1 minute read

Construyendo puentes hacia la inclusión migratoria infantil

En los últimos 20 años los flujos migratorios han cambiado tanto como nuestro abordaje a los desafíos que presenta esta realidad para los niños. Ello hace necesario repensar las políticas migratorias con perspectiva de infancia, asegurando el interés superior del menor y la protección de sus derechos.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), durante la pandemia ingresaron por pasos no habilitados a la Región de Tarapacá, 2.002 ni - ños y adolescentes venezolanos, cuyas necesidades socioeducativas pasaron a segundo plano frente a otros asuntos de la emergencia. La mayoría de ellos pertenecen a la primera infancia, momento vital en el proceso formativo. Por tanto, se requiere de un abordaje desde la educación inicial que propenda a estimular experiencias de aprendizaje atingentes al contexto de albergue. Se suma otro inconveniente, la dificultad para realizar un seguimiento de sus trayectorias educativas, lo que hace surgir la necesidad de reevaluar las medidas inclusivas de los centros escolares para responder a las necesidades de los estudiantes migrantes afectados por discursos racistas y xenófobos. énfasis, se refirió a las altas temperaturas que están golpeando al planeta y aseguró que estamos en “la era de la ebullición global”.

Advertisement

Es necesario escucharlos para conocer sobre sus necesidades, intereses y motivaciones educativas que les permitan insertarse exitosamente en las escuelas chilenas. La infancia migrante no puede ser abordada como un objeto de política migratoria en sí misma, sino como sujetos que merecen una atención y protección especial.

“El aire es irrespirable. El calor es insoportable. Y el nivel de ganancia de los combustibles fósiles y la inacción climática es inaceptable”, reprochó.

Y es que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que julio rompió el récord como el mes más caluroso del planeta en la historia. “El cambio climático está aquí. Es aterrador. Y es solo el comienzo”, aseguró.

Las advertencias se hicieron en cuanto se identificó el problema; los acuerdos se han firmado, pero no se han cumplido; los compromisos han quedado sellados con apretones de manos y fotos que están en los libros de historia, pero tampoco se han llevado a la práctica.

Nuestro planeta está enfermo y nos está dando las señales, pero no estamos tomando las decisiones para sanarlo. Porque lamentablemente no depende de las personas comunes y corrientes, como usted, como nosotros; sino que tiene que ver con las grandes economías como China, Estados Unidos y países tremendamente contaminantes como India.

Si los líderes mundiales no se ponen a trabajar para sanar al planeta, las futuras generaciones son las que más sufrirán y nos culparán.

This article is from: