Reflexión y acción, la mejor garantía de futuro Introducción Los resultados electorales obtenidos por nuestro Partido el 1 de julio de 2012 constituyen un doloroso retroceso en el camino de construir en México una Nación democrática, libre, moderna y próspera. La mayoría de los mexicanos aspira a que nuestro país avance en esa ruta, sin embargo, por diversas razones, muchos ciudadanos dejaron de ver en el PAN a la mejor opción para impulsarla. Este hecho obliga al Partido Acción Nacional a revisar su desempeño en los últimos años y rectificar cuanto antes los problemas existentes en su estructura y funcionamiento partidario, para restaurar sus vínculos con la sociedad, recuperar su competitividad política y electoral, y estar en condiciones de rencontrar el éxito e iniciar en el futuro un nuevo ciclo al frente del gobierno de la República. Durante su primer ciclo como Partido en el gobierno, Acción Nacional no fue capaz de desmantelar al viejo sistema autoritario. Incluso permitió que algunas prácticas no democráticas se infiltraran al interior del PAN y que no pocos panistas se acomodaran a las mismas. Lo anterior obliga al Partido a retomar con mayor ahínco sus planteamientos y su lucha por la reforma del Estado y la democratización de las instituciones. En los últimos tres años, los diputados federales del PAN en la LXI Legislatura enfrentamos un entorno difícil, que combinó las circunstancias de ser la bancada del Partido en el gobierno, de no contar con mayoría parlamentaria, y de enfrentar a una oposición que asumió que frenar los proyectos gubernamentales y las reformas estructurales era el mejor camino para alcanzar o retornar al poder. Los esfuerzos desplegados por el Grupo Parlamentario del PAN, que actuó como si fuera mayoría a pesar de contar sólo con 142 diputados, permitieron alcanzar distintos acuerdos y logros a pesar de la cerrazón opositora y de la falta de apoyo político y social a algunas iniciativas. Diversas reformas constitucionales, de legislación secundaria y los presupuestos de egresos de la Federación dan testimonio de un trabajo legislativo y político eficaz, el cual, sin embargo, dista de ser cabalmente apreciado por los ciudadanos y por nuestros propios compañeros panistas. No obstante lo anterior, los diputados federales de Acción Nacional reiteramos nuestro compromiso indeclinable con la trayectoria histórica del PAN; nuestra lucha por la democracia, la justicia y la libertad de México; nuestra adhesión a los principios y
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plataformas que le dan rumbo e inspiración a nuestra lucha. Por tal motivo, no somos, no podemos ser ajenos al proceso de reflexión que se encuentra en marcha y que tendrá un cauce institucional en la próxima sesión de Consejo Nacional que se realizará el próximo 11 de agosto de 2012. Para el mismo, aportamos el presente documento que contiene 20 puntos que nos parecen fundamentales para ser considerados por los órganos competentes de Acción Nacional.
1. Relación interinstitucional del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la Cámara de Diputados con el Partido. El Grupo Parlamentario en la Cámara de Diputados es un actor central del Sistema PAN. La derrota electoral dejará a los próximos Grupos Parlamentarios federales como los principales espacios para la acción política del Partido. El desempeño de los próximos diputados federales será estratégico y requiere que se estrechen los vínculos institucionales, de comunicación y de mutuo respaldo que resultan indispensables para el PAN ante la reducción de sus márgenes de acción política. En los casos en que el Partido ejerce el Ejecutivo debe construirse una relación de respeto y colaboración, más no de subordinación. En este aspecto se debe retomar el camino institucional y cada instancia, como el GPPAN, debe ser reconocida en su responsabilidad y autonomía. Los diputados del PAN en la LXI Legislatura estamos listos para compartir la experiencia de estos años con el resto de nuestros compañeros del Partido. 2. Identidad y principios. Acción Nacional se fundó como un Partido con una doctrina política precisa, una acción política permanente, una participación ciudadana pública y abierta, y un proyecto democrático para transformar a México. El PAN está obligado a ratificar los rasgos de su identidad histórica, a saber: sus principios humanistas, su proyecto democrático, su vocación ciudadana, su orden institucional y demás rasgos de su trayectoria política; siendo capaz de proyectarlos ante los imperativos del ejercicio democrático del poder y de la competencia electoral plural, sin perder su identidad humanista y su trayectoria histórica de lucha por la democracia y la modernización de México. Es necesario encontrar el equilibrio entre los principios doctrinales y la eficacia política y electoral para participar eficazmente en elecciones y desempeñar responsabilidades de gobierno. La gente necesita ver a un PAN congruente. 3. Corrupción. La ética política y la imagen del PAN como Partido que ejercía los cargos públicos con responsabilidad y honestidad han quedado en entredicho por la corrupción en que han incurrido algunos de sus miembros tanto en el
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servicio público como instancias partidistas. Se deben tomar las medidas que sean necesarias para condenar, frenar y castigar los actos de corrupción, incluyendo la separación del Partido a los militantes a quienes se haya comprobado actos de ese tipo; para promover la honestidad y la ética en el servicio público y en la gestión de las dirigencias del Partido. 4. Reforma a la normatividad interna. En diversos aspectos es patente la obsolescencia de las normas internas o su inaplicación, así como lo inadecuado de algunas de las recientes reformas estatutarias. La próxima Asamblea Nacional deberá examinar una propuesta de reforma estatutaria que responda a un proyecto de Partido humanista, democrático, competitivo, eficaz, subsidiario, cercano a la gente, formador de políticos y promotor de liderazgos. 5. Reafiliación. Las prácticas de afiliación compulsiva y corporativa que sustituyeron al proselitismo personal y la afiliación voluntaria han dado por resultado un padrón poco verídico que ya no es un instrumento confiable para realizar procesos democráticos internos. Es menester la realización de un proceso de reafiliación a nivel nacional, que ni sea amañado, ni que repita los casos lamentables en que grupos internos aprovecharon para excluir a sus adversarios, para que en el padrón del PAN sólo haya militantes activos y adherentes realmente comprometidos con el Partido. Muchos de los problemas que existen en el Partido se explican por la manipulación del padrón que hacen algunas dirigencias y militantes que aspiran a algún cargo. Se debe analizar la posibilidad de crear una nueva categoría de militante del PAN complementaria a los miembros activos y adherentes. 6. Depuración. La permisividad, la impunidad y la falta de aplicación oportuna de la normatividad interna ha llevado a muchos militantes panistas y servidores públicos, a apoyar o representar a otros partidos en procesos electorales, en decisiones gubernamentales o legislativas en contubernio evidente con nuestros adversarios. El PAN debe excluir cuanto antes de sus filas a quienes han traicionado la confianza del Partido y de los panistas trabajando a favor de otras causas antagónicas al humanismo político de Acción Nacional. En el caso de los gobernantes emanados de alianzas electorales apoyadas por el PAN es inaceptable que se desvinculen del Partido. 7. Corresponsabilidad del CEN en entidades con debilidad institucional. Luego de doce años en el poder, el PAN no logró convertirse en un partido electoralmente competitivo y con presencia política en todas las entidades, municipios y distritos del país. Es fundamental emprender un proyecto de
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fortalecimiento institucional donde el CEN asuma la corresponsabilidad de fortalecer a los comités estatales y municipales o a las comisiones organizadoras debilitados por la falta de actividad política, las divisiones internas, los cacicazgos propios y ajenos, la corrupción y el pragmatismo, y demás situaciones que impiden el crecimiento institucional del PAN en diversas regiones del país. 8. Reformar los procesos de selección de candidatos. En los últimos años, el PAN sucumbió a la crítica de quienes veían como “limitadamente democráticos” los procesos ordinarios de elección de dirigentes en las Asambleas o la de candidatos en las convenciones de delegados, implantando diversas modalidades de elección o designación que se aplican ad hoc aparentemente para favorecer o perjudicar a determinados aspirantes. Se requiere una reforma integral de los procesos electorales internos del PAN, estableciendo métodos de elección claros, condiciones de equidad, que promuevan candidatos con un perfil de congruencia y competitividad, y retomando el espíritu democrático que brinde claridad y certeza en las condiciones y en los tiempos para quienes participen en los mismos. Explorar métodos de selección que consideren indicadores que tomen en cuenta la trayectoria partidista del precandidato, su nivel académico y su grado de conocimiento y liderazgo comunitario, entre otros, para decidir la idoneidad de su postulación. El PAN debe establecer condiciones que permitan a sus militantes promover constantemente su liderazgo y aspiraciones políticas según lo permita la ley. No a los candidatos que se definen discrecionalmente desde las cúpulas. 9. Establecer nuevos procesos de formación y capacitación. El fortalecimiento de Acción Nacional que nos proyecte a un próximo ciclo como partido en el poder requiere poner gran énfasis en la formación de cuadros capacitados para hacer política, dar resultados y asumir las funciones de dirigente, candidato, gobernante o legislador. Para lo anterior, el PAN está obligado a aplicar procesos de formación doctrinal, ideológica, analítica, directiva, electoral, gubernamental y legislativa, para desarrollar los conocimientos y habilidades de los panistas, permitiendo el surgimiento de nuevos liderazgos y dirigentes. 10. Replantear la relación Partido-Sociedad. Los cambios que se hagan en el PAN deben buscar, prioritariamente, acercarse a los ciudadanos. El pasado proceso electoral dimensionó con claridad el grado de alejamiento del PAN y de sus gobiernos con la sociedad. Acción Nacional requiere abrirse de manera
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efectiva a la sociedad civil y abanderar y hacer suyas las causas cívicas, ciudadanas y sociales, incorporándolas en sus plataformas, iniciativas y planes de gobierno en la medida que sean compatibles con los principios humanistas del PAN. Acción Nacional debe reiterar su identidad pluralista, por lo tanto, debe estudiar cuidadosamente al elector, saber cómo es y definir una oferta política seria para el mismo y, particularmente, no dejar abandonadas las exigencias de quienes son aliados o afines a las posiciones panistas. No obstante, el PAN debe ser también cuidadoso al momento de invitar a ciudadanos a ser candidatos a cargos de elección popular. Acción Nacional no puede alquilar su logotipo ni ser un partido franquicia al servicio de intereses contrarios a los objetivos del PAN, pues ello es una gran incongruencia. 11. Evitar la preeminencia de los intereses personales de algunos panistas por encima del interés público. Cumplir con responsabilidad las funciones gubernamentales y legislativas significa para los panistas anteponer criterios de bien común a intereses parciales, sin embargo, en no pocos casos algunos gobernantes o legisladores han tomado decisiones en función de sus propios intereses o de intereses particulares que se benefician indebidamente o cobran facturas de campaña. Se requieren mecanismos efectivos para asegurar la honorabilidad de las decisiones que toman los servidores públicos del Partido, así como establecer un sistema de evaluación y desempeño de los panistas que ejercen cargos públicos. 12. Institucionalidad y procesos democráticos internos. Durante el Siglo XX, propios y extraños reconocieron al PAN los rasgos de su institucionalidad democrática; actualmente lo reconocen como el Partido que más impugna sus procesos internos ante el Tribunal Electoral. Acción Nacional debe cumplir con procesos de elección de dirigentes que aseguren la legitimidad de las directivas, la validez de sus acuerdos, el orden institucional, una estructura y funcionamiento apegados a las normas estatutarias y reglamentarias, así como todos los aspectos que reafirmen la histórica institucionalidad democrática del PAN. Ser dirigente del Partido es una responsabilidad que no debe convertirse en oportunidad para impulsar proyectos personales; los presidentes e integrantes de los comités directivos deben comprometerse a trabajar durante los tres años de su periodo estatutario. Incluso se requiere promover un calendario único para renovar las directivas panistas, empatando lo más posible los cambios internos y el calendario electoral. 13. Partido deliberativo e incluyente. El actual proceso de análisis de la situación del PAN es ideal para recuperar la tradición deliberativa de Acción
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Nacional. Durante años, las reuniones del Partido fueron espacios de diálogo abierto y deliberación política que alimentaban la cultura de debate y el intercambio respetuoso de puntos de vista. Es preciso reimplantar estas prácticas a todos los niveles y terminar con las reuniones sin deliberación, las asambleas sin discusión, las sesiones de órganos competentes de mero trámite, las prácticas de exclusión o la amenaza de sanción por el simple hecho de que un panista emita su opinión sobre la situación del PAN en todo tipo de reuniones, en los medios de información o en las redes sociales, asumiendo que ningún partido democrático sanciona opiniones de sus miembros y todos exigen cuentas a sus dirigentes. 14. Trabajo político interno. Es necesario además de la aplicación de la normatividad y de las sanciones que el Partido haga trabajo político interno. Esto va desde las prácticas de conciliación y solución de las diferencias en los asuntos internos, hasta la posibilidad de que todos los militantes puedan desarrollar su liderazgo y talento para cumplir adecuadamente con su vocación política, todos los dirigentes del Partido en su ámbito de competencia deben asumir su responsabilidad en este aspecto. Lo anterior, no excluye el trabajo y liderazgo social fuera del PAN que debe ser fomentado y reconocido por el Partido. 15. Esforzarse en que el PAN marque la agenda nacional y local. El hecho de ser oposición en el orden federal no debe ser obstáculo para que el PAN abandere la agenda de modernización del país que ningún otro partido impulsa. Acción Nacional debe asumir una postura de contraste efectivo en términos de las acciones de gobierno, sobre todo, por lo que respecta a las decisiones de otros partidos que reduzcan la democracia, las libertades o que no se orienten al avance del país hacia un mejor futuro. 16. Revisión de los criterios de gasto en los recursos públicos que maneja el PAN conforme a indicadores y evaluación. El PAN requiere usar de manera transparente y con responsabilidad el financiamiento público que le corresponde. Se debe evitar el derroche de recursos para sostener actividades ineficaces en términos políticos, acciones que no fortalecen al Partido y nóminas que no trabajan para el fortalecimiento institucional del PAN, evitando la inequidad y el desequilibro. Los recursos se deben asignar a las diversas estructuras conforme a indicadores de desempeño y resultados, por ejemplo: el tener militantes en todas las secciones, cobertura total de casillas, operación de todos los comités, etcétera.
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17. Obligaciones de los panistas. Con las últimas reformas estatutarias se eliminaron diversas obligaciones de los miembros activos del PAN, para quedar casi equiparadas con las de los miembros adherentes. Es necesario restablecer un conjunto de obligaciones mínimas para los militantes panistas, entre ellas, el pago de cuotas, la participación regular en actividades, la representación en las casillas, el conocimiento de la doctrina y programas del Partido, para que los militantes tengan sus derechos a participar en las decisiones del Partido. 18. Comunicación e imagen. Muchos panistas desconocen lo que ocurre en el Partido. Ignoran las normas y acuerdos que los obligan, el mensaje de sus dirigentes, los logros de sus gobiernos, los debates de sus legisladores, la actividad política que se realiza para confrontar a otros partidos. Se requiere prestar atención y cambiar el modelo de comunicación al interior del PAN y convertir a cada panista en un conocedor de los planteamientos de Partido en los diversos temas. Asimismo es preciso realizar campañas institucionales que recuperen la imagen del PAN como el partido óptimo para gobernar. 19. Modelo de Gobierno. El primer ciclo del PAN como partido en el poder en el orden federal está a punto de concluir. Los doce años de experiencia panista en el Gobierno Federal abarcan una porción significativa de los casi 73 años de historia de Acción Nacional y, como tal, deben incorporarse sus logros y políticas exitosas como parte de los rasgos de la identidad panista. A partir de las experiencias gubernamentales genuinamente representativas de nuestro proyecto humanista, se debe integrar un Modelo de Gobierno PAN identificable para el ciudadano, siguiendo criterios de conformación panista de los equipos; de eficiencia, eficacia, responsabilidad y honestidad en el servicio público; de cercanía y contacto con la sociedad; con visión de futuro y capaz de atender y/o resolver los problemas que le correspondan. 20. Militancia. Es necesario revalorar la militancia panista y reducir la distancia existente entre militantes y dirigentes, el cual es un factor fundamental para el fortalecimiento político y electoral del Partido en el porvenir. Se debe avanzar en un perfil de militante participativo, con liderazgo, al que se le ofrezcan oportunidades de formación política y de acceso a los cargos directivos y candidaturas; organizando el servicio voluntario e impulsando el desempeño profesional en las responsabilidades partidistas o públicas que le correspondan. El PAN debe confiar y apostar por sus militantes y liderazgos internos y sólo en casos de excepción recurrir a candidaturas externas.
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Es fundamental que los panistas recuperemos la congruencia, que las actitudes que proclamamos en el discurso, como la solidaridad y la generosidad, correspondan a las conductas que adoptemos para reconquistar en las calles la confianza y el voto de los mexicanos. Que no vuelva a haber procesos internos que sean una burla a lo que proclama Acción Nacional; que no vuelva a haber candidatos que enfrentan solos las arduas tareas de campaña; que no vuelva a haber gobiernos vistos como reparto de canonjías y no como instrumento para gestionar el Bien Común; que este ejercicio no quede en reflexión y vaya a la acción que necesitamos. Los diputados panistas integrantes de la LXI Legislatura consideramos que nuestra aportación debe tomarse en cuenta en el proceso de reflexión sobre el presente y futuro del PAN, en el que también deben participar de la manera más amplia los militantes y comités locales en las 32 entidades federativas, en espacios institucionales que trabajen conforme a una metodología ordenada y transparente, y cuyas conclusiones sean consideradas en la reorientación del trabajo del Partido, en la formulación de un eventual proyecto de reforma estatutaria, así como ser considerados en la futura Asamblea General Extraordinaria que será convocada por los órganos competentes del Partido.
Atentamente
Diputados Federales del Partido Acción Nacional Agosto de 2012
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