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Necesitamos una nueva normalidad

Necesitamos una nueva normalidad AV

por JUAN TAMAYO*

Cada proyecto audiovisual requerirá un soporte técnico, a eso la industria tiene que enrutarse, que el cliente se dé a la tarea de estimar en el costo del proyecto a una persona que resuelva, analice y mejore el sistema.

Acaba de pasar InfoComm 2020, la cual

se hizo totalmente virtual, no hubo relacionamiento físico y posiblemente nos indique cual será el norte en el mercado audiovisual. Se pudo observar un gran número de nuevos productos en donde no hay contacto físico, el audio y video se transmite mágicamente y donde el usuario no necesitara personal técnico que lo configure o programe, inclusive, hasta asistimos a un coctel virtual.

La nueva “normalidad” está afectando el negocio, y las empresas solo están pensando en el presente, el futuro aún es incierto, pero no se debe descartar, los diseñadores,

ingenieros y comerciales de proyectos audiovisuales deben expresar al cliente la importancia de un buen sistema audiovisual para el espacio pensado, no debemos olvidar la teoría básica de audio y video, y dar a conocer que hoy en día las soluciones plug a play para espacios corporativos y educativos tienden a fallar y necesariamente requieren un buen diseño y soporte técnico disponible.

Las personas que toman decisiones de compra en estos proyectos no tienen el conocimiento técnico para adquirir tecnología, y algunas empresas en su afán de vender no explican adecuadamente la solución, solo hablan de facilidad, como si el mundo audio visual fuera fácil, hablan de “conectividad”, y sobre todo de bajo costo. Pero si se junta todas estas características en un proyecto corporativo o educativo creería que el proyecto en el tiempo corto tendería a fallar.

Este artículo de opinión no es una crítica al mercado, es el planteamiento de un nuevo futuro audiovisual en donde el desarrollo de proyectos audiovisuales debe crecer debido a la conectividad, pero este crecimiento debe estar acompañado de nuevos modelos de negocios en donde sus ejes principales debe ser conocimiento del cliente final y soporte técnico.

Las propuestas económicas de proyectos audiovisuales modernos deberían estar acompañadas de explicaciones de operación del sistema, de un diagrama básico de operación y que reúnan conceptos claros estandarizados por asociaciones, básicamente si se presenta una propuesta debería incluir cómo funcionara, cuáles son los puntos fuertes de esta y cuáles serían los posibles puntos de falla.

Es difícil porque el oferente del mercado creerá que mostrar sus puntos débiles lo hará perder la venta, pero desde el punto de vista de comprador este sabrá cuál será el riesgo de adquirir el producto o solución y como mitigar este riesgo, y si decide adquirir e instalar el proyecto, al momento de una falla contemplada no tendrá como reclamar al instalador.

Cada proyecto audiovisual requerirá un soporte técnico, a eso la industria tiene que enrutarse, por ejemplo si una institución educativa con 20 salas de clase, en donde el 50% de los alumnos esta remotamente recibiendo contenido desde su casa no cuenta con personal de soporte técnico enfocado para resolver inconvenientes posiblemente el proyecto en el tiempo tendera a presentar problemas, y no hablo de “preparar” al de telecomunicaciones e información para esto, es hora de empezar a preparar técnicos audiovisuales que brinden soporte in-situ para las soluciones, que el cliente se dé a la tarea de estimar en el costo del proyecto a una persona que resuelva, analice y mejore el sistema. Se requieren personas que administres los sistemas audiovisuales.

Como planteo en este artículo de opinión, creo que el mercado se debe transformar, involucrar más a los clientes finales haciendo que ellos inviertan en personal técnico calificado, o en su defecto en un consultor objetivo que los acompañe en la toma de decisiones, que ayude a seleccionar el personal que operara el sistema y que no se convierta como en la mayoría de los casos en una persona con conocimiento de redes de datos enfrentando un proyecto audiovisual y aprendiendo de el con ensayo y error.

Es el momento para que las instituciones técnicas y universitarias que tienen en su oferta educativa asignaturas o programas relacionadas con el audio y producción incluyan módulos o líneas de educación basadas en diseño y administración de espacios audiovisuales, estos conocimientos deben estar basados en normatividad internacional, ojalá certificada, prepararse para la conectividad no es solo aprender de redes IP, también se debe aprender sobre audio, acústica, video y control audiovisual.

Como profesionales del mundo audiovisual no se debe tener miedo al cambio, se debe afrontarlo, se debe mejorar en la unión y en el trabajo colaborativo, se deben presentar proyectos con diseños claros y objetivos de ejecución, competencia sana basada en calidad de servicio y no en precio final. El mercado exige que el gremio este unido y que este empuje hacia el mismo lado.

Como se expresó, esta es una columna de opinión que muestra una visión personal del autor, no es la visión de la editorial, se deja a un lado el contenido técnico para expresar necesidades del mercado, es una expresión que nace con una experiencia de casi 15 años en la industria audiovisual en donde se ha observado aciertos y desaciertos en el desarrollo de proyectos.

*Juan Tamayo, CTS-D, está en la industria AV desde 2006. Cuenta con experiencia en todos los países de la región. Es ingeniero electrónico, título universitario que le ayuda a integrar otras tecnologías al mundo AV. Es entrenador AVIXA desde 2016 y de Audinate sobre Dante desde 2018.

El futuro en procesamiento de audio

por JORGE JÁCOME*

Este procesamiento de audio es clave en cualquier sala de videoconferencia con múltiples participantes. Básicamente es el encargado de unifi car los micrófonos y altavoces con los equipos de videoconferencia.

El uso de herramientas de colaboración

a distancia ha tomado un giro impresionante en todos los niveles de una organización empresarial; desde permitir que sus miembros realicen videollamadas en formato personal desde sus casas, cuartos de hotel o viajando en Taxi o Uber, hasta el contar con múltiples espacios tecnológicos de diversas formas y tamaños, para comunicar y facilitar el intercambio de ideas entre compañeros de trabajo, y, porque no, hasta cumplir con la finalidad esencial de la empresa, la cual debería ser crear una conexión con sus clientes, cubrir una necesidad especifica y cerrar un negocio satisfactoriamente.

Cuando hablamos de salones de intercambio de ideas a distancia, conocidos como Salas de Colaboración o Videoconferencia, inmediatamente podemos pensar en grandes marcas de telepresencia como Cisco, Poly, Microsoft, Zoom, entre otros, y no podremos negar que sus productos basados en software han adquirido una popularidad impresionante gracias a su practicidad, fácil instalación a gran escala, herramientas y costo.

Ahora, si seguimos esta línea de ideas utilizando soluciones de videoconferencia basadas en software conocida como “Soft-Codec”, nos podemos encontrar con dos arquitecturas o diseños de conexión en una sala de juntas para que una persona pueda iniciar una llamada:

La primera técnica de conexión es conocida como BYOD (Bring Your Own Device = Trae tu propio equipo), la cual permite al usuario conectar su Laptop directamente a puertos ubicados en la mesa de tipo USB y HDMI (tradicionalmente) y de esta manera enlazarse con la tecnología Audiovisual del cuarto. Finalmente, el usuario puede iniciar la videoconferencia desde su propia Laptop aprovechando la infraestructura AV del cuarto.

Analizando esto, el beneficio aparente está en que cualquier usuario que entre a la sala pueda conectar su equipo personal fácilmente y utilizar los micrófonos, altavoces, procesamiento de audio y pantallas de proyección de imagen, para colaborar con otras personas.

Desafortunadamente esta arquitectura tiene un ligero inconveniente; si nos ponemos en los zapatos del personal de TI, este formato suele ser un poco problemático ya que cada computadora es un mundo diferente y el riesgo de que surja un problema técnico es muy alto.

¿A quien no le ha pasado que conecta su laptop a una sala de este tipo, el audio o video no es detectado correctamente y llamamos a soporte técnico a pocos minutos de iniciar una reunión? Usualmente estos soportes son muy sencillos, pero desgraciadamente quitan tiempo valioso al personal de TI mas seguido de lo que nos podemos imaginar.

El segundo tipo de conexión es el llamado “In-Room PC” (computadora dedicada o nativa). Esto quiere decir que asignamos una computadora, tradicionalmente de tipo miniatura enterprise, para que sea el cerebro de la sala utilizando un Soft-Codec especial de tipo “Room”, como por ejemplo Microsoft Teams Room o Zoom Room que, por cierto, esta computadora también tendrá conectado el equipamiento AV. Con esto, el usuario simplemente entra a la sala y da clic a “iniciar videoconferencia” sin necesidad de manipular o tener interacción con la computadora nativa.

Si se preguntan, ¿cómo puedo compartir mi presentación de Power Point cuando no tenemos acceso a la PC o a un cable HDMI?, les sugiero vean las herramientas que ofrecen los Soft-Codecs tipo “Room”… sorpresa: video inalámbrico por WiFi o Cable de Red. Aunque también son compatibles con sistemas externos de terceros.

La ventaja principal de esta arquitectura “In-Room”, es que reducimos al máximo el factor de error y el tiempo invertido de soporte por problemas de conexión. Esto es gracias a que la computadora está “fuera del alcance del usuario” y solamente le da acceso a iniciar la videoconferencia con un clic, así como a utilizar las herramientas de Comunicaciones Unificadas que pueda tener el Soft-Codec tipo “Room”. (Ejemplo: Agendamiento de Sala, Multiples displays... esto puede variar dependiendo del fabricante).

Los que me hayan acompañado hasta este punto de la redacción, se habrán dado cuenta que los he guiado imaginariamente a una sala de videoconferencias, del tamaño que ustedes prefieran, donde encontraremos a

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varias personas alrededor de una mesa. Esta sala cuenta con una computadora “In-Room” con un Soft-Codec tipo Room y alrededor podremos ver, probablemente un micrófono de techo, unos cuantos altavoces de plafón, la pantalla de video y seguramente una Tablet pequeña en la mesa con la interfaz gráfica del Soft-Codec… mmm creo que nos falta un elemento importante… ¡el Procesador de Audio! (DSP de audio).

Este procesamiento de audio es clave en cualquier sala de videoconferencia con múltiples participantes. Básicamente es el encargado de unificar los micrófonos y altavoces con los equipos de videoconferencia que, además, realiza procesos inteligentes de automatización de audio como Mezclador Automático, Cancelamiento de Eco Acústico, Control Automático de Ganancia, Reductores de Ruido, entre otros.

Podríamos decir que se convierte en nuestro “ingeniero de audio automático” encargado de cuidar que nuestra voz, y la de los demás participantes en la sala, se escuche fuerte y claro en el sitio remoto.

Y bueno, con esto hemos establecido las bases fundamentales para platicarles de lo más importante en esta redacción… Shure IntelliMix Room.

Shure IntelliMix Medium IMX, MXA910, MXN5, Room es el primer NMB. software de Procesamiento de Audio, optimizado para salas de tipo “In-Room” y sistemas Shure de conferencias. Este procesamiento está diseñado con todas las herramientas necesarias para eliminar ecos, reducir ruidos de

fondo, automatización de microfonía, y alta seguridad con encriptación AES256, entre otras funciones, para mejorar la experiencia de audio y comunicación de la sala.

IntelliMix Room fue diseñado para ser una gran solución en salas de comunicaciones unificadas, ayudando a reducir considerablemente los tiempos de instalación y configuración, simplificar la arquitectura de conexión, y ofrecer una plataforma “IT-friendly” para una implementación fácil y escalable, todo con la finalidad de reducir costos en organizaciones de pequeña y gran escala.

Cada licencia de procesamiento la encontraremos disponible en versiones de 8 o 16 canales de microfonía, y podremos escoger entre dos opciones de periodos de licenciamiento, siendo estos de 3 o 5 años. Con esto último, logramos ofrecer un producto profesional a muy bajo costo, en un formato que se puede adecuar a los periodos de reinversión tecnológica y renovación de licencias corporativas que las empresas realizan año tras año.

Adicional a estos canales dedicados para microfonía Dante, también encontraremos 8 canales adicionales de entrada y de salida para ambas versiones. Estos puertos extras nos ayudarán a inyectar desde audios externos en la red Dante, hasta conectarnos a otros dispositivos en Red como los altavoces MXN5 de Shure para mantener una sola infraestructura simplificada de conexión y minimizando el número de equipos físicos externos.

Finalmente, IntelliMix Room nos permite utilizar prácticamente cualquier puerto de audio de la computadora en la que esté instalado, es decir, desde el canal de salida de audífonos, la salida de audio por HDMI, hasta el puerto Bluetooth. Esto quiere decir que la versatilidad de conexión es muy amplia y nos permite adaptarnos a diferentes circunstancias. Por ejemplo, si tuviéramos una sala pequeña donde se tuviera una Barra de Sonido como sistema de altavoces, podemos enviar el audio ya procesado por el cable HDMI hasta llegar a la Barra de Sonido.

Conseguir un audio extraordinario para tus salas de colaboración, nunca había sido tan fácil.

*Jorge Jácome es especialista en Desarrollo de Mercado para Shure Latam.

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