_Enología
La fauna del viñedo Son muchos los animales que, a menudo, contemplamos entre las cepas. Descubrimos quiénes son los buenos y los malos.
LOS PERJUDICIALES… Jabalí
Aunque esporádicamente mordisquea racimos, su verdadero daño en la viña suele producirse cuando hoza el suelo buscando raíces, insectos, lombrices y gusanos ocasionando daños en infraestructura: muros, acequias y desagües, vallados, etc.
brotación se alimenta de los brotecillos destruyendo, igualmente, las inflorescencias. Los daños que ocasiona pueden ser importantes. Para evitarlos, suele recurrirse a repelentes, ahuyentadores sonoros, vallados, transformaciones de viñedos en vaso a espaldera, protectores de viñas durante los primeros años, etc.
En zonas próximas al monte, se alimenta de los incipientes brotes produciendo importantes pérdidas de cosecha, ya que no solo se come los ápices vegetativos sino también las inflorescencias (futuros racimos). Para evitarlo, las parcelas suelen rodearse con cercados eléctricos, con vallas cinegéticas o con dispositivos ahuyentadores.
(Estornino, Gorrión chillón,…): Comen uvas desde el envero, cuando empieza a acumularse el azúcar. Además del daño directo de pérdida de cosecha, las picaduras y heridas que generan pueden ocasionar la pudrición. Para evitarlos, pueden colocarse mallas y ahuyentadores sonoros. Donde más daño ocasionan es en viñedos próximos a edificaciones.
Corzo
Conejo
Sin duda, el más perjudicial. Durante el invierno roe sarmientos y yemas en latencia, mientras que durante la
Aves
Avispa
Es capaz de romper el hollejo de la uva para alimentarse de la azucarada pulpa. Además del daño directo, es un vector
de transmisión de levaduras y bacterias indeseables causantes del avinagrado (podredumbre ácida).
Hormiga
Aprovecha las heridas producidas por pájaros y avispas para acceder al interior de los granos y alimentarse. También actúan a modo de “granjeras”, cuidando y protegiendo a pulgones y cochinillas de sus enemigos naturales a cambio de la dulce melaza que generan.
Caracol
Puede alimentarse de los brotes incipientes y de las inflorescencias. Cuando la uva está desarrollada, pueden depreciar el fruto (uva de mesa) con su mucosidad al desplazarse. Salvo en rodales con mucha población, por lo general no ocasiona daños cuantiosos.