QuiĂŠn soy? Laura Viloria Castillo - 20190344
De todas estas puertas quien soy, les dirĂŠ soy la del fondo, sĂ la que esta tumbada, entre luz y oscuridad, sin fuerza propia de poder levantarse, es imposible, imposible que una puerta sin vida propia pueda levantarse, pero aquĂ viene la aventura.
Un Señor con aspecto amable pero con decisión propia decidió moldearme, si quito partes de mi ser y simplemente vi pedazos de mi tirados en el suelo sin poder yo misma recogerme y crearme de nuevo como era. En el momento que el Señor comenzó a tallarme sentí vida, sentía el sufrimiento, como de estar sin vida, pude sentir cada tallaso’ que el Señor hacía, en ese momento la puerta sin vida en proceso comenzó a enojarse si, dolía y mucho dolía tanto que creía que quedaría sin aliento, que paradójico siendo una puerta sin vida.
De un momento a otro el Señor tomo cada parte de mí ser que se veía literalmente entre ondas y curvas de pensamientos y emociones, lo vio valioso, no sé porqué, yo prefería que me tomara como una puerta, creo que seria más útil. Pudiera simplemente ser la cara de un casa o de un museo, hasta de una iglesia, no se creo que sería más útil, pero no sé de donde se le ocurrió al Señor desbaratarme y tomarme en pedazos, me recogió y me llevo a tierra.
Sí a tierra, ¿por qué? no sé pero fue raro... En ese momento sentí el cariño del Señor, poniéndome cuidadosamente en la tierra y no se dedicándose por mí. No se porque de tantas puertas me elegió a mí, una que estaba derrumbada, que ni siquiera era útil en ese momento. Pero, Él vio mas allá. Si vio más allá.
Cuando terminรณ...
Mé llevo al lugar de inicio, pero con un tono diferente, ya no era una puerta, era un flor. Ok se que suena raro, como de puerta seré flor... Esas debilidades la convirtió en abono para tener una nueva identidad, una flor blanca, tengo vida, si tengo vida, tengo vida propia. Soy una hermosa flor blanca, con vestiduras blancas, pétalos blancos, llena de luz.
Entre melodĂas y canciones me dio nueva identidad. Una flor hermosa que vive y florece y da frutos, en esencia pegado a la fuente y nutrientes que me da vida. el abono la madera Se ve plasmado en la pared nuevas palabras que me definen, amada, niĂąa de sus ojos, sin mancha, recibida. Porque tanto favor, tanta gracia.
Y si les cuento que realmente mas que una analogía soy la puerta, digo era la puerta ahora soy la flor, que me caracterizan esas ondas y curvas de pensamientos y emociones, allí Dios me recuerda mi identidad en Cristo. Que me tomo cuando no tenía vida a tener una nueva en Cristo, por fe. Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gal 2:20. Sí Cristo tomo mi lugar en un madero, se hizo maldición por mí, en un madero...
Tomo mi lugar para que tenga vida. Waoo, Tiene tanto cuidado de mí que cuando me envuelvo y recuerdo mi pasado, mis fracasos, me recuerda sus palabras en 2 Cor 12: 9-10. Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí. Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
y que Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? Mateo 6:30 Entonces sí esta es mi historia, en proceso esperando el día en que Cristo perfeccione por completo la obra que comenzó cuando vuelva con poder. Me invita a diario soltar mi temores, preocupaciones, no esclavizarme, sino estar firme en la libertad que Él me llamó, a confiar, tener fe, depender de Él la esencia. A experimentar su amor aunque es difícil
comprenderlo todo, y ser llena de la plenitud de la vida y del poder que proviene de Dios. Soy amada, recibida, niña de sus ojos, perdonada y sabes que tú también puedes ser parte de la familia. Con mucho amor Laura. »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16