Via Crucis - Te seguimos Jesús

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Presentación

En esta Semana Santa tan especial que nos toca atravesar, acercamos este material para que nos ayude a rezar el camino de Jesús hacia la cruz. Este Via Crucis está elaborado fundamentalmente con poesías e imágenes realizadas por el H. Fermín Gainza (1920-2011). El esquema general sigue la propuesta del libro "El camino de la cruz" (2019), de la Colección "Para rezar". Y, en este caso, reemplazamos las ilustraciones que están en el libro por las imágenes del Via Crucis representado en la capilla de la Comunidad de Hermanos de Buenos Aires. Posiblemente encuentren algunas diferencias entre las estaciones que aquí se proponen y los que se suelen hacer en otros ámbitos. Esto se debe aque la propuesta que seguimos –que era la que elegía el H. Fermín– se inspira en el Via Crucis de san Pablo VI. El mismo, busca recuperar el sentido del camino de Jesús en exclusiva referencia a lo que narran los evangelios. A este año tan especial por toda la situación de aislamiento social debido a la pandemia que estamos atravesando mundialmente, se le suma el centenario del nacimiento de nuestro querido H. Fermín. Valga este trabajo como un homenaje más. Que Fermín y su obra nos ayuden a darnos fuerzas y ánimos en estos tiempos tan complejos.


Invitaciones

Como decíamos, en cada estación te encontrarás con una pintura y un poema del Hermano Fermín. Te alentamos a detenerte el tiempo prudencial en cada una de ellas para poder recorrerlas, contemplarlas y rezarlas. También, en cada estación se repetirán las expresiones Hacemos memoria de, Pedimos por y Damos gracias por. Aquí se consignan algunas intenciones que quien lo haga puede agregar o modificar. El uso repetido de los puntos suspensivos quiere colaborar para una lectura pausada, meditada y abierta a distintas expresiones y oraciones que puedan surgir. Se puede acompañar el recorrido con música. Algunas pueden ser:

Camino de Viernes Santo, Cristóbal Fones https://www.youtube.com/watch?v=XHZn2W_-wTk Oración al Cristo del Calvario, Mistral, g. Fones, C https://www.youtube.com/watch?v=7pU8hC9Ipgs

Vida en abundancia, Coro Pascua Joven https://www.youtube.com/watch?v=GkiNi5EdcRU Para sortear este tiempo de aislamiento social, se puede rezar en familia o reunirse con otras personas vírtualmente. Si se quiere se puede imprimir el esquema. También, se pueden preparar algunos lugares especialmente ambientados de tu casa para rezar las estaciones caminando y todo lo que te ayude a rezar y a vivir plenamente este momento. Buen camino, compañera. Buen camino, compañero.


PRIMERA

ESTACIÓN:

LA

CENA

Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición y lo partió; luego lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen, coman; esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, pronunció la acción de gracias y se la pasó diciendo: Beban todos, que esto es la sangre de la alianza mía, que se derrama por todos para el perdón de los pecados. (Mateo 26:26-28)

El kilómetro cero del camino de tu cruz es, Señor, la última cena. La noche misma en la que te traicionamos, Tú te diste en comida verdadera. Entregaste en un pan tu propio cuerpo repartido en anuncio de tu ofrenda. Entregaste tu sangre en una copa de vino, repartida en vida eterna. Ese pan y ese vino son la firma del Padre que nos da la Alianza nueva. Tú dijiste que el trigo que no muere se queda sin dar fruto en la cosecha. El punto de partida de tu Pascua es tu pecho entreabierto como puerta.

Hacemos memoria de momentos que hayamos compartido con los más cercanos. Momentos de intimidad y de cercanía profunda… Pedimos por las familias que tienen sus mesas vacías… Por las situaciones donde la discordia, la violencia o la soledad se apoderan de las mesas… Damos gracias por las posibilidades de sentarnos en torno a la mesa junto a otras y otros… Mesas compartidas de este y otros tiempos. Mesas habitadas y dialogadas. Mesas del encuentro… Rezamos… -Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



SEGUNDA

ESTACIÓN:

GETSEMANÍ

Salió entonces y se dirigió, como de costumbre, al monte de los Olivos; pero lo siguieron también los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: Pidan no cederen la prueba. Él se arrancó de ellos, alejándose como un tiro de piedra. y se puso a orar de rodillas diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este trago;sin embargo, que no se realice mi designio, sino el tuyo. (Lucas 22:39-42)

Para apurar el trago de la amargura, fuiste a orar al jardín de los olivos. Para apagar la angustia de tu muerte, fuiste a buscar apoyo en los amigos. Pero ellos y nosotros de cansancio y de miedo ya estábamos dormidos. Y Tú sudaste sangre por nosotros molido en el lagar como racimo. Y le pediste al Padre, si es posible, aparta este dolor de mi camino. Y el Padre, con su mano angelical, te acarició la frente: ¡Vamos, Hijo! Y Tú dijiste entonces: Que se cumpla tu plan como lo tienes concebido.

Hacemos memoria de situaciones límites que nos han atravesado o nos atraviesan, tanto de manera particular, como en nuestros espacios de referencia o como sociedad... Momentos de tristeza y angustia profunda… Pedimos por quienes no encuentran salida… Por quienes, sumidos en la desesperación o en el dolor, no ven alternativas y quedan atrapados en su penar… Damos gracias por aquellas personas y aquellos espacios que con sus palabras y gestos son alivio, consuelo y contienen desde su acogida… Damos gracias también por las personas que nos enseñaron y enseñan a creer y a rezar… Rezamos...

- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



TERCERA

ESTACIÓN:

ANTE

EL

SANEDRÍN

El sumo sacerdote le dijo entonces: Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios. Jesús le respondió: Tú lo has dicho; pero además les digo esto: Desde ahora van a ver cómo este Hombre toma asiento a la derecha del Todopoderoso y cómo viene sobre las nubes del cielo". El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras diciendo: Ha blasfemado, ¿qué falta nos hacen más testigos? Acaban de oír la blasfemia, ¿qué deciden? Contestaron ellos: Pena de muerte. (Mateo 26:62-66)

Hacemos memoria de actos de arbitrariedad y de manipulaciones injustas… De situaciones donde los que están en una mayor situación de debilidad son los que más quedan expuestos… Pedimos por quienes son llevados a situaciones de inequidad… Por las estructuras y prácticas corruptas que pervierten el bien común… Damos gracias por las personas y las instituciones que se esfuerzan por cuidar y proteger a quienes son víctimas de la ilegalidad y de persecuciones abusivas… Rezamos… - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Caifás, que era profeta sin saberlo, había dicho que era conveniente para salvar al pueblo de la ruina que un hombre solo fuera hacia la muerte. Cuando, por un puñado de monedas, pudo en sus duras garras retenerte, te preguntó si tú eras el Mesías, y respondiste ¡sí! Solemnemente. Y con el Sanedrín todos a una te condenamos, Víctima inocente. Y escupimos tu rostro con las culpas de nuestros corazones inconscientes (Afuera el gallo cuenta con su canto las veces que negamos conocerte).



CUARTA

ESTACIÓN:

ANTE

PILATO

Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los senadores, los letrados y el Consejo en pleno, prepararon su plan, y atándolo, lo condujeron a Pilato y se lo entregaron. Pilato lo interrogó: ¿Tú eres el rey de los judíos? Le contestó: Tú lo estás diciendo. Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas; Pilato continuó el interrogatorio: ¿No tienes nada que responder? Mira de cuántas cosas te acusan. Jesús no contestó nada más, de suerte que Pilato estaba muy extrañado. (Mateo 15:1-5)

Pilato representa esos momentos en que comprometernos cuesta tanto. Decimos que buscamos la verdad y no atendemos cuando la escuchamos. Confesamos, Señor: Ahí está el Hombre. Y al verte ensangrentado, te olvidamos. Decimos no encontrar delito en Ti. Y por amor al qué dirán, cambiamos. Decimos que tenemos la manija. Y echamos a los otros nuestro fardo. Decimos, y escribimos, que eres Rey. Y le hacemos el quite a tus mandatos. Y después pretendemos que las aguas puedan limpiar de sangre nuestras manos.

Hacemos memoria de situaciones donde la cobardía y las actitudes acomodaticias se imponen tiñéndolo todo… Donde las responsabilidades no son asumidas en su complejidad… Pedimos por los que son considerados como productos descartables en nuestra sociedad… Pedimos por las víctimas del poder mal ejercido… Damos gracias a quienes le prestan especial atención y dedicación a aquellos que son olvidados y relegados… Agradecemos a quienes son presencia y compañía en el dolor… Rezamos…

- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



QUINTA ESTACIÓN: FLAGELACIÓN Y CORONACIÓN DE ESPINAS

Lo desnudaron y le echaron encima un manto rojo; después trenzaron una corona de espino, se la pusieron en la cabeza y en la mano derecha una caña. Doblando la rodilla ante él, le decían de burla: ¡Salud, rey de los judíos! Le escupieron, le quitaron la caña y se pusieron a pegarle en la cabeza. Terminada la burla, le quitaron el manto, le pusieron su ropa y se lo llevaron para crucificarlo. (Mateo 27:28-31)

(Sobre un tema de Thomas Merton) En tus puras espaldas, dibujamos a latigazos una geografía y una historia sangrienta que sitúan la miseria brutal de nuestras vidas. En tus sienes pusimos, como símbolo del laberinto de nuestras caídas y de la oscuridad de nuestros sueños, la corona brutal de las espinas. Y rebalsando nuestra crueldad doblamos, como burla, las rodillas para tratar de ver si adivinabas quién era el de nosotros que te hería. Y Tú, Cordero del Señor, curabas nuestra putrefacción con tus heridas.

Hacemos memoria de decisiones y prácticas que refuerzan el escarnio y el ultraje a la dignidad e integridad de las personas… Hacemos presente a personas cercanas que están sufriendo esto… También, a situaciones de las que tenemos conocimiento… Pedimos por las víctimas del maltrato y de las múltiples violencias… Por quienes están en situaciones de constante peligro y vulnerabilidad… Damos gracias a las redes de contención y de solidaridad que se ocupan de socorrer a quienes están expuestos a situaciones de vulneración de derechos y a las víctimas de violencia familiar, institucional o social… Rezamos… - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



SEXTA

estación:

LA

CRUZ

A

CUESTAS

Con eso, tomaron por su cuenta a Jesús y cargando él mismo con la cruz, salió para un lugar que llamaban la Calavera (en la lengua del país, Gólgota). (Juan 19:17)

Hacemos memoria de los pueblos que históricamente han sido empobrecidos y saqueados de sus recursos… Pensamos en las naciones que son endeudadas… También en aquellas donde los conflictos bélicos, religiosos o étnicos devastan, sistemáticamente, a las poblaciones más vulnerables… Pedimos por quienes están en una situación estructural de opresión y humillación… Por aquellos que quedan sumidos bajo el peso de su agobio y cansancio… Damos gracias por la tenacidad de los pueblos… por la marcha constante y silenciosa que se sostiene a pesar de las injusticias sufridas… Rezamos…

-Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

En tus hombros dolientes, descargamos el peso de la culpa universal. Tú abrazaste el madero y asumiste el duro lance de representar la triste historia de nuestros pecados como Cabeza de la humanidad. Paso a paso, subiste hacia el Calvario enseñando al que quiere caminar en pos de Ti que tome cada día su propia cruz y siga tu compás. Paso a paso, seguimos desde lejos tus huellas en la densa oscuridad. Paso a paso, sentimos que estás cerca, tan cerca que la cruz no pesa ya.



SÉPTIMA ESTACIÓN: SIMÓN CIRENEO LLEVA LA CRUZ

Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, y lo forzaron a llevar la cruz. (Marcos 15:21).

Era un hombre cualquiera que volvía de su campo, cansado del trabajo. Al verte fatigado con la cruz, los soldados por fuerza lo obligaron a llevar tu madero en pos de Ti hasta llegar al monte del Calvario. Era un hombre cualquiera y te ayudó sin comprender, huraño, rezongando. Y poco a poco, al verte, fue entendiendo y hoy sabemos su nombre y lo envidiamos. Y sabemos el nombre de sus hijos, y en la historia quedó muy bien plantado. Ayúdanos a ser cireneos aliviando la cruz de los hermanos.

Hacemos memoria de quienes trabajan por su sostén diario y el de sus familias… Pensamos en los servidores públicos que, especialmente en este tiempo, quedan particularmente expuestos… Pedimos por los que en sus cuerpos llevan el peso de las fatigas propias y ajenas… Por las personas que con sus fuerzas ayudan en el caminar, sostienen en el andar… Damos gracias a quienes con sus esfuerzos colaboran en aliviar el dolor ajeno… Agradecemos también por las veces que los esfuerzos desmedidos han podido ser calmados por el apoyo y la compañía de otros… Rezamos…

-Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



OCTAVA

ESTACIÓN:

LAS

MUJERES

DE

JERUSALÉN

Lo seguía gran gentío del pueblo y muchas mujeres que se golpeaban el pecho y gritaban lamentándose por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren mejor por ustedes y por sus hijos. (Lucas 23:28)

Plañideras de oficio y compasivas mujeres de tu pueblo que lloraban. Tú, Señor, te volviste y les pediste que cambiara el fin de tanta lágrima. -No lloren, hijas de Jerusalén, por mí sino más bien por otra causa: ustedes mismas y sus propios hijos. Porque si al árbol verde así lo tratan ¿Qué se hará con el árbol que está seco? Veías el futuro de tu patria, veías nuestras vidas sin sentido, querías por amor rectificarlas. Secos de tanto llanto equivocado, danos, Señor, el río de tu savia.

Hacemos memoria de las mujeres de todos los pueblos y naciones… Las de ahora y las de todos los tiempos… Por el legado que nos dejaron, por la actualidad de sus causas más profundas, por el futuro de ellas y, a partir de ellas, de toda la humanidad… Pedimos por las mujeres que padecen todo tipo de violencia… Por aquellas que sufren la soledad y el aislamiento… Pedimos por aquellas mujeres que son tratadas de manera desigual y por aquellas que son víctimas de la trata de personas… Damos gracias a todas las mujeres que acompañaron a Jesús, que forjaron su personalidad y que le enseñaron… Damos gracias por las mujeres de nuestras familias, de nuestros ámbitos de trabajo, de estudio, de pertenencia… Damos gracias por las mujeres del mundo… Rezamos…

-Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



NOVENA

ESTACIÓN:

CRUCIFIXIÓN

Y

DESPOJO

Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota (que quiere decir "La Calavera"), le dieron a beber vino mezclado con hiel; Jesús lo probó pero no quiso beberlo. Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echando a suertes" y luego se sentaron allí a custodiarlo. (Mateo 27:33-36)

Hacemos memoria de los despojos que sufre nuestro planeta tierra cuando es arrasado en su biodiversidad y sus ecosistemas… Hacemos memoria también de las crucifixiones que hoy sufren los pueblos por políticas irresponsables, por el empobrecimiento de las mayorías, por el desigual acceso a la alimentación, a la educación, a la salud, a la vivienda y al trabajo… Pedimos por las personas que sabemos que están pasando hambre… Por aquellas personas que hace tiempo no pueden acceder a un trabajo digno… Pedimos por aquellas personas que sus necesidades básicas se encuentra insatisfechas… Las podemos mencionar… Damos gracias a Jesús por estar del lado y junto a quienes han sido despojados de lo esencial para vivir dignamente… Damos gracias a quienes hoy quieren continuar con Su proyecto… Rezamos… - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Árbol caído sobre el árbol duro, clavado en él por unos duros clavos. Todos sacamos una que otra astilla: tus vestidos, Señor, nos sorteamos. Y para adormecerte, te ofrecimos vino con mirra y hiel, amargo trago que Tú apenas probaste y rechazaste para beber despierto el otro vaso, el que tu Padre, para redimirnos, tenía en sus designios preparado. Tendido en nuestra tierra, cara al cielo, le pediste a tu Padre perdonarnos. ¡Estos pobres no saben lo que hacen, no les tengan en cuenta este pecado!



DÉCIMA

ESTACIÓN:

EL

BUEN

LADRÓN

Uno de los malhechores crucificados lo escarnecía diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros. Pero el otro lo reprendió: ¿Ni siquiera tú, sufriendo la misma pena, tienes temor de Dios? Y la nuestra es justa, nos dan nuestro merecido; en cambio, éste no ha hecho nada mal. Y añadió: Jesús, acuérdate de mí cuando vuelvas como rey. Jesús le respondió: Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lucas 23:40-44)

Es tan fácil decir que era un ladrón desconocido, aunque de mala fama. Es tan fácil decir que fue casual que su condena fuera adelantada para dar colorido a tu sentencia y hacerla aparecer justificada. Pero el hombre tenía un corazón y el dolor fue lavando su mirada. Y vio en Ti, compañero de suplicio, al Rey y te confió sus esperanzas: Acuérdate de mí cuando en tu Reino llegues a hacer, Jesús, por fin la entrada. Y Tú le respondiste: Hoy entrarás conmigo para siempre en mi morada.

Hacemos memoria de quienes han podido reconocer sus errores y convertir, así, su corazón y su mirada… De quienes, aún tarde, cambiaron hacia criterios más humanizadores… Pedimos por nuestra propia conversión personal… Por las veces que juzgamos apresuradamente… Por aquellas veces que le depositamos a los demás las responsabilidades sin reparar en nuestras propias inconsistencias… Damos gracias por el don del perdón… Por la actitud humilde de quien se reconoce necesitado de perdón y se hace cargo de sus debilidades... Damos gracias por las posibilidades cotidianas de poder hacer el bien… Rezamos… - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



UNDÉCIMA

ESTACIÓN:

JESÚS

NOS

DA

A

MARÍA

Estaban de pie junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Al ver a su madre y a su lado al discípulo a quien él quería, dijo Jesús: Mujer, mira a tu hijo. Luego dijo al discípulo: Mira a tu madre. Y desde aquella hora la acogió el discípulo en su casa

Antes de dar tu vida por nosotros, quisiste darnos a tu propia Madre. -Aquí tienes, Mujer a tu hijo. En él has de ver el rebaño innumerable de mi Iglesia y cuidarlo como a mí. -Juan, aquí tienes a tu Madre amante. En ella has de mirar toda mi Iglesia como imagen del Reino de mi Padre. Desde entonces, guardamos con nosotros a esa Madre que Tú nos regalaste. Desde entonces, tratamos de entender y de vivir ese misterio, clave de la familia que Tú mismo tejes con relaciones interpersonales.

(Juan 19:25-27). Hacemos memoria de las numerosas experiencias de madres que se han organizado para dar respuesta a las necesidades de sus hijos y vecinos… Hacemos memoria de aquellas madres que buscan a sus hijos y de las que los tienen lejos…

Pedimos por las madres que pierden a sus hijos a causa del narcotráfico y de la violencia en las calles… Por aquellas que padecen el abandono y por las que se les dificulta hacerse cargo solas de sostener y educar a sus hijos… Pedimos por las madres que sus seres queridos están privados de la libertad… Damos gracias a María que tuvo en su vientre a Jesús, lo crió y supo hacerse discípula… Hacemos una reverencia respetuosa en su memoria… Damos gracias por las madres que construyen la unidad en nuestras comunidades y familias… Rezamos… -Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



DUODÉCIMA

ESTACIÓN:

MUERTE

DE

JESÚS

Después deesto, sabiendo Jesús que ya todo quedaba terminado, para que se cumpliese aquel pasaje, dijo: Tengo sed. Estaba allí puesto un jarro lleno de vinagre. Sujetando a una caña de hisopo una esponja empapada con el vinagre, se la acercaron a la boca, y cuando tomó el vinagre, dijo Jesús: Queda terminado. Y, reclinando la cabeza, entregó el Espíritu (Juan 19:28-30).

Hacemos memoria de las muertes producidas por la desidia y por los sistemas que atentan contra la vida… Hacemos memoria de los Holocaustos… Hacemos memoria también de las muertes producidas por las pandemias… Pedimos por los miles de muertos anónimos que no figuran en ninguna estadística… Por las mujeres víctimas de femicidios… Pedimos y rezamos por los niños asesinados… Por los migrantes muertos en busca de un futuro más esperanzador... Damos gracias por los mártires que con su vida y testimonio nos enseñan a amar más parecido a como lo hizo Jesús… Damos gracias por aquellos que han dado hasta su vida en defensa de los demás… Rezamos… - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Juntando las hilachas de tus fuerzas, lanzaste un grito: Padre, entre tus manos pongo el Soplo de vida que me diste; ya está cumplido todo lo ordenado. Y tu cabeza se inclinó dormida sobre tu tenso pcho ensangrentado. Y un soldado, al saber que habías muerto, perforó con su lanza tu costado. Y brotó sangre y agua, como símbolo del Espíritu Santo que en el baño del bautismo nos lava con su tu sangre y nos abre las puertas del Santuario. Ese santuario que es tu pecho abierto para poder a todos albergarnos.



DECIMOTERCERA

ESTACIÓN:

LA

SEPULTURA

Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, como acostumbraban a dar sepultura los judíos. En el sitio donde lo crucificaron había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo donde aún nadie había sido puesto. (Juan 19:40-41)

Y bajaste a la tierra en que naciste como el grano de trigo que se siembra. Ya habías dicho que ese era el camino para dar como fruto vida eterna. Y abrazaste a la tierra como hermano y te fundiste totalmente en ella. Y en ella te encontraste con los hombres de todo tiempo que no hallaban senda para subir al cielo, ni sentido para sus miserables existencias. Y abrazaste a los hombres en un haz de raíces y tallos que regresan hacía la luz del Reino que Tú abriste con tu muerte y tu triunfo en nuestra tierra.

Hacemos memoria de las comunidades y movimientos que, calladamente, gestaron y van gestando algo nuevo (y bueno) en su entorno… Pedimos por las personas que no pudieron elegir no ser veladas ni sepultadas… También, pedimos especialmente por las personas que ante situaciones de pérdidas, sólo sienten vacío y desconsuelo… Damos gracias por las personas que nos precedieron y que han posibilitado que estemos aquí y ahora… Damos gracias por el misterio de lo no evidente y de lo latiente en la vida y en la historia… Rezamos…

-Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



DECIMOCUARTA

ESTACIÓN:

LA

RESURRECCIÓN

Las mujeres entraron en el sepulcro, vieron a un joven vestido de blanco sentado a la derecha y se espantaron. El les dijo: No se espanten. Buscan a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el sitio donde lo pusieron. Y ahora márchense, díganle a sus discípulos y a Pedro que va delante de ellos a Galilea; allí lo verán, como les dijo. (Marcos 16:5-7)

El kilómetro Omega del camino de tu cruz es, Señor, la luz de Pascua Desde tu tumba, brota victoriosa la espiga de tu vida transformada. Desde tu tumba, surge la bandera que nos señala el rumbo hacia la Patria. Desde tu tumba, salta el septiforme manantial de los signos de tu gracia. Y desde el tronco de tu vida nueva, nos llega la corriente de tu savia. Y ahora todo tiene un rostro nuevo porque Tú lo iluminas con tu llama. Y ahora el peso de la cruz se alivia con el fresco aletear de la esperanza.

Hacemos memoria de las personas e instituciones que, con su accionar y proceder, salvan vidas… Rescatan vidas… Ayudan a dar sentidos nuevos y profundos a personas que se encontraban en situaciones límites… Pedimos por aquellas personas que aún se resisten a mirar esperanzadamente y se dejan vencer por el desánimo y el pesimismo… Por quienes confían únicamente en sus propias fuerzas o criterios… Damos a Dios por haber resucitado a Jesús, Hijo suyo y hermano nuestro…. Damos gracias por el valor de la vida… Agradecemos los gestos y búsquedas diarias de comunión, de solidaridad y de unión, de sororidad y fraternidad, de justicia y paz, de ternura, misericordia y amor que brotan de lo más hondo del corazón de las personas… Rezamos…

- Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. - Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.



(Alejandro Mayol - La Fuente) https://www.youtube.com/watch?v=-0zY20Hc8uk

En la trama formidable

CREO EN UN DIOS COTIDIANO

CREO EN EL DIOS DE LOS RITMOS

CREO EN UN DIOS COMPAÑERO

de toda la historia humana

QUE LLENA LAS PLAZAS DE SOL

DE CUERDAS Y VIENTOS

QUE PARTE CONMIGO SU PAN

la Vida abrió una ventana

QUE HABLA CON LOS JUBILADOS

DE QUENA Y CANTOR

LLORA CONMIGO EN EL LLANTO

que jamás se cerrará;

Y PAGA AL CONTADO LO QUE PROMETIÓ.

DIOS BUSCADO POR GUITARRAS

Y CANTA EN EL CANTO CUANDO

Y CADENCIAS QUE AMARRAN LA VIDA

HAY QUE CANTAR.

por ella transita ya la humanidad en caravana...

Creo en el tiempo del hombre,

Y EL SOL.

cuando pelea al dolor.

Creo que el tiempo nos lleva

Creo Señor en la vida,

En el que rompe mordazas,

Creo en una tierra nueva

a tu retorno final.

creo que vale apostar.

construye su casa,

bajo esta misma ciudad.

Creo en las manos abiertas,

comparte el calor.

Crece en silencio y madura

Cuando se alce tu voz fuerte que manda a la muerte su presa soltar.

la cárcel desierta, el trabajo y el pan.

por la cerradura se puede espiar. Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya...

Creo que vale la pena Yo creo en toda palabra,

fundir espadas y hacer

Creo que bajo los puentes

que no esconda la verdad.

miles de rejas de arados

corre agua de manantial.

CRISTO SEÑOR DE LA HISTORIA

Toda señal, todo abrazo,

y en surcos callados

Riega el esfuerzo del hombre

CREO EN LA RESURRECCIÓN

que apriete los lazos de fraternidad.

hundir otra vez.

y enhebra sus días con la eternidad.

CLAVE DE TODO DESTINO DERRAMA TU VINO SOBRE ESTA NACIÓN…

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya...

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya...

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya...

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.


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