La Revelación de Mithra

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C ARLOS L ORENTE & V ANESSA L ORENTE

LA REVELACIÓN DE

MITHRA LIBRO I

El Dios Secreto


Primera edición: diciembre de 2010 © 2010. Carlos Lorente y Vanessa Lorente Una publicación de Anaanda Storytelling Gobernador, 26 - 28014 Madrid www.anaanda.com Reservados todos los derechos. Quedan prohibidos, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler, préstamo público o cualquier otra forma de cesión de la obra. ISBN: 978-84-614-4719-0 Depósito legal: M-53792-2010 Maquetación e impresión: TORRE, S. L. Diseño de cubierta: Manuel Vázquez. Créditos de las fotografías: Mike Young / Rama. Impreso en España – Printed in Spain


A VANESSA, mi hija y brillante colaboradora. Sin su imponderable ayuda, quizá este libro nunca hubiera visto la luz. Despertó un relato, éste, que había nacido aletargado.



Soy el 16, de un total de 8 y 8 en el círculo en honor al Principio Femenino. Y afirmo rotundamente y sin ninguna duda, que amo al círculo y el círculo me ama a mí. Que estoy en el círculo y el círculo está en mí. Y grito al aire para que ella os lo cuente, que el círculo es uno y uno es el círculo. Ahora lo sé. Perdón por todo aquel tiempo en el que sólo quise ver placer donde había más. Ayer el círculo me lo dijo a mí, y hoy yo se lo digo al círculo: nos volveremos a encontrar los 16, y no importará ni el tiempo ni el lugar. Nuestro amor de grupo nos identificará y nos volverá a unir. Que así sea.



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... A

partir de ahora, como establece nuestra Ley cuando se sale de la órbita del Séptimo Cielo de energía lumínica, mi pensamiento está quedando reflejado en el archivo radiante, y a él le anuncio:

«Soy Azania, Ser Superior Humano de principio femenino, a las puertas de obtener mi Trinidad Humana. Y en una misión autoimpuesta he entrado en el sistema espacio-temporal de la Tierra». Le pregunto al soplo del aire por la fecha y hora actual, y ella me confirma que son las 11.03 horas del día 3 de junio de 2067 d.C. La era atemporal corresponde al 3, lo que significa que un nuevo ciclo dorado en el pensamiento humano ha comenzado. Mis sentidos captan que la era del 3 sigue siendo tan tranquila como lo fue desde su génesis. Nací en este mundo cuando era llamado Gaea y no Tierra. Crecí en un país ya muy lejano en el tiempo, desaparecido, y totalmente olvidado para los habitantes actuales del planeta. Pero en esta misión, los lazos que me impulsan —aunque de raíces muy antiguas— son eternos, poderosos y, para mí, perfectamente vívidos. Tan vívidos como cada una de las sensaciones que ya comienzan a reclamarme, transfigurando ligeramente mi luminosa percepción, para poder descubrirme de nuevo a los escenarios físicos de un mundo que una vez fue tan mío. Casi celebro volver a apreciar esta espesa realidad, mientras todo a mi alrededor consigue ir anclándome un poco más con su característica contundencia. Y ahora, por fin, con la primera inspiración del fresco aire de esta mañana vuelvo a sentirlo todo de nuevo entorno a mí… ¡He vuelto a Gaea! 3


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I T H R A

Me rodea una preciosa playa, agradablemente protegida por tres suaves colinas cuajadas de vegetación… Mmm, ¡ya huelo el familiar vigor del mar de nuevo!… Y sonrío al pensar que mi misión me haya hecho aterrizar precisamente en una playa, junto a mi querida agua marina. Indudablemente, la casualidad no existe. Como queriendo sumarse a mi pequeña celebración, unas suaves olas me hacen notar su compañía, bañándome de frescor. Al instante, desde sus remolinos de espuma prácticamente puedo oírlas susurrar, indicándome hacia dónde he de dirigir ya mis primeros pasos; y recordándome que no he de perder ni uno solo de estos valiosos segundos, que, sé demasiado bien, resuenan con la trascendencia de un eco eterno. Siguiendo dócilmente la dirección que me señalan las olas, ineludibles, me encamino fuera del agua para avanzar directamente hacia el objeto de mi cometido… Y a cada paso comienzo a sentir que mi piel vuelve a enardecerse con el suave calor del sol, reconociendo que todos mis renovados sentidos humanos continúan despertando con cada nueva inspiración. Mis desnudos pies pisan una finísima arena que se retira bajo su peso, como si quisiera enterrar a aquellos irrespetuosos recién llegados que cometen la torpeza de perturbar su fina hegemonía, tan delicada y antigua… He nacido de nuevo a este planeta para volver a verlo todo a través de unos ojos corpóreos; estos ojos nuevos que, aunque son humanos, ahora, sin embargo, ven con una profundidad incomparablemente más cristalina que la visión humana normal. A pesar de que la distancia a la que me encuentro es considerable, en las colinas distingo la flora nítidamente, así como su buen estado de salud… Y justo allí, entre la espesura lejana, de pronto me divierte reconocer una extensa fronda de helechos saludándome con sus hojas en la brisa. Parecen haber crecido ahí, extraños en aquel lugar, sólo para darme la bienvenida… ¡Cuántos bellos recuerdos de mi infancia me evoca el volver a ver esas ancestrales plantas! Mi querido helecho: el arbusto rey de mi familia en la Atlántida… donde nací originalmente. Pero me recuerdo a mí misma que ahora he de centrar mis pensamientos únicamente en el objetivo de mi misión. Y allí, en la arena, están ellos: los dos jóvenes que vine a visitar. Les miro y sonrío. Me hace enormemente feliz verles tan sanos y fuertes. De momento no me verán aunque ya estoy a su lado; me difuminaré en el aire para poder observarles y oír sus palabras hasta encontrar el momento 4


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idóneo para presentarme a ellos… Y junto a mí necesitaré un último aliado para captar su atención… Ahí veo ya el candidato perfecto. Es una perrita blanca que yace sobre la arena a algunos metros. Está malherida y bastante maltrecha; percibo que estará muy feliz de colaborar conmigo. «Tranquila, pequeña… También tú tendrás tu papel en estos importantes eventos que ahora se despliegan.» Desde este momento decido que el registro de los hechos de mi presencia en mi antiguo planeta natal sólo será personal, es decir, prohíbo mentalmente que sea intervenido nada de lo que pasará aquí. Lo que ocurra sólo me pertenece a mí. Y como será grabado en mis registros de Luz, yo misma referiré los comentarios que sean pertinentes a mi regreso, o al terminar mi tiempo en este mundo. Encomiendo mi misión al servicio de mi señora Mithra, y decreto que los acontecimientos siguientes sean para el mayor bien de todos los implicados. Ante este último pensamiento, mi intuición me anuncia que la repercusión de mi visita posiblemente llegue a trascender los lazos personales que me traen hasta aquí… para enmarcarse en un alumbramiento infinitamente mayor: la segunda Revelación de Mithra a la Tierra. … Pero eso, de momento, quedará en manos de la sabiduría del misterio.

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Anaanda Storytelling – El proyecto editorial

«La Revelación de Mithra» es una obra con un contenido absolutamente original, cuya temática nos lleva a soñar sobre las diversas maneras en que podemos hacer llegar el mensaje más lejos y enriquecer la experiencia de los lectores. Estamos explorando nuevas maneras emocionantes de contar historias en un marco interactivo. Si quieres saber más entra en: www.anaanda.com


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LA REVELACIÓN DE MITHRA LIBRO I

El Dios Secreto


Índice

Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Nota del Autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

XI XIII

L I B RO I Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

XXI

FEBE Y ARYAN. Año 2067 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . AZANIA. LA ATLÁNTIDA. 3083 a.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Lemuria. 13883 a.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Los Tres Ángeles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ¿Y el Ángel Caído? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Vi el Ángel en la Piedra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL CÍRCULO ES UNO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Y UNO ES EL CÍRCULO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LA DESTRUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . EL MUNDO DE ANUBIS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . AVA Y ERIK. 2067 d.C. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

7 23 159 205 213 221 247 401 489 521 575

Epílogo. Oda a lo femenino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

I

Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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