La Senda de Renata

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LA SENDA DE RENATA MARCELA G. RODRIGUEZ


LA SENDA DE RENATA MARCELA G. RODRIGUEZ


LA SENDA DE RENATA



LA SENDA DE RENATA

PRÓLOGO Cuando las personas enfrentamos la vida, y caminamos sobre nuestras propias huellas asumiendo cada paso con honestidad, tenemos la gran fortuna de reconciliarnos con nuestra historia, y de caminar con mayor conciencia y alegría para adelante. Así Renata, ha vertido emociones y sentimientos en cada relato de este libro, cada lágrima, cada sonrisa que en su camino de reconciliación ha encontrado, están con mucha honestidad puestas en cada palabra de este libro. Estos textos son valientes, no hay censura para cuando explora los lugares profundos de su camino y de interior, muestra a una Renata desde su propia mirada, desde su propia senda, desde su propia experiencia. Más que intelectualizar sus emociones, Renata nos hace sentir más que pensar, nos hace preguntarnos acerca de nuestra propia historia, nos invita sin proponérselo a mirar hacia adentro, a dialogar con aquellas emociones nuestras que pugnan por salir. Todos estos textos que nacen como ejercicios, logran relacionarse entre sí y contarnos una historia humana que con mucha generosidad la autora nos comparte, debemos agradecer esta forma de hacer público lo personal, esto es sin duda, la posibilidad de un encuentro del lector con él mismo. A pesar de que cada uno de los textos es independiente, todos ellos van siendo pistas del mismo camino, “La senda de Renata”, anacrónicos y autónomos, pero experiencias de un mismo ser humano, esto es lo que hace que convivan entre ellos. Acompañar a Renata en esta senda de expresar ordenadamente su camino de sanación, me ha hecho ser testigo del gran amor que ella ha encontrado dentro de su corazón y que ha sido su gran inspiración para que estos textos hoy vean la luz.

Luisa Samaniego Lapuente San Pedro, Cholula, Puebla Diciembre 20

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LA SENDA DE RENATA

D ED IC A T O R I A

Por mi amor, sacriďŹ cio y entrega dedico estos textos a mis dos adorados hijos, ellos son mi motor y mi ancla.

MARCELA G. RODRIGUEZ

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LA SENDA DE RENATA

I

Renata… p or R e n ata

Renata pensó… ¡Que nervios! Llegó el momento de presentarse, tomó un respiro profundo y empezó con su presentación ante toda aquella gente. Renata es una mujer que tiene un gran corazón con capacidad de dar sin esperar recibir algo a cambio. Unos ojos que reflejan profundidad, sinceridad en sus emociones y claridad en su espíritu. Una piel hecha de caricias tan delicadas que reconoce la intención con la que es acariciada.

Un olfato que la ha llevado a divagar a diferentes mundos culinarios, algunos extensos, otros no tanto. Unas manos que sanan, a su contacto se siente la energía que emana de cada dedo y de cada huella. Un cuerpo al que protege y guarda como cosa preciada por tantas enseñanzas de vida que le ha dado, cada cicatriz es un mural; un recuerdo de cada momento que la ha llevado a donde está.

Una voz tenue que es capaz de llevar a un estado físico y espiritual de calma.

Unos pies, que alguien describió como pies de princesa, que en cada paso, siempre con delicadeza se supera y avanza, quizás algunos de sus pasos tuvieron que retroceder, así ha entendido que el camino a veces se camina dos veces. Y de la mano de su niña interior es guiada a encontrar su felicidad y propósito de vida, esos pasos dejan huella en su camino con la esperanza de que ellos sepan que cada paso estaba permeado de amor por y para ellos.

Unos oídos que están listos para escuchar siempre, a cualquier hora y en cualquier lugar.

Un dormir que se acumula, momento sagrado que regenera su cuerpo, que la revitaliza y le da tranquilidad,

Unos labios de los que sólo se escuchan; palabras reconfortantes, oraciones de agradecimiento, consejos sabios, rezos fervorosos pidiendo bendiciones, y largas pláticas con entendimiento para escuchar y ser escuchada.

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LA SENDA DE RENATA oportunidad a su alma de que hable ahí por las noches, en sus sueños, sueños que limpian y desechan memorias dejando espacio a nueva que llegaran con bien. Una madre con gran capacidad para; educar, guiar y encaminar a sus hijos, poniéndolos primero que a ella misma. Una madre que encontró en serlo su verdadera felicidad, que se llegó a conocer plenamente y aprendió a estar con ella. Un pasado que agradece, pues reconoce que no sería la mujer que hoy es. Agradece porque ha cambiado su percepción de la vida, ha descubierto su versión sensible, sabe perdonarse y perdonar a aquellas personas que tanto amó. Hoy sabe que: No son su responsabilidad las decisiones de los demás, que no puede cambiarlas ni controlarlas, que sólo es responsable de las suyas. Pudo alejarse de las personas que tanto quiso para protegerse de ser lastimada, para no perder la paz, recobrar su libertad y dejar de sentirse culpable. Estar lejos le ha mostrado su parte bondadosa que había olvidado.

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Puede perdonar a quienes en el pasado no miraron sus cualidades, y la gran mujer que es sabe también que eso ya es pasado. Que el presente es suyo, que sus decisiones y sus relaciones son su responsabilidad, que las relaciones se logran con respeto, sinceridad y agradecimiento. Quiere pertenecer a un grupo social en donde se compartan creencias similares, en un ambiente en donde no existan envidias y rencores que obstruyan su crecimiento intelectual, físico y profesional. Que su verdad es su potencial para desarrollarse y formarse en el mundo. Que le queda tanto tiempo a Renata por vivir y probar cosas positivas de la vida ya que su mundo de experiencias le han dado esta oportunidad y lo más importante, ella se lo ha permitido por primera vez en su vida.


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II

Bal anc e de e spír i tu

Renata imagina una luz recorriendo cada parte de su cuerpo… La luz entra por las plantas de sus pies, jalando sus dedos y talones hacia la tierra que la sostiene fuerte y confiada. Cada dedo de sus pies tiene su lugar y cada dedo siente la firmeza de la tierra, las plantas de sus pies quedaron pegadas a la tierra, y los talones sirven de anclas dando balance a su cuerpo. Sube la luz por sus tobillos dándole más firmeza a sus pies, sigue por sus pantorrillas, entrando por cada vena sintiendo como esa luz da vida a la sangre que circula por cada vena de su cuerpo. Sus pantorrillas sienten ligereza, siendo el medio para sus movimientos entre sus pies y rodillas. Cada hueso que forma cada rodilla es impregnado por esa luz que le da elasticidad a su cuerpo para andar siendo flexible y comprensiva en cada decisión que toma y pensamiento que le surge.

La luz recorre sus muslos que son una parte importante de su cuerpo, le brindan empuje para cada paso y le aconsejan cuando parar, poniendo límites dentro de su vida. Al entrar la luz a sus caderas, Renata siente como un torbellino que circula dentro de su pelvis y vientre que le genera una sensación de alegría y nervios a la vez, pero esa luz ilumina hacia una apertura y al nuevo mundo en el que ahora pisa. La luz sube hacia la parte alta de su estómago cubriendo cada órgano a detalle, cuidando de ellos para que no vuelvan a sobrecargarse de preocupaciones y ansiedad, sus órganos quedan limpios, funcionando de una manera positiva y alegre. Al unirse la luz en su pecho, que es donde su corazón descansa, se forma una unión de luz y amor, es lo más valioso y por lo que siempre lucha Renata, vive latente en cada palpitación que da su corazón, de donde emana se rayito de luz lleno de amor que la mantiene viva cada día, y que les manda a sus hijos en donde

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LA SENDA DE RENATA vven, ya que sabe que se fueron dos pedacitos de su corazón con ellos. La luz sigue recorriendo su cuello, garganta y hombros que es donde cabe la expresión y voz de Renata, que se ilumina y puede escucharse a sí misma, que la escuchen los demás a lo que ella piensa y decide. Al final esa luz sube por su columna y cabeza entrando por sus ojos, oídos, boca y nariz. Cada lugar de su cabeza en donde se guardan conversaciones; sueños, lágrimas, besos, sonrisas, estornudos, sonidos y pensamientos, ahí también se guarda esa luz para brindarle conversaciones inteligentes, lágrimas de felicidad, besos de amor, sonrisas compartidas, estornudos sin enfermedad, sonidos placenteros, pensamientos positivos y sueños tranquilos.

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III

L a bel l eza d e m i s d í a s

El día de Renata empieza temprano, disfruta mucho levantarse cuando acaba de amanecer, eso le da una sensación de bienestar y de gratitud, aprecia sentir la energía que el universo le comparte para llevarla durante su día.

día en su plenitud. Para ella es importante recapitular sus acciones del día anterior, así analiza cómo fueron sus comportamientos tanto físicos como verbales y aprende de ellos para que en el nuevo día no los repita.

En donde vive ahora amanece más temprano, se alcanza a escuchar el canto de los pájaros y algunos de gaviotas ya que su lugar está muy cercano a la costa. Estos cantares le dan una sensación de tranquilidad, aprende hasta de los animales más vulnerables que se despiertan contentos, cantando agradecidos.

La atención necesaria que le da a cada actividad de su día es algo nuevo en esta etapa de su vida, recuerda que en una ocasión pensó que el tiempo lo tenía seguro, ahora sabe que es lo único que tiene contado.

Al despertar hace sus hábitos normales; el baño, los dientes, enjuaga su rostro y prende la tetera para calentar agua. En lo que se calienta el agua tiende su cama, llena su cafetera de un café Italiano que disfruta mucho, y en lo que el café reposa guarda ropa, lava trastes y espera con calma su café, lo sirve en esa tasa que compró especialmente para eso y le agrega la cantidad exacta de leche y disfruta cada sorbo que le da, cada uno lleva a su cuerpo una sensación cálida y reflexiona… el

Después de su diaria reflexión, Renata está más presente en cada momento, cada movimiento que hace, siempre lo hace pensando en sacar lo mejor de ella, para ella y para los demás, ya no pierde su tiempo discutiendo con personas o situaciones vanas, o en engancharse en hábitos innecesarios, más bien avanza cada día lo mejor que puede, siempre mostrando agradecimiento. Este ritual que hace cada mañana lo valora y siempre se da tiempo para hacerlo, aún si está enferma no deja que nada interfiera en ello. Su mente ya conoce la tranquilidad y se

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LA SENDA DE RENATA desengancha fácilmente de pensamientos engañosos, se sienta con su café en una mesita que da hacia una ventana donde puede ver el cielo y el color que cada mañana le brinda, hay días que se encontrará nublado, con lluvia o con el sol mostrando su esplendor, hasta puede sentir el fresco que entra desde afuera y encuentra la manera de meterse a su espacio. Aquí es donde dedica el tiempo a su escritura con mucho respeto, inspiración y devoción, como si fuera un momento sagrado para ella, su mente se pierde, los factores que la envuelven a su alrededor la impulsan a sacar su creatividad y pensamientos en las palabras que escribe. Su escritura forma parte de su rutina y disciplina diaria, aun cuando hay días que podrá sólo escribir un par de oraciones, o días que lo hace más de lo normal, pero lo importante es que mantiene su visión hacia adelante en constante movimiento, ya no se detiene ante nada. Hay un parque grande muy cerca de su casa que procura visitar seguido para caminar, tomar el sol y respirar, hay caminos dentro del parque y bancas donde se sienta a escuchar el viento, sonidos de las hojas y otros sonidos que le trae el aire. Este momento de su día se convierte en una experiencia nueva donde puede estar en el exterior, es algo que aprende a disfrutar, es como

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tomar la vida en un solo momento, sin tener que preocuparse de nada, sólo sentir y disfrutar. Esta sensación es la que Renata busca, sólo sentir, sin que nadie la juzgue. Trata de cocinar cada dos días para organizar sus alimentos de la semana, los platillos que prepara son simples, por el momento su cocina es muy pequeña y no cuenta con horno ni con diferentes utensilios para crear otro tipo de recetas, pero lo toma como un reto, poder cocinar en un espacio limitado y con pocas herramientas, que al final de su elaboración alcanza a crear platillos muy sabrosos. Todos los momentos son nuevos para ella y se suman en su experiencia de vida, pero ahora son momentos buenos que está abierta a recibir. Por las tardes descansa, luego se comunica con su hermano y sus hijos para platicar, quizás habrá días que ellos se encuentren ocupados pero procura al menos tener algún contacto para saber que se encuentran bien. Al atardecer empieza con su rutina de la noche, se prepara algo ligero de cenar, y continúa con su rutina para dormir, las horas de sueño son muy importantes en su vida, procura dormir entre ocho a nueve horas es lo que su cuerpo le pide para sentirse descansada.


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IV

PAS EANDO P OR L A A L E G R Í A

La alegría de Renata en su pasado se fundamentó en el contacto con personas, primordialmente con su familia luego sus amistades, sus compañeros en los años de estudiante, cuando participó en actividades físicas o deportivas, siempre buscando sentir calor de hogar y ser aceptada y pertenecer a un círculo social. Desde niña, sus mejores momentos fueron cuando en casa de sus abuelos se reunía toda la familia para comer, así fue cada domingo alternando con sus abuelos paternos y maternos. Esos momentos disfrutó mucho desde la entrada hacia la casa de sus abuelos y oler los jazmines que había por toda la entrada de la casa o admirar las buganvilias que era una flor muy típica en aquellos años, Renata sentía al entrar ahí que todo estaba bien y en armonía, que nada malo podía suceder. La comida que se preparaba era otra causa de sentir alegría ya que desde niña, Renata siempre tuvo pasión e interés por aprender a cocinar, oler aquellos platillos servidos o entrar a

las cocinas y ver a sus abuelas cerca de la estufa siempre preparando alguna receta. Recuerda que su abuela paterna acomodaba una mesa pequeña con sillas pequeñas para los nietos, y arreglaba la mesa del comedor para los adultos con copas color rojo de cristal con filo, al ver a los adultos sentados al lado de la mesita, Renata compartió momentos muy alegres con sus primos. Conforme fue creciendo la familia, sus abuelos mantuvieron esa tradición de reunirse los domingos y para celebrar la Navidad, fueron eventos importantes para todos. Renata creyó que su alegría surgía de ser servicial con otros, tanto que se convirtió en una etapa muy agobiante por estar más atenta de los demás que de ella misma, pero esto después se fue transformando gracias a su madurez y experiencia. En su presente, para Renata es prioridad su bienestar, cuidarse y planear su vida estableciendo límites y metas, así sean pequeñas, una por una las ha ido logrando, entendió que crear una meta grande le causaba

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LA SENDA DE RENATA frustración, cansancio y duda, pensando en que quizás no se llegaran a cumplir, y al final le creaba un sentimiento de fracaso con un estado emocional débil. Esta característica de Renata de ser altruista aunado a su trabajo constante de aprender, ser mejor persona, conectarse con su espiritualidad interior, ser humilde, no crear apego a cosas materiales o a personas, pudo crear un sentido de mantenerse alegre por sentir esa satisfacción cuando comparte y ayuda a los demás sin esperar recibir nada a cambio, esto fue la clave fundamental, no esperar nada, sólo dar. También ha puesto como prioridad una diferente relación con su familia, ya no tiene un apego como en el pasado, ha aprendido a ponerse límites y no dejar que los problemas de sus familiares caigan a ser suyos, ya los puede ver con otro enfoque, de una manera respetuosa, claro, siempre brindando un apoyo pero no dejándose llevar y queriendo resolverlos como si fuera su responsabilidad. Ya aprendió que cada uno tiene que ser responsable con su vida, las altas y bajas, es parte de ser un adulto. Se empieza a desarrollar la alegría máxima cuando aprendemos a vivir

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nuestras vidas con consciencia, aceptando todo lo que venga y así mismo ir resolviendo situaciones, ya que es la única manera de crecer y madurar, sin esto jamás podremos desarrollar nuestra consciencia ni encontrar y mantener la paz.


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V

Romp i endo c a pa s

Renata sintió que estaba lista para lograr un importante paso para su libertad… En una mañana llena de luz con una sensación que le dio cuando había terminado de llover que todo el cielo y las plantas se vieron tranquilas, se sentó en su sillón favorito para leer un Diario que había escrito meses atrás pero lo tenía guardado. No lo había vuelto a abrir, ni menos volver a leerlo. Recordó aquellas palabras que una vez escribió con mucho dolor pero que en su momento se sintió con la valentía de leerlo de una manera tranquila. Estando presente sin juzgar, solo leerlo como una historia pasada que por fin ya no la definía. Se puso a recordar qué sanó sus heridas emocionales mediante el perdón, pero perdonando desde su corazón quizás aquellas personas no merecieran su perdón pero porque Renata decidió poner un fin a su sufrimiento y al dolor.

Dentro de ese perdón florecieron tres valores de ella que han compuesto su esencia desde niña que fueron: la honestidad, la paciencia y el amor. Así Renata había aprendido lo que era el amor tomando en cuenta que: En el amor no existen obligaciones, no hay resistencia, no se esperan expectativas, se basa en el respeto, no cabe la lastima, tiene compasión, es totalmente responsable, es siempre amable, existe la justicia y, en el camino del amor se da más que se toma. Al fluir tantos recuerdos Renata se pudo sentar para abrir su diario. Empezó a leer… Hace tanto tiempo que no recibía un año nuevo lleno con plenitud física, emocional y espiritual. Este año será el comienzo de una vida que tanto anhelé junto con mis hijos, nos caerán bendiciones y abundancia de todo tipo.

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LA SENDA DE RENATA Aquella tarde acompañe a mi hijo a su partido de futbol y pude ver en el su gran potencial y fortaleza, me hizo reflejarme en mis hijos y pensar si yo hubiera tenido una guía y apoyo de niña hubiera logrado tantos sueños, porque sé que el potencial que llevo dentro de mí siempre estuvo latente, pero me queda la alegría y satisfacción que estos dones les heredé a mis hijos y es el reflejo del amor tan grande que les tengo. Sentí el hablar con mi padre y soltar mi voz por primera vez y que escuchara de lo que siempre fui capaz porque nunca validó mi fortaleza interna. El yoga me ayudó a balancear y reafirmar mi confianza interna hacia mi vida, lo que había perdido desde que nací sentí como un fuego se desató dentro de mi ser significando el comienzo de mi sanación. Hay días que mi cuerpo pide descanso por haber liberado y soltado esa parte tan oscura y negativa que vivió por tantos años causando agotamiento. Aprendí que los pensamientos definen nuestras vidas, ahora siento que puedo controlarlos ya que esos pensamientos estaban llenos de miedo y dolor. Me desperté llena de energía y

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felicidad, ahora sé cómo cuidarme y que nadie drene mi energía, para poder dar tengo que recuperar mi amor propio. Mis sesiones de terapia me guiaron a un nivel elevado de consciencia, ya veo dónde piso y hacia dónde quiero ir, hoy fue un día lleno de Bendiciones. Soñé que estaba presente en una boda con mi hermano y veía aquel hombre sujetando una paloma blanca en sus manos y la soltaba hacia el cielo, en el fondo se veía una casa quizás había sido la casa donde viví y donde nacieron mis hijos. Mi psique me llevó al pasado quizás para decirme que esa situación ya había sanado y que estaba lista para soltar ese dolor que llevaba cargando y que a la vez impedía en mi desarrollo espiritual y avanzar en mi plan de vida. Pude comunicarme con mis hijos de una manera sana para ayudarnos, apoyarnos, y al escucharlos sentí la fortaleza de cada uno que me brindó una sensación de tranquilidad, supe que a partir de ese momento empezaría una relación llena de amor y respeto. Ahora yo mantengo la paz sobre mis hijos, soy su eje y donde estén ellos aun a distancia estaremos conectados


LA SENDA DE RENATA de por vida porque vivo en el presente con consciencia sin que nadie me manipule. Elijo mis propias decisiones sin tener la aprobación de alguien, confío plenamente en mí y sigo mi intuición. Logré aceptar y perdonar mis errores por las repetidas veces que cedí a situaciones que no decidí y que me dejé controlar por carencia de amor propio. Las emociones de miedo y dolor me tenían paralizada pero las pude soltar para que situaciones positivas y personas buenas entraran en mi vida. Dejé de escribir un mes y desde entonces se presentaron como olas del mar situaciones del pasado con más dolor, es como si hubiera encontrado la raíz de todos mis sufrimientos y de todos esos eventos traumáticos de mi vida que causaron que me enfermara por tanto años. Esa raíz que tenía sembrada a la fuerza por mis padres o por algún karma ancestral. Ya vino un renacimiento a mi cuerpo las cosas las veo muy claras sin juzgar ni juzgarme, sé que viví en base a mi subconsciente y con esa información que fue programada que causaron actitudes negativas en mi pero sé que

esa persona nunca fui yo. Ahora es diferente ya vivo en base a mi consciencia, mis ideas, valores y amor propio nadie puede decidir por mí ni nadie me podrá definir y si esto significa tener que separarme de las personas que quiero que solo alimentaron y propiciaron mi malestar tendré que separarme de ellas. Empecé con sesiones de acupuntura como un medio para despegar de mis huesos y sangre eso tan tóxico que me tenía anclada a sentir dolor y miedo, y a una falsa identidad propia. Siempre me veía y me juzgaba tan fuerte, que me causaba sentir ansiedad, enojo, y resentimiento. Me siento mejor ya sé que tengo opciones y que no seguiré en el ciclo de abusos, ahora me pongo en un postura que no es de víctima. Poco a poco se caen las últimas capas de mi ser que ya no me sirven y estoy llegando al centro de mi alma y de mi verdad. Vivo día a día escucho mi voz interior y a mis ángeles que cada día me muestran que me cuidan me dan señales para poder ir en dirección de mi camino, vivo con fe y tratando de

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LA SENDA DE RENATA compartir y ayudar a las personas que quiero. Confío plenamente en cada respiro que doy y en las energías que el Universo me regala. Pido y busco libertad, con mis prácticas de yoga empezaron a florecer en mi la necesidad de sentirme en paz mentalmente, espiritualmente y físicamente”. Cuando antes sentía miedo de llegar al cruce de donde se reúnen mi destino y mi camino ahora es lo contrario desperté muy a tiempo para empezar esta transición que me ayudó a conocerme, aceptarme, y amarme como soy. No cabe duda que las oportunidades para trascender vienen y se van en un segundo y no sabemos cuándo vuelvan a presentarse, creo que me llegó esta oportunidad cuando decidí viajar sola por primera vez. Estoy pasando por una crisis de sanación porque me duele mi ser más de lo normal pero lo dejo sentir y sé que pronto se saldrá de mi cuerpo para que yo pueda sentir al fin una paz total. Aprendí de mi pasado, de situaciones cuando a los demás le sucedía un problema yo me sentía culpable y

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cargaba con esas responsabilidades ajenas tratando de resolverlas y ser siempre la salvadora de todos al grado que ponía a todos primero antes que a mí, por eso me enfermaba tanto por tanto agotamiento físico y mental. Aprendí a poner mis limites, a quererme y cuidarme, ahora yo estoy primero así mi cuerpo puede sentir, mis órganos funcionan normal y mis emociones están en orden. Tengo que seguir buscando mi hogar y mi paz en un ambiente de amor, calidez y de aceptación.


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VI

B ri nc o a l a lib e r ta d

Renata no tenía en su lista de deseos aventarse de un paracaídas, pero subió en el rango de su lista y sintió un deseo inmenso de hacerlo, lo hizo y fue para ella una gran experiencia que la llenó de emociones. Cuando se aventó llegó a sentir miedo, la paralizó un tiempo, pero fue disipándose hasta convertirse en una gran emoción de aventura que sucede cuando se disfrutan las cosas más simples de la vida, esa emoción que siente cuando se aleja de los hábitos negativos y se avienta a los nuevos. Renata fue postergando ese brinco del paracaídas, como fue postergando ese salto a la libertad, a ese respiro de aire nuevo y puro, algo dentro de ella, impedía que se aventara, pero algo muy curioso y latente se sembró muy fuerte dentro de ella que sostenía esa oportunidad.

Recuerda muy bien que hace varios años alguien le dijo que siempre había luz al final del túnel, así fue como sintió esa aventura de aventarse a la libertad acercándose cada vez más a esa luz. Ahora su vida tiene más sentido y fluidez, cada día lo acepta como si fuera el único, no retrocede al pasado más que para tomar experiencia y dar lo mejor cada día. Ha dejado de sentir miedo o preocupación innecesaria, ahora está al par con la sincronía de las energías que la mueven y la llenan de gozo. Sabe que al final, lo único que importa es agradecer lo que el día y las personas le ofrecen en ayuda y conocimientos, es así como logra conocerse, aprendiendo de los demás.

Al sanar y crecer en consciencia, con determinación y la apertura a las oportunidades que ella misma buscaba a diario, esa emoción se convirtió en seguridad después de aventarse.

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VII Un sentimiento profundo llevó a Renata a elegir ese lugar encantador donde vive ahora, no imaginó que llegaría a ser ese destino. Algo dentro de ella la guió y empujó con anticipación para prepararse, cuando al fin supo a dónde iría, empezó a moverse hacia lo desconocido. Sólo presintió que tenía que ser un lugar muy lejos de donde su vida se había desarrollado, y tan lejos de aquellas personas que una vez la lastimaron tanto, que le hicieron creer que fueron honestas con ella y que realmente la quisieron por quien era, pero al final también esas máscaras se fueron cayendo. Eso fue lo que la llevó a buscar otra vida en un lugar distinto, rodearse de gente que la quisiera desde su esencia con sus valores y sus cualidades. Todo esto hizo que brotara en ella algo de miedo, pero un miedo positivo que a diferencia de su pasado lo utilizó como un medio para seguir avanzando sin dejarse vencer por las circunstancias ni por las opiniones ajenas, fue un miedo que la llenó de curiosidad al no saber qué vendría al

El l u ga r e l e g id o día siguiente. Renata disfrutó su presente por primera vez con mucha plenitud y tranquilidad, ella abrazó cada día dándose otra oportunidad para conocerse en su soledad e ir planteando sus cimientos de uno por uno, con cimientos firmes hechos con su experiencia y su lógica, sin sentir presión de tener que encontrarse en un estado de alerta, complaciendo o expensas de las necesidades de los demás, ni cargar con responsabilidades y problemas ajenos. Todo esto lo logró depurar desde el más oscuro rincón de su ser, como si hubiera destapado un olla de presión y todo ese vapor que soltara ya no pertenecía a ella, lo dejó libre con un rumbo hacia sus verdaderos dueños. Esa presión que logró soltar la soltó en el lugar apropiado, lleno de calma sin que nadie interviniera en su transición, viviendo un proceso de sanación, recuperación física y emocional. Lleva con ella un cuerpo y espíritu limpio, lleno de paz para llenarlo de amor, de nuevas experiencias y recuerdos.

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LA SENDA DE RENATA El tiempo es sólo de ella aunque a veces pudiera volver a su pasado por hábito, o se le lograran aparecer algunos fantasmas, los logró aceptar sin juzgarlos ni relacionarse con ellos, sólo los dejó pasar como si fueran corrientes de aire sintiéndolos sin quedarse fijos. Así cada día aprendió más de ella y reconoció todas sus fortalezas que la llevaron a ese lugar que podrá llamar hogar. Se identificó con cada una de sus cualidades, y lo más increíble, no pensó que pasara algún día, dejó su pasado y miedos atrás, sólo así pudo avanzar. Su pasado la había mantenido congelada, y al presentarse oportunidades que ella quiso tomar alguna vez, las dejó ir, reconoció ese ciclo y rompió con esa atadura. La mirada de Renata cambió hacia su presente donde su límite se abrió para descubrir una nueva vida en donde ahora vive como siempre quiso.

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VIII Renata aprendió que enamorarse era sentir mariposas en el estómago y sentir ese primer beso como si una ola del mar cayera sobre tu cuerpo, Renata creía que en cada mirada y en cada sensación de mariposas en el estómago se había enamorado, y así mismo de la noche a la mañana sus parejas se alejaban dejándole un sufrimiento profundo, después de varias experiencias así, hizo una reflexión personal y miró las actitudes que tomaba en sus relaciones que la llevaban al caos que sentía. Nunca la habían enseñado que amar tenía que ver con amarse, que el amor propio se va cultivando con los años y que no se puede sentir que amas de la noche a la mañana, que el amor es una semilla que todos tenemos y que está lista para cultivarse, al igual que el odio, con la misma potencia, el amor se cosecha en alegría y el odio en dolor. Descubrió que esa semilla del amor debe cuidarse como se cuida una planta, a esta la podemos ver; si le falta o sobra sol, agua, tierra, fertilizante, si hace frío hay que cubrirla, en cambio el amor es algo

L a p l an ta d e l a m o r que no podemos tocar ni ver, eso lo hace más difícil de cuidar, lo tratamos con muy poca compasión e importancia, y por eso el corazón se vuelve frío y sufre, y cuando sufre el corazón sufre todo el cuerpo, nos nos enfermamos, nos sentimos ansiosos, enojados, y vamos haciendo a un lado a cualquier persona que se nos acerca, nos volvemos ajenos al mundo y nos encerramos en nuestro mundo egoísta. Debemos detenernos pues con los años dudamos de nosotros mismos, desconfiamos de los demás y adoptamos una actitud de víctima, en donde las demás personas son culpables de nuestro presente y no tomamos responsabilidad alguna de nuestra vida, se crea un ciclo negativo hasta que caemos en una profunda depresión y nuestra salud se deteriora. Ella pasó por esto, se sentía tan mal que se enfermó, sus relaciones se deterioraron con sus amistades, familia, compañeros de trabajo, colegio, vivía una vida solitaria, sentía que todos estaban en contra de ella, lo único que podía pensar y sentir era culpar a otros, decirse “pobre de mí”, excusarse de la realidad para no

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LA SENDA DE RENATA enfrentarla, se dio cuenta que creía que los demás la apoyaban cuando era lástima lo que sentían, todos estos sentimientos la llevaron a tocar fondo en todos los aspectos de su vida, tuvo que hacer un cambio drástico; primero en su actitud hacia sí misma, reconoció y aceptó su responsabilidad, eso la llevó a mejorar todos los aspectos de su vida. Reconoció esa valentía y fuerza con la que nació, la ayudaron a recuperar y a sanar día con día, después de un tiempo se perdonó, su amor propio crecía y fue construyendo pieza a pieza su vida, su corazón se limpió de tanto sufrimiento, y permitió que el amor entrara en su ser, se da cuenta que ahora el amor que ella se tiene atrae el amor de otras personas. Renata sabe que ese amor que ahora se tiene, es como esa planta que debe cuidar, atender y abrazar.

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IX En ese atardecer único, Renata entró caminando a ese parque lleno de vida, de historias. Sujetaba un helado en su mano derecha, un helado muy típico de la ciudad, un barquillo de galleta lleno de nieve vainilla con una textura muy ligera y airosa, está decorado en eL centro con un palito de chocolate y dándole color por encima una mermelada de moras, cada bocado se le deshacía en la boca. Llegó a una banca enfrente de un lago, se sentó mientras disfrutaba su helado con la combinación de los sabores y texturas, al mismo tiempo admirando el paisaje y todo lo que le brindaba, sintió como si estuviera en una pintura, en un lago pequeño con un árbol plantado en el centro, y sus hojas cayendo sólo rozando el agua que a la vez servían de pequeños escalones para que los pájaros que subieran en él. El barquillo empezaba a derretirse mientras admiraba en el cielo dos palomas, cuando giró su cabeza hacia arriba sintió una gota de nieve caer en su cuello, sintió como si esa imagen de las dos palomas hubieran congelado ese momento en su vida.

Al eg rí a d e l i b e r ta d

Entró en la pintura ella misma, miró como se desprendía de Renata sentada en la banca y entraba con calma a esa escena como si fuera ella parte de la pintura. Empezó a seguir a las dos palomas que libremente jugaban, una volaba de cierta manera y la otra trataba de imitarla pero sin acercarse. Renata seguía a la segunda paloma tratando de limitar las diferentes formas que hacían con sus alas, así Renata extendía sus brazos moviéndolos acordes a cómo las palomas lo hacían, sintió como en cada movimiento de sus brazos soltaba nostalgia causada por el duelo que estaba pasando, como si sus brazos fueran tubos desahogando todo aquello que aún tenía que tirar. Las dos palomas le estaban enseñando a sanar y a sentir libertad, con esa alegría y cantos que a cada movimiento se escuchaban, Renata no dejaba de seguirlas y de imitarlas, comenzaba a sentir alivio y no se quería detener. Las palomas empezaron a volar cada vez más rápido y se alejaban, Renata aceleraba sus movimientos pero no logró alcanzarlas, ahí supo que las

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palomas le habían dejado una lección y que ahora ella tenía que seguir con esa libertad de movimiento, tenía que continuar su camino y su nueva vida. Sintió algunas lágrimas salir de sus ojos y caer en su pecho, pero cuando volteó hacia su pecho miró que eran gotas del barquillo de la nieve que se estaba derritiendo. Siguió mirando el lago desde esa banca, en su corazón estaban las palomas imitando gestos de alegría y libertad.

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LA SENDA DE RENATA

X

P u edo c on e l po d e r

Cuando Renata era niña relacionaba el poder sólo con personas que tenían puestos en el gobierno, conforme fue creciendo lo fue interpretando de una manera diferente, no le hacía sentido, el poder tenía que ver con el dinero y que sólo la gente de dinero tenía acceso al poder.

excavó a fondo y cambió esas raíces de donde había nacido el sufrimiento. Renata entró en una etapa de transformación, sus maneras de actuar y de percibir las cambió a una a una manera positiva y con esta nueva percepción Renata comenzó vivir cambios muy grandes en su vida.

Pero, ¿Qué era en si el poder para ella? era algo que Renata se cuestionaba, una palabra tan simple podía llegar a algo tan grande y hacer daño a tantas personas cuando se usaba de una manera incorrecta.

Su poder interior fue floreciendo cada día y fue guiándola a tomar decisiones importantes para su felicidad, dándose ella ese poder y compartiéndolo con otros cambió su armonía con sus seres queridos y de su vida.

Pero al pasar de los años y después de tantas experiencias, Renata supo que al final el poder no solamente se relacionaba con el dinero, más bien se refería a su poder interior, del que no sabía que siempre había estado dentro de ella, su fuerza interior la había cedido a cambio de objetos materiales y de haber vivido una vida llena de opulencia y lujos. Fue esto lo que la llevó a una vida llena de conflictos, sufrimiento y enfermedades. También pudo aceptar el origen de tanto sufrimiento y dolor, así que

Renata ahora sabe que el poder no es malo, al contrario es una cualidad positiva y debemos respetarlo y fortalecerlo día con día, teniendo seguridad de querernos y aceptarnos como somos en todas las formas; física, emocional y espiritualmente. Cuando existe un rechazo hacía nosotros mismos el poder baja de sintonía y se comienzan a desajustar ciertas áreas de nuestro cuerpo manifestándose con síntomas o enfermedades.

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LA SENDA DE RENATA Nuestro poder interior es como una brújula llena de energía y la energía es la que nos mueve, se adquiere con el balance armonioso de nuestro interior, cuando no existe resistencia y sólo dejamos que fluyan las cosas, esta energía nos va dirigiendo en nuestro caminar, nuestra reflexión y nuestro cambio de rumbo, si aprendemos a sentir este poder nuestra vida se vuelve mas tranquila y ligera día con día. Quizás las personas que carecen de su poder interior lo tratan de enmascarar fijándose en poseer o engancharse con situaciones, personas u objetos, o comportándose de una manera irrespetuosa hacía los demás y hacia ellos mismos, eso es auto engaño, piensan que tienen poder cuando en verdad carecen de ello. Hay que saber cómo manejar el poder, cuando pasamos por situaciones vulnerables ya que tendemos a regresar a los hábitos viejos queriendo resolver todo de una manera inmediata ó volver a caer en el confort, pero cuando se nos presentan estas situaciones debemos de mantener esa fuerza y dejarnos sentir lo que esté pasando por nuestro cuerpo y dejarlo ir sin engancharnos, sin juzgar o sacar más de lo que es, no hay que ceder a ello porque es cuando empiezan los conflictos internos y externos.

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Renata vivió muchas experiencias en donde su poder era tan débil que tendía a querer controlar sus circunstancias y hasta a las personas que quería, la carencia del poder interior la llevó a alimentar una ansiedad que la fue mal aconsejando durante su vida y le provocó enfermedad. Cuando las situaciones se salían de control, ella se aferraba a quererlas controlar y cambiar de una manera que ella se sintiera bien sin pensar en nadie más que en ella. Toda esta resistencia fue creando o llenando emociones negativas que le causaron infelicidad tantos años, ahora lo reconoce de una manera armoniosa y con amor, sin juzgarse, así ella pensó que era lo correcto en esa época. A raíz de estas experiencias tan tremendas Renata volvió a su esencia y nadie le puede decir o cambiar lo que ella ya sabe, esta verdad que descubrió la guarda muy dentro de su corazón y es ahí donde Renata encuentra su paz y felicidad.


LA SENDA DE RENATA

XI

S oltand o e l a lm a

Renata se sube a la canasta del globo aerostático, aun sintiendo muchos nervios entra y sus manos se sujetan del barandal mientras poco a poco se eleva el globo. Su primera sensación es sentir cómo su sangre sube por su cuerpo, comienza por sus pies y lo va recorriendo todo hasta su cabeza, al mismo tiempo un respiro profundo llena su pecho, no sabe hacia dónde se dirige o lo que va a presenciar en el camino.

limpio de toxinas externas. Sigue sintiendo el aire en su rostro, se siente completa, su corazón late, el aire le ha regresado su integridad e identidad, con una sonrisa grande en su rostro le agradece al aire y a la altura por ese regalo tan inmenso lleno de satisfacción. Abre sus ojos, una gama de colores nuevos que jamás había visto ni pensado en sus combinaciones, asaltan su mirada, ve que cada color tiene una forma y un estilo propio que los hace únicos en el cielo, ese paisaje es único, no existe otro igual.

Empieza a notar cómo el aire se vuelve más ligero y que ese mismo aire es el que va sujetando al globo, se siente segura, el aire es intangible y la brisa se cuela por cada espacio y no siente ningún arrebato. Sintiendo esa calma se atreve a soltar sus manos del barandaL para aprovechar la ligereza y minimizar la tensión que crea en sus manos y hombros, así suelta de cuerpo y de emociones, cierra los ojos y absorbe el momento. ¡Se siente libre!

Mira hacia abajo y a lo lejos ve un pedazo inmenso de tierra que no distingue su forma, pero percibe su existencia eterna, no reconoce en ella el paso del tiempo. Renata reflexiona en que al final del camino ese pedazo de tierra sobrevivió gracias a la fortaleza y determinación, así mismo ella siente que la fortaleza que guarda es la que la trajo a donde está ahora.

Dice si, y su piel se eriza, sabe que ya no estarán esos sentimientos negativos, que cada poro se piel está

Hoy sabe que su corazón ha entregado mucho amor, y que es capaz de seguir llenando su corazón

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LA SENDA DE RENATA amor para seguir entregándolo. Renata siente con tranquilidad como el globo se va moviendo lentamente hacia un destino con rumbo, esa sensación le hace pensar que su vida debe ir con ese mismo movimiento; con tranquilidad, lento y hacia un destino con rumbo, sin presión para tomar decisiones. Oye a su corazón, ahora él será su guía, debe cuidarlo para confiar al escucharlo. El globo desciende y Renta siente como si estuviera en una cuna que se mece y ella abraza a ese ser que descansa dentro de ella, el viento que siente Renata es diferente en una dirección opuesta, ese viento que ahora la trae de regreso, la renueva, la llena de amor propio y de pasión para empezar a vivir con toda su experiencia y esencia aquí, ahora.

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LA SENDA DE RENATA

XII

C i c at ri ce s d e e n o j o

Renata recuerda que de niña, adolescente y hasta hace poco en su etapa de mujer madura su forma de manifestar el enojo fue igual, reprimiendo la emoción, ya que no aprendió a sentir ó canalizar esa emoción para que no se quedara guardada dentro de su cuerpo. Renata no fue una niña que hizo berrinches, cuando sentía enojo se quedaba callada sin decir nada y se iba a algún lado a alimentar más su enojo, en vez de ayudarla en que se abriera ante esa emoción para que pudiera dejarla pasar, era como si el orgullo estuviera siempre por encima y la certeza de que Renata siempre tenía razón de enojarse y quedarse callada por días. Este enojo la fue enfermando cada vez, produciéndole cólicos fuertes en su etapa de adolescencia hasta mujer, dolores de cabeza que llegaron a convertirse en migraña, gastritis severa, vértigo, alergias crónicas y varias cirugías que se tuvo que realizar. Renata reconoce que uno de los grandes factores para guardar su

enojo, fue la nula comunicación que existió dentro de su casa, Renata al no saber comunicarse, se le empezó hacer más difícil expresar sus emociones, sólo pudo guardarlas hasta que se acumularon más de lo que su cuerpo pudo sostener. Al no tener voz el enojo, se quedó mudo como si algo dentro de ella se hubiera quemado, sintió este ardor que fue causado por el enojo, su nivel de estrés se elevó y así mismo entró en un nivel muy alto de ansiedad que tuvo que entrar en tratamiento por depresión y ansiedad bajo el cuidado de psicólogos y psiquiatras. Pero más que el sentir enojo, Renata vivió en un estado de miedo y de inseguridad, quizás fue por que vivió en esa ambiente de constante tensión y quejas. El enojo no es perjudicial, de hecho, las emociones negativas son parte de un balance entre las emociones positivas y negativas, si aprendemos a expresarlas de manera correcta, nos ayudan a centrarnos en nuestro eje para poder ver nuestras deficiencias como seres humanos, a expresar esa voz interior que todos tenemos dentro pero que no sabemos

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LA SENDA DE RENATA usarla de manera positiva, sólo usamos nuestra voz para hablar mal de los demás y juzgarlos, criticarlos y ofenderlos. Ahora, en la etapa de mujer madura y haber pasado por tantas experiencias que la marcaron, aparte de varias cicatrices que se le quedaron en su piel, Renata al ver las experiencias dolorosas o momentos de angustia y sufrimiento, ve sus cicatrices como puntos de apertura donde dejó que de su cuerpo saliera toda esa toxina y energía negativa que no le estaba haciendo bien, al sacar todo lo negativo por esas mismas cicatrices entró una luz resplandeciente de energía que empezó a curar día con día sus heridas y la ha hecho más fuerte. El sentimiento de enojo ya no forma parte de su vida, ahora lo entiende y lo deja ir, si acaso sintiera por alguna razón enojo lo acepta y lo deja ir sin engancharse a él y sin juzgar a nada ni a nadie. Su compasión y amor son más fuertes que cualquier sentimiento negativo y hacen que sobrepasen cualquier enojo, ansiedad o frustración.

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XIII

F obi a p o r te r n u r a

Renata preparaba una receta de una ensalada que había probado cuando de adolescente la invitaba su mejor amiga a comer cada sábado a casa de la abuela, y disfrutaban juntas esos momentos de alegría. Abrió el refrigerador para sacar los ingredientes, era una receta muy sencilla y a la vez refrescante para esos días de calor, esta receta le traía recuerdos lindos de su adolescencia. Sacó una lechuga, un par de zanahorias, tomates, pepinos, mayonesa y un limón, empezó a cortar cada hoja de la lechuga bajo el fregadero poniéndolas un cedazo debajo de la llave para lavarlas. Puso las lechugas a secar, después enjuagó las zanahorias, tomates y pepinos, ralló las zanahorias, luego cortó los tomates en gajos y cortó los pepinos en círculos, las hojas de la lechuga las secó con una toalla para acomodarlas en un ensaladera que había sido de su abuela. Al acomodar las zanahorias ralladas encima de la lechuga las puso formando una línea vertical, luego los tomates en otra línea y al final los pepinos para que se vieran tres líneas de color anaranjado, rojo y

verde. Abrió un cajón para sacar otro tazón pequeño para preparar el aderezo mezclando la mayonesa, limón y condimentos, lo puso a un lado y se dirigió a la alacena para sacar el rollo de plástico para cubrir el aderezo, justo en ese momento vio que algo se movía en la alacena. Pensó que quizás habían sido los destellos del foco, o el reflejo de las copas de cristal que estaban guardadas en el fondo, pero volvió a ver un sombra, puso el rollo de plástico a un lado y acercó más su cara hacia adentro de la repisa para alcanzar a ver mejor que era esa sombra. Con la cabeza metida en la repisa pudo mirar un ratoncito en el rincón temblando de miedo porque estaba acorralado sin poder moverse, Renata se paralizó ya que desde niña había creado una fobia hacia los roedores, con su cabeza metida en la repisa tampoco se podía mover y se le quedó viendo al ratón, como si sus miradas se hubieran encontrado. Pensó que tenía dos opciones, sacar su cabeza con cuidado de no pegarse y salir corriendo o, quedarse tranquila para no alterar al ratón y que la fuera

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LA SENDA DE RENATA a morder. Así que rápido se decidió por la segunda opción, controló su fobia y empezó a respirar para calmarse, su fobia se trasformó en ternura por ese ratoncito. Renata se reflejó en ese miedo que irradiaba del ratón, recordó cuando ella se había sentido igual por tantos años de su vida, acorralada a un miedo que jamas existió. Era una sensación rara porque no sabía que aún estaba plantado dentro de ella ese recuerdo del miedo, y que ese ratoncito le fuera a enseñar un aprendizaje. Con cuidado lo agarró entre sus manos y le dijo, Ratoncito no tengas miedo, sé que te sientes pequeño y que me vez a mi gigante, pero tú eres más grande que yo y te voy a dejar libre y nadie te hará daño. Lo bajó hacia el piso y abrió la puerta de la cocina para dejarlo salir, vio que el ratón salió corriendo hacia el patio, Renata sintió un alivio muy grande, y se sentó a admirar el momento y a disfrutar de su rica ensalada.

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XIV Renata siempre escuchaba historias de las demás personas, de las vilezas de las que eran capaces eso hizo que ella guardara rencor como si ella hubiera vivido esas historias y como si algún día pudiera vengarse por aquellos agravios que ni siquiera había vivido. Escuchaba también historias de familia, pero siempre desde el drama, contar así la historia hace que no estemos en paz, ni gocemos de buena salud. Escuchaba como se maldecía a las demás personas, como se hacían responsables a otros con mucho enojo, sin tomar la responsabilidad de las decisiones tomadas. Renata aprendió con los años a perdonarse por escuchar palabras tan dolorosas, siguió hacia adelante con su fortaleza interna y no haciendo caso a tonterías que hasta la fecha escucha incoherencias. Renata ve a esas personas con ojos de compasión quizás el amor que ella se tiene ayuda para que pueda seguir con el mínimo contacto sin engancharse, sólo llevarla en paz pero con límites.

Para no r e pe ti r patrones de rencor y así también vivió cargando con mucho rencor de situaciones que ella vivió, todo se volvió a repetir, es increíble como sucede. Es como si Renata hubiera repetido algunas historias y no dudaría si estos patrones vinieran del pasado de una rama con una genética de mucho abuso. Haber tenido estos ejemplos durante su vida y hasta su etapa adulta, eso aprendió, Renata ha tenido que cambiar esa rutina y aprender una nueva manera de educar a sus dos hermosos hijos para que ellos no carguen lo que no les corresponde. Renata se pone en primer lugar por primera vez en su vida lo ha aprendido hacer de una manera armoniosa, respetándose ella, así puede abrirse a relaciones sanas y cuando pudiera sentir que una relación no le trajera ningún beneficio se hace a un lado con tranquilidad, sin juzgar.

Obviamente Renata aprendió estos

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XV

Ventana qu e m u e str a la v ida

La ventana de su cuarto tiene forma de un cuadro y por ahí se ve la parte trasera de la casa en donde vive, desde donde se puede mirar en el fondo, atravesando una puerta, un jardín color verde esmeralda que impera con todo su esplendor. En su alrededor se acomodan diversos árboles altos donde reposan los pájaros antes de partir a descansar, se ve una magnolia grande que cuando hace viento se mueve tanto de un lado hacia otro que las pocas flores que pudieran estar vivas se agarran tan fuertes de ella. Renata recuerda aquella película “Magnolias de Acero” ahora entiende su significado, se refleja en esa flor blanca llena de vida que con gran coraje y valentía no se deja caer a pesar de los movimientos tan bruscos que siente. En cada movimiento que da la magnolia siente su gran fuerza también moviéndose con ella, suspirando para sujetarse fuerte de sus raíces, se encuentra un árbol pequeño a su lado izquierdo que se protege con la magnolia, este árbol se experimenta débil pues siente cierta incertidumbre porque sabe que si lo

mueve un viento desprevenido y no tiene a la magnolia a su lado para protegerse, siente miedo. Renata reflexiona en cómo tantas personas viven así, a expensas de la fortaleza de los demás, aprovechándose, abusando y cómo eso hace que no crezcan, que se queden pequeños, débiles, sin dar flores. En frente de los árboles se ve un techo construido de ventanas en dirección al lado derecho de la magnolia, parece que fue un invernadero y ahora se utiliza para acomodar todos los juegos de sabanas y toallas que se lavan y planchan diario para los cuartos que se rentan en la casa. La dueña vive con su esposo en la casa de junto, rentan los cuartos y se encargan de que todos los servicios se estén cumpliendo con orden y limpieza, es un pareja de edad avanzada pero que día a día se despiertan con ánimo para trabajar arduamente y se percibe la gratitud con la que desempeñan su trabajo. Por la ventana ve también, afuera en

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LA SENDA DE RENATA el patio, una cazuela de barro llena de botellas de vidrio vacías de todos tamaños que después se reciclan, la mayoría son de vinos de diversos tipos que fueron tomados por inquilinos de la casa, Renata piensa que cada botella guarda un evento, un secreto o una situación. Hay semanas que la cantidad de botellas es más numerosa, hay días que solo habrá unas cuantas que no alcanzan a llenar la cazuela. La cazuela le recuerda a Renata ciertos guisos de México ya que para cocinar los platillos es el mejor medio porque el barro sirve como regulador de temperatura como si fuese un horno donde se logra una temperatura constante sin variaciones, la temperatura es la clave para lograr un platillo a la perfección. Hay días, cuando por su ventana mira el cielo nublado, se siente una tranquilidad como si las nubes fueran lienzos blancos de algodón queriendo guardar esta paz, dejando a los pájaros volar a su ritmo, mostrándoles caminos en el cielo. Los atardeceres son impredecibles pero cada uno significa un estado que al final del día quisiera dejar un aprendizaje con una inmensa belleza. La ubicación de la ventana no alcanza para mirar cuando la luna es llena, pero sus energías se sienten desde lo lejos, Renata ha desarrollado este sentir de las

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energías por su conexión con su interior y su espiritualidad. A través de esta ventana, Renata conoce otra parte de la vida que no conocía, reconoce que su vida ya cambió y que en su presente este cambio ya es parte de su vida y de su crecimiento. En este espacio Renata encontró su verdad, ni ella hubiera imaginado que esto fuera posible, pero al final es lo que dentro de ella siempre buscó, encontrar su verdad. Ya con esta verdad poco a poco se muestra hacia el mundo y hacia personas que realmente la quieran como es hoy, no como fue en su pasado o como será en su futuro, sino en su presente. Su verdad vino a regresarle su seguridad y esa parte de su vida que le corresponde.


LA SENDA DE RENATA

XVI

Es cr ib i r

Cuando las manos de Renata tocan el teclado de su computadora y empieza a pasear por mundos en dónde jamás pensó estar, cuando siente esa creatividad que emana de su ser, y logra que esas palabras que a gritos pedían salir, salgan a través de sus escritos, reconoce un conjunto de sentimientos que le causan mucho gozo.

Cada relato lleva un mensaje de su corazón hacia las personas que algún día lo llegaran a leer. Es como si todo lo que escribiera fuera un reflejo de lo más profundo de su ser que por un instante logró salir llegando a sentir una liberación total, como si se abriera la puerta de su corazón dejando salir con libertad todo su amor.

Renata deja fluir esa energía tremenda que sale de sus dedos que expresan lo que es sin resistencia alguna, así ella descubre la satisfacción cuando logra comunicar a través de la escritura una parte de ella que estaba dormida hacía muchos años, y que cada palabra forma una parte importante en su presente.

Ese vuelo en el que Renata encuentra al escribir, la rodean tranquilidad, consciencia determinación, la han llevado camino correcto de buscar propósito.

Sintiendo una energía tremenda saliendo de sus dedos, dejando que se expresen siendo lo que son sin que exista resistencia alguna, solamente dejar que fluya. Es por ésta razón que Renata descubrió una parte de ella que se había dormido por muchos años, cada una de esas palabras escritas han formado una parte muy importante en su presente.

se de; y al su

Cuando algún día en su pasado pensó que no tenía propósito, ahora descubre con seguridad sabe que siempre existió, escribir es parte de su ser, su cuerpo lo necesita para estar enfocada día a día, pues escribir le recuerda todo lo que ella es capaz y eso la alienta. Escribir la sujeta brindándole seguridad en sus emociones, y lo más importante, la ha enseñado a estar consigo misma ya que logró rescatarse a través de las palabras,

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LA SENDA DE RENATA sรณlo volviendo a creer en ella.

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XVII Renata miró una flor y la describió a detalle… Aquella flor que miró a través de la ventana de su habitación, se reflejó Renata en ella. Es una flor única en su espacio nadie más la acompaña solo es ella, ese espacio lleno de vitalidad que los rayos del sol le brindan, se nota la tranquilidad al sentir la brisa de cada mañana y alegría que la va alimentando y sanando día con día. Aquellas hierbas malas y huecas ya no forman parte de su espacio ni de su existencia, se han desvanecido como se derrite el hielo en una superficie y jamás se vuelve a ver. La flor crece en una raíz firme y fuerte en aquella tierra nueva donde vive, donde pudo cimentar sus valores e ideas con diaria perseverancia sin descanso alguno, hasta lograr lo que siempre quiso, ser independiente sin que nadie se entrometiera en su vida ni su crecimiento. La tierra huele a limpio con nuevas vitaminas y minerales que regeneró

M i rand o co n a m o r para poder crecer fuerte, el agua que cae para saciar la tierra es caída del cielo con agradecimiento hacia esa flor que la limpia con constancia y la recuerda que cada día se empieza limpia sin traer los residuos de tierra del ayer. Su tallo es pequeño pero firme que la sujeta en toda su forma para sostenerla de cualquier viento que la pudiera desbalancear, o de cualquier hierba que quisiera treparse en ella, sus hojas del tallo son tan perfectas que le dan otro balance y soporte a su tallo para navegar por esos vientos que se pudieran colar entre las hojas. Cada una de sus espinas le dan una seguridad, le recuerdan que su valor es inmenso por si alguien quisiera acercarse a ella sabe que sus espinas la protegerán y ahuyentaran a cualquier tacto engañoso que quisiera invadir su entorno. Siente con qué intención tocan su tallo y si sintiera algo desconocido sus espinas pondrán un alto. Cada pétalo compone a moldear su

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LA SENDA DE RENATA delicada y sutil forma a mostrarse a la vida tal cual es ella, su color es tan brillante y llamativo que capta la atención de cualquiera, pero tal es su sabiduría que ya no se engaña con cualquiera que quisiera llegar a tocarla o a arrancar alguno de sus pétalos. Si algún día los pétalos se cayeran solos, serÍa parte de su evolución y saldrán pétalos nuevos, es una manera de que ella sepa que esa etapa ya terminó pero que vendrán etapas nuevas siempre. Ahora esa flor descansa en el lugar adecuado viviendo su presente alcanzando sus sueños poco a poco con la seguridad que emana de ella.

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LA SENDA DE RENATA

XVIII Vivir sin consciencia nos genera confusión entre lo real y lo irreal, el pasado se vuelve nuestro presente y nos resistimos todos los días a cambiarlo, el presente es lo único que tenemos, pero no lo aceptamos porque insistimos en estar anclados al pasado, pues es más cómodo vivir así, llenos de; recuerdos, memorias y dolor, si no aceptamos que el pasado ya pasó y que lo que tenemos es el presente, estamos creando muchos desajustes emocionales, mentales y físicos. Renata así aprendió y vivió la mayor parte de su vida, ella no conocía realmente lo que era una sensación de placer, la palabra placer era un tabú en donde aprendió, en casa de sus padres. El permitirnos sentir placer estaba relacionado con lo prohibido, era morboso. Cuando la vida debe de llenarse de placeres pero apenas viviendo con consciencia y aceptando con amor nuestro presente es cuando poco a poco aprendemos a sentir placer en lo que hacemos. Renata estudió una carrera culinaria,

p l ac er esta le abrió esa puerta a explorar los placeres de la vida, su creatividad interior se había apagado desde niña, pero tomó esa oportunidad de estudiar y poco a poco fue cambiando su vida. Durante sus años de estudios los aromas, la vista de todos aquellos ingredientes, palpando con las manos cada fruto, vegetal e ingrediente y sentir la energía de cada uno, eso para Renata fue un gozo inmenso, todo el proceso de preparar una receta hasta su creación final, fue algo maravilloso para ella y cada vez se fue soltando más porque se conectó con esa habilidad que tenía de crear y de sentir. Ahora Renata disfruta y siente placer hasta de las cosas más pequeñas de la vida, sentarse en el jardín por la mañana a tomar un café recién preparado, disfrutar del aroma a cada trago al mismo tiempo que escucha los cantos de los pájaros, estas cosas tan pequeñas empezaron a darle más satisfacción. Empezó a experimentar que el gozo no solamente tenía que ver con cosas materiales. Supo que poner el gozo sólo en los objetos

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LA SENDA DE RENATA bloquea nuestras emociones nuestra parte creativa.

y

Desde niña fue muy perceptiva y apasionada en todas las cosas que quiso lograr, nunca le faltó dedicación, más bien le faltó la guía de un adulto que pudiera ayudarla a lograr cada sueño o meta que ella se ponía, recuerda su frustración cuando fracasaba en el intento por no saber cómo seguir, pero esto no la detuvo sino que emprendió su camino hacia liberar esas situaciones negativas que la vinieron persiguiendo y deteniendo y ella sola fue aprendiendo a vivir y gozar. Renata empezó un proceso de limpieza interna y al mismo tiempo externa, le fue útil alejarse, estar con ella, deshacerse de objetos que le parecieron innecesarios, haciendo su vida más ligera sin cargar tanto equipaje, y enfocándose en las cosas que le valen la pena como vivir en tranquilidad y armonía, creando metas y un plan de vida, enamorarse, ayudar a los demás, y haciendo cosas que le brindaran una satisfacción interna más que externa. Así Renata día a día sigue aprendiendo a vivir y a lograr algo positivo, ha hecho de su tiempo algo valioso que llena con actitudes positivas y pequeños avances para lograr sus propósitos.

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Renta hoy piensa que como seres emocionales, espirituales, inteligentes y corporal que somos, debemos atender cada una de estas áreas, sin olvidar ninguna, pues si las atendemos en desequilibrio, viviremos en desequilibrio, si las atendemos en equilibrio, viviremos en equilibrio, en armonía y de una manera sana con nosotros y con los demás.


LA SENDA DE RENATA

XIX

I n gre di entes m ág i c o s

Para Renata desde niña la comida siempre significó un momento de respeto y una forma de unir a seres queridos para compartir un fin común que es el alimento, pero reconocía que al comer se unían con profundidad los sentidos del cuerpo, que se abrían de una manera armoniosa llevando al alma a un estado de plenitud y alegría. Renata nació con una enorme creatividad y pasión, que fue enfocando hacia el arte culinario y el amor por la cocina, no nada más gusto, amor es lo que ella ponía en cada paso, el ingrediente mágico que emanaba de ella cuando elaboraba un platillo. Poniendo atención y el ingrediente mágico en cada receta, notaba que los platillos mejoraban. Que gran diferencia era estar presente en cuerpo, mente y espíritu, que sólo cumplir las indicaciones, No lo notó de inmediato pero cuando personas que habían probado sus platillos reconocían que al comerlos notaban una energía positiva dentro de su cuerpo y un estado de bienestar, Renata se alegraba pues sabía que la

elaboración con amor y pasión eso provocaba. Esta razón es la que motivó aun más a Renata de seguir cocinando, por que no sólo su cocina llenaba una necesidad sino en cada platillo que elaboraba quedaba una semilla de amor de ella, que compartía con los demás. Ella notó que era curioso que no todas las personas sentían esa semilla de amor cuando comían de sus platillos, Renata descubrió que sólo aquellas que son agradecidas con la vida son afortunadas para llenarse de esa energía que ella pone cuando cocina. Ella ahora sabe que los alimentos llevan la energía de quién los preparó, se sabe cuando un platillo se elaboró con frialdad, esta energía también queda en nuestro cuerpo. Al final, la comida esta compuesta de plantas y animales vivos, y si no los manejamos con cuidado y amor, estas plantas y animales mueren sin darnos al final los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para estar sanos.

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LA SENDA DE RENATA La cocina para Renata es un espacio en el que se relaciona con los demรกs poniendo esos ingredientes mรกgicos que brotan de su corazรณn.

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LA SENDA DE RENATA

XX

P e rs i go m i s su eño s

Los sueños de Renata se transformaron con el pasar de los años. Hoy sus sueños son vistos con una claridad hacia las oportunidades que se le han presentado. Al haber recuperado su libertad y energía dio cabida a establecer sus prioridades enumerando cada uno de esos sueños que siempre guardó en el fondo de su ser. Uno de sus grandes sueños fue sentir libertad sin ataduras que ella misma se puso, como fuertes ataduras terrenales hacia ciertas personas, objetos y hasta emociones ajenas que le impidieron avanzar. Ahora esas ataduras se desvanecieron poco a poco, una vez sus energías la deploraron en sentir miedo y sufrimiento, ahora sus energías se movieron hacia una nueva dirección donde la llevaran a lograr sus sueños, todo ha cambiado en su presente, ahora puede moverse de una dimensión a otra con su perspectiva en alto, enfocada ahora en ella, ahora es su tiempo y no desperdiciarlo. Quizás Renata tuvo diversas oportunidades en su pasado de lograr

sus sueños, pero ella supo que su tiempo aún no llegaba, o pensó que nunca llegaría, siguió avanzando como pudo, poniendo su sacrificio por delante para terminar su gran responsabilidad, después siguió a su corazón hacia nuevos cambios, cerrar un ciclo y empezar otro nuevo para cumplir sus sueños. Entró en un nuevo periodo que le enseñó a reflejarse en un espejo tal cual es, sin preguntar de dónde ha salido la verdad, sólo sintiendo plenitud, reflexionando en aquellos momentos y escenarios en donde algún día actuó de cierta manera y recuperando la enseñanza que le dejaron. En su presente se dio cuenta que esa fue su versión del pasado. Estos grandes cambios en su vida la han llevado a que sus sueños ya empiecen a florecer, como si fuera el comienzo de un nuevo viaje. Su anhelo de salirse del lugar donde vivió fue algo que la persiguió desde hace tiempo, no encontraba el significado, pero al ver que su ciclo terminaba supo que ese tiempo había llegado, e inconscientemente se fue preparando

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LA SENDA DE RENATA con anticipación y escuchando a su espíritu y a su consciencia, pudo prepararse para dar este gran brinco. Sin saber por qué, sólo lo dio y recuperó su ser y su libertad, su propósito de vida que lo tenía extraviado durante años, ahora, precisamente ahora es en donde lo ha reencontrado en ella misma sin tener influencia de opiniones de los demás, que antes le decían qué hacer y qué decir. Renata se envuelve en esta maravillosa etapa y con todo el amor que guarda dentro de ella, saca esa ambición que la llevará a cumplir sus sueños. Lograr un hogar que ella puede escoger, que llenará de amor y detalles sintiendo esa tranquilidad de estar cada día presente. Encontrar dentro de su pasión que es la cocina, un trabajo donde la haga sentir útil e independiente financieramente, que pueda incorporar sus talentos y conocimientos culinarios y creativos para compartirlos con los demás llenando de alegría los corazones y estómagos con quien comparte sus platillos, poner límites, respetar las decisiones tanto de ella como de sus hijos y de las personas que la rodean. Ahora sabe dar un paso hacia atrás y mirar al mundo de otro modo, reconoce el gran desarrollo de

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sus hijos, dejándolos que ellos construyan sus propias vidas, haciéndoles saber que ella estará siempre de la mano para apoyarlos y cuando necesiten un consejo. Encontrar un compañero que la quiera sin juzgarla, que valore su ser y que respete su libertad, y que entre los dos compartan una vida pero cada quien en su camino sin que exista control ni envidias. En un futuro no muy lejano volverse a reunir con sus hijos conviviendo con una armonía plena y verdadera, no como en el pasado que sintió tristeza y dolor por ser juzgada, Renata sueña que la vean con otros ojos desde la profundidad de sus corazones, quien más que sus hijos para conocerla. Tantos sueños que Renata tuvo desde su infancia pero quizás no eran sueños, tal vez eran sólo visiones o reflejos de los demás.


LA SENDA DE RENATA

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L a fue rz a d e l o s va l o r es

A pesar que Renata tuvo una niñez, adolescencia y edad adulta con situaciones difíciles, hay algo que siempre llevó consigo, sus valores. Quizás sin ellos su vida hubiera sido más caótica y complicada, o hubiera caído en otro tipo de problemas serios, pero lo que si siempre supo, fue llevar sus valores como tesoro para que así la pudieran reconocer y valorar como persona. El valor de prudencia fue un gran escudo que Renata guardó con ella desde niña, quizás este valor la llevó a ser sumisa porque no aprendió a expresar su voz interior, si hubiera sabido expresarse no hubiera caído en una sumisión tan grande. Renata se siente satisfecha aún y que fue sumisa, así sentía que era lo correcto en el momento, nunca fue problemática, claro, se quedó callada ante muchas situaciones que no le parecían pero en esa época es lo que ella sabía. Ahora es diferente, su prudencia más su crecimiento personal sabe qué pedir y cómo pedirlo, hace caso de su voz interior, si algo no le parece ya lo puede expresar sin reproches ni

prejuicios, sino que conoce su verdad y la defiende. Renata nació con el valor de la paciencia, ha sido su valor más preciado, la ha mantenido fuerte y aunque la criticaron por ser paciente ella no le dio importancia esas críticas porque sabía que en el fondo era un valor que pocos tenían. De niña, entre ser obediente y paciente la moldearon en ser una hija muy dócil, siempre poniendo las necesidades de los demás antes que las suyas, ayudando y dándose toda. Su cualidad y sensibilidad a estar siempre para todos, la llevó a pensar que la vida así era, y que no había más. Al pasar de los años Renata aprendió a lograr un balance y límites, sabe hasta donde ella puede ayudar sin pasarse de su frontera. Esta manera de vivir es algo nuevo para Renata, la lleva a disfrutar cada momento de su vida, a decir “no” con amor y sin sentir enojo, es un signo de amor propio, y su vida se hace más ligera y fluye mejor. El valor de verdad y siendo Renata una niña callada, en el fondo de su

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LA SENDA DE RENATA ser siempre tuvo inquietud en encontrar la verdad de su existencia, algo le decía que las situaciones por las que pasaba no tenían verdad, por cómo vivió tantos años sin poder sentir una satisfacción en su entorno, y presenció tanta; amargura, tristeza y sufrimiento a su alrededor, era como si solamente existiera eso y nada más, pero al pasar esa etapa violenta de su vida, entró a una etapa donde hizo todo lo posible por encontrar su verdad y la de nadie más, esa verdad que estuvo guardada durante mucho tiempo. El valor de justicia creo cierta confusión cuando Renata era niña, ella fue justa en su actuar con las personas que quería, pero a la vez sentía un aire de injusticia en su entorno, esto causó que creara algo de ansiedad. Su forma de entender de justicia la adquirió por ver el ejemplo de sus abuelos, y las vidas ordenadas y justas que llevaban, los colegios a los que Renata asistió que fueron católicos, y la educación religiosa tan fuerte que existía en su familia, la impactó de cierta manera y por esto se sentía mejor siendo una persona justa. Renata empezó a vivir situaciones en donde se cuestionaba lo que entendía por justicia, veía la forma como sus padres se trataban, a su hermana que tanto la quiso y como ella la ignoraba

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prefiriendo a sus amistades antes que a Renata, sólo bastaba con ver estas injusticias dentro de su casa para dudar lo que ella creía, esto le fue causando dudas toda su vida. Cuando Renata entró en su etapa de sanación, fue cuando pudo recuperar su valor de justicia y su verdad, ya que estas van de la mano. Ahora con seguridad, sabe sin dudar que siempre fue justa con todos, y que gracias a eso la vida le ha regresado su paz interior y ahora aprende a disfrutar cada instante sin juzgar, sólo acepta y lo deja ir.


LA SENDA DE RENATA

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Re n ata y l a a m i sta d

Cuando Renata cursaba 5to año de primaria conoció a una amiga que venía llegando de España, se llamaba Sofia, era muy linda de cabello largo oscuro, de piel blanca, muy pecosa y con una sonrisa enorme que ponía de buen humor a cualquiera. Se hicieron muy amigas desde un inicio, ya que las dos venían de mudarse de otro país y llegaron a México al mismo tiempo, Renata recuerda que aunque el colegio era bilingüe, había muchos compañeros que las veían raras a las dos, porque hablaban perfecto el Inglés y había muchos que batallaban con el idioma. Eso no les importó porque siempre fueron muy unidas y se aceptaban cada una tal como eran. Al pasar el tiempo empezaron a llegar más alumnas al colegio, eran chavas con otro carácter, más aceleradas y con un nivel económico más alto, eso les hacía pensar que podían controlar a todos y hacer de las suyas. Esto a Renata le empezó a llamar la atención porque no había visto este tipo de comportamientos, pero se fue envolviendo tanto en ese ambiente

que empezó a descuidar la amistad sincera de su amiga Sofia. Sin darse cuenta, ya la había abandonado para juntarse con este grupo de "disque" amigas que sólo la empezaron a involucrar en ambientes muy pesados, al grado que Renata se sentía incómoda pero no sabía cómo zafarse, se sentía atraída por ese ambiente de opulencia, de presunción y a donde fuera con esas amigas eran el centro de atención en cualquier lado. Cuando se graduaron de 6to grado recuerda que una de sus amigas hizo una fiesta en su casa, pero las invitadas sólo eran ese grupo de amigas y un grupo de amigos muy similar con las mismas características, Renata se sintió muy triste porque a esa fiesta no fue invitada su verdadera amiga Sofia, ellas habían platicado que cuando se graduaran celebrarían juntas, pero no fue así. Un día Renata se enteró que Sofia se había regresado a España, le causó mucha tristeza porque se había ido sin haberle pedido perdón y se había quedado con una impresión muy

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LA SENDA DE RENATA egoísta de Renata. No le quedó más a Renata que tratar de olvidar… siguió conviviendo con ese grupo de amigas y amigos durante toda su etapa de secundaria, prepa y carrera. Durante todos estos años Renata vivió muchas decepciones, mentiras y críticas por parte de esas amigas que se fueron separando en grupos entre ellas, porque existía mucha rivalidad y competencia... Se sentía en medio de todo porque no le parecía que tuviera que escoger para lo cuál grupo se iría, ya que ella se sentía mejor si todas estaban unidas, pero no fue así, tuvo que escoger, ya no era lo mismo tanto que Renata empezó a alejarse de ellas, rechazaba sus invitaciones y las ignoraba, no fue fácil porque la convencían muy rápido y Renata que era una amiga fiel y obediente pues caía cada vez, hasta que conoció a un amigo con el que empezaba a pasar mucho tiempo, pero sus amigas la celaban. Esa amistad se convirtió en un noviazgo y fue algo que Renata por primera vez sintió, lo mismo que con su querida amiga Sofia, su novio la aceptaba y respetaba tal como era ella, no se sentía criticada ni juzgada. Recordaba en cada momento a Sofia. Ese noviazgo para Renata fue de los que más disfrutó porque nadie la había tratado tan bien como ese

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novio, lo llegó a querer mucho, una de sus amigas se empezó a meter en esa relación aconsejando negativamente a su novio sin razón alguna, sólo por envidia, esa amiga sabía que Renata estaba feliz y que él la quería sinceramente, empezaron a surgir problemas hasta que terminaron la relación y ya no se volvieron a ver. Renata quedó igual de destrozada como cuando supo que Sofia se había regresado a España, no supo qué hacer con tanto dolor porque se le había ahora despertado la culpa de no haberle pedido perdón a Sofia más el rompimiento con su novio. Aquí fue donde Renata valoró esas dos grandes amistades y reconoció que una amistad no se puede dejar así de la nada, es muy similar al amor, se tienen que cuidar, cultivar y respetar para que se vaya formando y creciendo día a día, así las influencias externas negativa no harían que se desmorone en unos segundos, estas influencias son pruebas para que uno cuide más y más esa amistad y ese amor, y no permitir que nadie lo dañe ni darse por vencido, al contrario, que esos obstáculos sean para que se haga más fuerte ese sentimiento, al final, la amistad es una emoción que no se puede ni ver ni tocar pero se siente en cada célula del cuerpo.


LA SENDA DE RENATA

XXIII

P roc e s o d e sa nac i ó n

La verdad es que Renata no se dio cuenta que requería de algún tipo de sanación, ni tenía idea de lo que eso era, ella pensó que con asistir a sus terapias dos veces al mes y hablar de sus problemas con su terapeuta bastaría para que pudiera ver aunque sea un poco de luz en su vida, o al menos tener las herramientas para resolver sus situaciones y afrontar a esas personas que ella quería evitar pero tenía que estar en contacto con ellas. Así, se quedó con esa idea y sus terapias continuaron muchos años, sólo se desahogaba pero todo seguía de la misma manera, la ansiedad, las migrañas y por supuesto el miedo. Se encontró en un rincón sin salida, claro sus terapias le brindaron algo de tranquilidad pero no se sentía plena ni feliz. Hasta que una mañana, cuando se dirigía a hacer ejercicio, una amiga le dijo que le había apartado una hora con alguien para que la viera, le insistió que fuera, y Renata siendo una mujer valiente e innovadora aceptó la invitación. Esa mañana Renata llegó a casa de su

amiga unas cuantas horas antes de ir a su clase, no sabía ni de qué tipo de invitación se trataba pero llegó, entró a la casa, ya la estaba esperando, Renata iba muy triste, se le notaba en su semblante, la invitó a pasar, Renata esperó y se acercó un hombre a saludarla y se presentaron, él se mostró con amabilidad, paz y alegría, en ese momento Renata se sintió cómoda. Él le explicó que tenía un don para ver a las personas en donde estuvieran y ver las dificultades de sus vidas, que podía ayudarla, a Renata le pareció muy bien, la revisó, Renata nunca había llorado tanto como aquella vez, no sabía el por qué pero aquel hombre le dijo que era normal que llorara, al acabar, él le dijo que la quería ver de nuevo y Renata aceptó, recuerda que lo vio dos o tres veces más ya que él estaba de visita Renata aprovechó su estadía. Fue ahí en donde Renata supo que tenía que sanar, entonces aquel hombre le propuso un tratamiento dando pasitos pequeños pero seguros, y seguir con sus terapias, así empezó

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LA SENDA DE RENATA con su proceso de sanación. Ahora Renata puede ver su pasado y reflexionar, ya pasaron ocho años desde que se dio cuenta que requería sanar, jamás pensó que su camino fuera tan largo para sanar, pero ahora reconoce y acepta todo lo que vivió, sintió, soltó, analiza todo aquello que llevaba guardado dentro de ella y que por miedo o prejuicio no pudo soltar, algo la detuvo a esto. El valor de justicia creo cierta confusión cuando Renata era niña, ella fue justa en su actuar con las personas que quería, pero a la vez sentía un aire de injusticia en su entorno, esto causó que creara algo de ansiedad. Su forma de entender de justicia la adquirió por ver el ejemplo de sus abuelos, y las vidas ordenadas y justas que llevaban, los colegios a los que Renata asistió que fueron católicos, y la educación religiosa tan fuerte que existía en su familia, la impactó de cierta manera y por esto se sentía mejor siendo una persona justa. Renata empezó a vivir situaciones en donde se cuestionaba lo que entendía por justicia, veía la forma como sus padres se trataban, a su hermana que tanto la quiso y como ella la ignoraba prefiriendo a sus amistades antes que a Renata, sólo bastaba con ver estas injusticias dentro de su casa para

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dudar lo que ella creía, esto le fue causando dudas toda su vida. Cuando Renata entró en su etapa de sanación, fue cuando pudo recuperar su valor de justicia y su verdad, ya que estas van de la mano. Ahora con seguridad, sabe sin dudar que siempre fue justa con todos, y que gracias a eso la vida le ha regresado su paz interior y ahora aprende a disfrutar cada instante sin juzgar, sólo acepta y lo deja ir.


LA SENDA DE RENATA

XXIV

Am a n e ce el a l m a

Desde la noche anterior a cada amanecer, Renata empieza a sentir una alegría que recorre su cuerpo que la lleva a prepararse con calma en su rutina y hábitos, como si fuera un ritual de agradecimiento y paz para recibir un amanecer nuevo que aún no llega, pero que presiente dentro de su corazón. Es una emoción que no había sentido, pero ahora es muy afortunada, cada despertar para ella representa un momento muy importante de su vida, quizás sea difícil expresar cada sensación que la va llenando en ese momento pero le trae una satisfacción enorme. Renata es una mujer que siempre ha valorado sus horas de sueño y que el dormirse temprano es algo que cuida para sentirse bien, por eso valora tanto los amaneceres, posiblemente si fuera una mujer que se durmiera tarde no habría llegado a poder disfrutar tanto al despertar. Junto con esa emoción y admiración en cada amanecer, Renata ha podido incorporar su práctica de Yoga que es cuando la hace, temprano, para recibir

la energía nueva que cada amanecer le brinda y regala con inmensidad. Así mismo se deshace de energía y emociones que ya no le sirven ni a su cuerpo, ni a su mente. En cada despertar puede hacer este intercambio automático y mágico, así su día lo empieza limpio de cuerpo y alma, lista para recibir lo que la vida le ponga ya sea amable o no, así se logra alcanzar un balance de los dos, la clave es estar en el presente para diferenciar uno del otro. No sabe qué le tiene el amanecer planeado, aprende a recibir el día dejando que fluya aceptando hacia dónde tiene que ir y qué hacer, así su día es más ligero y aprende a disfrutar cada momento, es como si su alma fuera su guía. Aprecia mucho escuchar los cantos de los pájaros y gaviotas con cada amanecer, esos cantos son reflejo de agradecimiento de un nuevo día, ¡Que aprendizaje tan más honesto y bello! La simplicidad con la que Renata despierta, es algo que ella escogió para estar en paz consigo misma, la ayuda a tomar mejores decisiones,

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LA SENDA DE RENATA ahora sí, pensando en ella, confiando en su intuición.

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LA SENDA DE RENATA

XXV

Ap re n di e n d o a tr a b a j a r

El tema del trabajo fue un tema que Renata escuchaba, sólo lo platicaban los hombres de su familia, raro era cuando escuchaba que alguna mujer de su familia platicara del tema. Recuerda que su abuela materna trabajó de maestra de Inglés ya que dominaba muy bien el idioma por haber nacido en Irlanda y crecido una parte de su vida en Nueva York, aparte del talento culinario que ya traía en sus venas a Renata la asombró desde niña, también recuerda que su abuelo materno platicaba mucho de su trabajo pero aun así no fue un tema normal dentro de su casa. Por el lado de su abuelo paterno, recuerda que solía escuchar en las reuniones familiares mencionar que había ranchos de siembra de sandías y melones en la temporada de calor, en alguna ocasión Renata visitó el rancho, en cambio por parte de su abuela paterna la escuchaba sólo hablar de religión y de sus grupos de oración, esta devoción tan extrema hacia la iglesia provocó en Renata vivir con una presión moral y social muy fuerte.

Renata no recuerda mucho haber visto trabajar a sus padres, o más bien el rol del trabajo que ella vio en su padre era con un horario muy metódico en su casa, había horarios para todo, esto creó presión y ansiedad por tener que cumplir horarios como si fuera su hogar un tipo de internado, para; levantarse, comer, dormir… así la idea que se tenía que vivir con esos horarios era verlo como una actividad obligatoria donde no era posible salirse de esos esquemas, creció también con una idea de generar dinero para gastarlo, no para crear una consciencia de ahorro o lo que implicaban los beneficios del valor del trabajo que podía dar dentro de una familia. Este tema siempre fue muy lejano para Renata aún y que a ella le causó mucha curiosidad, simplemente en cómo contar las ganancias o ventas de un negocio, y en cómo destinar esos gastos, pero no se le dio importancia a esto dentro de su educación. Renata sólo había aprendido a gastar el dinero y quizás el dinero que ni había, pero aparentar que todo

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LA SENDA DE RENATA marchaba bien era importante, o tal vez para llenar esos vacíos emocionales que ella y su familia venían cargando. Cuando Renata se recibió de su carrera, su gran ilusión era meterse a trabajar, pero no lo logró, entre una cosa y otra que se interpusieron lo dejó para después. Intentó sola con un par de negocios pequeños pero no tuvieron éxito ya que no tenía las bases del trabajo, y en lugar de generar algo, más bien perdía el poco dinero que tenía para invertir. Su intuición le dijo que ella tenía el potencial para establecer un negocio, pero a la vez se sintió desmotivada y con algo de frustración en preguntarse por qué en su casa no se le educó en el trabajo, o por qué no tuvo ese ejemplo a seguir en casa. Y no fue justificación para sentirse víctima y quedarse sin qué hacer, sino ella poco a poco empezó a educarse sola, tomó algunos riesgos que a su vez la ayudaron a aprender, se preparó con más estudios y decidió moverse a otro país ya con sus propias ideas, creencias y verdad, para lograr sus metas sin que ese pasado la persiguiera, y la dejara para que ella lograra sus sueños.

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XXVI

Re n ata y el o r ác u l o

Aquella tarde Renata se encontraba dando un paseo por un parque nuevo que aún no había visitado, la tarde se había puesto cálida y que decidió salir a conocer. Era un parque donde había un camino en forma de círculo, en el centro se encontraba un lago pequeño donde nadaban con mucha libertad y tranquilidad varios patos y dos gansos que iban a la par. Encontró una banca que daba hacia el lago, decidió sentarse por un rato a contemplar aquellos patos tan curiosos y a los dos gansos que con su altura y seguridad daban círculos por aquel lago. Al pasar el tiempo notó en el piso, debajo de la banca un brillo peculiar, se acercó a mirar qué tipo de objeto era, pensó que quizás pudiera ser un pedazo de vidrio o un trozo de algún metal, pero al acercarse más miró que era una piedra de tamaño mediano en forma de un óvalo con diferentes tonos de azules, en el centro tenía un símbolo de algún alfabeto que no entendía, la agarró, y al sujetarla en sus manos empezó a brillar como si sus manos le hubieran dado la energía, pensó que quizás la piedra

tuviera alguna magia especial, así que la sostuvo entre sus manos y empezó a hacerle algunas preguntas… ¿Qué me trajo a este país, mi abuela Irlandesa, mis raíces? ¿Volveré a reunirme con mis hijos? ¿Me volveré a enamorar? ¿Por qué tuve que distanciarme de las personas que una vez creí amar, pero que al final me hicieron daño? ¿Por qué aquí siento mucha paz y puedo ser yo? ¿Mi trabajo, será el apoyo para independizarme pronto? ¿Alguien me extraña?

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XXVII

Renata es cu ch a e l po rv e n i r

¿Por quién y para qué vine a este país? Por primera vez tomaste una decisión por ti y para ti, por eso tuvo que ser un viaje largo y un país lejano de donde creciste y viviste una gran parte de tu vida, la distancia, que es mucha y dolorosa, te estará llevando cada vez más a reencontrarte y a emprender tu camino donde desarrollarás tu profesión en un ambiente de respeto y aceptación. El dolor se ira disipando cada vez más hasta que desaparezca de tu cuerpo y de tu alma, dando entrada a la alegría y a la paz que llenarán tu cuerpo dándole vida de nuevo. Aquella Renata que existió en el pasado la despedirás aceptando lo que fue y con ese amor que ahora llevas dentro de tu corazón, la nueva Renata nacerá donde ya nadie la podrá quebrar. En ese país recobrarás todos los sueños que algún día tuviste y que sigues teniendo, sólo es cuestión de esperar con paciencia, esa paciencia que posees desde niña y que ha permanecido siendo tú gran cualidad. Sigue día con día, así como vas sin ver

hacia el pasado, mantén tu brújula bien alineada sin que pierdas tu centro y todas aquellas dudas dejaran de existir. A tus hijos les darás un ejemplo de madre y mujer fuerte, no aquella madre que le hicieron creer que era débil y llena de miedos, ahora los papeles se invertirán y valorarán tu enorme corazón y todo el tiempo que les diste de ti y sacrificio que hiciste por ellos para que crecieran siendo hombres de bien, enseñándoles los valores de la vida. No te preocupes más por cómo te ven, que ya con esta distancia cambiaste el rumbo de todos aquellos pensamientos negativos que había de ti, y que en el fondo nunca existieron, era sólo una fachada. A los ojos de tus padres ya no serás la hijita de 2 años que aún creen que eres, y si te siguieran viendo así, ya recobraste tu consciencia de una mujer madura y centrada y podrás llevar una relación sana donde podrás límites por ti. ¿Cómo será el encuentro con mis hijos? El encuentro con tus hijos tomará tiempo, en lo que ellos logran su

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LA SENDA DE RENATA madurez. Ten paciencia y búscalos para que sepan que estás ahí y que los amas como siempre los has amado. Mantén tu fortaleza y cuando llegue el día de reencontrarte con ellos será un momento increíble, que nunca imaginaste vivir, será el comienzo de una nueva relación entre ustedes que jamás se podrá quebrar. ¿Para qué enamorar?

me

quiero volver

a

Tienes que volverte a enamorar porque ahora no eres la que necesita a alguien o que busca a alguien, si no que esa persona te estará buscando, te enamorarás de nuevo sin esperarlo. Tu corazón está limpio y sabrá a quien dárselo sin caer en sufrimientos ni tristezas. Sentirás lo que es el amor verdadero sin condiciones ni control, ya que has trabajado tanto en tu interior y en tus emociones que has creado una energía fuerte y positiva que atraerá a esa persona especial. ¿Cuándo estoy en paz qué parte de mi surge y me gusta mucho? Cuando estás en paz te sientes completa e integra, lograste conocerte en lo más oscuro y saliste de ahí, ahora te conoces en la luz donde aceptas tus emociones tal cual

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son y sabes cómo eres. Los días fluyen con armonía y suavidad donde ya no sientes que tienes que pelear para que el día salga bien, ni cargar con problemas ajenos. Surge tu verdadera esencia y es la que te abre puertas para grandes oportunidades, te sientes cómoda siendo quien eres porque ya lograste aceptar toda tu vida, esa que fue la aceptas sin culpas o remordimientos. ¿Amo mi trabajo, lo hago bien y soy reconocida en él? Estas aprendiendo a amar a tu trabajo, día con día te llena de gusto y se muestra la pasión que llevas dentro cuando llevas a cabo cada tarea que tienes que terminar. Tu trabajo lo haces de la mejor manera y si te llegas a equivocar lo vuelves a hacer de la manera correcta, ya que así es como se aprende para ser cada vez mejor. Te están reconociendo tu gran labor y dedicación que tienes en lo que haces, poco a poco muestras más confianza y te mueves con seguridad dentro de tu área. Los valores que te componen como persona te llevarán a caminar pasos muy altos. ¿A quién extraño?


LA SENDA DE RENATA Sé que podrás extrañar a muchas personas que una vez estuvieron en diferentes etapas de tu vida, algunas fueron por momentos cortos, otras por más tiempo, algunas te brindaron cariño, apoyo, otras te causaron dolor y sufrimiento. Pero realmente no puedes extrañar a esas personas, más bien pudieras extrañar algunos recuerdos o como te hacían sentir. Tú sola superaste cada obstáculo y cada cambio que se presentaba en tu vida, quizás algunos te hacían creer que te apoyaban, pero la realidad ahora, que estás en otro país, es que sabes que tu sola pudiste, eso debes de valorar y sentirte orgullosa.

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XXVIII Renata prepara su cocina y le da la bienvenida a los ingredientes como si estuviera recibiendo la llegada del sol de cada mañana con toda su energía y esplendor, mide cada ingrediente a la perfección, prende el horno con la delicadeza con la se sujeta la mano de un niño pequeño para atravesar la calle, siendo precavida para mirar que la llama esté encendida, así ajustada la temperatura ideal, empieza a mezclar los ingredientes. Alista una charola y le tiende un pliego de papel encerado como si estuviera tendiendo una cama con sus sabanas recién lavadas y planchadas con ese aroma a los pétalos de las flores donde estuvieron tendidas, en un tazón vacía las hojuelas de avena que van cayendo con una suavidad como si fueran cayendo gotas pequeñas de lluvia en el jardín, después pidiendo permiso para mezclarse con la avena, agrega la azúcar morena, luego llega la sal y cada grano cae encima como cuando cae la arena del mar en las manos de un niño empezando a hacer un castillo por primera vez, en un tazón separado mezcla el aceite con la miel

Júbi l o a l c o c i na r de abeja creando una espesa combinación de un color ámbar como cuando se abre la envoltura dorada de un caramelo mirando el color y probándolo en la boca, llenando de satisfacción y calidez al paladar. Mezcla los ingredientes y se escucha como gorgoteos en el estomago cuando entran esos nervios de ingenuidad al ver a una persona amada, después vierte y extiende con precisión encima de la charola y la mete al horno para cocinar. Al salir la charola del horno la pone a reposar en un lugar fresco como si reposara al atardecer en una tarde de otoño, descansando y sólo sintiendo el aire.

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XXIX

C a m i n an d o c o n p l eni tu d

Al caminar por la calle hacia su trabajo, Renata sintió la presencia de su abuela en la forma de un suspiro de aire que cubría su cuerpo, como si esos pasos fueran dados con los pies de su abuela y no los suyos. En ese instante recordó aquella caja llena de cartas de amor que algún día su abuela le había dejado leer, eran un montón de cartas de amor que entre sus abuelos habían logrado escribir desde su juventud y durante todo su noviazgo. Entre todas las cartas, hubo una que llamó mucho su atención, su abuela le había escrito a su abuelo como en una ocasión ella llegó a sentir gozo caminando por las calles de su ciudad, aquella vez que fue a visitar a su madre, ya que ella era originaria de otro país, le relataba en la carta como se sentía; libre, llena de plenitud pensando en su amado. Por alguna razón, así Renata se sintió tal cual cuando caminaba, y las palabras que había leído de esa carta de su abuela, “…caminando por las calles de su ciudad sintiéndose libre, llena de plenitud pensando en su amado…” Renata se cuestionaba en cuál amado

estaría pensando, sería del amor hacia su nueva vida, su nuevo entorno, su nuevo sentir en general, o sería algún nuevo amor que pronto la estaría encontrando. Por primer vez sintió emoción al saber que estaría abierta a probar un nuevo amor pues ese amor que Renata tantos años buscó, no era el adecuado, ahora le ha soltado al universo el beneficio que ese amor la busque a ella, ya que en su desesperación por buscar a ese amor, cada intento la fue desviando de su camino, de sus raíces, de su identidad. Gracias a esas fallas o intentos de amor, Renata supo cual era el camino correcto a seguir para que sus experiencias le sirvieran de guía para ahora dejarse ser buscada por ese amor, mientras ella continuara su viaje dentro de su nueva vida que ahora emprende. Su desesperación se ha desvanecido, ya no siente urgencia ni tiene prisa, ahora siente calma y es flexible hacia los nuevos cambios que ella ha escogido tal cual como alguna vez los soñó. Ya no siente confusión, se encuentra en el camino apropiado

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LA SENDA DE RENATA donde con seguridad día a día da lo mejor de ella. Reconoce que no existe una perfección como alguna vez aprendió y fue en esa perfección donde estuvo perdida un tiempo, sabe su valor como ser humano y de lo que es capaz, es lo que la motiva a llegar a su propósito.

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LA SENDA DE RENATA

XXX Hoy que Renata se encuentra lista para embarcar un nuevo camino en su vida, usar sus conocimientos, experiencias y raíces para entrar en una nueva puerta de oportunidad, es un comienzo hacia esa vida que con tanta paciencia anheló y por la que tanto esperó. Esta entrada es dada con pasos firmes, con seguridad y plena confianza, ya que ella lo creó para ella, en esta decisión nadie entró, sólo su propia convicción. La decisión con la que creó y dio bienvenida, la trabajó tantos años atrás, día tras día aprendiendo y construyendo con cautela para que cuando llegara ese día, ella pudiera saber que era el momento, y así fue, le llegó ese día, claro sumado de ansiedad y miedo de no saber qué le esperaba, pero su confianza interna pudo más y la guió para dar el salto. Recientemente Renata concluyó su etapa y labor de madre, su enorme satisfacción de sentir que lo había logrado, le hizo ver que apenas comenzaba a vivir, que esta etapa que dejaba no la iba a definir toda su vida como a ella alguna vez le hicieron

L a pa r ti da creer, que sólo servía para ser madre. Gracias a su liberación excavó más a fondo de su ser, cuando se dió cuenta que ahí estaba la parte de Renata mujer y profesionista que no había explorado, que se encontraba dormida, empezó a sentir curiosidad y motivación para planear delicadamente esta nueva etapa, sabía que tenía que irse lejos y sola para poder reencontrarse con ella y reconstruirse. Las opciones siempre eran tan vastas que no supo por donde empezar, así que comenzó a andar, lo primero que supo era que tenía que prepararse para salirse, de ahí poco a poco se irían mostrando los siguientes pasos a dar. Dedicarse a escribir la llevó a conocerse más en su intimidad y expandir todos sus rincones oscuros que no había explorado, le ayudó a contemplar el otro lado de la vida que era llenarse de ambientes y situaciones positivas que le ayudaran a crecer como mujer. Su lado creativo que sabía que existía, lo dejó que la dirigiera para entregarse a la

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LA SENDA DE RENATA escritura sin tabúes ni límites, sólo siendo ella en su totalidad. Así poco a poco fue escribiendo y teniendo más confianza en sus palabras, aunque a veces sus propias palabras la asustaron y la hicieron sentir emociones, aun así le siguió, hasta que le pudieron arrancar esas capas que venía cargando. Gracias a su escritura fue que sintió libertad y deseos de seguir con sus planes buscando ahora incorporarse en el área profesional, que al igual le hizo sentir miedo, pero era otra barrera que tenía que romper. Al final se dio cuenta también que esas barreras le fueron creadas sin su consentimiento, le fueron impuestas, pero logró quitarlas y la sensación le dio más impulso para continuar.Está consciente que apenas es el comienzo pero está bien centrada en lo que quiere lograr.

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XXXI Renata se empezó a conectar con sus ancestros cuando inició su proceso de sanación espiritual, no entendió porque en su familia y luego en su vida personal hubo situaciones tan dolorosas, llenas de sufrimiento y difíciles en lugar de haber llevado una vida en un ambiente familiar feliz y normal. Le explicaron que al nacer, el ADN en las cromosomas se conforma de información genética no sólo de los padres, también de los antepasados, esto se debe a que cuando en el pasado algún ancestro vivió sin resolver alguna situación difícil y la cargó durante su vida hasta su muerte, se hereda hacia la siguiente generación, esa situación tiende a repetirse mientras no sea resuelta ahora si como dice el dicho popular “Justos pagan por pecadores” cuando se acepta la situación o experiencia es cuando puede cerrase y aquí es cuando la genética se transforma, se corta desde la raíz eso que vino a causar ese problema o situación. Ella recuerda a sus abuelos felices siempre, se sintió más segura en casa

L os A nc estr o s de sus abuelos porque aun y con los problemas que cargaban sintió un ambiente de hogar y de aceptación más que en su propia casa, con sus padres sentía y percibía miedo, inseguridad, baja autoestima, críticas, quizás por algo rechazó su propio hogar, su intuición siempre la guió pero Renata aún no estaba madura espiritualmente para escuchar su voz interna, de haber sido lo contrario su vida pudo haber sido más tranquila sin tener que haber pasado por tanto dolor y sufrimiento. Ahora Renata pudo ver que gracias a esta inconsciencia ella fue capaz de conectarse con su ‘yo’ interno, conocerse en su plenitud sin que nadie la catalogara ni definiera, y pudo darle cierre a estas constantes olas de sufrimiento que fue navegando durante sus 45 años. Renata o ver también que su sufrimiento lo estaban cargando sus hijos y a tiempo pudo romper con esta cadena a la que estaba atada. Esto a Renata al principio le pareció algo ilógico y fue escéptica, no entendió pero al pasar los años y experiencias, vio que sí había una similitud en lo que le habían explicado y lo que

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LA SENDA DE RENATA estaba viviendo, gracias a su despertar y aceptación, empezó con sus propias experiencias y conocimientos a tener otra perspectiva de su vida, y a tejer la de sus ancestros que llevaron alguna vez, así encontró las herramientas para las preguntas que nadie le podía contestar, así ella fue aceptando cada día su pasado y presente con amor y con consciencia fue creando esta gran transformación hacia su libertad, rompiendo con raíces enfermas para que así también sus hijos no siguieran cargando con la genética ancestral, y que empezaran con raíces nuevas hacia una nueva vida que emprenderían juntos. Tuvo la oportunidad de conocer a sus dos de sus bisabuelas, por el lado paterno, recuerda que una de sus bisabuelas tenía el porte de una mujer con carácter fuerte, religiosa, callada y con facciones de rostro pronunciadas, y su otra bisabuela era una mujer sonriente, muy espiritual, siempre con buen humor y con un sazón hacia la vida que se pegaba.

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LA SENDA DE RENATA

XXXII Renata creció en un ambiente religioso muy duro y con muchos prejuicios, tenía la obligación de cumplir en protocolos muy irracionales sólo por aparentar que su familia era religiosa, y en ese entonces el ser religioso te daba la posibilidad para entrar a una sociedad llena de derechos, pero a la vez, era como entrar a la boca del lobo, una vez adentro había que seguir las reglas o al menos aparentar cumplirlas.

Re nata y D i o s llegó a conectarse con sus ancestros de una manera espiritual y tener una relación muy cercana con Dios, que fue lo que la llevó a transformar y a trascender a lo que Renata es hoy como mujer adulta.

Aquellos años de infancia, Renata recuerda que cada domingo era obligatorio asistir a misa y después cumplir con las comidas familiares donde sólo se platicaba de logros económicos, en ese ambiente de competencia que existía siempre entre las familias, Renata viene de una familia muy grande, así que había bastante de esto.

Pero si fueron batallas constantes con las que tuvo que luchar por tener ese tipo de creencia de Dios, en su mente existió siempre esa voz de duda y cuando hacía algunas cosas le venía un tipo de remordimiento raro, como si estuviera defraudando a su familia, en el fondo Renata sabía que esto no era Dios, porque Dios no nos juzga ni nos hace sentir mal, al contrario, Dios nos deja a nuestro libre albedrío tomar nuestras decisiones y caminos, y si nos equivocamos pues es parte de la enseñanza de aprender a darle vuelta a esa falla sin estar con ese prejuicio moral estancado por haber fallado.

Renata disfrutaba la compañía de sus abuelos, le gustaba mucho observar sus tradiciones y escuchar sus pláticas, le parecían interesantes cuando hablaban de sus antepasados, le creaba mucha curiosidad saber de su familia. Con estas convivencias

Con este tipo de creencia religiosa, Renata cumuló mucha culpa y empezó a hacer su vida personal a un lado para hacerse responsable siempre de los demás, porque así lo había aprendido, estar a la disposición de otros y de Dios, ahora sabe que

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LA SENDA DE RENATA Dios no nos quiere como esclavos, sino que seamos seres de amor y compasión independientes, capaces de ayudar a los demás y de cuidarnos a nosotros mismos. Renata tardó muchos años para darse cuenta y realmente conocer a Dios en su espiritualidad y total privacidad, a raíz de su divorcio ella seguía con la misma creencia de aparentar ante los demás que ella era religiosa y eso quiso enseñarles a sus hijos, tal cual ella había aprendido, era como si se repitieran las historias dentro su familia, en lugar de romper con esa tradición y avanzar en la educación de sus hijos, pero así fue como Renata había aprendido no conoció otra manera.Se metió en muchas tormentas durante esa etapa, llegó al grado que los demás la definieron según sus circunstancias y su vida. Sintiendo esa lealtad moral hacia la religión estaba más bien atándose a una cadena fija que no la dejaba moverse, ni ver, ni conocer las maravillas del mundo y de Dios, por eso sufrió mucho, pero fue ese mismo sufrimiento el que la llevó a buscar su verdadera espiritualidad, cuando en su etapa de sanación decidió meterse a practicar Yoga, su vida empezó a cambiar lentamente. Su sanación dio paso a destapar todos

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esos huecos que ella misma había tapado sin antes haberlos descubierto, con cautela se dio cuenta uno por uno, que estaban ahí presentes, el primero fue el de entendimiento, Renata necesitó entender su vida y las causas de su presente, con esto ella empezó a despertar en su camino a la consciencia, pero no sabía que esto implicaría dolor, ansiedad, angustia y odio, tenía que hacerlo si es que quería sanar por completo. Para entender su situación, Renata tuvo que empezar por hacer a un lado su actitud de víctima de la situación y cambiar ese rol por una actitud de aprendizaje, dejar de estar esperando a que los demás hicieran algo por ella, tuvo que aprender a hacerse responsable de sí misma, lo curioso es que Renata fue una mujer muy responsable en todos los sentidos, pero cuando se trataba de su vida no sabía cómo hacerse responsable, creo que ella había cedido ese derecho de responsabilidad de su vida hacia los demás. Fueron cosas tan pequeñas y simples que Renata tuvo que desarrollar, que la llevaron a una felicidad plena, y al ir trabajando eso en su terapia, ayuda de su guía espiritual, practicando Yoga, meditando, yendo a sesiones de Reiki y acupuntura empezó a aceptar, amar y re-encontrarse con ella misma. Obviamente cada órgano sacó su


LA SENDA DE RENATA emoción que había retenido por tantos años y liberó mucho dolor en cada uno, era la única forma en que pudo sanar para sentir esa paz interior y poder vivir ahora bajo sus propias creencias y decisiones, sin tener que cargar a nada ni a nadie, aquí fue donde Renata conoció su libertad y a Dios. Ahora Renata camina dando pasos sabios con su corazón y su espíritu de la mano, siendo Dios su guía y sabiendo ver esas señales que la vida le pone día a día dejando fluir las cosas de una manera armoniosa sin resistirse a nada, sólo dejando fluir, se trata de tener la actitud para hacer el cambio. Al estar con el corazón abierto, Renata comenzó a dejar entrar cosas nuevas en su vida, pudo tener decisión propia, conocer a Dios de una manera pura y sin filtros que la sociedad ponía, crear un amor propio que la llevaron a aceptar su presente y perdonar su pasado, así pudo avanzar en su vida. Personas que algún día significaron mucho, ella misma las hizo aun lado por todo el resentimiento y dolor que guardaba, pero no cabe duda que la vida le dio otra oportunidad, ella luchó siempre para esto y así volvieron a entrar personas valiosas que siempre la quisieron.

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LA SENDA DE RENATA


Renata sabe que ese amor que ahora se tiene, es como esa planta que debe cuidar, atender y abrazar.


Al sanar y crecer en consciencia, con determinación y la apertura a las oportunidades que ella misma buscaba a diario, esa emoción se convirtió en seguridad después de aventarse. Recuerda muy bien que hace varios años alguien le dijo que siempre había luz al final del túnel, así fue como sintió esa aventura de aventarse a la libertad acercándose cada vez más a esa luz. Ahora su vida tiene más sentido y fluidez, cada día lo acepta como si fuera el único, no retrocede al pasado más que para tomar experiencia y dar lo mejor cada día.

LA SENDA DE RENATA MARCELA G. RODRIGUEZ


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