Curso de fotografía básica A través del objetivo
La cámara oscura
El cambio de siglo has visto muchos cambios drásticos, especialmente en el desarrollo de la industria de alta tecnología: sistemas digitales, imágenes de computadora y la Internet, todo lo cual afecta nuestra vida cultural y la fotografía en particular. Teniendo en cuenta los importantes cambios que están teniendo lugar en el mundo de la fotografía, hay un lugar importante para la cámara oscura en su actividad única de preservar la vieja fotografía. ¿Qué es una cámara oscura? Estas palabras en latín significa "habitación oscura" y se refieren a una técnica sencilla que ofrece la posibilidad de fotografiar. La técnica de Camera Obscura es importante, especialmente para las jóvenes generaciones en el desarrollo de la imaginación utilizando material reciclado, la construcción de su máquina óptica propia y que conduce a la última aventura de ver la realidad desde el interior de la cámara. Para los adultos es una nueva forma de crear imágenes interesantes y originales sin necesidad de utilizar ningún botón electrónico. Desde 1981, Ilan Wolff ha especializado en la creación de fotografías con el Camera Obscura la técnica con cámaras hechas de viejas cajas o latas.
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Hoy en día se utiliza principalmente su camioneta y los interiores de ambiente normales para crear imágenes de gran tamaño. Desde 1993, Ilan Wolff ha estado dando talleres regulares en la técnica de la fotografía con la cámara oscura y usando la emulsión fotográfica para crear imágenes en diferentes superficies.
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Naturaleza de la luz
La luz es la materia prima de la fotografía. Sin luz es imposible fotografiar (incluso de noche podemos captar la poca luz existente). No existe la luz buena o la mala sino una luz adecuada o no a nuestro propósitos y siempre podremos interpretarla y adaptarla. La luz es una forma de energía que se emite en forma de ondas y que viaja a una enorme velocidad a partir de una fuente como el sol, lámpara o un flash. La luz se desplaza en línea recta pero en función de la naturaleza del material sobre el que incida varía su comportamiento. La luz puede desviarse, reflejarse o difundirse por eso nos encontraremos con diferentes calidades de luz: suave o difusa y luz dura o directa Los rayos de luz no difusa o luz dura se mueven paralelamente entre sí y caen sobre la escena en una única dirección. Las sombras tienen límites claros y definidos. Un ejemplo clarísimo es la luz del sol cuando no hay nubes. Los rayos de luz difusa o suave están desordenados e inciden sobre la escena desde muchas direcciones a la vez. Por ejemplo en un día de sol nublado. Nosotros podemos modificar la naturaleza de la luz interponiendo un elemento difusor en su trayectoria. Otro aspecto fundamental de la luz es la dirección desde la que cae sobre la escena porque también es decisiva a la hora de colocar la cámara. - Luz frontal: incide sobre la escena desde el punto de vista de la cámara - Luz lateral: desde ángulo de 45º. - Luz rozada: se trata de una luz extremadamente lateral que forma un ángulo de 90º respecto al eje óptico. - Luz cenital: incide desde arriba - Contraluz: incide detrás del objeto a fotografiar - Luz inferior o teatral: por debajo de la escena
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Esquemas de funcionamiento de una cámara
A primera vista la cámara y el ojo presentan numerosas similitudes: la luz llega al ojo a través de la córnea y la pupila, la abertura variable regula la intensidad de la
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luz; se sirve de una lente (el cristalino) para formar una imagen nítida y de una superficie sensible (la retina) para registrar la imagen. La luz llega a la cámara a través de la abertura del objetivo que puede graduarse mediante un diafragma o iris, también tiene una lente y un sensor sensible a la luz que recoge la imagen. En ambos casos la imagen se forma en el sensor o retina invertida.
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Componentes básicos de una cámara
Elemento fotosensible Toda cámara fotográfica necesita un elemento sensible a la luz que registre de algún modo la imagen que procede del objetivo. Este soporte será normalmente uno de los siguientes: Una película fotográfica, que era un soporte compuesto fundamentalmente por una emulsión de gelatina y cristales de haluros de plata (generalmente cloruro, yoduro o bromuro de plata) que se descomponen al recibir cierta dosis de radiación electromagnética, de baja longitud de onda, formando un germen de plata metálica apenas visible. Este era el soporte más habitual en fotografía química. Papel fotográfico auto-revelable, que no deja de ser una variante de película fotográfica positiva utilizada para la fotografía con cámara instantánea. Un sensor de imagen electrónico, que es un chip formado por millones de componentes sensibles a la luz (fototransistor) y por algún mecanismo para percibir los distintos componentes de color (distintas longitudes de onda de la luz). Este es el soporte utilizado en las cámaras digitales actualmente.
Visor El visor es el sistema óptico que permite encuadrar el campo visual que se pretende que abarque la fotografía. Es decir, el visor es la ventanilla, pantalla o marco incorporado a la cámara o sujeto a ella de que se sirve el fotógrafo para previsualizar, exacta o aproximadamente, la relación motivo/entorno que abarca el objetivo.
Objetivo Se denomina objetivo al conjunto de lentes convergentes y divergentes que forman parte de la óptica de una cámara. Su función es recibir los haces de luz procedentes del objeto y modificar su dirección hasta crear la imagen óptica, réplica luminosa del objeto. Esta imagen se lanzará contra el soporte sensible: Sensor de imagen en el caso de una cámara digital, y película sensible en la fotografía química
Diafragma El diafragma regula la apertura de un sistema óptico. Suele ser un disco o sistema de aletas dispuesto en el objetivo de una cámara de forma tal que restringe el paso de la luz, generalmente de forma ajustable. Las progresivas variaciones de apertura del diafragma se especifican mediante el número f, que es la relación entre la longitud focal y el diámetro de apertura efectivo, además esta parte ha de ser de plástico.
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Obturador El obturador es el dispositivo que controla el tiempo durante el que llega la luz al elemento sensible (película o sensor de imagen). Consiste normalmente en una cortinilla situada en el cuerpo de la cámara, justo delante de este elemento fotosensible y obviamente detrás del objetivo; la cortinilla se abre y cierra el tiempo que esté configurado en la cámara para dejar pasar la luz hacia el elemento fotosensible.
Otros elementos
Exposímetro: El exposímetro o fotómetro se trata de un dispositivo que da la medida de la exposición que tendrá el elemento fotosensible con la configuración de apertura y velocidad de obturación configuradas. Flash incorporado: El flash es un dispositivo que actúa como fuente de luz artificial para iluminar escenas de forma sincronizada con el disparo de la cámara.
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Tipos de cámaras
Existen muchos tipos de cámaras pero todas tienen varias cosas en común: son cajas negras herméticas que permiten el paso de cantidades controladas de luz a través de una lente hasta el medio de registro (película o sensor). Las cámaras réflex observan la fotografía a través de la misma lente. El sistema se basa en un espejo móvil y un obturador delante de la película o el sensor que permite extraer el objetivo de la cámara. Con una cámara réflex se ve casi exactamente lo que se va a fotografiar. No nos engañemos, con una cámara compacta también podemos manejar los parámetros para obtener mejores resultados. Aquí tenéis dos fotografías tomadas con una cámara Samsung de 6Mp muy básica y manejando los parámetros obtenemos resultados diferentes y espectaculares.
Pero vamos a desglosarlo y explicar cada tipo de cámara: - Cámaras compactas: Cámaras digitales tipo SLR: son modelos de aspecto semejante a las réflex, con zoom óptico de muchos aumentos y macro pero óptica fija. Se trata de una aproximación económica a las réflex con muchas posibilidades pero el tamaño del sensor sigue siendo más pequeño
Cámaras digitales compactas: es la cámara destinada al gran público con óptica media, tamaño medio y posibilidades creativas en las que avanzaremos. Tienen el mismo tamaño de sensor que las anteriores.
En estas cámaras compactas por el tamaño del sensor el diafragma no cierra normalmente más de f8 por lo que la profundidad de campo es muy amplia.
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Cámaras réflex: De alta gama: las cámaras réflex profesionales se diferencian principalmente del resto en el tamaño del sensor que son de formato completo “full frame”. Por ejemplo: Canon 5D mark III. Destinadas para prensa o deporte: presentan tamaño de snsor con factor de recorte pero llegan a una velicidad incluso de hasta 10 fotogramas por segundo. Por ejemplo: canon 7D Mk II Semiprofesionales: las cámaras de gama media también tienen factor de recorte en el sensor pero se comportan bien en cualquier modalidad fotográfica. Por ejemplo: Canon 70 D. Aficionado: se trata de la gran revolución ya que presenta buena relación calidad/precio para comenzar en el mundo de la fotografía. Por ejemplo: Canon 750 D. Otras cámaras son las de medio formato en fotografía profesional. Son equipos de elevado precio pero de gran precisión. Algunas tienen 22 megapíxeles o incluso 39. Cámaras evil. Una cámara sin espejo de objetivos intercambiables. Como la gama Fuji XT. Cámaras de sistema compacto orientadas al aficionado avanzado por sus prestaciones, situadas por encima de las cámaras compactas avanzadas por el tamaño del sensor
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La guerra de los megapíxeles Primera cuestión: la cantidad de megapíxeles no es siempre un buen factor para fijarse en la calidad de una cámara. Si hoy en día echamos un vistazo a la oferta de cámaras compactas digitales que hay en el mercado nos encontraremos que la inmensa mayoría de ellas tienen la misma resolución o incluso superior que las cámaras de ópticas intercambiables. Estamos hablando de resoluciones que van entre los 12 y 18 megapixels (mpx). Hay que tener claro que los megapixels sólo establecen el tamaño de la foto y si solo hacemos caso al número podemos deducir que cuanto mayor sea la cantidad, más grande será la foto, más detalles serán visibles y mejor calidad obtendremos. Por esto hay una gran competencia y un constante afán en aumentar los mpx de las cámaras en todas las marcas. Claro que tiene cierta lógica pero vamos a comprobar que esto no es del todo cierto debido a varios factores: - Cuanto más grande es la foto más espacio ocupa (cada vez necesitamos más sistemas de almacenamiento) - No solemos imprimir a tamaños que necesiten resoluciones tan elevadas. - El tamaño de los sensores de las cámaras varía de unas a otras. - Los objetivos de las compactas difícilmente pueden resolver la resolución de sus sensores y la difracción por la que se ven afectados los limita aún más en este sentido. Estos factores hacen que no solo no obtengamos una mayor calidad en nuestras fotos sino que incluso perdamos calidad. Todo esto ha derivado en que la carrera de los megapixels, a pesar de ser un constante avance en la tecnología de la fotografía digital, más que probablemente haya sobrepasado el límite en el que podía aportar algún beneficio al usuario. Equilibrio entre tamaño de la foto y espacio ocupado Cuanto mayor es la cantidad de megapixels, mayor es también el tamaño de la fotografía, y por consiguiente también el tamaño que ocupa en nuestra tarjeta de memoria y en nuestro ordenador es más grande. La cámara tardará más en procesar y grabar la foto. Nuestro ordenador tardará más en abrirla, y no hablemos ya si lo que queremos es grabar todas las fotos en un disco para reproducirlas en nuestro DVD y verlas en el televisor.
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Equilibrio entre tamaño de archivo y tamaño de impresión Podríamos argumentar en favor de la foto de 12 mpx, que las imágenes son más grandes y con más detalles así que podemos sacar copias en papel de mayor tamaño. Pero... ¿cuántas veces imprimimos fotos más grandes de 10x15 cm? ¿O incluso que 15x20 cm? 3 mpx son suficientes para sacar copias indistinguibles de otra de 12 mpx hasta un tamaño de 15x20 cm. Y si aumentamos adecuadamente el tamaño de la foto por medios informáticos (o sea, interpolamos) podemos llegar a obtener una calidad más que decentes hasta los 20x30 cm. Pero lo cierto es que muy pocas veces vamos a imprimir a este tamaño y hoy en día la mayoría de las fotos solo las veremos en la pantalla del ordenador. Tamaños de los sensores Un detalle en el que pocas veces nos solemos fijar, especialmente a la hora de elegir una cámara compacta, es el tamaño del sensor. El sensor es el equivalente en el mundo de la fotografía digital a lo que antes eran los carretes de película. Al contrario que en la época de la fotografía analógica, en la que, a nivel de aficionado, teníamos solo un tamaño de película o a lo sumo dos (35mm y APS), hoy en día el tamaño de los sensores que se usan en las cámaras digitales es bastante más variado. Difracción en los objetivos de las cámaras compactas digitales Además del sensor, otra parte fundamental de la cámara para conseguir buenos detalles en la fotografía es el objetivo. Es muy importante que el objetivo tenga una calidad suficiente para poder sacar el máximo partido a lo que puede ofrecer el sensor de una cámara. No tiene sentido que un sensor tenga mucha resolución si el objetivo no puede ofrecer la misma resolución o superior. Una de los factores que limitan en este sentido a los objetivos es la difracción. La difracción es un fenómeno óptico que hace que cuanto menor es la abertura del objetivo (diámetro del diafragma) menor sea la calidad de imagen que puede ofrecer. Y las aberturas de los objetivos de las cámaras compactas son muy pequeñas. Tan pequeñas que es probable que ya se vean afectados por la difracción incluso en su abertura más grande. Tenemos que poner en un lado de la balanza una cámara de muchos mpx con su pequeña ventaja en la cantidad de detalles de la imagen y en el otro lado una resolución algo inferior pero con un menor nivel de ruido, un mayor intervalo tonal y una mejor calidad de color. ¿Qué es lo que nos importa más y nos ofrece una mayor ventaja para obtener al final una foto de calidad?
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El sensor
La parte principal de una cámara digital es el sensor, ya que ese es el factor que determina la cantidad de megapíxels y la gran parte de la calidad final de la fotografía. Existen varios tipos de sensores por su forma de funcionar aunque los más populares son CCD y CMOS: - CCD (charge coupled device o dispositivo de cargas acopladas) fueron los primeros en aparecer. Son más sensibles a la luz y producen menos ruido de color. - CMOS (complementary metal oxide semiconductor o semiconductor de óxido de metal complementario) que son más modernos. Consumen menos energía ya que la conversión analógica a digital se efectúa dentro del propio sensor. Hasta hace poco el CCD tenía mayor rango dinámico pero hoy día las cámaras equipadas con CMOS proporcionan mayor rango dinámico y menos ruido a sensibilidades altas. - Otros captadores como los super CCD que fabrica la marca Fuji se distinguen del resto porque cada píxeles es octogonal en lugar de cuadrado por lo que el rango dinámico es mayor. Otro aspecto fundamental es el tamaño del sensor. Tenemos básicamente 3 tamaños en las cámaras de objetivos intercambiables (a grandes rasgos las réflex) y 2 tamaños en las cámaras compactas.
Los dos más pequeños pertenecen a las compactas y los 3 más grandes son, de menor a mayor: El estándar 4/3 y Micro 4/3 (que usan Olympus, Panasonic y Leica) Los sensores APS-C (usados en la mayoría de cámaras réflex de la actualidad) Y por último el que viene llamándose “Formato completo”, que es el mismo tamaño que tiene un fotograma de película de 35 mm.
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Ahora bien, imaginemos dos sensores con la misma resolución pero con distinto tamaño. Ya que cada sensor tiene un tamaño distinto podemos deducir que cada fotocélula (Lo que en el sensor equivale a un pixel) tiene también distinto tamaño. Por consiguiente, éstas serán mucho más pequeñas en el sensor pequeño. Cada fotocélula (pixel) del sensor es la encargada de recoger la luz, y como ésta es muy pequeña no cumple su función tan bien como las de tamaño más grande. Para entender lo que significa esto imaginemos que los sensores son como una especie de filtros que tienen que dejar pasar agua (que en el ejemplo equivaldría a la luz). Los sensores grandes son como un colador y los pequeños como una tela ¿Qué cantidad de agua dejaría pasar cada uno en un determinado periodo de tiempo? El colador, como podemos suponer, dejará pasar bastante más agua que la tela. Así, cuanto más grande sean las fotocélulas de un sensor más luz podrán recoger y por consiguiente mejor información obtendremos para crear nuestra imagen. La siguiente tabla establece una relación entre el tamaño de impresión de la imagen, su tamaño en megapixels y la calidad final. Ésta nos dará una idea general del resultado que tendrán nuestras fotografías una vez hecho el revelado digital con la impresora. Megapíxels: Tamaño: 10 x 15 13 x 18 15 x 21 20 x 25 20 x 30 30 x 45
1 MP 1280 x 960 Excelente Buena Aceptable Aceptable Aceptable Baja
2 MP 1600 x 1200 Excelente Buena Buena Aceptable Aceptable Baja
3 MP 2048 x 1536 Excelente Excelente Buena Buena Buena Aceptable
4 MP 2240 x 1680 Excelente Excelente Excelente Buena Buena Aceptable
5 MP 2560 x 1920 Excelente Excelente Excelente Excelente Buena Buena
7 MP 3072 x 2304 Excelente Excelente Excelente Excelente Buena Buena
Otro aspecto importantísimo y que diferencia a la cámara fotográfica del ojo humano es que el ojo es capaz de ver a la vez detalles en las luces y en las sombras de una escena pero el sensor no puede registrar simultáneamente los extremos de luminosidad cuando la diferencia entre ellos supera la latitud de exposición. De ahí surgen otros dos conceptos en fotografía: - El contraste de la escena: es la diferencia entre la zona de altas luces y la zona de sombras. Se mide en puntos de diafragma - Latitud de exposición (rango dinámico en los sensores digitales) es la capacidad que posee la película o sensor para reproducir el contraste de la escena Es importante que no confundamos estos dos conceptos; latitud se refiere al sensor y contraste a la escena aunque ambos se miden en puntos de diafragma.
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La exposición
La exposición es la cantidad de luz que recibe la película que se regula básicamente por el tiempo que permanece abierto el obturador y por el tamaño de la abertura del diafragma. Por eso podemos combinar estos elementos y obtener la misma exposición. Al principio resulta muy difícil de entender pero al final daré algunos trucos básicos para facilitarlo. Lo más importante que tenemos que aprender en fotografía es la exposición correcta. VELOCIDAD DE OBTURACIÓN Es la velocidad de apertura del diafragma, es decir, lo que tarda la “pupila” de la cámara en abrir y cerrar. La escala es la siguiente aunque hay cámaras que incluyen fracciones entre ellas: 1 → ½ → ¼ → 1/8 →1/15 → 1/30 → 1/60 → 1/125 → 1/250 → 1/500 → 1/1000 Cada grado de la escala duplica al anterior y es la mitad del siguiente. La diferencia entre cada grado se llama “paso”. Por ejemplo, a 1/60 de segundo llega a la película el doble de luz que a 1/125 y la mitad que a 1/30. ABERTURA DEL DIAFRAGMA Como decíamos la “pupila” de la cámara se abre a una velocidad pero una cantidad determinada que se representa por los números ƒ. (+ abierto = + luminoso) 1.4 → 2 → 2.8 → 4 → 5.6 → 11 → 16 → 22 → 32 (+ cerrado = - luminoso) Cuanto menor es el número f, mayor es la abertura. Y como sucedía con la velocidad a ƒ8 llega el doble de luz al sensor que a ƒ11 y la mitad que a ƒ5.6. Los fotógrafos hablan de “abrir o cerrar un diafragma” o de “bajar o subir un paso” cuando recorren la escala en una u otra dirección. SENSIBILIDAD DE LA PELÍCULA Se trata de otro factor que determina la exposición. Se dividen en lentas, intermedias, rápidas y ultrarrápidas en función de la cantidad de luz que requieran para una exposición correcta. Al igual que sucedía con la velocidad y la apertura del diafragma las cifras empleadas duplican a la anterior y son la mitad de la siguiente. Pero al aumentar la sensibilidad de la película también aumentará el “grano” de la imagen, la saturación de los colores será menor en una película rápida que en una lenta.
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SENSIBILIDAD DE LA PELÍCULA Lenta
Media
Rápida
Ultrarrápida
25 50 Grano muy fino
100 200 Grano fino
400 800 Grano grueso
1600 3200 Grano muy grueso
Las películas lentas son las que más luz requieren; las ultrarrápidas son las que requieren menos luz. ISO: Internacional Standard Organization (Organización Internacional de Normas Industriales).
Fuente: http://es.slideshare.net/rtaberner/taller-de-fotografa-dermatolgica
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Objetivos
El objetivo dirige el haz de la luz hacia la cámara fotográfica. Contiene lentes que pueden ser de cristal o de plástico. Pueden ser fijos o intercambiables como los de nuestras cámaras réflex. Un objetivo puede ser muy sencillo y contener sólo una lente o puede ser más complejo y contener un gran número de lentes. Dichas lentes están destinadas a transmitir la imagen real de un objeto al plano focal. Las características de un objetivo se diferencian por dos parámetros: la luminosidad y la distancia focal. - La luminosidad: es la apertura del diafragma, es decir, la cantidad de luz que puede llegar a entrar a través de la lente frontal. Con mucha luminosidad en un objetivo se pueden realizar buenas imágenes aunque haya poca luz. - Distancia focal que viene a ser como el alcance del objetivo. La luminosidad de un objetivo depende del número f que puede venir expresado de dos formas: - Ofreciéndonos los valores máximos de apertura del diafragma (ej: 3.55.6) Siendo el primer número la mayor abertura correspondiente a la focal más angular y el segundo la máxima apertura para la focal más larga. - Ofreciéndonos un valor único de apertura que se da en objetivos fijos. Los objetivos fijos suelen ser más luminosos que los zoom y de mejor calidad. Algunos objetivos tienen estabilizador de la imagen para reducir el movimiento. Esta tecnología funciona por medio de detectores de movimiento en la cámara que hacen que el sensor se mueva de manera inversa en reacción al movimiento que puede recibir una cámara. La estabilización de la imagen puede aplicarse en el sensor de la cámara o en la lente de una réflex digital. Los objetivos se dividen en 5 categorías según su distancia focal: - Ultra gran angular - Gran angular - Estándar - Teleobjetivo - Ultra teleobjetivo
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Otros objetivos son los macro para una distancia de enfoque pequeña.
Fotografía realizada con teleobjetivo, en primer plano aparece el objeto y el fondo difuminado.
Fotografía realizada con objetivo normal. Todo está enfocado.
Ejemplo de fotografías realizadas con teleobjetivo, si enfocamos las rosas aparecen nítidas pero si enfocamos al horizonte las perdemos.
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Movimiento y velocidad de obturación
La velocidad de obturación determina la cantidad de movimiento del objeto que capta la película. Para fotografiar un objeto en movimiento como un coche o un caballo al galope, necesitaremos velocidades de obturación rápidas si queremos congelar la imagen. Si el objeto está inmóvil, se puede usar una velocidad de obturación lenta, siempre que la cámara esté bien apoyada. Podemos obtener unas fotografías muy interesantes de objetos móviles que quedan deliberadamente borrosas y veremos la sensación de movimiento. (Usaremos una velocidad de obturación lenta). El resultado es muy eficaz al fotografiar agua, olas que rompen, coches por la noche…
En estas fotografías podemos ver que con diferentes velocidades de disparo podemos tener la sensación de movimiento como en la primera fotografía o congelar el movimiento como en la tercera. Usando velocidades lentas lo ideal es usar un punto de apoyo firme como un trípode. También existe una velocidad de seguridad: es la velocidad límite para que no nos salga la fotografía movida. Depende de muchos factores, de nuestro pulso, de la estabilidad de la cámara… Algunos trucos para aumentar la velocidad de seguridad son los siguientes: - Sujetar la cámara con 2 manos. - Apoyar los codos en el tórax - Pegar la cara a la cámara - Disparar con la espiración - Poner la cámara en modo ráfagas para que tengamos más para elegir Normalmente la velocidad de seguridad se calcula como 1/focal. Por ejemplo, si tenemos un objetivo de 50 mm será 1/50 por lo que la velocidad de seguridad será 60. L A U R A C A R B A J O M A R T Í N – www.lauracarbajo.com / @lauracarbajom
Muchas cámaras llevan incorporado un sistema de estabilización de imagen, otros objetivos también lo llevan incorporado. Lo que llevan realmente es un osciloscopio en el sensor que se mueve en sentido contrario al movimiento del objeto y corrige la vibración. Todo esto ayuda a que se pueda disparar a 2-4 velocidades lentas.
Ley de reciprocidad
Parece obvio decir que la elección de la velocidad adecuada ha de hacerse en función de la velocidad del objeto a fotografiar si lo que queremos es congelar el movimiento. En el caso de escenas estáticas, la elección ha de hacerse teniendo en cuenta las condiciones de iluminación, y por tanto del diafragma utilizado, de la estabilidad del pulso del fotógrafo, y de la longitud focal del objetivo. En el primer caso, la velocidad ha de ser inversamente proporcional al valor de la apertura de diafragma utilizado. Con lo que a mayor velocidad, mayor abertura y por tanto menor profundidad de campo. La elección de la combinación velocidaddiafragma tendremos que hacerla nosotros en función la iluminación, del tema y del movimiento que quiera expresar en la foto. No voy a insistir en este concepto pero pondré varios ejemplos: Fotografía hecha a diafragma 11 velocidad 1/125 será igual que f16, velocidad 1/60 o f 5.6 velocidad 1/250. Se trata de elegir los parámetros en función de si queremos más o menos profundidad de campo.
La exposición manual la podemos medir en las cámaras réflex con un fotómetro situado detrás de la lente. Es simplemente una célula sensible a la luz que mide la cantidad de luz disponible en un objeto. Los fotómetros de mano son independientes del que lleva incorporado la cámara.
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Aquí vemos diferentes fotografías tomadas el mismo día con las mismas condiciones de luminosidad pero con diferentes parámetros de exposición. La primera de ellas está “muy oscura”, se dice que está subexpuesta. La última sucede al contrario, está quemada. Acercarse a la exposición correcta nos llevará tiempo y paciencia. Pero obtendremos mejores resultados.
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Modos de medición
Medición evaluativa Esta medición es útil en la mayoría de casos, ya que una parte importante de las escenas cotidianas estarán “equilibradas”, y no es otra cosa que decir que la cantidad de sombras y luces será equivalente… Es una medición de la escena por zonas (divide la escena), con la salvedad que tiene en cuenta donde enfocamos. Eso que quiere decir, que asigna un peso específico siguiendo un algoritmo para cada zona de la escena y dando un peso diferente donde hemos enfocado, ya sea con uno o más puntos AF, en el caso de enfoque automático. Como lo hace la cámara gracias al “chino” que tiene dentro sólo tenemos que conocer en qué casos usarla.
Medición parcial A diferencia de la medición evaluativa, esta no tiene en cuenta el motivo enfocado y realizara una medición evaluativa de solamente el centro del encuadre (entre un 8,5% y un 10%) dependiendo del modelo de cámara. Esta medición simplemente desprecia como de luminoso sea el resto del encuadre. Es ideal para motivos muy contrastados con el fondo, por ejemplo un contraluz, o para hacer macros y retratos de plano medio o corto. Al igual que la evaluativa, es importante que la zona de medición tenga una iluminación uniforme.
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Medición puntual Esta medición se utiliza para medir solamente un punto especifico del motivo o de la escena. Esta medición es aproximadamente entre un 2,4% y un 5% del centro del área del visor (dependiendo de la cámara). Es muy útil en todos los casos si queremos tener un control preciso de la medición de la toma y deberemos tener presente que para esta medición debemos ser muy precisos en la compensación de la exposición, y podremos llegar desde +3 (blanco con luz directa – Luces altas) a -3 (negro sin luz – Sombras duras). Medición promediada con preponderancia central Viene a ser como un híbrido entre la puntual-parcial + evaluativa sin tener en cuenta el punto de enfoque seleccionado. Esta medición simplemente da prioridad al centro del encuadre y luego hace una media, similar a la evaluativa del resto de la escena.
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Selección de modo AF
El primer autofocus data de mediados de los años 80. Hasta entonces sólo existían lentes con enfoque manual. Eran más sencillos pero menos fiables que los de hoy día. Las cámaras actuales incorporan un sistema de autofocus muy preciso incluso en condiciones de poca luminosidad. Podemos tener un sistema de enfoque desde 5 puntos hasta 45 pero debemos tener en cuenta que el que mejor funciona siempre será el punto central. Formas de foco o enfoque - AF simple / one shot / foco simple: para motivos estáticos ya que al presionar el disparador hasta la mitad la cámara sólo enfocará una vez, que bloqueado el enfoque y podemos recomponer la toma si queremos. - AF AI foco / AI Focus: lo usaremos si el motivo a fotografiar puede moverse de forma imprevisible como animales. Cuando presionamos el disparador hasta la mitad la cámara enfoca igual que en modo AF simple pero si el motivo se mueve la cámara cambia al modo AI servo y enfocará continuamente - AI Servo / AF servo continuo: para fotografía de deportes y motivos en movimiento. Mientras el disparador se acciona hasta la mitad el enfoque y la exposición se ajustan continuamente.
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Modos de disparo
Los modos retrato, paisaje… predeterminados que no sirven para nada. Modo TV (time value): tomas de acción Puede congelar la acción o crear sensación de movimiento. Se trata de dar prioridad a la velocidad de obturación. En este caso elegimos la velocidad que queramos y se ajusta automáticamente la apertura del diafragma. ¿Cuándo es práctico utilizarlo? Si queremos congelar la acción usaremos una velocidad rápida 1/500 seg por ejemplo. Si queremos hacer el efecto del agua en movimiento usaremos velocidades más bajas (recordemos el efecto seda). Ojo porque si en el visor nos parpadea la abertura habrá que modificar la sensibilidad ISO para obtener la toma Modo Av (apertura value): cambio en la profundidad de campo Podemos conseguir un fondo difuminado o hacer que todo esté nítido. Recordemos que cuanto mayor es el número f más reducida será la abertura. Así mismo cuanto mayor sea el valor del número f más nítida veremos la fotografía, es decir, todo enfocado y con una profundidad de campo mayor. Igualmente si la velocidad parpadea es que no puede realizarse la toma o quedará sobre-subexpuesta. Modo P: AE programada Muy práctica y casi automática. Nos servirá para hacer una buena exposición del motivo porque la cámara ajusta automáticamente la velocidad de obturación y la abertura. Podemos cambiar el programa girando el dial y cambiaremos la combinación de velocidad y abertura en función de la famosa ley de reciprocidad que ya conocemos.
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El flash Una de las principales características que debemos conocer de nuestro flash es el llamado número guía, que no es más que la potencia del flash. Nos va a dar una idea aproximada del alcance que tiene la luz que emite. Primero, aclaremos que la luz llegará siempre al mismo punto, es decir, la luz emitida por el flash siempre alcanzará una distancia determinada. Pero serán los parámetros de la cámara los que permitan que la cámara capte o no toda la luz emitida por el flash. El número guía viene expresado por un número que suele significar la distancia a la que es capaz de iluminar correctamente el flash para unos valores dados de diafragma, ISO y distancia focal del objetivo. Lógicamente, cuanto mayor sea ese número, más potencia tendrá nuestro flash. A modo de ejemplo, un flash incorporado en una cámara réflex digital básica suelen tener un número guía de en torno a 13-15. Sin embargo hay flashes compactos que tienen un número guía de 58 ó más. Con los flashes incorporados en nuestra cámara apenas vamos a poder llegar a iluminar de forma satisfactoria hasta los 15 metros en el mejor de los casos, siendo lo habitual hasta los 4 ó 5 metros. Sin embargo con un buen flash externo, podemos iluminar hasta los 100 metros. El número guía viene dado por la siguiente fórmula: NG = d x f NG: Número guía d: distancia a la que podemos iluminar f: apertura de diafragma Si por ejemplo tenemos que el número guía de nuestra cámara es de 13 y hemos configurado un valor de diafragma en nuestra cámara de f/8, esto significará que podemos iluminar correctamente (a ISO 100) hasta: 13 = d x 8 => d = 13 / 8 = 1,625 metros Como veis, el flash no es demasiado útil para iluminar grandes escenarios. Si cambiamos la sensibilidad ISO, la distancia va a aumentar también, pero no de forma proporcional. Si aumentamos la sensibilidad en 2 pasos de luz, el número guía duplica su valor. Si aumentamos la sensibilidad ISO en 4 pasos de luz el número guía se cuadriplica.
Una última característica de nuestros flashes es el tiempo de recarga. Realmente este tiempo lo van a determinar las pilas o batería del flash. Es el tiempo que tarda el flash en cargar el condensador desde que hemos disparado. Si las pilas L A U R A C A R B A J O M A R T Í N – www.lauracarbajo.com / @lauracarbajom
están completamente cargadas, el tiempo será muy breve, pero si las pilas están muy gastadas, el tiempo será muy largo. También va a influir la potencia que tengamos ajustada en el flash si estamos disparando en modo manual. A mayor potencia, tiempo más largo. También tenemos que saber que existe una velocidad de sincronización. Los obturadores están formados por 2 cortinillas que se desplazan horizontal y verticalmente a lo largo de la película (en el momento en que empieza la exposición y justo a continuación respectivamente). Si se utiliza una velocidad de obturación rápida, en el momento en que la segunda cortinilla empieza a cerrar el obturador, la primera aún no ha completado su desplazamiento y se crea una rendija, que es la única parte del sensor que se expone a la luz. Por lo tanto la velocidad más rápida a la que se puede utilizar el flash es aquella en la que se exponga todo el encuadre momentáneamente. Cada cámara tiene una velocidad de sincronización determinada. Podemos hacer pruebas y ver la nuestra.
En estas fotografías se aprecia en la primera una exposición con flash a 45º correcta y en la siguiente el efecto que causa disparar a una velocidad mayor de la velocidad de sincronización. Flash en velocidad de sincronización (Flash Normal) Cuando presionamos el disparador de la cámara hasta la mitad, la medición de la cámara mide la luz ambiente y la del motivo que hemos enfocado. Luego obtiene la distancia del objetivo (solamente E-TTL II con cuerpos y objetivos compatibles) según el punto de enfoque, y reajusta. Al disparar la cámara, el flash lanza un disparo previo (aplicando el cálculo de la estimación inicial) y el sistema de medición evaluativo vuelve a medir la luz reflejada. Entonces se comparan las mediciones: tanto la ambiental, como la del disparo previo… y se recalcula cual debe ser la potencia necesaria del flash. Flash de alta velocidad El flash en alta velocidad es aquel que se produce por encima de la velocidad de sincronización (normalmente 1/200), en este caso el funcionamiento es diferente en el último punto ya que el flash se dispara repetidamente a intervalos de 50 kHz (aprox.) durante toda la exposición, a todos los efectos es como un único flash largo durante la L A U R A C A R B A J O M A R T Í N – www.lauracarbajo.com / @lauracarbajom
exposición. De esta manera es posible mantener la sincronización a cualquier velocidad de obturación. Otra de las ventajas de utilizar el flash de alta velocidad, es que podremos utilizar diafragmas muy abiertos que nos darán un buen efecto de desenfoque del fondo, mejorando el resultado notablemente. Flash de baja velocidad El flash en baja velocidad es aquel que se produce por debajo de la velocidad de sincronización, en este caso el funcionamiento también es diferente en el último punto ya que el flash se dispara cuando las cortinillas (primera y segunda) están totalmente abiertas. Como hacer las fotografías en zonas oscuras o poco iluminadas: Pon la cámara en manual "M", la velocidad de obturación por debajo de 1/30, puedes llegar a 0,3” por ejemplo. Esto queda fuera del rango de sincronización normal y se le llama slowflash (o flash a lenta velocidad de obturación). Como medida rápida para aumentar la distancia de alcance del flash utiliza el ISO. Lo ideal, cuando tengas poca luz ambiente este entre ISO 400 ó 800 y pon el diafragma no demasiado abierto, por encima de f6.3 es perfecto, si abres demasiado el diafragma no tendrás sensación de profundidad en la foto. Sincronización con la segunda cortinilla Los flashes están sincronizados para dispararse al principio de la exposición. A la velocidad de sincronización la diferencia es sólo de una fracción de segundo, pero si se utiliza un flash de sincronización lenta, el intervalo se alarga. Algunos flashes ofrecen la opción de disparar el flash al final de la exposición. Esta función recibe el nombre de sincronización con la segunda cortinilla y su efecto puede ser impactante en exposiciones prolongadas en la que se produce una imagen congelada por el flash y un efecto borroso alrededor. Si se quiere fotografiar a una persona corriendo lo esperable es que las líneas borrosas del movimiento aparezcan detrás de la acción, indicando movimiento hacia delante, para lo cual es necesario que el flash se dispare en el momento más avanzado del movimiento, o lo que es los mismo, al final de la exposición. En las imágenes captadas con el flash al principio de la exposición, las líneas borrosas de movimiento se captan después de congelar la imagen, por lo que da la impresión de movimiento hacia atrás. Flash rebotado Si el modelo lo permite, lo mejor es hacer que la luz rebote en la pared o el techo, de forma que éstos se conviertan en la nueva fuente de iluminación. De esta forma, se puede conseguir una luz de calidad diferente. Ofrece una luz más suave y favorecedora, soluciona el problema de los ojos rojos y reduce la densidad de las sobras del fondo. También podemos rebotar el flash en un reflector.
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La temperatura de color y balance de blancos
Como solemos decir, la fotografía es luz. Sin luz no hay foto. Por tanto si dominamos la luz de una escena o sabemos aprovechar la luz que hay, tenemos mucho ganado. Sin embargo dominar la luz no sólo es saber exponer correctamente, que también, sino saber como interpretar con la cámara la temperatura de color correspondiente a los distintos tipos de luz nos podemos encontrar en la escena. Cada fuente de luz emite un tono distinto, lo que se llama una temperatura de color distinta. Aunque el concepto pueda parecer confuso inicialmente basta con imaginarnos la luz dura de un día soleado a las 12h y luego una luz de atardecer, del mes de agosto a las ocho y media de la noche… son luces con tonos totalmente distintos. Por tanto podríamos definir la temperatura de color como la dominancia de alguno de los colores del espectro lumínico sobre los demás de modo que altera el color blanco hacia el rojo o el azul. En realidad la definición más exacta se da comparando su color con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada, por este motivo se expresa en grados kelvin. La luz día tiene un valor de 5500ºK, el mismo que los flashes y es la que consideramos luz blanca. Entre los 2000 y los 4000ºK son algo más rojizas o amarillentas (luces halógenas, incandescentes) y más abajo velas, fuego…
Tabla con indicaciones de valores aproximados de unidades Kelvin con distintos focos de luz.
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Ejemplo de menú de Balance de blancos (5D MarkII) en dónde podemos escoger el tipo de luz que tiene la escena, dejar que la cámara lo elija automáticamente, ajustarlo personalizado o asignar directamente el valor en unidades Kelvin. La temperatura de color se expresa en Kelvin (K), y como podemos ver en el gráfico cada unidad está asociada a un tipo de luz distinta. Para trasladar todo esto a nuestras fotos tenemos que ajustar correctamente el balance de blancos en nuestra cámara. Si disparamos en jpg es básico ajustar bien el balance de blancos. Para ello tenemos varias opciones por defecto: automático (la cámara ajusta en cada caso el balance por si misma), luz de día, sombra, nublado, Tungsteno, luz fluorescente blanca, flash y finalmente personalizado y ajuste por temperatura de color en kelvin (ajustamos directamente el valor que queremos en kelvin).
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La composición
Nos vamos a centrar únicamente en reglas de composición que nos sirvan en fotografía de macro. Angulo de la toma Nos aporta un juego de perspectivas que permite variar la atención o desplazar con ello el motivo. Hay que tener en cuenta que las personas tienen una visión a alturas similares, es decir, que siempre vemos las cosas desde un ángulo similar, así que cualquier alteración de ese ángulo provoca una visión del motivo que puede ser muy creativa como recurso, reforzando la composición y por lo tanto las sensaciones. Recto- cuando la posición de la cámara esta a la altura del centro del encuadre del motivo a fotografiar. Se utiliza mucho en retratos para no alterar las proporciones por perspectiva, así que aporta una sensación realista. Cenital– por encima del plano y perpendicular – la cámara a 90º por encima del motivo. Picado– cuando la posición de la cámara está por encima del plano recto, fotografiamos de arriba hacia abajo sin llegar a ser cenital. Contrapicado– lo contrario al picado, de abajo hacia arriba. Rasante– o toma a ras, que no es otra cosa que hacer fotos a ras del suelo o del motivo. Los tercios Quizás la más conocida de las mal llamadas reglas y la que tiene más excepciones. Para entender lo que son los tercios debemos dividir la imagen en 9 cuadros equivalentes, que son las divisiones horizontales y verticales, tercios. Se suele entender o simplificar esta regla solo para paisajes, donde jugamos con la línea del horizonte y dejamos la mayor parte de lo significativo o de interés de la fotografía apoyada sobre dos de los tres tercios. Por ejemplo, si el paisaje no es uniforme y el cielo con nubes y claros significativos, decimos que el cielo tiene más interés que el suelo o refuerza el paisaje y por lo tanto dejamos que el cielo ocupe dos tercios y un tercio el suelo. Si por el contrario el cielo no es destacable, el típico día despejado, decimos que debemos darle más peso al paisaje que al cielo, haciendo que este ocupe dos tercios y el cielo un tercio o menos.
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Pero los tercios nos ofrecen además los puntos fuertes… ¿y donde están y que son?, pues son los puntos de intersección de los tercios y sirven para centrar la atención sobre el motivo. La regla nos dice que si queremos destacar o centrar la atención sobre el motivo, lo que debemos hacer es colocarlo en uno de los puntos fuertes, y no usar el centro del encuadre para ello. Tanto si hablamos de encuadres horizontales o verticales, los puntos fuertes son los mismos. Un ejemplo que no es un paisaje, que el punto fuerte refuerza el enfoque, aunque la mirada no siga una dirección marcada por el aire a la derecha, al margen de eso, la mano del fondo, pese a estar muy desenfocada, tiende a despistar del motivo... es un ejemplo de tercios que no cumple con otras reglas:
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La profundidad Se suele confundir con el enfoque selectivo, pero en este caso el fondo debe tener importancia y un enfoque razonable para que sea identificable, pero evitando que existan puntos que llamen excesivamente la atención (sin despistar). En retrato en exteriores debemos tenerlo en cuenta, ya que el juego de la profundidad de campo nos ayudara con este efecto. Por ejemplo, queremos hacer un retrato delante de un edificio, o en un calle… lo importante es el motivo, en este caso la persona, pero el fondo nos dice algo de la persona, ya sea el edificio o la calle y por lo tanto debe ser distinguible pero sin tener el enfoque pleno o confundiría y haría la imagen muy anodina. Es muy útil apoyarse en líneas para reforzar el retrato.
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La profundidad de campo
La profundidad de campo es un término utilizado en fotografía para expresar el rango de distancias reproducidas con una nitidez aceptable en una foto. Explicado en el lenguaje más llano posible, cuando miras una fotografía y en ella hay zonas nítidas y otras más borrosas, la profundidad de campo es la zona de tu fotografía que se aprecia nítida. La profundidad de campo es un recurso de composición fotográfica muy práctico. Inconscientemente, dirigimos nuestros ojos a aquellas zonas de la imagen que se encuentran más enfocadas frente a aquellas otras que no lo están. Esto convierte la profundidad de campo en un arma infalible que juega a nuestro favor a la hora de hacer fotos y dirigir la atención donde creemos que está en centro de atención de nuestra foto, reforzando el mensaje que queremos transmitir con nuestra fotografía. Pero esa mayor o menor profundidad de campo que podamos conseguir en nuestras fotos va a depender de varios factores: Apertura del diafragma La profundidad de campo de nuestra foto será mayor cuanto más cerrado esté el objetivo, o lo que es lo mismo, tenga un número f mayor. Así, una fotografía tomada desde un punto con un mismo objetivo a f16 tendrá mayor profundidad de campo (más zonas nítidas) que otra tomada con el mismo objetivo y desde ese mismo punto con una apertura de f4. Distancia hasta el foco Existe un segundo parámetro que determina la mayor o menor profundidad de campo conseguida en nuestras fotos y es la distancia a la que estamos del elemento que estamos fotografiando y en el que fijamos el foco en nuestra foto. Con un mismo objetivo y una misma apertura fijada de antemano, cuanto más cerca nos encontremos del elemento que estemos fotografiando, menor será la profundidad de campo. Cuanto más lejos nos encontremos del objeto a fotografiar, la profundidad de campo será mayor. Esto significa que si, con una misma apertura del diafragma, hacemos una fotografía a un objeto que tengamos cerca nuestro, la profundidad de campo será menor que si hacemos una foto con esa misma apertura a algo que se encuentre más alejado. Distancia focal El tercero de los elementos en discordia es la distancia focal que estemos aplicando en nuestro objetivo a la hora de hacer la foto.
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Cuanto menor es la distancia focal de nuestro objetivo (o la que tengamos seleccionada en un momento dado, si es un objetivo zoom de focal variable), mayor será la profundidad de campo obtenida. O dicho de otro modo, a menos milimetros de focal, más zona nítida conseguirás en tu fotografía. Como hemos explicado, la profundidad de campo depende pues, de esos tres factores: apertura del diafragma, distancia al objeto y focal del objetivo. A partir de estos tres parámetros es posible calcular el valor de la profundidad de campo que vamos a obtener al hacer una foto. Si quieres calcular la profundidad de campo para unas características determinadas, en DOFMaster dispones de un completa calculadora que te permitirá conocer el valor de la profundidad de campo para tu cámara digital a partir de las distintas variables que hemos comentado. http://www.dofmaster.com/dofjs.html Pero con práctica vamos a conseguir los efectos que queramos en cada fotografía.
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Macrofotografía
En general, se llama macrofotografía (aunque también se denomina fotomacrografía) a aquella donde el sujeto es igual o más pequeño que el tamaño del film o el sensor electrónico. Se denominan objetivos o lentes macro aquellos especialmente diseñados para enfocar correctamente a una distancia muy pequeña, a magnificaciones generalmente de 1:1 (o tamaño natural) sin requerir equipamiento adicional. Cualquier objetivo macro debe de estar preparado para realizar un enfoque sobre un objeto al 50% de su tamaño real con una ampliación del factor 0,5, como mínimo. Son ideales para realizar fotografías de cerca a flores, insectos y todo tipo de objetos con detalles.
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El histograma Así se llama la gráfica que muestra la distribución de los píxeles de una imagen según sus valores tonales (es la representación de tonos de luz). Si estudiamos el histograma de una imagen podemos obtener información sobre la calidad de la imagen o de su posible sobre-subexposición.
Una imagen cuyo histograma muestre pequeñas zonas vacías o una curva muy dentada denota falta de calidad. Cuanto más tratemos la imagen más se deteriora el histograma. Si la información se acumula en la parte izquierda de la gráfica o en la derecha estamos produciendo una subexposición o sobreexposición, respectivamente.
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En formato jpg a 8 bits tenemos 256 niveles donde 0 es negro – 128 gris medio – 255 blanco sin detalle. En general lo que hay que evitar es que el histograma alcance la zona de la derecha ya que una imagen “quemada” no es recuperable. En formato raw tenemos hasta 4096 niveles porque captura a 12 bit y no a 8 como en jpg (por lo que ya vamos entendiendo porqué el formato raw tiene mucha más calidad e información).
El histograma se divide en 6 partes y cada una de ellas equivale a un diafragma, es decir, cada paso que damos en el histograma deja pasar la mitad que el inmediatamente anterior. De tal manera que la distribución de los niveles es de la siguiente manera.
El diafragma más brillante está representado por 2048 niveles mientras que el más oscuro sólo 64 niveles por lo que hay mucha más información en las luces que en las sombras. En jpg el histograma se distribuye de la siguiente forma.
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Por eso si corregimos una fotografía en formato raw perdemos mucha menos información que en jpg. Un ejemplo práctico para que nos vayamos entendiendo a la hora de exponer sería la fotografía de una boda. Podemos medir con el fotómetro de la cámara sobre la zona de luces altas que queramos sacar, en este caso sería el vestido blanco de la novia (para que no se nos debe quemar). Normalmente estamos ante una situación de alto contraste porque el traje del novio suele ser oscuro. Pues eso, exponemos para el vestido y abrimos 1-2 diafragmas para sobreexponer 1-2 puntos. Así desplazamos el histograma y cogemos toda la información posbile.
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Formatos de archivo
RAW: es la imagen sin procesar. Los cambios son siempre reversibles y no afecta a la calidad de la imagen pero no es un formato visual, sino de trabajo. El porqué de que ofrezca la máxima calidad es que contiene los píxeles en bruto tal y como se han adquirido. Los píxeles que capta el procesador de la cámara no se procesan ni transforman, se mantiene brutos tal cual. A este proceso se le llama también negativo digital. Uno de los inconvenientes que presenta el formato RAW es el peso del archivo, ocupa mucho espacio y no podremos guardar la misma cantidad de imágenes en nuestra tarjeta en este formato. Este archivo RAW, no se puede imprimir ni visualizar directamente, precisa del tratamiento informático y realizar conversión que se pueda utilizar. La gran ventaja es que los datos del formato RAW son puros del sensor de la cámara. Uno de los programas que trata los archivos RAW, es el camera Raw de Adobe. TIFF: viene de Tagged Image File Format, es un formato que lo desarrollo Aldus, una Compañía propiedad actualmente de Adobe. Es un tipo de archivo estándar para guardar imágenes de alta calidad, ya que es compatible con los sistemas operativos Windows, Linux, Mac, etc. Se encuentra reconocido por muchos programas de retoque y edición gráfica, tales como Paint Shop Pro, Adobe, Quark, Corel etc. Al almacenar un archivo en formato TIFF, este lo guarda con 48 bits de color incluyendo capas y canales. No obstante el formato TIFF ha dejado de utilizarse en las cámaras fotográficas profesionales, porque al procesar una foto con tanta información, resulta difícil moverla, visualizarla etc., este proceso lo ralentiza muchísimo, además de que ocupa mucho espacio en la tarjeta de memoria de la cámara, por esto las cámaras incluyen el formato JPEG y el formato RAW para la calidad del archivo. En cambio utilizar el formato TIFF para escanear una imagen, es adecuado porque el archivo se manejará directamente al PC, y puede destinarse también para la impresión precisando para ello de la máxima resolución posible. JPG: Este formato lo creó The Joint Photographers Experts Group. Es uno de los formatos más conocidos para la compresión de fotografías digitales. Todas las cámaras digitales y escáneres almacenan las imágenes en formato JPEG, no obstante y dado que la compresión de este formato afecta a la calidad de imagen, se puede escoger diferentes niveles de compresión: A más baja compresión mayor calidad. A más alta compresión menor calidad. Cuando se opta por una compresión alta, es para crear archivos que ocupen poco espacio para la Web o enviarlas por correo electrónico. JPEG es el único formato de archivo, que puede llegar a comprimir una imagen hasta
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sólo un 10% de su tamaño original, sin que el ojo humano pueda percibir diferencias, antes y después del proceso de compresión. JPEG soporta 24 bits. Antes de editar una imagen en JPEG, conviene que tengamos en cuenta los siguientes puntos, para no perder calidad en el archivo: * No guardar imágenes en formato JPEG si se van a modificar. * Cada vez que abramos un archivo o lo editemos, la imagen sufre una compresión y pérdida de calidad. * Antes de editar una imagen en JPG, la guardaremos inicialmente una copia en formato BMP o TIFF con la máxima profundidad de color.
Consejos básicos 1. 2. 3. 4. 5.
Hay que estudiar el manual de nuestra cámara. No usar gafas de sol cuando hagamos fotos. Siempre trabajar con la máxima resolución que permita la cámara. En cada descarga de fotos hacer copias de seguridad. Archivar las fotos según categorías y orden cronológico nos ayudará a encontrarlas posteriormente. 6. En el caso de cámaras compactas evitar el zoom digital. 7. Antes de cada sesión fotográfica es bueno asegurarnos de que tenemos baterías cargadas y llevar algunas de reserva. 8. Sostener la cámara firmemente con las dos manos, apoyar los codos en el cuerpo, en ocasiones es mejor apoyarse en algo. 9. Asegurarnos de que tenemos las tarjetas de memoria vacías antes de comenzar una sesión. 10. Evitar que se registre nuestra sombra en la imagen. 11. Con velocidades de obturación inferiores a 1/80 s usar trípode. 12. Para la mayoría de usuarios que generalmente hacen copias de 10x15 con una cámara de 6 Mpx tienen más que suficiente (importante para nuestros móviles). 13. Cuidar el equipo: 1. Los objetivos, filtros y el sensor deben estar limpios. 2. Evitar temperaturas extremas. 3. Transportar el equipo en una mochila o bolsa apropiada, acolchada y que aisle de la humedad. 14. Practicar, practicar, practicar…
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