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Créditos Texto: Violeta Assiego Dirección: Laura Martínez Valero Ilustraciones: Ana Sara Lafuente Material audiovisual: Pablo Tosco Editado por Oxfam Intermon Coordinación editorial: eCícero Composición ePub: Pablo Barrio


Índice Prólogo Introducción La crisis de los medios también afecta a las ONG Nace la idea de Periodismo Comprometido

Capítulo 1. Periodismo Comprometido 1.1. El periodismo es comprometido o no es El periodismo no deja de ser un servicio público fundamental El periodismo en sí mismo ya es compromiso 1.2. La objetividad no existe El periodismo intencional Siempre hay una persona mirando El periodismo ha de estar comprometido con las víctimas

Capítulo 2. ¿Qué pasa en los medios? Es necesaria la reconversión y la autocrítica No hay hueco para el Periodismo Comprometido 2.1. La crisis de los medios El periodismo se ha convertido en un producto comercial 2.2. Se vive mucho más caliente cerca del poder que de la gente Crisis de identidad 2.3. Falta credibilidad Los medios necesitan más que nunca a los ciudadanos Si no lo hacen los medios, lo hacen los ciudadanos 2.4. El periodismo de carril El contenido no es lo importante La premura pisotea la fiabilidad 2.5. La percha de la actualidad, la dirección equivocada Las causas olvidadas son olvidadas por algo

Capítulo 3. Es el momento del buen periodismo El buen periodismo sólo sobrevivirá si es útil a los ciudadanos 3.1. Periodismo de calidad La clave es la calidad Preguntarse: ¿por qué? Ser independiente no es sinónimo de heroicidad 3.2. El periodismo de datos Los datos en estado puro no dicen nada Invertir en herramientas y aprendizaje 3.3. La crónica


3.4. El fotoperiodismo La fotografía, como la palabra, tiene que estar ahí para contarlo El poder de una imagen No toda información gráfica es fotoperiodismo 3.5. La experiencia de los Grandes Reportajes de Periodismo Comprometido en Jot Down 21 ‘Mauritania, la pobreza innecesaria’ ‘Etiopía, agua que riega la salud y la educación’ ‘La nadadora entre los tigres’ ‘Mejor váyanse a vender caramelos a los semáforos’ ‘¿Siria?: ya no hay más Siria’ ‘República Dominicana: ¿dónde está el dinero?’ ‘¡Hay que cambiar la fresa!’ ‘Guatemala, la transición requisada’ 3.6. Docubeats, píldoras de documental comprometido

Capítulo 4. Periodismo digital 4.1. Internet y la democratización de los medios 4.2. ¿Permiten las nuevas tecnologías el periodismo de calidad? Internet da margen de libertad para hacer periodismo de calidad Internet no es nuestro enemigo Si te quedas en la espuma te olvidas de contar lo importante La recomposición de los géneros 4.3. ¿Contribuyen las redes sociales a difundir periodismo comprometido? El periodismo comprometido funciona en Internet si es creíble La difusión de los contenidos comprometidos más allá de los nichos Internet permite que diferentes narrativas cohabiten y generen círculos virtuosos

Capítulo 5. La necesidad de una agenda propia ¿En qué temas debe poner el foco el periodismo comprometido?

Conclusiones Epílogo: Y las ONG… ¿comunican verazmente? Anexos Listado de participantes mencionados, por orden de aparición en el texto: Proyecto Periodismo Comprometido Mesas de debate Grandes Reportajes Comprometidos Congreso de Periodismo Digital de Huesca

Agradecimientos Colofón


Prólogo Por Gumersindo Lafuente Heridos de muerte, los grandes periódicos del mundo llevan años buscando la receta mágica que les libre de su larga agonía. Pero los que hoy sufren con desesperación la dureza de su crisis, hace muy poco fueron arrogantes voceros de los intereses de los poderes dominantes. Quizá ahí, en esa pérdida del contacto y el compromiso con las personas y sus problemas e inquietudes, está el principio de su caída y, también, el secreto de la regeneración. Desaparecerán los periódicos, con un último y definitivo empujón del nuevo ecosistema digital, pero con toda seguridad sobrevivirá el periodismo. Un oficio para mí inimaginable si no va unido a la palabra compromiso. De hecho, son tan inseparables, que algunos no entienden la necesidad de hablar de periodismo comprometido. Si lo hacemos es porque en muchos casos ese elemento fundamental de nuestra profesión ha sido traicionado. Hoy, sobre todo en España, los ciudadanos ven con indignación cómo la crisis económica ha dejado al descubierto las vergüenzas de la corrupción hasta unos límites que nunca pudimos imaginar. Y lo más tremendo es que parece lícito pensar que lo que ya sabemos es sólo la punta del iceberg de lo que ha sucedido. Y en todos esos años de "trampas democráticas" los periodistas y los periódicos estábamos allí, como mudos espectadores (y en algunos casos colaboradores) de los trapicheos de los poderosos. ¿Y qué hicimos? Esa es la pregunta que ronda todo el tiempo mi cabeza. Sí, qué hicimos mal, o qué no hicimos para que todo lo ocurrido delante de nuestras narices, en teoría entrenadas para olfatear la noticia (y la corrupción lo es y de las más pestilentes) no llamase nuestra atención. Ahora, empujados por los saltos tecnológicos que dan cada vez más control a las audiencias sobre nuestro trabajo y que nos obligan a reinventarnos, no dejan de abrirse debates sobre la verdadera sustancia del periodismo. En este libro, resumen de los organizados sobre el tema durante un año por Oxfam Intermón, encontramos las valiosas opiniones de un destacado grupo de periodistas iberoamericanos que dan múltiples respuestas que llenan de matices lo que para mí es el único camino: los periodistas tenemos la obligación de recuperar las esencias de rigor y servicio público que nunca


deberíamos haber perdido. Hay que poner el oficio al servicio de los débiles y activar todos nuestros sentidos para controlar los desmanes de los poderosos. Ese es el compromiso. Esa actitud es la que logrará que el periodismo sea relevante, necesario, útil y, de nuevo, respetado.


Introducción La crisis de los medios también afecta a las ONG Las ONG necesitan del periodismo de investigación y de los medios, necesitan que cuenten las historias tal y como son. Necesitan del periodismo que luego permite que las organizaciones puedan explicar mejor el sentido de su trabajo, de sus campañas y de sus denuncias. Visibilizar las injusticias requiere unos medios de comunicación fuertes y sólidos que ayuden a narrar lo que sucede en el mundo. Sin embargo, la realidad actual parece ser muy diferente y la crisis que está afectando intensamente a los medios repercute en la calidad de los contenidos, algo que también afecta directamente al trabajo de las organizaciones. En palabras de la Directora de Comunicación de Oxfam Intermón, Lucila Rodríguez Alarcón: “La crisis de los medios lo que ha hecho ha sido diluir los contenidos. Los medios no tienen tiempo ni capacidad económica para trabajar las historias sobre las que nosotros trabajamos y esto hace que nos quedemos completamente huérfanos. Como ONG que pretende cambiar la realidad y luchar contra las injusticias, el periodismo de calidad nos es indispensable porque es lo que visibiliza las realidades a las que nosotros luego nos enfrentamos. Nosotros no necesitamos camuflar la realidad, nosotros intentamos cambiar esa realidad. No tenemos que vender una historia, la historia está ahí pero necesitamos medios que la cuenten. No es una cuestión de visibilizar el trabajo de las organizaciones que estamos en terreno, es muchísimo más importante que se entienda el contexto en el que trabajamos porque si no, no podremos convencer a nadie de que nuestro trabajo es necesario. Necesitamos del periodismo de investigación, del periodismo proactivo que pone en el centro de mira a los más vulnerables. Ese es el tipo de periodismo que necesitamos”.

Nace la idea de Periodismo Comprometido Cuando desde Oxfam Intermón se constata que los contenidos sobre los que las organizaciones trabajan no tienen la suficiente relevancia informativa, se inicia dentro de la organización una reflexión sobre cuáles son las posibles soluciones a este problema. Se trata de intentar averiguar las bases del problema y el porqué esos contenidos no llegan a los grandes medios de comunicación. De ahí nace la idea de promover un debate con diferentes profesionales de los medios de comunicación de habla hispana sobre el


concepto de Periodismo Comprometido, un periodismo proactivo y de investigación que sitúa en el centro de la noticia a las personas más vulnerables, que profundiza en los temas y parte de unos principios éticos. El concepto de Periodismo Comprometido —que se creó durante la participación de Oxfam Intermón en el Congreso de Periodismo Digital de Huesca 2013— ha sido el hilo conductor del trabajo de reflexión y debate que ha tenido lugar durante las mesas de Periodismo Comprometido que se han realizado a lo largo de un año con profesionales de los medios de comunicación. Estos encuentros han permitido definir la situación, identificar los problemas y señalar las posibles soluciones. Este año de trabajo concluyó con el seminario ‘El periodismo como herramienta de denuncia universal’ celebrado en marzo de 2014 en Huesca, en el que durante dos días reputados periodistas españoles y latinoamericanos debatieron sobre necesidades y soluciones para que los contenidos de denuncia social de carácter nacional llegasen a un plano internacional. Precisamente, en esta nueva temporada de Periodismo Comprometido Oxfam Intermón reflexionará las propuestas e ideas que se desprendieron de ese seminario y de las mesas de Periodismo Comprometido. Las páginas siguientes hacen una breve descripción de cada uno de los encuentros que han tenido lugar. El proyecto en su integridad se puede visionar a través de los enlaces que se encuentran como anexo al final del libro. Lo que el lector encontrará a continuación es un documento que de manera sencilla y accesible ofrece un relato de los principales mensajes, así como una parte de las ideas y reflexiones, que los grandes profesionales realizaron sobre el momento que vive el periodismo, la necesidad de un periodismo de calidad al servicio de los ciudadanos y la influencia que el periodismo digital ya está teniendo en la profesión. Septiembre de 2014


Capítulo 1. Periodismo Comprometido 1.1. El periodismo es comprometido o no es ‘El periodismo es el arte de acercarse a la verdad’. Joan Fontcuberta

El periodismo no deja de ser un servicio público fundamental “El papel del periodismo es estar al servicio de las libertades, de la democracia, de la justicia y de la sociedad” afirma con rotundidad Elsa González, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). La información es uno de los pilares básicos de las sociedades libres y democráticas y los periodistas son los garantes del derecho del ciudadano a recibir una información libre y veraz. “El periodista confirma, investiga, contextualiza, trabaja con unos principios y con unos valores que no se han alterado en la nueva sociedad de la información y que se resumen en rigor y en ética. El periodismo es algo más que trasladar unos datos o transcribir unas declaraciones”, subraya Elsa González. Los atributos que se le dan al Periodismo Comprometido realmente los tiene el periodismo. “Todo periodismo tiene que ser comprometido y si no es comprometido no es periodismo”, coinciden de manera unánime los y las periodistas que han participado en estos encuentros. El periodismo es comprometido cuando, como afirma el periodista y escritor Ramón Lobo, “pisa la calle, tiene paciencia, dedica tiempo a las historias y tiene gente dentro de las historias”. El compromiso está en el periodismo cotidiano, en el de “las pequeñas cosas que se convierten en esas grandes historias que consiguen cambios”, en palabras de Virginia Pérez Alonso, vicedirectora del Grupo 20 minutos. Es con los ciudadanos con quienes los periodistas dicen tener su compromiso, por encima de los jefes, de los medios y de los países en los que se encuentren. “Hay que batallar para que el verdadero periodismo, el periodismo de siempre, se acerque a la gente y le dé espacio a sus historias porque se ha dado demasiado espacio a los políticos y a gente que no lo merece”, dice el periodista Javier del Pino de Cadena Ser.

El periodismo en sí mismo ya es compromiso A Giles Tremlett, corresponsal de The Economist y colaborador de The Guardian, le


gustaría pensar “que todo buen periodismo lleva una especie de compromiso social”. Es por eso por lo que él no sabe qué es el Periodismo Comprometido. El periodismo tiene que hacerse en el día a día. El periodismo se hace en cada reportaje, en cada investigación, en cada crónica cuando se trabajan las historias desde un punto de vista más social y personal. El periodismo ha de comprometerse con la verdad, con la justicia y con las personas. “El periodismo humano, responsable, comprometido es realmente el periodismo con mayúsculas”, tal y como lo define Elsa González. “Es nuestra razón de ser como periodistas”. Por eso, si el periodismo no es humano y no fija como objetivo desvelar y destapar situaciones injustas y corrupciones, y dar voz a quien tiene algo que decir, el trabajo periodístico no valdrá nada. Para Javier del Pino, “hacen falta redacciones que apuesten e inviertan y que los redactores sepan que su puesto de trabajo no peligra si hacen algo que se sale de lo normal. La rentabilidad de una compañía periodística no se mide en los euros sino en el prestigio que va acumulando con el paso del tiempo”.


1.2. La objetividad no existe ‘Involucrase no es una necesidad, es una fatalidad’. Martín Caparrós

El periodismo intencional


En la propia profesión, y entre los propios periodistas, existe un debate interno sobre si se debe descartar la subjetividad: ‘Yo no puedo tomar partido, yo soy periodista y debo tratar la información con objetividad’. Sin embargo, “todos tenemos una ideología y la ideología de cada periodista, de los medios —dice Martín Caparrós, periodista y escritor— es la que se manifiesta en aquello que se considera que es noticia y en aquello que consideran que no lo es”. “¿A qué se llama periodismo objetivo? ¿Al periodismo neutral? ¿Al periodismo equidistante que sitúa al mismo nivel al opresor y al oprimido? ¿Al que narra una realidad exponiendo dos declaraciones diferentes sin contar nada más? ¿Dónde está ahí la narración de la realidad? Tú como periodista tienes que ir más allá, tienes que narrar la realidad, lo que está pasando porque el compromiso del periodista empieza cuando decide de qué va a hablar”, reflexiona Olga Rodríguez, periodista de eldiario.es. “¿Del lado de quien quiere estar el periodista? Del periodismo institucional y declarativo que se hace eco tan solo de lo que le dicen o del que trata de dar voz y visibilidad a aquellos sectores de la población que normalmente no disponen de un altavoz. El cómo se concibe la noticia puede hacer que se vaya a la raíz de las cosas o puede ocultarla tramposamente a través del periodismo declarativo, sin narración, que no cuenta lo que está pasando. En la indiferencia y en la no toma de partido, ya hay toda una toma de partido. Todo lo que hace el periodista es una toma de partido. Lo que concebimos como noticia ya de por sí a veces está planteado de una manera un tanto tramposa porque nos impide ir a la raíz de las cosas”. Que el periodismo ha de estar cerca de la verdad, es otra de las conclusiones unánimes de los encuentros.

Siempre hay una persona mirando Sobre el tema de la objetividad, Martín Caparrós señala que “la base de la simulación de los grandes medios tradicionales consiste en hacer creer que no hay nadie que narra, que es la intermediación más corta posible entre la realidad y el lector, que simplemente hay alguien que reproduce la verdad, que reproduce lo real. Para eso se usa una prosa supuestamente limpia y el narrador se saca de la escena y nunca dice ‘yo’. Eso contribuye a formar esa idea de que ahí no hay intermediación, que eso es la verdad, que ahí no hay una persona mirando. Pero siempre hay una persona mirando”. Diego Fonseca, editor asociado de la revista de crónicas Etiqueta Negra, explica que “dado que de ningún modo existe la verdad como concepto absoluto tampoco existe la objetividad como concepto absoluto. Todo aquello que se narra, que se cuenta, es nuestro punto de vista. La verdad


es un punto de vista y desde ese lugar el mejor compromiso posible es ser completamente claro sobre la propia subjetividad. El periodista es un filtro antes que un medio. El punto central del compromiso es asumir que solo se tiene una porción del modo en que se pueden contar las cosas.”

El periodismo ha de estar comprometido con las víctimas El periodista siempre toma partido. “No hay forma de no involucrarse. Aun quienes dicen que no se involucran se está involucrando y están poniendo en juego lo que piensan sobre el mundo cada vez que salen a hacer su trabajo de periodismo”, dice Martín Caparrós. Pero cuando se habla de tomar partido, explica Virginia Pérez Alonso, “se suele hacer una interpretación simplista, una interpretación política en la que tomar partido es hacerlo a favor de un partido político en vez de alinearse con el débil, con la persona menos favorecida”. Algo en lo que también coincide Ramón Lobo, “el periodismo debe estar siempre cerca de la gente que lo pasa mal, de las víctimas independientemente de dónde estén las víctimas porque hay víctimas en todos los lados”. “El periodista tiene que ir más allá, tiene que narrar la realidad, lo qué está pasando y para contar lo que está pasando el periodista se tiene que implicar”, subraya Olga Rodríguez, quien menciona a Kapuscinsky para recordar que “para hacer periodismo tienes que tener la voluntad de tener empatía, la capacidad de ponerte en el lugar del otro, en la piel del otro. No para justificar, pero sí para explicar”. Cuando en el Congreso de Huesca de 2014 preguntaron a Jineth Bedoya, subeditora de El Tiempo, si el periodista que trata temas que afectan profundamente a la vida de las personas puede permanecer ajeno a esos temas, respondió sincera: “¿Cómo no meterme en esa realidad o dejarme tocar por esa realidad? Es imposible hablar de una guerra o un conflicto cuando no se siente ese conflicto en la piel. Es imposible llegar a hablar de una tragedia sin sentirla, sin ponerse en los zapatos de esas personas sobre las que escribimos. Llega un momento en que nos cuestionamos qué he hecho yo por mi entorno. Sobre todo cuando te das cuenta de que ese grueso de personas víctimas del conflicto no tienen visibilidad, y cuando esas historias que nos llevarían a transformar la realidad de nuestro país las dejamos en tercer, cuarta, quinta plana dentro de la baranda de información. Es necesario involucrarse y también saber hasta dónde se llega porque a muchos periodistas les ha costado la vida misma. Desde un medio muy pequeño o desde la gran cadena, desde cada lugar nosotros y nosotras somos capaces de transformar realidades. Cuando el dueño del medio es un banquero o el empresario, llegamos con la


predisposición de que no somos capaces de abrirnos un espacio para transformar realidad o hacer incidencia�.


Capítulo 2. ¿Qué pasa en los medios? Es necesaria la reconversión y la autocrítica Existe una reflexión generalizada entre los periodistas de que algo se debe estar haciendo francamente mal para que desde la profesión se reivindique el ejercicio de un periodismo comprometido cuando el compromiso es algo inherente al periodismo. Por un lado, parece que hoy estamos –en palabras del periodista Bru Rovira, - “ante un periodismo mucho más propagandístico en el que la gente acude a los medios para saber lo que tiene que pensar, no para pensar”. Gonzalo Fanjul, autor del blog 3.500 millones en elpais.es, afirma que “la mayoría de los medios son mediocres y superficiales. En ocasiones por opción, en otras por ideología o lo son simplemente forzados por las circunstancias. Es cierto que te encuentras con individuos y con oportunidades en los que se comprometen realmente con la realidad. Pero el verdadero compromiso con la realidad no es reaccionar a lo que ocurre, no es esperar a que haya una marea para poner fin a los desahucios, sino adelantarse y contar una historia que la sociedad no conocía”. Martín Caparrós afirma que cuando los periodistas aceptan que hay cosas que son noticias y cosas que no lo son, tal y como enseñan en las facultades y tal y como ponen en práctica los medios y los periódicos, están dejando de ser unas personas que piensan por sí mismas para contar historias. En este mismo sentido, Gumersindo Lafuente, presidente de la Fundación porCausa, propone una necesaria autocrítica en la profesión: “En los últimos años en los que todos hemos vivido en una burbuja, nos hemos ido alejando de los intereses de los ciudadanos que es lo que da sentido a nuestro trabajo”.

No hay hueco para el Periodismo Comprometido Los problemas de siempre difícilmente son noticia y cada vez más los medios tratan de ir hacia un periodismo donde se concibe una noticia como un espectáculo en vez de atender a las historias pequeñas. “Los medios de comunicación son tremendamente esclavos de la actualidad y aunque muestran cierto interés por el periodismo comprometido, lo hacen a ratos”, explica Ignacio Escolar, director de eldiario.es, quien añade que “los problemas de siempre, suelen ser difícilmente noticia y esto no debería ser así. Los medios deberíamos prestar más atención a ese tipo de periodismo”. Al estar más pendiente de la audiencia que repercute en la caja que del contenido de la información, “el compromiso de los medios tradicionales se ve opacado por un cierto afán


de lucro, por una cierta ambición de recursos para la sostenibilidad y para la ganancia”, señala Alberto Artero, director general de El Confidencial. De este modo los directores de los medios se han convertido en empresarios de la comunicación, algo que parece entrar en conflicto con lo que Gumersindo Lafuente defiende como el contrato de periodista: “Primero los lectores más que el medio que te paga”. Algo que cree que hay que llevar “hasta sus últimas consecuencias”. Alberto Artero achaca la situación a que “el periodismo comprometido no da dinero. Cada euro que se gasta tiene que generar un retorno que se mide en tres parámetros: audiencia, rentabilidad y prestigio. ¿Qué ocurre con el periodismo comprometido social? Que suele ser muy elitista, es decir, que necesita presentar unas fotos magníficas y una crónica magnífica de un reportero único para que el medio pueda alcanzar el carácter de prestigio. Puesto que la rentabilidad es complicada y que la audiencia también es complicada, el baremo de decisión termina siendo la excelencia”. A esto se podría sumar la pregunta de David Casablancas, periodista de Catalunya Ràdio: “Cuando los grandes medios tocan estos temas, ¿lo hacen porque se lo creen o por un afán oportunista?”. Pere Rusiñol de Alternativas Económicas expresa con crudeza que “cuando en los medios de comunicación tradicionales se da cabida al periodismo comprometido solo es de forma cosmética porque siempre queda bien poner un pobre en tu mesa”.

2.1. La crisis de los medios El periodismo se ha convertido en un producto comercial La gran mayoría de los medios de comunicación —y en esto coinciden la mayor parte de los periodistas— están más pendientes en este momento de sobrevivir que de otra cosa, no hay un compromiso más allá de eso. El periodista Iñaki Gabilondo enfatiza con dureza que “el único valor en la sociedad en que vivimos es el dinero, y en los medios de comunicación también. La crisis es tan desesperada, tan brutal en los medios de comunicación que toda la energía, la cabeza y el talento, incluso con más buenas intenciones, está dedicada a sobrevivir, a gestionar la pura supervivencia, de manera que estos elementos que algunos consideran un lujo para cuando se pueda, están en este momento aparcados u olvidados”. Los medios de comunicación funcionan de acuerdo a su supervivencia financiera y, por tanto, lo que les interesa es lo que venda y lo comercial. “No es posible hacer un periodismo que busque la verdad”, señala Alejandra Gutiérrez, periodista de Plaza


Pública. Bru Rovira ante el panorama actual afirma que “el periodismo ha perdido su función histórica de ser un servicio público y una herramienta de comunicación, y ahora se le mide en función de su cuota de audiencia y su éxito comercial”. Añade que, curiosamente, “en el momento en que se ha convertido en comercial es cuando ha entrado su crisis. Lo cual también da que pensar, deberíamos hacer una reflexión”. De los encuentros y debates del Proyecto se desprende la misma conclusión que expresa Marta Nebot, periodista de Telecinco, de una manera un tanto desalentadora: “El periodismo comprometido es un sueño que tiene que ser soñado mucho para que acabe siendo una realidad, pero de momento está muy lejos. El periodismo no deja de ser ahora mismo algo de lo que se hace negocio y los negocios tienen intereses”. Mientras eso siga siendo así es imposible que el periodismo comprometido tenga cabida en los medios.


2.2. Se vive mucho más caliente cerca del poder que de la gente Crisis de identidad A pesar de que se echa la culpa a la crisis económica, ésta no es la única causa de la decadencia de los medios. En los últimos años se ha conformado un nuevo escenario en el


que los periódicos empiezan a ser parte de grandes conglomerados de empresas que cotizan en bolsa. “Cuando un periódico se debe más a los accionistas que al interés público cambia su manera de organizar el trabajo, cambia el enfoque del periodismo”, afirma Olga Rodríguez. Olga recuerda al periodista estadounidense David Simon que llegó a afirmar que hay un antes y después en el periodismo marcado por el momento en que el poder financiero entra en los medios de comunicación. “A partir de ese momento se busca el máximo beneficio económico, sin importar ya cuidar la información como lo que es, como servicio público fundamental, como uno de los pilares básicos de las sociedades libres y democráticas”, dice Olga Rodríguez. Es prácticamente unánime la impresión de los periodistas que han participado en el proyecto de Periodismo Comprometido de que entre el periodismo y los poderes se ha roto una barrera que no se debía haber traspasado nunca. Cuando el periodista ha pasado a ser amigo y colega del individuo que tenía que controlar, es muy complicado que después pueda ejercer la profesión periodística desinteresadamente. Bru Rovira insiste en el hecho de que “en un mundo donde los poderes luchan para perpetuarse ocurre que el periodismo es utilizado como una herramienta de propaganda, un caramelo enorme que todo el mundo quiere controlar”. “El efecto inmediato —dice Olga Rodríguez— es que se deja de apostar por un periodismo más pausado, capaz de contextualizar, de profundizar, de investigar, de buscar y de hurgar”. Y la principal consecuencia es de lo más preocupante: una sociedad mal informada es mucho más fácilmente manipulable.

2.3. Falta credibilidad Los medios necesitan más que nunca a los ciudadanos Los medios de comunicación en los últimos años se han preocupado poco de la defensa de los ciudadanos. Esta es otra de las opiniones colectivas de los periodistas, quienes subrayan la importancia de que “el periodismo hable de los problemas de la gente y no de quien toma las decisiones”. “Hable de quien las sufre y de cómo las sufre”, puntualiza Lali Sandiumenge, colaboradora de publico.es. En los medios de comunicación la mayor preocupación ha sido defenderse a sí mismos o defender a sus inversores o anunciantes, generando la consiguiente falta de credibilidad entre los ciudadanos. Carles Capdevila, director del Diari Ara, resume la situación abriendo una ventana a la necesidad de invertir este círculo vicioso en un círculo virtuoso: “Los medios hemos dado motivos para que desconfíen de nosotros y además estamos en


crisis y en crisis de credibilidad. Necesitamos más que nunca que la gente pague por los contenidos y se asocie a las iniciativas. Pero la gente duda porque piensa que no somos independientes y no vamos a contar toda la verdad. Es una oportunidad histórica para convertir este círculo vicioso en un círculo virtuoso”.

Si no lo hacen los medios, lo hacen los ciudadanos La ciudadanía sí está interesada en saber, pero los medios de comunicación no ofrecen esa información. Los temas que pueden interesar a la ciudadanía y que tienen que ver con el periodismo de investigación y la crítica al poder son casi gestos de rebeldía que no tienen espacio en los grandes medios. Los propios ciudadanos, gracias a las nuevas tecnologías, se están convirtiendo en productores de información. Así lo hace ver Lali Sandiumenge cuando dice que “la ciudadanía está pidiendo a gritos que los medios se replanteen su lugar y esto se ve, por ejemplo, con el boom del periodismo ciudadano. Ahí está toda la información, lo que interesa. Ese déficit de información de los medios lo está produciendo la ciudadanía, se han convertido en productores de información. Esto no deja de ser un fenómeno interesante que además está consiguiendo colocar temas ocultos en la agenda mediática. Los ciudadanos son conscientes de que para que su causa tenga eco tiene que saltar a un gran medio de comunicación”. Estos movimientos, estas nuevas formas de contar lo que ocurre por parte de los propios ciudadanos, está haciendo que algunos medios recuperen el compromiso periodístico con los problemas de la calle. La duda que le queda a Virginia Pérez Alonso es si esta vuelta a escena del compromiso periodístico es un interés coyuntural o un compromiso real. Lo que sí es una opinión común es que este es un buen momento para hacer buenos contenidos, contenidos de calidad, y conseguir que la gente vuelva a creer en el periodismo. Silvia Omedes, cofundadora y presidenta de Photographic Social Vision, reflexiona sobre el poder que tienen los ciudadanos: “las generaciones jóvenes ni siquiera son conscientes de lo que podrían estar pidiendo. Es la ciudadanía que ha crecido y madurado en el siglo XX la que sí sabe la importancia de la información independiente, veraz, contrastada, así como lo que es el código deontológico de los periodistas”. Bru Rovira va más allá y tiene la impresión de que “debajo de la protesta y el cabreo, las ideas han fluido poco. Si no hay solidez en los discursos, si la gente no se para a pensar un poco, no puedes después construir el cambio. Este ruido no se construye en nada positivo”. En opinión de Bru Rovira es ahí donde el papel de un “buen diario que detrás tiene a un buen


equipo de investigación, de periodistas organizados, y permite el debate y la discusión colectiva sobre cómo se ha de interpretar” puede dar lugar al cambio.

2.4. El periodismo de carril El contenido no es lo importante “Se persigue la coyuntura, la última noticia, el titular, lo que va a vender y se dejan las historias estructurales. Se deja el cimiento por perseguir el momento y la inmediatez”, señala Alejandra Gutiérrez. Las líneas editoriales pesan mucho y los periodistas no creen que sea tanto un problema de escuela como de oficio. Se fomenta el periodismo de carril, casi se exige. Óscar Gutiérrez, periodista de El País, reivindica la figura de los grandes periodistas que editen a los jóvenes periodistas, ya que cree que el periodismo es una excepción en los días que corren: “el 80% de lo que tenemos es comunicación, es el llamado periodismo de carril. Necesitamos más periodismo. Necesitamos que los grandes periodistas editen de nuevo a los jóvenes periodistas”. En esa especie de carril por el que parece ir el periodismo de hoy solo interesan los políticos, las grandes declaraciones, los números, las estadísticas, pero no las personas. “Lo que ocurre todos los días deja de ser noticia, si acaso es noticia determinadas cifras cuando una vez al año alguna ONG logra que sea publicada la actualización de las noticia. Pero que más de mil millones de personas pasen hambre no es noticia porque es algo que pasa todos los días”, incide Olga Rodríguez. Ese tipo de periodismo no centra la atención en los debates fundamentales que deben ser abordados diariamente y la gran parte de los periodistas coinciden en la responsabilidad que en todo eso tiene el periodismo, tanto por activa como por pasiva. Por el modo en el que cuenta las cosas, por las cosas que cuenta y sobre todo por las que no cuenta.

La premura pisotea la fiabilidad “En la compulsión de estar primero, el contenido no es lo importante”, dice Bru Rovira. Y en el fenómeno contagio.com del que habla Nicolás Castellano, periodista de Cadena Ser: “Lo que cuenta el otro yo lo cuento, yo lo copio y da igual que no lo haya contrastado, lo que importa es la inmediatez”. Patricia Fernández de Lis, directora de La Materia, añade que se trata de “crear cuantas más páginas con menos gente en menos tiempo, mejor. No hay un compromiso más allá de eso”.


Olga Lucía Lozano, directora creativa de La Silla Vacía, señala que además “no hay posibilidad de hacer periodismo sofisticado cuando tienes a cien periodistas que producen noticias continuamente. No puedes superar el nivel básico de ser el relator de pedacitos de historias”. Hasta los mismos periodistas acaban narcotizados por la cantidad de información, por la marea de producción y la saturación. Bru Rovira habla de “el dolor de cabeza permanente y compulsivo de la información hoy. Es como si te estuvieran dando con el mazo en la cabeza constantemente, todo el rato está pasando algo y no hay manera de ponerse a pensar qué coño está pasando. Cada minuto tapa al minuto anterior. Cada segundo. Y siempre hay ruido. La cabeza no puede parar. Y esto también está pasando en el periodismo que hemos confundido este ruido, está compulsión y estamos enganchados en las redes sociales, en los twitter, en la tele… para saber lo que está pasando”. Toda esta dinámica en la que entra un periodista hace que en la mayor parte de las ocasiones dejen de pensar que detrás de las historias que están contando hay personas.

2.5. La percha de la actualidad, la dirección equivocada ‘El periodismo consiste esencialmente en decir ‘Lord Jones ha muerto’ a gente que no sabía que estaba vivo’. Gilbert Chesterson ‘El compromiso del periodista es decir que lord Jones está vivo y contar su vida antes de que se muera’. Alberto Salcedo

Las causas olvidadas son olvidadas por algo “Hay toda una realidad que nos define como sociedad y como comunidad internacional que está siendo ignorada o que está siendo caricaturizada”, afirma Gonzalo Fanjul. Es el mundo de las causas olvidadas, el que “no tiene lobbies, que no se puede expresar ni puede defenderse, que no es presenciado en sus problemas. El mundo que está siempre olvidado y el que hay que ir a buscar, el de las tremendas injusticias”, describe Bru Rovira. Hablar de este mundo, de las causas olvidadas, de una tremenda injusticia es sumamente difícil sin la llamada percha de actualidad. Aunque la situación injusta sea ya de por sí una noticia. “Cuando el periodismo deja de explicar estas cosas que aparentemente están escindidas —añade Bru Rovira— y que afectan a toda la sociedad, rinde un mal servicio.


Se hace una sociedad plana en información.” Y aunque no hay una respuesta clara sobre por qué se olvidan los medios de las causas olvidadas, Alberto Artero hace una sugerente reflexión sobre cómo tratan los medios de comunicación el dolor que toca a las conciencias. “Somos una sociedad donde el mal, la muerte, el dolor conmueve la conciencia y eso está en cierta medida relacionado con el hecho de por qué el dolor, el periodismo de este tipo, no figura. Es porque remueve la conciencia. Hemos hecho una sociedad plana. Los medios lo que hacen es tratar de reflejar lo negativo de la sociedad, pero tratan de evitar el componente doloroso de lo negativo de la sociedad. Vende más una mala noticia que una buena noticia, pero no vende bien una mala noticia que tenga ese componente de dolor.” Olvidarse del otro es algo complejo, pero al mismo tiempo el periodista tiene que seguir adelante porque tiene que contar otras historias. Sin embargo, es justo señalar que hay muchos periodistas que no ignoran las causas olvidadas. Son las grandes empresas de comunicación las que sí lo hacen, evitando dar cabida a los reportajes e investigaciones. En este caso, lo motivos sí parecen estar más claros. Los intereses de las empresas raramente tienen que ver con las causas y los problemas de los ciudadanos, especialmente de los ciudadanos más vulnerables y, más concretamente, de los países más desfavorecidos.


Capítulo 3. Es el momento del buen periodismo El buen periodismo sólo sobrevivirá si es útil a los ciudadanos El oficio del periodista está contra las cuerdas, ha perdido autoridad y necesita recuperar la credibilidad ante los ciudadanos. Esta es otra de las reflexiones comunes de los periodistas. “Los grandes medios y los periodistas están demasiado centrados en sí mismos como para salir a la calle y hacer el trabajo de hablar con la gente y de los problemas de la gente”, señala Ramón Lobo. “Una gran parte de los diarios, las radios y las televisiones” —dice David Casablancas— “llenan sus contenidos sin moverse de la mesa ni levantarse de la silla. Mucho texto y poco contexto”. “Es un mal momento para los periodistas, pero en el fondo es un gran momento para el periodismo” afirma César González, director de informativos de La Sexta. La actual crisis representa una oportunidad para reivindicar la esencia del oficio para de ese modo, tal y como añade Gumersindo Lafuente, “volver a ejercer un control sobre los poderes políticos y económicos”. Es este un momento en el que el periodismo es más importante que nunca. El periodismo es un ejercicio de conversación y “la gente quiere entender que es lo que está pasando, quiere que se les explique. Es un momento en que el público quiere entender que es lo que está pasando. No podemos olvidarnos eso”, señala con claridad César González. Lo que hace a un medio de comunicación influyente entre los ciudadanos y poderoso es su calidad y su prestigio, no sus amistades e inversores. La gente cuando ve un tipo de periodismo que informa y controla a los poderes se engancha. Es por ahí por donde se puede recuperar este oficio y hacer que sobreviva. Recuerda Ramón Lobo que “la prueba es que el periodismo salió reforzado de la Transición como una profesión esencial para salvar lo que fue la democracia”. Para ello, Marta Nebot, no sin cierto escepticismo, indica que “hay que cambiar estructuras, buscar resquicios y huecos, y pelear con valentía. Para que cambie todo tiene que cambiar la sociedad y eso no depende solo de nosotros”.

3.1. Periodismo de calidad ‘El periodismo debe ser débil con los débiles y fuerte con los fuertes’. Enrique Meneses


La clave es la calidad Dice David Simon que lo único que va a salvar al periodismo es la calidad. “Si el periodismo se convierte en un trabajo mecánico pierde toda su esencia”, recuerda Virginia Pérez Alonso. Un ejemplo lo pone Ramón Lobo cuando dice que actualmente “el periodismo se basa en ruedas de prensa en las que ni siquiera hay ya preguntas y eso se acepta. Se está atentando contra la dignidad de la profesión y la propia dignidad de la audiencia”. Martín Caparrós apunta con firmeza: “es necesario que los periodistas nos paremos a repensar que estamos haciendo con nuestro trabajo y con nuestra vida”. Los propios periodistas se limitan y ponen trabas para no abordar determinados temas. “El periodismo de calidad requiere de una rebeldía permanente en la que el periodista asume su rol y renuncia a la recompensa inmediata”, dice Gumersindo Lafuente. Asume su responsabilidad social dentro del periodismo y busca llegar a muchas pequeñas historias que lucen menos, pero que deben ser contadas porque reflejan problemas sistémicos que afectan a todos. El periodista puede cambiar realidades. Según Gumersindo Lafuente, “hay que renovar la manera en la que estamos haciendo el periodismo. Es importante hablar de talento, de curiosidad y también hablar de compromiso. Los periodistas debemos reivindicar la utilidad de nuestro trabajo”.

Preguntarse: ¿por qué? “El periodismo es una herramienta que utiliza muchos recursos (viajes, la crónica, la investigación, etc.) para hacer que la persona se haga una idea propia del mundo en el que vive y se forme una opinión”, pone de relieve Bru Rovira, que añade que “todas las historias que contamos en el periodismo son bellas, un suceso tiene una belleza brutal porque entras en el alma humana. Todo tiene un interés que va más allá”. Ramón Lobo habla de que se debe hacer “un periodismo de ‘por qué’, como dice Soledad Gallego, periodista de El País. Es quizá esa pregunta la que más va a sobrevivir en este mundo de redes sociales, de jerarquizar y de contextualizar”. La información independiente tiene su precio y requiere el esfuerzo, además de preguntarse permanentemente el ‘por qué’ en toda la información que llega, esta ha de ser verificada y contrastada. “El verdadero periodismo –dice Gonzalo Fanjul– no se puede quedar con la historia que le cuenten sino buscar la contrahistoria y la re-contrahistoria. De ese modo habrá hecho su trabajo”.



Virginia Pérez Alonso añade que “falta análisis y capacidad analítica, falta hacernos muchas preguntas”. Esto lo achaca, entre otras cosas, a “la mala formación humanística y periodística que se está dando en las propias facultades, donde se enseña a la gente a hacer un trabajo mecánico.” Si el periodismo se convierte en un trabajo mecánico pierde toda su esencia. Ramón Lobo insiste por ello, al igual que otros colegas del oficio, en la necesidad de que para ser periodista además de tener talento, compromiso, respeto, “hay que ser curioso, tener una cierta sensibilidad y dudar de hasta lo que se ve”. Y añade un detalle, “hay que defender la lectura como una herramienta para el periodista y hay que leer, no sÓlo los periódicos en los que escribe”. Además, el periodista no puede perder la capacidad de asombro y de horrorizarse con las historias. Por ejemplo, en el Congreso de Huesca 2014 se coincidió en que la forma de conseguir que a la víctima no se la trate de manera amarillista es que el relato tenga un contexto y que también se hable de los victimarios, que se dé visibilidad a aquello y aquellos que han llevado a la persona a ser víctima. Lo que va a servir para contar lo que les pasa a las víctimas es la voz de las propias víctimas en primera persona y no las visiones externas que provienen de otros que se olvidan de su voz”, afirma con autoridad Jineth Bedoya.

Ser independiente no es sinónimo de heroicidad Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es, hace una significativa reflexión sobre la necesidad de que este tipo de periodismo sea adoptado también por los medios: “dejar el periodismo comprometido en manos de periodistas individuales que han de ser los que consigan convencer a sus jefes de hacer determinadas historias es dejarlo en manos de la heroicidad. Es necesario generar dentro de los medios de comunicación estructuras y zonas de comunicación donde tenga cabida ese periodismo que no depende de por dónde te lleva la actualidad”. O como dice César González, “además de periodistas comprometidos hace falta que haya editores comprometidos, directores comprometidos y empresas periodísticas independientes económicamente”. Es en este contexto, donde los nuevos medios o medios independientes están surgiendo y tienen un interés mucho más sincero por la raíz de las historias y por las personas, están intentando integrar el periodismo de calidad de manera estructural. Pero no de manera aislada ni como un pequeño gueto, sino tratando de llegar a la máxima audiencia con el apoyo de las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías. Es ahí


donde tiene cabida el periodismo explicativo e independiente que reclaman los ciudadanos. “El periodismo que cuenta historias que importan, que explica cosas a la gente que quedan en la memoria de las personas. El periodismo memorable”, del que habla César González.

3.2. El periodismo de datos Los datos en estado puro no dicen nada Para el análisis de problemas sistémicos que afectan a toda la sociedad, como puede ser la corrupción, es de gran utilidad “trabajar con datos y dejar de trabajar con fuentes interesadas”, dice Gumersindo Lafuente. Sin embargo, hay una gran sobresaturación de datos. “Los datos en estado puro no dicen nada”, explica Giannina Segnini, profesora de Periodismo en la Universidad de Columbia y profesional de referencia en el periodismo de datos. “El reto del periodismo de datos es cómo hacer llegar esos datos al público para que puedan formarse opiniones sobre lo que sucede”. Los datos, al igual que pasa con las fuentes, no hay que creerlos ciegamente. Según Giannina, “una de las fases más importantes es la recabación de los datos y la solicitud de información desde la parte técnica: las variables a pedir, el formato en qué hacerlo y cómo hacer esa solicitud. Es fundamental incorporar a los equipos personas que no tienen formación periodística, pero son especialistas en otros oficios. Personas que ayudan a hacer mejor el trabajo, incluido el del análisis de los datos, que es la fase más difícil y donde el trabajo en equipo es esencial para dar buenos frutos”.

Invertir en herramientas y aprendizaje Aunque la impresión generalizada es que cuesta mucho poner en marcha una Unidad de Datos en las redacciones, Giannina Segnini sostiene que “no es tan difícil ni tan caro como se piensa. Lo que sí es necesario es una dirección editorial y una conciencia de que es necesario invertir en las herramientas que existen actualmente. El resto consiste en aprender a manejarlas y hacer las preguntas correctas a los datos para que sean una fuente de información sin olvidar que se trata de un periodismo de investigación con una base ideológica muy fuerte”.

3.3. La crónica


La intervención de la subjetividad del periodista es decisiva a la hora de contar una historia. Con la crónica el periodista se hace cargo de esa subjetividad. En la crónica, dice Martín Caparrós, “siempre hay alguien que narra, que elige qué se va a contar y cómo, qué idea del mundo que se va a presentar en cada pequeño texto. La crónica se hace cargo de esa intermediación. No es la verdad lo que yo vi, lo que yo te puedo contar. La verdad es lo que tú construirás después. La crónica es hacerse cargo de la subjetividad, en contraposición con la simulación de los grandes medios con el mito de la pluralidad y la objetividad”. El cronista, el reportero, profundiza en los temas. Bru Rovira de manera brillante explicó en el Congreso de Huesca del año 2013 qué es para él ser reportero. Se basa en tres cosas: la motivación, el viaje y la escritura: “De la motivación no se habla nada en las facultades, es una vocación emocional, los grandes reporteros son gente que le motiva llevar una vida interesante, y entonces hay que plantearse qué quiere decir una vida interesante en información, una vida que te guste y pongas en tu misma línea el placer, el deseo, la curiosidad y estas cosas. No hay periodistas buenos si en el punto de partida del oficio no está la vocación. Después de esto viene el viaje. En la vocación hay muchas vocaciones. Norman Lewis dijo que se había metido en este lío para huir de sus tías católicas que eran unas pesadas. Kapuscinsky dice que le motivaba el encuentro con los demás, vivir la historia en directo. Él mismo cuando empezó con esto tenía la curiosidad por estar en la historia cuando está ocurriendo. Cuando fue a Ruanda le interesaba muchísimo. Somos una generación que ha leído mucho sobre el holocausto, marcados por la Segunda Guerra Mundial, marcados por un genocidio. Y le movía la curiosidad generacional de entender algo que le toca en lo personal. Por lo tanto lo primero es la vocación” “Sin el viaje se hace un periodismo de mesa. Sin este aspecto de tocar e ir. Ir al barrio. Antes lo periodistas estaban en el bar o en la calle, ahora están en la redacción. Y además ahora no se puede ni fumar ni beber. Esta secuencia es imprescindible. Es además donde se cuece la verdad, donde tú llegas a esta cosa absurda que es la verdad. Solamente llegas a saber algo de la verdad en el momento en que tú estás con la gente. Si tú quieres saber cómo es África, cuando tú llegas al terreno haces el ejercicio principal del periodista que es dar la palabra al otro. Escuchar al otro” “Y partir de aquí viene la tercera parte de la secuencia, la escritura, la construcción de tu discurso. Tiene casi el 75% de la calidad de la historia, la calidad está en cómo tú construyas esta historia. Y curiosamente hoy en lo que es la construcción de la historia se dedica muy poco tiempo, esto le sorprende. Se dedica poquísimo trabajo. Un reportaje


necesita muchas horas. Cada vez se escribe más corto. Necesita muchas decisiones literarias, necesita un ritmo, necesita la belleza de la construcción de esta historia. Necesitas seleccionar, necesitas construir, necesitas emocionar al lector. Y esto es un ejercicio difícil que solo se puede hacer en silencio. Se tiene que hacer reflexionando y no se puede hacer de un modo compulsivo que es como se está haciendo hoy el periodismo”

3.4. El fotoperiodismo La fotografía, como la palabra, tiene que estar ahí para contarlo De Periodismo Comprometido también se habló en la mesa dedicada al fotoperiodismo. Walter Astrada, fotógrafo freelance, reflexionó sobre como “el trabajo del fotoperiodista bien hecho es importante y como el trabajo mal hecho es dañino y perjudicial. De la misma forma que una imagen dentro de su contexto puede causar el bien, una imagen fuera de contexto puede causar un daño terrible y casi irreparable en algún caso. La única forma de que la gente esté bien informada es con imágenes, de fotos o de televisión, que no manipulen la realidad, y con texto y con periodistas que cuando hablen te den el contexto para que se entienda lo que se está viendo”. Para Alfons Rodríguez, fotoperiodista documental freelance, “el periodismo comprometido tiene que tomar un protagonismo absoluto porque es la forma que tenemos también, no solo los periodistas sino la sociedad en general, de comunicar y de enterarnos, de emitir y recibir el mensaje de denuncia y de indignación”. Y aunque la involución que están viviendo los medios afecta también a los fotógrafos como parte del periodismo, en palabras de Alberto Rojas, fotógrafo de El Mundo, “un periodista tiene que ser profesional y honesto y sí lo es, será comprometido con las reglas de ese periodismo que se nutre de hechos. Los hechos son la materia del periodismo y del fotoperiodismo, y cualquier cosa que se salga de eso se aleja del compromiso con la profesión para apegarse a otros compromisos más bastardos”. “La fotografía —dice Chema Conesa, fotógrafo, editor y comisario de exposiciones freelance— es el medio idóneo para contar historias y contar historias es el viejo oficio del periodista, historias con rostro humano que se cuenten de forma muy clara, muy contextualizada y muy honesta y que puedan llegar al corazón. Los humanos nos reflejamos en los humanos y la fotografía es el medio idóneo para esto”. Algo que también comparte Daniel Caballo, editor gráfico de la Agencia EFE, cuando habla de la necesidad de humanizar las noticias: “Las historias que vienen con nombre y apellido, a las que les


hemos puesto cara, han logrado traspasar fronteras y abrir la mente de la gente. Han hecho que tengamos una empatía con ese otro lado, con el lado humano de la historia”.

El poder de una imagen “Una imagen por sí sola no vale mil palabras”, señala Alberto Rojas. “Sin embargo, una imagen puede marcar o cambiar la agenda informativa”. Alfons Rodríguez afirma que “la imagen tiene muchísimo poder”, pero Walter Astrada recuerda que, a pesar de que “es posible que una imagen por sí sola pueda crear opinión, debate, información o una agenda informativa; esa imagen también puede ser manipulada”. Es así como Daniel Caballo explica que “en no en pocas ocasiones es una imagen la que da sentido a las ideas, las noticias y reportajes que ya están escritos por los medios”, antes incluso de ser capturada. En ese sentido, Walter Astrada subraya lo importante que es la ética del fotoperiodista, que no solo aporta una imagen sino también su contexto: “Yo puedo utilizar la imagen de un lugar y decir que es en otro lugar y crear así una agenda informativa o una noticia en otro país que no es el de la imagen. Es un error grave utilizar una imagen para tratar de simplificar. Una imagen por sí sola puede contar una parte de la historia , y el fotoperiodismo aporta esa base ética, tiene que venir con un pie de foto que te dice qué es lo que sucede en esa imagen y, en una segunda línea, te puede agregar el contexto en el que ha sido tomada. Si no entiendes o no te dan el contexto de lo que estás viendo, al final sucede como en la televisión, que es un cúmulo de imágenes en el que nadie se entera si la bomba que dices que explotó era en Afganistán, en Irán o en Siria”. A esto se añade que, tal y como cuenta el fotógrafo Olmo Calvo, “la fotografía puede resaltar temas que no se estaban tratando en la agenda informativa oficial. Porque existe una agenda oficial que es la que llega por cable o por agencia (los acontecimientos oficiales, ruedas de prensa, manifestaciones oficialmente convocadas, eventos con día y hora, etc.) y luego están muchas otras cosas que suceden y que no están dentro de ninguna agenda porque no son previsibles, pero que sin embargo, también son noticia. Es más, muchas veces suelen ser las noticias más interesantes. Aquellas que no están previstas que vayan a pasar. Lo que pasa en la calle que no está convocado y que si tú no estás nadie ve”. Por esto Ignacio Escolar enfatiza que “la imagen tiene un valor periodístico fundamental y hay que reivindicarlo”.

No toda información gráfica es fotoperiodismo


Ignacio Escolar señala que “aunque todo el periodismo está en crisis, el fotoperiodismo está en una crisis aún peor” y en gran parte por lo que Paul Hanna, fotógrafo de Reuters, denomina como “marea de información gráfica que consumimos y tomamos como información, cuando en realidad igual tendría que ser un pasatiempo”. Paul Hanna añade que “la fotografía es parte de la documentación periodística pero no es todo. Y, aunque es una pieza clave, debe ser integrada con el resto de la información. Pero hay que diferenciar entre la gran masa de contenido gráfico que se publica como periodismo y la parte producida por fotógrafos profesionales, que proceden de medios respetados y fiables, donde la veracidad prima y es la parte esencial del trabajo. Esa es una de las bases para proteger, de aquí en adelante, esta profesión”. Alfons Rodríguez explica cómo “una foto que llega a la opinión pública y que se mantiene, es una imagen que tiene una información fidedigna, tiene una información potente, una información relevante; pero que está dotada también de una estética determinada, si no esa imagen se perdería. Eso es lo que diferenciaría al fotógrafo documental del fotoperiodista. Una imagen que informativamente es muy potente, pero que está captada por una persona que no está preparada o no tiene la mirada tan entrenada”. A pesar de “la abundancia de máquinas de capturar información que todos tenemos, como por ejemplo en el teléfono móvil, el fotoperiodista —dice Ignacio Escolar— no deja de ser imprescindible. Hay muchas imágenes y determinados lugares donde solo un profesional puede estar y tiene que estar. La fotografía, además de tener el valor del testimonio, tiene validez legal. Es un tipo de testimonio periodístico que puede cambiar las cosas incluso en los tribunales. Por eso es tan importante que lo reivindiquemos desde el periodismo y que luchemos porque siga siendo una manera de informarnos y de informar”. Además, Chema Conesa recuerda que en la medida en que “la fotografía se trata con seriedad y con rigor se obliga a un trabajo más ético y más profesionalizado, donde cada profesional puede responder de su trabajo, de dónde va y de por qué lo hace”. Es precisamente por esto por lo que el propio Chema Conesa afirma que también en el fotoperiodismo, “hay que reinventarse y olvidar que alguien venga a sacarnos y publicar nuestra foto. Los fotoperiodistas tienen que tener un trabajo ya hecho sobre la realidad social, sobre aquellos temas que los periódicos pasan de puntillas, porque no tienen ni la posibilidad ni la capacidad de profundizar en estos temas”.

3.5. La experiencia de los Grandes Reportajes de Periodismo Comprometido en Jot Down


Como parte del trabajo realizado en el proyecto Periodismo Comprometido, Oxfam Intermón inició junto con la revista Jot Down y una serie de prestigiosos periodistas una serie de reportajes sobre las realidades olvidadas en las que Oxfam trabaja día a día. Esta experiencia ilustra de forma práctica un tipo de Periodismo Comprometido, el del reportaje de calidad que permite visibilizar los contextos en los que se desarrolla el trabajo de las ONG. Los Grandes Reportajes publicados en la revista Jot Down profundizan en las historias y en los problemas.

‘Mauritania, la pobreza innecesaria’ La guionista y directora de cine Ángeles González-Sinde viajó a Mauritania, un país de contrastes que ocupa el puesto 159 de 187 países en el índice de desarrollo humano, con una población de tan sólo 3,5 millones de personas y donde el 46% de la población es pobre, pero que tiene un crecimiento de un 6% anual. A pesar de ser un país con grandes recursos naturales, un rico subsuelo con minas de hierro y otros minerales o un extraordinario caladero de pesca, la falta de compromiso por parte del Estado, la degradación de las condiciones y factores de producción, los impactos climáticos recurrentes, la incoherencia de políticas y el mal gobierno limitan el desarrollo y contribuyen al aumento de la desigualdad. Por ello, el papel de la cooperación en colaboración con las comunidades es crucial. Ángeles Gonzales Sinde relata su experiencia en el marco del reportaje que fue publicado en mayo de 2014.

‘Etiopía, agua que riega la salud y la educación’ A pesar del crecimiento económico de Etiopía en los últimos años, gran parte de su población no tiene acceso a servicios básicos como la luz o el agua potable. El periodista Álvaro Corazón Rural viajó al país para comprobar cómo las comunidades rurales de la región de Oromia acceden al agua gracias a la cañería que provee de suministro a unas 40.000 personas distribuidas en 10 comunidades. Esta infraestructura no solo se convierte en elemento de prevención de enfermedades, sino que libera tiempo y espacios para la educación y lucha contra la pobreza. El reportaje fue publicado en marzo de 2014.

‘La nadadora entre los tigres’ El periodista Ander Izaguirre viajó a Colombia para recoger los testimonios de las víctimas y comprobar cómo la violencia sexual hacia las mujeres “se intensifica y exacerba en un


contexto de conflicto armado”. A todas las mujeres les une el elemento común de haber sufrido la violencia, y, sobre todo, la capacidad de haber superado el dolor personal para luchar por sus derechos, exigir justicia y organizarse para ayudar a otras mujeres. El reportaje fue publicado en noviembre de 2013.

‘Mejor váyanse a vender caramelos a los semáforos’ El periodista Bru Rovira viajó a Paraguay, donde conoció la vida de las personas que están luchando por la tierra y defendiendo sus derechos frente a los intereses económicos y políticos sobre el recurso natural más preciado para el pueblo guaraní: la tierra. También visitó Curuguaty, donde hace poco más de un año hubo una matanza que provocó la destitución del entonces presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo. El reportaje fue publicado en octubre de 2013.

‘¿Siria?: ya no hay más Siria’ El periodista Nacho Carretero viajó a Jordania y Líbano, donde conoció la situación en la que viven las personas que han buscado refugio en estos países, huyendo de la guerra en Siria. Su relato pone de manifiesto las duras y dramáticas condiciones en las que vive toda esta gente, que ha tenido que abandonar sus casas y, a menudo, ha perdido familiares, amigos y sus medios de vida. Carretero visitó el campo de refugiados de Zaatari, el segundo más grande del mundo, donde ha hablado con hombres y mujeres que han sido víctimas de un conflicto que les ha desgarrado y destrozado la vida. El reportaje fue publicado en septiembre de 2013.

‘República Dominicana: ¿dónde está el dinero?’ La fotógrafa Guadalupe de la Vallina viajó a Santo Domingo para conocer de primera mano por qué las continuas reformas fiscales en el país no han contribuido a una justa redistribución de los recursos entre la sociedad dominicana. En la región de San Francisco de Macorís, fue testigo directo de cómo el comercio justo contribuye a mejorar la vida de los más de 1.800 productores y productoras que forman la cooperativa de cacao COOPROAGRO. El reportaje fue publicado en junio de 2013.

‘¡Hay que cambiar la fresa!’ El periodista Bru Rovira viajó a Marruecos para conocer de primera mano cómo es el


trabajo de las mujeres marroquíes que recogen fresas y la lucha por defender sus derechos. Miles de mujeres marroquíes trabajan en la recogida de fresas en unas condiciones pésimas y cobrando sueldos de miseria. La apuesta del Gobierno marroquí de triplicar la producción para 2012, no se traduce en una mejora de sus derechos. Las jornadas se alargan hasta 12 horas en los picos de producción, con un único descanso de media hora, y con sueldos que no superan los 150 euros al mes. El reportaje fue publicado en mayo de 2013.

‘Guatemala, la transición requisada’ El periodista Ramón Lobo ha viajado al valle de Polochic. Durante años en Guatemala, ante la impasibilidad del Gobierno del país, cientos de personas han sido violentamente expulsadas de sus casas y de sus tierras por empresas. Uno de los ejemplos más graves es el de 769 familias desalojadas del Valle de Polochic desahuciadas, desplazadas, sin opciones a una vida digna. El reportaje fue publicado en abril de 2013.

3.6. Docubeats, píldoras de documental comprometido Docubeats es una mezcla única de periodismo visual. Desde Oxfam Intermón apoyan esta iniciativa del periodista Giles Tremlett, el cineasta y periodista Justin Webster y los productores y editores Judit Méndez, Martín Rocca y Kristina Rodemann para crear pequeñas cápsulas documentales que reflejan las situaciones y realidades que el Periodismo Comprometido debe difundir. Y lo hacen intentando mantener la rigurosidad propia del reportaje en profundidad. A menudo, se producen documentales de gran calidad que no encuentran salida en canales tradicionales, pero que tienen un enorme potencial en los medios digitales. Por ello la búsqueda de nuevos formatos es también una forma de acercar estos contenidos y contribuir al periodismo de calidad. Luchando contra el silencio En la República Democrática del Congo más de seis millones de personas han muerto tras tres lustros años de violencia. En sólo siete años (de 1996 a 2003) más de 80.000 mujeres y niñas sufrieron abusos sexuales. Las directoras holandesas Ilse y Femke Van Velzen retratan ese tiempo a través de la población civil, activistas y mediadoras que luchan para que las mujeres recuperen su dignidad. María en tierra de nadie Migrantes centroamericanas se exponen al asesinato, el secuestro, las violaciones y los


atracos en una durísima odisea a través de México hacia EE UU. Estos extractos del documental María en tierra de nadie, dirigido por la cineasta salvadoreña Marcela Zamora Chamorro, siguen la ruta de quienes recorren los 3.000 kilómetros que separan la frontera sur de la frontera norte de México. Minerita A una altura de 4.702 metros, en Potosí, Bolivia, niños y niñas se juegan la vida bajo tierra. Las minas del Cerro Rico son un laberinto volátil de paredes frágiles y repletos de burbujas de gas que los trabajadores deben sortear a diario. Pero tal como explica una chica minera en este documental de Raúl de la Fuente, es de las pocas maneras de ganarse la vida en esta parte del mundo. El documental ha ganado el premio Goya al mejor cortometraje este año. Light fly, fly high Thulasi quiere ser una mujer independiente y rehuir el futuro previsto para una chica dalit, de las castas más bajas en India: pobreza y matrimonio servil. La joven se desmarca a través del boxeo, donde tiene la posibilidad de representar a su país en la selección nacional. Pero para llegar a su destino deseado, debe vencer obstáculos como el presunto acoso sexual de sus entrenadores y el riesgo de lesión y derrota en el ring. Puedes verlo en: Fiebre de tierra (Land rush) El 90% de tierra africana no tiene dueño registrado, aunque en muchos casos las mismas familias hayan trabajado y vivido de ella durante generaciones. Empresas agricultoras internacionales ven en el continente una oportunidad y los gobiernos locales a menudo les dan la bienvenida. Pero para el campesino supone un desastre. En estos extractos del documental dirigido por Hugo Berkeley y Osvalde Levat, agricultores malienses describen su lucha por frenar la compraventa de la tierra.


Capítulo 4. Periodismo digital 4.1. Internet y la democratización de los medios La aparición de los medios digitales plantea un nuevo escenario que fractura completamente el entorno mediático. Se pasa de grandes medios muy potentes a un entorno muchísimo más democrático. Se deja de estar en manos de un medio que controla el contenido, para abrirse la opción de poder crear y ser fuente directa de contenido. Los periodistas pueden tener visiones distintas al medio. Las noticias vuelan en un mundo global y se puede trabajar de forma articulada para conseguir cambios, ya no hay una distinción ‘aquí y allí’ tan clara. Lo bueno es que la información ya no es tan vertical. Lo malo es que cualquiera puede ser periodista y la información puede no ser contrastada. El problema que tienen los medios es que también la ciudadanía puede emitir sus mensajes sin pasar por los ellos. Se produce así una situación ambigua donde los medios tienen más en cuenta a la ciudadanía, aunque esta puede vivir en un mundo paralelo. Por otro lado, con las redes sociales y los comentarios en internet el público tiene muchas más maneras de llegar a los medios. De algún modo la circulación de opiniones en las redes suplanta o viene a llenar el vacío que ha dejado el desencanto con la actividad política. Buena parte de esa gente no construye opciones políticas, opina, discute, se comunica. Los medios se han quedado un poquito atrás y ya no son los únicos que pueden mediar para explicar la realidad a la gente que no está en el lugar.

4.2. ¿Permiten las nuevas tecnologías el periodismo de calidad? Internet da margen de libertad para hacer periodismo de calidad La ciudadanía exige cada vez más saber qué pasa y entender mejor qué ocurre. El periodismo digital es una manera nueva de explicar las cosas, permite hacer el mismo trabajo, pero de un modo mucho más coral (video, audio, mapas interactivos) y el periodismo de calidad encuentra un mundo de posibilidades en Internet. Los propios periodistas pueden crear sus propios medios sin necesitar mucho dinero y pueden comunicar lo que realmente creen y quieren con menos servidumbres. Pero Internet no deja de ser un medio. Si se hace bien es un medio fantástico, pero si no es ruido. “La tecnología está transformando la profesión y el oficio, pero han de


mantenerse los mismos valores, las mismas reglas y la misma ética”, sostiene Elsa González. Para hacer periodismo en Internet hay que romper viejos moldes, pero sin romper las viejas reglas del periodismo, que siguen valiendo. Se trata de ir a la esencia del puro oficio a con los nuevos medios para que la calidad se refleje a través de las redes.

Internet no es nuestro enemigo “Por supuesto que Internet tiene una parte mala —dice Giles Tremlett, corresponsal de The Economist— pero también es cierto que internet te da una audiencia que jamás se ha soñado antes. El público potencial es mucho mayor”. Ramón Lobo ve internet como “un campo inmenso, una gran revolución parecida a la de la imprenta que, además, permite una cercanía total con el lector”. “Si algo prima en internet —cuenta Daniel Seseña, director de Cámara Abierta 2.0— sobre todo en las redes sociales, es la autenticidad, la honestidad. Si no hay fondo en lo que se cuenta, la reputación se va por los suelos, lo que puede ser nefasto. Eso obliga a todos, periodistas y lectores, a trabajar más la idea y el fondo y convierte un contexto en algo mucho más auténtico”. Hay tantos mensajes e informaciones que resultan ser falsas que es importante poder facilitar las fuentes para que las personas puedan contrastarlo.

Si te quedas en la espuma te olvidas de contar lo importante Delia Rodríguez, periodista y autora de Memecracia, recuerda como “antes los medios lanzaban una idea, esa idea se hacía popular y punto. La televisión acababa donde acababa el televidente, y la radio donde acababa el oyente; pero ahora una historia sigue, sigue y sigue si la gente decide compartirla”. Es lo que se llama una historia viral. “Ahora la gran cuestión —añade— es cómo hacer que las buenas historias periodísticas sean hechas suyas por la gente y sean mucho más visibles. Porque cuando una historia no se ve es como si no existiera”. Pero los periodistas tienen que poder ver más allá y ofrecer “no lo que parece que la gente quiere por el número de visitas, sino lo que verdaderamente es importante”, como dice Olga Lucía Lozano. Por encima de lo que Gumersindo Lafuente llama espuma o ruido en el que las historias se pierden y no se ven. Por ejemplo, todo el mundo se fijó en el selfie de Ellen DeGeneres en los Óscar 2014, pero no en lo que pasó durante la ceremonia. “Hay que adaptar el mensaje a la forma y no ser complacientes con la audiencia”, dice Guadalupe de la Vallina. Bru Rovira afirma que “la tecnología se ha convertido en un obstáculo para el


periodismo de calidad. Es un mito que el medio realmente es el mensaje. La tecnología nos ahorra el pensamiento”. La ex corresponsal de RTVE Rosa Mª Calaf tiene una idea muy apropiada al respecto: “Ahora, cuando un enviado especial llega a un sitio llama y dice: ya estoy aquí. No obstante, la pregunta es para qué. Este para qué es mucho más difícil para estos periodistas de ‘ya estamos aquí’. Hoy estar allí es suficiente y además al día siguiente ya te has ido”. Realmente, el periodismo empieza cuando decides ‘qué enseñas’, ‘donde pones la cámara’, ‘como te moverás’ ‘cuál es tu discurso’, ‘conoces el sitio donde estas’, pero “en este momento, con la nuevas tecnologías estas son cosas que se han convertido en poco importantes”.


La recomposición de los géneros Irene Milleiro, directora de campañas en change.org, explica cómo “las redes sociales sirven para todo, pero el lenguaje que se utiliza en las redes sociales debe adaptarse. Tiene que ser un lenguaje sencillo, comprensible, que enganche y que le dé al interlocutor


ganas de actuar e interactuar. Lo importante de las redes sociales es que no deben ser solo un canal de pura difusión de un mensaje, sino un canal que permita la conversación y la interactuación y que el receptor también pueda actuar, opinar, contestar”. Por ello, Virginia Pérez Alonso dice que “aunque seguimos hablando de reportaje, de noticias, de crónica, en los últimos años han aparecido una serie de herramientas y de géneros nuevos a los que todavía ni se les ha puesto nombre. Estamos asistiendo a la descomposición de los géneros. Llegará un momento en que esto cambiará tanto que la noticia ya no será noticia, se llamará ‘X’. A lo mejor la noticia termina siendo el tweet”. Para ella, eso es “posiblemente lo más relevante que vamos a ver en la profesión periodística en los próximos años”.

4.3. ¿Contribuyen las redes sociales a difundir periodismo comprometido? El periodismo comprometido funciona en Internet si es creíble Una de las cosas que facilitan las nuevas tecnologías es que, además de contar cosas desde la calle, los contenidos se contagien. Esto pasa fundamentalmente con los contenidos más emotivos que nos hacen pensar en los demás. “Son contenidos especialmente compartibles en Internet”, dice Marilín Gonzalo, jefa de producto en eldiario.es. Sin embargo, la única vía real para que un contenido comprometido circule por la redes es que sea creíble. “La gente no se fía de los medios, no se fía de los políticos, no se fía de los periodistas, no se fía de casi nadie… ¿de quién se fías? de un amigo. Y las redes sociales son una buena manera para llegar a la gente y para que determinados mensajes que en los medios no cuajan, ahí sí cuajen; porque la gente tiene mucho más sentido común que los que dirigen los medios”, señala Marta Nebot. “Si consigues que sea cercano, divertido, llame la atención de la gente y además que te crean. Lo tienes todo”, subraya.

La difusión de los contenidos comprometidos más allá de los nichos A las ONG les favorece la democratización de los medios, en el nuevo escenario del Periodismo Digital, aunque hay una tendencia a meter los contenidos de denuncia social en lo que se denomina nichos. “Puede resultar muy limitante si la información solo se queda en esos nichos, porque a esos espacios es donde va la gente que justamente va buscando


ese tipo de información”, reflexiona Lucila Rodríguez de Alarcón, directora de comunicación de Oxfam Intermón. “Tener una portada en un medio grande o mezclar un tema de denuncia social con otras noticias permite que un tema que a alguien en principio no le interesaría, le pueda llegar a llamar la atención porque está en su entorno de consulta”.

Internet permite que diferentes narrativas cohabiten y generen círculos virtuosos Giles Tremlett planteó una interesante cuestión durante el Congreso de Huesca del año 2013: “¿Si internet es tan maravilloso y democrático en el sentido de que todos podemos montar nuestros blogs, todos podemos explicar nuestras cosas, estar conectados al Twitter… Realmente, ¿hacemos falta los periodistas? Las ONG tienen personas en el terreno que pueden ejercer de reporteros de una realidad que los periodistas no ven. ¿Por qué no sacar esa realidad en la versión vuestra, de vuestro medio, vuestra web y pasar de los periodistas? La respuesta de Lucila Rodríguez Alarcón fue sencilla: “Cuando tienes gente en terreno y mandan contenidos, esos contenidos no valen, porque no responden a las necesidades de consumo. Esa forma de ver en los medios no encaja. La historia que llegara a la audiencia la sabe contar el periodista, que es un narrador. El periodismo de narrativa es insustituible. Una cosa es ser bloguera y otra es ser periodista. Somos dos productos que se complementan.”


Capítulo 5. La necesidad de una agenda propia ¿En qué temas debe poner el foco el periodismo comprometido? Para la gran mayoría de los periodistas los temas donde el Periodismo Comprometido debe poner el foco son los que tienen que ver con la defensa de los Derechos Humanos y “con historias que no suelen aparecer en los medios y que pertenecen a los márgenes del sistema periodístico”, como indica Alfonso Armada, director de fronterad.com. Sin embargo, en la elección del tema juega un papel muy importante el grado de especialización de cada periodista, su propio conocimiento sobre los temas. Es este el que le permitirá poder fijar su propia agenda y aportar profundidad a la conversación que se establece con la audiencia, sin depender de la actualidad ni de la agenda pública. Un ejemplo es el de Olga Rodríguez, una de las periodistas que, por experiencia propia, más sabe de conflictos armados. Esto hace, tal y como ella misma contó, que como profesional se preocupe especialmente por la denuncia de los crímenes de guerra y de lesa humanidad. En definitiva, se trata de no abarcar todo porque, como dice Juan Luis Sánchez, “el periodista sabe qué puede hacer bien, mejor que el resto y dónde puede aportar algo distinto”. Para dar profundidad a un tema es necesario ‘agarrarlo’ bien. “Esa es la única forma de evitar que al final el asunto se trate con displicencia o a través del periodismo de carril”, añade Juan Luis Sánchez. Ricardo Corredor, director ejecutivo de la FNPI, dice que “hay que jugársela por algunos temas porque, si bien no están en la agenda pública, son importantes para la sociedad. Son temas clave que tienen valor de noticia y que responden a los intereses de la ciudadanía, pero no están en las agendas oficiales. Lo fundamental en estos procesos es que el periodista tenga una agenda propia del trabajo periodístico que quiere hacer”.


En la agenda propia entran en juego otros intereses y otros valores que no son los de los grandes medios ni los de la actualidad. El fotoperiodista Gabriel Pecot cree que es posible “hablar de cosas estructurales, dar espacio a realidades, y visibilizar problemáticas y situaciones de personas que normalmente se quedan fuera de foco. Pero para ello, es necesario —subraya— dedicarle tiempo. Esa es la contribución que un periodista puede hacer”. Es lo que, con otras palabras, dice José Manuel González Huesa, director


general la agencia Servimedia: “Huir del amarillismo y poner el foco en las personas, en los individuos, en los que padecen las situaciones de injusticia”. Daniel Moreno, editor de Animal Político, habla directamente de cómo el periodista comprometido se alía con la gente y sus preocupaciones, a diferencia de “una prensa que se obsesiona en citar al presidente y lo que dice alguno de sus ministros”. Es lo que Carmen Aristegui, periodista de CNN, llama “dejarse atrapar por el magnetismo del poder”. El Periodismo Comprometido dice la periodista mexicana es “no dejarse arrebatar por la fascinación de los presidentes y de los personajes, de la fama pública, y dejar también los grandes espacios necesarios para que la sociedad pueda comprender los fenómenos, las realidades y las causas sociales. Ponerle luz a cada una de esas causas, situaciones que en otra dinámica de comunicación sencillamente la sociedad no estaría pensando en ellas, pasaría de largo”. Pero el periodista no solo es susceptible a esa fascinación por el poder. Delia Rodríguez habla de cómo la propia emocionalidad puede entrar en juego de manera inadecuada cuando se trata de escoger de qué se va a hablar, por eso ella señala la necesidad de que “se elija el tema de una manera racional, estando muy pendientes de esos mecanismo que se disparan cuando algo toca nuestra emocionalidad”. El Periodismo Comprometido no deja de ser, como dice Carmen Aristegui, “observar, retratar, registrar, analizar, divulgar asuntos que tienen que ver con las personas más desprotegidas. Con las personas que por sus circunstancias tienen poca presencia en la sociedad”. “Dar voz a historias y personas a los que no se da voz”, como dice Alfonso Armada. Entender el periodismo y la política más allá de un pequeño grupo de gente y de poderes. Entender la política, tal y como describe Daniel Moreno, “como el ejercicio de la propia ciudadanía, porque cuando el ciudadano la ejerce también está haciendo política”.


Conclusiones El cierre del primer año de Periodismo Comprometido tuvo lugar en Huesca en el mes de marzo de 2014 con un encuentro internacional titulado: “El periodismo como herramienta de denuncia universal”. Allí, durante dos días, prestigiosos periodistas de España y Latinoamérica debatieron sobre las ideas que habían surgido a lo largo del año de trabajo del Proyecto Periodismo Comprometido, desarrollado por Oxfam Intermón junto con el Congreso de Periodismo Digital de Huesca y la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). De esos dos días y del trabajo de un año se extrajo la principal conclusión: es necesario ir a la búsqueda del periodismo comprometido, de ese periodismo de servicio público, que pone en el centro a los ciudadanos por encima de los intereses de los poderes políticos y económicos, que se acerca a los problemas de los más vulnerables, que sortea las presiones y dificultades económicas, que utiliza las mejores herramientas del periodismo clásico y también aprovecha a fondo los nuevos recursos de la tecnología, para dar más potencia y universalizar sus mensajes. Para lograrlo se plantearon los siguientes retos y oportunidades: Luchar contra la corrupción transparente, la menos evidente, pero más poderosa. Bucear en los universos paralelos del poder. Poner el punto de mira no sólo en personas y empresas, también fijarse en los problemas sistémicos de las sociedades. Encontrar fórmulas de financiación de las investigaciones periodísticas que no dependan exclusivamente de la publicidad, un ingreso de fácil manipulación por parte de los poderes económicos y políticos. , a través de una investigación sistemática, nuevos caminos para lograr organizaciones periodísticas eficientes y sostenibles. Utilizar el periodismo de datos como una fuente poderosa de historias relevantes. Profundizando en su uso, colaborando con desarrolladores y visualizadores, para aprovechar todo su potencial y acercarlo de una manera útil a las audiencias. Organizar un sistema que permita compartir las historias o experiencias de éxito, para que puedan ser aprovechadas por cualquier medio. Buscar nuevas audiencias a través de la creación de formatos atractivos, basados en las habilidades tecnológicas y en el uso intensivo de las estrategias de viralización de la información. Fomentar una participación activa de los ciudadanos y establecer una conversación


creativa que alimente y mejore el trabajo periodístico. Fomentar la creación de laboratorios de estudio y experimentación en colaboración con universidades, en los que se analicen experiencias y se proyecten herramientas útiles para que el periodismo comprometido llegue a las audiencias crecientes, que acceden a la información a través de los nuevos dispositivos móviles. Fortalecer todos los mecanismos que ayuden a proteger a los periodistas que trabajan en zonas de riesgo y que sufren constantes amenazas que no solo ponen en peligro su independencia, también su propia vida. Todas estas propuestas cobrarán sentido si el trabajo periodístico, sin perder su mirada crítica, logra su objetivo: estar del lado de las víctimas y ayudar a transformar su realidad.


Epílogo Y las ONG… ¿comunican verazmente? Una de las preguntas planteadas en el marco del Congreso de Huesca del 2013 a los periodistas fue: “¿Las ONG comunican verazmente?”. Para Gonzalo Fanjul, gran conocedor de la interrelación entre periodismo y ONG: “No comunican bien, pero sí lo hacen de manera veraz”. Por tanto, ¿qué necesitarían las ONG para comunicar mejor? Estas son algunas de las pistas dadas por los y las periodistas: Perseverar: “En este momento, y en medio de la enorme fronda de señales que llega, es muy difícil comunicar —dice Iñaki Gabilondo— y sólo la perseverancia puede ir superando todas esas dificultades y circunstancias”. Poner el foco en las realidades desenfocadas: “Lo más importante —señala Patricia Fernández de Lis— es poner el foco en cuestiones que normalmente están desenfocadas, sobre personas y países en los que otros no ponen el foco. Eso es algo que hacen muy bien las ONG. Sin ese foco hacia las realidades olvidadas, los periodistas no sabríamos donde dirigir la mirada” Evaluar todas las partes de la historia: Tanto Bru Rovira como Alejandra Gutiérrez basan su reflexión sobre el periodismo independiente en que en una sociedad correctamente construida, las ONG también deberían estar expuestas a la observación por el periodismo. Sin embargo, la realidad refleja una situación distorsionada en la que se han traspasado barreras y en muchas ocasiones, los periodistas solo van a los sitios si les llevan las ONG. Ser transparentes: “Para conseguir la confianza de la gente no solo basta con comunicar verazmente, sino que es necesario ser lo más transparente posible” — defiende Ignacio Escolar— “y esto afecta también a las ONG”. No hacer marketing: “Las ONG pierden encanto cuando utilizan las técnicas tradicionales de marketing en su comunicación como si estuvieran vendiendo una colonia, aunque lo que digan sea veraz”, dice Pere Rusiñol, que también pone énfasis en “los materiales estupendos que producen las ONG”. Si la obligación del periodismo es ir dos pasos más allá, como dice Gonzalo Fanjul, el Periodismo Comprometido no se quedará con la historia que le cuenten los


departamentos de Comunicación de las ONG, aunque posiblemente llegue a conclusiones muy similares a las que le quería contar la propia organización. Pero, tal y como señala Gonzalo, “habrá hecho bien su trabajo”. Y eso es precisamente lo que pretende el Proyecto de Periodismo Comprometido: que los periodistas y las ONG puedan hacer bien su trabajo, un trabajo de calidad.


Anexos Listado de participantes mencionados, por orden de aparición en el texto: Lucila Rodríguez Alarcón, directora de comunicación de Oxfam Intermón Elsa González, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE). Ramón Lobo, periodista y escritor. Especializado en conflictos y autor del blog “En la Boca del Lobo”. Virginia Pérez Alonso, vicedirectora del Grupo 20 minutos. Javier del Pino, periodista. Director y presentador de “A vivir que son dos días” en Cadena Ser. Giles Tremlett, corresponsal en España de The Economist y editor colaborador en The Guardian. Martín Caparrós, periodista y escritor. Diego Fonseca, editor asociado de la revista de crónicas Etiqueta Negra (Perú). Olga Rodríguez, periodista en el diario.es (España) Jineth Bedoya, subeditora de El Tiempo de Colombia. Bru Rovira, Periodista, fotógrafo y escritor escribe en el Diari Ara (Cataluña). Gonzalo Fanjul, autor del blog 3.500 millones en elpais.es. Gumersindo Lafuente, presidente de la Fundación porCausa, colaborador de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y asesor en La Prensa de Panamá. Ignacio Escolar, director de eldiario.es. Alberto Artero, director general de El Confidencial. David Casablancas, periodista de Catalunya Ràdio. Pere Rusiñol, Socio y redactor en Alternativas Económicas. Iñaki Gabilondo, periodista. Analiza la actualidad el videoblog ‘La voz de Iñaki’ en elpais.es Alejandra Gutiérrez, Editora General en Plaza Pública (Guatemala). Marta Nebot, periodista, guionista y productora. Colaboradora en Telecinco (España) Lali Sandiumenge, periodista freelance y colaboradora de publico.es. Carles Capdevila, director del Diari Ara.


Silvia Omedes, cofundadora y presidenta de Photographic Social Vision Óscar Gutiérrez, periodista en El País. Nicolás Castellano, periodista en Cadena Ser. Patricia Fernández de Lis, directora de La Materia. Olga Lucía Lozano, directora creativa de La Silla Vacía (Colombia). César González, Director de informativos de La Sexta (España). Juan Luis Sánchez, subdirector de eldiario.es. Giannina Segnini, profesora de Periodismo en la Universidad de Columbia y ex editora de La Nación. Experta en periodismo de datos. Walter Astrada, fotoperiodista freelance. Alfons Rodríguez, fotoperiodista documental freelance. Chema Conesa, fotógrafo, editor y comisario de exposiciones freelance Daniel Caballo, profesor adjunto en la Universidad San Pablo CEU y editor gráfico de la Agencia EFE. Paul Hanna, fotógrafo de Reuters. Ángeles González Sinde, escritora, directora y guionista de cine y televisión. Ex ministra española de Cultura. Álvaro Corazón Rural, autor en Jot Down Magazine. Ander Izaguirre, periodista autónomo especializado en viajes y temas internacionales. Nacho Carretero, reportero en GEA Photowords y colaborador en Jot Down Magazine, Vocento, Radio Coruña Cadena Ser y Yo Dona. Guadalupe de la Vallina, directora de fotografía en Jot Down Magazine. Delia Rodríguez, periodista y autora de “Memecracia: los virales que nos gobiernan”. Irene Milleiro, directora de campañas en change.org. Marilín Gonzalo, jefa de producto en eldiario.es. Alfonso Armada, director de fronterad.com. Ricardo Corredor, director ejecutivo de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano Gabriel Pecot, fotoperiodista freelance José Manuel González Huesa, director general de la agencia Servimedia (España). Daniel Moreno, editor de Animal Político (México). Carmen Aristegui, periodista de CNN (México)

Proyecto Periodismo Comprometido: bit.ly/comprometido


El proyecto Periodismo Comprometido surge en 2013 con el objetivo de crear un debate sobre este concepto, entendido como un periodismo de investigación que sitúe en el centro de la noticia a las personas y colectivos más vulnerables. Junto con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano de Colombia (FNPI) y el Congreso de Periodismo Digital de Huesca, iniciamos una profunda reflexión sobre un periodismo de calidad, comprometido con la sociedad y con las personas, junto a reconocidos profesionales de la comunicación de habla hispana. Hasta el momento, se ha estructurado en cuatro secciones fundamentales: 1. 2. 3. 4.

Mesas de debate: http://bit.ly/1gMWHCE Grandes Reportajes Comprometidos: http://bit.ly/1f31vFo Congreso de Periodismo Digital de Huesca: http://bit.ly/1f31vFo Docubeats: http://bit.ly/1yQnTIM

Mesas de debate Muchos profesionales de la comunicación consideran que el periodismo debería ser comprometido por definición. Por ello, a lo largo de este último año hemos invitado a reconocidos periodistas a reflexionar sobre qué hace falta para conseguir este Periodismo Comprometido. El objetivo ha sido analizar los problemas a los que se enfrenta este periodismo de calidad. Las temáticas de las mesas han ido variando: 1. ¿Es todo el periodismo Periodismo Comprometido?: El debate giró en torno al concepto de Periodismo Comprometido y lo que implica ponerlo en práctica para los profesionales, los medios y la sociedad. Ponentes: Javier del Pino, Ramón Lobo, Gumersindo Lafuente, César González y Virginia Pérez Alonso. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1jP0XZt Vídeo entrevista: http://bit.ly/UcapK8 2. Fotoperiodismo comprometido: la función de la fotografía en la creación de la agenda informativa, los nuevos soportes y la situación del periodismo fotográfico comprometido en el actual escenario mediático. Ponentes: Walter Astrada, Daniel Caballo y Chema Conesa. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1jP0XZt Vídeo entrevista: http://bit.ly/1t2CgIV 3. Nuevas formas narrativas: están cosechando un gran éxito de audiencia y revitalizando el panorama informativo, como la fórmula entretenimiento e información-


investigación del programa El Intermedio. Ponentes: Montserrat Domínguez, Nacho Escolar y Miguel Sánchez Romero. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1qf6vil 4. Redes sociales: el papel de las redes sociales en el periodismo comprometido. Ponentes: Daniel Seseña, Delia Rodríguez, Miguel Ángel Oliver y Marta Nebot. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1qf6vil Vídeo entrevista: http://bit.ly/1rqlO4M 5. Ciudadanía y periodismo comprometido: el papel de la ciudadanía para que exista un Periodismo Comprometido y la implicación de los medios para conseguirlo. Ponentes: Carles Capdevila, Martín Caparrós y Jordi Pérez Colomé. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1rqlXFt Vídeo entrevista: http://bit.ly/1wuaHIG 6. Un año de Periodismo Comprometido: repaso de lo aprendido en un año de Periodismo Comprometido. Ponentes: Gumersindo Lafuente, Ramón Lobo y Virginia Pérez Alonso. Aún puedes verlo en streaming: http://bit.ly/1r3IIzK Vídeo entrevista: http://bit.ly/Wh6VYg Fotogalería “Un año de Periodismo Comprometido”: http://bit.ly/1oYr6DS

Grandes Reportajes Comprometidos Hemos iniciado una serie de reportajes con la publicación Jot Down a través de los cuales pretendemos visibilizar la realidad que intentamos cambiar día a día en diferentes regiones: Siria, Marruecos, Etiopía… 1. ‘Guatemala, la transición requisada’ por Ramón Lobo. En Guatemala cientos de personas han sido violentamente expulsadas de sus casas y tierras por empresas. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1mKLdpF 2. ‘¡Hay que cambiar la fresa!’ por Bru Rovira. Miles de mujeres marroquíes trabajan en la recogida de fresas en unas condiciones pésimas y cobrando sueldos de miseria. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1tQF2Vy 3. ‘República Dominicana: ¿dónde está el dinero?’ por Guadalupe de la Vallina. En República Dominicana, las continuas reformas fiscales no han contribuido a una justa redistribución de los recursos entre la sociedad. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1qf7UWb 4. ‘¿Siria?: ya no hay más Siria’ por Nacho Carretero. Dos millones de personas,


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cada una con su historia de dolor y sufrimiento, han dejado Siria y viven como refugiadas en Jordania y Líbano. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1yqzj80 ‘Mejor váyanse a vender caramelos a los semáforos’ por Bru Rovira. En Paraguay, cientos de personas están luchando por la tierra y defendiendo sus derechos frente a los intereses económicos y políticos. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1zrRr2B ‘La nadadora entre los tigres’ por Ander Izaguirre. En Colombia miles de mujeres han sufrido la violencia sexual y luchan por sus derechos y para exigir justicia. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1jpE8HV ‘Etiopía, agua que riega la salud y la educación’ por Álvaro Corazón Rural. A pesar del crecimiento económico, en Etiopía gran parte de la población no tiene acceso a servicios básicos como la luz o el agua potable. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/MNCBiz ‘Mauritania, la pobreza innecesaria’ por Ángeles González-Sinde. A pesar de que Mauritania cuenta con una población de tan sólo 3,5 millones de personas y dispone de importantes recursos naturales, un 46% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Lee el reportaje completo: http://bit.ly/1n7kpkW

Vídeos relacionados Resumen reportajes de Jot Down: http://bit.ly/1oHtLyL ‘Colombianas en pie’. Crónica de Ander Izaguirre: http://bit.ly/1zIinv5 ‘Hay que cambiar la fresa en Marruecos’. Bru Rovira: http://bit.ly/1jP6q2a ‘El éxodo al Líbano’. Nacho Carretero: http://bit.ly/1mKPKbC

Congreso de Periodismo Digital de Huesca El Congreso de Periodismo Digital de Huesca es un foro referente del periodismo de calidad en el nuevo escenario digital. Desde 2013, hemos estado presentes con el proyecto de Periodismo Comprometido, lo que nos ha permitido reflexionar junto a un nutrido grupo de periodistas españoles y latinoamericanos sobre el compromiso de los medios en su día a día.

XIV Congreso de Huesca - Edición 2013


Lucila Rodríguez-Alarcón, dialogó sobre la esencia de este tipo de periodismo junto con los periodistas Bru Rovira y Giles Tremlett , en la mesa redonda titulada “Periodismo Comprometido”, moderada por el periodista Ramón J.Campo. Puedes verlo aquí: http://bit.ly/1qf9SWy

Vídeos relacionados: 12 periodistas y 5 valores: http://bit.ly/1oYfsJg ¿Tiene cabida el PC en los medios de comunicación?: http://bit.ly/1tR3KW5 ¿Comunican las ONGs verazmente?: http://bit.ly/Ucl87b El periodismo y las causas olvidadas: http://bit.ly/1mUgs0M

XV Congreso de Huesca - Edición 2014 Este año hemos llevado la esencia del Periodismo Comprometido a diferentes espacios del Congreso:

Vídeo “¿En qué debe poner el foco el Periodismo Comprometido?: http://bit.ly/UckPt3 Mesa “El compromiso del reportero” La directora de Comunicación, Lucila Rodríguez-Alarcón, moderó la ponencia “El compromiso del reportero” que contó con los periodistas Olga Rodríguez, Jineth Bedoya y Martín Caparrós. Juntos reflexionaron sobre el trabajo del reportero comprometido, en un momento donde la comunicación digital acelera el proceso de elaboración y consumo de la información. Puedes verlo aquí: http://bit.ly/1nvQP2e

Encuentro “El periodismo como herramienta de denuncia universal” En la antesala del Congreso, organizamos junto a la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, el encuentro "El periodismo como herramienta de denuncia universal". En él participaron cerca de una veintena de periodista latinoamericanos y españoles que buscaron soluciones sobre cómo conseguir una mejor visualización de los contenidos más sociales en el ámbito internacional. Fruto del encuentro se redactaron una serie de recomendaciones: http://bit.ly/1cWtJhG


Puedes ver el vídeo de las entrevistas: http://bit.ly/1mU1Yhl

Documental “Huellas que no callan” Estrenamos en primicia “Huellas que no callan”, un documental sobre las mujeres víctimas del conflicto en Colombia, que hace un recorrido testimonial por la historia y la lucha de estas mujeres en un contexto donde la violencia es la dinámica cotidiana. Puedes ver el tráiler: http://bit.ly/1wuiBS5

Docubeats Docubeats es una mezcla única de periodismo visual. Pequeñas cápsulas documentales que reflejan las situaciones y realidades que el Periodismo Comprometido debe difundir, intentando mantener la rigurosidad propia del reportaje en profundidad del que proceden. Puedes conocerlos en: http://bit.ly/1yQnTIM 1. Luchando contra el silencio: en la República Democrática del Congo más de 6 millones de personas han muerto tras tres lustros años de violencia. En sólo siete años (de 1996 a 2003) más de 80.000 mujeres y niñas sufrieron abusos sexuales. Puedes verlo en: http://vimeo.com/89410042 2. María en tierra de nadie: migrantes centroamericanas se exponen al asesinato, el secuestro, las violaciones y los atracos en una durísima odisea a través de México hacia EE UU. Puedes verlo en: http://vimeo.com/87280385 3. Minerita: a una altura de 4.702 metros, en Potosí, Bolivia, niños y niñas se juegan la vida bajo tierra. Las minas del Cerro Rico son un laberinto volátil de paredes frágiles y repletos de burbujas de gas que los trabajadores deben sortear a diario. Puedes verlo en: http://vimeo.com/90773379 4. Light fly, fly high: Thulasi quiere ser una mujer independiente y rehuir el futuro previsto para una chica dalit, de las castas más bajas en India: pobreza y matrimonio servil. La joven se desmarca a través del boxeo, donde tiene la posibilidad de representar a su país en la selección nacional. Puedes verlo en: http://vimeo.com/91923274 5. Fiebre de tierra (Land rush): El 90% de tierra africana no tiene dueño registrado, aunque en muchos casos las mismas familias hayan trabajado y vivido de ella durante generaciones. Empresas agricultoras internacionales ven en el continente una oportunidad y los gobiernos locales a menudo les dan la bienvenida. Puedes verlo en:


http://bit.ly/1snDC3e Todos los materiales producidos por Oxfam Interm贸n para Periodismo Comprometido pueden consultarse en el siguiente link: http://bit.ly/UclKK3


Agradecimientos Desde Oxfam Intermón queremos agradecer la participación de todas aquellas personas que han hecho posible que este proyecto sea una realidad. Hemos contado con la inestimable ayuda de muchos y muchas profesionales de la comunicación comprometidos verdaderamente con su labor. Son periodistas que nos ayudan a difundir día a día el periodismo en el que creemos, aunque a veces ni se den cuenta. Para ellos y ellas se trata sólo de hacer bien su trabajo porque creen en el periodismo de calidad que va más allá del gancho de actualidad y fija su mirada en lo que importa, en las historias humanas que hay detrás de las cifras. Enumeraros a todos y todas requeriría hacer otro ebook, así que no lo haremos, pero vosotros y vosotras sabéis quiénes sois. Especial agradecimiento requieren también el Congreso de Periodismo Digital de Huesca y la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, sin los que nada de esto hubiera sido posible. Entre ellos destaca la guía y presencia incondicional del director del Congreso, Fernando García Mongay, y de Jaime Abello, director general de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Especial agradecimiento también a Ricardo Corredor, director ejecutivo de la misma fundación. Gracias amigos. A Violeta Assiego, autora del texto de este ebook, que se sumergió y buceó en el proyecto para sacar a la luz las principales ideas. Hilarlas de forma tan brillante no ha debido de ser una tarea fácil, pero sabemos que ha disfrutado con ella. A Ana Sara Lafuente por reflejar brillantemente esas ideas en sus ilustraciones. Y a Pablo Tosco, por dotar de un contenido audiovisual de primera calidad a este ebook y al proyecto en general. Queremos agradecer también la participación de Ágora News en la retransmisión por streaming de los encuentros de Periodismo Comprometido y, cómo no, al Café Comercial, siempre dispuestos a alojar nuestros debates. Además, hacen las mejores croquetas y tortillas de patatas de Madrid. En Bilbao a la Fnac que amablemente nos cedió sus instalaciones y en Barcelona, al Café Salambó. A JWP producciones, por su gran trabajo de adaptación de reportajes de gran formato para crear los docubeats, especialmente a Giles Tremlett, Justin Webster, Judit Méndez, Martín Rocca y Kristina Rodemann. Por último, al propio equipo de comunicación de Oxfam Intermón, que ayuda a preparar


y realizar la comunicación de los encuentros y mesas, suben contenidos a la web, ‘tuitean’ y promocionan los materiales… Y sobre todo madrugan mucho para asegurarse de que todos los detalles estén listos y hacer los encuentros lo más agradables posible. Gracias a Lucila Rodríguez Alarcón por albergar en su cabeza este proyecto; a María Herranz por dirigirlo brillantemente durante el primer año y a Laura Martínez por continuar la labor de María; a Ana Sara Lafuente por mil tareas que no podríamos enumerar, entre las que destacan ilustrar este ebook, fotografiar, montar y desmontar lonas en el Café Comercial, mover mesas, sillas y un largo etcétera; a Júlia Serramitjana por la realización de las entrevistas y a Pablo Tosco por su grabación y edición impecables; a Eva Moure por su trabajo en Huesca; a Ekaitz Cancela por dejarse fascinar tanto por el Periodismo Comprometido que se vino a vivir a Madrid desde Bilbao para poder participar; a Beatriz Pozo por su ayuda en todas las tareas y por invertir su verano haciendo prácticas en el departamento, y al resto del equipo de Madrid y Barcelona por su auténtica implicación y disposición.


Queremos un mundo más justo. ¡Ayúdanos a conseguirlo! Hazte socio en www.OxfamIntermon.org


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