educación que predominaba en el siglo XIX cambia drásticamente a mediados del siglo XX, incluyéndose en el glosario y las prácticas educativas, nuevas categorías que respondían directamente al campo de lo económico, “desde ese momento, la educación se asocia íntimamente a la idea de desarrollo y con ello su función, estructura y sentido se transforman de manera radical”.2 De acuerdo a lo anterior, la escuela y en este caso la universidad entraron a ser un elemento fundamental para que el país alcanzara ese preciado desarrollo, y se han desenvuelto en una multiplicidad de reformas, de enfoques, que han tenido como meta hacer posible dicho modelo. Por eso escuchamos en el pasado y en la actualidad que la educación es una prioridad nacional y que sobre ella se fundamentan el desarrollo y el bienestar, que dinamiza las transformaciones productivas, garantizando la equidad social, y que ahora es fundamental en el proceso de globalización de las economías. En la actualidad nos encontramos frente a una universidad que paulatinamente va haciendo parte de una lógica neoliberal, que le plantea una necesaria recomposición, la cual se ve reflejada en reformas académicas, administrativas y financieras distintas a las conocidas hasta ahora.
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MARTÍNEZ, A. Et al. 2003. Currículo y modernización. Cuatro décadas de educación en Colombia. 2003. Pág. 70. Ibíd. Pág. 23.
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Respecto al debate relacionado con la educación superior en Colombia, La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ha reconocido que los discursos van cambiando, mutando, pero su centro se mantiene, por lo que es necesario no dejarse deslumbrar. De hecho la sociedad globalizada, manteniendo su mismo carácter, pareciera no ser la misma de principios de los noventa ahora nos impone “nuevas formas de apropiación de los conocimientos”3, ahora competimos, nos formamos de una determinada forma para acceder a unos códigos culturales específicos, que si no manejamos somos excluidos, en una sociedad en la cual hasta las fronteras se desdibujan, donde la cultura mediática reina y se hace fuerte. Es así que la ACEU considera fundamental pensar la universidad colombiana como una institución que posibilite la defensa de los de los intereses colectivos del pueblo Colombiano en la perspectiva de la unidad, identidad e independencia Latinoamericana, así mismo, una universidad que asuma una posición frente a las problemáticas nacionales, elaborando propuestas que apunten hacia la construcción de nación, bajo la premisa de una nueva sociedad democrática. Igualmente la Universidad debe propiciar la construcción de pensamiento propio, crítico y científico a partir de la cotidianidad, donde se de cabida a diferentes expresiones dentro de las dinámicas que se aborden, valorando el trabajo interdisciplinario, una Universidad que permita y potencie la promoción del movimiento universitario nacional que aporte al mejoramiento de la educación superior colombiana, una universidad a la cual sea posible su ingreso y en la cual la academia no se vea supeditada a los intereses económicos neoliberales. Iniciativas
Realizar diagnósticos sobre la situación de las reformas académicas, administrativas y financieras en las universidades. Construir una agenda nacional que tenga como propósito construir un modelo de universidad para la democracia. Convocar a un espacio nacional con delegados de las diferentes universidades, con el fin de recolectar las experiencias y en la perspectiva de construir un modelo alternativo para la educación superior. Fortalecer del proceso multiestamentario a nivel regional y nacional.
MARTÍNEZ, A. 2004. De la escuela expansiva a la escuela competitiva. Dos modos de modernización en América Latina. Pág. 193. 3
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Capítulo 6. FORMAS DE RESISTENCIA Y ORGANIZACIÓN ESTUDIANTIL
En las actuales condiciones, a pesar de los discursos esnobistas y el avance ideológico del establecimiento que desvirtúa el pensamiento crítico en general, pero que atenta en particular contra la existencia de la diferencia y el debate como expresión de la democracia real, es necesario que el Movimiento Estudiantil ratifique sus premisas políticas, buscando la mejor forma para que el estudiantado las apropie. Hoy el antiimperialismo debe ser ratificado en la práctica, manteniendo en alto la lucha contra la ingerencia norteamericana y principalmente contra los TLC con EEUU, Canadá y la Unión Europea. Sin embargo, en las actuales condiciones, donde se configura un polo de acción internacional de oposición, hay que trabajar por una interacción política y económica de América Latina y el Caribe. El ALBA debe convertirse en un punto de apoyo, movilización y concienciación en el movimiento estudiantil, y por supuesto, el rechazo absoluto del Plan Colombia en su segunda fase. En la misma línea, pero en el campo nacional, la unidad debe ser la consigna central, pero alejándonos de cualquier pretensión particular o utilitarista del estudiantado y avanzando en un concepto más amplio, que nos lleve a reafirmar los lazos de unidad entre los estamentos, tratando de llegar a la mayor cantidad de sectores sociales, ya que hoy la lucha por el derecho a la educación no podrá ganarse solo con el esfuerzo del estudiantado. En este sentido, es necesario ratificar el compromiso primordial en este campo con el fortalecimiento de la multiestamentaria universitaria: estudiantes, profesores y trabajadores. Para esto es necesario avanzar en la construcción de un programa mínimo que sirva de plataforma para tal objetivo. Luego de balancear el accionar del estudiantado en este periodo queda claro que la principal falencia está en el campo organizativo, por lo que la construcción y fortalecimiento de los consejos estudiantiles, además de ser la tarea de la hora, debe propender por la politización de los estudiantes, entendiendo que la lucha debe trascender los escenarios locales y poner una oposición clara al gobierno nacional. Frente al tema de la UNIDAD hay que diferenciar los niveles de lucha y la forma de organización, en el movimiento estudiantil la lucha es de carácter gremial en donde hay que entender la necesidad de avanzar más allá de ver la unidad como un simple encuentro entre organizaciones y superando la unidad de acción. Debe ser entonces una unidad programática que avanza en las dificultades presentadas en la CNEU.
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Iniciativas
Fortalecer del proceso multiestamentario a nivel regional y nacional. Construir y fortalecer los Consejos Estudiantiles de las diferentes universidades en la idea de solventar las falencias organizativas por las que atraviesa el movimiento estudiantil. Construir escenarios que permitan generar mayores niveles de politización del estudiantado.
PROBLEMAS Y ALTERNATIVAS DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR PRIVADA El análisis y caracterización de la educación superior privada se convierte hoy en una necesidad para el movimiento estudiantil. Si bien no es acertado realizar una enorme dicotomía entre educación pública y privada, si existen algunos rasgos característicos de la educación privada que la diferencian de las pública fundamentalmente en la composición económica y social. La Universidad privada es el espacio educativo donde se evidencia con mayor claridad la propuesta que tiene el modelo neoliberal con respecto a la educación; una educación puesta al servicio de los intereses del gran capital y por ello una deshumanización de los pensum, marcando el paso hacia una inminente tecnificación de las carreras universitarias. Existe hoy una preocupante situación en la lucha del movimiento estudiantil de universidades privadas, como es el aislamiento del estudiante de la problemática social. Lo anterior, debido fundamentalmente a la desarticulación de la propuesta educativa, presentada por las universidades privadas, con la realidad política que afronta el país y a las nulas posibilidades de acceso a la toma de decisiones en la Universidad. Plataforma Nacional de Universidades Privadas Esta plataforma sería la propuesta de reivindicaciones concreta que presenta la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios a las estudiantes de universidad privadas. Debe servir como un primer insumo para la creación de una plataforma unitaria con las demás organizaciones y expresiones que hagan parte de la comunidad estudiantil de las universidades privadas. Esta plataforma tendrá, como eje articulador, la calidad académica y expresaría las necesidades concretas que aquejan a los estudiantes de universidades privadas. Cada tema se debe desarrollar en dos líneas la primera es la ubicación de la problemática y la segunda sobre la propuesta de la ACEU.
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TEMAS PROPUESTOS DE LA PLATAFORMA 1) ICETEX y financiación de la Educación. 2) Sistema de calidad educativa (Acreditación). 3) Humanización de los Pensum. 4) Promoción de la investigación y formación investigativa. 5) E.C.A.E.S 6) Desarrollo profesoral: a) Aumento de profesores de planta b) Promoción pedagógica de los mismos. 7) Política de Bienestar Universitario. 8) Real participación de los estudiantes en las decisiones de la Universidad.
Iniciativas
Realizar un encuentro nacional de estudiantes de universidades privadas con los siguientes objetivos: i. Una caracterización integral de la educación privada en Colombia donde se analice la situación académica, la composición social, el estado del movimiento estudiantil y se identifique las necesidades concretas de los estudiantes. ii. Construir la Plataforma Nacional de Universidades Privadas con los insumos que ya se tienen.
Capítulo 7. LA ACEU, EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Y LOS RETOS DEL MOMENTO
Sobre el balance de la ACEU El periodo anterior se caracterizó por la apuesta que la ACEU hizo a la CNEU como el espacio principal de unidad del estudiantado colombiano, tanto para coordinar la resistencia a la contrarreforma universitaria, como para avanzar en la unidad orgánica del estudiantado. A pesar de la voluntad unitaria expresada por todos los sectores integrantes de la CNEU, ésta fue perdiendo su norte y capacidad de convocatoria hasta quedar convertida en un escenario casi exclusivo para los referentes nacionales lo cual significó esto una limitación evidente para desarrollar, con verdaderos alcances prácticos, cualquiera de sus objetivos.
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Otro factor que debilitó la CNEU fueron sus desarrollos desiguales en cada una de las universidades, que más allá de las dificultades prácticas naturales en este tipo de procesos, ponían en evidencia la falta de compromiso con sus conclusiones. Además, al no tener éstas un carácter vinculante, era inexistente un nivel de exigencia necesario para que cada organización las desarrollara por encima de sus propios planes y objetivos. A pesar de estas dificultades, si es muy importante rescatar el hecho de que la actual PLATAFORMA ESTUDIANTIL, surgida del debate del III Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios, recoge los aportes de la gran mayoría de sectores políticos y gremiales y por tanto constituye un acumulado sobre el cual hay que trabajar para construir otro camino que nos lleve a la unidad orgánica del estudiantado colombiano. Por mandato del III Congreso de Estudiantes, la ACEU debió comprometerse a fondo con la CNEU, que con las dificultades ya presentadas, obligó a que nuestros dirigentes principales privilegiaran, como era natural, el espacio de la CNEU, lo que fue erosionando la dinámica organizativa de la ACEU, esto gracias a que la definición de esta prioridad fue diluyendo orgánicamente la estructura de la asociación. Así las cosas, la ACEU no solo pospuso sus necesidades orgánicas, sino que dejó de lado la importante tarea de la construcción gremial de base. Si bien el anterior periodo se caracterizó por una fuerte acción de resistencia estudiantil, lo cierto es que el principal problema es la falta de organizaciones estudiantiles gremiales en cada una de las facultades y universidades. Hoy el movimiento estudiantil colombiano, se encuentra en el punto más bajo orgánicamente hablando, si bien se mantienen algunos referentes nacionales, entre los cuales la ACEU se cuenta como uno de los más avanzados, lo cierto es que el déficit organizativo de base gremial, es decir, la existencia de organizaciones más allá de los combos, es lo que no ha permitido que este periodo rico en luchas no concluya con un acumulado que nos deje mejor posicionados ante la posibilidad de avanzar. Sobre la perspectiva Si bien la ACEU ha tenido importantes iniciativas políticas, las dificultades orgánicas del estudiantado en general y de la propia ACEU en particular, han limitado la posibilidad de alcanzar triunfos contundentes en contra de la contrarreforma. Es por ello que la apuesta política principal para el próximo periodo será la superación de ese déficit organizativo, poniendo el acumulado de la ACEU a disposición de la construcción de las organizaciones gremiales de base, garantizando la unidad principalmente con el estudiantado, poniendo al centro de la reflexión en todo momento, la necesidad de la organización e interlocutando y construyendo con las demás organizaciones en función de esta tarea, sin descuidar la resistencia.
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De la CNEU aprendimos muchísimo, es una experiencia que si bien no alcanzó su objetivo, si mostró las dificultades a resolver para lograr la unidad del estudiantado, por lo tanto las multiestamentarias deben ser los escenarios unitarios por excelencia, mientras no se recomponga un nuevo escenario unitario exclusivo de los estudiantes. La multiestamentaria ha mostrado su efectividad, y si bien también tiene desarrollos desiguales y dificultades en cada universidad políticamente hablando, es un escenario mucho más productivo, de mayor elaboración y construcción de acciones políticas. La multiestamentaria, así las cosas, garantiza la coordinación de la acción y la resistencia, mientras se recompone y se resuelve el problema unitario entre los estudiantes y además deja libre a las organizaciones ya existentes para que aporten desde sus acumulados y ojalá desde sus propios avances orgánicos y políticos. Es necesario que la ACEU entonces, supere la brecha abierta entre su estructura y el estudiantado, con iniciativas políticas pero ante todo con acciones prácticas. No se puede mantener el bajo acompañamiento del comité ejecutivo a las regiones, se debe hacer un balance exhaustivo del estado actual de las estructuras de la ACEU, cual es su condición y cuales son sus perspectivas, así mismo se debe hacer un balance en cada universidad sobre las experiencias y las perspectivas unitarias y tomar decisiones a partir de allí. Pero principalmente, es necesario que esta información se colectivice superando así los enormes problemas de comunicación que se tiene hasta el momento, es necesario que toda la estructura de la ACEU sepa el estado actual del movimiento estudiantil, el estado de la asociación y las tareas para avanzar. Uno de los puntos más positivos del anterior periodo, además del papel jugado en la resistencia estudiantil, tiene que ver con el avance organizativo en las universidades privadas y en nuevos temas de interés para el estudiantado, como los temas de género, arte y cultura en general, esto tiene que llamar la atención de la ACEU para el próximo periodo. La apuesta unitaria de la ACEU debe ser con el estudiantado, con sus resistencias y con sus propuestas, garantizando que el problema de la organización sea prioridad en el orden del día de los distintos debates, que permita abrir canales más allá de los paros y las movilizaciones, para que los universitarios no solo vean la organización como algo que puede servir a sus propios intereses, sino que también puedan mostrar a la sociedad colombiana el enorme acumulado político, intelectual y cultural que representan. La ACEU hoy es vigente, no solo por la realidad de su presencia nacional, su capacidad política nacional y sus relaciones internacionales, sino porque sus postulados organizativos, particularmente la figura asociativa, hoy constituye garantía innegable de amplitud. Es necesario pasar hacia la vinculación de la mayor cantidad de sectores y propuestas posibles, para avanzar hacia una consolidación gremial determinante para la organización unitaria del estudiantado colombiano.
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Como es natural, el plan de trabajo de la ACEU para el próximo periodo, estará signado por las principales iniciativas que surjan del IV Congreso, el compromiso de la ACEU, es hacer que esas conclusiones puedan ser cumplidas. La ACEU misma, además de lo anterior, debe prestar particular atención al constante relevo generacional en sus cuadros y en la dirigencia estudiantil, que acompañado de un enorme déficit político en la formación de los estudiantes, impone la necesidad de avanzar sobre espacios educativos en distintas áreas, desde la construcción organizativa hasta la problemática universitaria, pasando por los distintos escenarios de la acción del estudiantado. En este aspecto resulta relevante un trabajo unido con la ANDES, no solo para el relevo generacional y la cualificación de cuadros, sino como paso indiscutible en la unidad del estudiantado. El ejercicio educativo de la ACEU, enfocado hacia la organización, debe ubicar como objetivo el garantizar la construcción de imaginarios colectivos propios, la misma ACEU debe ser uno de ellos, y para ello es importante contar con el reconocimiento de la historia de la organización y la lucha estudiantil, símbolos, etc, y muy especialmente acercar a la mayor cantidad de estudiantes posibles. Iniciativas.
Partir de lecturas y realidades locales acerca de la unidad para tomar definiciones, frente a este respecto, de carácter nacional, en cualquier caso es necesario no sacrificar el avance de la ACEU. Generar mayores espacios de formación y educación de dirigentes estudiantiles, ligando a éstos la necesidad de avanzar en la unidad interna de la asociación sobre sus postulados y su política. Igualmente, es importante lograr que las relaciones internacionales se pongan en función de la formación. Ubicar el tema humanitario como golpe a la organización y la necesidad de retomar ese escenario como clave en la acción política de la ACEU. Coordinación de estudiantes entre ACEU y ANDES en cada región y a nivel nacional. Realizar el Seminario Nacional de Organización, espacio en el cual se deberá evaluar el estado y funcionamiento de la estructura de la ACEU en la idea de mantenerla acorde a los requerimientos del momento actual.
Cartagena de Indias, Colombia 25 de mayo de 2008
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