Subsidioser para el
Nivel Inicial y 1 Ciclo de Nivel Primario
Lema 2017
Introduccion
Una llamada, muchas voces
“En un mundo de muchas voces y valores, tentados por el encanto de lo aparentemente bueno, los lasallanos estamos llamados por el Instituto a tomar conciencia de que vivir una vida de generosidad y libertad es lo que puede satisfacer nuestra profunda hambre humana y es una forma de responder a la llamada del Espíritu escuchada en lo más profundo de nuestro corazón… Esa respuesta tendrá que ser comprometida en escuchar, ver y responder a la necesidad de nuestro alrededor…” (Revista Actualidad RELAL, Julio 2016)
Queridos compañeros y compañeras de misión: Una llamada, muchas voces… es el lema Lasallano propuesto para trabajar durante todo este año 2017. Esta frase no “cae del cielo”, sino que es fruto de la reflexión que viene llevando el Instituto a nivel general, proyectándose hacia adelante en todo lo que respecta a la Misión. En la circular Nº 470 titulada “Hacia el año 2021: viviendo juntos la alegría de nuestra misión”, el Hno. Superior General Robert Schieler junto con su Consejo proponen un lema general (Viviendo juntos la alegría de nuestra misión) y varios sublemas que corresponden a cada año. Una llamada, muchas voces... es el lema que nos convoca para este 2017. Es decir, ya no tendremos un lema solamente para el Distrito Argentina – Paraguay, sino que nos hacemos partícipes de una comunidad más amplia, que también es referencia, el Instituto. Todos los lasallanos a nivel mundial, estaremos invitados a reflexionar teniendo como eje este lema. Seguramente es una alegría saber que vamos a compartir la reflexión con lasallanos y lasallanas de todo el mundo. Pero también es un gran desafío. Desafío de poder encarnar esa llamada y muchísimas voces desde nuestro lugar, desde nuestra tierra. Desafío de poder apropiarnos de la frase, con los ojos y el corazón anclados en nuestra realidad. Desafío de poder seguir construyendo juntos la vida de nuestro Distrito, de nuestras obras educativas, de nuestros espacios de reflexión conjunta, atendiendo a las demandas que nuestros chicos y jóvenes nos “gritan” a diario en nuestra tarea cotidiana. Como dice nuestro Hno. Visitador Martín Digilio en la carta que nos envía a todos los Lasallanos, Hermanos y Seglares con motivo de la presentación del Documento del VIII Capítulo y VI Asamblea Distritales 2015 – 2016, “…Elegimos a Jesús como maestro espiritual de nuestra vida, y queremos como Él encarnar en nuestro pueblo su mensaje y queremos como Él encarnar su Palabra en nuestras vidas, y así ser signo de esperanza para nuestra generación…” Una llamada, no es más que la de ese Alguien que nos llama, es Él quien nos convoca. Luego, continúa el Hno. Martín:
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“…Esta pedagogía de Jesús, nos invita a evangelizar la cultura, a proponer alternativas ante los signos de deshumanización y olvido de los despojados, de los olvidados, de los que han sido dejados afuera de la mesa y del reparto de los bienes creados para todos…” Estas son las muchas voces, que nos interpelan, que nos revelan el rostro del Maestro. Es desde esas voces, “que muchas veces no tienen voz”, desde donde nos paramos para vivir y contagiar la Buena Noticia del Evangelio. Son esas voces las que nos asocian junto a otros y nos sumergen en este proyecto lasallano de inspiración cristiana para brindarle un servicio educativo a los pobres. De esta manera, el eje primordial del discernimiento que nos une como comunidad viviente llamada por Dios a seguir a Jesucristo y su pedagogía parte desde la lectura de la fe, de un ser llamados para, como Jesucristo, hablar la lengua de nuestro pueblo y compartir con ellos su cultura y temporalidad. Así nos encontramos, educadores y familias, niños y adolescentes, hermanos y seglares, eligiendo a Jesús como maestro espiritual de nuestras vidas, escuchando su llamado a ser signo de esperanza para nuestra generación por medio de su pedagogía, esa que nos invita a evangelizar la cultura, recordar a los olvidados, escuchar a los que no tienen voz. Como señala el Documento del Capítulo y la Asamblea nos proponemos “una espiritualidad de ojos abiertos que comprende que el mundo, las culturas, las ciencias y las artes, la vida de los pueblos y de las personas, especialmente si son pobres, son Palabras con las que Dios nos llama, nos interpela, nos busca, se muestra a sí mismo. Esta espiritualidad dinamiza permanentemente toda la vida de las obras educativas y comunidades. Buscamos identificarnos por el respeto a la diversidad, la inclusión, el cuidado de la naturaleza, la aceptación de las diferencias, el diálogo con las culturas; porque todos son rostros de Dios que nos permiten vivir el mandamiento del amor.” Es en este compartir el mundo donde nos encontramos con la diversidad de voces, de miradas, donde la interculturalidad cobra un sentido de red, donde la llamada personal se transforma en una respuesta comunitaria. Nuestra escuela en pastoral nos anima a tener una mirada atenta a la realidad, donde la síntesis fe – vida – cultura se asuma a partir del discernimiento, de la búsqueda de la Palabra de Dios, del intento por dar respuesta a las muchas preguntas que nos interpelan. Abordar nuestros desafíos implica partir de cuatro experiencias vocacionales: iniciación, acompañamiento, pertenencia y llamados y enviados. Desde aquí construimos los cuatro sublemas que nos animarán durante todo el año: Una llamada, muchas voces... para que vengan y vean. Una llamada, muchas voces... para quedarte con nosotros. Una llamada, muchas voces... para permanecer unidas. Una llamada, muchas voces... para gritar Tu palabra multiplicando gestos. Por todo esto queremos que este 2017 sea un año que nos anime a escuchar y responder, a mirar la diversidad con ojos de fe, a entender la interculturalidad como medio para el aprendizaje, con
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una mirada comunitaria, donde la espiritualidad se fortalezca en medio de la secularización por medio de una nueva forma de hacer Iglesia. En el material que preparamos encontrarán subsidios para los distintos niveles: Inicial, Primario, Secundario y Adultos. Pensamos un recorrido sencillo pero de profunda reflexión y compartir comunitario, con oraciones de la mañana, celebraciones y material de lectura orante. Acompañamos cada nivel con diversos recursos que procuramos los ayuden a favorecer una mediación significativa y comunitaria.
Una llamada, muchas voces… para que vengan y vean
Este sublema nos encuentra reencontrándonos. Abrazos, anécdotas, alegrías, tristezas y experiencias vividas se cruzan en la sala de maestros, en las aulas, en los patios… Nombres y rostros concretos somos llamados y convocados a vivir juntos una experiencia educativa que es, a su vez, una experiencia de fe. Porque una voz nos llama. Una voz nos invita. Una voz nos convoca a vivir juntos una experiencia que nos transforma, nos llena de vida, nos plenifica. Una voz nos propone mirar el mundo juntos y soñar otro mundo posible. Y, la escuela, ese espacio de Iglesia, se transforma en un ensayo de ese Reino que el Buen Dios nos mostró en Jesús que es posible encarnar. Los primeros discípulos, según el relato de Juan 1, 35-39, cuando escuchan hablar de Jesús lo siguen. Éste, al ver que lo seguían, les pregunta qué buscan a lo que ellos responden con otra pregunta ¿Dónde vives? La respuesta de Jesús es concreta: “Vengan y vean”. El relato concluye diciendo que estos se fueron con Él, vieron dónde vivía y pasaron todo el día en su presencia. De esta experiencia es de la que nos habla el sublema que estamos invitados a vivir, reflexionar y pensar en estos meses. Jesús no llama y convoca desde ideas abstractas. Llama y convoca desde la experiencia de compartir la vida y la fe descubriendo que somos invitados a una vida humana plena, con sentido y con una fe que crece y se profundiza asumiendo modos concretos de testimoniar la Buena Noticia de Jesús. En términos lasallanos esto es la cultura vocacional. Que nuestra escuela sea laboratorio de Reino, lugar de vida humana plena, espacio de Iglesia donde se gesta, profundiza y crece nuestra fe, lugar de opciones para servir al Reino asociados al servicio educativo de los pobres como Hermanos y Seglares, Alumnos y Educadores en distintos lugares.
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Nos reencontramos en este nuevo año para eso. Para que nuestra escuela sea una experiencia realista y cercana del “Vengan y vean” del Evangelio. Para que nuestra escuela sea un espacio en el que descubramos la presencia y acción de Dios en nuestras historias y la de nuestro pueblo. Para que nuestra escuela nos anime a comprender nuestra existencia como “llamada” y “respuesta”. Para que en nuestra escuela, como decía el Hno. Fermín en ese bello poema a la Virgen de la Estrella, “Tu Hijo pueda jugar y enseñar en ella”. Venimos para ver al Dios de la Vida que se revela en nuestra vida…
Una llamada, muchas voces… para quedarte con nosotros
El segundo sublema nos encuentra en tiempo de Cuaresma, acompañándonos en el camino a la Pascua, quizás la fiesta central del año litúrgico de los cristianos. Decimos fiesta, aunque no todo sea alegría. El camino hacia la resurrección no nos es fácil, pues recordamos el dolor y sufrimiento que Cristo padeció por nosotros. Él anunció su Pasión a los discípulos, sin negar todo lo que implicaría cumplir con el designio de Dios, así como nunca escondió el sacrificio necesario para poder seguirlo en la construcción del Reino. Todos los años tenemos una nueva oportunidad de meditar el sentido de la resurrección, del paso de la muerte a la Vida, la completa entrega de uno por una causa mayor, y de disfrutar plenamente la alegría de sabernos salvados por Él. Recordar no es simplemente hacer consiente algo que habita en nuestra memoria; es algo mucho más profundo y significativo. Re (de nuevo) y cordis (corazón), es una nueva oportunidad de dejarnos interpelar por aquello que supo alguna vez atravesar nuestros corazones de un modo particular. Rememorar una fecha, una tarea, un nombre, no es igual que recordar a una persona, una voz, una palabra, un gesto. Es por ello que compartir con personas que vivan según las enseñanzas de Jesús, vivir experiencias que nos permitan continuar construyendo el Reino, nos hacen sentir cerca suyo. Y cada encuentro con Jesús es transformador; aquello que uno aprende de Él, de su vida, es algo que trasciende el mero momento del encuentro. Nos lo deja claro en su diálogo con la samaritana en el pozo: “Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed”(Jn 4, 14). Aquello que Él ha venido a enseñarnos tiene como fin último acompañarnos; no hoy, sino por siempre. Pero Jesús no está a una distancia determinada respecto de nosotros, y cada vez que lo reconocemos o hacemos presente, nos acercamos un
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paso más. No. Simplemente, cuando vivimos algo que hace sentir nuestro corazón como aquella primera vez en la que Jesús se hizo presente, cuando volvemos a beber de Su agua, cuando lo recordamos es que nos damos cuenta que Él nunca se fue. Es lo que logran comprender los discípulos de Emaús, cuando se dicen “¿No ardían acaso nuestros corazones, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24, 32). Jesús nunca se fue de su lado. Claro que no lo reconocieron en el momento en que Jesús caminaba con ellos, porque sus preocupaciones no se lo permitían. Nuestra tarea es identificar a Jesús entre las muchas voces en las que hoy se manifiesta; recordarlo en el rostro de los niños, niñas y jóvenes que nos han sido confiados, de nuestros compañeros, en nuestras comunidades, y ayudar a otros a hacerlo, a pesar de aquellas cosas que distraen nuestro corazón y nuestra mente. Cristo, como ser histórico, nos habló desde su realidad. Debemos ahora buscar su llamada, que nunca ha cesado, en la nuestra. Si deseamos encontrarlo, debemos buscarlo en los lugares y en las personas que mantengan vivo su Espíritu, y confiar en que nunca ha dejado de estar con nosotros, pues cada encuentro con Él, lo vuelve a hacer eterno.
Una llamada, muchas voces… para permanecer unidas
Las primeras comunidades cristianas se formaron en un contexto difícil: persecuciones, temor, dudas, son algunas de las adversidades con las que estos apóstoles convivieron durante su gestación. Perseguidos por el poder, por predicar el mismo mensaje que llevó a Jesús a la cruz; temerosos por saberse enemigos de ese sistema opresor, de las autoridades políticas y religiosas de su tiempo, que buscarían callarlos a toda costa; con dudas generadas por la incertidumbre de caminar sin su Pastor, como un rebaño de ovejas que sabía hacia dónde debía ir, pero aún así se sentía perdido. Nuestra realidad se asemeja en gran medida a la suya: en un mundo sumergido en la cultura capitalista, donde la violencia es el lenguaje cotidiano, donde el individualismo y el egoísmo marcan la tendencia, proclamarse cristiano no es fácil. Quienes osan cuestionar “la norma”, aquellos que intentan vivir bajo la Palabra de Dios, desentonan. Y si bien es cierto que ya no somos perseguidos, el temor a ser señalados es real, y es común dudar respecto del camino que elegimos, cuando no siempre podemos observar el fruto de nuestra opción. Podríamos preguntarnos entonces cómo hacer para seguir siendo fieles a Cristo, en un contexto desfavorable como el de hoy. La respuesta es sencilla: así como lo hicieron las primeras comunidades. Hubo algo
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superador del miedo y la incertidumbre, algo que consiguió mantener a esos hombres y mujeres firmes en su misión, convencidos de continuar predicando la Buena Noticia. Fue la fuerza del Espíritu la fuente de confianza que reafirmó sus convicciones y les permitió mantenerse firmes en la misión. Aquella que irrumpió en Pentecostés para renovar la Fe de los apóstoles, cuando “aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía que se expresara”(Hech 2, 3-4). En un instante, el lugar entero se transformó, como todas las personas que se encontraban allí. ¿Por qué la llegada del Espíritu hace que comiencen a hablar en otros idiomas? En realidad, podían comunicarse en cualquier idioma, porque desde ese momento habían empezado a hablar el idioma universal: el del Amor. El mensaje de Jesús no tiene bandera, color, nacionalidad, ni cualquier otro tipo de distinción. Su propuesta es para todos y cada uno, y es por eso que quienes la predican logran hacerse entender; porque no hablan el lenguaje de la mente, sino el del corazón. Nuestro desafío como cristianos es recibir el Espíritu Santo, hacerlo carne, y comenzar a hablarle a los corazones de nuestros hermanos y hermanas, para aunar fuerzas, para compartir el pan, para seguir construyendo juntos el Reino; para que nuestras voces permanezcan unidas y fieles a Él, hoy como ayer.
Una llamada, muchas voces… para gritar tu palabra multiplicando gestos
El año avanza y hemos profundizado desde distintos lugares la experiencia de encontrarnos con Jesús, aprender a estar con Él y sabernos llamados a formar parte de una comunidad de vida y de fe. Pero este llamado comunitario no se concreta solamente en los vínculos y relaciones que se establecen hacia dentro de la comunidad. La Buena Noticia de Jesús es expansiva, contagia, se irradia… Por eso no es posible guardarse para sí ese mensaje de mayor justicia y mayor dignidad para todos y todas. Jesús, a sus discípulos, los invitó a estar con Él para enviarlos a anunciar a todo el mundo el sueño que Dios tenía para la humanidad. La Salle se descubrió llamado e inmediatamente se puso al servicio de la educación de los más pobres y olvidados de su tiempo. Porque todo llamado supone un envío. En este tiempo, en el que vamos madurando nuestro llamado, este sublema nos invita a multiplicar los gestos de esta bella experiencia de “ser llamados” y de “ser enviados”. Nos toca, ahora, testimoniar desde el servicio lo que el Dios de la Vida ha obrado en nosotros.
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Ilustracion 2017
Este año, por primera vez, realizamos un concurso abierto para la presentación del logo/ilustración que acompañe al lema 2017. Queremos agradecer todas las propuestas llegadas, muy especialmente a las alumnas del Instituto La Salle San Martín por participar de la convocatoria con entusiasmo y gran calidad en sus trabajos. También agradecemos a sus profesores y directivos por el incentivo y la motivación. A continuación les presentamos el seleccionado, así como las propuestas de las alumnas, que acompañarán al logo oficial en diferentes materiales gráficos.
Explicación de la ilustración 2017 (Marisa Paulón): La propuesta es muy sencilla en sus elementos: Sobre el círculo que representa la esfera terrestre hay unas formas que intentan replicar las emisiones sonoras. Una mayor, representa la voz de Dios que es quien invita a la gran tarea, la misión, en tanto una serie igual de menor tamaño en sentido contrario representa la humanidad que responde. En su similitud, cada una de ellas tiene un color diferente: verde (la naturaleza); rosa y marrón (las dos etapas extremas de los convocados: desde la infancia a la madurez, basada en algunos textos leídos sobre colores para ayudar a significar); amarillo (la alegría); morado (sentido religioso); blanco (elegido para representar a quienes, no siendo religiosos, también aportan desde sus propias cosmovisiones). No estando en orden quieren abarcar destinatarios, actitudes y participantes de la labor a la que somos llamados. La estrella de La Salle puesta en cercanía a la "voz" de Dios, acompañando, impulsando. Un segundo círculo mayor replica al primero y pretende dar la idea de reproducción, multiplicación, ampliación de horizontes. Dentro de él una serie de líneas quieren semejar una red, en recordatorio del pasaje del Evangelio (Mateo 4,18) cuando Jesús llama a los primeros apóstoles a que lo acompañen. La tipografía elegida del tipo manuscrita refuerza el concepto de la tarea humana. Se trabajó con tonos derivados del azul y el naranja institucional, más un tercer color que empata bien con los primeros.
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Agustina Belén Berri. En el logo se ve representada la diversidad de voces por medio de cada uno de los colores que conforman el círculo abierto que abraza y sustenta la estrella. La cual está compuesta por el lema institucional, escrito con diferentes tamaños y colores, queriendo así mostrar cada uno de los niveles que participan de la comunidad Lasallana. El concepto de “llamada” está simbolizado como una luz que surge del interior de la estrella y nos convoca a comprometernos y responder, cada uno con su voz, a la misma. Antonella Favazza. La llamada, representada en la paloma, se convierte en múltiples voces que se ramifican y buscan alcanzar impacto en una sociedad capaz de transformarse y construir en el mundo de hoy el reino de Dios. Los colores nos remiten a la tierra, la naturaleza y la vida, puntos de partida que nos invitan a involucrar a nuestra comunidad en la tarea de consolidar un mundo mejor en donde todos se sientan integrados. Eugenia Muiño. En el margen superior del logo, representé a La Salle, quien nos convoca, nos llama a una misión compartida por una educación transformadora. Hacia los lados está representada la comunidad en cuatro caras con colores en tono pastel para mostrar la diversidad de las voces que se suman a nuestro desafío cotidiano. El corazón rojo, simboliza el afecto y la confianza que sentimos en nuestra escuela. En cuanto a la tipografía, utilicé la Kristen itc., que connota lo cotidiano, lo cercano y lo cálido reforzando la idea de la escuela como hogar. Evelyn Paz. Mi logo muestra la figura de un megáfono con el cual representé la llamada, realizada con las manos que connotan las muchas voces que responden. El fondo de colores lo utilicé para representar las ondas sonoras que emite la llamada y las distintas interpretaciones, elegí especialmente colores pasteles para que pueda diferenciarse el fondo de la figura. Para las manos utilicé colores intensos para reforzar el mensaje de una comunidad, donde cada uno es diferente, pero está unida para transmitir el mensaje.
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Por último coloqué el lema en el extremo inferior derecho para poder seguir con facilidad la línea de lectura y finalice con un mensaje claro y anclado. Florencia L. Soza. El lema "Una llamada, muchas voces" está representado en este logo con la imagen de La Salle que convoca a la comunidad, representada en este caso con las estrellas. El óvalo representa la onda sonora del llamado y al mundo. Los colores elegidos son los que identifican a la institución. Por último coloque el lema a su alrededor para reforzar el mensaje. Jennifer Micaela Ojeda. Elegí el mundo de fondo como representando nuestra gran comunidad, en la que las manos entrelazadas simbolizan unión, fraternidad y compañía. La paloma blanca volando en el centro encarna la llamada a la paz y la estrella en su ala figura toda la comunidad Lasallana. Utilicé el uso diverso de colores haciendo alusión a las diferentes etnias y culturas (a las muchas voces que responden al llamado). Verde: salud y esperanza. Naranja: alegría, creatividad y éxito. Celeste: constancia y confianza. Rojo: amor. Violeta: eternidad. Amarillo: energía, inteligencia e innovación. Natasha Irina Wosniak. Cuando comencé a diseñar mi logo pensé en nuestra comunidad, en lo que significa estar dentro de ella, pertenecer. Representé esto con una mancha no muy fuerte difuminada hacia los lados, sin contornos definidos; ya que considero que la comunidad crece constantemente. En el centro ubiqué la figura de Jesús que es quien nos guía y nos une como comunidad, invitándonos a ser parte de ella sin excluir a nadie. Por último, agregué unas manos de diferentes tamaños, dentro de la mancha, con la idea de plasmar de forma concreta esas distintas voces que responden al llamado. Nayla Buccolini. El logo muestra la estrella, símbolo que identifica a la comunidad lasallana. En este caso, al estar compuesta por diferentes morfologías humanas representa la diversidad de quienes la componen. El lazo contiene el
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lema en su interior y abraza la estrella, dando a entender que la llamada nos convoca a todos. La elección del color se debe al característico azul y naranja lasallano. Además, la tipografía al ser cursiva, habla de la unión.
Cancion lema lasallano 2017 Una llamada, muchas voces…
Letra: Fercho
Fontanellaz Música: Juampi Cerrano
Muchas voces se oyen desde aquí y allá van en busca de horizontes de igualdad. Porque cada una tiene muchas historias para contar y al juntarse todas, forman comunidad. Desde lejos las voces intentan llegar, son audaces, reflejan la realidad. Son el eco de este mundo que pide a gritos fraternidad van clamando fuerte, justicia y dignidad. Vamos todos vengan y vean les hice una promesa de una vida mejor. Vamos la llamada está hecha y la mesa está puesta, memorial del amor.
Valentina Filippis. La llamada de Jesús nos convoca a todos a estar al servicio del otro. Una misma voz, logra unir a muchas personas por una misma causa y sin esperar nada a cambio. En el centro del logo podemos observar la silueta de una campana, símbolo de la Iglesia Católica y la llamada. A su alrededor se encuentran globos de diálogo formando un semicírculo que se completa con el lema “Una llamada, muchas voces”. El motivo de estas viñetas, los colores y disposiciones elegidos son variados queriendo representar la diversidad de voces dentro de una comunidad, que responden a la misma.
Estos tiempos necesitan signos de paz salgan, canten y acompañen a los de atrás. El que se sienta llamado y enviado a multiplicar gestos de esperanza, póngase a caminar. Nuestra estrella es pertenencia e identidad va guiando a paso firme nuestro andar. Quedan muchos desprotegidos y excluídos por educar ese es el Servicio, nuestra fidelidad. Vamos todos vengan y vean porque quiero mostrarles donde hoy vivo yo. Vamos la llamada está hecha espero tu respuesta, vos decime aquí estoy.
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Introduccion al material de
Nivel Inicial y 1° Ciclo
Te presentamos las actividades que hemos preparado para Nivel Inicial y 1° Ciclo. Intentamos que sean actividades concretas, sencillas, simples pero, al mismo tiempo, que sean profundas para que vos y los niños puedan vibrar con la sintonía del lema y los sublemas en cada parte del año. Fue un proceso muy lindo pensar estas propuestas. Cada actividad no fue pensada en abstracto. Trabajamos en Nivel Inicial y Primario y por eso nos imaginamos, en cada momento, animando nosotros cada una de las actividades con nuestro grupo de chicos. Construir este material fue soñar a cada maestro en nuestras distintas obras educativas posibilitando que los niños puedan descubrir en la cotidianeidad de la vida la voz de Dios. Así lo vivimos nosotros en cada reunión. Esperamos que el material les resulte útil, que lo disfruten y que, sobre todo, los comprometa cada día más en su ministerio de educadores. Nuestro mayor anhelo es les ayude a hacer presente en la vida de cada niño la jaculatoria que siempre repetimos… ¡Que Jesús viva en nuestros corazones por siempre! Con mucho cariño…
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Una llamada, muchas voces...
La campanita
Queremos compartir, en este encuentro, el sentido del lema que nos acompañará durante el año. Te proponemos un juego para que los niños puedan experimentar vivencialmente “una llamada” concreta, específica y personal en medio de “muchas otras voces” que a veces nos confunden, nos desorientan, nos aturden. Te sugerimos que este juego (”La campanita”) puedas realizarlo en la primera semana de clases a modo de presentación del lema. Concluido el juego dialogamos en ronda: ¿Qué sintieron al tener los ojos vendados o al hacer ruido con alguno de los elementos? ¿Qué dificultades se les presentaron para identificar el sonido de la campana? ¿Qué sentidos usaron para identificar ese sonido? ¿Qué les parece que significará el sonido de la campana en medio de los demás sonidos que impedían escucharlo? ¿Les resultó fácil o difícil? ¿Por qué? ¿Por qué piensan que les pedimos que identifiquen la campana y no otro sonido? ¿Conocen distintas campanas? ¿En qué lugares las vieron o escucharon? ¿Qué significará? A partir de las respuestas que surjan les contamos a los chicos que todos, en algún momento de la vida, vamos a sentir esa “campanita”, como una voz interior, que nos llama y nos invita a crecer como personas comprometiéndonos con los demás desde el amor, el cuidado, la atención, la solidaridad, la generosidad y la amistad. En nuestra vida todos tenemos una voz que nos llama. En el juego nos llamaba la campanita. En la vida esa campanita es la voz de Dios. Descubrir esa voz no es algo que se da de un día para otro. Tenemos que estar atentos ¿Nos animamos a descubrirlo durante este año? Concluimos esta experiencia repartiendo a los niños siluetas de campanitas para invitarlos a descubrir ¿Cuáles son las actitudes o disposiciones para identificar esta voz? Pegamos la campanita en el cuaderno de cada niño o en algún lugar significativo del aula. Cantamos con los niños la canción “Yo tengo un teléfono para hablar con Dios” (para seguir en la línea de la llamada…): “Hay un teléfono para hablar con Dios (2) Ese teléfono no tiene números, ese teléfono es la oración (2)”
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Se lleva a los participantes a un lugar abierto y se los invita a jugar. Se solicitan algunos voluntarios, que se apartan del grupo y alguien les venda los ojos. Mientras tanto, se reparte entre los que quedaron una campanita y otros elementos con sonidos semejantes (frascos, vasos, objetos de metal, toc toc, tapitas, etc.) y se los ubica dispersos explicándoles el objetivo del juego. Se hace traer a los que tienen los ojos vendados, y se les explica que deben encontrar la campanita, haciéndoles escuchar previamente su sonido para que la identifiquen. Una vez que comienza el juego, los que tienen los otros objetos, también comienzan a hacerlos sonar. El juego concluye cuando todos han encontrado la campanita. Puede repetirse varias veces para que todos tengan oportunidad de haber buscado la campanita (los que hicieron ruido pasan a ser los que tienen que buscar la campanita).
Yo tengo un teléfono para hablar con Dios
sugerencias
…
Este encuentro posibilita compartir con los niños, en otro momento, el análisis y significado de cada uno de los símbolos que forman parte del logo que acompaña el lema. Podemos proponerles a los niños dibujar el logo en su cuaderno individualmente, dibujarlo en alguna cartulina por mesas, o colorear una fotocopia del mismo.
para que vengan y vean
Ahora presentaremos el sublema que nos acompañará estos meses que nos encuentra reencontrándonos como grupo luego del receso escolar. Queremos profundizar en la idea: ¿Qué significa “venir y ver” cuando nos reencontramos en la escuela? Nos sentamos en ronda y nos miramos las caras. Invitamos a los niños a decir el nombre de su compañero de la derecha y algún recuerdo que tengan sobre esa persona. Por ejemplo: “Se llama Lucas y le gusta cantar”. Luego de que todos los niños comparten el nombre y la característica de su compañero les contamos que lo lindo de recordar quiénes somos y lo que nos gusta es que juntos nos animaremos a proyectar cómo queremos compartir este año porque contamos los unos con los otros. Ahora los invitamos a escuchar la Palabra de Dios. Leemos la Cita bíblica (Jn 1, 35-39)
“Juan se encontraba con dos discípulos cuando vieron a Jesús que pasaba por ahí y lo siguieron. Al verlos, Jesús, les preguntó: ¿Qué buscan? Y ellos respondieron: Maestro ¿Dónde vives? Y Jesús les dijo: “Vengan y vean”. Fueron entonces, vieron dónde vivía Jesús y se quedaron con Él todo el día. Palabra de Dios… ¡Gloria a Ti Señor Jesús! Jesús invitó a esos dos amigos que le preguntaron dónde vivía, a ir a su casa y ver, en primera persona, quién era y cómo vivía. No se los contó. Quiso que ellos mismos experimentaran su vida. Si nosotros invitáramos a alguien a nuestra sala o grado ¿Qué características nos distinguen como lasallanos? ¿La amistad? ¿La alegría? ¿El trabajo en equipo? ¿Que nos tratamos con amor y con paciencia? ¿Que sabemos ponernos en el lugar del otro? ¿Que nos entendemos entre nosotros? ¿Que nos acompañamos en momentos felices y tristes? ¿Qué somos respetuosos? ¿Que aceptamos al otro con sus diferencias?… Porque queremos que quienes vengan a nuestra sala o grado vean que vivimos como Jesús nos invitó a vivir es que vamos a incorporar un signo que nos acompañará durante todo el año: “la estrella que nos llama” (una estrella lasallana de tamaño grande). Les presentamos a los niños la silueta de una estrella y les contamos cómo se llamará este signo. Podemos preguntarles a los chicos: ¿A qué nos llamará esa estrella? ¿Para qué nos llamará? ¿A quién nos querrá acercar? ¿De qué manera podremos acercarnos a Dios? ¿Qué podemos ofrecer como salita para este comienzo de
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sugerencias
año? Y ahí, juntos, pensamos los deseos, acciones, actitudes y características que cada uno de ellos, como niños lasallanos, ofrecerán para todos los demás niños, que los ayudarán a imitar y a acercarse a Dios/ Jesús.
Poner la estrella en el Rincón de oración o en algún lugar visible de la sala o el aula. Escribiremos, en grande, los valores o actitudes que como lasallanos nos sentimos llamados a vivir, que queremos comprometernos a encarnar y tendremos presentes en estos dos meses de este sublema. Cada vez que podamos vivir los valores y actitudes que nos propongamos pegaremos una estrella pequeña dentro de “la estrella que nos llama”. De ese modo iremos ayudándonos mutuamente a crecer como personas y ser mejores compañeros entre nosotros cada día. Con los más chiquitos, la docente puede escribir las palabras o frases que cada niño ofrezca para el nuevo año que comienza (por ejemplo: amistad, abrazos, sonrisas, alegría, comprensión, etc.) y luego los invita a representarlas, en grupos o de manera individual, dentro de siluetas de estrella mediante un dibujo (por ejemplo: dos niños abrazándose, un niño ayudando a otro compañero, etc.). Finalizada la actividad las estrellas serán pegadas sobre un afiche (también podrán ser colgadas al estilo guirnalda o cortina de estrellas o simplemente pegadas sobre una hoja) para que todos los niños puedan observarlas. Si resulta difícil reflexionar diariamente sobre los valores elegidos quizá pueda retomarse una vez por semana en la Catequesis Escolar, en Identidad y Convivencia o en la oración de inicio de jornada /iniciación y completar la estrella grande de acuerdo a las semanas que dura el sublema (6 semanas) y, desde la oralidad, vamos compartiendo si pudimos o no vivir esos valores y actitudes propuestas. La idea es animar a los niños a crecer en los valores lasallanos para que quienes vengan a nuestra sala o grado vean cómo vivimos el evangelio de Jesús desde nuestras relaciones. Seguramente, a ustedes, se les ocurrirán muchas otras variantes que conserven el espíritu del signo que les proponemos.
Celebración: Una llamada, muchas voces... para que vengan y vean
Hacemos la señal de la cruz. Nos acordamos de que vivimos en la Presencia de Dios… Te adoramos, Señor. Vamos a celebrar que nos reencontramos con nuestros compañeros y con muchas personas que, en la escuela, nos quieren, nos cuidan, se preocupan por nosotros.
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Les proponemos a los niños hacer silencio. Respirar profundo, cerrar los ojos y pensar en todas las personas con las que nos hemos reencontrado. En un corazón grande los invitamos a escribir el nombre de esas personas o dibujarlas. En el centro, en torno a la Palabra de Dios, vamos poniendo nuestros corazones con el nombre o dibujo de las personas con las que nos reencontramos dándole gracias a Dios por cada una de ellas. Proclamamos la Palabra de Dios. Buena Noticia según San Juan
“Juan se encontraba con dos discípulos cuando vieron a Jesús que pasaba por ahí y lo siguieron. Al verlos, Jesús, les preguntó: ¿Qué buscan? Y ellos respondieron: Maestro ¿Dónde vives? Y Jesús les dijo: “Vengan y vean”. Fueron entonces, vieron dónde vivía Jesús y se quedaron con Él todo el día. Palabra de Dios… ¡Gloria a Ti Señor Jesús! Ya hemos leído y compartido esta Palabra de Dios. Jesús quiere que sus amigos aprendan a vivir como Él vive y por eso los invita a compartir su vida. Les preguntamos a los niños: ¿Hay una estrella que nos recuerda lo que Jesús nos invita a vivir? Cómo pudimos trabajar con ella? ¿Pudimos cumplir con las actitudes propuestas? ¿Estuvimos todos comprometidos? ¿En qué actitudes y gestos concretos vimos reflejado ese compromiso? ¿Les pareció algo fácil o difícil de cumplir? ¿Por qué? Los invitamos a dar gracias a Dios por el trabajo realizado hasta el momento, a dar gracias por las personas que ofrecimos en el corazón y pedirle que nos ayude a ser cada día más amigos aprendiendo a escuchar su voz en medio de otras voces como lo hizo San Juan Bautista de La Salle.
sugerencias
Cantamos juntos la canción “Yo tengo un teléfono para hablar con Dios”
Proponemos dejar un registro del momento vivido en el cuaderno, entregamos copia de la imagen al pie y los invitamos a completarla... En el corazón escriben las actitudes que se propusieron alcanzar. En la estrella el nombre de nuestro signo “la estrella que nos llama”.
Una llamada, muchas voces para que vengan y vean...
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Una variante de esta celebración, pensando en los más chiquitos, puede ser: Hacemos la señal de la cruz… Invitamos a todos los niños, niñas y señoritas del nivel a reunirse realizando una gran ronda y en el centro de la misma se colocarán las estrellas trabajadas en el primer encuentro sub lema. Se pregunta a los niños: ¿Quién recuerda lo que realizamos sobre estas estrellas en el primer encuentro del año? ¿Recuerdan el nombre de estas estrellas? ¿Por qué serán “las estrellas que nos llaman”? ¿A qué nos llamaban? ¿Para qué? ¿Pudieron ustedes tener estas actitudes frente a sus compañeritos de la sala? ¿Alguien quiere contar algún momento vivido en el que haya podido ofrecer amistad, un abrazo, una sonrisa, ayuda a otro amigo? ¿Les pareció fácil acercarse a Dios/ Jesús realizando estos llamados que nos hace la estrella lasallana? Luego se entregará a cada alumno un corazón realizado en cartulina con la intención de que cada uno de ellos escriba sobre el mismo su nombre (para las salas de tres y cuatro años, serán las docentes quienes deberán llevar escrito sobre ellos el nombre de cada niño), para ofrecerse como parte de “la estrella que nos llama”, invitándolos a colocar ese corazón sobre una gran estrella realizada previamente en papel afiche, una estrella lasallana que incluye a todos los alumnos y docentes a seguir ese llamado que Dios nos hace. Para dar fin a la celebración se invitará a los niños a cantar la canción: “Hay un teléfono para hablar con Dios (2) Ese teléfono no tiene números, ese teléfono es la oración (2)” La gran estrella colmada de corazones que representen a cada niño y docente dispuesto a seguir el llamado de Dios, puede ser colocada en una parte visible del jardín, con una breve explicación de la invitación que nos hace este primer sub lema.
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para quedarte con nosotros …
En la propuesta para trabajar el sublema anterior comenzamos profundizando y compartiendo lo que significaba descubrir la voz de Dios que nos llama, nos invita y nos convoca en medio de otras voces. También descubríamos que Jesús nos invitaba a hacer de nuestra sala o grado un lugar en el que se viva de tal modo que otros que vengan y vean a Jesús mismo allí. En este sublema intentaremos descubrir la llamada de Dios en medio de otras voces para invitarlo a quedarse con nosotros. “Quédate con nosotros” fue la frase que hizo que los discípulos de Emaús reconocieran que el crucificado era el resucitado, que les ardía el corazón cuando Él les hablaba por el camino, que Jesús no estaba muerto sino que estaba vivo en medio de ellos. En este contexto, para que Él se quede en nuestra sala, en nuestro grado y en nuestra escuela, es que proponemos las siguientes actividades.
Actividad 1
Empezamos con el cuento “La cigarra y la hormiga”
Un caluroso verano, una cigarra cantaba sin parar debajo de un árbol. No tenía ganas de trabajar; sólo quería disfrutar de sol y cantar, cantar y cantar. Un día pasó por allí una hormiga que llevaba a cuestas un grano de trigo muy grande. La cigarra se burló de ella: -¿Adónde vas con tanto peso? ¡Con el buen día que hace, con tanto calor! Se está mucho mejor aquí, a la sombra, cantando y jugando. Estás haciendo el tonto, ji, ji, ji se rió la cigarra. No sabes divertirte... La hormiga no hizo caso y siguió su camino silenciosa y fatigada; pasó todo el verano trabajando y almacenando provisiones para el invierno. Cada vez que veía a la cigarra, ésta se reía y le cantaba alguna canción burlona: ¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las hormigas porque no pueden jugar! Así pasó el verano y llegó el frío. La hormiga se metió en su hormiguero calentita, con comida suficiente para pasar todo el invierno, y se dedicó a jugar y estar tranquila. Sin embargo, la cigarra se encontró sin casa y sin comida. No tenía nada para comer y estaba helada de frío. Entonces, se acordó de la hormiga y fue a llamar a su puerta. -Señora hormiga, como sé que en tu granero hay provisiones de sobra, vengo a pedirte que me prestes algo para que pueda vivir este invierno. Ya te lo devolveré cuando me sea posible. La hormiga escondió las llaves de su granero y respondió enfadada: -¿Crees que voy a prestarte lo que me costó ganar con un trabajo inmenso? ¿Qué has hecho, holgazana, durante el verano? - Ya lo sabes - respondió apenada la cigarra -, a todo el que pasaba, yo le cantaba alegremente sin parar un momento. - Pues ahora, yo como tú puedo cantar: ¡Qué risa me dan las hormigas cuando van a trabajar! ¡Qué risa me dan las hormigas porque no pueden jugar! Y dicho esto, abrió la puerta y la invito a pasar junto a ella el invierno. A partir de entonces, la cigarra aprendió a no reírse de nadie y a trabajar un poquito más. Terminada la lectura reconstruimos la historia con los niños: ¿Qué sucede en este cuento? ¿Qué hace la hormiga durante el verano? ¿Y la cigarra? ¿Por qué no trabaja la cigarra en recoger alimentos? ¿Cómo vive? ¿Qué le suceda a la cigarra cuando llega el invierno? ¿Y a la hormiga? ¿Qué aprendió y cambió la cigarra para el verano siguiente?
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Está aquí, en mí, en ti
Está aquí, aquí, aquí… Está aquí, aquí, aquí… ¡Qué alegría que Jesús está aquí, aquí, aquí! Está aquí, aquí, aquí… Está aquí, aquí, aquí… ¡A-LE-LU-YA! Que Jesús que está aquí, aquí, aquí… Está en mí, en mí, en mí… Está en mí, en mí, en mí… ¡Qué alegría que Jesús está en mí, en mí, en mí! Está en mí, en mí, en mí… Está en mí, en mí, a en mí… ¡A-LE-LU-YA! Que Jesús que está en mí, en mí, en mí… Está en ti, en ti, en ti Está en ti, en ti, en ti… ¡Qué alegría que Jesús está en ti, en ti, en ti! Está en ti, en ti, en ti Está en ti, en ti, a en ti ¡A-LE-LU-YA! Que Jesús que está en ti, en ti, en ti… Está en aquí, en mí, en ti Está en aquí, en mí, en ti ¡Qué alegría que Jesús está aquí, en mí, en ti! Está en aquí, en mí, en ti Está en aquí, en mí, en ti… ¡A-LE-LU-YA! Que Jesús que está aquí, en mí, en ti.
¿Con quién te identificas con la hormiga o con la cigarra? ¿Estás de acuerdo con la respuesta que le da la hormiga cuando le pide alimentos la cigarra? A partir del cuento invitamos a los niños a pensar en este tiempo de preparación para la Pascua. Les ayudamos a expresarse con preguntas tales como: ¿A qué nos invita Jesús en este tiempo de cuaresma? ¿De qué preparación nos hablará? ¿De qué manera creen ustedes que debemos prepararnos para recibirlo y celebrar junto a Él la Pascua? ¿Qué gestos creen ustedes que nos acercarían a Jesús? ¿De qué manera Él se hará presente en nosotros? ¿De qué manera podríamos disfrutar la fiesta de la Pascua y que Él se quede con nosotros? Proclamamos la Palabra de Dios según el Evangelio de San Lucas (Lc 24, 13-35) mirando el siguiente video de los discípulos de Jesús. Al finalizar la lectura se propone cantar la canción: “Está aquí, en mí, en ti.”
Como variante: Para el Nivel Inicial sugerimos que cada alumno represente gráficamente un gesto que lo ayude en este tiempo de Cuaresma a acercarse a Jesús para que se quede con nosotros a festejar la Pascua. Luego pegamos esta expresión gráfica en un afiche y los exponemos en el aula con una breve explicación sobre lo trabajado. Podemos exponerlas en torno al signo de “La estrella que nos llama”, ya que simbolizan gestos que nos comprometemos a vivir. Para el Nivel Primario sugerimos que cada alumno escriba en el cuaderno el significado de la Cuaresma y elabore una breve lista de aquellos gestos que cada uno se propone realizar para este momento de preparación. Podemos poner la lista en torno al signo de “La estrella que nos llama”, ya que expresa gestos que nos comprometemos a vivir.
Los discípulos de Emaús
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Actividad 2
Ya venimos trabajando qué significa disponernos para recibir algo nuevo. La propuesta es continuar trabajando con esa preparación para reconocer la voz de Jesús que llama y para que se quede con nosotros. En la cuaresma nos preparamos para recordar lo que vivió Jesús, los gestos que tuvo, las palabras y enseñanzas que les dejó a todas las personas. Y la Pascua es celebrar ese recuerdo. Pero… ¿qué significa recordar? RE… significa “de nuevo” y CORDAR viene de CORDIS, de CORAZÓN. Entonces recordar, es rememorar con un corazón nuevo, renovado, personas, voces, palabras y gestos que hayan marcado nuestra vida, nuestro corazón de manera grata, alegre. Para recordar en esta clave proponemos una búsqueda del tesoro (en la sala/grado, el patio, el parque o el espacio que cada docente crea apropiado, según la obra), donde los objetos a encontrar, sean: SILUETAS HUMANAS
UNA BOCA HABLANDO
UN CARTEL CON PALABRAS
LA PALABRA GESTO CON UN DIBUJO DE EJEMPLO.
Solidaridad
Amor
Amigos
Respeto Servicio Bondad Ternura Entrega Esperanza
Generosidad
Gesto: Compartir la vida con los otros
Concluido el juego les preguntamos: ¿qué nos querrá decir Jesús con estos objetos que hemos encontrado? ¿Qué será lo que tenemos que descubrir? ¿Cuál es el tesoro que Jesús quiere que encontremos? Les contamos a los chicos los significados de cada uno de los elementos que encontramos…
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CON LA SILUETA, pensar en aquellas personas que nos regala Jesús para que nuestra vida, sea cada día más linda, agradecer por ellas y dibujarlas o escribir, sus nombres. Ya que él, por ejemplo en ese tiempo de preparación, tuvo a su mamá, que lo acompañó en todo momento, dándole fuerzas para vivir esto que se venía para él, de la pascua, de entregar su vida, por amor a todas las personas. CON LA BOCA, pensar en qué consejos y palabras nos regalan esas personas, para que podamos ser mejores cada día, qué valores, y actitudes nos enseñan. Por ejemplo, María, le enseñó a Jesús, el valor del amor, de la entrega, la ayuda desinteresada, regalar la alegría al otro diariamente, ayudar al que lo necesita. CON EL CARTEL, pensar juntos, qué mensaje tendremos que descubrir con ese regalo que nos hizo Jesús. CON EL GESTO, pensar en la ESTRELLA QUE NOS GUÍA, y en los gestos que realizamos a diario o semanalmente, para ser mejores personas, mejores compañeros y acercarnos así cada día un poquito más a Jesús.
Cuarenta días caminando hacia la Pascua
Al terminar la actividad de la búsqueda del tesoro y la reflexión, se propone, realizar una oración, enseñándoles a los niños, la oración de los 5 dedos del Papa Francisco, e invitándolos a cantar una canción, ya que cantar es orar dos veces.
Mi Dios está vivo
Se propone cantar la canción: “Cuarenta días caminando hacia la Pascua”.
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Finalmente para dejar en el cuaderno, o carpeta de jardín, reflejado el trabajo se propone: PARA NIVEL INICIAL
PARA NIVEL PRIMARIO
Una llamada, muchas voces... para quedarte con nosotros”.
Una llamada, muchas voces... para quedarte con nosotros”.
Realizar un dibujo de la búsqueda del tesoro y los objetos que encontraron.
Realizamos una búsqueda del tesoro con Jesús y encontramos estos objetos... cada niño dibuja los objetos encontrados. En el caso de segundo y tercer grado, la variante puede ser que además de dibujar, expliquen el sentido de cada uno de ellos.
En el trabajo se sugiere poner el nombre del sublema.
Celebración: Una llamada, muchas voces... para quedarte con nosotros
Hacemos la señal de la cruz. Nos acordamos de que vivimos en la Presencia de Dios… Te adoramos, Señor. Vamos a celebrar juntos lo que hemos vivido en este tiempo. Dios nos llama en medio de muchas voces porque quiere quedarse con nosotros, porque queremos quedarnos con Él. Cerramos los ojos y les proponemos un momento de silencio. Nos sentamos en torno a “La Estrella que nos guía” e iremos colocando, en primer lugar, los afiches que realizamos con los gestos que nos propusimos para prepararnos para la Pascua y hacer que Jesús se quede con nosotros mientras hacemos memoria con el corazón. (Ver actividad 1) En segundo lugar sumamos los distintos elementos de la búsqueda del tesoro y recordamos el sentido de cada uno de ellos. (Ver actividad 2) Proclamamos juntos el texto bíblico que nos acompañó en este sublema (Lc 24, 13-35). Hacemos silencio. Invitamos a los chicos a repetir varias veces “Jesús quédate con nosotros”. Cantamos: “Mi Dios está vivo”. San Juan Bautista de La Salle… ¡Ruega por nosotros! Que viva Jesús en nuestros corazones… ¡por siempre!
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para permanecer unidos
…
En este sub lema estamos invitados a aunar fuerzas, para compartir el pan, para seguir construyendo juntos el Reino; para que nuestras voces permanezcan unidas. Aprovechando la proximidad del día del amigo, consideramos que es una buena oportunidad para continuar construyendo el valor de la amistad. Desde muy chiquitos, es posible orientar a los niños para que reconozcan la amistad como un valor; desde compartir los juguetes hasta saber guardar un secreto, los chicos aprenden a ser buenos amigos a medida que van creciendo. Pero la amistad es un valor que como tantos otros no se aprenden solo con mencionarlo, por ello consideramos que debe ser vivido en lo cotidiano y que los maestros podemos brindar oportunidades para que los niños lo incorporen gradualmente a su vida. Preguntamos a los chicos: ¿Qué significará la invitación a “permanecer unidos”? ¿Cómo se vive eso?
Actividad 1
Invitamos a los chicos a mirar con atención el video “El Chavo animado. El valor de la amistad”. Luego del video les proponemos reconstruir entre todos lo que sucedió: ¿Conocen a los personajes de la historia? ¿Qué sucede cuando comienza el video? ¿Por qué se pelearon? ¿Qué hace el Chavo? ¿Con quién se encuentra? ¿Recuerdan el nombre de la niña? ¿Era del grupo de niños que se estaban peleando? ¿Qué le propone Rosita a el Chavo? ¿Qué sucede cuando los dos quieren jugar? ¿De qué se dan cuenta? ¿Qué le dice el Chavo a Rosita sobre lo que sucedió con los niños de su clase? ¿Qué hace Rosita? ¿A quién va a buscar? ¿De qué manera logra invitarlos a jugar? ¿Qué hacen los niños cuando se encuentran? ¿Qué hacen cuando terminan de jugar? ¿A quién buscan? ¿Qué pasó con Rosita? ¿Qué les dejó de regalo? ¿Qué decía esa carta? Entonces… ¡¿Quién habrá sido Rosita?! ¿Qué mensaje final le deja al Chavo? Ayudamos con las preguntas a que los chicos comprendan que Rosita representó, en el video, el valor de la Amistad con todos sus gestos. El Chavo animado. El valor de la amistad
En un afiche, y a modo de cierre, definimos juntos en forma de lluvia de ideas: ¿Qué es la amistad?
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Nos propondremos, en este mes, homenajear a algún amigo de la sala o grado. Por eso, la propuesta será jugar al amigo invisible. Armamos, entre todos, una caja decorada que será el buzón de la amistad. Colocamos todos los nombres de los niños de la sala en una bolsita. Cada uno sacará un nombre. La idea es homenajear en el mes de la amistad mediante una carta al amigo que me tocó que será colocada en el “Buzón de la amistad”. También les decimos que pueden colocar en ese buzón dibujos o cartas para otro amigo, que si bien no le tocó en el sorteo, se merezca un saludo de agradecimiento por la amistad compartida.
Actividad 2
Les proponemos escuchar atentamente el cuento “Tres amigos”:
Mechi tenía pecas, flequillo rubio y la nariz más chiquita del mundo. Vivía en una ciudad casi tan chiquita como su naríz. Aquel día, después de comer, su mamá le dio permiso para esperar en la puerta a su amigo Javier, acompañada por Fluc, el perro ovejero. Cuando apareció Javier, fueron al muro de la casa abandonada – que estaba a unos pocos pasos – “para jugar a descubrir arañas”. Fluc los siguió, moviendo la cola. El juego consistía en rozar con un palito las telarañas que había en la unión de los ladrillos. Al escuchar el ruido, las arañas creían que pasaba un insecto, ¡una presa! Salían tan velozmente que Javier y Mechi no podían contener algún grito y risitas nerviosas. Pero ese día, Javier estaba con ganas de hacer algo mas que molestar a las arañas. Se trepó al muro y desde allí arriba invitó a Mechi a hacer lo mismo. Ella se negó, pero por poco tiempo… Con las manos extendidas a los lados, mirando el mundo desde el muro ¡qué distinto se veía todo! Podía acariciar las ramas de los árboles, imaginar que volaba como los pájaros, cantar, descubrir flores nuevas en el jardín. – Mira, Mechi, ¡con una pierna! – grito Javier. Y Mechi vió a Javier caminar sobre el muro con una pierna. Así que Mechi hizo lo mismo. ¡Con una pierna! Pero no alcanzó a festejarlo porque, en un instante Javier ya no estaba. Había desaparecido. Los ladridos de Fluc descubrieron a Javier en medio de unos arbustos.
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Somos de La Salle Música: G. Joan Camps y Àlex Pérez, 70xset Adaptación: David Boada, G. Joan Camps y G. Javi Núñez, 70xset
Somos de La Salle, y los de La Salle son amigos de Jesús y felices como tú. Somos de La Salle y los de La Salle son amigos del amor y de la ilusión. Vamos a jugar, vamos aprender, Es que en La Salle lo pasamos bien, Y cantamos otra vez. ¡sí! Vamos a cantar... Vamos a bailar... (Podemos continuar la canción agregando diferentes palabras: jugar, cantar, bailar, silbar, saltar, reír, sentir...)
– Me caí. Mechi bajó del muro, y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse. Javier, poquito a poco, se fue recuperando. Pronto se consoló con los lengüetazos de Fluc y la compañía de Mechi. Y ahora… la mamá le iba a ver los raspones. ¿Qué harían? – ¿Qué le digo a mamá? – preguntó Javier. –La verdad, tienes que decirle la verdad – le contestó Mechi, preocupada por el reto que ambos se llevarían. Pero era mucho peor andar inventando mentiras. La mamá de Javier, al verlo así, con los ojos enrojecidos y raspones en los brazos y la cara, se llevó las manos a la cabeza. Superada la sorpresa, se conmovió por la sinceridad de los niños, que no le ocultaron ningún detalle de su travesura. Javier le rogó: – Má, ¡por favor, no me prohíbas salir a jugar con Mechi! La mamá los miró a los dos y les dijo: –Está bien, pero… ¡no vuelvan a subirse al muro! Entonces, sacó un caramelo y se lo dio a Javier. “Esto es porque me dijeron la verdad, pero solo tengo uno”, aclaró la mamá de Javier. Javier partió la golosina en dos. Mitad para él, mitad para Mechi. Porque si no fuera por su gran amiga… ¡seguro que él inventaba una mentira! Y enseguida fue por unas galletas para Fluc, él también lo merecía. La confianza y la sinceridad hacen que la amistad sea duradera. Luego les hacemos las siguientes preguntas: ¿Quiénes son los personajes? ¿Qué hicieron los tres amigos? ¿A dónde fueron? ¿A qué jugaron? ¿Por qué Mechi no habrá querido jugar? ¿Qué sucedió cuando Mechi subío al muro? ¿Qué le pasó a Javier? ¿Quiénes lo ayudaron? ¿Por qué Javier no le quería contar a su mamá la forma en que se había lastimado? ¿Qué le dijo Mechi a su amigo? ¿Qué opinas de la importancia de decir la verdad? ¿Qué enseñanza nos deja el cuento? ¿Por qué será importante permanecer unidos con nuestros amigos? Jesús y La Salle ¿Habrán estado unidos a sus amigos? ¿Cómo, cuándo? Les contamos a los chicos que la amistad se cultiva siendo sinceros, que al amigo no se le ponen condiciones sino que se lo acepta y se lo respeta tal como es. Un amigo no es quien nos dice a todo que sí, sino alguien que puede decirnos “no estoy de acuerdo con lo que hacés,” porque el amigo no te miente, te dice lo que piensa, aunque jamás te forzará a que hagas lo que a él le parece correcto. Los amigos pueden pensar distinto en muchas cosas. Esa diferencia hace que la amistad nos enriquezca, pues nos permite conocer otras formas de pensar, de sentir y de ver las cosas.
Les proponemos, entonces, dos actividades:
1. 2.
Listar, en un afiche, las acciones que hacen que la amistad sea verdadera o no. (Ver ejemplo en la página siguiente).
En una hoja pequeña, dibujarse, con sus amigos; en Nivel Primario escribirán los nombres. Compartimos con los demás los nombres de nuestros amigos, por qué somos amigos y qué les gusta hacer.
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Así no vale
(
(
la amistad Sentirte dueño del tiempo de tu amigo, obligándolo que pase más tiempo con vos.
Compartir el tiempo con tu amigo y dejar que él comparta más tiempo con otros amigos.
Creer que somos amigos de alguien y no compartir los juguetes, dibujos, alegrías y preocupaciones.
Compartir los juguetes, los dibujos, las alegrías y las tristezas. Guardar los secretos de tus amigos, respetando lo que él está viviendo.
Contar los secretos de tus amigos a los demás.
Tratar a nuestros amigos con cariño, respeto y amor.
Tratar a nuestros amigos con golpes, insultos.
sugerencias
Así sí vale
Podemos dejar registrado este tiempo de trabajo en torno a la amistad pegando en el cuaderno la siguiente copia:
Tenemos muchos amigos que nos aman...
+
+
Cantamos: “Yo tengo un amigo que me ama”
Yo tengo un amigo que me ama
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Celebración: Una llamada, muchas voces... para permanecer unidos Hacemos la señal de la cruz. Nos acordamos de que vivimos en la Presencia de Dios… Te adoramos, Señor. Una vez más vamos a celebrar juntos lo reflexionado en este tiempo. Vamos a dar gracias por los amigos que tenemos. Vamos a dar gracias porque Jesús y La Salle son nuestros amigos. Porque ellos nos invitan a ser comunidad desde la amistad en la escuela. Cerramos los ojos. Hacemos un momento de silencio. Dejamos pasar por el corazón a todos nuestros amigos. Dejamos pasar por el corazón a todos nuestros compañeros de la sala y el grado. Le pedimos a Jesús que nos ayude a permanecer unidos, a ser cada día mejores compañeros entre nosotros, a querernos y cuidarnos cada día. Pondremos en el centro la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Les contamos a los chicos que lo que queremos es que Jesús guarde en su corazón a nuestros amigos. Invitamos a cada uno a decir “Jesús guarda en tu corazón a… (el nombre o los nombres de nuestros amigos)” y a darle un beso a la imagen del Sagrado corazón. Concluimos cantando juntos “Somos de La Salle” o “Yo tengo un amigo que me ama” San Juan Bautista de La Salle… ¡Ruega por nosotros! Que viva Jesús en nuestros corazones… ¡Por siempre!
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para imitar tu Palabra multiplicando gestos …
Cada sublema compartido este año nos invitó a vivir, junto a los chicos, el proceso de acompañamiento vocacional del que habla el documento de la última Asamblea Distrital de la Misión: la iniciación (”para que vengan y vean”), el acompañamiento (”para quedarte con nosotros”), la pertenencia (”para permanecer unidos”) y, finalmente, la llamada y el envío (”para imitar tu Palabra multiplicando gestos”). Este último sublema nos invita a descubrir que somos invitados a irradiar, contagiar y compartir la Buena Noticia de Jesús desde el servicio. Deseamos que los niños entiendan que ser lasallano es ponerse al servicio de los demás desde gestos muy concretos. En esta línea van las actividades que les proponemos vivir junto a ellos para cerrar el año.
Actividad 1
Para trabajar con los niños la cuestión del servicio y la misión usaremos la idea de la “Cadena de Favores” desde el valor de la generosidad. La “Cadena de favores” consiste en una cadena donde, la primera persona/eslabón ayuda a tres personas y éstas, a su vez, a otras tres personas más cada una. Así, paulatinamente, se van multiplicando las acciones generosas de unos para con otros construyendo una cadena infinita que lleva a tender una mano a los demás con alegría antes de que nos pidan ayuda. Para trabajar esta idea les brindamos dos recursos: un video y un cuento. Opción 1: video Miramos juntos el siguiente video “Cadena de favores infinita” Luego preguntamos a los chicos: ¿Cómo comienza el video? ¿Qué le pasó al chico que andaba en patineta? ¿De quién recibió ayuda? ¿Con quién se cruzó luego en el camino? ¿Qué hizo? ¿Y la señora? ¿Cómo continúa la historia? Y así, sucesivamente, con preguntas, reconstruimos con ellos lo observado en el video. Opción 2: cuento Cadena de favores infinita
Invitamos a los chicos a reunirse para escuchar con atención el cuento “Oliver, un niño generoso”.
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Oliver volvía a casa en su vieja bicicleta. El día había sido duro en el colegio, pero él estaba muy contento porque había aprendido un montón de cosas nuevas. Un par de kilómetros antes de llegar a su casa vio que algo se movía junto a la ruta. Cuando se acercó vio a una mujer herida que intentaba ponerse en pie. Oliver soltó la bicicleta al costado de la ruta y corrió a ayudarla. - Gracias, muchacho -dijo la señora-. ¿Serías tan amable de buscar mi bolso dentro del auto y traerme el teléfono móvil para pedir ayuda? Cuando abrió el bolso vio que había mucho dinero en allí, pero no le prestó atención. Le acercó el teléfono a la señora y se quedó con ella hasta que una ambulancia la fue a buscar. - ¿Cómo podría recompensarte por lo que has hecho por mí?-le preguntó la señora-. Veo que tu bicicleta es muy vieja, podría regalarte una nueva. Días después la señora del accidente apareció en casa de Oliver. Cuando el muchacho la vio no podía creer lo que veía. - Me alegro de ver que se ha recuperado -dijo Oliver-. Pero, ¿cómo ha sabido dónde encontrarme? - Porque eres el vivo retrato de tu madre, muchacho -respondió la señora. En ese momento apareció por allí la madre de Oliver. Ambas mujeres se abrazaron como si fueran dos hermanas que llevaran años separadas. - Esta señora se llama Clara, hijo mío -explicó la madre de Oliver -. Hace años me ayudó cuando estaba embarazada de ti llevándome hasta el hospital en su coche y cuando le pregunté cómo podía agradecérselo me respondió que… - Espera -interrumpió Oliver-. Te dijo "si todos pagásemos los favores haciendo otro favor a los demás el mundo sería un lugar mucho más feliz". - Efectivamente -dijo la señora-. Oliver entendió aquello que le había enseñado su madre ella lo había aprendido de otra persona y comprendió que realmente el mundo era más feliz cuando los favores se agradecían haciendo algo bueno por otra persona.
Finalizada la lectura les proponemos a los niños reconstruir la historia, teniendo en cuenta las siguientes preguntas: ¿Cómo se llama la historia que la seño les contó? ¿Quién era Oliver? ¿Qué le sucedió a Oliver? ¿Con quién se encontró? ¿Qué hizo al ver a la mujer herida? ¿Cómo la ayudo? ¿De qué manera la mujer quiso recompensarlo por la ayuda recibida? ¿Cuál fue la respuesta de Oliver? ¿Qué hizo Oliver cuando regresó a su casa? ¿Qué hizo la mamá de Oliver al ver la tarjeta de la señora? ¿Cómo termina esta historia?… ¿Qué hubieses hecho en el lugar de Oliver? ¿Qué nos quiere decir la frase: “Si todos pagásemos los favores haciendo otro favor a los demás, el mundo sería un lugar mucho más feliz.”? Una vez que compartimos el video o el cuento les proponemos a los chicos elaborar folletos para compartir lo aprendido. Una opción es entregar a los niños una hoja (en tres partes, tipo tríptico o folleto simple) bajo la
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la consigna de que cada uno pueda representar gráficamente el valor de la generosidad acompañado de una frase o consejo que quiera transmitir a otras personas para invitarlos a ser un eslabón más de esta cadena de favores. Otra opción es que en una hoja de cartulina A4 color los niños, mirando el “Folleto de la generosidad” (que, a modo de ejemplo, encontrarán en la página 31 ) puedan reproducirlo. Una tercera opción es mostrarles distintas imágenes de actos generosos con frases y que ellos puedan elegir algunas y armar su propio folleto. Para concretizar lo que hemos graficado en nuestro folleto nos proponemos, en las semanas que siguen, realizar distintos gestos de generosidad con otras salas/grados o la comunidad en general. Sala de tres y primer grado elabora “caritas felices” para dar los buenos días a sus compañeros de sala de cuatro y segundo grado. Sala de cuatro y segundo grado elabora manitos con la frase “#tendé una mano” y las reparte entre los padres, docentes, no docentes y alumnos de toda la Obra Educativa. Salas de cinco y tercer grado elabora estrellas de la generosidad (realizadas en cartulinas naranjas) para decorar el patio y los pasillos de la escuela con mensajes o imágenes a modo de guirnalda de estrellas.
Celebración: Una llamada, muchas voces... para imitar tu palabra, multiplicando gestos En un momento previo a la celebración construimos con los chicos un mural de la generosidad para compartir con toda la escuela nuestra cadena de favores. Elegimos la imagen y las frases. También, si existe la posibilidad, se podría hacer un gran mural en alguna pared de la escuela. Nos ponemos en la Santa Presencia de Dios… Te adoramos, Señor. Hacemos silencio. Cerramos los ojos. Invitamos a los chicos a pensar en todo lo vivido durante el año. Dejamos pasar por la memoria y el corazón cada uno de los momentos donde fuimos profundizando nuestro lema. ¿Qué es lo que más nos gustó? ¿Qué compromisos logramos concretar? ¿Qué significó para nosotros estar más atentos a la voz de Dios? Escuchamos con atención la Lectura de la Palabra de Dios (adaptación Mt 25, 34-40)
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“Jesús dijo a sus amigos: Vengan y quédense a compartir la vida conmigo porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Y sus amigos le responderán: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?”. Y el Rey les responderá: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Palabra de Dios… ¡Gloria a Ti Señor Jesús! ¿Qué les llamó la atención? ¿A quién habla Jesús? ¿Qué les dice? ¿Por qué sus amigos se sorprenden? Ayudamos a los chicos a darse cuenta que Jesús nos invita a ser generosos. Que el servicio tiene que ver con hacer gestos concretos de amor para con el otro. Que la cadena de favores que nos propusimos para pensar el servicio y la misión tiene que ver con ver a Jesús en el otro y ayudarlo porque estamos ayudando al mismo Jesús. Invitamos a los chicos a contemplar todos los murales que hicimos. ¿Cuál les gustó más? Con qué gesto se quedan? Los ponemos en común. Les decimos que queremos que esos gestos se multipliquen. Que esos gestos con como la estrella lasallana que nos guía y que quiere llenar de cosas lindas, bellas y buenas nuestra escuela. Hacemos estrellas que representen esos gestos y decoramos el patio y los pasillos de la escuela. San Juan Bautista de La Salle… ¡Ruega por nosotros! Que viva Jesús en nuestros corazones… ¡Por siempre!
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La generosidad es saber lo que alguien necesita y brindárselo de corazón. Es compartir, es agradecer las pequeñas cosas que recibimos cada día, desde un mimo hasta un reto, porque todo nos ayuda a ser mejores personas.
La generosidad es ese gesto que te lleva a tender tu mano antes de que los demás te pidan ayuda. Es estar atento a las necesidades de los otros.
La generosidad es contagiosa. Con un pequeño aporte de cada uno, todos viviremos mejor.
Equipo coordinador Santiago Caballero, Fernando Fontanellaz, Lucas Leal, Martina Nadal, María Gabriela Spalla Fuentes
Colaboradores Inicial y 1er Ciclo Primario: Candelaria Martínez y Stefanía Stuyck Secundario: Matías Frontuto Lectura Orante: Gisela Romero Oración de la Mañana: Andrea Lozzia
Una llamada, muchas voces Nivel Inicial y 1er Ciclo de Nivel Primario © Grupo Editorial Parmenia © Stella Viamonte 1984 – C1056ABD Ciudad de Buenos Aires – Argentina Tel: (011) 4374-0346 y rotativas Fax: (011) 4374-8719 E-mail: editorial@parmenia.com.ar www.parmenia.com.ar Publicación de uso interno Directora General: María Gabriela Spalla Fuentes Subdirectora de Ediciones: María Gabriela Flores Diseño y maqueta: Marisa Paulón Producción: Ángeles Ferreira Corrección: Andrea Lozzia Queda expresamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de la obra por cualquier medio o procedimiento, comprendiendo la reprografía y el tratamiento informático.