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Poco ético

Ya han pasado un par de semanas desde que se destapó el Caso Convenios, que involucra entrega de recursos públicos a fundaciones ligadas a partidos políticos, teniendo a Revolución Democrática en la mira, incluso, con la renuncia de varias autoridades. Pero esto no quiere decir que no existan otras colectividades políticas involucradas.

Pues bien, tras la orden de la Fiscalía de Antofagasta, esta semana se realizó el allanamiento de las dependencias del Gobierno Regional del Maule, de la Fundación Urbanismo Social y la casa del exseremi de Vivienda y Urbanismo del Maule, Rodrigo Hernández.

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Todo el tema ha causado el rechazo absoluto entre la comunidad, ya que son 172 denuncias que ha recibido la Contraloría desde que estalló el caso Democracia Viva en el norte del país.

Y por muy complejo, mal visto y poco ético, este caso tiene ciertas dificultades al momento de hacer un seguimiento a este tipo de transferencias.

De hecho, la Contraloría no puede fiscalizar a privados, cuestionar el mérito de los convenios ni medir los conflictos de interés.

Es más, el contralor general, Jorge Bermúdez, explicó que “si hay pocas normas o esas normas tienen grietas, evidentemente que ahí tenemos un problema. Esto es bien importante, porque si aquí hay poca normativa o la densidad normativa es baja, no necesariamente van a haber grandes hallazgos”.

Y además, dijo que a uno le pude parecer algo, a todas luces, poco ético, pero no necesariamente eso poco ético es una ilegalidad o un incumplimiento de la normativa. Peor aún, no existen “normas de conflictos de interés, inhabilidades, incompatibilidad o probidad de los receptores de recursos públicos”.

Así las cosas, con la explosión del caso Convenios, es momento de modernizar la normativa y endurecer las normas para que este tipo de cosas no vuelvan a repetirse.

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