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Elecciones de Alcalde ¿Y EL CONCEJO PARA QUÉ?

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HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Y menos ahora cuando esta corporación cargará con todo el desprestigio del gobierno del alcalde Ospina a quien sin vacilaciones le han aprobado todos sus proyectos de acuerdo, incluidos los que iban en detrimento de la municipalidad.

Cada día electoral se reafirma que los colombianos para cargos del ejecutivo votan como les da la gana y toman distancia de los aparatos políticos. En el 2018 se pronosticaba una sorprendente votación para la primera vuelta de la elección presidencial para Vargas Lleras y no pasó a la segunda a pesar de los grandes apoyos que tenía.

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En Cali en distintos momentos se ha demostrado que los concejales y similares no deciden en la elección de alcalde. Los ejemplos los constituyen los ex alcaldes Ricardo Cobo, John Maro Rodríguez, Apolinar Salcedo y Jorge Iván Ospina, en su primera alcaldía.

La alcaldía no la gana el candidato que más concejales candidatos tenga en su campaña.

En cada elección el resultado obedece a una coyuntura política y seguramente también hay que contar la coyuntura ciudadana. El reproche de los caleños es inconmensurable para los políticos y el candidato al primer cargo de la ciudad que más respaldos políticos tenga a su alrededor más cerca puede estar de la derrota.

Para ganar se precisa de la convergencia de algunos elementos. Un amplio conocimiento ciudadano del candidato, buena imagen del mismo y una propuesta que rompa con la crisis en que Cali se encuentra inmersa desde hace tres años.

El desgaste de la clase política es enorme y un respaldo de esta puede convertirse en un lastre para cualquier candidato. Y un proyecto partidista tampoco se estructura de la noche a la mañana. Es consecuencia de una serie de actividades que debe desarrollar ese aspirante como la presencia masiva en medios de comunicación y un contacto estrecho y permanente con las personas.

Reitero se equivocan quienes creen que por tener a su alrededor a veinte concejales en ejercicio ya está elegido en la alcaldía de la ciudad. Le puede ir mejor si logra el concurso de quienes no ha sido concejales pero aspiran hacerse elegir el próximo 29 de octubre.

Lo que más va a privilegiar el votante caleño es la garantía de rechazo a la corrupción que garantice determinado candidato. Cali tiene un preocupante retraso frente a los grandes desarrollos sociales y urbanísticos que otras capitales de departamentos. Aquí los recursos de los contribuyentes se han gastado no en las obras que más necesita la gente sino en proyectos que son más rentables para quienes adjudican las licitaciones y los convenios interadministrativos.

Carta Amarrada

Ocho concejales de la ciudad tienen firmado un acuerdo para llegar juntos a la campaña de un candidato a la alcaldía de Cali, pero el conservador Fernando Tamayo, ya estaría comprometido con una campaña lo que es repudiado por sus socios.

Tamayo está enamorado de la candidatura de Miyerlandi Torres y sus colegas lo saben. Ese hecho crea desconfianza porque se trata de tomar decisión entre todos y no se admiten cartas amarradas.

Aparentemente los otros siete no tienen preferencias por nadie pero por cercanía se siente que algunos son proclives a apoyar al colega Roberto Ortiz. Sin embargo la incertidumbre se apoderó del concejo porque a doce meses de las elecciones no hay candidato que desde hoy garantice que será el alcalde.

Los otros socios de ese acuerdo como Carlos Pinilla, Juan Martin Bravo, Richard Rivera, Juan Martin Bravo, María Isabel Moreno, Carlos Hernán Rodríguez y Harvy Mosquera, son más prudentes.

Pinilla el más longevo de los concejales caleños en reuniones privadas no oculta sus simpatías por Roberto Ortiz y en el equipo del chontico ya cuentan con la adhesión del médico liberal.

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