LAURA CAMILA HERNANDEZ CELY
“SAL DA TERRA” Ensayos fotográficos de Sebastian salgado ENSAYO CRITICO
Existen mil maneras de relacionarse con la fotografía, y de esto podemos ser fieles testimonios, pues las imágenes se nos presentan día tras día casi como un ritual, en el que si no las recibimos, las estamos creando. “fotógrafo, logo existo” (La cámara de pandora, fotógrafo logo, existo) Cito esta frase que podría resumir la importancia que la fotografía hoy en día tiene en nuestra vida, pues somos parte de una época en que recibimos y creamos imágenes con la velocidad e instantaneidad que nos ha permitido la tecnología. Entonces, paramos para pensar en que no necesariamente un acontecimiento se torna historiable, como lo dice Walter benjamín; La vida misma se torna historiable y nos convertimos así en historiadores andantes de la vida. Se espera que diariamente registremos nuestro día a día a través de imágenes, y es de esta misma manera que accedemos a la vida de otros. No necesitamos una vivencia directa porque las imágenes nos han permitido llegar a otras realidades y vivir no solo una, sino varias paralelamente. Compartimos experiencias, nos acercamos a quienes están lejos, conocemos personas, descubrimos lugares, todo a través de fotografías como punto de contacto. En total millones de imágenes producidas y consumidas por segundo. Masificación de imagen, naturalización y mecanización del acto de fotografiar, “degradación del oficio”, democratización de la imagen, muchos puntos de vista en oposición acerca de un mismo tema; panoramas desalentadores para unos y muy optimistas para otros. En medio de todo este contexto nos encontramos una historia, un fotógrafo de aquellos que no solo tienen a la fotografía como profesión sino como forma de vida; y confirmamos el hecho que efectivamente existen muchas maneras de encontrarse con la fotografía, es casi como un acto personal e intransferible. De pasar de ver casi por inercia imágenes que llegan a mi celular a través de una red social, tengo frente a mi una película de fotografías. Puntualmente un documental que cuenta la vida de un fotógrafo, y no lo hace como un acto que comprometa egos (según mi opinión) sino que invierte la figura del fotógrafo creador de fotografías, para pasar a la idea de las fotografías que van creando y moldeando al fotógrafo.
Detallar las fotografías de Sebastián salgado es como hacer un alto en el camino, dejar la mirada automática y empezar a buscar el detalle dentro del blanco y negro hasta construir la historia que cuenta cada fotografía. Por que si bien es cierto, cada imagen se convierte en un texto testimonio, la estética de la fotografía es impactante. Hacer una lectura de los ensayos fotográficos de Sebastián salgado me pone frente a dos posiciones: desde quien produce una imagen que esta denunciando y desde el lugar del espectador que es testigo de la denuncia. Por que si hay que definir un hilo conductor y unificador del ensayo fotográfico que mas llamo mi atención, es este: la denuncia. “Trabalhadores” es un ensayo impactante por el fuerte contraste que cargan las fotografías , y no solo me refiero literalmente al banco y negro , sino al contraste que transmite un tipo de dualidad al interior de cada imagen. Describiría muy a opinión personal como perturbadoras en su contenido y bellas en su forma; descripción problemática. La fotografías de salgado comprometan una realidad cruda de la historia de la humanidad, traducida en una obra de arte; y creo que en este punto está toda la intensión de la fotografía: poner en duelo al observador. Aunque creo que intentar descifrar la intensión que el fotógrafo imprime en cada imagen pierde un poco el sentido, pues una será la intensión que se quiere transmitir, y otra será la manera como la foto va a ser leída. Claramente existe un objetivo al realizar este tipo de fotografía, que además queda muy claro al ver el documental y tener un acercamiento a la vida del fotógrafo.
Según Susan Sontang: “Sin política, las fotografias del matadero de la historia simplemente se experimentarán como irreales o como golpes emocionales desmoralizadores.” “ Las imágenes pasman. Las imágenes anestesian. Un acontecimiento conocido mediante fotografías sin duda adquiere más realidad que si jamás se hubieran visto: piénsese en la guerra de Vietnam.” (SONTANG, Susan,1983 pag 37)
Entonces podemos levantar una discusión discutida desde hace mucho tiempo La capacidad que tiene una imagen para convertirse en un texto de denuncia social y despertar una reacción en el espectador puede ser opacada o se opondría al aspecto artístico y estético que “distrae” la mirada. Pero, ¿existe necesariamente en la fotografía una dualidad conflictiva entre forma y contenido? Ciertamente no seria justo leer la fotografía desde el punto de vista meramente estético pues la imagen tiene una función política muy fuerte, y lo mismo ocurre de la forma contraria, no se podría dejar de lado la forma de la imagen por hacer una lectura conceptual. Y específicamente en este ensayo fotográfico no tenemos como escapar a una unión entre estética y política, pues se complementan perfectamente.
La “escolha” técnica del blanco y negro logra guiar la mirada hacia la textura de la foto y casi podemos sentir la piel con cada uno de sus pliegues. La piel es un elemento muy simbólico en cada una de las fotografías, pues es el lugar de la huella. La piel de una persona es como su historial. Sobre ésta quedan las marcas de lo que se ha vivido. “No eres tu quien saca la fotografía, es la persona que la ofrece para ti”. Esta frase de Sebastián salgado es un buen camino para leer sus fotografías y resolver el dilema anteriormente propuesto, por que el fotógrafo se presenta como un traductor, un medio que pone en evidencia una realidad, donde la estética está en función del contenido. “La imagen quizás distorsiona, pero siempre queda la suposición de que existe, o existió algo semejante a lo que está en la imagen.”( SONTANG, Susan,1983 pag 37)
Entonces, no solo se está siendo testigo de una masacre del que se deja una evidencia, sino que el hecho de divulgarla esta creando espectadores y testigos de esta masacre.
Este seguramente se convertirĂĄ en el mayor aporte social, el hecho de crear testigos que puedan hacer una lectura polĂtica despuĂŠs de haber sido impactados por la imagen.