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Policía latina: trabaja igual que los hombres, pero es tratada diferentes por su comunidad

Yuliana Montiel

Verónica Cruz Santos es ofi cial en la División Indepen dence del Departamento de Policía Charlotte-Mecklenburg (CMPD) desde hace cinco años. Se gún relata, sus compañeros, profeso res y entrenadores siempre le dieron el mismo trato como a cualquier otro policía. Sin embargo, en las ca lles no ocurre lo mismo. Explica que desafortunadamente aún se mantie nen condiciones de desigualdad en el trato que la comunidad latina le da a la policía según su género. Respetar el orden y además hacerse respetar Actualmente, Verónica realiza cuatro guardias nocturnas a la se mana. Su jornada inicia a las 7:45 p.m. cuando llega a la estación poli cial. Le ponen al tanto de los hechos que ocurrieron durante el día y las zonas que requieren ser vigiladas. Sin embargo, esto es solo una parte del trabajo, asegura que nunca sabe qué le va a deparar la jornada.

“No sabemos lo que depara la no che, ni cuántas llamadas vamos a recibir, ni qué tipo de llamada vamos a recibir, entonces no existen días normales y uno debe ser consciente de que como policías, así como cualquier persona, también estamos expuestos a cualquier delito. Por ello, además de fuerza física, se requiere tener una mentalidad fuerte”, aseguró.

La oficial, al igual que sus compañeros hombres, recibió la misma preparación en la academia de policía y en la institución. Pero su experiencia patrullando las calles, le ha enseñado que el comportamiento de la comunidad latina ante los agentes policiales es diferente, aun cuando cada vez hay más mujeres trabajando para la policía.

“Algunos detenidos a veces creen que porque soy mujer pueden tratarme como quieran y llega el punto en el que tengo que ser un poco más rígida. Es en ese momento en el que se dan cuenta de que no me juzgaron bien”, indicó.

Cruz considera que muchas veces algunas costumbres y prejuicios de la comunidad juegan en su contra, cuando quieren expresarse ante un oficial de la policía.

“Hay personas que a veces, en estado de ebriedad, actúan de forma irrespetuosa. También ocurre mucho en la cultura latina que se refieren a mí como ‘Güey’ o ‘mami’ y me toca exigirles que me traten como a un oficial y que no se pueden referir a mí de esa forma. Me toca recordar- les que estoy aquí por una razón”, aseguró.

Sin embargo, la agente comentó que ser mujer no siempre es algo que juega en su contra, ya que en algunas circunstancias los testigos o las personas involucradas en situaciones que requieren la presencia policial prefieren hablar con una policía antes que con un oficial hombre.

“Prefieren hablar con mujeres porque sienten que los policías hombres se expresan de forma muy agresiva, entonces es una alternativa para que quienes tengan que hablar con nosotros se sientan más calmados”, explicó.

Además, ser latina le ha permitido conectar a la comunidad con los servicios del CMPD.

Ayudó a su familia a no tener prejuicios

Verónica se mudó de México a Estados Unidos en el 2000, cuando solo era una niña de 8 años de edad. Su padre (Pedro Cruz) había emigrado a Charlotte años antes, para trabajar y traer a toda su familia: su esposa Narcisa Santos y sus siete hijos.

Ya en Charlotte, la joven comenzó a adaptarse a un nuevo estilo de vida, sin embargo, algunos prejuicios acompañaron a la familia. Uno de ellos fue el desconfiar de la policía, por los altos niveles de corrupción e impunidad que caracterizan a algunos países de Latinoamérica.

“Vi esa convicción en la cultura la- tina, de que los policías son malos… yo pensé que no se debe juzgar a alguien sin estar en sus pies. Pensé en caminar en sus zapatos para ver lo que ellos (los policías) pasan y así me motivé. Cinco años después sigo aquí”, comentó la oficial.

En octubre del 2017, Verónica se inscribió en la academia para convertirse en policía. “Cuando le comenté a mis padres que yo quería ser policía, se preocuparon porque les pareció muy riesgoso. Creían que era un oficio más para hombres que para mujeres, pero eventualmente se dieron cuenta de que sí lo iba a hacer y comenzaron a apoyarme más”, recordó.

Hay una policía por cada 10 oficiales

Según Statista, para el 2021 solo el 13.3 % de policías en el país eran mujeres. El 86.7 % de los oficiales eran hombres.

Esta diferencia entre la cantidad de hombres y mujeres que se dedican a esta profesión fue evidente para Verónica. En su curso (20172018) se graduaron 30 oficiales, de los cuales solo cuatro eran mujeres y estimó que actualmente hay una policía por cada siete agentes masculinos en la División Independence del CMPD. Esto representa cerca de un 21 %.

Actualmente el CMPD es uno de los muchos departamentos que han firmado el compromiso de la Inicia- tiva 30x30 que busca reclutar a más mujeres policías, para lograr que para el 2030 el 30 % de los funcionarios policiales sean mujeres.

Desde que comenzó a trabajar con la policía, Verónica asegura que cada vez es más común ver a mujeres presentes en cargos de autoridad.

“Pienso que ser mujer no es una debilidad, es más bien una fuerza que te motiva a desafiar tus capacidades y demostrar que puedes estar en un campo en el que haya más hombres”, comentó.

Actualmente, la oficial se encuentra terminando una carrera en Justicia Criminal en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte y espera avanzar en su carrera como policía. Como mensaje, para quienes se encuentran interesadas en unirse a esta profesión, dijo:

“Trabajar en un campo que es usualmente elegido por hombres es una inspiración para las mujeres que piensan que no pueden hacerlo porque son mujeres. Esto se convierte en una motivación para pensar ‘si ella puede hacerlo, entonces yo también puedo’”.

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