Ritórica

Page 1

1


Contar historias de una

manera diferente

Tomate una y refrÊscate. ´

2

Visitanos en www.cervezacorona.cl/cerveza.php


Tu ropa tambiĂŠn cuenta historias... Tu estilo es contar la mejor.

3


staff Directores generales Laura Segura Berónica Gaitán Brayan Sarmiento Jefe de redacción Laura Segura Redacción Laura Segura Dirección gráfica Berónica Gaitán Laura Segura Brayan Sarmiento Publicidad Berónica Gaitán Brayan Sarmiento Laura Segura

4


www.facebook.com/alfaguara/?fref=ts

5


*Colaboradores* Escritos Sky Black Jocelyn Carter Zuu Corrales Valerie Rossette Aimer Andrea A. González. Isabel Gr Cervantes Carolina Urrutia Mel Velasquez Jennifer Rubio. Giovanni Benuto Isabel Diaz. Rosmeyry Reyes BlackVenom Tania Sánchez Camaleón enojado Jordi Neil Sánchez Maik ShakaDiodoros Lua Miriam Sánchez Abril Torres Ilustraciones Alejandra Rodriguez Isabel Díaz Brayan Sarmiento LH Segura. Berónica Gaitán. Fotografía Lina Alejandra Zapata. Portada Lina Alejandra Zapata Berónica Gaitán Laura Segura. Publicidad David Peralta Alejandro Sarmiento Berónica Gaitán Laura Segura Brayan Sarmiento

6


Las mejores historias siempre las cuentas junto a SAMSUNG

7


CARTA EDITORIAL: A

veces las grandes ideas comienzan siendo una pequeña representación de los eventos, los aromas, los colores, los ruidos y las personas con las que compartimos diariamente. A veces, esas representaciones son como la materia, se transforman radicalmente, pero nunca se destruyen o desaparecen. A veces, las ideas parecen venir del azar y a veces parecen gritos desesperados en nuestra cabeza. Sea como sea, evolucionan, y se convierten en creaciones fuertes y extraordinarias.

El escritor, como todo buen artista, crea a partir de las cosas que piensa, de las injusticias de la vida, de las personas que más ama y de sus canciones favoritas; y cada palabra transcrita en el papel, es el resultado de todo un arduo proceso que ocurre en su mente. Algunos creerán que la mente de un escritor es un mundo terrible (o maravilloso), pero la verdad es que el escritor es un pequeño hechicero que sabe cómo convertir lo más cotidiano en algo extraordinario. Como todo aquel que vive por y para el arte; es un soñador que crea un escape de la vida sin ningún interés o límite. En esta primera edición de Ritórica, encontrarán capítulos con fragmentos de unas vidas. Sueños y pesadillas, muertes y canciones, que marcaron la vida de seres ordinarios, y que ellos decidieron inmortalizar aquí en historias extraordinarias. Laura Segura

8


9


CAPÍTULO 1: LA NIÑEZ Algunos la recuerdan con nostalgia, algunos con melancolía. Algunos la extrañan, algunos desearían no recordarla. Vale la pena dedicar algunas palabras a los niños que alguna vez fuimos. Rememorar esa primera etapa que tanto marcó nuestra vida.

10


FLOR DE PAPEL Soy la hija solitaria de mi madre; niña helada, laminada por el silencio. Una carta de la maestra: «¿Está bien la niña?». Y cumpleaños que, atrapados en la cinta, rebobinan la melancolía infantil. La flor encogida se sienta. Observa las manos maquilladas con pastel arañar el papel rosa, a los niños felices despellejando por ella los juguetes que nunca amará, magia de plástico que nunca usará. La voz de la madre dice: «¡Mira eso!» Madre estira. Madre desea. Pero la hija de madre despliega sus arrugas; la hija de madre amarra sus lazos, cierra sus postigos y puertas. La hija de madre llora en el baño. «Nunca dejes que lo hagan otra vez. No los dejes venir». Y madre no lo hace. Madre no lo haría. Pero lastima aún cuando el tacto y el ruido marchitan a su hija de papel.

-Jennifer Rubio

21 años República Dominicana

11


•PASADO• Cuando nada había comenzado. Cuando pensaba que los sentimientos solo eran cosas efímeras. Que el dolor se curaba con unas caricias de mamá. Que el futuro sería espectacular. Que todo seguiría igual para siempre. Que sonreiría eternamente. Que las personas eran buenas. Pero no fue así. Nada fue lo esperado. El destino siempre nos sorprende, y pocas veces fueron buenas sorpresas. El presente nos maneja a su antojo y nos lleva a un futuro diferente. Ves que ese no era tu porvenir. Tratas de huir al pasado ahogándote en recuerdos. Te refugias en la oscuridad, cierras lo ojos y sueñas, pero esta vez no con el futuro sino con el pasado. Rememoras esas guerras de juguetes en las que siempre vencía el bien. Y una lágrima corre por tu mejilla al saber que no es así, que el bien no siempre vence. Evocas esas caídas que te dolían en la piel. Una lagrima más cae, te das cuenta que ahora estás roto por dentro. Recuerdas esa noche bajo la lluvia, saltando y corriendo de felicidad. Un sollozo, comprendes que ya dejaste de disfrutar la vida. Recapitulas aquellas noches en las que llegabas a casa y tu mamá estaba en la puerta. Esperándote con los brazos abiertos y una sonrisa gigante. Lloras, porque ella... Ya no está. -Jordi Neil Sánchez. 16 años Colombia

12


•RECUERDO• Recuerdo no tener que preocuparme por cómo me veían los demás. Recuerdo que mis mentiras solían ser inocentes. Recuerdo que los regalos eran más especiales y que los abrazos eran más duraderos. Recuerdo que podía tener amigos imaginarios y que la soledad no significaba lo mismo. Recuerdo que mis equivocaciones generaban sonrisas y no críticas; y que mi mayor preocupación era no superar a mis héroes. Recuerdo que mi llanto no era por decepciones, y que el fracaso era un nuevo comienzo. Recuerdo sonrisas sinceras y amistades verdaderas. Recuerdo cuando la locura era diversión y no un síntoma para tener precaución. Recuerdo tener ídolos que no caían y héroes que sí existían. Y sobre todo, recuerdo que la felicidad duraba más de un día. Ahora ya no sé si la vida sigue siendo vida después de conocer al mundo. Quisiera seguir guardando una niña en mi interior, pero el mundo que conozco no está diseñado para ella. Así que la venderé, y con el dinero que consiga seguro compraré ropa nueva. -Lua

17 años Colombia

13


CAPÍTULO 2:

LA AMISTAD Algunos amigos se esconden entre recuerdos difusos, otros comparten día a día con nosotros. Grandes escritores escribieron sobre el valor y la importancia de la amistad. Podría decirse que escribir sobre ella es casi un mandamiento. Además de recordar, es agradecer que existió una persona indispensable para nosotros que merece ser inmortalizada en palabras.

14


•BLACKBIRD•

[“Let the wind carry you home Blackbird fly away May you never be broken again” —Alter Bridge] Aletea sin descanso, feroz avecilla y tal vez logres que el destino no te alcance en tu huida; Rememora tu viaje por el universo Y tiñe tu plumaje con la fuerza oscura que mueve todo lo creado. Recuerda tu naturaleza ancestral Y extiende tus alas hacia el fúnebre infinito; Ignora los gritos de tus hermanos ante la tormenta, Adorna la hoz del caos universal, reescribe con tu vuelo tu destino Y batalla sin piedad contra el tiempo. Vuela por lo alto, arriba de todos los mundos; Habita entre lo incomprendido, lo lejano, lo divino. Escucha los secretos del universo y transfórmate en el padre y madre de todo lo creado. Abandona el estado corpóreo y asciende a los altos estados; Elévate sobre los sentidos y aletea una vez más para huir de tu destino. Reescribe una y otra vez lo establecido y trasciende lejos de las feroces garras del olvido. Vuela lejos, quizá nunca seas destrozado de nuevo… -Mel Velázquez 26 años Colombia

15


E LLA Verla irse de nuevo no le dolía (mucho), porque nunca lo hacía para siempre. Ella era una herida que nunca cicatrizaba, pues el cuchillo entraba cada cierto tiempo; más profundo, sí, pero menos doloroso. ‘’¿Cuántos insultos y mentiras? le preguntaba’’ No importaban, se olvidaban (se ignoraban). ‘’¿Por qué ella? le preguntaba entonces’’ Estaba enamorado de su mente, y embelesado por la simpleza de su figura (cualquier otro habría dicho que no tenía nada especial). Entonces... ¿Por qué? ¿Eso importaba? Algunos nunca lo entienden, solo lo aceptan. ‘’¿Vas a estar mejor después?’’ Ella era todo lo bueno y lo malo, ella era su mayor riesgo y orgullo. Más allá de ella no había tormenta que llorar o premio que alardear. No, no iba a estar mejor. Ella era su abismo, y él podía ver el mal que le había hecho cuando tenía ese recuerdo difuso del borde donde antes la observaba: tan seguro, infeliz y vacío. Y ahora estaba esperando, porque ella se iba, pero iba a volver para hacerle daño. Como siempre, como debía ser, porque prefería tener el corazón roto pero

16

no hueco. Prefería tener lágrimas por ella y no vacíos sin ella. ¿Amaba la manera en la que lo hacía sentir menos perdido en el universo, o la amaba de verdad? No lo sabía, ¿importaba? Tal vez no. Y nadie, ni siquiera yo, podía salvarlo de ese agujero. Caí con él y lloré sobre su espalda, mientras juntos esperábamos que ella volviera y le sacara una sonrisa que yo jamás podría arrancarle. Porque eso es lo que hacen los amigos ¿no? tragar lágrimas ajenas. -Lua.


17


CAPÍTULO 3:

SUEÑOS Y PESADILLAS Hay quienes disfrutan de las pesadillas y hay quienes las detestan. Hay quienes creen que los sueños representan nuestros más grandes deseos y nuestros peores miedos. Hay quienes creen que si recordaramos de principio a fin nuestros sueños, se nos haría imposible regresar a la vida real, tan monótona y normal. Saber la verdadera razón de su existencia probablemente les quitaría toda su magia, así que los sueños, todavía siendo un misterio, son una fuente de inspiración para todos los artistas desde el comienzo de su existencia.

18


DE RIZOS DORADOS Y OSOS DE PELUCHE Una niña de preciosos rizos dorados, enfundada en un simpático vestido de tul celeste, arrastraba un oso de peluche, más alto que ella misma a lo largo del jardín. La observé curiosa desde el interior de mi hogar, sin dejar de preguntarme quién era, qué hacía ahí, por qué se detuvo de cara a mí, o qué la llevaba a contemplarme con tal frialdad. No se escapó de mi pronto escrutinio la cuchilla que cargaba con firmeza su mano derecha, ni tampoco la forma en que sus labios se movieron con ligereza en lo que supuse que eran palabras solo para mí. Un escalofrío me recorrió casi al mismo tiempo que mi pecho sufrió la presión que la incomodidad e incertidumbre no tardaron en provocarme. Me cuestioné cuál sería mi próximo paso: salir y acercarme, o continuar presa de la frialdad de ese par de ojos marrones que me observaban con (quizás) demasiada atención. No obstante, antes de formular una respuesta a mis propias preguntas, fui testigo del hecho más terrible que pude alguna vez haber presenciado: la niña levantó la cuchilla y la llevó sin ningún temor hasta su garganta, cortándola luego de par en par. La sangre salió en cascada, pero no pareció importarle. En cambio, permaneció de pie, aún cuando la pérdida de sangre, ahora manchando al oso a su lado, debió dejarla en el suelo hacía tiempo. Contemplé horrorizada la escena, hasta que alguien tocó mi hombro. Di media vuelta con un grito de sorpresa, y sintiendo los ojos llenos de lágrimas me abalancé a mi madre conforme balbuceaba todo lo que acababa de presenciar, o eso era lo que creía. Sin embargo, lo más impactante fue lo que ambas (mi madre y yo, por supuesto) vimos en cuanto señalé al otro lado de la ventana: La niña, la sangre y la cuchilla habían desaparecido. Pero no el oso; él yacía en el suelo, observándonos. -Jocelyn Carter 19 años Argentina

19


•Calle• ‘’Sus risas se detuvieron y las lágrimas comenzaron a salir… cuando se dio cuenta que caminaba por la calle en ropa interior… y lo peor, no se había depilado las piernas.’’ -Lua

20


sola La noche estaba vestida de luto, no podía dormir, tenía los ojos rojos debido a la falta de descanso. Mis padres eran los culpables de mi desasosiego. Se encargaban de hacer todo más difícil. Yo necesitaba un descanso. Escuchar sus voces a la distancia mientras se gritaban palabras cortantes e hirientes, me estaba destruyendo; calcinaba cada parte de mi interior y me hacía más vulnerable de lo que en realidad era. El tiempo pasaba y a cada segundo mi corazón martilleaba con mayor ímpetu. Era dinamita y pronto iba a explotar. Necesitaba paz y ellos no me la daban. Quería detenerlos y acabar con esa tortura a la que nos tenían sometidos a mí y a mis hermanos. —¡Maldito infiel! ¡Ve con la perra con que estabas, aquí no vuelvas! Cada frase se repetía en mi cabeza como un disco rayado, no podía callarlos. Mi mayor miedo era que él cometiera una locura y se llevara consigo a la perla escondida que era mi madre. Lloraba. Todo dolía al doble. Mis hermanos sufrían encerrados en el cuarto, yo oraba en la esquina de mi habitación... Solo imploraba que ese ser que habitaba en las alturas, tuviera misericordia. Sin embargo, cuando algo está destinado a pasar, no hay nada que valga y que lo pueda impedir. El tiempo pareció detenerse cuando el sonido de una bala se escuchó por toda la casa e hizo eco en cada rincón del diminuto lugar. Dejé de respirar. Mi pulso se disparó. Corrí, sintiendo mi alma depender de un hilo, no era posible que sucediera lo que tanto temía. No obstante, mi súplica quedó aplastada cuando me encontré con ese horrible escenario que me dejó sin aliento. Mi madre, mi todo... Yacía en el suelo, envuelta en el carmín de la sangre y con un disparo en la cabeza. Juro que mi mundo se desvaneció en ese preciso instante. —¡¿Qué hiciste?! —le grité. Él me miró con una profunda culpa y antes de que pudiera hacer algo, tomó la pistola y jaló el gatillo en dirección a su sien. Me quedé en trance… era increíble darse cuenta de que mis padres habían muerto ese mismo día, frente a mis ojos y sin yo poder hacer nada. Estaba sola y eso dolía. Dolía mucho. -Rosmeyry Reyes

18 años República Dominicana

21

21


CAPÍTULO 4:

LOS SENTIDOS Nos acompañan toda la vida ¿realmente somos conscientes de ellos como deberíamos? Te invitamos a recordar olores, sonidos y sensaciones cotidianas. No todos percibimos de la misma forma, y para algunos, todo lo que nos es normal es totalmente mágico y misterioso.

22


~COLORES~

Su madre la acomoda sobre su regazo, y mientras le acaricia unas hebras de cabello lacio y largo le pregunta cómo cree que ella, tan vieja y demacrada, se ve. Lo pregunta con un tono de voz tan suave (casi rota) que podría confundirse con el sonido de un respiro, y sin embargo, esa docilidad no hace que esa pregunta no la tome por sorpresa, porque su mamá en su mente es su todo, jamás fea. Da un largo suspiro antes de comenzar a recorrer con sus deditos el rostro de su madre, porque necesita sentirla. E imaginarla. —¿Tú, mamá? Eres hermosa —le dice con una inmensa sonrisa en el rostro—. Muy hermosa. Escucha a su madre reír, pero siente algo de nostalgia en la vibración de su risa: Tristeza. —Pero nunca me has visto de verdad. Explícame por qué soy hermosa. —le pide su madre, la niña siente cómo su rostro se contrae y alarga con cada palabra que pronuncia—. Quiero sentir como tú, y ver en mí lo que tú ves. Eres la única que cree que soy especial. ¿Solo ella lo cree? No puede ni pensarlo, pues su madre es... Su madre es... Hermosa, como ninguna otra. Sus cejas son un camino que ella suele recorrer con sus pulgares al saludarla, jamás pudo sentir en las cejas de otra persona una perfección como aquella. Su nariz es como un rodadero por el cual su índice se desliza con timidez todos los días, y sus labios se sienten como una gomita sin azúcar; delicados y

carnosos. En sus cabellos puede enterrar sus dedos, puede rizarlos y peinarlos a su gusto, puede sentir el olor de las flores de su champú y enterrar su nariz en ellos para darse el gusto de adivinar todos los olores. Su piel es suave pero siente algunas líneas delgadas que marcan su edad, desliza sus yemas y se siente, se siente tan agradable como la textura de una rosa que ha existido mucho tiempo. Si ella pudiera ver a su madre, la imaginaría tan dulce como un algodón de azúcar y tan tierna, como un toqueteo a la piel de un conejillo. E imaginaría también que sus pestañas son gigantes, porque cuando las mide y jala con el índice y el pulgar, siempre las siente más largas. Y la niña le responde todo esto con la mirada perdida en la nada. Con esas mejillas tiernas y sonrojadas observando sin observar. Ella tiene el poder de escrutar con sus otros sentidos, pero jamás con la vista. A veces cierra los ojos y los vuelve a abrir después de contar diez segundos, con la esperanza de encontrar algo diferente a la nada. Para ella eso de ‘ver’ se escucha extraño, como si le hablaran de tener cuatro piernas o tres manos. O la capacidad de levitar, simplemente no lo puede concebir. —¿Y cómo crees que se ve la naturaleza? —le pregunta su madre recostándola sobre la cama y acomodándole una cobija encima. Y la niña de nuevo sonríe, y siente cosquillas

23


porque puede sentir la sonrisa de su mamá, y ella reconoce sus diferentes matices, y siente ahora la felicidad. ¿Cómo se ve la naturaleza? se pregunta. Recuerda sus dedos enterrándose en la tierra cuando juega en el parque, y también siente el húmedo de sus manos al sacarlas. Y el olor de estas, el olor a tierra. Olor a vida, que sabe como el pasto y las flores. Siente las yemas de sus dedos acariciar la brisa, y siente las gotas de la lluvia caer sobre sus mejillas. Y ríe, porque se siente gracioso las gotas surcar su piel. Para ella la naturaleza se debe ver divertida como rodar sobre el pasto e incómoda como sentir la picazón después. La naturaleza se debe ver extraña como las hojas deslizándose por su cuerpo cuando camina junto a los árboles, o ruidosa como el crujir de las hojas secas cuando sus pies las pisan sin cuidado. O lejana como el canto de los grillos, y familiar como el ladrido de su perro. Y la naturaleza debe ser bonita, como el sonido de la sonrisa de su madre cuando ella hace un mal chiste. Y le responde a su madre. —¿Y el color de las flores, mi hermosa niña? No tiene ni que pensarlo mucho, puede sentir el olor de las rosas, y el de las violetas y las margaritas en su mente. Y sabe que son colores diferentes, como lo son sus olores y sabores, y sabe que son diferentes, por cómo se siente al tocarlas, porque el tallo de un girasol no es como el de las rosas, y por lo tanto, sus colores no deben ser iguales. Su madre escucha atenta, y la niña siente el sonido del interruptor apagarse. —¿Y las nubes, cómo son? Cuando piensa en el color de las nubes, lo imagina tan suave como un algodón de azúcar y tan inmenso como la cama de su madre, porque claro, los colores deben ser inmensos o corticos,

24

o tal vez deben ser suaves o rugosos. Extraños o familiares, porque si no fuera así, no serían hermosos. —Me encanta tus colores —declara su madre. Y los colores, en su mente, suenan geniales e inalcanzables, como pisar un planeta de otra galaxia, o tocar una nube con las manos. Así que creó sus propios colores con todas aquellas experiencias que el mundo le ha dejado de ellos. El rojo es húmedo y doloroso, se siente en las rodillas y en los codos. Y el azul, húmedo pero gracioso como las gotas de la lluvia acariciando su piel. Y el negro es suave como el cabello de su padre. Y el marrón sucio, como el pelo de su perro, y el amarillo dulce, como el sabor del mango. Y el verde, horrible, como el sabor del brócoli. Pues su mundo, su mundo son los olores y lo que siente su cuerpo al tocar las cosas, y el sonido de ellas cuando las golpea. Su mundo es el sonido de los pajarillos, y el calor de su madre, Oh, sí: El calor de su madre, y su voz. Y su olor. El tacto de su piel. Y el sonido de su risa. Sus dedos acariciando sus mejillas y el olor de sus abrazos. El abrazo que le está dedicando ahora antes de despedirse y dejarla dormir. —Tus colores son hermosos y ves en mí lo que los demás no. Enséñame a ver como tú. Ella encantada comienza a hablar: —Cierra los ojos por un momento y escucha, mamá. Y siente la brisa, y siente el pío pío de los pajarillos, y siente, la respiración pausada del perro a mi lado. Cierra los ojos y siente mis colores. El color rosa de mi pijama. Y toca mi cara. Y aunque no puede observar a su madre cerrando los ojos, sabe que lo está haciendo, pues siente sus dedos ágiles deslizarse por su rostro.


Pasan unos minutos, y su mamá sigue con los dedos sobre su nariz, así que la niña decide interrumpir con una pregunta. —¿Y el color de la lengua de Dobby, cómo crees que sea mamá? —¿Existe el color baboso? —Puede ser. —¿Y el asqueroso? —Tal vez. —¿Y el mojado? Ella ríe. —Bueno, ese sí. —Entonces tu perro tiene la lengua de color mojado. Mojado como el color del agua, y el de la sangre, mojado como su cabello cuando se baña. Mojado como el jugo de naranja, mojado como sus lágrimas cuando llora. Vamos, que los colores deben ser hermosos, se dice de nuevo. Hermosos como escuchar una sinfonía antes de dormir, o como abrazar a las personas que se ama. Son un enigma, un enigma del que la mayoría tiene respuesta. Y ella solo intenta resolverlo.

Tu aroma es

un sueño

-Lua

25


CAPÍTULO 5:

LA MÚ SI CA 26

La música nos ha acompañado desde la prehistoria. Nos acompaña en el viaje en autobús, en las clases aburridas, en nuestros peores y mejores días. ¿Podríamos escribir algo inspirado en nuestra canción favorita, en la música y en los momentos que hemos pasado junto a ella?


AQUÍ ESTOY Aquí estoy. En la banca del parque que prometimos hacer escenario de nuestros mejores momentos.

Tus preciosos ojos perlados.

Acá estoy esperando que vuelvas Anochece y aún no llegas.

Logro ver aquel corazón tallado en el cemento que encierra nuestras iniciales y el signo de infinito bajo ellas.

Pero siento que estás aquí, a mi lado. Siento tu calor.

Esos rotos labios blancos. Busco con mi mirada qué es lo que ves.

Se me hace un nudo en la garganta. Trato de pasar saliva y me duele.

Oigo tu respiración tranquila. Veo cómo balanceas un pie de atrás a adelante.

Siento las lágrimas en mis ojos. Trató de tocar una de tus manos.

Tu mirada fija en el suelo.

Está fría y en seguida la alejas.

Te vuelvo a mirar pero ya no estás. Siento el frío rodearme y entrar por mi piel. Lo único que sé es que aquí estoy muriendo sin ti. Aquí, en el que ahora es el escenario de mis peores momentos. -Jordi Neil Sánchez.

27


Te extraño No como se extraña a un amor de toda la vida. Te extraño como a los años infantes, que fueron los mejores, los más cálidos y los más breves. A veces me miro al espejo y solo logro captar el atisbo del brillo que destellaban mis ojos al pensar en nosotros. Y cuando me acostumbro a tu ausencia, me tropiezo con las palabras que he escrito para ti y rompo a llorar. No son la gran cosa, son tres palabras escritas tras mi libreta de apuntes con caligrafía simple y rudimentaria; te amo. Y después de una coma, tu nombre. Ah, ese nombre que se volvió el nombre de mi pensamiento favorito, el nombre que susurraba cuando estaba entre dormida y despierta y creía que estabas allí, recostado a un lado, acariciando mi mejilla con el dorso de la mano con el cuidado que se le tiene a un objeto que en cualquier momento cederá y se quebrará. Y después de haber llorado sin cesar, entiendo una cosa

28 28

que tú no has acabado de entender. Que desde el momento en que tus pensamientos ya no eran para mí, en el que tus labios ya no rozaban los míos, en el que tu mirada ya no jugueteaba con la mía ni recibía mensajes finalizados con un corazón, desde en el momento en que vamos por diferentes caminos tomando decisiones solo por uno mismo y no por nosotros, desde ese momento, te extraño. -Luna Pattzy 16 años México


Mi Ca-mi-na Miedo a encontrarte y a perderte, ambos como síntomas definitivos de que tal vez no pertenezco a ninguno de los espacios en tu vida No tengo remedio, me lastima mi lástima por mí

¿Quieres hacer los honores y decir algo que me aleje? Yo ya no me soporto más, sólo di: se acabó para mí, nunca comenzó, y: jamás hubo un lugar para ti Si estás pero no perteneces ahí entonces ca mi na y no mires atrás, algo más espera por ti. -Giovanni Benuto

Imagina que soy un pájaro sin pies, -después de hacer lo que amo por cinco minutos aterrizar en la realidad es difícil y siempre me hiere- ¿quieres?

21 años México

Mi dolor es una luna que orbita mi corazón ¿Quieres imaginar? ¿Quieres? Que soy el almuerzo de dos lobos que me devoran entre mil dientes Debería estar ahí, cuando estés lista cierra los ojos, toca tu pecho y sentirás cómo se aferra a tus dedos Soy yo, a rra nc án do m e de ti

29


CAPÍTULO 6: EL AMOR Algunos no correspondidos, otros que aún no se superan. Algunos que se extrañan, otros que prefieren olvidarse. En algún momento de nuestra vida hemos experimentado o tendremos que experimentar lo que es sentir algo más que una amistad por alguien. En base a este sentimiento se han escrito grandes leyendas e historias. ¿Qué palabras pueden salir inspiradas en el amor?

TE PROMETO Te prometo, tú, con uñas mordidas, mejillas manchadas, cicatrices de cosecha en tus sábanas, que cruzas dedos y días: en algún lugar hay un corazón y una mano que te querrán como los lobos aman a la luna. Podrá tomar tiempo. Tal vez eres de florecer nocturno. Tal vez necesitas encontrar al océano. ¿Has intentado escalar? Solo dale una oportunidad. Porque te prometo, te prometo que hay un alma, un cuerpo, un alguien que te necesita como las estrellas necesitan a las historias. Alguien que esculpirá tu nombre en mitología, que pegará tus secretos en las paredes, y que comprará un botiquín de primeros auxilios con tu nombre. -Jennifer Rubio.

30


LIMÓN Aún recuerdo cuando miré tus ojos fijamente, esmeraldas fosforescentes, me perdí en ellos. Frágiles gotas de limón, dulces párpados. Escondanme, no quiero salir de esos verdes prados. Desde la lejana sombra puedo recordar que un día delinearon mis arados esos ojitos que me inundaron, dulces, regaron mi alma y mi hogar. Aún recuerdo cuando besé esos labios agrietados, implacables alas de colibrí, me refugié en ellos. ¡Rocío sabor manzana! ¡Aguarda! No deseo olvidar tus cánticos. Desde la cercana claridad puedo recordar, que en lo dulce se encuentra lo amargo, en lo luminoso está la peor oscuridad, y en tus manos mi salado mar. -Andrea A. González 21 años México

SOLO MIDE LA AVENTURA

31


Letras para un amor condenado Estas calamitosas palabras van dedicadas a aquellas parejas que sí lo lograron. A aquellas que no lo hicieron. Y a aquellas que lo intentaron. Pero especialmente van dedicadas a ti, mi querido, y a ese amor que me brindaste y que logró mover cada parte escarchada de mi corazón y que hoy, con la calentura de tu amor, ha logrado escribirlas. Por lo que fuimos, por lo que somos y por lo que seremos en un futuro, aunque este nos lleve por senderos diferentes. Porque un amor no está definido en la longitud de su tiempo, sino en la profundidad de sus sentimientos. Como tu amor, tan reconfortante, tan reparador, que si en algún momento me dejabas, podría volver a romperme. A destruirme. Eras como un bálsamo para una herida. Una luz en la oscuridad. Una guía para avanzar. Una mano que me sostenía, pero a veces también caía. Dos sentimientos en una persona: amor y odio. Día y noche. Eternidad y mortalidad. En tus manos estaba mi vida, y también mi muerte. En tus manos estaba mi corazón. Estaba yo. -Valerie Rosette Aimer 18 años República Dominicana

32


eSCRIBIRÉ Escribiré todo lo que soñé de nuestra historia. Describiré aquella primera mirada perfecta. Aquellas primeras palabras en común. Haré eterna la primera sonrisa que me dedicaste. Plasmaré esa primera vez que te hice sonrojar. Reviviré esa noche de película en que me tomaste de la mano porque tenías miedo del monstruo tras la pantalla. Escribiré sobre aquel primer café al que te invité. Haré creer al mundo que nuestro primer beso fue perfecto. Aunque en realidad nunca se dio. Rememoraré esos momentos cursis en que te di un regalo sin razón alguna. Aquella pista de vals en la que solo te miraba a ti. Solo a ti. Escribiré sobre el día de la boda. Las rosas en el suelo, tú viniendo a mí como una reina. Aquel acepto definitivo. Haré que todos vivan aquella luna de miel que nunca vivimos. Imaginaré nuestros hijos, traviesos como yo, lindos como tú. Escribiré cada cosa. Y luego. Lo quemaré. Para que se vaya de mí junto a tu recuerdo. Para siempre. -Jordi Neil Sánchez.

33


CAPÍTULO 7: EL AZAR DE LA VIDA

Muchas veces en nuestra vida tenemos que lidiar con los azares. Esas experiencias que llegan sin avisar y que nosotros jamás lograríamos esperar. Lo bello de vivir en un universo inestable, es que todas las experiencias inesperadas son enriquecedoras y únicas. En esta oportunidad, personas decidieron escribir un texto inspirado en cuatro palabras al azar; una forma de reconocer que del azar también salen cosas grandiosas.

34


Apariencia Real

.

.

felicidad, oscuridad, delicadeza, crueldad.

Y llegué al punto de no saber qué soy Llegué al punto en el que ya nada tiene sentido hoy Solo el ayer Lo que ya se fue. ¿Realmente a alguien le interesa quién soy? ¿Realmente a alguien le interesa cómo estoy? ¿Por qué la muerte significa el final? ¿Por qué no hay otra forma de terminar con la oscuridad? La vida El día a día Todo es tristeza Un mar de agonía Una flor con espinos, sin delicadeza. Pero no importa Seguiré siendo la persona Que aparenta felicidad, Alguien que no muestra debilidad. Esta fue la dulce historia de frialdad y crueldad que tanto quería contar, De cómo de tanto aparentar Terminó volviéndose verdad. -BlackVenom

.

14 años Chile

-BlackVenom.

meses olvidados Fantasma, silente, meses, viento.

La ventana se traga nuestras palabras en meses olvidados, cuando los huesos de los árboles quemados por el hielo se torcían como los fantasmas de las madres de nuestras abuelas que susurraban avisos en palabras sin alfabetos. Nos sentamos silentes para escucharlas. El viento, que estigmatiza al cristal, ruega por un lugar para descansar. Besa nuestras mejillas con agujas y alfileres cuando abrimos la puerta para saludarlo. Nos quedamos junto a la ventana por meses olvidados e intentamos perdonar. -Jennifer Rubio

35


•CITA PERFECTA•

Ilustración: Isabel Díaz

Musulmán, locura, basurero, tarde. Miras hacia el cielo, y el sol brillante te saluda. Estás ansioso por ver a Yalitza. Llevas toda la tarde esperándola en el polvoriento suelo de Dharavi. Necesitas saber de ella; su familia musulmana está planeando comprometerla con apenas catorce años de edad. ¡Lo mismo que tú, qué locura! «Ojalá no suceda» le rezas a Krisna, en silencio. Con un resoplido, espantas los mosquitos que salen de las aguas posadas, y de la basura amontonada por todos lados. Desearías vivir en otro lugar, pero la condición de tus padres es un impedimento.

36

Sin embargo, nada de eso tiene tanta importancia cuando localizas a la castaña correr a hacia ti. El Sari que trae puesto la hace ver muy bonita. Resalta su piel clara y sus ojos almendrados se ven más grandes. «Definitivamente ella es linda» piensas, con una sonrisa entusiasta. —Hola Yali— saludas tímidamente. —Hola Kalu —te responde con un sonrojo, desviando la mirada. Sonríes con felicidad y con una señal, le indicas el camino a seguir. Estás tentado a tomarla de la mano, pero no lo haces. Lo verían mal.


Durante unos minutos, charlan de cosas sin sentido, mientras dan una vuelta y evitan cualquier tipo de roce. Al final se detienen en una de las grandes tuberías que pasan agua a la ciudad de Bombay, y se sientan. Armándote de valor, le obsequias un vieja pulserita encontrada en el basurero, pero que restauraste y se ve bien. Ella lo toma y sonríe. Tú estás feliz por ella. -Rosmeyry Reyes.

37


CAPÍTULO 8: NUEVAS FORMAS DE INSPIRARSE

Hadas

38

Berónica Gaitán


Así como las ideas vienen de incluso lo más cotidiano de nuestra vida, llega un momento en el que nos inspiramos también en lo que los demás realizan. Este reto para los escritores se basa en escribir algo inspirado en lo que otras personas también expresaron de otras maneras.


SIRENA

LUZ DEL ENCIERRO

Cuando ella se marchó, mis amigos colgaron más peces en el mar en sus bocas como un hechizo curativo. No era el ardor de la sal lo que añoraba, o el anzuelo brillante lo que extrañaba-su espina el signo de interrogación que yo lanzaba a las sábanas cada noche--

El frío de la vieja noche calaba hasta sus huesos, su cuerpo era una masa de temblores incontrolables y sus dientes castañeando era lo único que escuchaba en aquel lugar. Abrazándose a sí misma, recordó aquellas tardes de verano en las que su sueño se volvía realidad. Colocando su cuerpo en posición, cerrando los ojos y moviéndose al ritmo de la canción, podía fingir que volvía al mismo lugar. Recordaba a su padre sentado en una esquina, contemplando su danza y aplaudiendo cuando terminaba. Veía a su hermana imitando sus movimientos y a su madre repitiendo lo orgullosa que estaba. Visualizaba su antiguo hogar, la calidez en los abrazos de su madre, el perfume de su padre y las risas de su hermana menor. Sin embargo, cuando terminó la canción, toda viva imagen de su infancia se esfumó. Volvió a ser aquella chica huérfana que lo había perdido todo tras un trágico accidente: su felicidad, su libertad y la calidez de su hogar. Ya nada quedaba de su antigua vida, no había rastro de ella cuando subía al escenario. Se veía ahí, parada en medio del escenario y con el público aplaudiendo, y sin embargo, la realidad era otra, y es que en su interior su alma y corazón se sentían encerrados en un frasco de cristal... les era imposible escapar.

No era quien era yo cuando yo era ella o incluso quien ella era. Solo era no tener nada que que ver conmigo misma. Flores de loto desvanecidas en el agua: así era cómo su boca sostenía una carcajada. La luz andando hacia una cueva, sin regresar: así era cómo su mano se cerraba sobre la mía. Era a ella a quien yo escogía porque está moldeada como el olvido. Era la perfecta desmemoria para un cuerpo que vestía la realidad cual convicto viste su horca.

ShakaDiodoros

-Jennifer Rubio

Perú 15 años

MIAS Fueron creadas en noches sin sueño y días sin hambre, en horas ansiosas. Cada diminuta parte de sus cuerpos fue formada por mis dedos. Las cuidé, como pequeñas creaciones mías. Mías y de nadie más, como flores que se esconden en un jardín secreto o experimentos de un científico que teme al robo.

Las veía bailar en las mañanas todos los días, escondidas en mi habitación sin la luz del sol. Eran felices… pero un día comenzaron a llorar en las noches. Luego sus días también se tiñeron de tristeza. ¿Qué las hacía tan infelices? Mis niñas dejaron de danzar un día. Yo les di libertad, pero muchas me abandonaron sin pensarlo. Ellas no me amaban. ¡Pero es que eran mías! Mías y de nadie más. ¡¿Cómo no podían amarme?! Guardé las que me quedaron en frascos, vendé sus ojos y pegué sus pies al vidrio. Ahora ya no bailan juntas, se les extingue la vida mientras se mueven para un creador orgulloso. Ya no hay gozo en su baile. No hay vida en su vida. Solo queda la vaga existencia de unos cuerpecitos delgados con sonrisas falsas, que me recuerdan con agonía que todavía no están muertos.

-Lua

40


•baile de tentaciones• Eran tan hermosas cuando las encontré, bailaban sin parar una danza sin música,o al menos una que ellas no escuchaban. El viento soplaba insistente, silbando como un tierno ruiseñor, creando melodías al golpear contra los objetos que obstaculizan su ir y venir; haciendo bailar las ramas de los árboles cual bailarinas expertas que se balancean de un lado al otro en la más sublime de las danzas. Las brillantes luces de los relámpagos anunciaban la unión a la armonía de los estruendosos truenos que llegaron acompañados de suaves gotas de lluvias. Aun con la anunciada tormenta un suave olor a lavanda me llamó, me guió hacia el bosque donde... las vi. Tenían la expresión más dulce, sus cuerpos hacían movimientos gráciles y delicados, parecían bailar una melodía natural que yo escuchaba pero ellas no; el grueso vidrio que las encerraba impedía que cualquier ruido llegara hasta sus pequeños oídos. Cada dia las miraba danzar, era egoísta, las quería solo para mí como aquel que descubre un tesoro y lo oculta nuevamente para que nadie más disfrute su inmensa belleza. Cada día volví a ese espeso bosque sin temor a perderme, porque el aroma a lavanda que siempre había a su alrededor me guiaba y me llevaba hacia ellas, como aquel que ha sido hipnotizado. Las contemplaba por largos ratos día tras día, sin importar el frío o el calor, el hambre o el sueño. Hice de ellas mi vida poco a poco, me desprendí de todo lo demás, no queria nada mas en la vida que ver sus cuerpo moviéndose al compás del viento que ellas no podían escuchar. Hasta que en un breve momento de lucidez pude ver más allá de la belleza, su mirada era vacía, tan triste y gélida, que me arrastró a un abismo de desolación. Ahí supe que sus rostros pálidos anhelaban que el sol les regalara una caricia, que sus brazos deseaban abrirse como las alas de un pájaro en libertad para

sentir el viento golpeándolos suavemente. ¿Las amaba? Quería ver su mirada brillar tanto como el sol cuando fueran libres, creí que hacía lo correcto,ellas tenían que ser libres. ¡Qué egoísta había sido todo ese tiempo, alegrandome con su belleza sin reparar en su tristeza! Con amor y dolor las liberé, abrí las tapas del encierro… ahora podrían danzar juntas y escuchar dulces melodías. Pero tal fue mi sorpresa y mayor fue mi dolor cuando cambiaron su rostro dulce por una monstruoso, su mirada triste por una llena de un gozo maligno. Por primera vez escuche sus voces llenas de maldad mientras de su interior salía un fétido olor a muerte, todo la belleza a su alrededor murió en segundos, sus pequeños y graciosos cuerpos se transformaron en abominaciones deformes y despreciables,eran la encarnación pura de todo tipo de maldad y yo me había dejado tentar por ellas liberándolas al mundo. Cuando se dispersaron supe que irían por el mundo engañando con su belleza, tentando a todo ser con su falsa dulzura hasta absorber cada pedazo de bondad y de vida de él como lo hicieron conmigo. Eran una equivocación de dios y ahora yo tenía que vivir sabiendo que había liberado la maldad en el tierra que aún era pura. Vagan por ahí desde entonces llevando destrucción y desamor por donde pasan ,los renglones torcidos de dios ¡disfrazados de las más dulces criaturas! -Tania Muñoz 19 años Colombia

41


#3 Infortunio Lina Alejandra Zapata Alejandra.Zapat@gmail.com

42


Casa vieja Soy como una casa vieja y abandonada; caga grieta un recuerdo, cada rasguño una herida. Vivo entre niebla, ella es solitaria y pacífica como el silencio que me rodea. Aún después de tanto se escuchan susurros, ¿los oyes? son de las personas que vivieron en mí. Le temo a los cambios y a la vida, no he pintado los rasguños, no he construido más paredes y he olvidado mi jardín. Ya mis pies no funcionan, y las manos, medio rotas y frías, se han encargado de quebrar lo que otros intenten construir. Y mientras veo a los otros irse vencidos, sin creer cómo alguien alguna vez intentó convivir con mi niebla y mi tierra, yo permanezco inmóvil. Aprendí a ser paciente, a esconderme en mi silencio, y resguardarme en mis paredes. Sigo en mi intento de descubrir por qué, aun con lluvia, niebla y sol, sigo de pie aunque destrozada. Esperando a alguien, que ya no espera por mí. Le gustaban los cambios, se ahogó en la niebla, se congeló entre mis manos frías, y se cansó de vivir entre paredes condenadas al silencio. Se mudó, sí, a una casa sin niebla, floreada y más bonita. -Lua

43


Ruinas lúgubres El sonido de las gotas de lluvia cayendo sobre el tejado era lejano a ella: la mujer que en penumbras estaba perdida entre sombras, recuerdos y sentimientos. En su interior una gran tormenta se desataba después de meses de sequía tratando de razonar, de entender por qué se encontraba en ese lugar desconocido que cada dia se hacia mas conocido, con aquella gente tan ajena que cada día se hacía más familiar, todos esas personas que parecían almas en pena como ella. Al principio cuando despertó atontada y bañada entre sus miserias, pensó que todo era un mal sueño. Al cabo de unas horas supo que no era así, pero asumió que estaba allí por un fuerte mal entendido que pronto tendría solución. Ella trató de explicar a aquellos que parecían doctores que todo era un error pero nadie la escuchó, la trataban como a una niña que no podía valerse por sí misma y a la cual no se le llevaba la contraria. Después de unos días, cuando se integró con todos los demás pacientes pudo ver los desfiguros de dios; seres renegados, la equivocación del creador representado en grandes deformidades físicas: unos con grandes jorobas, cuellos torcidos y piernas chuecas, otros que corrían desnudos por ahí mientras eran perseguidos por enfermeros. Entendía por qué aquellos desgraciados estaban allí, pero ella... que era una mujer sana y que era solo dueña de un gran dolor y de un vacío imposible de llenar no. No debía estar allí. ¿Acaso no bastaba con haber perdido a su familia, con ver morir a su pequeña y al amor de su vida? ¿Con tener su corazón literalmente en las manos, aquel que palpitante aún, había salido volando de su pecho hacia sus dedos por el fuerte impacto que recibió el auto? Aparte de haber perdido todo lo que llenaba su vida, tenía que terminar en un lugar lleno de aquellos adefesios desechados por el mundo. Eso se repetía la sufrida mujer noche tras noche sin poder dormir, mientras los círculos negros alrededor de sus ojos se agrandaban cada día. No tenía por qué vivir pero su instinto de supervivencia la incitaba a salir de allí; lo intentó un par de veces que terminaron en fracasos totalesl, así que decidió que debía ganar la confianza de su amable doctor. Así lo hizo, llegando día tras día con una brillante sonrisa a su consulta, respondiendo cada pregunta que el incansable médico hacía una y otra vez, hasta que el hombre aquel

44

tuvo tanta confianza en la tranquilidad de la enferma que la dejó sola en su consultorio mientras atendía una emergencia. Aprovechó la loca para buscar entre los papeles del doctor su expediente, para así descubrir quién había cometido tal infamia de recluirla allí… pero tal fue la sorpresa que se llevó al leer todo aquello que no habló más y evitó pensar, no quería aceptar que lo que ahí decía era la verdad pura y sin enredos. Hasta esta noche en que la tormenta más fuerte se desató en su interior, al aceptar que no era más que otro de los renglones torcidos de dios. Le desgarraba el alma la verdad así que eligió el amor y el dolor antes que aceptar que aquellos que tanto amó no fueron más que una de las creaciones de su mente. Y si para salir tenía que admitirlo entonces nunca cruzaría la salida, se quedaría allí con los recuerdos de su amor. Y así fue, se quedó allí… deteriorándose día con día, como una casa que una vez fue una mansión y que poco a poco se reducía a simples ruinas húmedas y frías. Ruinas, pestilentes y oscuras, llenas de desolación y de fantasmas que una vez fueron felices allí. Ella eligió quedarse con las espinas sin rosas, con las nubes grises de su mente. Con lágrimas que lloraban una pérdida inexistente y con recuerdos de bellos momentos que no eran más que engaños de su mente maltrecha. Con el pasar de los días se mezcló, se confundió entre los renglones torcidos de dios y se volvió parte de ellos. Hasta hoy, que por fin mis frías manos podrán tocar las suyas, me verá cara a cara después de años y esta vez se irá conmigo. Podré apagar la tenue luz que aún hay en sus negros ojos y nos iremos junta tomadas de la mano. Sonreirá... porque por fin se reunirá con su fantasía. Porque cuando la bese todo será posible, su buena amiga la muerte que la ha acechado durante tanto tiempo cumplirá todos sus sueños. -Tania Muñoz.


Puño al aire Brayan Sarmiento

JUEGO Mamá me mira, pero yo no a ella. Solo tengo ojos y mente para la pantalla, al muñeco rojo, que me pide y yo obedezco. En los juegos se obedece...o se muere; y yo no he muerto una sola vez. —Estoy jugando —le digo como disculpa. Y ella repite que no hay juego, pero yo veo la pantalla de mi televisor y ahí están los colores, las figuras en 2d que me dicen qué hacer. El muñeco rojo me mira, y me señala. ‘’¡Juega!’’ me grita. Mamá repite otra vez: —No hay nada, no hay nada. Pobre de ella, nunca ve nada, nunca escucha nada. Entonces él grita: ‘’Largo de aquí’’ Y yo repito con él. Mamá no se va, pero la puerta sí se abre.

—¿Ocurre algo con el paciente? —Mi hijo… —Señora, es mejor que… Y yo, totalmente exasperado, interrumpo mi juego, veo al doctor y luego a mamá, y sus arrugas se mueven con sorpresa… miedo. —¿No entiendes,mamá? —le digo molesto—. La visita ha terminado. -Lua

45


CAPÍTULO 9:

Describir escenas, paisajes, diálogos es difícil. Cada palabra debe ser perfecta, cada una debe fluir. Cada una debe atrapar, y seguir un hilo con la anterior. ¿Qué pasaría si escribes algo inspirado en ti? En lo que buscas, en lo que eres. Haz inmortalizado muchas historias y personas. ¿Qué hay de ti?

46


BUSCANDO EL OCASO Busco un respiro entre los lobos, un concierto de tranquilidad en medio de la incertidumbre. Decisiones a veces sin sentido. Por instinto, recorre caliente el silencio y la decepción. Busco un lugar entre camaleones dispuestos al cambio, siempre abiertos al libre pensamiento. Una salida para el costumbrismo y la estupidez humana, que nos va consumiendo. Busco un tiempo sin tiempo, una fruta amarga de sabor desconocido. Encontrar nuevas puertas para abrir, nuevos muros para derrumbar, nuevas noches para vivir. Busco sin buscar un lugar dentro de mí, busco razones y mil preguntas más. Busco sentidos que me expresen sensaciones. Busco silencios que comuniquen más. Busco miradas transparentes, un camino abierto a la exploración.

Ser inmune a los ataques. Conocer al enemigo, al amigo, al corazón abierto. Ser leal a mí. Busco tu boca, tus húmedos labios, que me lleven a los más profundo del deseo. Busco en ti olvidarme del mundo, de la confusión, de las ausencias.. Busco un lugar sin espacio, un tiempo sin tiempo. Usar mis sentidos sin sentido, Oler las flores, caminar sin miedo. Busco el vicio de tus ojos, la anarquía de tus besos. Busco una melodía inconclusa, que me acompañe cuando pienso y siento. Busco no tener moral, conservar mi pecado. Busco caminar con los ojos cerrados, y encontrarme al final del camino contigo, para llenarme de placer, y en tu mano derecha una valija con todos tus deseos. En el ocaso… con todos tus miedos.

Quiero encontrar la locura y la fantasía, la verdad y la mentira, las historias y poesías. Busco mil y un razones y mil preguntas más. Busco suspirar con serpientes, y enrollarme de veneno mortal.

-Camaleón enojado. 36 años Colombia..

47


VIDA

La vida es cansada, frustrante... en ocasiones nos agobia y nos aplasta hasta dejarnos acostados sobre la cama sin ganas de levantarnos otra vez. A veces debo recordarme que yo soy la vida, mía, mi vida. Nadie seguirá adelante por mí. Quiero motivación, inspiración... algo que me ayude a llevar las cosas. Casi toda una vida está perdida entre hojas, en ocasiones logro encontrarme... sin embargo siempre termino perdida otra vez. Sola. El tiempo es lo único que tengo a mi favor. Irritable y poco sociable en ocasiones, quiero ser una buena persona con quien no lo merece. Quiero aprender y no perderme nunca más.

Abril Torres

20 años México

48


RIZOS No toques su cuerpo; está muerto y sé que quieres abrazarlo pero deja que el viento lo acune primero Este todavía cree que está vivo Deja que airee su cabello en una maraña como antes. -Jennifer Rubio

49

49


CAPÍTULO 10: CUANDO ESCRIBES A ALGUIEN Algunas veces esa persona nunca se entera de lo que hemos escrito para ella. Algunas veces escribimos cartas que nunca serán enviadas, poemas que no serán dedicados y palabras que nunca serán leídas. Sin embargo ahí están, son pacientes… y esperan ser vistas algún día.

LO QUE ERES ¿Eres o no eres ese arrugado pedazo de papel? Ese trozo de pétalo medio marchito, las fisuras que deja el pincel del artista acabado y corrupto. ¿Eres o no eres la flor seca de su dosel? La que navega en el sombrío viento, en el afilado y peligroso bisel que has tallado por tu acorazamiento. ¿Eres o no eres, lindo clavel las horas gastadas de tu corazón roto? Esas que guardaste en el fondo de tu piel y revives para llorar como un adicto. ¿Eres o no eres, dulce miel? -Andrea A. González

50


ESTRAGOS DE UN AMOR NO CORRESPONDIDO Aquí estoy, Mer, escribiéndote de nuevo. No te preocupes, estoy seguro que ya no vendrán más de donde vino esta. Se ha acabado. Este es el final. Me libero de ti por completo. Te libero a ti de este amor que tanta gracia te causó. Te burlaste de mí, de mis sentimientos, de mis palabras. Pero ya ha llegado la hora de cortar ese hilo invisible que tan enredados nos tenía. No eras para mí, qué tarde me di cuenta de esto. Aquí estoy, Mer, rememorando todo desde el principio, dejándolo salir, para terminar aquello que nunca debió empezar. Voy a hacerlo desde el principio, desde el día que te cruzaste en mi camino por primera vez. Conocerte fue la cosa más trastornada y confusa que me pudo pasar. Te vi ahí, con esa mirada de altivez que cargabas, como intentabas intimidar a todo aquel que se atrevía a cruzarse en tu camino. Eras toda egocentrismo y rudeza andante. Veías a todos de menos, te importaba muy poco lo que los demás pensaran de ti. Pero yo no vi eso, Mer, no. Yo vi algo más, algo que solo alguien demasiado sensible y observador como yo podía notar. Me viste con esa cara de pocos amigos, vi tus ojos dorados fijos en los míos. Eran absorbentes, cautivadores, hermosos. Pude ver más allá de ellos, yo vi lo que cargabas sobre tus hombros, el sufrimiento y el dolor que te embargaba. Con una mirada, Mer, yo descubrí aquello que con tanto ahínco ocultabas. Lo sentiste, lo sé. La fracción de segundo en la que dejaste caer tu máscara de chica dura y rebelde; y me mostraste a esa niña perdida y asustada que en realidad eras. Pero te recompusiste rápidamente y volviste a fingir. Yo ya sabía todo. No era adivino, pero los ojos fueron y serán siempre mi debilidad y los tuyos gritaban tantas

cosas. Supe leerlos y se que, en cierta forma, eso te enfureció. Por eso te empeñaste tanto en demostrarme lo equivocado que estaba. Era una batalla silenciosa que no estabas dispuesta a perder. Te observé desde la distancia. Yo también tenía mi carácter, lo entendiste, pero querías dominarme. Por mucho tiempo lo lograste. Te metiste hasta el fondo de mi alma, Meredith, encontraste todo lo bueno en mí para robarlo y dejarme totalmente vacío. Recuerdo la primera plática que tuvimos. Fuiste fría, seca, calculadora. Me observaste, escaneaste cada parte de mí, encontraste mis puntos fuerte, los débiles también. Todo lo que hiciste, desde el principio, fue una estrategia tuya para tenerme comiendo de tu mano. Odiaba a todo el mundo. Y ahí estabas tú, ampliando mis razones de porqué era el idiota más grande del mundo. Cualquier otro se hubiera apartado ante tu hostilidad, porque los días que le siguieron te comportaste verdaderamente mal, pero yo me encapriché por saber más de ti. Dejaste claro que para nada te importaba una amistad o algo más conmigo. Tú, con tus bromas pesadas y humillaciones. Yo, con mi pacífica y serena sinceridad. Eramos dos polos completamente opuestos. Quizás por eso fue inevitable el efecto de atracción entre nosotros. -Carolina Urrutia

19 años El Salvador

Ilustración: Isabel Díaz

51


¿Dónde? ¿Dónde te quedaste? Reservado, frío y alejado de todos, así eres tú, dime, cariño, ¿qué fue lo que pasó? Sonríes para el mundo pero tus ojos dicen algo más, ¿por qué te encierras tanto? ¿Es que no entiendes que no te haré daño? Me acerqué a ti pero obtuviste de mí lo que quisiste y te fuiste. Exprimiste mi tristeza, me hiciste ver lo que nadie más veía, hiciste que todo en mi vida encajara, pero no fue suficiente para ti. Te veo y lo único que puedo pensar es en lo mucho que te añoro, no, no te añoro a ti, añoro lo que fuiste. Tierno y amoroso, no pensé que tendría tanta suerte para encontrar a alguien como tú. Me abrigaste entre tus cálidos abrazos, tus besos; lentos, profundos y llenos de cariño calmaban mis llantos, mi tristeza y la agonía que sentía en mi interior. Fuiste mi salvador y mi perdición, todo en una sola persona, todo al mismo tiempo. Ahora veo la pantalla de mi celular, esperando un mensaje tuyo que nunca llegará, mis mejillas terminan empapadas al recordar las noches de desvelo junto a ti. Al recordarte. ¿Dónde quedaron los te quiero? Recuerdo cada una de tus palabras, sé que es masoquista, pero ¿qué más me queda hacer si ya no te tengo? Creí en tus palabras, creí en un futuro junto a ti, creí demasiado. ¿Dónde quedaron las promesas? “Estaré ahí cuando tú caigas, cuando estés sola. Seré quien te tome de la mano antes de caer”. Estoy recogiendo los pedazos en los que me convertí al chocar contra el fondo del abismo mientras tú ríes con otros. Las promesas son para siempre, ¿es que no sabías eso? Yo estoy aquí, abrazando fuertemente los pedazos mientras espero que regreses, porque sé que necesitas a alguien y yo estaré para ti cuando lo necesites. Me dijiste que no quieres saber de mí, que no me necesitabas, pero aun seguiste hablándome ¿es qué acaso eso fue un destello de la persona que tanto quise? ¿Estarás escondido entre tantas mentiras? ¿Qué es lo que esperas que haga para salir y

52

abrazarme de nuevo? ¿Qué es lo que esperas de mí? “A veces uno se cansa de solo dar y dar” Fue las ultimas cosas que me dijiste. Creo que ahora te estoy entendiendo. No es como si te quisiera fuera de mi vida, pero hubiera preferido no haberte hablado para ahorrarte todo eso, para ahorrarnos todo esto. Estoy cansada, cansada de verte y que la herida en mi pecho se desgarre de nuevo, saber que si tengo un mensaje tuyo o si te hablo solo va a terminar en una discusión y acabaré llorando y sintiéndome la peor persona del mundo, es revisar las redes sociales y encontrar algo que me recuerde a ti y sentirme vacía, tener que borrar nuestras conversaciones porque solo me traerán ansiedad el saber que estás en línea y ya no soy importante para ti, verte y tener que hacerme la fuerte y desinteresada por tu rechazo mientras siento como los pedazos comienzan a despegarse dentro de mí. Estoy cansada y lo sabes, tal vez la parte que amé de ti es la que se apiada de mí y no me ha rematado, porque sabe que en el fondo todo esto me hace más fuerte y volveré a levantarme como todas las ocasiones en las que tú no estuviste para mí. -Isabel Díaz. 19 años México.

Ilustración: Alejandra Rodríguez


ALMA MíA Siempre deseé observar las estrellas a tu lado, hacer figuras entre ellas, hablar de otros mundos, disfrutar de tu silencio comprensivo, reír por tonterías, hablar de la vida y disfrutar de tu invaluable compañia de nuevo. Pero ahora, teniendo tan en cuenta esta enorme brecha entre nuestros planos, tan solo deseo volver a escuchar tu voz, alojarla en mis recuerdos y no sacarla nunca más de allí.Tomar de nuevo tu mano, sentirme segura bajo tu cuidado de nuevo, reunir los fragmentos rotos que dejaron tu partida y volver a esa infancia a tu lado, a esa donde solo estábamos nosotros, inseparables, felices. Si mis balbuceos infantiles no hubiesen sido tan largos y realmente hubiese podido hablar en esos años, te habría dicho lo que tantas veces a las estrellas he tenido que decirles, esperando ellas guíen mis palabras a donde quiera que ahora estés. Te extraño, con todas las fuerzas que mi alma pueda tener, con todo el cósmico despliegue de mi ser, con toda la luz que aún en tu ausencia puedo emitir. Este es un año más ante tu ausencia, es un año más de reconstrucción, de lucha; cuando nos reencontremos esto tan solo será una anécdota más que contar bajo las estrellas, mi amado “Lichtgestalt”. -Mel Velásquez

53


54


SOL Un pedazo de mi ser habita el infinito, alojado bajo tus manos, alma mía. Bajo la luz resplandeciente del atardecer, su cabello brilla como un derrame de aceite en el asfalto. Te encanta tocarlo en la puesta de sol, donde se ve como el cielo encendido, una llama. Ella se ve como una mujer en llamas. —Oye —le dices, muy bajo—. Es hora. De ella sale un sonido tan suave, apenas una exhalación. Cuando apartas el cabello de sus ojos, ella los abre y sonríe. Tu garganta atrapa algo, entonces. Es difícil respirar de la misma manera en que es difícil respirar alrededor de ella. Te gusta pensar que es porque tus entrañas se mueven, buscando su lugar. Se alinean, para que así haya un espacio lo suficientemente grande para una sonrisa como esa. Tal vez una vida entera. -Jennifer Rubio.

Las historias deben

ser escuchadas para ser compartidas.

55

55


CAPÍTULO FINAL: LA MUERTE Para algunos la muerte es una entrada, para otros una salida. ¿La vida acaba y no hay nada más? La muerte y lo que sigue después de ella es un misterio. También perder a alguien es doloroso; algo se separa de nosotros, creando un hueco que jamás será llenado de nuevo. Algunos ven belleza en la muerte, otros la esperan, otros le temen.

Despedida Nunca tuve la oportunidad de despedirme en definitiva de ti. Aunque cada lágrima derramada después era una despedida para mí, lo que quiero ahora es… cerrar nuestra historia. No un punto final, más bien… un punto y aparte, en expectativa. Porque sé que, aunque no estés a mi lado, queda mucho por escribir. Y yo lo haré, seguiré escribiéndola, con tu recuerdo en mi mente. Cada sonrisa, cada roce, cada caricia, cada beso… Todo ello estará presente en mí cada vez que te rememore. -Sky Black. 16 años Colombia


HUECA En un salón oscuro, con olor a lágrimas (si es que ese olor existe) y lleno de velas, su mamá lloraba, y ella no. Otros oraban, pero ella no. Otros susurraban entre ellos, ella no. Estaba en silencio, intentó comprender lo incomprensible… La muerte. Personas la rodeaban casi en espiral, eran rostros conocidos y similares a su madre y padre. Eran familia, pero en su mente lucían distantes, de otro planeta. Solo tenía memoria para el rostro de su padre, blanquecino y maquillado, demasiado calmado para estar muerto. Rígido, pero a pesar de todo, tranquilo. Había cierta belleza en la muerte que ella no podía entender. Había algo más además de un cuerpo hueco: alguna esencia de la vida que lo abandonó se guardaba en él. Lo vio en su ataúd cuando nadie se fijaba en ella, porque sabía que si no era a hurtadillas, no iban a dejar que lo viera.

Pero de cierto modo, al verlo allí, ella se tranquilizó. La muerte debía doler, y ella creyó que él sufría, pero cuando lo vio apenas parecía estar inconsciente. Y aunque ella dejó de preocuparse por él, el dolor en su pecho no cambió. Se dio cuenta de que la muerte dolía, pero no le dolía a él, le dolía a ella. Él solo estaba dormido, sin saber. Los muertos dormían, y los vivos lloraban sus recuerdos. Y si su corazón de niña se quebraba a pedazos que se regaban en desorden ¿por qué no lo hacían sus lágrimas? No le salían, se escondían antes de salir; tímidas como su portadora de ocho años. Entonces como última opción cerró los ojos, y esperó a que esa pesadilla se acabara. Pero jamás acabó, y se dio cuenta que no estaba menos hueca que el cuerpo que vio en el ataúd.

-Lua

UNA LLAMA QUE SE EXTINGUIÓ La vela de cera oscura arriba de la mesa lo separaba del infierno y todas sus pesadillas: las voces en las esquinas, los demonios que le provocaban insomnio. El pasado carmesí que lo perseguía cuando cerraba los ojos. Pero no lo creía. Ignoró al fantasma que le susurró el secreto milagroso de la luz. No quiso escuchar la historia de él volviéndose

loco con el asedio de la oscuridad en su piel. Un día, la llama se apagó. Entonces empezó el crescendo de los gritos, como una sinfonía perfecta, eterna. -Isabel Gr Cervantes

15 años México

57


El silencio en el entierro Le temes a todo lo que trae cambios. Te gusta observar, ¿es que nadie llora con las personas que observan? Tan silenciosas y pacíficas, con un ruido en la cabeza que se niegan a expresar. ‘’Seguro no siente dolor’’ les escuchas decir. Sentimientos que pretendes decir sin un movimiento de la boca, y nunca hay de los que entienden las miradas. Silente ves cómo tu mundo se decae mientras preferirías echar raíces en el suelo y no moverte. No se es culpable de lo que nunca se dice; pero se suele olvidar que las palabras que no salen también abren huecos en el pecho. Recuerda los te quiero que nunca le dijiste. El dolor que nunca le expresaste. El silencio que tanto cuidaste. Y los gritos que nunca salieron de tu garganta. Todos ellos explotan reclamando la atención que nunca les diste; pero ya no hay quien los escuche ni lea, solo hay piedra, flores y papel. Papel que se derrite con el agua y desaparece con el fuego. Flores ya muertas que decoran una piedra que no siente. Sin carne, sin mente y sin hueso. Todas muertas, como tú… y como él.

Ilustración: Alejandra Rodríguez

-Lua

MELANCOLÍA DE MUERTE El correr del río, destruye los sueños estimados sin cesar. Rojo como la sangre, no aclara ni oscurece en su andar.

Y entonces la noche saldrá, el culto a la luna se hará pedazos. Y cuando caigan los rubíes, nadie los querrá llorar. Ni reclamar. Siguiendo la estela roja, el hombre vio una

58

parte muy herida, sin curar La verdad se alzaba en él, jamás de allí podría escapar. Y entonces la noche saldrá, el culto a la luna se hará pedazos. Y cuando caigan los rubíes, nadie los querrá odiar. Ni confrontar. -Miriam Sanchez 18 años Argentina.


Un otoño lleno de sombras El otoño había llegado. Las hojas se desprendían de los árboles, y el cielo solía teñirse de rojo la mayoría de las veces antes de que el sol se ocultara. Era la época favorita del año para una joven… o al menos lo había sido hasta aquella tarde. Existía un compañero en su vida. Uno con el que planeaba pasar el resto de sus días. Ese día él llegó y la besó con una intensidad casi dolorosa, y ella supo de inmediato lo que pasaría después. Venía una despedida. Algunas palabras fueron dichas, y lágrimas se derramaron en el callejón donde siempre se encontraban. El lugar que fue testigo de su amor estaba presenciando también su final. Cuando él se marchó, la chica todavía pudo inhalar su olor una vez más. Se imaginó el roce de sus labios sobre los de ella, incluso aunque solo fue el viento. Sostuvo entre sus delicados dedos una rosa que su amado le había entregado, y las espinas del tallo la hicieron sangrar. Besó sus pétalos, día tras día hasta que la flor se marchitó y sus hojas se secaron. Cada mañana luego de aquello, fue al lugar donde todo comenzó y se dijo a sí misma una y mil veces que él jamás regresaría y que debía superarlo. Sin embargo, no pudo hacerlo. Sus ojos perdieron el brillo que poseían, su piel se volvió más pálida de lo que ya era y su sonrisa no volvió a ser la misma. Estaba muy decepcionada. Creyó que era fuerte, que podía tolerar cualquier dolor en el mundo donde vivía, pero no fue así. No conocía el dolor de la soledad ni el del vacío, y eso, más que cualquier otra cosa, fue lo que la llevó a

derrumbarse. Estaba perdida y ni siquiera deseaba ser encontrada. Por eso, cuando las sombras vinieron por ella, dejó que la arrastraran a la oscuridad -Zuu Corrales. 16 años México

59

Ilustración: Alejandra Rodríguez


PASIÓN Y LETRAS Este artículo lo dedicaremos a la escritura y lo que significa dejar aterrizar los sentimientos, las historias y pensamientos en palabras para aquellas personas que deciden expresarlas. ¿Por qué escribir? ¿Qué significa? ¿Qué escribir? Aquí están sus respuestas:

60


Para mí, la escritura es una manera de desprenderse de aquello que se lleva en la mente. Te hace sentir más... libre, supongo. Te da espacio para tener más cosas en la cabeza y para soñar cada vez más alto. Aunque también es una manera de plasmar aquello que solo has imaginado y que, de alguna manera, al escribirlo se vuelve más real. Suelo inspirarme en lo que es más simple; a veces una palabra puede hacer que me imagine una historia completa, ver una imagen puede desatar miles de ideas, y la canción perfecta en el momento indicado puede ayudar a que las palabras surjan con más fluidez. -Zuu Corrales.

La escritura se ha convertido en una necesidad para mí. Empecé a escribir porque precisaba de una manera de expresarme, para soltar todo aquello que había estado guardando por tanto tiempo. Hablar nunca ha sido mi fuerte, así que tuve que disponer de otro medio. Mi mente me gritaba liberación y hallé la escritura. En sí es el mundo quien me inspira. Las personas, sus vidas, sus problemas, sus inquietudes… No hay nada más real que el diario vivir. Y eso es lo que trato de plasmar al momento de escribir. -Sky Black.

Escribir es un escape, pero también considero que es disfrutar de historias que me gustarían conocer. Ver. Ser. Historias que no vivo en la realidad, pero sí cuando decido plasmarlas en un papel. La escritura te hace olvidar. Te hace transportarte a un lugar creado únicamente por ti y para ti, pero que decides compartir para que otros sientan la grata sensación de las letras. De los universos. De las mágicas historias que se guardan dentro de una cubierta. En pocas palabras, escribir es morir y renacer en un espacio de ensueño, mágico y celestial. -Valerie Rossete Aimer.

61


Para mi escribir es abrir la puerta a un mundo nuevo que tú tienes la capacidad de crear, donde puedes ir desde la espalda de la pulga más pequeña, hasta tener la galaxia más grande en la punta de tu dedo. Suelo inspirarme en lo que veo cada día, en la esperanza que veo en cada niño, en cada pareja feliz, y en el corazón de cada persona. Sé que no todo es color de rosa, pero solo los corazones fuertes y las mentes más brillantes pueden ponerle el color necesario a la vida, para que se vea como una rosa. Escribir, es dejar salir todas tus expectativas, sueños, ilusiones a un mundo donde todos desean encontrar algo por que luchar. A todos nos inspira algo diferente, todos buscamos a alguien diferente y todos deseamos hallar ese instante de la vida donde desearíamos quedarnos siempre. Escribir, es encontrar ese momento e inmortalizarlo en una historia y en el corazón. -Maik.

Para mí escribir es algo momentáneo, un accidente, como cuando dejas caer la tinta. Con el tiempo, limpias y das forma y tienes algo un poco menos abstracto, una idea más concreta. Es paradójico, pero así es el arte, en realidad. Creo que nada hermoso fue concebido originalmente solo para ser hermoso. Sería presumir demasiado. Primero es sincero, luego hermoso. La estética se abraza al pulir, y así es como trabajo. Escribo por emociones, recuerdos, deseos... Estrellitas que cuelgo en el techo y veo. Detalles. Podría escribir una historia completa inspirada en el movimiento de la mano al escribir. Podría decirte cuán hermoso es el movimiento de esa mano, la razón por la que se mueve, la historia tras ese movimiento. La mano nunca es lo único importante: los huesos, las venas, la piel... Todas esas formas útiles y hermosas. Creo que eso es el arte, y en eso me inspiro. -Jennifer Rubio.

62

Lo que escribo es un escape de las ganas de quebrar huesos, de gritar nombres, de confesar amores y contar secretos. La escritura es una magia que me transporta, y a veces me cura y me llena. No hay límites en ella, puedo convertir mis miedos en cartas, mis tristezas en poemas y mis ilusiones en canciones. Sueño despierta, como humana soy ordinaria, interesada y orgullosa, pegada a la realidad sin un solo escape, pero como escritora soy una genio, una creadora, una hechicera y una estrella. Sé que la escritura es un arte, que no es fácil; que a veces duele, y que yo a penas solo soy una niña inexperta que juega a escribir. -Lua.


Llevar en tu mochila el inicio de tus nuevas

aventuras

MOCHILAS, ROPA Y ACCESORIOS 63


64


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.