Diez maneras en que la Educación Online Alcanza o Supera el Aprendizaje Presencial Mark Kassop, 2003. The Technology Source Archives, Universidad de Carolina del Norte, USA. Este artículo fue originalmente publicado en The Technology Source (http://ts.mivu.org/) como: Mark Kassop “Diez Maneras en que la Educación Online alcanza o supera, el Aprendizaje Presencial” The Technology
Source,
Mayo
/
Junio
2003.
Disponible
online
en
http://technologysource.org/article/ten_ways_online_education_matches_or_surpasses_ facetoface_learning/. El artículo se publica aquí con autorización del editor.
¿Cuán buena es la educación online? El debate sobre la calidad relativa de los cursos basados en Internet ha arrasado desde la llegada de este nuevo medio de enseñanza y aprendizaje. En mi opinión, las respuestas han sido reiteradas y concluyentes en mi escuela y en otros 18 community colleges que comparten cursos en el New Jersey Virtual Community College Consortium (NJUCCC). He dictado más de 50 sesiones de sociología online a más de 1.200 alumnos del Bergen Community College y del Thomas Edison State College. Como coordinador de enseñanza a distancia del Bergen Community College y como Presidente del NJUCCC, he trabajado estrechamente con miembros de la facultad y administradores en todo New Jersey y otros estados para crear, entregar y evaluar cursos online. ¿Pueden los cursos online equipararse a los cursos tradicionales presenciales en calidad académica y rigor?
¿Pueden los cursos online lograr los mismos objetivos de
aprendizaje que los cursos cara a cara? ¿Pueden los alumnos aprender lo mismo y tan bien online cómo la hacen en los cursos cara a cara? No sólo la respuesta a estas interrogantes es un profundo SI, sino hay que señalar que existen muchas formas en que los cursos online pueden efectivamente exceder en calidad y en rigor a las tradiciones clases cara a cara. Que conste, estoy escribiendo desde la perspectiva de un instructor presencial con mucha experiencia (más de 30 años), profesor de sociología, usuario diario del curso del sistema de administración de cursos del consorcio WebCT, y una persona que realmente prospera en la interacción con los estudiantes. Todavía disfruto
profundamente el ambiente de la sala de clases, y creo que es una arena sólida para enseñar y aprender; sin embargo, tal como este artículo sugerirá, estoy fuertemente impresionado con el temprano éxito y gran potencial del ambiente online como un medio de enseñanza/aprendizaje. A continuación señalo las diez formas en que creo que la educación online es superior. 1.- Aprendizaje centrado en el alumno. Los académicos han reconocido durante años las deficiencias de la sala de clases centralizadas en el profesor, pero ha sido difícil quebrar este paradigma. Ya sea que el instructor utilice conferencias, debates, juego de roles, actividades de grupos pequeños, o cualquier otra técnica, todavía el instructor es quién esta dirigiendo el show. En un ambiente online, sin embargo, el instructor rápidamente se echa a un lado. Los estudiantes están empoderados para aprender por si mismos y aún enseñarse unos a otros. Particularmente en el modo grupo de debate (discusión), los alumnos tienen la oportunidad de explicar, compartir, comentar, criticar y desarrollar materiales del curso entre ellos, lo que casi nunca sucede en una sala de clases F2F. En un reciente debate online sobre el significado de desviación, se preguntó a los alumnos de un curso de Introducción a la Sociología citar un comportamiento humano que se considere desviado en todas las culturas. Veinticinco estudiantes contribuyeron con más de 125 respuestas intercambiadas dentro de una semana, en la cual varios alumnos sugirieron la violación,
asesinato,
homosexualidad,
terrorismo,
abuso
infantil,
y
otros
comportamientos que universalmente se consideran desviados. Otro grupo de estudiantes señaló cómo ciertos contextos culturales podrían contribuir a que cualquiera de estos comportamientos (y todos los otros comportamientos) no fueran considerados pervertidos para uno o más grupos de personas, dependiendo de sus perspectivas. Los alumnos enseñaron y aprendieron de sus compañeros de curso, y todos trabajaron juntos aprendiendo metas más efectivamente que si la respuesta hubiera sido proporcionada por el instructor. 2. Escribiendo intensamente. Por muchos años, nuestros colegas del Departamento de Lenguaje nos señalaron que la mejor forma de enseñar a los alumnos a escribir en forma efectiva era hacerles escribir más frecuentemente. La educación online ha hecho
realidad esta práctica al máximo. En promedio, los cursos online efectivamente escriben bastante más, lo que nunca se ha realizado en las clases presenciales. Tanto en las clases cara a cara como en las clases online, los principales trabajos son entregados por escrito. Pero en un curso online, los debates generales, solicitudes para elaboración o ayuda, respuestas a preguntas directas, proyectos del grupo, la gran mayoría de las tareas/trabajos y muchas pruebas e interrogaciones son también por escrito. El consenso entre mis colegas online es que cuando los instructores requieren que los alumnos entreguen los trabajos por escrito en forma esmerada y que se puedan leer y corregir fácilmente, la calidad del trabajo de muchos estudiantes mejora a lo largo de la duración del curso. Al parecer esos profesores que priorizan la escritura están en lo cierto. 3. Discusiones altamente interactivas: Una de las características más excitantes de un curso online es el foro de discusión. En la sala de clases tradicional presencial, el instructor hace la pregunta, y los mismos cuatro o cinco alumnos extrovertidos inevitablemente levantan sus manos. Ellos ofrecen respuestas espontáneas, a menudo no investigadas en el tiempo limitado destinado al debate. En el ambiente online, las discusiones ingresan a una nueva dimensión. Cuando un instructor coloca una pregunta en la pizarra de discusión asíncrona, se espera que cada estudiante en la clase conteste, y responda inteligentemente y varias veces. Muchos estudiantes online han indicado que ésta es la primera vez que han “hablado en clases” y que disfrutan la oportunidad. En forma similar, los instructores señalan que es un placer escuchar las sorprendentes ideas irresistibles de los miembros más introvertidos de sus clases. Muchos instructores online han observado también que el relativo anonimato de las discusiones online ayuda a crear un nivel de campo de juego para las mujeres, homosexuales, estudiantes con problemas físicos y miembros de otros potenciales grupos marginales, ya que pueden participar en actividades de la clase sin ser estigmatizados. Más aún, el formato otorga a los alumnos extranjeros, que no manejan el idioma como lengua nativa, tiempo extra para pensar las preguntas y entregar las respuestas adecuadas. Además de influir en más debates, la educación online promueve una discusión de altacalidad. Antes de que los alumnos respondan a una pregunta realizada por el instructor o a los comentarios entregados por sus compañeros de curso, pueden repasar su propio
material del curso y estudiar con mayor seriedad sus respuestas. Como resultado, los estudiantes tienen la oportunidad de entregar comentarios bien fundamentados sin las demandas del debate inmediato que produce ansiedad en el ambiente presencial, que a menudo obtiene la primera respuesta que se viene a la mente, en lugar de la mejor respuesta posible. Finalmente, las discusiones asíncronas no están limitadas a unos pocos minutos del horario de clases presenciales; éstas frecuentemente duran una semana, y no es inusual tener 100 o más alumnos entregando trabajos durante ese período de tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que usted vio tal cantidad de respuestas bien razonada de la mayoría de los estudiantes presentes en un ambiente presencial? 4. Motivación para aprender durante toda la vida: En sus vidas diarias, los individuos no tienen a un profesor a su lado para enseñarles a obtener nueva información. Uno de los roles que necesitamos cumplir como educadores entonces es enseñar a los estudiantes a encontrar información y aprender por su cuenta o en conjunto con sus colegas. El ambiente online promueve la educación auto-motivada. Los alumnos dirigen su propio uso de enlaces a Internet, buscan formas, instancias de debate/discusión, charlas, conversaciones, e-mails y otros medios. Aunque dichos recursos no garantizan la iniciativa de los alumnos, estos establecen una estructura que da prioridad a la autonomía del estudiante.
5. Materiales enriquecidos del curso: Recuerdo claramente el momento en que mostré a uno de mis colegas historiadores, altamente respetado, un curso online creado por un editor cuyo sitio daba a los alumnos la oportunidad de “visitar” recreaciones de batallas, museos militares y varios documentos de primera fuente. “WAW”, digo. “Este sitio ofrece a mis alumnos mucho más de lo que yo alguna vez haya podido darles en una sala de clases”. Esta respuesta es típica. Un curso online bien construido, creativo puede llevar a los alumnos de antropología a culturas de todo el mundo, a los estudiantes de arqueología a excavaciones activas, a los alumnos de arte a las mejores colecciones de los museos y a los alumnos de comercial a grandes y pequeñas corporaciones. Se tiene acceso a los recursos de clase-mundial y se pueden visitar y estudiar las 24 horas al día, los 7 días de la semana.
Si lo desean, los instructores pueden complementar estas experiencias virtuales con otras físicas para lograr un beneficio más amplio. Un profesor de apreciación del Arte que conozco exige a sus alumnos online visitar un museo local y escribir un informe sobre obras que ellos escogen ya sea porque les gustaron o detestaron fuertemente. 6. Interacción cuando es requerida y servicios de apoyo. En un curso online la ayuda está a sólo un click de distancia. Los instructores pueden ofrecer muchos tipos de ayuda para el aprendizaje interactivo en sus sitios del curso (por ejemplo, tarjetas Flash, pruebas con retroalimentación inmediata y presentaciones en PowerPoint). El contacto con el profesor y con los compañeros de curso a través de e-mails está disponible en cualquier momento, no sólo durante las horas tradicionales de oficina del Campus. Los estudiantes pueden también utilizar el e-mail, foros de conversación, tableros de discusión, etc., con el propósito de establecer grupos de estudio improvisados o programados que desafían las restricciones de tiempo y espacio convencional. Casi igual de importante, es tener un anfitrión global de los cursos online que entregue los servicios del campus disponibles para los alumnos, incluyendo la inscripción, asesoría u orientación académica, información de ayuda financiera y formularios, servicio para los alumnos con discapacidades, bibliotecas las 24 horas los 7 días de la semana, y tutoría online a través de sitios como Smarthinking (http://www.smarthinking.com/) o distribuidores similares. 7. Retroalimentación inmediata. A pesar que no ven a un profesor en la sala de clases todos los días, los alumnos online generalmente tienen más acceso a los profesores. Los alumnos tradicionales que salen apurados para llegar a su próxima clase o a trabajos fuera del Campus a menudo no pueden presentar una pregunta a sus profesores. Los estudiantes online, sin embargo, pueden y hacen una innumerable cantidad de preguntas por e-mail a sus profesores y frecuentemente se comprometen en un diálogo que sería muy difícil de duplicar en un mundo presencial. De una manera más formal, las pruebas e interrogatorios online se pueden construir en sistemas que permiten la calificación automática que proveen retroalimentación inmediata y referencias al texto y a los apuntes de clases que explican las respuestas correctas. Los trabajos y tareas, incluyendo las notas y comentarios editoriales, pueden
ser entregados a los alumnos oportunamente y por lo general con mayor detalle que en el medio ambiente presencial. No hay necesidad de esperar la próxima clase para devolver un trabajo. 8. Flexibilidad: Los alumnos que tienen familia o responsabilidades laborales a menudo no pueden comprometerse en un curso tradicional debido a que no pueden estar en el mismo lugar a la misma hora durante 15 semanas consecutivas. Aun cuando el horario del curso es aceptable, el límite de cupos puede ser un problema: un alumno que trata de inscribirse en un curso nocturno del día jueves y descubre que no hay cupos, no tiene otras opciones inmediatas. Las ventajas del aprendizaje online, sin embargo, incluye amplias oportunidades para que los estudiantes logren trabajar en el curso al momento que se ajuste a sus actividades diarias. La cima de esta flexibilidad puede ser el bien publicitado programa eArmyU.com, que yo enseño a través de un acuerdo con el Thomas Edison State College. Todos los estudiantes están en servicio activo, y pertenecen a unidades militares extendidas por todo el mundo. Con los computadores que se les proporcionan, los alumnos pueden mantener el trabajo de sus asignaturas mientras están realizando ejercicios de campo. Además, los cursos están estructurados para que los alumnos puedan presentar sus trabajos de una forma tal que les permita cumplir con sus obligaciones militares. En una reciente clase de 25 alumnos, los participantes se encontraban ubicados en Europa, Asia, el Pacifico Sur, Alaska, Hawaii y las cuatro zonas horarias de los Estados Unidos continental. Algunos alumnos se estaban preparando para su traslado al Medio Este y los otros estaban comprometidos en ejercicios de campo no esperados. Sin embargo, durante el curso de 12 semanas, la mayoría de los alumnos tuvo la oportunidad de leer los trabajos; participar en discusiones online; escribir y presentar documentos, y que sus preguntas sobre el material asignado y acerca de las políticas de la escuela fueran contestadas en forma oportuna por los instructores del curso. 9. Una comunidad íntima de aprendices: Extraño como puede sonar, un instructor tras otro observa la sorprendente estrecha relación que han desarrollado con sus alumnos online. Dicen que es común para los participantes de los cursos online desarrollar un fuerte sentido de comunidad que intensifica el proceso de aprendizaje. Probablemente como resultado del relativo anonimato de los cursos online, los alumnos
están mucho más proclives a abrirse y revelar información sobre ellos mismos en emails y en reuniones de discusión que en un ambiente presencial. A pesar que algunos instructores pueden descubrir mucho más de lo que deseaban saber de sus alumnos, mi experiencia de enseñanza online desaprueba la noción que los cursos online son impersonales y que no promueven las relaciones personales, ya sea entre estudiantes e instructores o entre los mismos estudiantes. Yo todavía recibo regularmente e-mails de una matrona que vive en un estado bastante lejano y que tomó un curso online conmigo varios años atrás. “Conozco” a su esposo y a sus hijos y a muchas de las familias con que ella ha trabajado, ya que en forma frecuente presentaba sus trabajos en un e-mail personal a las 3 a.m. luego de haber vuelto del nacimiento de un bebé. 10. Desarrollo de los Profesores y Rejuvenecimiento: Como miembro de la facultad con más de 30 años de experiencia, estoy emocionado de ver y escuchar a mis colegas aventurarse en esta nueva modalidad académica. El crear un curso online los lleva de vuelta a la excitación y trabajo de crear un curso por primera vez. No se puede negar que enseñar online es más trabajo – frecuentemente mucho más trabajo – que enseñar en una sala de clases. Sin embargo, he escuchado de muy pocos miembros de la facultad que no estén energizados por el proceso creativo de lograr las mismas metas de enseñanza en un formato completamente nuevo. El pensar, planificar, investigar, estudiar y el esfuerzo de construir y enseñar un curso online ha rejuvenecido a muchos miembros de la facultad que francamente estaban dejándose llevar sin creer lograr nada, luego de enseñar durante numerosos años el mismo curso, semestre tras semestre, en el mismo ambiente de sala de clase. Como resultado, muchos de nuestros más antiguos y respetados miembros de la facultad actualmente están liderando el movimiento hacia la educación online. No les asusta el Internet, y rápidamente han logrado dominar el sistema de administración de cursos del Consorcio WebCT Campus Edition. Es necesario admitir que algunos miembros de la facultad han reconocido que sus estilos de enseñanza no funcionan en el ambiente online (tal como ciertos estudiantes han descubierto que sus estilos de aprendizaje les hace impracticable tomar cursos online). Sin embargo, durante un período breve de tiempo, un importante número de
mis pares - incluyendo muchos que estaban escépticos al comienzo - se han adaptado y descubierto la satisfacción de crear y enseñar online.
Concluyendo, la educación online es de las mejoras más excitantes que ha habido en la educación contemporánea. La educación online no es buena para todos los estudiantes ni es buena para todos los profesores, pero generalmente cumple las necesidades de ambos en una experiencia educacional excitante y de alta calidad. Así como cualquier modelo educativo, la calidad de los cursos online varía, pero el potencial – con frecuencia logrado y aún en expansión – está a la par y en algunos aspectos es aún mejor que con el modelo tradicional presencial. Es necesario admitir, que queda a futuras investigaciones apoyar o rechazar las impresiones que he reportado en este artículo. Sin embargo, el punto central es que la educación online puede ser bien realizada, y la demanda por dicha educación es tal que todos tenemos que trabajar para mejorarla. Está aquí para quedarse por todas las correctas razones.