Beatos mรกrtires riojanos -17 de julio-
Llamados a formar comunidades que hagan posible la Buena Noticia
¿¿Q Qu ui ié én ne es sf fu ue er ro on n?? ¿¿P Po or rq qu ué él lo os sr re ec co or rd da am mo os s??
Monseñor Enrique Ángel Angelelli Carletti Nació en Córdoba el 17 de julio de 1923, fue ordenado sacerdote el 9 de octubre de 1949 y el 24 de agosto de 1969 se convirtió en el tercer obispo de la diócesis de La Rioja. Su acción pastoral buscó concretar la opción preferencial por los pobres y animar la evangelización según las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Acalladas sus misas radiales en dos ocasiones, en marzo de 1976, después del golpe militar, la persecución hacia él y sus colaboradores se hizo más violenta y explícita. El 4 de agosto de 1976, regresando desde Chamical a La Rioja, después de la celebración del funeral de los siervos de Dios Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, murió en un accidente provocado por la embestida de otro vehículo. Establecidos los motivos, los responsables, miembros de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983, fueron juzgados y condenados en 2014. (Confederación de Dominicas de América latina y el Caribe)
“El Beato Monseñor Angelelli vivió un camino martirial al ponerle cuerpo al modo eclesial propuesto por el Concilio Vaticano II. Una Iglesia que, fiel a su origen trinitario, busca ser una “Gran familia” donde todos pueden participar, donde constantemente se busca al que está más alejado, donde los pobres son el centro de la comunidad. Para vivir en esta Iglesia era necesario tener un “oído en el Evangelio y el otro oído en el pueblo”. O sea dar tiempo a la escucha: escucha de Dios en la Oración, en la Palabra, en la Eucaristía; y escucha de los hombres para percibir sus alegrías y búsquedas, sus lamentos y heridas… buscando, como él mismo decía “descubrirle el alma al palo”. Siguiendo este camino el beato Angelelli fue “mártir de los decretos conciliares”, diría el Cardenal Becciú. Fiel al Evangelio, fiel a la Iglesia, fiel a su tiempo. (Homilía proclamada por Monseñor Dante Braida)
Fray Carlos de Dios Murias Nació el 10 de octubre de 1945 en Córdoba y fue ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1972. De marzo a julio de 1975 visitó Chamical, en La Rioja, para establecer allí una comunidad de la Orden de los Frailes Menores Conventuales. Fue nombrado vicario cooperador en la parroquia “El Salvador” de Chamical. El domingo 18 de julio, mientras cenaba en casa de las religiosas del instituto “Hermanas de San José”, fue llevado junto al siervo de Dios Gabriel Longueville por personas que se presentaron como policías. Ambos fueron asesinados esa noche. (Confederación de Dominicas de América latina y el Caribe)
El beato Carlos de Dios Murias siendo muy joven se siente muy tocado por el Evangelio vivido por San Francisco de Asís. A partir de allí se deja guiar por el Espíritu Santo, tras las huellas de Francisco, hasta consagrarse como fraile de la Orden de los Conventuales. Allí buscó vivir con radicalidad ese carisma. En esa búsqueda viene a la Rioja donde, particularmente, sintiéndose interpelado por las carencias que padecen muchos hermanos y las injusticias que sufren otros. Su impulso juvenil preñado de Evangelio hacía que su palabra sea clara, directa y molesta para quienes detentaban el poder. El beato Carlos fue martirizado por ser fiel al anuncio del Evangelio de la justicia. Hoy la Iglesia nos pide priorizar el acompañamiento de los jóvenes. Caminar cerca de ellos, caminar con ellos, dándoles un lugar protagónico. (Homilía proclamada por Monseñor Dante Braida)
Presbítero Gabriel Longueville Nació en Etables, Francia, el 18 de marzo de 1931, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1957 y en 1968 se lo envió a Argentina, primero a Corrientes y luego a La Rioja. Nombrado vicario cooperador en la parroquia “El Salvador” de Chamical, se esforzó en visitar los pueblos y parajes más lejanos, animando Cáritas y acompañando a los más pobres. Fue asesinado junto con Fray Carlos de Dios Murias. Sus cuerpos fueron encontrados en el paraje “Bajo de Lucas” a 7 kilómetros de Chamical. (Confederación de Dominicas de América latina y el Caribe)
El beato Gabriel Longueville llegó a nuestras tierras luego de dejarse guiar por el Espíritu que lo llamaba a la misión ad gentes (a todos los pueblos). Más allá de las fronteras de su diócesis de Viviers en Francia. En su peregrinar se fue haciendo del lugar desde la vida cotidiana donde como buen pastor visitaba casas, enfermos, animaba la vida parroquial atendiendo la ciudad de Chamical y zona rural. Dándose tiempo para el trabajo manual y las artesanías. Más bien callado en su personalidad, su vida era una palabra evangélica clara y contundente. Su compromiso fraterno lo llevó a acompañar a Carlos cuando lo buscaban fuerzas de seguridad. El beato Gabriel fue mártir de la misión y del pastoreo cotidiano en la parroquia. Hoy estamos llamados a dar fuerza a la dimensión misionera de la fe. A hacer realidad una Iglesia en salida, como tanto nos lo pide el Papa. Salir, ir a todas las periferias. (Homilía proclamada por Monseñor Dante Braida)
Wenceslao Pedernera Laico y padre de familia, nació en La Calera, San Luis, el 28 de septiembre de 1936. En marzo de 1962 se casó con Marta Ramona Cornejo y de esta unión nacieron tres hijas: María Rosa, Susana Beatriz y Elena Marta. No participaba en la vida eclesial hasta que, después de asistir a las novenas predicadas por los Oblatos de María Inmaculada, vivió un proceso de conversión. Empezó a participar en las misiones populares y en las misiones bíblicas y comenzó a recibir asiduamente los sacramentos. En 1968 ingresó a la coordinación del Movimiento Rural de la Acción Católica Argentina, en la región de Cuyo. En 1972, mientras hacía cursos de capacitación en La Rioja, conoció a monseñor Angelelli. En la noche del 24 al 25 de julio de 1976, mientras se encontraba descansando en su casa, fue atacado por un grupo de hombres que lo acribilló delante de su esposa e hijas. Gravemente herido, murió más tarde en el hospital de Chilecito, perdonando a sus enemigos y pidiéndole a su familia que no odiara. (Confederación de Dominicas de América latina y el Caribe)
El beato Wenceslao Pedernera transitó su camino de santidad como laico. Luego de su conversión el beato no dejó de seguir los caminos del Evangelio: Fiel a su responsabilidad conyugal y a su misión como padre; Fiel a su rol de trabajador rural y referente sindical (en su trabajo en las viñas mendocinas); Fiel al responder al llamado a trasladarse a tierra riojana a colaborar con otros obreros rurales que tendían menos posibilidades de desarrollo. La propuesta de organización en cooperativas era una expresión de una búsqueda participativa de salir adelante. La reflexión de la Palabra de Dios será para Wenceslao una de las principales fuentes de su espiritualidad. Él fue mártir siguiendo al Señor en la vida cotidiana, con un claro compromiso familiar, social y eclesial. (Todos nos dimos cuenta que en la Beatificación fue el más aplaudido) ¿Será que nos sentimos más identificados con la sencillez y profundidad de su santidad? Hoy es imprescindible animar el indispensable compromiso del Laico en la vida pública. Como ciudadano comprometido con el desarrollo de cada ser humano y con las instituciones sociales. (Homilía proclamada por Monseñor Dante Braida)
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SSii q quueerrééss aahho onnd daarr uunn p po occo om mááss eenn ssuuss vviid daass yy ssuu llaab bo orr,, eennttrree o ottrraass cco ossaass q quuee eennccuueennttrreess,, p po od dééss vveerr:: Historia de los Mártires Riojanos – Argentina: A un año de la beatificación de los mártires riojanos - Memoria y profecía
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P Pa ar ra at tu ur re ef fl le ex xi ió ón ny y o or ra ac ci ió ón np pe er rs so on na al l
Ubicate en un lugar cómodo y tranquilo. Ponete en presencia de Dios, repitiendo “Acá estoy Señor, para hacer tu voluntad”
Volvé a pasar por tu corazón la historia de estos hombres, sus opciones y las invitaciones y desafíos que tenemos como jóvenes, hoy. Quedate rezando con la cita del Evangelio de Lucas 4, 18: El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados
¿Qué pasos querés seguir dando a partir de esto? ¿Junto a quiénes? ¿De qué modo? Rezalo, pasalo por tu corazón y, si querés, comunicate con alguien del Equipo de Pastoral Vocacional para conversar (Ligia, Fronti, Chifle, el Hno. Ale), con tu referente o con quien te sientas a gusto para conversar estas cosas. Da gracias a Dios por la vida y el testimonio de estos seguidores suyo.
P Po od dé és se es sc cu uc ch ha ar ry yc ca an nt ta ar r
“Hay que seguir andando" (Carlos Saracini, sacerdote pasionista) Nos duele amigo, hasta los huesos, y se endurecen nuestras entrañas, por la injusticia, la cobardía, nos va invadiendo la hipocresía. Hay tanta bronca acumulada, tanta traición disimulada que se nos cierran hasta las manos y el desencanto, nos va aquietando. HAY QUE SEGUIR ANDANDO NOMÁS... HAY QUE SEGUIR ANDANDO Muchos no están, hermano mío, y el corazón siente el vacío y corren lágrimas por nuestros rostros, ellos están junto a nosotros. Por el dolor, la voz callada, que nos golpeó, que nos aplasta, resiste el hombre que está enjaulado, resiste el pueblo acribillado. Que no se cieguen nuestras miradas que nuestra historia no está cerrada. Son nuestro llanto, nuestra alegría, semilla abierta de nueva vida. Al hombre nuevo Dios va creando, con nuestro barro lo va engendrando. Jesús camina a nuestro lado, no tengas miedo, suma tu mano. Su espíritu sigue impulsando a este pueblo crucificado, el pueblo libre será posible, muchos testigos hoy nos lo dicen. Angelelli, Oscar Romero, Carlos Mugica, mil compañeros, su sangre canta en nuestras cuerdas, este el tiempo del hombre nuevo
O Or ra ac ci ió ón n
"Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en Él y por Él manifestaste bienaventurados a los que tienen hambre y sed de justicia, y a los perseguidos y ultrajados por causa suya, te imploramos que la Iglesia en Argentina recoja y siga haciendo fecunda la siembra evangélica de los Beatos Enrique Angelelli, Carlos de Dios Murias, Gabriel Longueville y Wenceslao Pedernera. Te pedimos la gracia de ver proclamados sus nombres entre los santos mártires de tu Iglesia. Que sus vidas y muertes, como testigos de la fe en Jesús, afiancen por tu Espíritu la esperanza en el corazón de tu pueblo, para que, peregrinando hacia el Tinkunaco final, construya la paz en la justicia y el amor. Amén."
¡Felices los que tienen alma de pobres…! ¡Felices los que tienen hambre y sed de justicia…! ¡Felices los que trabajan por la paz…! ¡Felices nuestros queridos cuatro mártires: Enrique, Wenceslao, Carlos de Dios y Gabriel que como “alma de pobres” han dado la vida trabajando por la justicia y la paz! Equipo Distrital de Pastoral Vocacional