ISBNÊN¼Ê978-987-24752-3-9 EstaÊed ici—n Ês eÊt ermin—Êd eÊimp rimirÊen ÊelÊmes Êd eÊA brilÊd eÊ2011 en Industria Gráfica Cartoon S.A., Salta, Argentina. No se permite la reproducción total o parcial, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11723 y 25446.©ÊO JOREJAÊS.A. Queda hecho el depósito que establece la ley 11723
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L
os castillos son como las casas pero más grandes, muchísimo más viejos y siempre están llenos de
secretos ¿Tu casa guarda secretos?
¿Qué tiene que tener un castillo para aparecer en un cuento?
La primera condición que debe cumplir un buen castillo es estar en un lugar complicado. En la cima de una montaña, al borde de un precipicio interminable o al fondo de la más oscura caverna. En un lugar así estaba el castillo de Lejanesia. Lo había construido un rey caprichoso en una montaña tan alejada y peligrosa que sólo los más valientes eran capaces de llegar.
No hay fortaleza que no tenga un buen foso ni foso que no tenga un buen monstruo. Pueden ser cocodrilos, tiburones, rinórquidos o dragones. Eso sí, de a un monstruo por vez ¡nunca todos juntos! Hace algún tiempo, un rey muy miedoso puso todos los monstruos que pudo encontrar en el mismo foso. Para su sorpresa, ocurrió que los tiburones se comieron a los cocodrilos, los rinórquidos a los tiburones y después el dragón se los comió a todos y terminó con una gran indigestión. Ahora en el castillo del rey miedoso hay sólo un dragón ¡Y con dolor de estómago!
¿No es curioso que todos los castillos estén cerca de un bosque? Es un dato importantísimo. Los castillos siempre están cerca de increíbles bosques que tienen por regla estar llenos de criaturas mágicas: duendes, hadas, unicornios, ogros y hasta policías de tránsito. El castillo de Forestalia estaba en el medio del bosque más hermoso del mundo. Tan pero tan lindo era que un día comenzaron a llegar miles de personas para hacer picnics y sacar fotos. Los reyes decidieron buscar otro lugar más tranquilo para vivir y ahora Forestalia está en venta.
¿Te mudarías?
Un castillo tiene que ser alto. Pero no de dos o tres pisos sino verdaderamente alto. Más alto que las casas más altas y que la punta de los árboles. Debe perderse en las nubes. En el reino de Escaleria las torres crecían tanto que llegaban al espacio. Era tan divertido que la gente venía desde muy lejos a jugar con las estrellas fugaces y los cometas que entraban por las ventanas.
en todos Los castiLLos hay princesas. muchas de eLLas son hermosas, otras saben habLar con Los animaLes y aLgunas sóLo esperan a su príncipe. La princesa radicheta de fuenteazuL era arQuitecta y, en vez de Quedarse encerrada en su torre, recorría eL mundo construyendo castiLLos. con eL tiempo se casó con un duende constructor y juntos pLanearon su propio castiLLo. tenía aLgunas puertas grandes y otras muy peQueñitas.
Los buenos castillos están embrujados, tienen leyendas de terror y una tremenda maldición. El pobre rey de Tenebria no podía más con su tristeza
¡Su castillo estaba maldito! Por las noches se convertía en el lugar más tenebroso de la tierra. Monstruos y fantasmas llenaban las torres, las puertas se cerraban solas, se escuchaban gritos y ¡siempre se perdía el control remoto!
pero La tristeza deL rey desaparecía por La mañana, cuando tenebria voLvía a ser eL hermoso centro de vacaciones Que Lo hacía inmensamente feLiz.
¿te Quedarías en un castiLLo embrujado?
Hay muchos tipos distintos de castillos. Algunos están sobre la tierra y otros debajo del agua. El castillo de Nautilia estaba en el fondo del mar. Allí vivía el rey del océano con toda su familia de sirenas. Pasaban los días jugando a la escondida en los bosques de algas o buscando la perla más grande. El rey dejaba que los barcos pasaran por la superficie de su reino siempre que no soltaran redes de pesca o ensuciaran el mar. Si algún barco dejaba caer algo peligroso, el rey creaba una tormenta marina que limpiaba el agua y los alejaba. Es importante cuidar los mares porque no siempre hay un rey con poderes mágicos para limpiarlo.
Existen también unos castillos muy difíciles de encontrar:
¡los castillos voladores! Suelen estar sobre una montaña o una roca desprendida de la tierra y pasean por el cielo escondidos entre las nubes. Sus habitantes viajan en extraños aparatos voladores y se ocupan de las más locas tareas, como arreglar alguna estrella averiada, tomar el té con los pájaros curiosos o darle formas raras a las nubes en verano.
¿Saldrías de paseo en un castillo volador?
Hay muchas cosas que un castillo tiene que tener para aparecer en un cuento: torres, dragones, bosques y leyendas, pero lo más importante es que tenga caballeros y princesas con mucha imaginación. En la tierra de la fantasía todo es posible, sólo hace falta imaginar.
¿Cómo sería tu castillo de cuento?
Este libro es para todos los que subidos a su torre de ilusiones miran el horizonte preguntándose que hay mas allá.
Sobre el autor: Martín Badia Nací en La Patagonia, pero cambié las montañas del sur por los naranjales de la Mesopotamia que me vieron crecer. Estudié bellas Artes y Diseño y puedo trabajar cada día con la alegría de seguir jugando. Las cúpulas de Buenos Aires me vieron hacerme grande y el viento dirá el lugar que me regale un bastón.
Agradecimientos: Gracias a vos Paula por la complicidad y por creer en este proyecto. A la enciclopedia de casa por abrirme un mundo de castillos lejanos en las siestas de la niñez, lugares asombrosos que parecían imposibles y que hoy recorro con el mismo asombro. A mi familia y amigos por el cariño y empuje. A Agus, por compartir mis castillos como si fueran suyos, a Gaby y Ren por estar siempre, cerca o lejos. A Andrea, por ser la torre más alta desde donde miro el futuro Gracias.