Buenos Aires, 14 de mayo de 2015. Queridos Lasallanos: “Por la fe abrazamos al mundo”
El 15 de mayo de 1950, el Papa Pio XII le propone a la Iglesia Universal a San Juan Bautista De La Salle como principal patrono celestial ante Dios de todos los maestros consagrados a la educación de los niños y adolescentes. Esta fecha para los educadores, para los niños y adolescentes de nuestros centros educativos, para las familias reviste de una importancia única en el año. Celebramos nuestro proyecto, nuestra historia y nuestra pertenencia. Entre los considerandos del Breve Pontificio de la declaración dice: “San Juan Bautista De La Salle quien por sí mismo y por la Congregación por él fundada formó a los jóvenes y forma todavía con excelentes reglas y prácticas, y a quien se debe el adelanto de que en las casas de estudios llamadas Seminarios de maestros de escuelas rurales preparó sapientísimamente a los maestros de escuela para tan importante misión. Además, estimó en tanto el oficio de enseñar, que a sus compañeros cuyo Padre era, no quiso iniciar en el sacerdocio para que no se apartaran de su ministerio, y aún pensó que éste puede aprovechar mucho para la virtud y santidad”. Hoy para nuestro Distrito de Argentina y Paraguay es oportunidad de mirar a nuestro Fundador y sus primeros compañeros que echaron esta semilla en el mundo por inspiración del Espíritu de Dios para acompañar a los niños y adolescentes empobrecidos y víctimas de todo tipo postergaciones. Hoy para los educadores es oportunidad de recordarnos que nuestro trabajo es dentro de la Iglesia un ministerio que coopera con la obra de Dios mismo. Es oportunidad de entender de forma completa nuestra misión de ser el rostro misericordioso de Dios para con los niños y adolescentes que mayores dificultades tienen para aprender. Mirar a nuestro fundador para acordarnos de que la creatividad de nuestras respuestas y emprendimientos pedagógico pastorales, nacen de un espíritu de fe que anima la vida interior de cada uno y de la pasión por la humanidad como lugar de la manifestación de Dios en el mundo. Hoy la educación de nuestros países necesita mujeres y hombres de fe que se tomen en serio el compromiso ministerial de la educación cristiana de los hijos de nuestra generación, singularmente los hijos que nuestra generación tiene olvidados y librados a su propia suerte. Hoy la educación de nuestros países necesita educadores cristianos, no solo profundamente profesionales, sino con un alto grado de humanidad que sepan integrar las diferencias de creencias, capacidades y condición social entre otras diferencias posibles.
Esta fiesta es oportunidad de recordarnos que es nuestra responsabilidad no solamente asegurar que los niños y adolescentes vengan a la escuela, que asistan a clase y que nosotros enseñemos; entendida nuestra tarea como ministerio, es nuestra obligación que los niños y adolescentes aprendan lo que enseñamos, construir junto a ellos saberes que los empoderen y los liberen. Amina J. Mohammed, Consejera Especial del Secretario General de Naciones Unidas, sobre la planificación del desarrollo después de 2015 subraya que: “La educación no es únicamente una cuestión de aprendizaje; también tiene que ver con el empoderamiento de todas las personas, la construcción de sociedades pacíficas y la protección de nuestro planeta. Los programas de desarrollo futuros comienzan por la educación: es el primer paso en el sendero de la dignidad, de aquí a 2030”.
Toda celebración tiene algo de memoria y algo de proyecto. Recordar de dónde venimos y proyectarnos hacia dónde vamos. Hoy entre nosotros también hay una gran variedad de emprendimientos pedagógicos pastorales creativos, que buscan recuperar el aprendizaje, la lectura crítica de la realidad, dotar de instrumentos participativos en el aprendizaje social, el diálogo del evangelio con la realidad, la calidad del contenido interdisciplinario, el aprendizaje cooperativo, el aprendizaje ecológico, las estructuras participativas de convivencia, la inclusión. Estas son algunas señales en el itinerario de nuestro Distrito.
A todos los que participan de estos proyectos mi agradecimiento en nombre del Distrito porque nos mantienen en la tensión con lo que todavía nos falta responder.
También nuestro agradecimiento a todos los educadores que están cumpliendo veinticinco años de pertenencia al proyecto educativo Lasallano en el Distrito. Gracias por el aporte de sus vidas a esta obra que es Obra de Dios.
Ruego a nuestra Señora, Reina y Madre de las Escuelas Cristianas, que bendiga a todos los educadores de Argentina y Paraguay, con su misericordioso Hijo Jesús manteniendo viva en el corazón de cada uno la llama de la pasión por la misión que nos encomienda. Fraternalmente en Jesucristo. Hno. Martín Digilio, fsc Visitador del Distrito Argentina y Paraguay