APROXIMACIÓN A LA DIDÁCTICA Y A ALGUNAS DE SUS PROBLEMÁTICAS Laura Jiménez Quintero
“La didáctica es una ciencia teórico-práctica: trata el qué, cómo y cuándo enseñar” Tiburcio Moreno Olivos
La realidad actual nos arroja a los docentes universitarios en formación un panorama difuso sobre los métodos de enseñanza y aprendizaje, que posibilite consolidar el conocimiento, de tal manera que se logre avanzar en el dominio conceptual y en el desarrollo de competencias para abordar situaciones en la vida misma. Sobre todo porque la didáctica se podría comparar conceptualmente con un plato típico que lo determina y condiciona el contexto real de la sociedad y lo conforma, a modo de ingredientes, la capacidad y las aptitudes del docente, como también, los lineamientos y la filosofía de la institución; lo cual genera que la didáctica no se estandarice, ni sea estática, porque, al igual que el currículo, está en transformación continua. En este caso, la postura del docente requiere una gran dosis de pro actividad, exploración, dedicación y compromiso para lograr conseguir que la “receta didáctica”, siguiendo con el símil, sea adecuada en el programa académico que se aborde. La tecnología, según como se plantee, puede ser una herramienta que promueva la didáctica en el aula o una limitante y condicionante negativa al momento de incorporarla al contexto educativo; debido, especialmente, a dos circunstancias: las habilidades del docente y la capacidad de la infraestructura institucional; de tal manera, que al conjugarse estos factores se puedan asumir los cambios continuos del campo tecnológico, porque, como lo describe Moreno en el texto base para este momento del diplomado, “una propuesta didáctica para la educación superior debe prestar especial atención a cómo incorporar tecnologías de forma coherente y armoniosa a la práctica docente, de modo que promueva experiencias de aprendizaje relevantes que resulten novedosas y atractivas para los estudiantes, al tiempo que el profesorado se sienta cómodo y estimulado para continuar experimentando con su empleo” (Moreno Olivos, 2011). Desde mi punto de vista y mi experiencia, considero que este componente es uno de los más críticos, puesto que, al avanzar a gran velocidad, demanda al docente dedicación constante al aprendizaje permanente; y a la institución, le exige espacios y presupuesto, todo con el fin de brindar una educación de vanguardia. Sin embargo, hay que ser conscientes que los recursos y herramientas que trae consigo la tecnología “nunca deberán convertirse en un fin” (Moreno Olivos, 2011). La diversidad de perfiles en los estudiantes se vuelve un reto para el docente, especialmente, por el tiempo y esfuerzo que demanda caracterizarlos a cada uno e identificar las potencialidades que sirvan de base para su formación profesional. Por lo tanto, la responsabilidad del docente con la transmisión de conocimiento es bastante grande y el proceso para identificar dichas características es frecuente, dependiendo, en gran medida, de los cambios que se den en la sociedad, a nivel cultural, social, político y económico. Como lo afirma Moreno “el profesor tiene que recurrir a una gama también mucho más variada en cuanto a las metodologías de enseñanza-aprendizaje…, de modo que su instrucción pueda dar respuesta a los diversos intereses, necesidades, expectativas y proyectos de los alumnos” (Moreno Olivos, 2011).
En mi opinión, basándome en que la Universidad San Buenaventura, seccional Cali aborda la Didáctica “como el proceso social, cultural, político, ético y gnoseológico que se entreteje en la interacción entre el sujeto docente y el sujeto estudiante, es decir, se trasciende lo instrumental, el método y la técnica, para dar paso a la construcción mental (entretejidos conceptúales) que debe realizar el maestro para movilizar en sus estudiantes los esquemas mentales…” (Universidad San Buenaventura, 2011), los criterios que promueven una didáctica pertinente, en contexto y coherencia con el entorno de nuestra institución educativa, van encaminados al factor humano, donde las actitudes al principio mencionadas, cualidades, limitaciones, comportamientos individuales e interacciones de los docentes y estudiantes son determinantes para caracterizar la pedagogía y didáctica adecuadamente, logrando consolidar el conocimiento de una forma que cumpla con una responsabilidad en la sociedad, transmitiéndose, aplicándose, mutando, transformándose, evolucionando y desarrollándose de una forma pertinente. Estos criterios tienen que ver con la capacidad de sintetizar el conocimiento y la información que se está creando constantemente, para interpretar el panorama de la sociedad y ubicarlo en una tangente con relación a la educación, del cual, esta siempre se influenciará. Por otro lado, una cualificación frecuente de todos los actores educativos se vuelve vital en esta época, en que la tecnología se ha vuelto un medio que facilita todo tipo de proceso, entre ellos la educación.
Trabajos citados Olivos, T. M. (2011). Didáctica de la Educación Superior: nuevos desafíos en el siglo XXI. México D.C: Universidad Metropolitana de México. Universidad San Buenaventura. (2011). Documento Módulos Obligatorios y Electivos del Diplomado en Pedagogía Universitaria. Cali.