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Un día en la EvAU

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Al romper el día

Al romper el día

Son las 9:23 del martes 7, y la delegación de CJR llega a la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense para ver a nuestros alumnos de 2º de

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Bachillerato enfrentarse al que probablemente va a ser el examen más importante de sus vidas. En un pasillo encontramos a Jesús Ángel, profesor de Historia y acompañante durante estos días de los alumnos que acuden a hacer la EVAU, que mira a la sala en la que esos chicos están sentados

mientras les dan las instrucciones

previas al examen. Sobre sus mesas se ven bolis (algunos tienen hasta cuatro), típex, lápices, gomas de borrar y los relojes de quienes los tuvieran, que se lo han tenido que quitar de la muñeca. Hay dos profesores en el aula, y el que no está hablando va hacia la mesa que hay al principio y coge un sobre marrón que está sobre ella. Justo en ese momento, Ana Lucía se gira desde dentro de la clase, nos ve y nos saluda con una sonrisa para volverse poco después. Podéis empezar , se oye después de haber repartido los exámenes a todos los participantes, y después un silencio tenso y lleno de nervios.

Poco antes de las 11, hora y media después del inicio de la prueba, empiezan a salir algunos alumnos de ese primer examen de Lengua cansados y algunos hasta llorando; enseguida hay muchas voces porque todos están nerviosos y con ganas de comentar todo con los demás, preguntar lo que han puesto en esta o aquella pregunta... Más o menos todos tienen

sensaciones positivas, estaban seguros de que iba a caer el tema que ha caído, como mucho les han sobrado diez o quince minutos aunque otros iban justos y todos se ríen por las tildes y las faltas de ortografía.

A las 13:30, después del siguiente examen, se oye el mismo ruido de antes, por los mismos nervios tras el examen de Historia. Como Jesús Ángel es profesor de esta asignatura, es cuando más habla con todos para saber si han puesto lo que debían, aunque después de las tres pruebas se han acercado a él para comentarlo. En general ha ido bien, aunque nadie esperaba que saliera Fernando VII, porque había caído el día anterior, y cuando han visto la pregunta sobre él varios se han descolocado. Aun

así, todos se van a comer comentando cómo les va la

mañana, antes del examen de la tarde.

Cuando dan las 17:10 y llegamos a la salida del último examen del día, aún no esperamos ver a nadie porque quedan veinte minutos para que termine el tiempo, pero ya hay alumnos fuera: el examen de Inglés ha sido el más fácil. A casi todos les sobra tiempo y salen con muy buenas sensaciones, mejores que en los exámenes anteriores, por lo que terminan el día contentos y con ganas de irse a casa para dormir, darse un baño en la piscina y descansar después del día intenso y duro.

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